Asociación para el Fomento del Espíritu y la Esencia de
las Artes Marciales y el Yoga
BOLETÍN 237 MARZO 2022
Ya estamos ante la Puerta del nuevo ciclo. Marzo, el final del invierno, libera la semilla del encierro para abrir la puerta del nuevo año solar, el Equinoccio de Primavera, el día 21 de marzo. En este mes se inicia el año natural de la Luz, del ritmo solar. En enero es el año profano, en febrero es el año lunar, o año chino, y en marzo inicia el año nuevo de la conciencia o del Sol. Ir a la naturaleza en marzo es abrazar los dos mundos: el final y el principio, el frío y el calor, el Yin y el Yang. Todo es posible en marzo, ya que hay días de nieve tardía o de un verano anticipado, y ahora con el cambio climático, todavía lo imprevisto y variable se hace más notorio. En el Año del Tigre de Agua, el Yang del Agua se pone de manifiesto. Por eso, hay que estar preparados para tormentas, tsunamis, inundaciones y sequías ¡Para todo!
Por eso lo importante será cultivar las virtudes del Guerrero. Un Tigre de Agua no es impulso como un Tigre de Fuego. Es un Tigre con memoria, que recuerda, dosifica y planea, o sea que es un estratega. De acuerdo con ello hay que meditar bien cada jugada, y así se necesita honrar la paciencia. Sin embargo, en el momento justo, el salto debe de ser preciso y fulminante, darlo sin dudas. Hay un tiempo para programar, mediar y pensar, y otro para actuar y confrontar. Un guerrero se enfrenta, se pone en frente de su enemigo y lo ve. Luego espera y confronta. ¡Que gane el mejor! No es tiempo para escapismos, ni huidas. Venus pide compromiso, y Marte está dispuesto a trabajar. Lo que buscamos es algo bien hecho y de larga duración, no un capricho. En el bosque la vida ha roto la cáscara. Todo es explosión de luz, todo ser vivo quiere reproducirse, perpetuarse y mejorar. La vida contra la vida para generar una vida nueva y mejor. Veo nacer a los polluelos. Hay en ello tanto esfuerzo por encontrarse, por aparearse, por gestar y por nacer. Y luego veo un gato negro matar uno a uno, a cada pollo, a cada posibilidad. Mi corazón empático sufre. Pero hay un polluelo que escapa al gato: el único de los cuatro y que se llama Esperanza.
Sí, en la batalla por sobrevivir, todos luchan y compiten por el alimento o por los recursos. Nos alegramos cuando el Águila Imperial va sacando adelante a sus pollos, y sufrimos cuando tantas crías perecen. La vida es así: el pájaro que perdió la pollada ya está en celo de nuevo, porque la vida sigue generando oportunidades. La vida real, o sea una conciencia con una mente humana y en el cuerpo de un mamífero, sigue los mismos procesos naturales. El cuerpo busca regenerarse, desprenderse de las miasmas del invierno y, para ello, el hígado se activa. Es el órgano del inicio, el elemento madera, ya que todo pugna por volver a la pureza, a la intención original y a contactarse con el nuevo sol. En el año del Tigre, nuestro hígado ruge para defender y regular su territorio. Los llamados depredadores son los guardianes del equilibrio de todo tipo de ecosistema. En nuestro interior pasa lo mismo. Los glóbulos blancos nos defienden: el sistema inmune pone orden en la diversidad. Al abrir las puertas de la primavera, el evento atrae a todo tipo de seres: unos que nos ayudan y otros que nos destruyen. Nuestro Tigre interior tiene que discriminar bien, y por eso no debe
matar a los buenos ni expulsar a todos los malos, ya que algo de reto tiene que haber. La regulación, el equilibrio, implica armonizar la dualidad. Quizás, después de todo, el único mal sea el "demasiado", del mismo modo que el medicamento depende de la dosis. Nada hay absoluto, como no sea la totalidad misma. Así que celebremos el nuevo año al estilo de los Guerreros Solares: JIN- Determinación YU- Valor JIN- Respeto REY- Equilibrio MAKOTOSinceridad MELYO- Honor CHUGY- Lealtad
Es una buena forma de empezar el inicio. TAI
ANTONIO IBORRA
Estamos en invierno y estamos en primavera: es el tiempo de marzo. Entre Piscis y Aries, entre el final y el principio, como siempre, entre dos aguas o dos fuegos, según se mire. Cuando pienso en Marzo no puedo evitar sentir que ya empieza todo. Aunque gran parte del mes transcurre en el invierno, el presentimiento del comienzo, del año nuevo cósmico, del Equinoccio de Primavera se hace latente, pulsátil y desesperado, porque las aguas de Piscis son místicas, artísticas y soñadoras. Al mismo tiempo ya
escuchamos el trote del caballo, el guerrero llega, más bien, irrumpe. Este año 22 sin duda es un periodo de gran magia y transformación para la vida en el planeta Tierra. Cada mes, como peldaño de ascenso a una nueva realidad, podemos percibir el influjo de un poderoso arquetipo, en este caso, celebrando el mes de Marte, como regente de Aries. Sin embargo será Venus, su amante, la indiscutible protagonista. Marzo del 2022 será el periodo para estudiar la versión nueva y transformada de Afrodita. Venus en Capricornio hará una tercera conjunción con Marte y, sin duda, algo nuevo saldrá de tanta pasión. La Emperatriz del juego del Taro nos recuerda que todos los templos e iglesias del
mundo, del pasado y del futuro, toda religiosidad esencial es el reconocimiento de la Gran Madre, pero no la versión pisciana de una fábrica de hijos, sino de la feminidad fructífera, la fertilidad misma de la tierra. Seguramente los primeros encuentros ancestrales con lo sagrado ocurrieron en las cavernas de nuestros antepasados, allí donde nació el culto a la serpiente, símbolo de la sabiduría, de la energía y de los ciclos de la vida y de la muerte. La búsqueda de la trascendencia, el culto al viaje postrero y la percepción intuitiva de un más allá son indicadores de que la vida es literalmente El Libro de los Secretos. Y en eso ando yo, ese yo ariano, ese atisbo de identidad, esa pregunta viajando en busca de respuesta. La aventura en pos de la gran aventura, la batalla del Saber. Ese yo que fui, que soy y que seré, en definitiva, que somos, siempre es un niño audaz. Incluso, antes de tener género ya busca lo
importante: explorar, conocer, emocionarse y descubrir el mundo nuevo. Esa tierra que es amenazante al principio pero que, ineludiblemente, mengua ante su valor y avance, para luego, cuándo nos detenemos, volver a convertirse en gigante y dragón de diez cabezas… Los Aries que somos todos, parecemos en marzo ser impulsados por fuerzas poderosas e irracionales. Como El Loco del Tarot, viajamos y bailamos al borde del abismo, mientras jugamos con flores, bastones y algún perro blanco. En esta ocasión reconozco que he tenido que vencer a un poderoso enemigo: la inercia, que es el pegajoso fango pisciano que me atrapa en lo acomodaticio y lo blando, en las aventuras desde un buen libro o una película, mientras
estoy comiendo palomitas y a resguardo de frío o calor. Pero la llamada es la llamada y esta llamada es salvaje y, por supuesto, hacia lo salvaje, así que preparamos los enseres para el frío y el calor, para hacer soportable la incomodidad y abandonamos el apego a lo sedentario para regresar a la sierra. Una vez sobre el terreno, solo me pregunto cómo tardé tanto en partir. Ahora los olores, los cantos de las aves y el rumor del río llenan mí mundo de color. La pasión me enardece y las fuerzas ausentes regresan, mis sentidos dormidos se emborrachan y me como todo lo que veo y huelo. Siento tanta plenitud que casi no me puedo contener. Venus es la Belleza y la Bondad, y
ambas cosas son lo mismo, son Verdaderas. Una cierva me mira, o soy yo quien la mira a ella. Es la magia del encuentro: hay miradas en el espejo, espejos del alma. La cierva de ojos oscuros con orejas grandes y un hocico húmedo es tan brillante, tan viva, tan luminosa, que provoca la detención del tiempo. Embelesado contemplo como gira la cabeza y sin prisas se pierde en el encinar. No mucho más lejos el macho de la perdiz canta como loco encima de una piedra, engalanado con rojos brillantes se desgañita para cantar que son los mejores, la crem de la crem entre los emplumados rollizos. Y en el paraíso andaluz no podía dejar de encontrarme con el Aries vivo, el carnero salvaje europeo, el tatarabuelo de todas las ovejas. El muflón de Córcega, que antes habitó por los prados y sierras de gran parte del continente, la presa predilecta del lobo, es, con su imponente cornamenta, la antítesis misma de la oveja mancillada.
