BOLETÍN AYDO 208

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El elemento metal es la espada que nos libera, protege y corta los velos de la ilusión. También controla y corta la madera, o sea el hígado, por lo que nos ayuda a contener nuestra cólera y exceso de ambición. El otoño es un retorno a la interioridad. El saborear de los frutos y semillas, las hojas de colores, las setas y boletus, los paseos por el bosque encantado, los lagos tranquilos o las lluvias y alguna nevada en la alta montaña. Octubre es abundancia, plenitud, tiempo para respirar, subir a las cumbres, llenarse del chi, la energía vital de los castaños, robles y hayas. La vida explota antes de contraerse en su sueño blanco e invernal. Los lobeznos han crecido, casi parecen adultos, pero éstos son joviales y juguetones, cachorros inquietos y aventureros. Los ciervos braman, los gamos roncan, los corzos ladran y las monteses en las cumbres ya intuyen el tiempo del amor. En octubre me gusta aullar con los lobos, comer uvas, saborear castañas y regocijarme en las soledades infinitas, los campos de sueños de la vida sencilla. Me gusta caminar y observar, detenerme y sentir, oler y escuchar. Los pájaros me trasladan a universos sutiles y delicados. Más allá de lo humano, me siento como Toreau en su cabaña en los bosques. Un Darzu Uzala buscando la raíz mortal en la Taiga infinita del Usuri. Cada piedra, cada tronco cubierto de musgo y cada tejón en su mundo subterráneo me llena el alma de colores y sabores. Amo el otoño. Hoy ha sido un gran día, y tengo el alma llena. He visto el arrendajo multicolor, al viejo gato montés paciente mientras cazaba ratas toperas, engordando para los tiempos de la nieve. La manada


de cánidos salvajes, los fríos del amanecer. ¡Tanta vida! ¡Tantos sueños hechos realidad! La Diosa de la Fortuna es mi amiga: soy su hijo consentido. No me falta de nada. María, mi amor eterno, mis tres maravillosos hijos, mis hermanos y mi familia. Mi familia y amigos del Yug-Do, mis múltiples casas en el mundo: en Ecuador, México, Italia, Argentina o Brasil. Tengo amigos en todas partes. Y mi jardín es visitado por colibrís, tucanes y tángaras de azul

metálico. Éstas son joyas voladoras. Allá donde esté siempre hay un jardín, un árbol, un ave, una flor, nubes infinitas, lunas de ensueño y un sol nuevo. Mi Maestro, don José Marcelli Noli, me ha dado esta vida, esta misión, me ha guiado y me guía en la construcción de un mundo nuevo y mejor y yo solo puedo soñar despierto y agradecer. Ya veo muchas caras nuevas a mí alrededor, ya les reconozco desde vidas pasadas. Al final todo acaba bien, al final como al principio. ¡Buen otoño! TAI AIM

ANTONIO IBORRA


Lo primero es respirar. Respirar conscientemente. La respiración es vibración, es vida, por lo que te renueva y te sana. ¡Date un Respiro! Siempre estamos respirando, pero lo hacemos de forma inconsciente. Nuestra mente va por un lado y nuestra respiración, por otro. Lo mismo pasa con todo lo demás: la mente está por un lado, el cuerpo, por otro. La vida por un lado, tú por el otro. Todo esto es falta de unión, falta de Yoga, falta de conexión con la vida. Cuando respiramos conscientemente es cuando empieza el Yoga, el YugDo, el TAI-Chi, la meditación. Respirar conscientemente, con atención suave y plena en las fosas nasales, en el vientre, sintiendo y oliendo el aire, vigilantes a todo lo que ocurre en nosotros con cada ciclo respiratorio, es una verdadera alquimia, una mutación de metales pesados a metales preciosos. La gente se complica pensando demasiado y la vida se vuelve tranquila y plácida cuando respiras suavemente. El ego no quiere practicar, prefiere teorizar y mover las ideas. Sin embargo, sin práctica no hay nada. Palabra e idea luz no encienden una vela. Hay que respirar porque el pranayama serena la mente, y cuando la consigue calmar piensas más lento, más claro y aciertas más. La función luminosa de la mente es solo posible si ésta ha sido convenientemente adiestrada. Y la forma de hacerlo es mediante la disciplina. El fundamento de toda práctica espiritual es la respiración consciente. Pero la mente dice que se aburre y el ego nos boicotea. La práctica regular y constante es el único camino. No lo puedes substituir leyendo muchos libros o asistiendo a muchos cursos y charlas. Todo ello es


valioso en el sentido de que te oriente y estimule la práctica, pero sin práctica y sin disciplina no hay nada, ningún cambio real. Así que proponte profundizar en la disciplina. No te valdrá lo que hiciste, no te valdrá lo que harás. Solo te vale lo que haces. Y la verdadera práctica es para toda la vida, es una disciplina de vida. ¿Acaso no comes todos los días? ¿Te vale lo que comiste ayer para hoy?

Pues con la disciplina espiritual es lo mismo. Es un modo de vida coherente, un modo de vida más sabio y más consciente. Lo mismo sucede cuando vas al Dojo, al gimnasio o a la palestra. Está muy bien y es muy necesario, pero ¿qué pasa el resto del día? ¿La práctica te vale para todas las horas y circunstancias? No. En realidad necesitas una micro- práctica cotidiana, siempre a mano, que te ayude a regularte en el trabajo, en la casa, en el coche o en el avión. Esa práctica, esa disciplina disponible e incorporada a ti es la respiración consciente. Así que busca un momento en cualquier lugar o situación y práctica un rato de Yug-Do, sea Yug-Do de la respiración consciente y pausada. Carga tus pilas y sé más feliz, sonríe más. Buen día.

TAI

AIM


Sí, amo al lobo. O sea que amo el espíritu de lo salvaje, libre e indómito, el que compite con algunos intereses humanos, el que nos viene acompañado desde los albores de nuestra especie. En el encuentro de las manadas humanas y de canidos salvajes, entre el perro y el hombre, ¿quién domó a quién? Lobos y hombres hemos caminado siempre juntos, somos hermanos, y como buenos hermanos a veces vivimos relaciones de amor-odio. El lobo ha sido un Tótem, algo que el hombre ha admirado, incluso es algo en lo que ha deseado convertirse debido a su fuerza, habilidad y sabiduría, También por su mirada. Al mismo tiempo hemos temido al lobo, lo hemos convertido en nuestras pesadillas: los lobos feroces y sangrientos. Lobo bueno, lobo malo, simplemente lobo. Hoy la etología nos aterriza y nos muestra la verdad objetiva del lobo: no es ni santo ni demonio, simplemente es un animal salvaje regulador depredador en su ecosistema, bestia indispensable para la salud de un medio intacto. En el campo debe haber espacio para todos o al final no habrá para ninguno: esa es la conclusión y la enseñanza de la ecología científica. Hay que aplicarlo a ganadería, agricultura y poblaciones humanas. Se habla de controlar al lobo, pero es mejor controlar y regular a los humanos.


