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Algunas especies nunca son presa de la oscuridad.

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n América, Costa Rica es uno de los principales destinos para el turismo de naturaleza. En Europa, España ha desarrollado su industria turística, y hoy compite con países como Francia e Italia. Mientras tanto, México está inmerso en una problemática legal, de preservación, de falta de acuerdos, que se atiende sólo de manera inmediata, pero sin una solución real a mediano y largo plazos. Esta situación, lamentable para nuestro país, beneficia a muchos otros dedicados al turismo mundial, pues al no existir una industria mexicana organizada y cuidadosa del patrimonio histórico y natural, no tienen competencia en la prestación de servicios de calidad para los turistas interesados. Ya lo decía una costarricense: “Gracias a que el turismo de naturaleza se encuentra aletargado y difuso en México, mi país puede dormir tranquilo, pero el día que ellos despierten (los mexicanos), no sé qué vamos a hacer”.

Y tiene razón, pues ese país centroamericano es apenas del tamaño de Chiapas, una de las entidades federativas que integran el territorio mexicano. Una biodiversidad vasta en flora y fauna, un mosaico de culturas distribuidas a lo largo y ancho del país son algunos de los tesoros más preciados que podrán descubrir quienes nos visiten. El relieve mexicano se caracteriza por sus valles, montañas, ríos, bosques, selvas, desiertos, lagunas y playas, todo esto representa una inmensa riqueza posible de explorar y disfrutar sin detrimento de ésta. Sin embargo, lo contrario ha sucedido: saqueo, contaminación y destrucción han sido las constantes de las irregulares y desorganizadas actividades que muchas empresas turísticas ofrecen. Los costarricenses seguro podrán dormir tranquilos y muchos otros también, mientras no corrijamos el rumbo.

La oportunidad está puesta y podemos aprovechar con responsabilidad nuestros recursos naturales y culturales. Necesitamos tomar conciencia de la importancia de la planeación y organización en el desarrollo turístico, para poder conciliar los intereses sociales, ecológicos y económicos de quienes participan en este sector. Esto permitirá que el turismo en México sea fuente de ingresos para quienes ofrecen algún producto o servicio, pero también sea una vía de recuperación y preservación de la naturaleza, la cultura y la sociedad.

Una de las tareas para lograr una empresa con estas características es la capacitación sobre las técnicas y equipo necesario, los lugares y posibles actividades del turismo de aventura o turismo de entretenimiento, las reservas naturales, así como la flora y fauna que la habitan, lo cual repercutirá favorablemente en la selección de los destinos que se ofrezcan y la calidad de los servicios.

Carlos González

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FOTOGRAFÍA DALILA CALVARIO

Editorial Edición 45, 2006 Director General Carlos González Directora Editorial Dalila Calvario Benítez Diseño y Formación Javier Martínez Topografía y Mapas José Ángel Bermejo Redacción Ana Julia Arroyo U. Ricardo Rivera Cortés Asesor Legal Miguel A. Sarmiento Asesor Administrativo Carlos Jiménez A.

Agradecemos la colaboración de todos los que han participado en las ediciones anteriores. En este número en particular a Salatiel Barragán, Omar Menchaca, David Liaño, Christian Llamas, grupo de rescate urbano, y a Ricardo Alcaraz.

Aventura Vertical es una publicación bimestral, editada por Vertical Servicios Profesionales de Aventura S. C., Juan Bautista 450, Col. La Nopalera, Tláhuac, 13220 México, D.F. Tel. 5863 3363, fax: 5863 8800. informacion@aventuravertical.com www.aventuravertical.com Editor responsable: Carlos González Martínez, núm. de certificado de licitud de título 8996, núm. de certificado de licitud de contenido 6318, núm. de reserva de título de derecho de autor 04-2004-073016471300-102. Distribuida por editorial Aventura Vertical y Publicaciones CITEM. Av. del Cristo 101, Col. Xocoyohualco, Tlalnepantla, Edo. de México e impreso en CAZ Prensa Digital S.A de C.V., Marcos Carrillo 159 Col. Asturias, 06850 México D.F. © DERECHOS RESERVADOS Todo el material de esta publicación no podrá ser reproducido en ninguna forma sin la autorización por escrito de su editor. Los puntos de vista de los artículos son responsabilidad exclusiva de sus autores y no necesariamente reflejan el punto de vista del editor responsable ni del personal que labora en Aventura Vertical.

Casi todas las actividades que se relacionan con el montañismo, como la escalada en roca y la escalada en hielo descritas en esta revista, son potencialmente de alto riesgo, incluso de muerte. Algunas otras actividades vinculadas con el montañismo pueden ser peligrosas. El dueño, colaboradores y todo el personal que forman Aventura Vertical no recomiendan que cualquier persona practique alguna de estas actividades, a menos que sea un experto o que esté supervisado por una persona calificada y profesional. Con el conocimiento del riesgo que implican estas actividades, la persona que practique alguna de ellas asume la responsabilidad.

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Contenido 10 Una cita con la aventura

Expedición Caribe Mexicano

16 Al noreste de Guanajuato 24 Copper Canyon Adventure Race

Cañón del cobre, carrera de aventura 2006

28 Por los caminos del mundo maya 39 Ascenso a la montaña más alta de cada continente 44 Explorando Coahuila 49 Capacitación

Para guías especializados

50 Desierto sonorense 56 Prismas basálticos

Maravilla natural pétrea

60 En los Andes peruanos 62 Juguetes para tu aventura

En la portada: David Liaño caminando por la Iztaccíhuatl, 5 230 metros. Fotografía archivo del autor.

En estas páginas: Mirando el horizonte, al noreste de Guanajuato, México. Fotografía Dalila Calvario.

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México Vive lo Tuyo Texto Consejo de Promoción Turística de México Fotografía Carlos González

Casi dos millones de kilómetros cuadrados ofrecen exuberantes selvas, desiertos, lagos, ríos, pantanos y playas, con interesantes especies de flora y fauna. La geografía de México es una puerta que se abre hospitalariamente a la aventura...

M

éxico tiene una impresionante variedad de escenarios naturales debido a su rica geografía, que está labrada con cadenas montañosas, llena de cuerpos de agua y rodeada por cuatro mares diferentes. Casi dos millones de kilómetros cuadrados ofrecen exuberantes selvas, desiertos, lagos, ríos, pantanos y playas, con interesantes especies de flora y fauna. La geografía de México es una puerta que se abre hospitalariamente a la aventura, la naturaleza y la cultura. En nuestro país se han decretado decenas de reservas naturales, en donde se protegen importantes especies en peligro de extinción, además de miles de ejemplares de aves residentes y migratorias, como el precioso flamenco rosado que puede verse en Yucatán.

El Pacífico mexicano te da la oportunidad de observar a las ballenas grises que llegan a dar a luz en sus aguas. O tal vez prefieras las profundas barrancas que crea la Sierra Madre en el norte del país, o realizar una caminata por la selva del sureste en busca de interesantes vestigios del mundo prehispánico en medio de un increíble verdor. Si eres de los que gustan de la aventura, te asombrarás con las opciones que ofrece México, pues posee montañas y volcanes con altísimos picos para escalar o practicar el descenso a rappel, además de ríos para recorrerlos en balsa o en kayac.

Si te interesan las aventuras por los aires, puedes optar por el vuelo en globo aerostático, el vuelo en parapente o el paracaidismo.

A México llegan buzos de todo el mundo, atraídos por la transparencia y temperatura de las aguas, la abundante vida submarina, las cavernas, los cenotes y el Gran Arrecife Maya, segundo tesoro de coral más grande del mundo. Si prefieres mirar desde la superficie, hay infinidad de oportunidades de practicar el esnórquel. Además de aventura y

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naturaleza en México encontrarás varias comunidades que hospitalariamente te mostrarán la riqueza de sus expresiones culturales, su interesante vida social y sus actividades productivas, además de deleitarte con su gastronomía. Te impresionará el colorido de sus mercados, de sus fiestas y de sus tradiciones.

Información turística. www.visitemexico.com.mx

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Una cita con la aventura III Expedición Caribe Mexicano

... Hoy es un día propicio para cortar con la otra vida, la de la corbata, y no sentirse como en un día cualquiera, en el cual se entra a la oficina o se sale de un cine: es mucho más; es la ocasión para experimentar miedo, ganas, curiosidad, excitación, competitividad, concentración, abandono, recompensa, amistad, descubrimiento, para vivir intensamente la vida.

Frederick Boulay

A

las 6:00 del jueves 24 de agosto, nos levantamos y alistamos para salir rumbo al aeropuerto de la ciudad de México, y abordar el avión con destino a Chetumal, en Quintana Roo. Ahí, nuestro equipo Pumas Master (integrado por Frederick Boulay, Heber Lara y Omar Menchaca) participaría con otros 14 equipos de diversos estados de la República Mexicana y del extranjero en la tercera edición de la competencia de Aventura Expedición Caribe Mexicano. El certamen incluyó un recorrido de más de 150 km en las modalidades de remo en kayac, carrera a pie, bicicleta de montaña y nado. Tuvimos como marco las lagunas Bacalar, Chile Verde, la selva y el mar de este espléndido lugar.

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Durante la noche anterior preparamos nuestro equipaje en el que incluimos bicicleta, casco, guantes, remos, tenis, ropa, lámparas, botiquín, en fin, todo aquello que requeríamos para esta competencia y para nuestra seguridad. Atrás habían quedado largas jornadas de entrenamiento y nos dirigimos a afrontar nuestro destino, del que teníamos grandes expectativas, ya que en la edición anterior obtuvimos la segunda posición de la categoría varonil.

Llegamos al aeropuerto a las 8:30 y nos dirigimos de inmediato a documentarnos, desde ese momento empezamos a vivir un ambiente de camaradería pues ahí encontramos integrantes de otros equipos que participarían en la competencia. Durante el vuelo pasaban por mi mente muchas

cosas, entre éstas que nuestro equipo llegara en buenas condiciones, ya que en la aerolínea nos hicieron firmar un documento en el que señalaban que ellos no se harían responsables de su buen estado. Afortunadamente todo el equipaje arribó en orden. En Chetumal nos recibieron miembros de la organización para llevarnos al hotel sede, pero nosotros preferimos ir con nuestro amigo Isaac quien amablemente nos esperaba en el aeropuerto, nos instalamos en el hotel y le pedimos que nos llevara a buen lugar para comer. Junto con nuestra amiga Dalila, fuimos al restaurante.

Durante la comida la pasamos muy divertidos, ya que Frederick nos contó sus aventuras y de verdad que nos hizo reír, lo cual sirvió para relajarnos y pasarla bien. De regreso, en el ho-

Texto Omar Menchaca Fotografía Dalila Calvario

tel, preparamos nuestro equipo y asistí a la junta de capitanes, en donde dieron una explicación de cuál sería el recorrido y entregaron los mapas, playeras, números y el pasaporte que tendríamos que sellar en los diferentes puestos de control durante la competencia.

Desde ese momento trabajamos: Frederick y Heber serían los navegantes, por lo que de inmediato hicieron los señalamientos de la ruta en los mapas para más tarde definir la estrategia a seguir.