Las ovejas y sus rebaños son la metáfora viva de la sociedad actual: la masa humana dirigida, domada y explotada por el lobisome, el hombre lobo, cuya única virtud descansa en su naturaleza lobuna, porque lo humano es un híbrido perverso. El muflón, en cambio, es un guerrero, el Dios egipcio Ammon. Veremos cabezas de carneros en todos los templos y culturas antiguas, reminiscencias de la Era de Aries que inició hace cuatro milenios. El carnero, el muflón, libre y salvaje es el símbolo del empuje, del Yang, del ariete que derriba la puerta del castillo, lo que rompe,
irrumpe, hace y libera. Es la espada que corta tanto la carne como los amarres... Ya en casa sigo saliendo a diario para ver el sol, para correr, para el Yug-Do y las artes del Guerrero y, ¡cómo no!, para beber un poco del néctar salvaje de las ardillas, los zorros, los pájaros carpinteros, los martines pescadores, los carboneros y los herrerillos. Las aves de todos los oficios y los guerreros salvajes de todas las especies. ¡Feliz Primavera! ¡Feliz Equinoccio! ¡Feliz Aries! Felicidad ante todo. TAI AIM
La Sabiduría, como bien expresa el símbolo del Aguador, es el equilibrio dinámico, o el punto justo entre las colas de la serpiente. Desde hace milenios, los seres humanos han sido confrontados con la dualidad. Hay gente que actúa y no piensa, y otra que piensa y no actúa. En cambio, el sabio piensa y actúa. Seguramente en los albores de la humanidad, el ser humano aprendió a gobernar sus instintos de reacción. Aprendió a parar, a meditar, a valorar y a reflexionar sobre lo vivido para poder encaminar nuevos pasos sin cometer los mismos errores. En esa vía de la pausa, de la digestión de lo vivido, surgió también la tentación a evadirse de la realidad. Muchos caminos "espirituales" surgieron más bien como forma de evadir el conflicto, la complejidad, la guerra o el compromiso de la acción, porque, ¡digámoslo claro!, actuar compromete. Uno siempre queda atado a las consecuencias de sus decisiones y actos.
Quizás por eso, el dilema entre la acción y la inacción es visto ya por textos clásicos muy antiguos. Vayamos al Bhagavad-Gita, donde el discípulo Arjuna le pregunta al Maestro Krisna: ¿Qué es superior, la acción o la inacción? El Maestro le contesta: "Sin duda la acción, porque la inacción no existe en este plano". La gente indecisa y miedosa busca en los retiros, los silencios y la narcotización de la mente una forma de huir del compromiso y la responsabilidad. Sin embargo, una "gran evasión" al final se paga con creces, porque nada se puede oponer a la vida. ¡Hay que tomar partido! Es necesario definir y asumir la responsabilidad de nuestras acciones. Y aún hay más por si no se ha comprendido. No querer definirse o evitar decidir ¡es una decisión! Además, esta estará cargada con todas las consecuencias. El Maestro José Estrada, quien nos transmitió la Iniciación Real, es decir en la realidad, nos dijo: "Aunque el Yoga es un método muy útil y excelente, no deja de ser un medio y nunca un fin.” Y es que el Yoga nos conduce a la quietud, a la meditación y a encontrar el contrapeso de la acción.
Pero hay que actuar, y ese es nuestro problema. Somos el Ser Esencial tomando consciencia de sí mismo en una forma individual y temporal. Para lograr la propulsión del Ser, la vida nos encadena a la acción. Para ser conscientes de nuestro Ser tenemos que ACTUAR y hacer lo que hay que hacer. Esa es la naturaleza del vehículo y el principio básico del Juego. Nuestro cuerpo no para de actuar, cíclica y rítmicamente. Nuestra mente tampoco para. La vida no se detiene. No podemos parar al mundo y apearnos. ¡Hay que actuar! Ese es el dilema del ego: acción y reacción. Decido y pago. Entonces, la tradición iniciática real nos ofreció las Dos Columnas. Detente y Actúa. Medita y luego haz lo que tienes que hacer. Y si después de meditar sigues sin saber lo que tienes que hacer, es que no has mediado en absoluto. Entonces tocará volver a meditar. Y si por mucho
meditar no te aclaras, es que no sabes meditar. Entonces te tocará actuar, equivocarte y sufrir. Y esto será así hasta que sufras tanto que aprendas a meditar de verdad. No hay meditación sin sinceridad absoluta. Y si después de meditar mucho te das cuenta de que eres un cobarde, eso tampoco será meditación, porque de la verdadera meditación sólo puede surgir el valor necesario, el OSAR, para ACTUAR con miedo, correr el riesgo, corregir y aprender. El Iniciado aprende de la Columna del Yoga a detenerse, a buscar el rumbo a seguir en la quietud, en el silencio y en la sinceridad. Meditar o el Yoga no son para escapar del mundo, sino para afrontarlo. En la Columna del Yoga el iniciado indaga con humildad y sinceridad sobre las trampas de su ego. Luego necesita la otra Columna, el Yug-Do, el Arte Marcial, el Camino del Guerrero de la Luz, del Guerrero Solar, para pasar a la acción. Y el Guerrero está totalmente comprometido y atado a su linaje, con su camino, con sus compañeros y con su maestro. Por eso sigue adelante.
