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TU LECTURA DEL JUEVES
¿Recuerdas qué hizo el padre de la parábola cuando su hijo menor llegó a casa? Le hizo una fiesta. Qué cosa tan extraña, te preguntarás: ¿Por qué a mí mis padres me regañan cuando hago algo que está mal y a este hijo su padre le hace una gran fiesta? ¿Qué quiere enseñarnos Jesús?
El padre no le hace una fiesta porque se marchó de casa faltándole al respeto. Le hace una fiesta porque volvió arrepentido y reconociendo su error. El hijo menor había sufrido las consecuencias de su mal comportamiento. Él ya se había arrepentido y su padre vio en sus ojos ese arrepentimiento. Porque a los padres difícilmente los engañamos. Con una mirada descubren lo que nos ocurre. Cuando nos arrepentimos de haber hecho algo malo y aprendemos de nuestros errores, Dios se pone tan contento como el padre de la parábola. En el cielo hay una gran fiesta. Dios se olvida de todas nuestras malas acciones y volvemos a ser sus hijos como si nunca nos hubiéramos ido de casa. Nos quita las ropas viejas y nos regala anillos, sandalias y un traje nuevo, para que todos se den cuenta que volvemos a ser sus hijos.
• Con tanta fiesta está la casa un poco desordenada. ¿Puedes encontrar en este batiburrillo la ropa nueva, las sandalias y el anillo que el padre regaló al hijo?