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A DINAmIzAR INgRESOS en el 2016
Un crecimiento económico ‘apretado’ para Colombia y sus países vecinos es un desafío para la industria de alimentos y la agroindustria. Llegó el momento de pensar en nuevos negocios.
Si bien el rápido crecimiento de las importaciones de alimentos -que en Colombia acumulan alrededor de los 10 millones de toneladas en 2015- frente a las monedas devaluadas de la región y el intenso fenómeno de El Niño son factores que han generado desabastecimiento de alimentos, aumento de precio en los productos de la canasta y el desequilibrio de la economía nacional; la industria de alimentos y la agroindustria aún pueden dinamizar sus fuentes de ingreso si tienen en cuenta algunas recomendaciones, aprovechan los recursos disponibles y estudian el perfil del consumidor en nuevos mercados.
harinas, embutidos y confitería, lo cual es atractivo para los inversionistas, “el acceso a bienes públicos, la seguridad jurídica, la estabilidad tributaria y económica, además de políticas sostenibles con el medio ambiente, han sido y serán aspectos clave para que nuevas compañías consideren quedarse en la región”, así lo asegura Rafael Mejía López, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC).
Según las recomendaciones de la Comisión de Expertos para la Equidad y la Competitividad Tributaria, conocidas por la opinión pública hace unas semanas, habrá un nuevo impuesto sobre las utilidades empresariales que tendría una tarifa única entre 30 por ciento y 35 por ciento.
Colombia con el café, que le ha sacado provecho a la devaluación del peso y ha crecido más de 11 por ciento en 2015, Ecuador con el banano y otras frutas procesadas y Perú con uvas y maíz, son destinos a los que fácilmente acuden países de la Unión Europea, Estados Unidos y Asia-Pacífico para hacer compras de alimentos. Así mismo, son territorios perfectos para la inversión de empresas de productos procesados que le apuestan al valor agregado, frescura e ingredientes saludables y gourmet, como exige la demanda actual. Además de las buenas materias primas y de ser Colombia, Ecuador y Perú países donde se mantiene el consumo de lácteos,
La región, por su parte, no cuenta con cuadros muy favorables, pues a la devaluación de la moneda, la alta inflación y al bajo crecimiento se suma una ‘crisis’ política de países como Venezuela, que además de no brindarle seguridad jurídica a los inversionistas, ha llevado al estancamiento de la economía. Las oportunidades acecharían a Colombia, si se tiene en cuenta que las condiciones climáticas tienden a mejorar después del segundo semestre, aunque la desaceleración China y Japón, y la lenta recuperación de Estados Unidos, dejan en la ‘cuerda floja’ la inversión.