Hace lo que siente que tiene que hacer, lo que le parece correcto, pero luego observa las consecuencias, mira sus FRACASOS, y sin justificarlo, sin victimizarse o culpar a alguien, aprende, corrige y cambia. Medita, va al Yoga, mira su ego, su falsedad, sus tendencias, su egoísmo y escucha al Maestro. ¿Qué piensa el Maestro sobre los resultados que le presento? ¿Es suficiente? ¿Es lo correcto? El Iniciado medita (con Yoga), corrige y actúa (con Arte Marcial o Yug-Do). En el espejo que le devuelve el Maestro, sabe qué hay que corregir, mejorar y no bajar los brazos. En la vía no se busca el reconocimiento personal, los grados o los aplausos, sino solo la paz que otorga el trabajo bien hecho. Esta no es una paz duradera, ya que hay que seguir trabajando, avanzando y mejorando. No hay que caer en la autocomplacencia, ni pensar en todo lo que hemos conseguido. La cosecha de ayer no te alimentará mañana. La Sabiduría es humilde, porque vuelve a empezar. Volver a empezar con más compromiso y sin derechos de antigüedad.
El Bhagavad-Gita te recuerda: "Tienes derecho a la acción, pero no a los frutos". Hay que disfrutar de lo que hacemos, de lo que nos toca, luego hay que compartirlo, y finalmente soltar, renunciar a poseer y al reconocimiento. Después viene de nuevo el Yoga, la quietud y el vaciarse para poder volver a empezar. El necio actúa y actúa sin aprender a detenerse, ya que no conoce la "no acción". El otro necio no quiere actuar, no se quiere mojar, no se compromete y busca evadirse en algún mantra, en cualquier distracción o fantasía. Ambos caminos siembran el sufrimiento. Sufro porque me miento... Detente, Yoga, observa tu ego, rectifica, cambia, encuentra el valor, el compromiso y ve al Dojo. Toma tu Bambú, actúa. Trabaja con el Maestro en la Obra Común.
TAI AIM
No pretendo escribir un ensayo sobre la libertad, ni sentar cátedra alguna. Más bien, voy a dialogar un rato conmigo mismo, o sea que tendré un monólogo de forma intrascendente, por muy profundo e importante que sea el tema que nos ocupa. ¿Libertad? Cuántas lanzas se han roto en su nombre, cuántas vidas han quedado sesgadas, cuánta pasión y rupturas ha habido. ¿Qué es la libertad? ¿Existe? ¿Es una quimera? Como naturalista observo el mundo que me rodea: los animales, las plantas, la geología, y según mi apreciación personal, no veo la libertad por ningún lado. No creo que los pájaros cantan porque son libres para hacerlo, ni veo la libertad de las flores por florecer... Todo obedece a instintos, principios, ciclos y ritmos biológicos que buscan la supervivencia, la adaptación, la nutrición y la reproducción. No veo a las nubes moviéndose libremente por el cielo azul, sino más bien conducidas por los vientos, que tampoco, en modo alguno, son caprichosos. La materia, la biología, y todo lo observable responde a leyes precisas.
Y ¿qué pasa con el hombre? Pues lo mismo. Quizás tenemos la ilusión de pensar lo que nos da la gana, de que somos libres de pensar cómo nos apetezca. ¿Es así? Creo que no, que más bien nuestro pensamiento obedece a nuestra genética, cultura, educación, tradición, condicionamientos, aprendizajes y experiencias... Cada uno tenemos nuestra opinión, o quizás es al revés, y es una opinión la que nos tiene a nosotros. En favor de la libertad podríamos decir que si somos conscientes podemos elegir. La pregunta también puede ser ¿tengo la libertad para ser consciente? ¿Es el conocimiento la antesala para ser libres? ¿No es acaso común que aun sabiendo seguimos aferrados a nuestros instintos y apetencias? ¿Es la libertad la expresión del autodominio y la voluntad? ¿Soy libre para tener más voluntad que la que tengo? En fin, más bien tengo preguntas que respuestas. ¿Las características de nuestra forma de ser, de pensar, de sentir, nos hacen libres, o somos precisamente esclavos de nuestro modo de ser? ¿La capacidad de elegir es la libertad? Hay mucha gente que tiene ansiedad y sufrimiento por tener que elegir. Me pregunto si la libertad será un
sentimiento. He visto personas que se sienten libres trabajando en una mina. Muchos pájaros no tienen ninguna intención de salir de su jaula, ya que quizás su sentimiento de libertad está en conformarse con el espacio seguro entre rejas. Hay personas con muchos recursos y riquezas, que por mucho que puedan elegir y hacer lo que quieran, solo sienten temor y ansiedad, no se sienten libres. O hay muchos príncipes y princesas que son prisioneros de su palacio... ¿El dinero... esclaviza o libera? Sé que hay respuestas fáciles, como aquella que dice que “el dinero no otorga la felicidad, pero ayuda”, aunque lamentablemente he visto demasiada gente rica desgraciada. Entonces, ¿por qué tanta gente juega a la lotería? Está también aquella maravillosa frase: "No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita". Es de un estoicismo puro. ¿Es eso la libertad? El ser
humano puede elegir incluso no ser libre, aunque no tenga ni idea sobre la libertad. El caso es que mal que bien tomamos decisiones, elegimos, vamos por un camino, aunque tengamos que renunciar a otro. ¿Es eso ser libre? Yo puedo estar todo el tiempo tomando pequeñas o grandes decisiones y no sentirme libre. Volvemos a lo del sentimiento. Lo que sí me muestra la vida sin misericordia alguna, es que si bien puedo elegir algunas cosas, estas decisiones me atan inmediatamente a las consecuencias. Puedo elegir lo que siembro, no lo que recojo. En la vida práctica, me puedo sentir libre a decidir algo, pero seré completamente esclavo de las consecuencias. ¿Eso es libertad? La gente quisiéramos sentirnos libres para emborracharnos, sin pagar el precio de la resaca. Quieres tener una relación, pero luego quedas atado a pagar las consecuencias. Sí, así es: acciónreacción. ¿Karma? Es un modo de decirlo, quizás es sólo física.
El pensamiento desordenado me genera agobio, por eso decido ejercer la libertad de centrar la atención y meditar. ¿Es eso libertad? El precio se paga antes o después. Puedo pagar en disciplina para sentirme bien o pagar en dolor al darme un capricho. ¿Qué es mejor? Si tengo que renunciar a mis apetencias, incluso vivir con cierta austeridad, ¿eso me hace libre? ¿Hablamos de libertad o de bienestar? Hay personas que en nombre de la libertad se van a Siberia a pasar frío y hambre. ¿Es eso la libertad? ¿Son libres por hacerlo o esclavos de una ideología? ¿Puedo ser esclavo de mi libertad de pensar? En fin, lo único que saco en claro es que aunque podamos tomar decisiones, estas siempre nos atan a los resultados de las mismas. Y me pregunto si quizás la libertad será un señuelo para seguir indagando o una excusa al que no logra estar en paz. Me digo a mí mismo: “¿qué eliges, libertad o paz?”. Me gusta la paz, pero ¿podría sentirme en paz, sin sentirme libre? Vuelvo al punto de partida. Quiero sentirme bien, no me gusta sentirme atrapado, ni limitado, así que preciso elegir, pero sé que esas elecciones son experimentos: unos me salen bien y me hacen sentir libre y en paz, y otros me muestran el dolor y la equivocación.