La guerra del lobo es milenaria. Algunos ganaderos y cazadores contra algunos animalistas y ecologistas. En medio está el sentido común. La ciencia estudia, informa y explícita evidencias, pero los políticos buscan el rédito de votos entre los pros y los contras. Entonces el lobo es acosado. Llevo años observando y contactando con el lobo vivo, el lobo libre, el lobo salvaje. No soy un turista de lobos, más bien un naturalista amateur, no profesional. Tengo muchos amigos en mi manada de loberos, de apasionados del lobo. Me encanta encontrarme con ellos: Javier, Juan Pablo, Miguel, David, John. No voy a poner apellidos, no hace falta. Hemos compartido adrenalina, momentazos, subidones únicos. También he conocido a ganaderos que aman y aceptan al lobo como compañero del monte. Así como a cazadores a los que respeto como personas aunque no comparta su afición ni actividad. Por otro lado he visto fotógrafos y turistas irresponsables con la observación de vida salvaje, donde parece primar la foto a la seguridad o tranquilidad animal. También he visto agentes del medio ambiente de todos los colores y agencias de observación de fauna correctas y otras, no tanto. Así es el ser humano, así es el lobo. Necesitamos trabajar para mejorar, hay que insistir en educar. Por eso, desde este artículo hago un reconocimiento a algunas agencias y personas que hacen una inestimable labor: por ejemplo, Llobu y Signatur. No las voy a nombrar a todas, ya que hablo de lo que conozco de buena tinta. He observado en silencio de forma distante y anónima a una loba con sus lobeznos, el cortejo de la pareja alfa y los individuos solitarios, en Zamora, Asturias, León, en el noroeste de España. Ya me gustaría poder contemplar el lobo en Guadarrama, ¡Andalucía! ¿Te lo imaginas? ¡Qué hubiera lobos de nuevo por Sierra Morena! En los Abruzzos en Italia, Yellowstone en Estados Unidos o en otros países como Eslovenia, Canadá o la India. Quisiera ver los últimos lobos grises mexicanos y su recuperación. Pero no solo soy un amante del lobo, a pesar de que es mi alma gemela. Amo del mismo modo al lince, al magnífico oso pardo, y no menos a la nutria, al gato montés, la marta o el tejón. Y por si las


dudas también menciono a las águilas, halcones, serpientes, cocodrilos, jaguares y tigres. Y en definitiva, a cualquier selva cercana: un jardín con gorriones, petirrojos y mirlos. No desprecio nada, aprecio y me asombra la naturaleza salvaje, única, completa. Y esas nuevas especies que se descubren. Sigo pensando que el hombre no debe regular la naturaleza, basta con que nos regulemos a nosotros mismos y nuestras actividades.

En el bosque me gusta desaparecer. Ni escuchar rastro de mí mismo. De repente, oculto en ese risco, una loba sale a un prado, le siguen sus lobeznos, se le suben encima, juegan, saltan e interactúan. Es una escena idílica, sin tiempo, eterna. Roquedos cantábricos, robledal, piorno, serbal en fruto, aullidos. No hay rastro de mí mismo.

TAI AIM


Aparigraha En sánscrito significa literalmente abrir la mano, soltar, dejar de aferrarse, confiar, disponerse a ofrecer o a recibir, dejar la tensión y el control. Es una parte esencial del Yama, el primer peldaño del Yoga real. Las personas que no se ocupan de dominar sus mentes son dominadas por ellas. Y gran parte de esa mente que nos domina es inconsciente, arraigada en los instintos básicos, y por eso está mezclada con los condicionamientos sociales y culturales. Esa mente está demente. Nos empuja, nos domina, nos controla y nos hace la vida imposible. Somos esclavos de esa mente y, lo peor, nos identificamos con ella. Creemos que somos esa mente descontrolada conduciendo un cuerpo y actuando en el mundo. Un día nos sentimos hartos de esa mente y la demonizamos, la convertimos en la culpable de todas nuestras desgracias. Y claro, en el fondo, lo hacemos con nosotros mismos porque nos identificamos con ella. Así que nos sentimos inseguros, con poca autoestima y llenos de tensión y estrés. Nuestro cerebro está apretado, nuestras mandíbulas están apretadas, lo mismo que nuestro cuello y espalda. También sucede ello con nuestras manos. Aparigraha... ¡Abre las manos! Relaja las manos, las muñecas, los brazos, los hombros y el cuello. Abre y relaja dientes, muelas y, sobre todo, tu cerebro. Abre tu entendimiento y comprende que la mente no es la culpable, ni tú tampoco. No hay culpables. Solo hay ignorancia. Hay que dejar de ignorar que no eres la mente, y si la mente es caótica y demente es por causa de que no la entrenas ni dominas. La mente tiene que obedecerte y trabajar para ti. La mente, como el ego, ha de ser adiestrada, dominada y ponerse a tu servicio. Abrir la mano y relajar la mano. Luego, recibir el Bambú es iniciarse en el Yug-Do.


Aprende a considerar que tú no eres quién crees que eres. Descubre que eres un misterio y el yo personal, la mente es solo un instrumento al servicio del misterio que eres. Tienes que decirle a la mente cuándo tiene que pensar y cuándo simplemente pondrá la atención en respirar, le enseñaras a la mente cómo quieres pensar y lo que necesitas que resuelva y gestione. Le enseñaras a la mente a entrar en modo silencio y observación. Tus manos te obedecen: se pueden abrir, se pueden relajar y si lo hacen tus manos, le seguirán tus muñecas, brazos, hombros, cuello, mandíbula, cerebro y mente. Respira y guía a tus manos para que se suelten, se abran, noten y acaricien. Aparigraha es no ambicionar demasiado, moderar los deseos y calmar los temores. Vivir el momento y no dejarse pensar por la mente. Recuerda que caballo que no se usa se lo deja pastar tranquilo, pero atado.

TAI

AIM


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El viaje para llegar a América fue relativamente bien: largo, como siempre, pero sin incidentes. Ya con el recibimiento de Serafín e Ilihutsy la cosa mejora, y recorrer de nuevo las calles abarrotadas de tráfico le hace a uno sentirse como en casa. Y no es me gusten las aglomeraciones, el tráfico o la contaminación, pero México siempre tiene algo de alegre y caótico que me gusta, y siempre, siempre huele a comida. Aquí se come en cualquier sitio y a cualquier hora. Y, para más detalle, se come bien. La habitación que me toca ahora de Airbnb es pequeña pero correcta, solo me asusta un poco el griterío que se escucha nada más llegar. Parece que estén matando a alguien, pero es solo que la dueña del apartamento tiene una pequeña compañía de teatro y están ensayando en el garaje, justo debajo de donde me voy a quedar. Me dicen que en un par de horas se van, y estoy tan cansado que para cuando me despierto, unas tres horas después, reina el silencio... La primera noche es así: despertarse cada tres horas y volver a intentar dormir. A las tres de la mañana ya no aguanto más en la cama, ya que deben ser las diez en España, y me levanto a hacer un rato de ejercicio, y aunque el espacio es minúsculo ya estoy acostumbrado a practicar en cualquier parte. Me toca hacer abdominales, brazos, piernas y luego un poco de Yoga y Meditación. Temprano, y tras comunicarme con María, ya viene Perla a buscarme. Hoy es día libre y adaptación, así que recorremos zonas naturales colindantes a la Universidad. Mientras buscamos Tlacuaches (Zariguellas), descubrimos bonitas aves, lagartos azules y ardillas de dos especies.