Al día siguiente, a las 7:00, teníamos listo nuestro equipo en bolsas marcadas con el número y el nombre del equipo, para que lo trasladaran a los diferentes puntos de transición.

A esa hora esperaba un autobús para llevarnos al lugar de arranque, llamado Pedro Antonio Santos, aproximadamente a una hora de camino.

En sus marcas, listos, fuera Estábamos listos, todo era expectación; tratando de calentar y preparar nuestros músculos, nos movíamos nerviosamente de un lugar a otro esperando el momento de la salida. Por fin dieron la instrucción para que selláramos nuestro pasaporte en el PC1.

Arrancamos y corrimos un kilómetro por un camino que nos llevó a la zona en la cual encontraríamos los kayacs inflables, chalecos y remos.

Todos los equipos tuvimos que agarrar dos y cargarlos hasta un pequeño muelle en donde los abordamos y nos desplazamos hacia la laguna, por una serie de canales de manglar por kilómetro y medio. El lugar era como un paraíso; ni lo angosto de la travesía ni los constantes roces con los kayacs de otros equipos impedían que lo disfrutáramos. Continuamos remando por la laguna hasta llegar a otro muelle que se localiza justo en el lugar en el que habíamos iniciado la competencia. Ahí entregamos nuestras embarcaciones para que dos integrantes del equipo hicieran un nado de 500 m hasta la zona de boyas en donde les dieron una contraseña que entregamos al sellar el PC2, continuamos corriendo por 3.5 km más, por una vereda en la selva hasta llegar al PC3. Para nosotros era muy importante llegar con buena posición en este trayecto, ya que aquí abordaríamos dos kayacs rígidos para navegar 18 km más

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hasta el siguiente puesto de control y en este recorrido podíamos sacar mayor ventaja al resto de los equipos, y así fue, ya que hasta ese momento nos colocamos en la tercera posición general, muy cerca del equipo Mérida que ocupaba la segunda. Antes de salir a los kayacs nos abastecimos de suficientes líquidos y amarramos las embarcaciones para así iniciar nuestro recorrido por la hermosa laguna de Bacalar, conocida como la laguna de los siete colores. Sentíamos mucha emoción y el ruido del helicóptero que volaba a baja altura y el viento que soplaba hacían que nuestro kayac se meciera rompiendo el oleaje que se formaba. Frederick era el más feliz, pues era la primera vez que estaba en ese lugar. Nos comentaba lo hermoso que lo veía y decía que podía morir tranquilo porque se sentía en el paraíso.

La verdad, no era para menos. Cruzamos la laguna para dirigirnos hacia la zona de canales que nos llevarían a la laguna Chile Verde. En ocasiones tuvimos que bajarnos y remolcar los kayacs por lo estrecho y poco profundo de los canales. El panorama era maravilloso, las formas de los troncos y raíces de los mangles eran como de fantasía, por momentos teníamos corriente a favor y nos desplazábamos de manera zigzagueante, esquivando la vegetación. Cuando salimos a la lagu-

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na Chile Verde, el día se había nublado, el viento soplaba con fuerza y caía una fuerte lluvia. Todo eso produjo una sensación intensa, pues nuestras embarcaciones se estremecían con el oleaje.

El avance de los siguientes 8 km fue más pesado, ya que teníamos el viento en contra.

Para ese momento ya íbamos junto al equipo Mérida/Salomón. Al llegar al PC4 dejamos los kayacs, nos pusimos la ropa de selva y empezamos una caminata muy pesada de 3 km por la orilla de la laguna. Era una zona pantanosa en donde el agua nos llegaba hasta las rodillas y el lodo arriba de los tobillos, por momentos nos metíamos por la zona de selva, pero los caminos se hacían igual de difíciles por lo espeso de la vegetación.

Al terminar ese trayecto, nos adentramos a la selva por un camino angosto. El espectáculo era maravilloso, la vegetación exuberante y los sonidos de las diversas especies de animales que la habitan nos hacían sentir en

un mundo distinto. Después de caminar dos kilómetros por este fantástico lugar, salimos al PC5. De ahí, por un camino ancho de 21 km, nos dirigimos al poblado de Raudales, para superar un trayecto de mucho esfuerzo, con el sol de frente y la temperatura cerca de los 40 oC con bastante humedad. Teníamos que ser cautos y no dejarnos llevar por nuestro ímpetu, ya que a pesar de ser buenos corredores podíamos pagar un alto costo por deshidratación o por un golpe de calor. Miré a mis compañeros, uno de ellos con mucha energía apresuraba el paso, el otro corría muy cerca de mí tratando de darle alcance. Al darnos cuenta que ocupábamos el segundo puesto, y sin tener cerca a otros equipos, decidimos avanzar más tranquilos. A la mitad del camino habían colocado unos garrafones de agua, era como si hubiéramos encontrado un oasis; bebimos copiosamente y nos refrescamos, en tanto fuimos atacados por una nube de moscos que se nos pegaban por todo el cuerpo. El sol fue

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Texto Frederick Boulay

Remar en la laguna de Bacalar, de agua transparente y con un color que cambia cada kilómetro, entre manglares con raíces aéreas, es un momento sublime.

El silencio es total, respiro al ritmo de mis compañeros para vivir momentos de leyenda, que se comentan meses después con pasión, momentos que transforman tu ser profundamente. Por esos minutos, hemos sudado tantas veces, hemos tenido tantas caídas y pensado intensamente en ellos.

En Europa, en cualquier época del año, me estaría congelando, aquí el calor me provoca un letargo agradable, aunque no sé si los mosquitos no saben dónde picar, si ya no tengo sangre, o si me creen muerto, pero ya no me molestan.

Comer, dormir, descansar, olvidar la otra vida, la de la corbata y preparar la mente para luchar contra el cansancio y las dudas, contra lo que no conocemos, contra un ambiente hostil, un sol tremendo y un calor agotador; contra la falta de agua y los músculos rebeldes. Cruzamos por una selva impenetrable, con muros verdes llenos de vegetación. Ahí encontramos una tortuga terrestre, que al vernos tal vez se preguntó: ¿de qué manicomio salieron estos locos? y ¿qué fuego les obliga a abandonar con tanta prisa este paradisíaco lugar donde se vive tan a gusto?

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Equipo Pumas Master: Heber Lara, Omar Menchaca, Frederick Boulay. Pensábamos que cada punta de la costa era la meta, pero no, y entonces Omar nos animaba. Es el mejor remador, captain Mench. Quiero ser como él, a mis 50 y tantos años; es un modelo, es una leyenda y me siento orgulloso de compartir estos momentos con él y Heber, ya que ambos son campeones. Entre nosotros tres tenemos 120 años o un poco más, y una tercera parte de ellos los hemos vivido en estas competencias y todavía nos gustan. Debemos estar locos o ser masoquistas o quizá reyes del absurdo ¡Al fin llegamos a la meta! ¿Quizá no?, desde aquí la gente se ve tan chiquita. Al verlos saltar, con las manos en alto, nos invade una sensación única, la de la victoria, el sabor a sal de mar y a sudor de héroe. Miramos atrás, ya nada ni nadie nos puede quitar esa medalla invisible, esa satisfacción de haber hecho bien las cosas, de llegar juntos, más amigos que nunca, con nuevas enseñanzas intransmitibles.

Frederick Boulay

cayendo y los árboles y la vegetación nos protegieron con su sombra, lo que nos hizo apresura el paso. Llegamos al PC6 donde se encontraba la primera zona de abastecimiento y la transición a la bicicleta. Teníamos que aprovechar la luz de día; nos abastecimos de lo que pudimos, tomamos nuestras bicicletas e iniciamos un largo recorrido de 70 km por la selva. Conforme avanzábamos y oscurecía, el trayecto se complicaba cada vez más, y el lodo me hizo caer varias veces. Después del PC8 pasamos por un tramo verdaderamente complicado, casi no se podía rodar, era demasiado estrecho y apenas cabía la bicicleta; constantemente nos atorábamos con las lianas y con

Resultados Categoría Mixta Equipo Tiempo 1o. Buff Uvex 18:17 2o. Sport City Salomon 20:25 3o. Mérida Salomon 21:06 Categoría Varonil 1o. Pumas Master 19:07 2o. UAEM 19:50 3o. Team Guatemala 22:44

las ramas que había en el camino. Yo sentía que las sombras de la noche, la selva y el hambre me atrapaban; no sabía si estaba alucinando porque de repente veía muchas lucecitas y pensaba ¡qué buena onda! Más tarde supe que lo que veía eran los ojos de las tarántulas que habitan la zona y que éstos se reflejaban con la luz de mi lámpara.

Finalmente, después de más de 8 km de verdadero suplicio, llegamos a un puesto de hidratación, ahí le pedí a Heber que me alumbrara para buscar en mi mochila algo de comer. Además de alguna barra (de las que ya estaba harto), encontré una lata de pollo con carne la cual abrí y prácticamente devoré. Continuamos nuestro camino, pasamos el PC9 y nos dirigimos por un tramo de carretera pavimentada de 3 km al PC10. Ahí nos volvimos a incorporar a un camino complicado de terracería, rodeado por la selva a lo largo de 12 km, el cual nos llevaría al PC11. En este lugar las luces de nuestras lámparas casi no alumbraban. Recorrimos otros 11 km para llegar al poblado de Luis Echeverría, entonces el equipo Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) se nos adelantó. Faltaban 3.5 km para llegar a Punta Lagarto (PC12), lugar

en donde se cortaría el tiempo para continuar, con luz del día siguiente, la competencia. Llegamos alrededor de la una de la mañana, cansados pero llenos de alegría. Me envolví con mis compañeros en un fuerte abrazo: habíamos cumplido nuestro objetivo, ya que al terminar el trayecto de bicicleta, la ventaja que nos llevaban los líderes era mínima. Tomé un café y comí con trabajo una sopa bien caliente; mi estómago se sentía irritado por el esfuerzo y lo mejor era descansar.

Tenía un fuerte golpe en la espinilla por lo que acudí con la doctora para que me revisara: me limpió la herida y me vendó; tomé la pastilla que me dio para bajar la inflamación y traté de dormir un rato; fue difícil por el ruido de la planta de luz, sin embargo pude hacerlo.

A las 7:00, junto con los equipos que llegaron en el transcurso de la noche y la madrugada, iniciamos una travesía de 27 km remando por el mar desde Punta Lagarto hasta el puerto de Chetumal. Agarramos nuestros kayacs y los amarramos para ir juntos y zarpamos con buen ánimo; teníamos que remontar la desventaja de cuatro minutos que nos llevaba el equipo de la UAEM para aspirar al primer lugar varonil. Así que empezamos a remar con fuerza para tratar de recuperar lo más pronto posible ese tiempo. El mar estaba muy picado, hacía un fuerte viento que nos pegó de costado todo el tiempo; teníamos que estar bien concentrados y no dejar de remar para evitar que las olas voltearan nuestras embarcaciones. El recorrido se hizo técnico pero divertido por el intenso oleaje que había. Conforme pasaban los kilómetros el cansancio se iba apoderando de nosotros, y tratábamos de motivarnos de cualquier manera.