Siempre puedo intentar aprender. No digo que sea así de fácil, porque a veces entre el supuesto acierto y el supuesto error, hay un "casi", una medida poco afortunada. Como a ninguno nos gusta sufrir demasiado, tratamos de ver cómo hacerlo mejor, entre la libertad y la paz, entre lo que puedo evitar y lo que no. ¿Será la libertad una bella esperanza? ¿Es un sentimiento puramente humano? Hay gente que prefiere un sufrimiento elegido, que un "bienestar" sobre el que no tenga elección. ¿Tenemos siempre elección? La última elección es siempre conformarse, o no hacerlo. Quizás no es una gran elección, ni una gran libertad. Hay una frase que dice: "si puedes cambiarlo, cámbialo; si no puedes cambiarlo, acéptalo…”. ¿Eso es todo? Entonces hoy elijo las preguntas, no porque eso me haga sentir más libre, sino porque en realidad no tengo respuestas. Según la mitología clásica, la lucha entre Urano y Saturno pone sobre la mesa el debate eterno entre las ideas y los límites. En la práctica, toda idea nueva deberá manifestarse dentro de los límites de la realidad del momento. El idealista y el conformista se toman el té en la terraza de Venus… “¡Creatividad, creatividad!”, dice Afrodita.
Urano sabe por dónde, Saturno tiene las llaves de cómo hacerlo... Quizás, después de todo, el universo de las ideas puras debe de convivir con el señor de los límites y el tiempo. Me surge la siguiente ocurrencia: "libertad dentro de los límites". Saturno me mira y dice: “Sí, eso es, eso es…”. En cambio, Urano, su padre, desde el cielo inconmensurable, contesta: “¡Eso no es libertad!”.
Como seres humanos, Saturno y Urano son los mismos propietarios de nuestra psiquis, nuestras contradicciones, pero también de nuestro viaje creativo.
TAI AIM
Estamos en el tiempo de los sabios. Es hora de hacernos más responsables de nosotros mismos y de la vida que nos rodea. Y es que, en realidad, no puede vivir el animal sin su ecosistema, ya que nuestra vida y comportamiento comprometen a nuestro entorno, del mismo modo, que éste nos modifica. Es bien interesante observar cómo el conocimiento siempre es un arma de doble filo, porque depende del uso. Por eso, una misma idea fuera de contexto puede ser sólo un arma arrojadiza. El Ser humano asume las ideas que le convienen. Todos encontramos las razones de nuestra sinrazón, o la justificación a nuestras conveniencias. Es el territorio ambiguo de los abogados: “Todo depende” o "A las pruebas me remito" y, aun así, mucho de lo que parece que es, no es… El prejuicio sentencia antes de tiempo, y luego solo busca y quiere ver lo que
confirma su punto de vista, sus intereses. Lo vemos todos los días: es el circo mediático de la política actual. El caso, y para no quedarnos en meras y convenientes generalizaciones, es que tiendo a reafirmar lo que ya sé, buscar los datos e información que reafirman mi propia idea, del mismo modo que tiendo a obviar, olvidar o desvalorar el pensamiento contrario, opuesto o que simplemente cuestiona el mío. Es eso lo que se llama “sesgo del conocimiento”, que es la inclinación a no ver lo que no quiero ver o no me es cómodo ver, mientras que trato de unirme al club de los que opinan como yo o al más parecido, el que sería mi bando. Desde muy joven tuve la fortuna de entrenarme en el pensamiento libre, que ahora llaman “crítico”. Un libre pensador, un aspirante a cierta sabiduría, debía seguir un método, al menos eso es según las enseñanzas que recibí de las obras escritas y vivas del Dr. Serge Raynaud de la Ferriere. En este sistema, una idea a explorar o una investigación a realizar requiere, en primer lugar, de una tesis, una hipótesis, una
posibilidad, quizás una opción o inclinación natural nuestra. Hay que estudiar muy bien y en detalle este punto de vista, sus argumentos, pruebas, experiencias presentadas, etc. Luego, el paso siguiente es indagar sobre la antítesis, el otro punto de vista, el opuesto, el contrario, la otra realidad, que quizás al principio tendemos a desdeñar o simplemente ignorar. Dado que, si me gusta esta verdad, la opuesta, debe, a la fuerza, ser falsa. Una mente crítica debe estudiar con el mismo ahínco, la visión opuesta, la contraria, la que seguramente no nos gusta ni complace, ya que debemos ver, con mente abierta, la "verdad" de aquello que nos parece “mentira". Como mínimo hay que conceder el beneficio de la duda, y saltarnos el sesgo de la negación a priori. Mira los dos bandos, el tuyo y el opuesto, y concédete una visión más neutral y menos
emocional y partidista. Las razones del sí y las razones del no, las debilidades del sí y las debilidades del no, sin que eso implique dejar tu preferencia y las ideas a las que te aferras y consideras verdades absolutas. Después de mirar la tesis y la antítesis viene el paso tres: La síntesis. El SABER siempre requiere un largo proceso de digestión, de asimilación, como los cinco estómagos de un rumiante. Hay que saber encontrar una nueva verdad, más grande que nuestro antiguo punto de vista. Si no logramos esta concesión, si nuestra verdad no se ha modificado, y en el otro punto de vista sólo vemos el error, es que no hemos sido capaces de aprender algo nuevo. Un sabio sabe, valga la redundancia, que hay algo de verdad en todo punto de vista. No quiero decir que en igual medida, ni mucho menos, pero sí de que hay algo que rescatar en cada visión. Y con ello realizamos una síntesis, que en realidad es una nueva tesis, una nueva hipótesis que, en sí misma, poco valor tiene si no es sometida a prueba, a la experimentación personal y directa.
El cuarto paso es la matesis, la vivencia y experimentación de la síntesis. Y es que si bien es cierto que el científico trata de alejarse para no influir en el experimento, también lo es que lo hallado sin el contraste con la experiencia subjetiva, tampoco encuentra base para sustentarse. Es como si tú me hablas de las maravillas y posibilidades de un producto, pero que al someterlo a prueba, en lo personal, no descubro virtud alguna. Al final, el saber es inseparable de la experiencia. Uno solo sabe sobre lo que él mismo ha vivido de verdad y sin otras opiniones, ni intermediarios. Saber no es una materia de bibliotecas, sino concerniente a la vida, los sentidos, las experiencias, los aciertos y fracasos, pero sobre todo la extraña capacidad de poner en duda el
propio punto de vista, por muy bien basado que sea. En definitiva lo que tú has vivido, se refiere no sólo a tus vivencias, sino a cómo las has interpretado. Cada uno nos hacemos un relato sobre nosotros mismos y nuestra vida, esta historia que nos contamos es filtrada por el tamiz de la sabiduría. Quizás mi propio relato, mis experiencias y la interpretación que he hecho de ellas, solo sea una posible lectura de un libro abierto e inacabado. ¿Cuándo tenemos la perspectiva suficiente para valorar una historia? Sin duda solo podemos estudiar lo que fue, pero lo que es, implica que toda la historia puede cambiar radicalmente. Imagina una película en la que el malo pasa por todo tipo de aventuras y experiencias, solo que al final, un detalle del director nos hace ver que algo que siempre dimos por sentado, en realidad nunca ocurrió. En ese momento, el “malo” deja de ser el malo, y la historia se convierte en otra. De igual modo imagina cómo sería la película de un monje modélico y santo que, al final de sus días, se convierte en un asesino.