Luego tomamos un baño sagrado en el Peñón de los Baños, la cual fue una experiencia mística y relajante. Ya nos sentimos renovados, por lo que vamos a comer alimentos veganos con toque japonés. Todo estuvo riquísimo, en especial el guiso de Tofu. La segunda noche es siempre un poco mejor. Hoy salimos para el lugar de nuestro encuentro. Siempre elegimos algún paraje natural, y en esta ocasión será una reserva de la Biósfera dedicada a la preservación y protección de la Mariposa Monarca. Desgraciadamente no es la época de ellas, ya que llegan de Canadá para el mes de noviembre y regresan al norte en marzo. En dos ocasiones me ha tocado visitar el mundo mágico de las monarcas: es algo que no se olvida en la vida. Esta vez, sin embargo vamos a gozar del paraje natural para nosotros solos. Nuestros Cintos de Yug-Do han preparado un lugar agradable y tranquilo en Tlalpujahua, un pueblito mágico de origen minero. Es una zona de canteras de varios colores. Tenemos programado algunas salidas para recorrer la reserva biológica con la guía local de un experto en aves. Salimos con Perla y Serafín del DF, bien temprano para evitar el simulacro para terremotos programado para hoy, 19 de septiembre. Otra vez coincido con la fecha del tremendo sismo que sacudió la ciudad hace 39 años. Justo hace dos años, también en este día, nos tocó hacer el simulacro antes de salir de la ciudad hacia Morelia, y apenas dos horas después, de forma increíble se estaba volviendo a dar un fuerte terremoto, que volvió a causar grandes pérdidas, desgracias y víctimas, ¡el mismo día! Por eso la gente anda un poco alarmada, así que es mejor salir cuanto antes. Tres horas después llegamos a este pueblo montano a tres mil metros de altura. Se siente el frío y la humedad. El Hotel de Doña Carmen, el primero que se abrió aquí, es muy bonito y acogedor. Con ese encanto entre lo viejo y lo nuevo, con exquisito buen gusto. Aquí nos vemos encontrando con Guillermo, Cati, Antonio y Antonieta, y más tarde con Nancy e Ilihutsy.


Comemos en un bonito restaurante con mirador, y al rato se viene el agua: una lluvia intensa y copiosa. ¡Parece que este año no me libro de las inundaciones! Por suerte el pueblo es tan empinado que nunca se inunda, ya que el agua va para abajo.

La meditación la tenemos que hacer cubiertos por un pequeño techado a las puertas de las habitaciones. Y todo ello sucede bajo rayos, truenos y el aguacero. Pero eso es especial y hasta romántico. A la mañana siguiente, bien temprano, entrenamos Yug-Do, y nuestro acondicionamiento físico, mental y espiritual con la danza mística del Bambú. En esta ocasión lo hicimos bajo un cielo limpio y estrellado. Aún es de noche, pero ya estamos montados en la furgoneta que va a llevarnos a la reserva. Se nos presenta Iris, nuestra guía turística y coordinadora de logística. Ella es una joven decidida y eficiente. Licenciada Cosita, le llamamos de forma simpática. Ya a 3600 metros, en la entrada al Santuario, llega Diego, nuestro guía oficial para buscar aves y otros animales. El frío arrecia y no vamos tan bien equipados, pero las ganas de aventura imperan, así que seguimos adelante, subiendo senderos en pinos, oyameles y abetos un paisaje muy al estilo de Suiza. Lástima que no están las mariposas. Los pájaros tampoco abundan y,


a pesar del esfuerzo del guía, sólo vemos aquí y allá algún pajarillo oculto en las copas de los árboles. Nos explica toda la fauna que hay por aquí, pero solo la vemos en fotos y en nuestra imaginación. En mi experiencia, lo que estamos viendo es lo normal, a esta altura y en bosques de coníferas no se ve casi vida animal. En compensación el paisaje es espléndido. Ya con hambre y ganas de desayunar, y tras varias horas de camino, aparece la sorpresa y el regalo del día: Ilihutsy dice: “¡Un búho!”. “¿Dónde, dónde?”. Efectivamente: es un enorme búho de Virginia, quien está posado y acechando en una rama de pino. Lo veo girar la cabeza 180 grados, mientras no se pierde un detalle. Consigo un par de fotos, incluidos sus espectaculares ojos, y luego levanta el vuelo. El guía dice que lo que hemos visto es un diez, algo muy, pero que muy difícil de ver. Así que estamos contentos, somos afortunados. Después del desayuno, cuando calienta un poco más el sol, Diego –quien por cierto es muy hablador– nos lleva a ver Ajolotes, una especie de anfibios muy interesantes, parecidos a los tritones y salamandras que son bioindicadores de la pureza del agua en la alta montaña. Son de unos diez centímetros y parientes del Ajolote gigante de ciudad de México, el cual está en serio peligro de extinción y que la próxima semana trataremos de encontrar. Esos Ajolote Gigantes son los más grandes del mundo y llegan e


tener 80 cm de largo. Desgraciadamente la caza para consumo humano, la contaminación y sobre todo la pérdida del hábitat los tiene al borde de la extinción. Intentaremos verlos y poner su caso en visibilidad para concientizar sobre la necesidad de preservarlo y rescatar a estos animales tan especiales. Con ello terminó ese recorrido. Más tarde hicimos ecología interior, asanas, Yoga y reflexiones sobre el Niyama.

En la tarde, tras un rico almuerzo, tomamos siesta y descanso, y sobre las 18.30, iniciamos la meditación con una preparación de Dao Yin y trabajo respiratorio. Luego hicimos estudio y compartimos. También llovió. Parece que cada tarde suele llover, aunque hoy no fue tan intenso y duró menos. Prefiero no cenar y me acuesto pronto. Sobre las 4 de la mañana ya estoy en marcha: es la hora de comunicarme con mi casa y compartir las novedades con María. A las 5.30 ya toca tomar el Bambú y honrar la Disciplina del Guerrero Solar. Esta viene siendo la dinámica normal de tres momentos de disciplina: al amanecer Yug-Do, sintonización y oración. Al medio día, Yoga, y al atardecer, Meditación. Estas prácticas siempre se acompañan con estudio y Sat Sang, preguntas y respuestas sobre la vida, el Sendero y el desarrollo interior. En las mañanas damos paseos de contacto con la naturaleza, baños de bosque, observación de animales,


contacto con la naturaleza. Y en la tarde un rato de tiempo libre y descanso. Son días plenos, intensos, renovadores y de gran paz. Serafín siempre está atento a lo que pueda servir. Perla se halla en un trabajo incesante por coordinar todo y servir al Maestro. Ilihutsy se mantiene lista para lo que se requiera. Ninguno de los tres se le pierde un detalle. Antonieta, por su parte, está dispuesta y haciendo todos los trámites que se requieren, y el resto del equipo –Guillermo, Caty, Antonio y Nancy– está disponible para todo. También llegó Juan, quien está en la mejor actitud de colaboración, así que con un equipo así, ¡cómo no la vamos a pasar bien! Impactados por estos días de bosques, disciplinas y plenitud, recibimos al nuevo sol en la ceremonia del Equinoccio de Otoño. En Sintonía con la Escuela y hermandad de Ecuador, Tenerife, María desde Igualada, y Toño en Gran Canaria. En fin, fue un momento de magia y renovación. Luego nos tocará seguir para Morelia. Para ello hicimos un taller improvisado de “cómo cargar el equipaje” en la furgoneta de Guillermo. Gracias a Cati, Antonieta y el mismo Guillermo, quienes trepados como chapulines, han preparado todo para seguir viaje. Morelia nos espera: también las Tarascas, la buena comida y un helado vegano. ¡Esto promete!