Finalmente vimos la meta, estábamos muy emocionados, una lancha con miembros de la organización nos escoltó hasta llegar al punto final de la competencia. Estallé de júbilo, cruzamos la meta en primer lugar, nuestro equipo Pumas Master había cumplido con su misión.

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Al noreste de Guanajuato

Texto Dalila Calvario e Iván González Fotografía Dalila Calvario 18 Aventura Vertical 16

Aun cuando no está considerado como un lugar turístico por excelencia, este municipio encierra un sinfín de atractivos que no pueden pasar desapercibidos para los ojos de nadie.

San José Iturbide ofrece innumerables atractivos turísticos con actividades recreativas y deportivas. Como puerta del noreste del estado de Guanajuato, al visitante lo cautiva la hospitalidad de su gente y sus limpias calles, además del placer inigualable que implica sentarse en cualquier banca de su bello jardín central para disfrutar de un refrescante helado de biznaga o recorrer sus locales con artesanías y prendas textiles. Este lugar también es la puerta de entrada para explorar nuevas y maravillosas aventuras en los municipios vecinos.

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igantes del desierto.

El municipio de Tierra Blanca, en su zona semidesértica, invita a los visitantes a un mágico recorrido por un singular jardín de gigantescas biznagas. Ahí nuestra guía nos explicó que algunas de estas cactáceas tienen más de 300 años de vida y que hace algunos años este lugar era saqueado, por lo que la comunidad de Arroyo Seco decidió protegerlo: construyeron un vivero para que el visitante que se lleva una plantita, mejor lo haga del vivero.

Los habitantes aprendieron a preparar jabón, crema y shampoo cien por ciento naturales, utilizando las plantas del desierto.

Continuamos nuestro recorrido, ahora hacia el poblado de Pozos.

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Historia en el presente En el municipio de San Luis de la Paz se localiza el poblado de Mineral de Pozos, que durante más de 50 años fue considerado uno de los emporios mineros más importantes del país y uno de los cuatro centros con más historia del estado, junto con las ciudades de Guanajuato, San Miguel Allende y Dolores Hidalgo. Hoy este pequeño pueblo vive como un gran fantasma recordando su historia, que inició como un asentamiento chichimeca y continuó hasta principios del siglo XVIII , con la llegada de la congregación jesuita que originalmente pensaba desarrollar la agricultura. Pero fortuitamente descubrieron la mina de Santa Brígida, una de las más ricas en producción de oro, plata, cobre,

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plomo, zinc y mercurio. Se dedicaron a explotarla hasta que fueron expulsados del país en 1767. Para el siglo XIX, con la llegada de compañías mineras de Inglaterra, Francia y Estados Unidos de Norte América, que se establecieron en Pozos, éste pasó a convertirse de una pequeña villa en una rica y moderna ciudad, que entonces era cabecera municipal. Después de la bonanza se convirtió en un distrito de San Luis de la Paz, ubicado a tan sólo ocho kilómetros. La gente empezó a emigrar y con ello nacíó la historia del pueblo fantasma.

Hoy recorrer este mineral maravilla con sus grandes construcciones detenidas en el tiempo y que recrean la atmósfera de una pasada bonanza.

El pueblo de Pozos después de décadas de abandono nuevamente empieza a poblarse con jóvenes amantes de la música prehispánica y artesanos que elaboran instrumentos musicales de madera y barro. En lo que fuera una mansión del siglo XIX , ahora existe un

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pequeño pero hermoso hotel boutique de nombre Posada de las Minas; reconstruido en su original estilo colonial, cuenta con siete habitaciones, cada una amueblada con diferentes temas, desde el colorido arte folclórico mexicano hasta el elegante estilo victoriano.

Cañón de Paso de Vaqueros Alejandro Ojeda y Ricardo Ruiz, nuestros guías, nos dieron la bienveCómo llegar. A San Jóse de Iturbide se llega por la autopista México-Querétaro y después por el libramiento a San Luis Potosí.

En autobús. Las salidas son por la Central Camionera del Norte del DF, en autobuses Primera Plus.

Información turística.

Hotel Los Arcos, San José de Iturbide: Tel. 01 (419) 198 03 30 Reservaciones desde la ciudad de México: Tel. 30 02 58 70 sjiturbide@yahoo.com.mx www.sanjoseiturbide.com Centro Vacacional El Salto Tel. 01 (414) 273 40 00 Desde la ciudad de México: Tel. 30 02 58 70 elsaltolugardonde@hotmail.com www.sanjoséiturbide.com Expediciones Acuáticas expedicionesacuaticas@hotmail.com Cel. 044 (468) 100 15 96 www.sanjoséiturbide.com Hotel Posada de las Minas, Mineral de Pozos Tel. 01 (442) 293 02 13 info@posadadelasminas.com www.posadadelasminas.com

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nida y explicaron que visitaríamos el Cañón del Vaquero, en su variante conocida como el Vaquerito, ubicado en el municipio de San Luis de la Paz y que sólo sería una probadita del viaje de aventura que se realiza en este lugar. Salimos rumbo al cañón y antes de llegar vimos la recién construida presa que bajo sus aguas atrapa el que fuera el pueblo de Paso de Vaqueros, al cual las autoridades reubicaron. Por fin llegamos al punto donde iniciaríamos el recorrido, por un lado veíamos la presa y por el otro, a lo lejos, la entrada del cañón.

Alejandro nos dio las últimas instrucciones e iniciamos la caminata; cruzamos por una de las gigantescas paredes de la presa y nos adentramos por la primera parte del cañón, la cual no es muy ancha, y parecía que había llovido un poco, ya que el verdor de la vegetación que encontramos en el camino así lo delataba. Fuimos sorteando pequeños arroyos y después

de una curva se abrió ante nosotros la verdadera entrada al cañón, hacia el fondo se alcanzaban a ver pequeñas pozas con agua.

Descendimos a través de una cuerda que utilizamos como pasamanos y caminamos como 200 m antes de llegar a la siguiente parte, donde nuevamente se tenía que descender a otra poza para continuar 10 minutos hasta el primer rappel del cañón.

Hasta ahí llegamos y, efectivamente fue sólo una probadita, pero quedamos convidados a visitarlo nuevamente para hacer el recorrido completo.

De regreso, al alzar la vista y ver los dos pequeños descensos que habíamos hecho, pensé que este lugar era como una gran escalera para un gigante. Contentos y deseosos de regresar pronto, nos despedimos de los guías y continuamos nuestro recorrido.

Con el viento a favor Llegamos al Centro Vacacional El Sal-

to, en el municipio de Tierra Blanca, y con una gran sonrisa nos recibió el señor Salvador Arvizu, administrador del lugar. Desde el restaurante se tiene una espléndida vista hacia un valle que vemos abajo y a un pequeño cañón que en tiempos de lluvia forma una cascada. Don Chava nos platicó que aquí es un magnífico lugar para practicar actividades como el para-

pente, el ala delta, el paramotor, así como la escalada en roca, el rappel, la tirolesa, la bicicleta de montaña y por supuesto la caminata. Nos mostró la salida que utilizan las personas que vienen a volar en parapente. La tarde es limpia y hermosa y el pasto nos invitó a recostarnos y admirar el paisaje. El hijo de don Salvador, Chava chiquito, nos acompañó y nos platicó

que el lugar es la sede de un encuentro de ala delta y parapente en donde participan pilotos de todo el país y algunos extranjeros, y que el próximo encuentro será del 29 de septiembre al 1 de octubre, al cual nos invitó y por supuesto le tomamos la palabra.

En eso llegaron unos pilotos de parapente, así que además de deleitarnos con el paisaje tuvimos la oportunidad de ver volar a estos pilotos. La tarde caía, los parapentes parecían gigantescas mariposas surcando el cielo que empezaba a teñirse de colores rosa, amarillo y naranja. Era tan magnífico el momento que hasta la luna se asomó. Sin muchas ganas de irnos de ahí, nos despedimos de don Chava y de su hijo y continuamos nuestro viaje ahora hacia el restaurante La Poza en la comunidad de Santa Anita, ahí doña Dolores Pérez, dueña del lugar, nos invitó a saborear una riquísima cena con antojitos mexicanos: no podíamos cerrar mejor nuestro viaje por la puerta del noreste de Guanajuato.

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Copper Canyon Caùón del cobre, carrera de aventura 2006

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Adventure Race Texto Christian Llamas FotografĂ­a Grupo de Rescate Urbano

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Sólo para un selecto grupo de corredores de aventura, que no se conforman con una sola disciplina ni con un par de horas de esfuerzo

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l 25 y 26 de agosto llegó la fecha esperada para el Copper Canyon Adventure Race 2006, una carrera de 24 horas sin parar, con más de 10 disciplinas, que van de la mano en estas exclusivas, exhaustivas y desafiantes carreras de aventura, las cuales están diseñadas para los atletas que buscan algo más que un trofeo, una marca o un primer lugar y quieren vencer sus propios límites.

La empresa 360 o Adventure Sports fue la organizadora de la competencia, así como de la recepción de los equipos y de la proyección de fotografías satelitales en tiempo real.

La competencia arrancó una mañana soleada en la plaza central de Creel, municipio de Bocoyna, en el estado de Chihuahua, con un recorrido por veredas técnicas en bicicleta de montaña hasta el lago de Arareco, donde los competidores cambiaron la bicicleta por una balsa, para remar hacia diferentes puntos del lago. En el lugar asignado, cada participante realizó la prueba más espectacular de toda la carrera, una tirolesa de 150 m de largo que cruzaba de lado a lado el lago; los competidores se desplazaban a gran velocidad para dejarse caer en las frías aguas a mitad del lago y continuar nadando para salir a la orilla.

Después de nadar, se montaron nuevamente en sus bicicletas para internarse en la sierra, acompañados de una constante lluvia, hasta llegar a una segunda tirolesa de 60 m de largo y 20 de altura en la cual cruzaron el río Conchos (de aguas embravecidas) con su bicicleta a cuestas, para continuar pedaleando hasta el poblado de Bocoyna y de ahí hacia Creel. En esa parte de la prueba, los competidores tuvieron que escalar alrededor de 18 m y realizar un rappel de 30, luego avanzar en bicicleta. Para entonces la noche ya se había hecho presente y con ella iniciaba la caminata a campo traviesa; los competidores tuvieron que demostrar su sentido de orientación para llegar a la barran-

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ca de Tararecua o Recowata, y la temperatura había bajado hasta los 3 oC. En la barranca, los competidores descendieron y ascendieron desde los 2 400 msnm hasta los 1 900. Esta etapa consumió mucho tiempo y esfuerzo de los desgastados atletas y parecía que la naturaleza también les ponía duras pruebas ya que una espesa neblina incrementó la dificultad del recorrido. Después de ascender la interminable barranca, los competidores retomaron sus bicicletas e iniciaron la parte más complicada de la tra-

vesía hasta un rappel, en el que bajaron con su bicicleta nuevamente a cuestas, para reunirse con su equipo de apoyo que los esperaba para recoger las bicis. A partir de ahí los exhaustos atletas realizaron la última prueba de la agotante competencia, en donde corrieron 4 km hasta llegar a la meta en la plaza de Creel, antes de las 24 horas establecidas por el comité organizador, y así completaron la competencia.