En la vida nada es concluyente, todo sigue, como el Yin y el Yang. A veces lo bueno se convierte en malo, y lo malo, en bueno. Todo es posible. Vivir es la cuestión. Observa tus sesgos: lo que no quieres ver, lo que te niegas a considerar y pregúntate sobre el rédito y beneficios que te da tu posición y punto de vista, y qué pérdidas te ocasiona soltar tu "verdad". Mucha gente, si fuera suficientemente honesta, debería dimitir de su cargo público, político, profesional, pero tiene otros intereses: las ganancias, el dinero, el prestigio y el poder. ¿Todos tenemos un precio? La sabiduría es, sin duda, cara y además, valiente... SABER OSAR. OSAR SABER.
TAI AIM
Acaba de pasar raudo como una centella azul, Attis, el macho de martín pescador, que monitoreo casi a diario. Lleva un pescadito en la boca, y ha salido de su refugio, tras una barca roja, porque un hombre lo ha asustado. Ahora se ha ido por detrás de mí, quizás vuelva. Hace un rato observé cómo Alcione, la hembra, siempre más escurridiza y prudente, pescaba entre las rocas de la vertiente este. La luz no era muy buena para las fotos, pero ella, como siempre, con su pecho naranja, estaba radiante.
En la primera hora Attis, el macho, no aparecía por ninguna parte. Llegué a temer seriamente por su vida, ya que ayer observé como un gato negro, de ojos ambarinos, le lanzaba varios ataques. Por los pelos, digo, las plumas, escapó mi príncipe de las mareas. El felino le tenía tomada la medida, y lo acechaba en sus posaderos preferidos entre las cinchas y los cabos. El ave escapaba mientras el gato esperaba. Hubo varios intentos. Como le tengo tanto aprecio al ave, estuve tentado a intervenir, a alejar al minino, pero no, me abstuve, no me fue fácil evitar meterme en ese vínculo a vida o muerte entre animales.
Recordé la enseñanza escrita de un Maestro de Sabiduría, que explicaba para dejar enseñanza, como una vez viendo acechada una lagartija por un gato, la sacó de una piedra y la subió a un muro, la intención era buena, pero no hizo más que servirle en bandeja el reptil al depredador, en un santiamén el gato saltó por otro lado y mató a la lagartija. Enseñanza: ¡Deja a la Naturaleza hacer! Observa y aprende. Con cada intento de caza, mi martín se hacía más hábil en la esquiva y en la evitación de la muerte. Por otro lado, el gato también aprende. Uno busca comer para sobrevivir, y el otro evita ser comido con el mismo propósito. ¿Quién ganará? La vida, seguramente. El problema humano es siempre la afectación, el partidismo, la familiaridad, la miopía y falta de perspectiva global. De eso van estos tiempos. Donde la prisa nos hace ciegos a lo importante. Un mafioso ama y
defiende a sus hijos, pero no le importa ser cruel y despiadado con los hijos de otros. Al final, la vida nos pone a todos en nuestro sitio y algo vamos aprendiendo. ¡Qué alegría y felicidad me da ver a Attis pescando de nuevo!, un día más, una vida más, mañana se abre de nuevo la partida. Ya veremos, pero por hoy, el azul brilla intenso en la laguna. El gato es bello, el martín también, así como lo es la Laguna. La vida es bella y la muerte también. Siento que navego despacio en un precioso bote, llamado vida, en un inmenso océano, el de la existencia. ¡Es una aventura maravillosa! TAI AIM
Me he camuflado tras unas rocas y unos matorrales de romero. Por fin veo aparecer al zorro, quien va de un lado para otro olisqueando, mirando, escarbando. Lo veo comer insectos, seguramente langostas o saltamontes, defeca y un poco más adelante marca el territorio levantando una pata trasera. Es un macho joven, y yo estoy haciendo un aguardo, una espera. No llevo rifle, ni escopeta, solo mis prismáticos, la cámara, el asombro, la admiración y la pasión. El raposo está empleando una técnica precisa para buscar alimento: se llama “campeo”. Está campeando de aquí para allá, oliendo y escuchando con atención. El campeo es muy bueno para tomar contacto con el territorio, observar las novedades, los cambios, darse cuenta de quién más ha pasado por allí. Nuestro zorro puede detectar las señales olorosas que le informan que una hembra también cruzó por allí hace unas horas, pero no le presta demasiada atención, no está en esto.
De repente se queda quieto y ve cómo un gazapo se mete raudo en un agujero del terraplén, ya que seguramente el conejo lo ha olido. Ahora maese zorro cambia de estrategia, rodea la zona, busca un lugar por donde aproximarse a la cavidad, y oculto tras unos matojos, se pliega al suelo y se queda completamente inmóvil, quieto como una estatua y espera. Yo estoy haciendo un aguardo al zorro, y el cánido al conejo... ¿Cuánta paciencia tiene un zorro? No lo sé, la mía se va agotando. Todo está tenso e inmóvil, es una quietud forzada, extraña y presentida. De repente, fulminante como un rayo, da un salto en el aire y clava su hocico y su cabeza en la madriguera, hay un instante de revuelo y al momento sale corriendo de allí con el pequeño conejo en la boca: ya tiene desayuno. Un naturalista hace como el zorro. El campeo es como usar un gran angular, te da una visión de
conjunto, pero se te escapan muchos detalles, mientras que una vez elegido cuidadosamente el sitio, empieza la espera. Al principio generalmente no hay nada o poca cosa, pero pronto -desde la óptica del observador que ahora se ha convertido en un teleobjetivo- empiezan a surgir los actores. Esto es lo que me parece un aguardo: la experiencia de sentarte ante un teatro vivo y mágico. Todo puede salir, y nada también. Esto dependerá sobre todo de la suerte, pero también está la técnica, es decir, el saber acumulado en el lugar y sobre las especies que lo habitan. En este teatro vivo del aguardo uno debe humildemente comprender que los animales no actúan para nosotros, sino a pesar de nosotros. El que aparezcan en la zona que podemos observar dependerá de la su biología, etología, clima y presencia humana. Un factor importante será su alimento, si está la fruta o sus presas, tendrá buenas razones para pasar por ahí. También hay que considerar sus ritmos y horarios, si están criando, si tienen cachorros, si es época de celo, y la presencia de
sus posibles enemigos o competidores. La naturaleza siempre expresa descarnadamente el flujo de las cadenas tróficas, comer y evitar ser comido, matar y evitar ser matado... El conejo mata y devora la hierba, y el lince se come al conejo. No hay maldad, ni bondad, solo flujo vital, transformación y equilibrio. En cambio, el humano se afecta, prefiere, toma partido y suele desequilibrar todo. La ciencia y el arte del aguardo es la mejor forma de integración con la diversidad de la vida. Un Yogui es un Maestro del aguardo: la meditación es aguardo, las asanas son esperas. La esencia requiere tres ingredientes: primero la relajación, hay que aprender a soltar la tensión, bajar la excitación, cultivar la calma, regular la respiración. Luego viene la atención, observar activamente pero sin tensionarse ni