TAI AIM


Sí, el alma nunca vence, pero del mismo modo nunca fracasa. Es el ego, la perspectiva individual sujeta a la dualidad, el que constantemente vive en la idea de éxito y fracaso. La vida una, global y total, sabe que tras toda subida viene una bajada, y tras toda bajada, una subida. Todo en el mundo de la forma es impermanente y cambiante, se mueve por ciclos y ritmos. Para el alma, que simplemente es la memoria y el propósito del Ser, ganar o perder es indiferente. Lo único relevante para ella es la dirección correcta. El norte. La brújula del Alma apunta siempre al norte, que es nuestro Ser Esencial. De este modo, desde el punto de vista individual del ego, existe una tensión continua, un intento y un tratar de ser. Para ello se plantea objetivos y metas ficticias, focales que distraen y buscan alcanzar algún tipo de propósito. Por eso el ego se enfrenta a las elecciones continuas, a la conquista de logros, y todo ello movido por impulsos inconscientes, poder, prestigio y seguridad. Todo ello son ficciones porque a través de los logros nunca se alcanza la completitud, ni la seguridad estable. Más bien lleva a que el personaje viva en la idea de triunfos y fracasos: “¡lo conseguí!”, o “¡no lo conseguí!”. ¿Y después de eso, qué? Clama el alma en atronador silencio... ¿Y después, qué? Pues está claro: tras una cima hay una nueva bajada;


tras la expansión viene la contracción; tras la salud llega la enfermedad; tras la vida está la muerte... Por eso, el ego puede tener éxito, pero el alma no lo busca ni lo considera importante. Para el alma lo único esencial es no perder el norte, no desviarse ni un ápice de lo que es correcto, seguir adelante en la dirección adecuada, indiferente a éxitos y fracasos siempre temporales. El ego cree que si logra algo se sentirá realmente bien, que todo será perfecto. Pero el alma sabe que no hay tal lugar donde detenerse. El ego se agota y desgasta porque cada éxito requiere media vida, y luego la satisfacción no es estable ni duradera. Por eso, el alma sugiere descansar a cada paso, ya que no hay final. Establecerse en la paz y no buscarla al final de un supuesto camino. Yug-Do es encontrar el Yug, o el final, en cada instante. En el paso presente, en seguir la dirección del alma. El Guerrero de la Luz no lo tiene todo claro, no busca meta alguna: solo aprende a mantenerse receptivo a su propia alma, el conector entre su persona humana diferenciada y la totalidad. Saber por dónde caminar y mantenerse alumbrado por el encuentro de dos corazones vivos: el de un Maestro y un Discípulo. Con estos bastan para que el Oriente siga siendo la fuente de la luz y la dirección y el camino sean irrefutables, sin seguridades, promesas o porqués. La confianza y la conciencia son las columnas en el portal del Ser. Si estás interesado en la eternidad, en la verdad sobre ti mismo, olvídate de logros, éxitos y fracasos y céntrate tan sólo en la dirección correcta de seguir, aunque nadie lo comprenda, ni siquiera tú mismo. La paz no es para después, la conciencia de Ser llega a tu conciencia personal bajo el aroma de lo que es correcto y toca vivir, sin premios, ni castigos, ni éxitos, ni fracasos. Solo es una senda abierta a la pasión y al misterio.

TAI AIM


Perfección e imperfección son conceptos humanos. La vida es tal y como es, con cambios y variables infinitas. Así me planteo hoy mi paseo por la vida. Para lograr ello, me equipo con mi "atrapasueños", mi cámara fotográfica, y salgo a descubrir una nueva historia de México. Cuando era niño, mis papás me ayudaron con una colección de libros que compraba cada semana, la cual venía en fascículos, para luego encuadernar en diferentes tomos. La obra en cuestión era un diccionario de zoología, y como iba de la A a la Z, en el primer fascículo venía un curioso y extraño animal: el Ajolote.

Así supe que este ser tan extraño, que llegaba a alcanzar hasta 80 o 90 cm (hoy en día es prácticamente imposible encontrar alguno de estas dimensiones, ya que normalmente no pasará de 30 cm).


Era un anfibio primitivo de más de 300 millones de años que habitaba las aguas de las lagunas de la ciudad de México. Hoy, México es una metrópolis que supera con creces los 20 millones de habitantes, es un ecosistema muy degradado, contaminado y completamente humanizado. Es decir, hay gente y más gente, carros y más carros, basura, desagües y todo ello en una antigua laguna. ¿Y el Ajolote? Si ves las imágenes de hoy, las que acompañan este escrito, verás que todavía existen espacios de singular belleza, sin duda escasos, que son pequeñas joyas verdes. Hay parques como Viveros, Chapultepec, Pilares, las Américas, los Venados y unos cuantos más. En ellos sobreviven más de trescientas especies de aves, mamíferos extraños como el cacomixtle, el mapache, los tlacuaches, la ardilla gris, el ardillón de roca, armadillos, murciélagos, ratas y unos cuantos más. En los aledaños de la inmensa ciudad hay sorpresas, como la presencia de zorro gris, algún coyote y quién sabe qué más. También hay varias especies de reptiles, lagartos, lagartijas, agamas, serpientes de diferentes clases, incluidas la de cascabel, un grupo de anfibios, ranas, sapos, salamandras y ¡ajolotes!


En esta selva urbana conviene ser muy buen observador. En toda la zona de la Ciudad Universitaria de la UNAM y las reservas contiguas hay muchas áreas de singular belleza y rastros de sus habitantes. Son los territorios de los tlacuaches o zarigüeyas y los lugares de marcaje de los cacomixtles. En esta maravillosa naturaleza perfecta e imperfecta me quedo con la boca abierta ante los colibríes, los zanates, las águilas que anidan y viven en plena ciudad.

Pero para toparse con este "angelote" o ajolote hay que dirigirse a los canales de Xochimilco, la Venecia de México y buscar bien. Este animal ha sido llevado al borde de la extinción. Las razones son las siguientes: perdida de hábitat, contaminación, introducción de especies foráneas y consumo humano. Los platos de ajolote se llevan cocinando desde siempre, con la salvedad y el añadido de la superstición humana, que le da todo tipo de poderes al consumo de este pobre superviviente de la prehistoria. Le añaden las siguientes características: afrodisíaco, para el reuma, regeneración de huesos y órganos. La última deviene porque el animal es capaz de hacerlo consigo mismo, tal y como la lagartija regenera su cola. Sin


embargo, no existe ninguna evidencia científica de que el consumo del animal tenga efectos curativos para los humanos. Ciertamente que se están haciendo algunos estudios, pero hasta la fecha, sería más interesante estudiar la bioquímica y tejidos de estos seres que pensar que por comerlos vamos a lograr algún beneficio mágico. Aun así, ese tipo de creencias ha llevado a la casi extinción de rinocerontes, pangolín, tigres o tiburones. Mucho de ello subsiste por la superstición de una parte de la antigua terapéutica China. Hoy, afortunadamente, empiezan a prohibirse este tipo de comercios y se investiga más en la fototerapia y las cualidades de las plantas.