Entre los participantes de la carrera se encontraban Alejandro Collins y Silvia Chávez (del equipo Afro), corredores de talla internacional que dieron a la competencia un Posiciones de los equipos Lugar general Equipos 10 Afro 0 2 Chorizo Camargo 30 Monex 0 4 Umpa Lumpas 50 Jícuri 60 Naora 70 Conexión 0 8 American Beef 90 Bacachos 10 0 Crazy Cat

Tiempo 17:41 horas 18:14 horas 18:18 horas 21:37 horas 23:24 horas 23:55 horas 25:02 horas 34:41 horas N.T. N.T.

excelente nivel; también participaron en diferentes equipos Pedro Vecino y Miguel Pancho, raramuris vecinos del municipio de Bocoyna, quienes tuvieron una magnífica participación.

Los organizadores del Copper Canyon Adventure Race 2006, buscando interactuar con la comunidad tarahumara, aportaron 15% de las inscripciones de los equipos participantes y con la ayuda del DIF municipal se compró equipo escolar, que se donó a la escuela internado de Gonogochi en el ejido de San Ignacio, municipio de Bocoyna, en apoyo y beneficio de los alumnos y profesores bilingües raramuris que en ella laboran. La profesora raramuri Candelaria Rubio Vega, que trabaja en este internado, agradeció el donativo del mobiLugar por categoría liario y materiales donados en presencia de los 10 Lugar Mixto alumnos.

20 Lugar Mixto Para la edición de 2007, el Copper Canyon Adventure Race estará incluido dentro del Fes10 Lugar Varonil tival Internacional de Turismo de Aventura de 30 Lugar Mixto Chihuahua, en julio, por su gran éxito y organi4 0 Lugar Mixto zación sin precedentes. Por lo pronto, la siguien50 Lugar Mixto te prueba será en diciembre: El Reto –0 o, una 0 carrera invernal de 12 horas de duración.

2 Lugar Varonil 0 6 Lugar Mixto

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Por los caminos del mundo maya

Aventura Vertical 28 30

... el dios de los dioses hachakyum creó los cielos y la selva, en el cielo sembró las estrellas y en la selva los grandes árboles.

Cuando cortan un árbol en la selva, una estrella se cae del cielo.

Libro de Chan K´in, Roberto D. Bruce

Texto y fotografía Dalila Calvario 29 31 Aventura Vertical

E

l sureste chiapaneco ofrece al visitante la oportunidad de seguir los pasos de la cultura maya y apreciar la presencia de sus comunidades que en la actualidad todavía conservan sus ancestrales costumbres y creencias, y que viven en medio de una fastuosa selva. Para ello hay que estar dispuestos a abrir todos nuestros sentidos para conocer, explorar y vivir una gran aventura. Una de las grandes civilizaciones del mundo es la maya; la astronomía, las matemáticas y las artes son algunos de los grandes legados que nos dejaron, y hoy en día aún es un gran misterio el por qué desapareció esta cultura.

Quien decide conocer y seguir los paso de los mayas puede visitar y aprender parte de su cultura en las zonas arqueológicas de Palenque, Yaxchilán o Bonampak, que están en medio de la selva, recordándonos su grandeza.

Continuamos hacia Bonampak, la ciudad de los muros pintados, que es un pequeño centro ceremonial en donde se encontraron murales con imágenes de escenas en las que se observa la preparación, el ataque y la captura de algún reino vecino, imágenes que contravienen la idea de

que los mayas eran una sociedad pacífica y dedicada a la observación de los astros.

Por la carretera fronteriza se llega al centro ecoturístico Lacanjá Chansayab, en los linderos de la reserva de la biosfera de Montes Azules, aquí se encuentra una de las comunidades lacandonas más importantes de Chiapas. Al llegar nos recibió Ricardo Chambor y su familia, estábamos en el campamento Río Lancajá, un verdadero paraíso que cuen-

Tierra de lacandones o hach winik (verdaderos hombres) ta con cabañas y restaurante, que ofrece recorridos por la selva y visitas a una cascada y a una zona arqueológica.

El recorrido lo realizamos en compañía de Mario, nuestro guía, y de un perro que de repente apareció y se unió al grupo. Caminamos por el sendero Sac Nok; la tupida vegetación y el calor nos hacían sudar copiosamente, el camino poco a poco se fue estrechando y nos cobijó con su verdor.

Nuestro guía nos fue mostrando la flora y fauna del lugar, mientras caminábamos podíamos observar bromelias, he-

La zona arqueológica de Palenque, está declarada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Se cree que fue la capital de la región de Lakam-há, una de las principales ciudades del mundo maya del periodo clásico, junto con Tikal, Calakmul y Copán.

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31 33 Aventura AventuraVertical Vertical

lechos, orquídeas, palmeras, caobas, cedros y ceibas de más de 30 m de altura con gigantescas ramas entrelazándose y peleando por alcanzar un rayo de sol; formaban un gran techo que nos daba una buena sombra aunque continuábamos sudando. Más abajo de ese techo la vegetación era menos densa y el suelo era un gran tapete formado de hojarasca. De cuando en cuando encontrábamos letreros con el nombre de alguna planta y sus usos, después de un rato pasamos un puente y debajo de él cruzaba un arroyuelo de aguas cristalinas que invitaban a darse un chapuzón, pero no, y continuamos nuestro camino. Poco a poco el sendero se fue haciendo más ancho y los rayos del sol por fin penetraron y un sonido muy conocido llegó a mis oídos: ¡agua, oía caer agua! Como por

Aventura Vertical Aventura Vertical 32 34

arte de magia, apareció una gran cascada de aguas azul turquesa, Lupita, nuestra otra guía, nos dijo que era la cascada de Moctuni-há formada por el río Cedros. Apresuramos el paso para llegar a ella, pero tampoco aquí paramos, continuamos y subimos por una escalera hecha con trozos de madera. El camino empezó a tornarse un poco más difícil, era ascendente y con una pendiente muy fuerte. ¿Cómo, en la selva un cerro? Nuestro guía nos veía de reojo y a veces esbozaba una sonrisa, después de un rato nos dijo: “No, no es un cerro, es una pirámide cubierta de vegetación”. Por fin llegamos a la parte alta y pudimos ver el edificio. Iniciamos el descenso y unos metros más adelante encontramos la zona arqueológica de Lacanjá, para entonces hasta el perro jadeaba de ca-

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lor; al ver mi reloj, éste marcaba una temperatura de 43 oC, descansamos un poco y regresamos hacia la cascada y, ¡por fin!, nos dimos un gran chapuzón y disfrutamos plenamente del agua.

Escudo Jaguar y Yaxchilán la ciudad de las piedras verdes En el municipio de Ocosingo, y junto al río Usumacinta, se encuentra el centro ecoturístico Escudo Jaguar, ubicado en la localidad de Frontera Corozal, en zona lacandona; cuenta con rústicas pero cómodas cabañas y un restaurante. Después de saludar al administrador, éste nos comentó que el nombre de Escudo Jaguar es en honor a uno de los reyes de Yaxchilán y que el centro ecoturístico fue desarrollado y está administrado por comuneros choles y que ha sido una buena alternativa de trabajo que evita lastimar a la selva.

Las aguas del río Usumacinta nacen en Guatemala, kilómetros arriba, en un lugar conocido como Chixoy.

En México el nombre del río cambia a Usumacinta y además de tocar tierras chiapanecas, también recorre la región conocida como Frontera, en Tabasco, para después juntarse con el San Pedro y el Grijalva y continuar hasta el golfo de México. Durante el recorrido disfrutamos de la hermosa vista que nos ofrecía la vegetación en ambas riberas del río, que de un lado es territorio mexicano y del otro guatemalteco. El lanchero nos mostró un lugar llamado La Ceiba; en el hay un grandísimo árbol de esa especie y está del lado guatemalteco: es la entrada hacia el camino que conduce a la zona arqueológica de Tikal, en el gran Petén guatemalteco. Hasta entonces nos damos cuenta que estamos en el corazón de la selva lacandona y último reducto de este ecosistema aún bien conservado del país. Por fin llegamos a la entrada de Yaxchilán, caminamos un poco y llegamos a la edificación 19 conocida como el Palacio de los Laberintos. Al cruzarlo nos quedamos maravillados, ya que del otro lado encontramos una plaza con vestigios de ruinas mayas escoltadas por una tupida y magnífica vegetación; el

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Los gigantescos árboles de ceiba, en la cosmovisión de los mayas, tenían un lugar muy especial: eran el eje del universo, ya que sus raíces, tronco y copa se equiparaban a los niveles universales que van del inframundo al espacio celeste, donde vuelan las aves divinas.

Luego de una corta plática, nos despedimos y subimos en una lancha de la cooperativa y navegamos en las aguas del Usumacinta, el río de los monos sagrados, con rumbo a la zona arqueológica de Yaxchilán. La embarcación en que viajamos tenía dos largas bancas laterales para sentarnos.

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Chiapas, México Palenque

Chiapas

Ocosingo

Tuxtla

San Cristobal de las Casas

Comitán

Lacanjá

Yaxchilán Frontera Corozal

Lacanja Re Bonampak M serv on a te de sA l zu a b le ios s fe ra Laguna Miramar

Lagunas de Montebello

Guatemala

Océano Pacífico

En el estado de Chiapas existen más de 40 zonas naturales protegidas y forman la reserva natural más importante del sureste del país. En la selva lacandona existen las reservas de la biosfera de Montes Azules, Lakantún y Chankín y dos sitios arqueológicos han sido declarados como patrimonio cultural: el de Bonampak y el de Yaxchilán. Además de ser zonas arqueológicas, forman parte de uno de los ecosistemas más ricos, complejos y frágiles, en donde se han contabilizado más de 400 especies de vegetación, de ellas 150 son árboles como el cedro, la caoba y la ceiba. Este lugar también es la casa de una variada fauna como los monos saraguato, el tapir, el tepezcuintle, el oso hormiguero, las guacamayas, los colibríes y en lo profundo de la selva todavía existe el jaguar, el animal sagrado de los mayas y los olmecas.

El río Usumacinta es el más caudaloso de México y el más largo de América Central, y marca el límite oriental con Guatemala.

Los ríos, lagos y cascadas de Chiapas se encuentran entre las primeras maravillas de México, ejemplo de ellas son las lagunas de Montebello, Miramar, las cascadas de Agua Azul, Velo de Novia, El Chorreadero, Las Golondrinas, Las Nubes, El Aguacero y MisolHá, entre otras.

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La selva tropical húmeda La Lacandona es la mejor conservada del país y cuenta con una de las más ricas variedades de flora y fauna. Aquí los mayas construyeron impresionantes edificios y hoy en día son un deleite para los ojos de los visitantes.

