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EmbUTIDOS, un negocio que se mantiene
A pesar de que estudios recientes de la OMS prendieron alarma sobre el consumo de las carnes rojas y procesadas, el sector crece.
El consumo de embutidos permanece en los hogares colombianos. Según cifras de Euromonitor, el mercado de carnes procesadas de América Latina creció en volumen 3,6 por ciento entre 2014 y 2015, pasando de 2’300.000 toneladas a 2’383.300 toneladas, lo que indica que es una industria que ha sabido innovar en sus productos y ha informado al usuario sobre el consumo de sus productos para crecer en un entorno hostil.
“El impacto de este tsunami de la OMS no fue más que una gran alarma mediática. No hubo frenazo alguno a las ventas de embutidos o carnes, y no desapareció la proteína animal de las comidas de los colombianos”, dijo Carlos Maya, presidente de la Asociación Nacional de Porcicultores, Asoporcicultores, en una editorial en la que hace referencia al informe de la Organización Mundial de la Salud sobre el consumo de procesados cárnicos (embutidos, ahumados, curados y fermentados) y su contenido cancerígeno.
Tendencia: rápidos y fáciles de comer
Los hábitos han cambiado y actualmente, frente a la falta de tiempo, los alimentos portables y a la vez saludables y frescos, generan gran demanda en targets tan poderosos como el de los millenials, que están dispuestos a pagar más por un producto que cumpla sus deseos. Esto no solamente sucede en el mercado local, es una tendencia global, por lo cual Procolombia recomienda a los empresarios de la industria de alimentos procesados apuntar a la Unión Europea.
Para conocer a este cliente, la entidad gubernamental habla de algunas tendencias que influyen en su demanda: productos naturales y funcionales; snacks ricos y saludables; alimentos libres de gluten, azúcar y grasa y finalmente, empaques innovadores; este último está cobrando mayor relevancia.
Las tripas permanecen en el mercado
Porque permiten dar forma al producto y por sus propiedades, son resistentes a la presión del embutido y facilitan el almacenaje, las tripas naturales o de origen artificial (celulosa, fibra o colágeno) siguen siendo una buena opción de empaque para los embutidos. Las condiciones que le brindan al alimento, permite que la carne mantenga sus jugos naturales y permanezca tierna. En algunos casos, esta cobertura es comestible.
Películas para lucir bien por dentro y por fuera
Películas de alta barrera a gases O2 y H2O, semirígidos y con materiales termoencogibles, contribuyen a darle mayor brillo al producto, resistencia y son ideales para el rebanado. Es así como empacan actualmente sus productos las compañías de carne, pollo y maríscos en los supermercados.
En el caso de alimentos preparados en restaurantes u hoteles, las películas laminadas coextruidas y las multicapas, son ideales porque permiten que estos productos puedan refrigerarse a bajas temperaturas.