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TU LECTURA DEL VIERNES
Si miras fotografías de diferentes partes del mundo podrás ver que hay tierras donde las plantas crecen muy rápidamente (la selva tropical). Hay también zonas de desierto donde casi no existen plantas porque la tierra se ha vuelto arenosa porque casi nunca llueve. ¿Un desierto se puede convertir en un oasis donde crecen muchas plantas?
Si hablas con un agricultor te explicará que la tierra donde no crecen las semillas también se puede volver fértil si la trabajas, le pones abono y la riegas. Jesús es nuestro agricultor y nosotros somos la tierra. Él cuida cada día de nosotros y siembra buenas semillas, pero para eso hemos de dejarle entrar en nuestro corazón. ¿Qué tipo de tierra quieres ser tú? Piensa cuántas veces durante esta semana te has portado bien y cuántas te has portado mal. Jesús trabaja cada día en ti e intenta que seas la mejor tierra del mundo y des buenos frutos.
Esta noche al acostarte dile a Jesús: «Jesús quiero que seas mi amigo y que me ayudes a portarme bien. Gracias porque nunca te olvidas de mí y me cuidas cada día, para que crezca como lo hacen las plantas».