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TU LECTURA DEL VIERNES
Al poco rato llegó el hermano mayor que había estado trabajando en el campo. ¿Qué le pareció que su hermano pequeño hubiera vuelto a casa?
(Léelo en Lucas 15: 28)
El hermano mayor se sintió mal porque llegó a pensar que a lo mejor su padre quería más al hermano pequeño que a él. Él había estado trabajando y cuidando a su padre, mientras su hermano menor se había gastado todo el dinero. Y su padre le hace una fiesta. ¡No era justo!
Esto lo llenó de rabia y de celos.
El padre salió a hablar con su hijo mayor.
—¡Pero hijo! Tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. ¡Cómo no íbamos a hacer una fiesta y alegrarnos por el regreso de tu hermano! Es como si hubiera muerto y vuelto a vivir; como si se hubiera perdido y lo hubiéramos encontrado (Lucas 15:31, 32).
Cuando tenemos la suerte de vivir con nuestros padres debemos estar contentos por poder disfrutar de su cariño. Si los queremos, estar con ellos no es un trabajo, es un premio. Eso es lo que no entendió el hijo mayor.
¿Estas contento de tener una familia y hermanos y los encuentras a faltar cuando están lejos?
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¿QUIÉN LO DIJO O LO PENSÓ?
Une con una flecha el personaje con la frase que le corresponda.
• Estoy muy triste. Mi hijo no me ama.
• Voy a disfrutar de la vida ahora que soy joven.
• Mis amigos solo me querían por el dinero.
• El preferido de mi padre siempre ha sido mi hermano.
• Me voy a ir bien lejos para que nadie pueda controlarme.
• Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a vivir.
• ¡Qué egoísta! Pedir la herencia antes de que papá muera.
• Es como si se hubiera perdido y lo hemos encontrado.
• Mi padre nunca me ha preparado una fiesta.
• Papá he pecado contra el cielo y contra ti.
• Lo mío es tuyo, y tú siempre estás conmigo.
• Traedle la mejor ropa y vestidlo, con anillo y sandalias.
• En la casa de mi padre los criados viven mejor que yo.
• Yo siempre obedecí a mi padre.
¿Deseas que vuelvan y les harías una gran fiesta para recibirlos?