obsesionarse, contemplar, no perder detalle, disfrutar de la presencia. Y, por último, evitar los juicios, el diálogo mental, las fugas y distracciones de la mente. Esta trilogía es muy compleja y no se aprende en los libros sino en la práctica. La mente se cansa, se aburre y si no se puede mover el cuerpo se pone a divagar a ensoñar, a mantener un monólogo constante consigo misma. La mente mide siempre el esfuerzo y la recompensa, no es amiga de perder el tiempo y al final lo valora todo y opina sobre todo, para decidir si nos frustramos o mantenemos el interés. Sería bonito y teórico decir que hay disfrutar de lo que hay sin pretender otra cosa, pero en ese caso ¿sería una espera? ¿Qué esperamos? ¿Y si no logramos lo esperado? ¿Esperar por esperar? ¿Puede ofrecer el aguardo algo más que no sea el cultivo de la paciencia? Los chinos dirían WU WEI: hacer sin hacer, esperar sin esperar. Sí, es muy bonito, precioso, Zen total, pero ¿es posible? El arte es así: una expresión sutil y delicada del equilibro, es decir,
a veces sí y a veces no, ya que si siempre se lograra no sería arte... Hacer del aguardo una actitud vital es un cultivo importante, y más en un mundo superficial y con prisas. La vida puede pasar rápida o lenta para el hombre que no aguarda, pero para el artista de la quietud, los misterios le serán revelados y estos le harán probar el sabor de lo eterno. Desde la espera tengo a mano la plataforma para captar lo implícito siempre tras el telón de lo explícito. Tras todo lo aparente hay una pasión incontenible en melodía tranquila y sinuosa, aunque a veces también es abrupta e intempestiva. Me gusta ver lo que no veo y oír lo que no oigo, porque sé que el latido está ahí, el conejo está ahí, también el lince, el lobo, la muerte y la vida… Veo una cara de la moneda, y con el aguardo se me revela la otra.
¡Qué tengan un buen día! TAI AIM
La vida es un juego donde todo se recrea. Pero, ¿qué pasa cuando me pongo seria? Igual consigo una ventaja momentánea, donde yo siento que estoy en el centro para resolver los objetivos, pero no es así. Solo el que está en sintonía con el momento, gana a la puerta que empieza a cerrase. Pararte a reflexionar es esencial para comprender qué lo que te vincula con quien juega. Eso es lo más importante. Como dice el maestro Antonio Iborra: “cuándo no lo ves, es mejor que regreses a la casilla de salida y empieces de nuevo”. Estar atento a las señales es importante. Cuando detectas que la sonrisa de todos se vuelve esquiva, se ausenta del rostro y lo que era fácil se transforma en tarea y obligación, es mejor que regules tus intereses. Igual conseguiste el objetivo, pero ya sabes que el juego no consiste en ganar. Eso es secundario. Lo importante es jugar, y juegas para vincularte a algo más grande
que tú mismo, y si no lo ves es porque ya perdiste. Aunque ganes. Es difícil entender que el juego de la vida consiste en ser más divertido, y se da cuando todos nos divertimos, ¡y eso te incluye! Así que nunca es divertido si llevas la seriedad más lejos de lo que es estrictamente necesario. Algunas veces, cuando te das cuenta de ello es más fácil para todos. Y como decía mi maestro José Marcelli, “Y tanto esfuerzo, ¿para qué? ¡Para ser más, y más pronto!”. Seguro que eso no es seriedad.
TAI MAS
MARÍA ARRABAL
El único error de Dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar. Vittorio Gassman Yo no me encuentro a mí mismo cuando más me busco. Me encuentro por sorpresa cuando menos lo espero. Michel de Montaigne El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas. Gilbert Keith Chesterton No hay nada permanente en este malvado mundo, ni siquiera nuestros problemas. Charles Chaplin Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír. Anónimo
Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir. Gregorio Marañón A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Oscar Wilde Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida. Arthur Schnitzler La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy. Séneca El verdadero modo de vengarse de un enemigo, es no asemejársele. Marco Aurelio
MARÍA ARRABAL
CLAVE DEL MES:
“IMPULSO” PARA VER: “DERSU UZALA” Dirección: Netflix US 1h. 41 min. 1975
FRASE DEL MES: "A veces solo un impulso repentino te puede sacar de todos tus miedos vestidos de razones”
PARA LEER: “Un leopardo en el jardín” Autor: Álvaro Luna Editorial: Tundra
EL TUNO Las tuneras o chumberas (nopal) científicamente pertenecen al género de las opuntias. Ellas son originarias de Mesoamérica (México) y son consideradas las plantas más curativas y alimenticias introducidas en el archipiélago. El tuno indio (Opuntia dillenii) cura hepatitis, ictericia, diabetes, hipertensión, mala circulación, etc. Las virtudes de la tunera son muchas. He aquí alguno de sus usos: ‒ Las palas, pencas o nopal son utilizadas para disminuir las inflamaciones o dolores causados por el frío. Para riñones irritados se colocan las palas gelatinosas calientes, abiertas por la mitad. ‒ Las flores blancas y amarillas sirven para deshacer las piedras y arenillas de la vesícula biliar y del riñón (en infusión). También se habla de un efecto similar con las flores rojas y anaranjadas.
‒ El tuno rojo reduce los latidos del corazón y las palpitaciones muy aceleradas. ‒ El jugo de tuno indio, rebajado con agua, se bebe en caso de fiebre y catarros agudos. Este jugo filtrado, sin pepitas, se puede beber en ayunas como un tónico para la garganta y problemas intestinales. Las personas anémicas y las que tienden a padecer hemorragias en abundancia se benefician consumiendo higos tunos más a menudo. ‒ Los tunos amarillos y moscatel fortalecen todo el sistema nervioso, especialmente en los casos de estrés excesivo y depresión por sobrecarga mental. ‒ Las palas tiernas de tunera se consumen en guisos. Por ejemplo, con verduras rehogadas y cebolla o ajo, rellenándolas seguidamente de queso, maíz y tomate. Se pueden preparar a la plancha o al horno. Se desaconseja abusar de los tunos, por riesgo de empacho. Recuérdese el dicho: “Se jincó 4 higos y se tupió”. REFRANES POPULARES DE LA SALUD
"Si agua de poleo vas a tomar, no te debes enfriar”. "Amapola y lechuga a dormir te ayuda”. "Cabeza fría y pies calientes, alargan la vida de las gentes”.