Comó llegar. Para aquellos visitantes que quieran recorrer la ruta maya en la porción de Chiapas, deben transitar por la carretera federal 307, también conocida como la carretera fronteriza por ir paralela al límite territorial entre México y Guatemala. Esta carretera se encuentra pavimentada.

Qué vistar. Las zonas arqueológicas de Palenque, Bonampak, Yaxchilán; los centros ecoturísticos de Lancanjá Chansayab, de Escudo Jaguar y Las Guacamayas son ejemplos de un verdadero turismo armonioso con la naturaleza.

Información turística. Secretaría de Turismo del estado de Chiapas Tel. 01 800 280 35 00 www.turismochiapas.gob.mx

rugido de los monos saraguatos nos dan la bienvenida y pienso que ellos son los guardianes de este lugar. Hay más de 40 edificaciones y una estela en particular que reseña el cambio de poderes del emperador Escudo Jaguar al príncipe Pájaro Jaguar; en ella están grabados los nombres de estos dos personajes. Nos comenta nuestro guía que en 1964 pensaban llevarse la estela al Museo Nacional de Antropología, en la ciudad de México, y fue embarcada río abajo hasta Tenosique, en Tabasco, para después subirla en un gran avión, pero éste nunca pudo despegar, así que tuvieron que regresar al príncipe maya a su casa en Yaxchilán. Nuevamente nos embarcamos de regreso al centro ecoturístico, en

donde por la noche sopló un poco de viento que me arrulló para dormir; casi en la madrugada desperté con el rugido de los saraguatos y otros sonidos que me recordaban que estaba en una verdadera selva. Por la mañana durante el desayuno una de las jovencitas que nos atendió en el restaurante me comentó que este lugar se llamaba originalmente Frontera Echeverría, que su bisabuelo le había platicado que cuando llegaron ahí no había nada más que pura palma corozo y un día decidieron cambiarle el nombre a Frontera Corozal.

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El G r a nd Sl a m

Texto y Fotografía David Liaño

I

sla Papua, Indonesia, julio de 2006. Para poder llegar al lugar en el que me encontraba en ese momento, había tenido que recorrer varios miles de kilómetros, ocho vuelos en avión y

dos en helicóptero. En el momento en que por fin nos instalamos en el campamento base sentí por primera

vez lo aislados que estábamos de lo que llamamos la civilización. En esa ocasión, me encontraba en la isla de Papua en su parte Indonesia, para intentar el ascenso a

la Pirámide de Carstensz, montaña considerada como la más alta de Oceanía con sus 5 029 m de altura. Sin embargo, lograr la cumbre de esta

montaña no era un reto por sí solo. Para mí, era el punto culminante de un esfuerzo de más de dos años que me había llevado a subir la montaña más alta de cada continente, reto conocido como el Grand Slam del alpinismo.

Más de una década antes de llegar a la base de la Pirámide de Carstensz me había iniciado en el alpinismo gracias a mi papá. Fue él quien me invitó a que tomáramos juntos un curso de alta montaña. Yo tenía 13 años y contaba con poca experiencia en escalada en roca. Este primer acercamiento a las grandes montañas de México

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Monte Cho-Oyu, 8 201 metros.

Ascenso a la montaĂąa mĂĄs alta de cada continente

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me abrió los ojos al deporte que tan gratas experiencias me daría años después. En ese curso descubrí que cuanto mayor es el esfuerzo para subir una montaña, también es mayor la satisfacción que se obtiene por conquistar la meta.

Varios años más tarde tuve la suerte de hacer una salida al Citlaltépetl con algunos miembros del Club Alpino Mexicano ( CAM). Fueron ellos, entre quienes se encontraba el presidente del club, José María Aguayo, los que me impulsaron en mi siguiente etapa en el alpinismo para participar en expediciones internacionales del club.

México tiene grandes montañas, pero pienso que está en nuestra naturaleza una vez que hemos logrado un objetivo, buscar otro más alto, más difícil o más técnico. Por esto, después de algunas expediciones a Sudamérica decidí intentar un ascenso a la cumbre del Aconcagua.

Aconcagua, el inicio

Con 6 960 m, esta montaña es la más alta del continente sudamericano y también la más alta fuera de Asia.

El Aconcagua es un digno reto para los cientos de personas que la visitan cada año, pero quienes muchas veces no se encuentran preparados para enfrentar los efectos de la altura en el cuerpo humano ni para las tormentas repentinas que golpean la montaña.

Para escalar el Aconcagua, la temporada preferida es de diciembre a marzo, por lo cual, como queríamos pasar las fiestas navideñas en familia, decidimos hacer de esta expedición un viaje

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familiar en el que mi mamá nos acompañaría hasta el campamento base y pasaríamos la navidad reunidos, luego mi papá, mi hermano Ricardo y yo seguiríamos adelante para intentar el ascenso.

Este viaje fue una experiencia inolvidable y hubiera sido inmejorable, pero ya entrados en la montaña, Ricardo tuvo algunos problemas para aclimatarse. El día que realizábamos un porteo al campamento 2, las molestias en el oído le impidieron continuar.

Como todo alpinista responsable, decidió emprender el regreso al campamento base y así dio por concluido su intento de ascender la montaña. Mi papá, por solidaridad, volvió con él.

Aunque me encontraba sin mi familia, continué el ascenso con los otros tres compañeros con los que iba. Todos compartíamos el mismo objetivo: lograr la cumbre. La ruta que seguíamos era la llamada Falso Polacos; es mucho menos transitada que la ruta

normal y ofrece una escalada tranquila, también los campamentos están relativamente más limpios. Al final, este camino se une a la ruta normal a la altura del refugio Independencia.

Con un clima ideal, realizamos el ascenso a la cumbre y el 4 de enero de 2004 logré pararme en la cima junto con mis compañeros.

No considero que el ascenso al Aconcagua sea fácil, pero me di cuenta que siguiendo un buen entrenamiento y con buena técnica podría intentar montañas más ambiciosas.

Pienso que para mantenernos en un buen nivel en la escalada siempre debemos de tener metas por cumplir y fue por esto que decidí buscar un nuevo reto.

Haciendo planes para mantenerme activo como montañista, es como escuché por primera vez del Grand Slam, que consiste en realizar el ascenso a la montaña más alta de cada continente. Para cumplir con esta meta, el montañista se ve forzado a viajar literalmente por todo el planeta y, por la situación geográfica de cada montaña, se enfrenta a condiciones muy diferentes en cada una de ellas: desde la altura extrema de casi 9 000 m del monte Everest, las gélidas temperaturas del McKinley en Alaska hasta los problemas logísticos para llegar al Vinson en la Antártida.

Este era un reto ambicioso y decidí agregarle un desafío más: conseguirlo en un tiempo determinado para convertirme en el latinoamericano que lo lograra en el menor tiempo, así como el más joven en completarlo.

En el Aconcagua.

avioneta que tiene tanto llantas como esquís, despegamos del pequeño pueblo de Talkeetna y aterrizamos directamente sobre el glaciar en la base del McKinley. Para ahorrar combustible, los pilotos atraviesan por collados peligrosamente cerca de las inmensas rocas. Esta montaña, con 6 195 m, es el punto más alto de Norteamérica y se caracteriza por sus extremadamente bajas temperaturas, pues en verano se han registrado temperaturas inferiores a las que se han encontrado en el Everest en invierno. La primera semana de la expedición marchó de acuerdo con el itinerario que teníamos planeado y el clima cooperó con nosotros de manera inmejorable. Mis cinco compañeros estadounidenses y yo pudimos avanzar sin contratiempos hasta el penúltimo campamento, ubicado a 4 250 m, sin embargo, fue ahí donde cambió por completo nuestra suerte. El McKinley, por encontrarse en relativa cercanía al mar, es víctima de violentas tormentas generalmente inesperadas y cambios repentinos en el clima. En esa ocasión no fue diferente y estuvimos confinados en nuestras tiendas de campaña durante cinco días, teniendo que salir cada dos o tres horas para desenterrar nuestros pequeños refugios, que continuamente eran cubiertos por la nieve. Finalmente paró la nevada y, cuando por fin teníamos oportunidad de continuar, cuatro compañeros decidieron darse la vuelta y desistir en el ascenso.

Para ellos, la experiencia de soportar varios días dentro de las tiendas de campaña era demasiado y no se creían capaces de tolerar otra tormenta. En las montañas es muy importante ser paciente y normalmente la recompensa es el triunfo. Junto con el compañero que me quedaba, Steve Berry, em-

Monte McKinley, la montaña más fría del mundo Decidí programar los ascensos de tal manera que cada montaña tuviera un grado de dificultad mayor, hasta llegar al monte Everest. De esta manera, podría ir mejorando mi técnica y enfrentar cada reto con mayor experiencia y seguridad. Además, se sumó un ingrediente al desafío, ya que en ese momento me encontraba terminando de estudiar dos licenciaturas y tenía un empleo de tiempo completo. Así, programé el ascenso al Monte McKinley para el verano de 2004. En la primavera de ese año viajé con mi papá a Estados Unidos para una escalada que me ayudaría a reforzar mi técnica y a realizar algunas actividades que no había tenido oportunidad de practicar en otras montañas. Como ejemplos de esto puedo mencionar la forma de amarrar los trineos y arrastrarlos durante horas y el uso de raquetas de nieve, como se hace en las partes bajas del glaciar Kahiltna en el McKinley.

Ese verano, ya en Alaska, la aventura comenzó de inmediato por la forma en la que llegamos al campamento base de la montaña. Utilizando una

41 43 Aventura Aventura Vertical Vertical

Monte McKinley.

Monte Cho-Oyu, 8 201 metros.

prendimos la marcha de nuevo. Antes de poder alcanzar el campo alto desde donde se ataca la cumbre, el viento aumentó y multiplicó el frío que de por sí sentíamos. De continuar, nos hubiéramos expuesto al congelamiento en los dedos. Decidimos detenernos para pasar la noche dentro una cueva de nieve. Al día siguiente alcanzamos el último campamento, en donde tratamos de soportar el frío y reponer fuerzas para intentar el ascenso final.

Nos esperamos para emprender la marcha hasta las 9:00, ya que a esa hora empezaba a calentar el sol y hacía más tolerable el frío. Durante nueve horas caminamos, pasando por puntos como el collado del Denali Pass, la estación meteorológica japonesa, el llamado campo de fútbol y, por último, llegamos a la arista de la cumbre.

Alcanzamos la cima cerca de las 18:00 y aunque pudiera parecer muy tarde, ese día era 21 de junio, día del solsticio de verano, por lo que teníamos 23 horas de sol y el viento había aminorado considerablemente. Emprendimos el regreso y, tras dormir poco tiempo en nuestra tienda de campaña, proseguimos a descender durante las siguientes 24 horas hasta el campamento base. Esto se debió a que se pronosticaba una nueva tormenta y las avionetas no podrían aterrizar para sacarnos del campamento. Por suerte, conseguimos salir en uno de los últimos vuelos que permitieron.

En el otoño de 2004, participé en una

En el Cho-Oyu.

