IGLESIA HÍBRIDA Samuel Gil Soldevilla, PhD Hoy en día la práctica de nuestra fe involucra tanto espacios físicos como digitales, tanto comunicación presencial como mediada. Este tiempo de distanciamiento físico por la pandemia, ¿podría alimentar una nueva reforma en la iglesia? «La iglesia es más que un edificio», pero ¿puede el ministerio digital convertirse en más que un programa online? ¿Qué clase de «ventana de oportunidad» se está abriendo ahora, en tu iglesia local? Hablemos sobre Hogar, Familia, Tecnología, Descentralización, Creatividad, Espacio Abierto, Grupos Pequeños, Movimiento Profético, Brújula, Resistencia. LA PREGUNTA MÁS IMPORTANTE La pandemia de la COVID-19 nos ha enfrentado a la pregunta: «Ahora tenemos los templos cerrados: ¿cómo hacemos una iglesia online con cada miembro en su casa?». Pero creo que la cuestión de «¿cómo hacemos una iglesia online?» no es la pregunta más difícil que afrontamos. La pregunta no es meramente tecnológica, ¡es eclesiológica! Muchas personas buscan cómo hacer transmisiones en vivo, reuniones online, qué herramientas usar…, pero pocos se hacen la pregunta más importante: ¿Qué necesitan las personas en este momento de las iglesias? El desafío clave como comunidad es pasar del «cómo» tecnológico al «cómo» eclesiológico. ¿En qué puede servir la iglesia ahora, para qué somos iglesia? Las personas buscan sentido de relación; sentirse atendidas y valoradas, un espacio en el que compartir sus inquietudes de manera abierta; y donde puedan compartir su fe. Las comunidades digitales o las experiencias de iglesia exitosas son aquellas que cultivan las relaciones y la inversión de sus miembros no en un nivel superficial, como espectadores, sino en un nivel profundo, que buscan la intimidad. Las personas, tanto en el mundo físico como en el online, pueden sentirse inicialmente atraídas por una iglesia por el estilo de predicación, música o colores, pero se quedan debido a las relaciones que forman y la comunidad que experimentan. Te pregunto: este tiempo de distanciamiento físico ¿podría alimentar una nueva reforma en la iglesia? Las crisis pueden convertirse en «ventanas de oportunidad» para resolver problemas enquistados, introducir reformas imposibles de implementar en tiempos normales o empujar determinadas ideas. ¿Qué clase de ventana de oportunidad se está abriendo ahora en tu iglesia local? Las iglesias que prosperarán serán aquellas que se adapten y aprovechen las nuevas realidades; no las que se queden en la realidad antigua. Comunidades basadas en las relaciones, en la conexión entre sus miembros, en sentirse atendidos y valorados, que pueden crecer en comunión. Comunidades que abrazan el sacerdocio