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Un poco es mucho
Comprende y memoriza:
«Vosotros
(Lucas 12:34, Traducción en Lenguaje Actual)
Tu Lectura Del Domingo
e has preguntado alguna vez que pasaría en el mundo si se apagara el Sol?
¿Te has preguntado cómo sería tu comida diaria sin nada de sal? ¿Cómo sería tu vida sin Jesús? ¿Cómo sería tu vida y la de las personas de tu alrededor si todos nos comportáramos bien?
Para contestar a estas preguntas Jesús contó varias parábolas. La primera la encontramos en Mateo 5: 13. Lee la primera frase.
¿Para qué utilizas la sal? Seguro que me contestarás que para dar buen sabor a los alimentos. La sopa, la verdura, la pasta sin sal no tienen el mismo sabor.
En los países muy cálidos se suda mucho y debemos tomar sal para no deshidratarnos y morir. La sal tiene mucha importancia para el buen funcionamiento del pulmón y de la digestión.
La sal sirve para conservar los alimentos. En los países que no tienen frigoríficos, se utiliza la sal para deshidratar los pescados y las carnes. Así se mantienen en buen estado mucho más tiempo.
La sal se utilizaba para regular la temperatura de los hornos de leña. Si pones en dos ollas la misma cantidad de agua, y la calientas a la misma temperatura, y a una le pones sal y a otra no, verás que la que tiene sal tarda más en hervir.
En invierno la sal se utiliza para que la nieve de las carreteras no se convierta en hielo.
En los tiempos antiguos la sal tenía tanto valor que se utilizaba como moneda. La palabra salario, que es lo que le pagan por trabajar a tus padres cada mes, proviene de la palabra sal, significa pago de sal.
La sal es muy útil para las personas. ¿Será que los cristianos también podemos ser útiles a otras personas? Mañana veremos cómo.