Aventura Vertical 42 Aventura Vertical 44

Cho-Oyu, 8 201 m expedición para subir una montaña que, a pesar de que no formaba parte del Grand Slam, me permitiría practicar algunas habilidades que posteriormente aplicaría en el Everest. Este fue el caso del Cho-Oyu en los Himalaya, que es la sexta montaña más alta del mundo con 8 201 metros. Gracias a esta experiencia pude aprender a soportar una expedición mucho más larga de lo que estaba acostumbrado, cerca de un mes y medio; utilizar el sistema de oxígeno que posteriormente emplearía en el Everest; y poner a prueba mi cuerpo para ver como reaccionaría y se aclimataría en uno de los llamados ochomiles.

Considero que uno de los grandes atractivos del Grand Slam es la posibilidad de vivir experiencias muy diversas y convivir con culturas con las que

de otra manera nunca hubiera tenido oportunidad de entrar en contacto.

Kilimanjaro por los caminos de África Tal es el caso del Kilimanjaro, la montaña más alta de África, que ascendí en febrero de 2005. Este gran volcán se encuentra en Tanzania, y es uno de los tres lugares cercanos a la franja del Ecuador que cuentan con enormes glaciares. Mucho se ha escrito sobre esta montaña por autores como Ernest Hemingway y antes de la expedición traté de leer todo lo posible acerca de ella.

La ruta Machame que seguí en el Kilimanjaro tiene la característica de iniciar envuelta en una selva tropical y de manera muy notable, conforme vamos ganando altura, va cambiando la vegetación con plantas cada vez más pequeñas hasta que finalmente terminamos en un desierto alpino, rodeado de rocas volcánicas. Durante el ascenso tuvimos oportunidad de convivir con algunos porteadores que, a pesar de vivir en un estado de pobreza, nos recordaron con su alegría y buen hu-

En el Kilimanjaro.

mor que el dinero no lo es todo, y que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.

El día que llegamos a la cumbre fue un día frío y nublado. Caminamos desde el campamento Barafu durante horas en la oscuridad, en medio de una fuerte nevada, animados por nuestros compañeros africanos que gritaban “¡Aleluya Kilimanjaro!”. Finalmente llegamos al borde del inmenso cráter y caminamos una hora más para alcanzar el pico Uhuru a 5 895 m, el punto más alto de África. Con gran emoción me dirigí hacia el rústico letrero que anuncia a los alpinistas su llegada a la cumbre. A pesar de haber conseguido mi objetivo de escalar el Kilimanjaro, una de las partes más interesantes de ese viaje apenas comenzaba.

Bajando de la montaña tuve la oportunidad de participar en un safari (en suahili, quiere decir viaje) a los principales parques nacionales de Tanzania como el Serengeti, el Lago Manyara, el Tarangire y el cráter Ngorongoro y así admirar la diversidad de la fauna de ese exótico continente.

De regreso a México me concentré completamente en afinar mi entrenamiento, ya que la próxima montaña sería el Everest. Fue una preparación desgastante, pues durante la semana cada día realizaba el equivalente a un triatlón olímpico y los fines de semana complementaba éstos con ascensos al Citlaltépetl y al Iztaccíhuatl. Eran tres las montañas del Grand Slam que había conquistado. Había subido todas en el primer intento y me encontraba cumpliendo con el programa que me había propuesto para terminar en tiempo récord, pero aún faltaban cuatro cimas. Tenía un largo camino todavía por recorrer.

45 43 Aventura Aventura Vertical Vertical

Camine el desierto, los bosques y las montañas, disfrute el descenso de sus cañónes y navegue sus lagunas y ríos: Coahuila es un destino para la aventura y el ecoturismo.

Texto Instituto Estatal de Turismo de Coahuila Fotografía Carlos González

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Cañonismo La boca del oso Ubicado a 3 km al poniente del poblado Mesa de las Tablas. Hermoso cañón seco que cuenta con ocho rappeles que van desde los 7 a los 30 metros. Existen secciones donde se tiene que desescalar un poco, descender a rappel, realizar brincos y tirolesa.

Los Balcones Ubicado a 30 minutos al sur de la ciudad de Saltillo, dentro del área del cañón de San Lorenzo. Éste es un cañón seco la mayor parte del año, cuenta con cinco rappeles que van de los 7 a los 25 metros.

Cañón El Chiflón.

Sierra de Arteaga Durante el invierno se pueden admirar impresionantes paisajes nevados.

Además, se pueden realizar recorridos en bicicleta de montaña y caminatas en los cañones: Los Lirios, Jamé, Los Amargos, La Carbonera y La Roja, entre otros.

Escalada en roca Cañón de San Lorenzo Muy cercana de la ciudad de Saltillo se encuentra esta importante área natural protegida, predilecta para escalar por su excelente calidad de roca, en donde el clima es fresco la mayor parte del año, con fácil acceso y con variedad de rutas para escalada deportiva. En la actualidad se cuenta aproximadamente con 80 rutas totalmente equipadas. Existen varias facilidades dentro del cañón para lograr una agradable estancia: veredas ha-

bilitadas para caminar, baños, regaderas, asadores y palapa.

Actividades alternas: cañonismo, campismo y bicicleta de montaña.

Campismo Ejidos Chapultepec y Cuauhtémoc. Ubicados a 45 minutos, al sureste de la ciudad de Saltillo. fácil para cualquier vehículo.

Facilidades: se consiguen víveres en el poblado. Se prohíbe encender fogatas y cazar.

Actividades alternas: bicicleta de montaña, senderismo, observación de aves y de astros.

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Región Sur Cañón El Chiflón Está ubicado a 33 km al poniente de la ciudad de Saltillo, por la carretera libre a Torreón núm. 40. Al caminar, a unos cuantos metros hacia la parte alta del cañón, se ubican tres cascadas con agua fresca y cristalina que hacen de este lugar un sitio único en el desierto.

Actividades alternas: visita a las zonas paleontológicas Rincón Colorado y Gavilleros.

Cañon de La Lima Ubicado al sur de la ciudad de Parras en el Cerro del Sombreretillo, es característico por las formaciones de sus paredes, que en algunos puntos del cañón se estrechan mucho y parecería que puedes quedar atrapado. Se distingue por la peculariedad de las formaciones de sus paredes y tinajas: acumulaciones de agua de lluvia desde 70 cm hasta 2 m de profundidad.

Actividades alternas: bicicleta de montaña, visita a la cueva de los murciélagos y recorrido al Túnel del Fuke.

Túnel del Fuke Es un conducto subterráneo con más de 200 años de antigüedad. Su recorrido, aproximadamente es de una hora, comienza muy próximo al estanque de Zapata. Hay que ir preparado

Aventura Vertical 46 48 Cañon de La Lima.

para mojarse, ya que durante todo el trayecto el túnel lleva agua.

Rincón Colorado Actividad de ecoturismo y paleontología. El Valle de los Dinosaurios se encuentra ubicado en el ejido Rincón Colorado en el municipio de General Cepeda, a 40 km al noreste de Saltillo, por la carretera libre a Torreón núm. 40. Esta región cuenta con gran riqueza de restos fósiles, en su mayoría de la era cretácea (70 millones de años atrás). En este lugar fue descubierto el esqueleto de Isauria, primer dinosaurio colectado y reconstruido en México, que pertenece a la familia de hadrosaurios picos de pato. Cuenta con museo de sitio y un área considerada como reserva paleontológica.

Además del hadrosaurio, se descubrieron en esta región fósiles del tiranosaurio Rex. Valle de Narigua Actividades de ecoturismo y arqueología. Al noreste del Valle de Narigua, en el Municipio de General Cepeda, se encuentra Gavilleros, un sitio con arte rupestre. Se compone de casi 150 rocas con petrograbados de distintos tipos, predominando los abstractos.

En Narigua encontramos petroglifos: piedras antiguas con inscripciones grabadas por las tribus nómadas

que vivían de la pesca, la caza y la recolección. Es posible visitar toda la zona y sus alrededores en bicicleta de montaña, utilizando las terracerías existentes.

Región Laguna Dunas de Bilbao y Dunas de Acatita Las Dunas de Bilbao se ubican en el municipio de Viesca a 75 km al oriente de Torreón, y las Dunas de Acatita a 105 km al norte de Torreón en el municipio de Francisco I. Madero.

El clima en estas regiones es extremoso. Las Dunas de Bilbao son consideradas un santuario, en ellas viven especies y subespecies en hábitats de distribución restringida; se puede practicar en estas áreas voleibol playero, caminata, deslizamiento en tabla (sand board), fotografía o simplemente presenciar el maravilloso atardecer y amanecer.

Valle de Cuatro Ciénegas Un oasis en el desierto con más de 200 pozas donde habitan especies endémicas de flora y fauna. Hábitat natural de la tortuga bisagra y los peces ciegos que se conservan en estos manantiales rodeados de blanca arena, aquí se pueden practicar actividades de ecoturismo y de aventura.

Esta es una zona de recreación familiar, no se permite arrojar alimento

Petroglifos, Narigua.

Dunas de Bilbao.

Valle de Narigua.

El rĂ­o Mezquites, Cuatro CiĂŠnegas.

La boca del oso.

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Ven y vive la aventura

Expediciones Winiquetik

Somos una empresa chiapaneca que te ofrece expediciones de aventura y educativas en la naturaleza en los estados de Tabasco, Chiapas, Nuevo León y Baja California Sur.

Ven y vive la aventura Agua Selva Pantanos de Centla, Río Teapa, Selva Lacandona, Las Nubes, Laguna Miramar, Lagos de Montebello, Matacanes e Hidrofobia, Laguna de San Ignacio, Sierra de San Pedro Mártir, Volcán Tres Vírgenes.

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Villahermosa, Tabasco C.P. Tel. 01 (993) 318 12 34 palboresleon@gmail.com winiquetik_j@hotmail.com Aventura Vertical 48 50 www.expedicioneswiniquetik.org

a las especies que se encuentran en el agua, ni tirar basura, pescar o encender fogatas; además está prohibido el uso de embarcaciones con motor dentro del agua y se deben modular los aparatos de sonido, entre otras medidas de protección ambiental.

La Poza Azul y el Centro de visitantes se localizan a 9 km al sur de Cuatro Ciénegas. Aquí se brinda información relacionada con el área natural protegida permanente durante los siete días de la semana. Este lugar cuenta con un local con exposición fotográfica del Valle de Cuatro Ciénegas, palapas, servicio sanitario, mesas, bancas, dos miradores hacia los cuerpos de agua, un tortuguero, cancha de voleibol, dos senderos y estacionamiento.

El río Mezquites se encuentra dentro de la misma zona. En él se pueden realizar actividades de ecoturismo y kayac y es un balneario natural. Es un río de aguas cristalinas que cuenta con temperaturas variables que van desde los 14 hasta los 25 oC. Hay palapas, mesas, bancas, asadores, sanitarios rústicos, vestidores y estacionamiento. Restricciones: sólo se permite el uso de kayacs, lanchas de pedales o remos; no se permite acampar en esta área.