"Agüita caliente, salud para el vientre”. "Con ortiga y tomillo, tendrás pelo hasta los tobillos”. "A las diez en la cama estés, y mejor antes que después”. REMEDIO CASERO para quitar mancha de óxido en una prenda INGREDIENTES: 1 ó 1/2 cucharada de sal fina, 1 chorrito de jabón para la vajilla El zumo de un limón (colado) PREPARACIÓN: PRIMERA Hacer una pasta con la sal y el jabón. Posteriormente, aplicar esa mezcla con un cepillito sobre la mancha y frotar suavemente. Cubrir bien la zona afectada y añadir encima el jugo de limón, impregnando bien esa parte. Dejar actuar por tres horas. Transcurrido el tiempo, frotar un poco, enjuagar la prenda y quedará lista para el secado. Si bien hay muchos otros, este es el más económico, rápido y efectivo de los que conozco.
¡¡SALUD Y QUE APROVECHE!!
Cristi Gaspar
Hay que recordar que el Invierno se compone de los signos zodiacales Capricornio, Aquarius y Piscis. En el aguador, el periodo invernal culmina y, por su parte, con los peces se termina, y da paso a la primavera. La Senda Iniciática que nos muestra el maestro Antonio Iborra de manera viva tiene los pies en la tierra. Eso implica que comenzamos a trabajar la materia con responsabilidad, y por eso aprendo a manejar un peso o miles con congruencia. Él nos habla de la diferencia entre la senda religiosa y la iniciática. Por ejemplo, se dice en la primera: “Sé bueno, y además tienes que hacer sacrificios ante los ojos de Dios”, entre algunas otras indicaciones para los practicantes de la religión durante la era de Piscis. Pero al llegar a los tiempos nuevos de Aquarius, la Senda Iniciática se presenta con la disciplina integral, el trabajo con los cuatro niveles del alma, que son los instintos, los deseos, los pensamientos y el amor.
En el Yug-Do también tenemos ese comienzo, de manera cuaternaria, o sea con los 4 elementos. Aquí se nos va presentando la oportunidad de realizar la enseñanza que dice: "el ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios”. Por eso, el Yug Do nos lleva de forma gradual a realizar la Divinidad en la forma humana, de la dualidad múltiple a la Unidad esencial, o de la ignorancia a la sabiduría. Por ejemplo, en la parte astrológica, el Maestro emplea, de manera magistral, formas nuevas para transmitir la sabiduría viva que los sabios de antaño ya han vivido: él nos muestra a ese hijo de Dios llamado "HÉRCULES" y sus doce trabajos psicológicos, que nos logran liberar y nos hacen madurar. Estos 12 trabajos de Hércules me indican la disciplina integral en el guerrero solar, los cuales necesita llevar a cabo en él hasta que se logre la manifestación de la divinidad. En estos 12 trabajos de Hércules está manifestado el camino del Discipulado y, por eso mismo, la disciplina correspondiente.
Recuerdo que el oráculo habla en el presente, ya que el presente es el tiempo real para experimentar la razón. Aquí se presenta la sentencia iniciática de Sócrates: “Hombre, conócete a ti mismo y conocerás a los dioses y al universo", la cual es una enseñanza que menciona la realización. Por eso siempre hay que saber obedecer al Maestro en la Senda probatoria viviente. Lo que observo en el Maestro Iborra, entre las muchas cosas que nos comparte, es que nos muestra de manera nueva lo antiguo, recordándonos que la sabiduría está ya en nuestros dos hemisferios, porque allí se encuentran todas las enseñanzas del Camino: la senda de la santidad y la senda de la iluminación. Además, siempre está la oportunidad de servir, la que tenemos que buscar como parte de desarrollo y experiencia de desapego, ya que mi ego no quiere servir sino que le sirvan. La disciplina es la herramienta con la cual cuento para despertar en el Dojo viviente. La invitación que nos hace el Maestro es la siguiente: "Ven y ve", y que en otras palabras son estas: “Ven al Dojo y practica”. Un abrazo como equipo para todos.
TAI
Serafín Mendoza
La vida es un juego consciente. Es necesario mover una ficha, de lo contrario ya estás muerto antes de empezar la partida. Por eso es necesario asumir riesgos para permitir que entre en mi vida aquello que quiero vivir. Es decir, vivir una vida más plena y en coherencia con mi alma para poder expresar mi máximo potencial. Tomo conciencia de que vivir de manera consciente es desprenderte de todo lo viejo, dejar el pasado atrás. Actualizarme y ser la mejor versión de mi mismo. En estos próximos diez años sucederán cambios importantes en todos los ámbitos de la sociedad y de la cultura. Muy pronto viajar al espacio o visitar otros planetas y galaxias será un hecho constatable. Es esta la era del cambio, y es necesario estar preparado para ello. Explorar la galaxia más cercana puede ser tan extraordinario como explorar el máximo potencial que, como humanos, somos capaces de manifestar.
En esta Era de Acuario el guerrero Solar, el Iniciado, tiene la oportunidad de vislumbrar este paradigma asumiendo de manera íntegra el compromiso consigo mismo. A veces tengo la sensación de vivir en dos mundos paralelos, en donde lo viejo y lo nuevo se encuentran. El pasado y el futuro son un mismo presente, en donde el tiempo desaparece para dar paso a esa eternidad, a esa infinitud, a ese vacío que trasciende cualquier medida finita o limitante. Vivimos tiempos históricos en los que es
necesario comprender la verdadera esencia del amor consciente para llevar a la práctica el verdadero sentido de la unidad. Es momento de ser una comunidad de seres humanos conscientes y comprometidos en un camino
espiritual para el desarrollo de la propia consciencia, y así alcanzar la excelencia como seres humanos realizados. Mi maestro Antonio Iborra siempre dice que “cuando un Ser humano se degrada, degrada a toda la humanidad, y cuando un ser humano eleva su estado de conciencia eleva el estado de conciencia de toda la humanidad”. Desde mi aportación como ser humano estoy a favor de lo que suma, y apuesto por una humanidad cada vez más consciente, más feliz y en armonía con la vida. Para ello hay que poner en práctica este enunciado a través de sus hechos: "El maravilloso arte de vivir". Y es allí en donde todos podemos brillar con luz propia.
TAI
Raúl Villar
Una tarde iba caminando por un estacionamiento de automóviles, el cual está embellecido por unos altos y frondosos laureles, jacarandas y robles. Si bien había mucho ruido a mi alrededor, en un momento esos árboles maravillosos me llamaron y me centré en ellos. Escuché su silencio y respiré profundamente. Percibí su autenticidad. Y lo mismo sucedió unos segundos después al ver dos pinzones rojos que extendían sus alas y daban piruetas en el cielo. Sentí su magnífica presencia e, inmediatamente, mis ojos y mis oídos siguieron su rumbo. Percibí su autenticidad. Suspiré profundamente y, en ese instante, todo me pareció claro: esa autenticidad es la libertad y el amor que veo en la sencillez de Bamboo al hacer lo que tiene que hacer en sus diarias actividades de dormir, caminar o trotar,
comer, olisquear a otros perros y bailotear con nosotros. Esa autenticidad es la misma que existe en los seres sin pretensiones y sin presiones. Aún en jaulas o en zoológicos, en estacionamientos o camellones, en departamentos u oficinas. Allí está la autenticidad. Sin embargo, para percatarme de su existencia así como de la belleza y el aroma que despiden debo conectar conmigo misma, con la libertad y el amor de la sencillez de mi silencio interior. Ya sé el camino. Me queda seguir por esos senderos y entrenarme en observar la autenticidad que todos tenemos.