Sea como sea, el simpático ajolote es un animal muy presente en la mitología precolombina, ya que es el hermano "feo" del bello y sabio Quetzalcóatl. El a – Xólotl es una divinidad de las aguas obscuras, seres con alas (branquias) que pertenecen a la nocturnidad y la luna, en contraste con su solar y luminoso hermano emplumado. Los simpáticos ajolotes sí tienen el poder de la autorregeneración y dominan, como buenos anfibios, los dos mundos. La leyenda del Xólotl dice que el dios se escondió en el agua para evitar ser sacrificado, así que tonto no era... A mí me resulta muy simpático porque tiene cara de inocentón y sus alitas (branquias externas) le dan un aire de bobalicón extraterrestre.


En fin, que la perfecta e imperfecta naturaleza incluye a los contradictorios humanos: unos que se lo comen todo, otros veganos y muchos estados intermedios. “Erase una vez en México” me ha llevado a recorrer miles de años en un solo día. Mi alma está embriagada de colores, olores, sabores y cantos. Casi en 11 horas hemos practicado el Yug-Do sin bambú, meditado entre ranas y colibrís, observado al fantástico Martin Pescador Mexicano, malvasías, fichas de tercer ojo, gallinetas, garzas y garcillas, además de todo un mundo de orquídeas, bromelias, arañas y atrapa sueños. Hemos viajado al mundo subacuático del ajolote y tomado te macha con leche de soja.

Marú, Serafín, su bigote, y Perla me han acompañado a un mundo de fantasía real, donde los monstruos son amigos y las esmeraldas vuelan... Todo ello ha sucedido sin salir de México ciudad. Y la historia continúa... Cerca, muy cerca, hay mundos misteriosos y seres insospechados. Solo hay que mirar debajo de las piedras, detrás de los jardines, en algunos tarros de basura y −muy importante−, ver también el turno de noche. Cuando los humanos se retiran una mirada de ninjas


animales empiezan su día. Eso sí, es bueno recordar que México City, como tantas otras urbes, son lugares en las que la ciudad nunca duerme. Por ejemplo, a cualquier hora, alguien está comiendo. Ni modo..., ¡es México! ¡Buen provecho!

TAI AIM


Saboreamos las sensaciones que se despiertan en nosotros cuando vemos el amanecer y la figura del Maestro, quien refleja la luz. No nos hace falta entender su complejidad. El Maestro solo nos conduce a que comprendamos que la experiencia está más allá del pensamiento. A veces nos dejamos llevar por cosas banales que dañan nuestro ánimo, pero se lo aseguro, querido Maestro, estamos empeñados en perseverar. Hay experiencias que calman el alma y despiertan la divinidad que nos habita. Su complejidad es la simpleza que nos levanta y que nos hace fuertes en el espíritu. Solo los que danzan saben de este secreto. Siempre nos dijo que la felicidad no es para los débiles de espíritu, sino para los que se esfuerzan en serlo. Así que ver y tener visión es de propósito, no de pensamiento. ¿Cuánto dolor estamos dispuestos a alcanzar para comprender que nuestra debilidad es la que nos somete? Todas las mañanas hay una oportunidad. Esa es tu ganancia, aunque se puede convertir en una pérdida de oportunidad. Por eso no todos se presentan en el momento, ya que el amanecer se hizo para los que toman su espada y bailan la danza del Guerrero Solar. El propósito de fortalecernos en el camino es alejarnos de lo que no es. El Maestro solo nos puede mostrar el camino, pero él no puede caminarlo por nosotros. Él es la figura danzante


que siempre está y que a veces nos empeñamos en ignorar, apocando su conciencia reveladora.

Gracias, Maestro, por la senda determinante de su alma joven y su espíritu sabio. Todos somos parte de un impulso extraordinario ya que somos el reflejo de la divinidad. Con su ejemplo estamos determinados a ser más y a lograr nuestro empeño más pronto. Gracias, Maestro, por tanta luz. Gracias, México. TAI

MARÍA ARRABAL


“Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre”. James Dean “Nadie se da cuenta de que hay alguna gente que gasta excesiva energía simplemente para parecer normal”.

“No tienes que controlar tus pensamientos; solo tienes que dejar de permitirles que te controlen a ti”.

Albert Camus

Dan Millman “Un día de

“Cuando cambias el modo en que ves las

preocupación es

cosas, las cosas que

más agotador que

ves cambian también”.

un día de trabajo”. John Lubbock

Wayne Dyer

“De todos los animales de la creación el hombre es el único que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir”. John Steinbeck

“La mayoría de gente escucha con la intención de responder, no con la intención de comprender”.

A. C. Doyle

“No podremos encontrar paz en el mundo hasta que no estemos en paz con nosotros mismos”.

Dalai Lama

MARÍA ARRABAL


CLAVE DEL MES: ENTRENAMIENTO.

PARA VER: SAMSARA Dirección: Pan Nalin 2001 India 136 min.

FRASE DEL MES: " SIN DISCIPLINA NO HAY AVANCE”

PARA LEER: La gata prodigiosa y otros textos Zen. Autor: Graf Karlfried Du ̈rckheim Ediciones Mensajero 2004


Mis manos se movían con rapidez de un lado al otro sobre el lienzo de mi alumna. Los trazos iniciales de carbón se transformaron en manchas de colores y en pinceladas enérgicas que revelaron a la mujer del sombrero. En pocos minutos en lienzo cobró forma: mis alumnos estaban expectantes como si de un acto de magia se tratara. Sentí una energía poderosa y vibrante que me conectó con el artista que hay dentro de mí. Hacía tiempo que no sentía esa fuerza y que no experimentaba ese disfrute de expresar mi creatividad a través del arte, de la pintura, etc. No siempre tengo el tiempo para dedicarme a lo que más amo. Para mí ese momento fue revelador: un yo diferente emergió y manifestó su gran necesidad de expresarse. Esta experiencia me conectó con momentos de un pasado algo lejano en el que tenía la pretensión de ser un gran artista. “El artista”, como bien decía el Gran Dragón, “es el Pontífice, el que crea puentes entre lo humano y lo Sagrado”. Recuerdo aquellas palabras del Maestro, respecto a que todo Ser humano debe convertirse en una obra de Arte Viviente. Ser un catalizador y un conector para realizar la obra en lo sagrado. Me quedo con la definición del Gran Dragón en relación a que el “Arte es la capacidad de expresar la belleza”. Ya sea a través de la practica con el bambú, en la cocina con un plato exquisito, al pintar un cuadro, al tocar una maravillosa


melodía, al fotografiar la naturaleza y la vida salvaje, al crear un hermoso jardín o al escribir un poema, etc. El arte de poder contemplar la salida del sol en este último Equinoccio nos embriagó y deleitó con aquellas artísticas nubes que cobraban forma de pájaros, dragones o mariposas que se fundían posteriormente con el astro rey. Me maravilla las fotos que envía el Maestro, en las que se reflejan la belleza y el espíritu salvaje de lo insólito, lo mítico, lo mágico y lo misterioso, que forman parte de la esencia de la vida a través de la luz y del buen hacer.