La Poza de la Becerra es un balneario natural de singular belleza, famoso por sus aguas cristalinas de temperatura cálida. De fácil acceso, ubicado a 16 km de la cabecera municipal, sobre la carretera núm. 30 Cuatro Ciénegas-Torreón. Tiene palapas, asadores, mesas, bancas, sanitarios, vestidores, vigilancia, canchas deportivas, regaderas, servicio de acampados, planta de luz y estacionamiento.

Con las mismas características se puede visitar la Poza Churince, que es un manantial de aguas cristalinas.

Otra poza llamada Las Playitas se encuentra a 13 km de la cabecera municipal, sobre un camino de terracería; es uno de los cuerpos de agua más grande del Valle de Cuatro Ciénegas.

En este sitio el único servicio a disposición del visitante son sanitarios rústicos.

Ruta del desierto Por el camino hacia el oeste, en Se-

lemania, se pueden admirar los centenarios molinos de trigo, así como la majestuosa entrada del Cañón del Puerto del Carmen, donde se ubica el centro recreativo y balneario El Cariño de la Montaña, ideal para convivir en familia, acampar, realizar recorridos a caballo, escalar, explorar cuevas, etcétera.

Un recorrido adicional es la Ruta de las aguas termales, que comprende varios sitios donde se pueden disfrutar de éstas, que van de temperaturas templadas hasta 38 °C. La ruta inicia a 30 km al norte de Monclova, en un lugar denominado Estación Hermanas, en el municipio de Escobedo; el recorrido continúa con la visita a Santa Gertrudis, ejido Las Higueras, y se termina en el valle de Cuatro Ciénegas.

Al norte del estado en los márgenes del Río Bravo, en la frontera con el estado de Texas, se encuentra Boquillas del Carmen. Este atractivo poblado está rodeado por un magnífico escenario cuya belleza se compara con el Parque Nacional Big Bend en Estados Unidos. Este lugar es propicio para la práctica de kayac y el descenso en balsa.

Desde Múzquiz, con dirección al noreste del estado, se arriba a Maderas del Carmen, un área natural protegida cuya extensión supera las 208 381 ha, comprendidas entre los municipios de Múzquiz, Ocampo y Ciudad Acuña, muy propicia para las actividades de ecoturismo. Su topografía, conformada de imponentes cañones y cordilleras, alberga una rica diversidad biológica que la convierte en un sitio de extraordinaria belleza. Su fauna destaca por la presencia de venado, oso negro y gran variedad de aves.

Pero recuerda, que la mejor opción para conocer y practicar actividades de aventura es contactar a los operadores y guías de turismo especializado en la naturaleza, que harán de tu viaje una experiencia divertida, segura y memorable.

Capacitación para guías especializados

Excursionismo y Rescate Vertical

El manejo de cuerdas, nudos, mosquetones, sistemas de aseguramiento y anclajes permiten realizar actividades verticales, como el rappel, con seguridad.

Texto y fotografía Carlos González

A

lo largo de este año hemos tenido la satisfacción de convivir e intercambiar experiencias al impartir los cursos de excursionismo y rescate vertical para guías especializados. La diversidad de edades, ocupaciones, profesiones, leguaje y origen geográfico de las personas no han sido barrera para poder escuchar una de las principales inquietudes: la necesidad de capacitarse para conocer el entorno y tener un mejor desempeño del trabajo como guías de turistas.

Durante los cursos, he visto con agrado la disponibilidad para aprender y compartir experiencias que han tenido los participantes con los que he trabajado.

En agosto, en San Luis de la Paz, Guanajuato, se impartió el curso de Excursionismo a un grupo de 10 personas. Durante cinco días Rafael Arellano Páramo, Luís Hernández Nevado, José Alberto Hernández, Alejandro Ojeda Lino, Ricardo Ruiz Manterota, Daniel Omar Sánchez García, José Juan Márquez Mújica, Hugo Iván Vázquez Cruz, José Iván Pérez, José Luís López y Gerardo Zavala Arredondo. aprendieron los conocimientos básicos para auxiliar a grupos de excursiones en caminata, campamento y rappel. Algunos de ellos ya trabajan como guías en sus localidades, por lo que este curso les proporcionó nuevas herramientas y reafirmó algunas otras.

El excursionismo, como actividad turística, requiere que conozcamos técnicas de caminata, campamento y algunas más especializadas como el rappel.

Aquí se puede observar una forma de bajar a una persona que requiere la ayuda del guía. Las maniobras exigen una técnica depurada, segura y eficiente.

Rescate Vertica l En la sierra norte de Puebla, después de integrar dos equipos de trabajo que tomaron el curso de excursionismo por separado, se logró reunir a un grupo representativo al que se le impartió el curso de Rescate Vertical, cuyo objetivo es proporcionar herramientas sencillas pero eficaces para resolver posibles contingencias, que requieran técnicas especiales de rescate y autorrescate.

Por medio de esta capacitación se hará más segura, eficiente y divertida cada una de las excursiones que guíen en el futuro.

Curso de Rescate Vertical. Carlos González (instructor), José Luis López López, Misael Morales Baltasar, Alejandro Abdias Baltazar Nieto, Fernando Rivera Cortés, Eleazar Pérez (instructor), Rafael Rojas Luis, Israel Olvera Ramírez, Alfredo Aparicio Gutiérrez, Claudia Marina Olvera Ramírez y Orlando Tirado González.

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Desierto sonorense

Texto y fotografĂ­a Carlos GonzĂĄlez

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Vamos rumbo a Sinoquipe: el día se empieza a oscurecer, la noche se acerca y el sol nos regala fantásticos colores. El desierto mexicano es vasto a lo largo del país y estas desoladas tierras son castigadas día con día por los rayos del sol, condiciones que no han sido impedimento para llevar una vida normal.

Las personas se acostumbran; y la vida silvestre perdura, sobrevive como lo ha hecho a lo largo de millones de años.

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S

onora es uno de los estados más grandes del país.

Al oeste, a orillas del Mar de Cortés, sus playas son bañadas por el prodigio de este acuario marino natural, y abren paso a grandes y fértiles valles. Una presencia igual de importante es la de los principales grupos indígenas como los yaquis, mayos, seris, pápagos, pimas y guarijíos, que luchan permanentemente por mantener su lugar en este escenario digno de visitar.

Es bien sabido que ante las adversidades climáticas siempre buscamos un oasis, un alivio al cansancio, a la sed y a nuestra rutina diaria, y en el desierto sonorense los grandes contrastes de la vida se hacen presentes: la aridez por un lado, y por el otro el gozo del líquido vital, que permite disfrutar de maravillosos paisajes que invitan a participar en actividades de aventura y conocer un poco más de la vida rural de México.

Un ejemplo de la presencia del agua lo encontramos en el cañón del Karachi. Si vamos por la carretera 15 de Hermosillo a Nogales, al llegar al poblado de Magdalena se toma la desviación a Cucurpe y allí nos podemos adentrar en el cañón, por el que en la temporada de lluvias corre el río del mismo nombre, resucitando la poca vegetación del lugar y dando vitalidad a las especies animales del lugar. Se puede caminar un poco por este cañón y si el calor arrecia se pueden remojar los pies en los remansos del río; si se quiere un poco de emoción, se puede subir a alguna de las laderas del cañón y descender de sus paredes a rappel, lo cual resulta muy estimulante pues el paisaje es maravilloso.

A lo largo del día, el desierto permite contemplar su fauna. Con un poco de paciencia, con calma y en silencio, con unos binoculares se pueden observar algunas aves y reptiles. Ahora estamos en el Cañón de Karachi y tenemos que aprovecharlo. Rigoberto Fuentes se anima y baja de una de las paredes un rappel de 50 m de altura, al descender la emoción se refleja en su rostro, pues le resulta excitante sentir la altura y llegar a tierra firme victorioso, después de haber controlado el temor.

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Algunos compaĂąeros tambiĂŠn se animan y los vemos deslizarse poco a poco por la delgada cuerda.

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En el rancho Las Golondrinas, la familia Terán Pompa reciben con cordialidad a sus huéspedes a quienes convidan la vida del campo, para que conozcan y aprendan con ellos las actividades de un rancho ganadero sonorense.

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Turismo rural Nos despedimos de nuestros nuevos amigos y nos dirigimos al rancho Las Golondrinas, donde la familia Terán Pompa, dueños del lugar nos ha invitado a conocer y aprender con ellos de la vida de un rancho ganadero.

Aunque ya no viven propiamente de la ganadería, ahora se dedican a enseñar a sus huéspedes la vida y la rutina del campo: levantarse a las cinco de la mañana, ordeñar algunas vacas, preparar queso fresco y moler el nixtamal para preparar tortillas para el almuerzo.

Pero los animales del rancho necesitan limpieza y de ello también se encargan los invitados, quienes en su mayoría son jóvenes citadinos, dispuestos a vivir, al menos por unos días, en una forma diferente. Esto es lo que ofrece Amelia y su familia, el llamado turismo rural. Los alumnos aprenden y se divierten a montar a caballo y pueden realizar recorridos en bicicleta por los alrededores.

Sonora, México d lfo Go

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En la parte central y en el norte de México se acostumbra a comer más las tortillas de harina de trigo, “de harina”, como prefieren llamarles, a diferencia de las de maíz, que se consumen preferentemente al sur del país.

Para mayores informes: Secretaría de Turismo de Sonora www.visitasonora.com, tel. 01 800 716 2555 Oficina de Convenciones y Visitantes www.gobsancarlos.com Marinaterra: tel. (622) 226 0213 01 ventas@marinaterra.com

El visitante que desea probar un buen pedazo de queso fresco, a 40 km de Ures, en el pequeño poblado de Rancho Viejo, puede comprar algunos kilos, que sin duda saboreará por un buen rato en la mesa familiar.

Fidel Valenzuela de los Reyes nos acompaña y nos comenta que se re-

quieren cuatro litros de lecha fresca para preparar un kilo de queso. Llegamos a una pequeña tiendita y sobre una mesa unas bolas se encuentran apiladas, envueltas con tela de manta, decido llevarme una a casa.

El tiempo no alcanza y quedan muchos sitios por visitar, regresamos a Ures para conocer un antiguo molino de harina de trigo. En el lugar ahora se fabrican tortillas de harina. Rosa Armenta, sentada cerca del comal, se divierte lanzando la masa cruda para cocerse. No resisto la tentación de comprar unos paquetes para disfrutar de estas deliciosas tortillas de harina de regreso a casa.

55 57 Aventura Vertical

Prismas basĂĄlticos:

maravilla natural pĂŠtrea Aventura Vertical 56 58

...Cientos de gigantescas estructuras pétreas, de forma pentagonal y hexagonal, con promedios de 40 m de altura y grosores de casi un metro por lado, están alineadas en una cañada donde cubren hasta 250 m de ancho y casi 2 km de longitud: son los Prismas basálticos, en Huasca, Hidalgo.

Texto y fotografía Salatiel Barragán

L

a niebla y el frío frecuentes en los días de otoño e invierno, desaparecen en primavera y verano, cuando el sol calienta e ilumina con todo su esplendor una interesante formación geológica: los esbeltos Prismas basálticos. Son gigantescas columnas de forma geométrica que adornan las paredes de una barranca, cerca de Huasca, en el corazón turístico del denominado Corredor de la Montaña en el estado de Hidalgo. Estos alargados prismas de basalto son

piedras de origen volcánico de color negruzco con matices cafés, verdes y rojos. Los geólogos argumentan que este espectacular paraje es similar a la Calzada de los Gigantes en Irlanda y al Devil´s Post Piler de California, una de las más espectaculares formaciones basálticas del mundo.

