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TU LECTURA DEL LUNES
El hombre con el que Jesús hablaba sobre cómo vivir para siempre en la Tierra Nueva ya tenía claro que debía amar a Dios y a su prójimo.
• Pero tenía otra pregunta para Jesús ¿Cuál era? Lee Lucas 10: 29 y escríbela en el globo.
La palabra prójimo significa alguien que está próximo a ti, que se te parece, que es como tú.
Para los judíos de la época de Jesús, los prójimos eran solo los otros judíos. Eso significaba que un romano, un griego o un samaritano no eran prójimos: a esos no hacía falta amarlos. Eso es un poco egoísta. ¿No te parece?
Jesús había explicado muchas veces que estaban equivocados, que había que amar hasta a nuestros enemigos. ¿Cómo podía hacerle entender a ese hombre que todas las personas que habitan este planeta son nuestros prójimos que todos somos iguales a los ojos de Dios?
Entonces Jesús comenzó a contarle una historia. (Lee el comienzo en Lucas 10: 30) . Jesús plantea una situación práctica, la ocasión ideal para ayudar a un prójimo. Era fácil. El amor hacia el prójimo se demuestra con acciones.
Todo el mundo estaba de acuerdo con que ese hombre era un prójimo que necesitaba ayuda.
• Lee Mateo 22: 39 y descubre su significado colocando las vocales A y O en el lugar adecuado
Para los padres
Preguntadles a vuestros hijos si consideran su prójimo un niño de la clase que siempre se mete con ellos. Leed y explicad el texto de Mateo 5: 43-48. Hacedles reflexionar sobre que deberían hacer para aprender a quererlo.