TAI

Raúl Villar


Escucho la vida en este instante, mientras me felicito por esta maravillosa oportunidad que se me presenta. Todas las dimensiones de la vida se encuentran aquí y ahora. Solo me resta darme cuenta, y poner atención. Primero recapacito en que estoy vivo, y que los cuatro reinos de la naturaleza también lo están. Esta enorme diversidad manifestante me supera, sin embargo comprendo que siempre existe el comienzo para llegar a todo y realizarlo. Aún con discernimiento, me percato que no todo es para vivirse, y por eso mi capacidad de seccionar y elegir me hace único, porque es ahí donde soy original por darme cuenta. Recuerdo el símbolo del “darme cuenta” o tomar consciencia, que es un círculo con un punto en el centro. El Maestro me sugiere desarrollar la valentía para no depender de nada e ir más allá de la consciencia. Si bien estas son palabras mayores, desde luego, la invitación existe para cuando esté listo para realizarlo. Por eso sé que, en algún momento, también tendré que dejar esta agarradera en el proceso de la Senda. Las bases para comenzar


a caminar, vivir y experimentar la estrada son cuatro, a saber: el primero es tener una economía sana, porque sin dinero no voy a ningún lado y no me alimento, no tengo donde vivir, etc. El segundo es contar con buena salud, ya que la enfermedad me impedirá seguir bien el camino. Ello implica que tengo que disciplinarme en los cuatro órdenes de mi persona: cuerpo, energía, mente y espíritu, para lograr un buen funcionamiento e ir hacia la trascendencia. El tercero es el tiempo: todo en la vida requiere tiempo y espacio bien ordenado, para que las cosas de mi vida resulten bien. Por eso tengo que tener tiempo destinado de manera adecuado. Y el cuarto punto son las relaciones humanas. Aquí es fundamental darme cuenta cómo me relaciono con los demás: si estoy cometiendo errores, si falto al respeto y no cumplo con las reglas de la vida. Eso también me impedirá caminar con equilibrio, paz y quietud hacia la trascendencia. De modo que está muy sencillo cubrir los requisitos para abrir la pesada lápida que me impide entrar en el Reino de los cielos, en mí mismo. Agradezco al Maestro su guía y asistencia en Silencio y a distancia.

TAI

Serafín Mendoza


Nos adentramos en el Parque de la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, en la población de Agangueo, Michoacán. Septiembre no es fecha de visitas turísticas, por lo que las hectáreas dedicadas a la conservación de este insecto, el cual migra de México a Canadá y luego de regreso, estaba sin sus aleteos y sin la presencia de cientos de humanos que también revolotean excitados con los estampados naranjas de estas longevas mariposas. Esta ocasión, el grupo Yug-Do México y el maestro Antonio Iborra estábamos allí con la intención de avizorar aves. Fue contratado un guía local especializado en esos menesteres. Por su parte, yo iba preparada para el viaje de observación de la naturaleza. Llevaba mi ajuar verde olivo, mis zapatos de alta tracción y mis ligeros binoculares. He aprendido, gracias a la cercanía y sensibilidad de mi maestro, que debo caminar permitiendo que mis pies vean el sendero mientras mis ojos descifran y leen el paisaje. Por eso he practicado en el Parque de Arboledas, donde está el Dojo Pilares, mirando aves, nidos y al águila que seguido nos visita. Debo confesar que mi visión está afectada por dos circunstancias: primera, por astigmatismo y miopía, por lo que no me es sencillo ver ni de lejos ni de cerca, ocasionados por muchas causas además de tantas lecturas y pantallas luminosas; segunda, por estar acostumbrada a leer los signos de la urbanidad que me impiden reconocer los lenguajes de bosques y selvas. Para seguir al pie de letra los consejos referidos por mi maestro, guardé mis lentes en la bolsa de la cazadora, y afiné el oído. Todo


movimiento, sonido y ruido eran percibidos por mi cuerpo de forma integral. Caminé con el corazón inocente abierto en todo momento, y por eso disfruté del olor de las hojas al ser tocadas por mi mano, los claroscuros de los altos pinares, los verdes brillantes y sombríos que me hacían sonreír así como las flores rojas que daban toques de alegría a nuestro recorrido. Por supuesto escuchaba distintos trinos y cantos. Reconocí algunas aves, y vi pájaros que despegaban y volaban majestuosamente. Luego, los paisajes de este bosque me hicieron palpitar de la emoción por su verde frondosidad y vitalidad. El recorrido estaba llegando al final. El grupo decidió dar una última oportunidad de mirar más aves antes de tomar nuestro refrigerio. El guía nos indicó que el último sendero era corto, quizá 500 metros. Los caminamos. Entonces, sin lentes ni catalejos, percibí un objeto raro sobre una rama de un gran árbol. “¿Es un panal?”, me pregunté. Podría serlo: era café, con forma de jarrón y muy visible a pesar de su camuflaje. Me detuve, y entonces observé con el binocular: sin pensarlo dije: “¡un búho!”. El maestro no lo


creía, y se acercó a mí para recibir mis indicaciones de su ubicación. Y constató, igual que los demás, que allí había un búho bello, bellísimo, expresivo, que giró su cabeza en varias ocasiones, sin perder la prudencia de sus movimientos. Pasaron unos minutos más en los que nos alegró con su presencia. Luego, voló al extender su plumaje. Aunque algunos dirán que exagero el tono mi narración porque encontrar un búho podría no ser importante, para mí el hecho sí que es significativo. ¡Soy una mujer de ciudad, acostumbrada a edificios, automóviles y aviones! Pero además, el mensaje de la nueva etapa me fue anunciado: esta mujer capricornio –a quienes, dicen, gustan de elevarse por los peñascos– al hallar este animal nocturno, símbolo del conocimiento, en plena mañana, resultaría en escenificarse el portal de la trasmutación de egoísmo y materialismo mediante el amor en perdón, sinceridad, confianza y lealtad. ¡En hora buena camino por este sendero de Yug-Do!

TAI

Illihutsy Monroy


Mientras tomo un zumo en un restaurante del monte, reflexiono sobre la serie de vivencias que acabo de tener hace un rato durante una caminata para el Seminario de Yug-Do que se realizará mañana. Para empezar, me llama la atención el por qué desde hace un tiempo escribo tan a menudo sólo de vivencias en la naturaleza. La respuesta la encuentro en lo que nos dijo el Maestro Antonio en el curso magistral de Acupuntura que impartió el día de hoy –y del que hay muchas migas, sin duda, que aprovechar–: “Entre tanto deber o trabajo que hacer, los cuales siempre están ahí, no te olvides de hacer lo que te gusta, de tus hobbies y, en definitiva, de dedicarte tiempo”. Aclaro que las palabras no fueran exactamente estas, pero sí guardan su sentido. La vida es sólo una, y el tiempo pasa. Por eso procuro igualmente hacer del deber también algo que me guste. La verdad es que me agrada pasear por la naturaleza, contemplar, retratar y compartir la belleza que me nutre, tal como lo hago con los alimentos.