TAI
Ilihutsy Monroy
15- ASALTO A LA FORTALEZA Salgo a caminar con el CD Raúl en un día muy especial, pues vamos a revisar un posible pateo y la presencia del mirlo capiblanco en una zona del Parque Nacional. De camino al Teide charlamos y reímos un rato. No sé si será la altura, pero nos entró somnolencia y tuvimos que parar. Ahora reflexiono si elevar tu estado de conciencia requiere en parte una progresiva aclimatación a un nuevo estado vibratorio. El día está límpido y tranquilo en altura, lo que contrasta con la niebla y aire revuelto de cotas más bajas. Ya en el Parador del Teide salimos pronto en dirección al Roque de La Fortaleza, una formacion pedregosa testimonial del hundimiento del antiguo edificio volcánico del
Teide en dirección al Valle de La Orotava. El camino discurre llano y suave sobre tierra acolchada por material pumítico disgregado. Caminar sobre ésta sperficie se me antoja caminar sobre merengue. Me siento confortable y ligero. Junto al majestuoso Teide vamos charlando acerca de nuestros padres y de alguna manera me doy cuenta que la figura de “Papa Teide” representa la seguridad y la firmeza, y nos indica a la vez la dirección del avance. Paramos extasiados por el bello refulgir de la luz en la escasa nieve y del suave titilar al fundirse la misma, lo que hace brillar como estrellas de día, dando magia a toda la montaña. Poco a poco el silencio del lugar y el aire puro y seco propicia que se ralentice el nivel mental y nos interioricemos. El paisaje se me antoja Monumental bordeando el pinar en dirección al macizo de Tigaiga, junto a la silenciosa y majestuosa presencia del Teide. Caigo en que su presencia te invita a eso mismo, a la atención y la presencia, y al profundo agradecimiento del vivir este instante, aquí y ahora. No sé si es la
baja forma o la falta de oxígeno, pero el camino requiere sosiego y de tensión. La larga llanura blanca de piedra pumítica ácida llamada Jable nos invita a la meditación en movimiento, y a seguir adelante el camino persiguiendo nuestros sueños. El ascenso a la Degollada del Cedro junto a la cortada pared de la fortaleza merece del todo el esfuerzo. Al llegar a la pequeña ermita dónde se juntan los diferentes caminos la visión es imponente. Decidimos tomar la senda de las Cañadas de La Guancha buscando los cedros. El escaso y longevo árbol cuyo fruto son el manjar preferido del capiblanco. De este, ni rastro. Sin embargo durante un rato disfrutamos de la algarabía de un grupo de Serinus o serines canarios y algún que otro mosquitero, cuyos limpios colores en esta zona parecen más vivos que nunca. ¿O será la luz que los ilumina? También había otro pájaro de mayor tamaño algo más oscuro que se escondió muy rápido... quién sabe.... Dándonos cuenta que los ejemplares maduros de cedro estaban en otro lado, decidimos cambiar de dirección y ascender o asaltar el alto
de La Fortaleza. Como dice el maestro “El cielo se toma por asalto”. Los ejemplares de cedro aparecen ahora densos, robustos y blanquecinos. Con las puntas ligeramente caídas, lo que resulta normal. Es posible que en esta zona abunden más debido a las características edáficas ácidas de un terreno algo diferente. En total veríamos unos 20 ejemplares de cedro maduros. Algunos viejos, unos 4 ó 5 con frutos maduros, pero el mirlo ausente. Y llama la atención que estando las condiciones para verlo; buena tarde, varios cedros, nadie en el camino salvo nosotros, y los frutos maduros y, en algunos casos caídos en el suelo, no se viera al alado. Tampoco lo buscamos mucho, aunque algo me dice que ahí está, y que esto es un buen comienzo. Una vez en lo alto de la fortaleza, nos quedamos impactados del pedazo de mirador
y presente natural que se nos regalaba. ¡Nunca he visto el Teide completo desde tan cerca! Desde lo alto un cernícalo nos recuerda y conecta a la visión del águila, la visión del acuario... Ya en el camino de vuelta reflexiono si algún día veremos por allí al capiblanco. La verdad es que no lo sé pero, una cosa es segura, se trata de un regalazo de ruta y de práctica, para hacer con un poco de tiempo, asequible para casi cualquiera. Ya en el coche de regreso venimos riendo y vacilando (bromeando) el Estimado y yo, eso sí, extasiados por el espectacular atardecer y por la visión del Sol a través de una hermosa niebla rosa. Gracias hermano. Gracias a Venus, y gracias a Marte… ¡Habrá que volver al asalto! Gracias Maestro por indicarnos la dirección del reto y la aventura.
TAI
16- SEMILLAS PARA EL CAMINO Lo bueno de la iniciación real es que cada día comenzamos de nuevo. Podemos elegir una nueva mirada que quizás nos lleve a ver. Podemos afinar el oído hoy para poder escuchar. El Maestro de la vida se encarga de ponernos el camino por delante, o ¿será que nosotros lo ponemos? Lo que sí tengo claro es que elegimos el calzado, y la compañía para el camino por lo menos. El camino llama al caminante por su aroma que es difícil de olvidar. A eso, podríamos llamarle bondad. Así que el camino entra por los sentidos que vamos afinando, para ver y escuchar más allá. El olfato es una guía que a menudo olvidamos y quizás es la que nos mantiene cerca siempre. Digo cerca porque al parecer, vamos alejando y acercando al camino a través de nuestros
sentidos, pero en realidad ¿hemos salido de ella? ¿Hay alguien que no se encuentra en ella? Acaso, ¿estar en la vida es estar en el camino? Bueno, estas son algunas reflexiones después del periodo de recogimiento del invierno. Con la primavera en pie, y recalco en pie, todo está por desplegar. La vida quiere brotar y brotará. Me encuentro reflexiva ante lo que he sembrado y con ánimo a hacer mi parte, lo que me toca en cada momento, sin olvidar que estoy aquí para afinar mis sentidos. Cada vez tengo más claridad cuál es mi sentido y así voy disfrutando más de la vista, de los sonidos y aromas a captar.
TAI
Emily Ann Fitz
A pesar de las circunstancias pandémicas, tendremos el gran placer y el honor de recibir al Maestro Antonio en Marzo, en Tenerife, mejorando los talleres presenciales. La Escuela Internacional de Yug-do continúa también sus actividades vía ON LINE. Esto suigue permitiendo que otras regiones, grupos y yugdokas del mundo se puedan integrar a las Actividades de Formación; Yugdo, Yoga, Acupuntura, Astrología, Charlas, Terapias o Consultas con el Maestro, desde México, Ecuador, España y otras regiones. Contacta, y no te pierdas el:
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