Las incontables columnas volcánicas tienen una altura que fluctúa entre los 25 y 40 metros. Son rocas monolíticas que tapizan las paredes de un angosto acantilado, que en su porción inicial está adornado por va-

rias cascadas, mientras atrás de los prismas visibles, una compleja barrera alineada permanece cubierta por tierra, cuando cae la formación vertical frontal, atrás quedan otras estructuras similares. Estas espectaculares columnas pétreas se encuentran muy cerca de la ciudad de México, en un área donde también es posible disfrutar de los bosques de coníferas y las maravillas cercanas a la capital del estado de Hidalgo.

La grieta comienza junto a la presa San Antonio, cuyo caudal crea hasta

59 Aventura Vertical 57

Alexander Von Humboldt, un viajero y explorador famoso, visitó la zona en 1803 y al admirar los prismas y el acantilado, trató de recrear el escenario mediante un dibujo de estas estructuras, que años después publicó en su Atlas Geográfico y Físico del Reino de la Nueva España.

cuatro cascadas que forman un angosto arroyuelo que escurre hacia la Sierra Madre Oriental. Esta formación geológica se puede admirar desde el borde del pequeño cañón; aunque, también es posible realizar un recorrido por el fondo de la estrecha grieta, donde una difusa vereda bordea el curso del agua y permite admirar desde abajo la pared basáltica rodeada por densa vegetación. Caminar junto a estos antiguos gigantes es una experiencia que hace retroceder millones de años en el pasado geológico de la tierra. Al final del acantilado se encuentra una antigua hacienda: Santa María Regla, la principal hacienda minera de Pedro Romero de Terreros.

Actualmente, una cooperativa ejidal local custodia y administra estos prismas, por lo cual cobra una cantidad simbólica a quienes desean recorrer este espacio. Sólo se requiere de un día para conocer esta maravilla natural; al llegar, no olvide probar un “cantarito basáltico”: refrescante mezcla de jugos de frutas con ron, servida en coloridos jarros de barro con un adornado popote. Es un invento de los habitantes locales, cuyo objetivo es que “los turistas vean las piedras más bonitas”. Si bebe varios jarritos, seguramente hasta olvidará las versiones que platican algunas personas, quienes atribuyen la existencia de los prismas a un tallado realizado por extraterrestres o que entre el acantilado todavía vaga el espíritu de Pedro Romero de Terreros.

El poblado de Huasca de Ocampo, recién incluido en el programa turístico nacional denominado Pueblos Mágicos, fue considerado el centro de una importante región minera durante la época virreinal; se encuentra a escasos 30 km de Pachuca, en la denominada región del Valle de Huasca, poseedora de una antigua historia que data de 1552, cuando en Pachuca y sus alrededores se descubrieron las primeras vetas de plata. Es un atractivo pueblo de casas blancas, con portales de madera, techos de teja roja y viejas calles empedradas, que es muy conocido por sus artesanías, principalmente de barro, y donde destaca la iglesia agustina de San Juan Bautista, del siglo XVII.

Aventura Aventura Vertical Vertical 60 58

Esta región destacó hace más de tres siglos por su producción de plata, que dio el título de conde y riquezas a Pedro Romero de Terreros, quien durante el mayor auge en el siglo XVIII , construyó cuatro haciendas de beneficio para obtener el mineral. La hacienda San Miguel Regla, que formaba parte del condado de Regla, fue llamada así en honor a la virgen española de ese nombre. Ubicada a menos de 4 km de Huasca, está considerada la hermana menor de las haciendas. Tiene elementos comunes con las otras: capilla, parque, estancias, acueducto, hornos y caballerizas. En la actualidad ha sido remodelada y cuenta con antiguos puentes, acueductos y un amplio estanque.

Cerca de los prismas, por un camino de terracería, se encuentra una enorme roca de basalto, Peña del Aire, que a primera vista parece estar suspendida en el aire por ubicarse junto a una barranca, lo que le da el nombre de Valle de la Peña en el Aire. En los alrededores existen senderos para realizar caminatas, recorri-

Información turística:

Huasca está ubicado a 29 km de Pachuca, en la carretera federal 105 se encuentra la desviación a Huasca. Está 11 km después de Mineral del Monte y forma parte del Corredor Turístico de la Montaña. El clima es templado y se debe llevar ropa casual aunque en las noches baja la temperatura.

Cómo llegar. Desde la ciudad de México, el recorrido vía Pachuca o Tulancingo es de dos horas.

Información turística. Secretaría de Turismo del Estado de Hidalgo: Tel. 01 800 718 26 00 www.hidalgo.gob.mx

dos a caballo o bicicleta. Y en Huasca, es posible conseguir estupendas artesanías como suéteres, guantes, gabanes y otras prendas de lana, así como muebles de madera y piezas de barro. En los cascos de las haciendas, los edificios originales lucen restos de cantera blanca, un bello ejemplo es la hacienda de Santa María Regla donde se procesaba el mineral extraído de las minas aledañas y que semeja una robusta fortaleza emplazada en el fondo de la barranca de los prismas basálticos. Otra hacienda cercana del mismo propietario era San Antonio Regla, una construcción auxiliar en el beneficio del mineral que a finales del siglo XIX , y como consecuencia de la construcción de la presa, quedó completamente inundada; otra hacienda es San Juan Hueyapan, la más antigua, pues fue construida en 1535.

Para el visitante de todas las épocas, estas haciendas y pueblos son vestigios de un rico pasado y los prismas basálticos son el producto de enormes cataclismos de tiempos remotos. Hoy se considera un lugar ideal para pasar un estupendo día de campo familiar, un fin de semana inolvidable o realizar caminatas entre densos bosques de encinos y pinos, todo complementado con una visita a los prismas pétreos, donde puede disfrutar de más de un cantarito basáltico, y quizá comprender porqué toda esta zona incluida dentro del municipio de Huasca era llamada por sus habitantes primigenios como Huascazaloya o “lugar de diversión”. Igual como sucede en los tiempos actuales.

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En los Andes peruanos Texto y Fotografía Ricardo Alcaraz

D

espués de una ardua preparación fisica, técnica y de todo lo que implicaba nuestra expedición a los Andes peruanos, por fin salimos el día 15 de julio; tras varias horas de vuelo aterrizamos en el aereopuerto de Lima.

La siguiente parte del viaje la realizamos por tierra en autobús, un viaje de ocho horas por el desierto con hermosos paisajes que al final incluyeron a la imponente Cordillera Blanca.

Llegamos a la ciudad de Huaraz, en donde la dueña del hostal Colonia nos esperaba para hospedarnos y por la noche nos organizó una cena de bienvenida, que incluyó la tradicional bebida local, el pisco; por supuesto, no podía faltar el folcklor andino con música en vivo. Nuestros anfitriones nos comentaron que nunca habían tenído huespedes mexicanos y nos dijeron que les parecíamos amables, platicadores, bailadores y escandalo-

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sos, pues nos la pasabamos riendo y cantando sus canciones.

Después de un día en Huaraz, rentamos una camioneta en la que llegamos a la base del refugio para ascender el Vallunaraju, montaña de 5 625 msnm.

Durante el ascenso, observamos una laguna congelada, unas paredes de hielo y un enorme glaciar que cruzamos para llegar a la cumbre. Esta montaña nos sirvió de entrenamiento, ya que el reto que seguía era el Nevado Chopicalqui, de 6 354 m de altura. Es una montaña que exige buena condicion fisica y técnica. El acercamiento al campo base avanzado (4 900 msnm) es por una arista impresionante y por ello nos concentramos más en nuestros movimientos; no nos podíamos permitir errores en este paso, un resbalón en esa arista y no la contaríamos. El camino a esta montaña fue impresionante: estaba rodeada de grandes elevaciones y hermosos valles.

La noche fue todavía más especial al

observar el cielo; era un lugar sin fin, en donde las estrellas no terminaban y podíamos observar las constelaciones, además escuchábamos decenas de aludes de roca y nieve, un sonido que nos hacía correr adrenalina por nuestros cuerpos.

En la mañana instalamos el campamento 1, desde ahí intentaríamos la cumbre. Había nieve polvo y sabíamos que eso haría más difícil y peligroso el ascenso.

Al bajar de la montaña, fuimos al parque nacional del Huazcarán, de-

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La región Chavín es posiblemente el departamento del Perú con mayor variedad de atractivos naturales y culturales. Su capital es la ciudad de Huaraz, en el callejón de Huaylas en el valle del río Santa. Su acceso terrestre es desde Chimbote, Casma y Lima. El clima de la región, aunque es frío en la parte alta de las montañas, tiene una temperatura media de 16 oC y buen clima entre los meses de mayo a septiembre y lluvias durante octubre y abril. Entre los atractivos de Chavín se encuentra la Cordillera Blanca, que es la cadena montañosa tropical más alta de la tierra. Aquí se localiza el Huascarán Sur, la montaña más alta de Perú, 6 768 msnm, y el Nevado Alpamayo considerado como la montaña más bella del mundo.

clarado como patrimonio de la humanidad y reserva de la biosfera por la UNESCO. Ahí hay un lago de aguas color turquesa, donde se pueden rentar botes para navegar y disfrutar de la tranquilidad del lugar habitado por patos y truchas; en el bosque incluso se tiene la suerte de ver venados y gavilanes. Los habitantes de este lugar también nos dijeron que nunca antes habían platicado con mexicanos y que sólo nos identifican por las películas de Pedro Infante, Jorge Negrete y Cantinflas. Nos preguntaron

que si teníamos tequila y porqué no traíamos puestos los sombreros de charro. La gente es muy amable y le gusta platicar y preguntar sobre nuestro país, pues les llama la atención nuestras costumbres. Nos retiramos del parque Huazcarán y nos dirijimos hacia la montaña Pastoruri, en donde a las 22:00 estábamos instalando nuestro campamento a 5 100 msnm, a un lado de una pared de hielo y cerca una laguna congelada que en la oscuridad casi no se veían. En la mañana y con la luz del día pudimos observar lo hermoso del lugar. A las 6:00 practicamos un poco en la pared de hielo, la cual era adecuada para escalar en vertical y meter tornillos para asegurarnos. Iniciamos el ascenso por el glaciar y después de más de una hora de caminata llegamos a la cumbre a 5 450 msnm. Después de la obligada sesión de fotos, comenzamos el descenso, desmontamos el campamento y emprendimos nuetro regreso a Huaraz.

Antes de regresar a México, conocimos la zona arqueológica de Chavín de Huantar, que data de 1 300 años a.C. , es considerada como el asentamiento de la primer gran civilización peruana y en donde hoy en día los arqueólogos siguen trabajando y encontrando vestigios de su cultura.

Renta de equipo

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(aun lado de la Basílica)

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