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¿qué pasa con la carne?

El mercado cárnico en Venezuela tiene dos caras que plantean diferentes visiones para productores, procesadores y consumidores.

El abastecimiento es uno de los temas que se vienen estudiando en el mercado venezolano desde hace algunos meses, debido a la inestabilidad de los precios de los productos básicos de la canasta familiar y que representan el mayor consumo de los hogares de este país. Uno de los sectores que más se ha visto afectado en este sentido es el ganadero, porque la demanda en el consumo de carne tiene dos caras, la del gobierno y la de los productores.

Según el Gobierno en los últimos 12 años el consumo de carne aumentó en un 100 por ciento. De acuerdo al ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, en 1999 el consumo de carne por venezolano era de 12 kilos mientras que en 2011 se ubicó en 24 kilos. Para Loyo esto se debe al esfuerzo que viene realizando el Ejecutivo por mejorar la calidad y producción de hato venezolano con el fin de tener mayores oportunidades para los productores del país.

Sin embargo, el panorama desde el gremio ganadero venezolano no parece ser tan esperanzador. En contraposición a lo que asegura el Ministro Loyo, la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, Fedenaga, plantea que el campo venezolano puede ser un sector mejor aprovechado.

Esto porque de acuerdo a las expropiaciones que se realizan hace algunos años, de las 3 millones 800 mil hectáreas que ha confiscado el Gobierno sólo están en uso 50 mil. Una situación que preocupa a los líderes gremiales por la entrada de productos de otros países, pues según aseguran el 70 por ciento de los alimentos que se consumen en Venezuela son importados.

Para Fedenaga los importadores ya comienzan a ver dificultades en el comercio porque no están teniendo las cuentas claras, esto debido al efecto de las regulaciones, que reduce considerablemente el precio en el que se debe vender el producto en comparación al que se ofrece de acuerdo a las regulaciones del Gobierno.

Pero esto no es una garantía, la inestabilidad del consumo y las regulaciones no son unatractivo para quienes quieren llegar a vender el país suramericano. Aunque esto representa una oportunidad para los países de la región, ingresar al mercado venezolano puede tener riesgos. Según las proyecciones de Fedenaga la situación de acuerdo al comportamiento del mercado refleja una caída al cierre del año 2011 de cerca de la mitad del consumo de percapita de carne.

¿Escasez o monopolio?

En uno de los estudios más recientes presentados por Datanálisis en el país hay un problema de abastecimiento en alimentos que se ubica en el 19 por ciento y en especial de carne bovina, que de acuerdo a la firma investigadora de mercados oscila en el 35,6 por ciento y en la que precisamente es Caracas donde la situación parece ser evidente.

Con este panorama, según algunos empresarios se está generando una inestabilidad en el negocio, a tal punto que los vendedores no tienen la capacidad suficiente para abastecer por una semana con el producto y en ocasiones los obliga a retirarse del negocio.

Un caso que llama mucho la atención es el de la Distribuidora Filaca, que entrega en cada punto de venta tres reses cuando el mercado demanda un promedio de seis por puesto, esto con el fin de mantener una buena operación.

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