Las vivencias fueron las siguientes: Primero me acerqué al Pico del Inglés a buscar una ruta circular y, de repente, me encontré ayudando a unos extranjeros a quienes les acababan de romper una luna del coche y llevarse un bolso con casi todo lo importante


que tenían. La verdad es que se respiraba su nerviosismo y frustración, así como la ansiedad que la situación les producía. No me apetecía mucho estar allí, pero era lo que tocaba, así que lo procuré hacer de forma tranquila. Después de hablar con la policía y con ellos, me pidieron que les ayudara a buscar en las inmediaciones del lugar por si encontraban algo. Y así lo hicimos, sin mucho convencimiento de encontrar nada, pero con la seguridad de que ellos necesitaban el apoyo y la presencia. Después de un buen rato y sin cejar en el empeño, el chico encontró el bolso tirado en uno de los caminos. Ello me recordó algo que dijo el Maestro hoy: sólo uno decide bajar los brazos y darse por vencido. A partir de ahí, intentamos de todo: revisar construcciones abandonadas y caminos, incluso peinar el monte por si habían tirado tarjetas y cartera entre los matorrales y árboles, pero no fue así. Mientras hablábamos en inglés por el camino, y él estaba más calmado ya, decidimos revisar por último dos senderos. Uno de ellos era un acceso temporal en bajada que podía haber sido utilizado para huir de la zona, pues estaba claro que iban a pie. Ya estaba él parándose –porque entiendo que pensaba que no encontraría nada– cuando a mí me dio por adelantarme y explorar un poco más. De repente, vi algo que brillaba a lo lejos, en el suelo. Primero apareció un pequeño llaverito, luego unas monedas y ahí entre los arbustos todas las tarjetas estaban regadas e, incluso, la cartera negra que buscaban se hallaba colgada de un brezo. ¡Tremendo subidón le dio aquello al alemán cuando lo llamé para que lo viera! En fin, aprendí bastante del ejemplo de hacer lo correcto y no cejar en el empeño pone de seguro la suerte de tu parte. No sé ni cuantos abrazos me dio el alemán en el camino de regreso. Me despedí lo antes que pude tras saludar a su mujer, para no alargar la cosa. Reflexiono ahora cómo las emociones se mueven y suben


como olas. Aunque si estás relativamente centrado, las puedes dejar pasar y danzar con ellas, sin que te lleven. Después me fui a buscar la caminata a otra parte. Inicié en el mirador del Carmen, y allí me encontré con cuatro antiguos excompañeros de Yug-Do que me llamaron para saludarles. Entre ellos estaban Chano y su mujer. Siempre me alegro de saludar a quien me quiere saludar, y más con quien he compartido momentos y parte del camino. Eso sí, noté en la conversación otros detalles de fondo, por lo que me despedí con cariño y lo más pronto posible al recordar mi empeño y reto. Claro: revisar alguna ruta circular de pateo para mañana. Y allí mismo aproveché y se dio la ocasión… Ahora, después de tomarme el zumo y reflexionar si debía haberme quedado aquí a escribir, ya que la vibración de la fiesta del piso de debajo del bar retumba en todo mi cuerpo y órganos internos, me he permitido experimentar que no pasa nada, que me puedo soltar y relajar casi en cualquier situación o batalla y no dejarme arrastrar o mover por mareas emocionales y vibratorias. Pero por hoy ya está bien de tanta vibración y movimiento emocional, que tampoco hay que abusar. Con moderación, como bien dice el Maestro.

TAI

Eugenio Pareja


El dragón llama Fuego aterrizado Alas a volar

Quieta la mente No hace falta pensar Sabiendo estar

La existencia Buscando despegarse Vínculos soltar

El dragón en mí Lo veo ya en ti De la mano ir


Frente al dragรณn Corresponde valorar Comprendiendo ser

Libertad amar El alma buscando va Profundo sentir

TAI

Emily Ann Fitz


El paso intermedio para alcanzar la verdadera conciencia del ser pasa por la humanidad. Este evolucionado ser humano nos facilitaría la conexión con la verdadera esencia. No es una tarea fácil relacionarnos de una manera habilidosa con los primeros cuatro chacras. Estos se representan con los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego. Ellos son las necesidades humanas, emociones, afectos y amor humano. En esta etapa tenemos que vincularnos con un montón de personajes, desde nosotros mismos hacia los demás y, al igual que en cualquier juego de mesa, tenemos que ir avanzando casillas. Primero nos toca la salud, luego nos metemos en la familia, los celos, las propiedades, los compañeros de trabajo, el jefe, la dieta, las vacaciones y un largo etcétera que, parece, que para algunos no acaba nunca. Quizá por eso se quedan a vivir ahí. Algunas personas intuyen que esto es una verdadera locura, la cual no da una verdadera paz y felicidad. Por eso, empiezan una búsqueda hacia lo infinito. Y así es como empiezan a vislumbrar vagamente elementos, los cuales se presentan sin mucha forma. Sin embargo, estos te transportan a lugares sin nombre donde la presencia del momento se hace visible. Luego es que encuentras la belleza en una flor, en las nubes, en el silencio, en la soledad, en la naturaleza o en la poesía. Y entiendes la eternidad, la unidad y la esencia de todas las cosas. Miras la parte embriagadora y mágica, donde la perspectiva de lo que conoces se pierde porque todo se mueve en otro espacio, en otro tiempo y en otra dimensión.


Luego sabes que existe un salto importante hasta el 7º chacra, en el que solo existe el ser, la unidad, que deja de existir la polaridad, el conflicto y la resistencia. Aquí todo es uno. ¡Qué magia tan grande hay! ¡Qué paz haber conocido el Yug-Do, y al Maestro! Desde entonces, me encuentro más segura de nada y de todo. No sé cuál es la razón por la que algunos días es tan fácil vivir: parece que el cuerpo flota, que cada acto que realizas te entra directamente al corazón. Todo es liviano y placentero, y existe en el ánimo una sensación pletórica de felicidad y paz, aunque realmente no ocurre nada aparentemente especial. Yo me he convencido que son pequeños adelantos que nos hace el universo para saber que estamos cerca, que esto es real, que todos somos uno y que estamos en el camino adecuado.

TAI

Maite Belaza


Soy más que un ser humano. Soy lo que veo, siento, escucho, Saboreo y huelo. Soy más de lo que me dicen. Soy lo que creo y como lo creo. Soy el canto del ave, Soy la temperatura del sol, Soy el movimiento de las olas, Y el silencio de la nada. Soy el latir de mi corazón Y la vida fluyendo. Soy una roca de la montaña, Soy el búho del bosque, Soy la hormiga del parque, Y el pez del río, E, inclusive, la luciérnaga en la oscuridad.

TAI

Nancy González


1- EL MAGO. BONDAD. Da lo mejor de ti mismo, supérate y aplica la inteligencia para resolver las dificultades. Cuida tu cuerpo y corazón-mente en serenidad, con el fin de generar CONCIENCIA. 2- LA SACERDOTISA. ESCUELA DEL 51% Mi Escuela es la del 51 %, lo que quiere decir es que siempre, absolutamente siempre, hay un poco más de positivo que de negativo. Para lograr ello hay que conectar con la fe, la confianza y afianzarse en una verdad superior. Hay que ser prácticos. No negar lo negativo, pero no enfocarse en ello, sino en lo global. 3- LA EMPERATRIZ. MIEDO. No se trata de negar al miedo ni cultivarlo sino de obsérvalo y reconócelo. No te quedes allí: ve el paisaje en su conjunto. Agradece cada día el seguir vivo, y mantente en el presente haciendo lo que toca y haciéndolo bien. Vive en paz, aunque toque esforzarse, y no proyectes tu mente a futuros lejanos. Hoy, ahora, usa lo que tengas para avanzar. 4- EL EMPERADOR. GRATITUD. La verdadera gratitud no es un formalismo, es esencialmente un sentimiento. Surge cuando se ha conectado con la esencia de la existencia, con el Ser. No es decir "gracias", es descubrir algo mucho más profundo. Agradecer es conectar con algo muy elevado y superior. 5- EL HIEROFANTE. RECEPTIVIDAD. Las grandes transformaciones, conocido como el despertar, aparecen desde una profunda receptividad a la vida. Eso no es pasividad: es inteligencia espiritual. Para ello solo hay que recibir, respirar, abrirse, amar y aceptar. 6- LOS ENAMORADOS. ECUANIMIDAD. Vive sin elegir. Mantente en la observación. Eres conciencia libre.


7- EL CARRO. ESCUCHA. El método más profundo y revolucionario que existe para propiciar tu elevación interior, tu evolución, la expresión de todo tu potencial es escuchar. Hay que hacer una pausa, dejar de emitir pensamientos y acciones, solo estar aquí y escuchar.

8- LA FUERZA. TU ÚNICO DEBER. Lo que existe entre la felicidad y tú es el cristal de la mente. Has de hacer que tu mente sea tu amiga y aliada. Pon a tu mente a trabajar para ti. 9- EL ERMITAÑO. LO INESPERADO. Aceptar la incertidumbre es un signo de maduración interior. Abrirse a lo inesperado es un acto de inteligencia y de humildad. Todo es perfecto. 10- LA RUEDA DE LA FORTUNA. SUERTE. ¿Existe el libre albedrío? La vida no se circunscribe ni se limita a la razón. Simplemente aquella la incluye. 11- LA JUSTICIA. UNIDAD. La unidad despierta en su propio sueño de diversidad, y puede reconocer que todo es uno. Que todo es él mismo. Por eso, el desarrollo espiritual y el despertar de la CONCIENCIA es siempre un camino hacia la unidad.


12- EL COLGADO. PERSPECTIVA. Cada vez que te sientes mal, prueba a cambiar la perspectiva, ver lo mismo desde otros ángulos, cambiar la interpretación de la situación o verlo de otro modo. La perspectiva es la puerta de la magia. 13- LA MUERTE. VIDA. La muerte es el número 13, la vida también. Trece más trece suman 26, el cual es el número de Dios. En la conciencia despierta, sin preguntas ni respuestas ni pensamientos, puedes darte cuenta de que hay algo. Algo VIVO y esencial está detrás de todo. 14- LA TEMPLANZA. TODO ESTÁ AQUÍ. Tienes que dirigir a la mente: toma el control, usa la atención y dirígela a este momento, a la experiencia sensorial. Respirar, caminar, oler o percibir algo de este instante, sin analizar, ni razonar son la clave. 15- EL DIABLO. EL ÚNICO MAL El mal es el bien fuera de sitio. Cada uno debe empezar por valorar su vida, su sentir y buscar las ayudas, conexiones y modo de conectarse al río de la evolución superior. Eso es bueno. Estancarse es malo. 16- LA TORRE. RESURRECCIÓN No existen la creación ni la destrucción, todo es una simple transformación. Sé el ejemplo de lo que sientes que es correcto y forma parte de la solución. 17- LA ESTRELLA. AVENTURA. El freno a la dinámica de la existencia es el estancamiento. El Universo es una aventura constante. 18- LA LUNA. ACÉPTALO. Aceptar es apostar por una actitud más poderosa, y ello es de guerreros. Acéptalo, pero nunca tires la toalla. Aceptarlo es el principio, no el final. 19- EL SOL. NADA ESPECIAL. O todo es especial o nada lo es. Hoy, este puente que ves es la única oportunidad que tienes. Todo depende de tu capacidad de valorar y amar. Tú puedes hacer que cada paso sea algo especial.


20- EL JUICIO. ALEGRÍA. Es la vibración más alta, algo que me conecta con la verdad más profunda. La verdadera alegría conduce a la perspectiva de la paz, del darte cuenta de que la vida es eterna. 21- EL MUNDO. SUEÑOS. Son el tejido conjuntivo del universo, la tela de araña que lo conecta todo o la matriz de la existencia. Activa el resonador y luego convierte tus sueños en realidad. Esa es tu Misión. No esperes claridad, sólo camina. 22- EL LOCO. LLEGA EL OTOÑO. ¡APLICA! Todos estamos equipados para cumplir nuestra misión espiritual. Aplica en tu vida cada uno de las lecciones anteriores. ¡Buen Viaje! Mensajes diarios del Maestro Antonio Iborra, resumidos por la CN Candy Vera.

TAI

Candy Vera


TAGLIATELLE DE CALABACÍN Ingredientes • Calabacín: 1 • Tomates secos en aceite de oliva: 4 mitades • Parte verde de la cebolleta: 1 tallo • Pimienta negra: pizca Salsa: • Anacardos: 1/2 taza • Agua: 1/4 taza • Aceite de oliva: 2 c.s (cucharada sopera) • Hierbas frescas (albahaca, orégano, tomillo, estragón...): 2 c.p (cucharada pequeña) • Zumo de limón: 1 c.s • Sal: 1/2 c.p Procedimiento: 1. Con un pelador pelar el calabacín de arriba a abajo de tal forma que queden tiras de 1cm de grosor aproximadamente. Si se van a comer fríos recomiendo entonces añadir 1/4 c.p de sal y dejarlos marinar durante 1 hora para que se reblandezcan. Si se van a comer calientes no hace falta marinar el calabacín con un poco de sal, sólo tendríamos que llevar bastante agua a ebullición y escaldar las tiras de calabacín durante 5 segundos.


2. Tanto si se escoge marinar los calabacines o escaldarlos, tenemos que escurrirlos bien y disponerlos en un bol junto con el tomate seco partido en tiras y la parte verde de la cebolleta partida finamente. La salsa: 1. Remojar los anacardos en agua filtrada durante 2 horas. Pasado este tiempo escurrirlos bien y lavarlos de nuevo bajo el grifo con agua pura. 2. Disponer los anacardos en la batidora junto con el agua, el aceite de oliva, las hierbas frescas, el zumo de limón y la sal. Batir bien hasta adquirir una consistencia bien cremosa. 3. Verter la crema de anacardos en el bol donde tenemos el calabacín y los tomates secos, mezclar bien, aliñar con un poco de pimienta negra al gusto y servir con un toque de hierbas frescas bien picadas.

…BUEN PROVECHO!! TAI


Talleres deYug-do, Yoga, Curso de Acupuntura Cuรกntica, y de Reflexoterapia Podal. Seminario y prรกcticas en la Naturaleza. Terapias personales, Prรกcticas diarias de Yugdo y Compartir con la Escuela de Cintos Negros de YugDo.

Terapias personales en Barcelona, Pineda de Mar y Vich.

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Continuan las actividades habituales; clases, talleres, Escuela de C. Negros, difusión y prácticas regulares de Yug-do. Se prepara el próximo Encuentro del 12 al 24 de noviembre con el Maestro. Aplicando todo lo descubierto en el último Encuentro y apuntando ya hacia el siguiente en febrero, contentos y renovados. Siguen las clases, talleres y demás formaciones y actividades de Yugdo…

ADELANTE LA GRAN AVENTURA DE VIVIR EL YUGDO!!

Para bajar ésta y anteriores publicaciones:

https://issuucom/search?q=yugdo


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