Asociación para el Fomento del Espíritu y la Esencia de las Artes Marciales y el Yoga
BOLETÍN 233 NOVIEMBRE 2021
Camino sobre la alfombra de hojas multicolor, sobre todo pardos, carmesí, algún dorado. Ya el verde mengua, aunque continúa solo en las coníferas y los matorrales perennes. Todo tiene fragancia a tierra húmeda, setas y un olor a castañas tostadas. Es otoño, la época más oscura. La noche del año, el tiempo de la nocturnidad, los silencios, el canto de acentor, el rumor del arroyo, las ramas secas, y las hojas crujientes arrastradas por un soplo de viento del oeste. Llega el tiempo de la muerte, los difuntos y las ánimas en pena. Plutón, el regente de Escorpio, ya arrancó directo y en todo su poder, desmontando lo viejo, esto es, las estructuras capricornianas obsoletas.
Es un mes y un tiempo de cambio, de putrefacción y de composta. La tierra entera atesora sus nutrientes. Es la mejor época para la meditación, la soledad, la escucha activa, el ejercicio de la quietud y el deporte de la calma. El Guerrero Solar, siempre atento a los ciclos y los ritmos, sabe que es una época de espera, de momentos detenidos, de adentrarse en la respiración abdominal, la conexión con la sabiduría del vientre. El primer Taiyang nos mete en el fuego interno, el papel selectivo del intestino delgado y la reconstrucción del agua Yang. La principal tarea es buscar la fuerza fluida de la verticalidad, sin tensión. Hay un Yoga completo y esencial en la comprensión de esa cadena de la vida que es la columna vertebral, sus curvas ondas y mensajes neurológicos.
Incluso en las épocas de la semilla, de las largas noches, la percepción del cenit y de la verticalidad, le da el mensaje, la dirección al brote, para recordarle siempre dónde está la luz, el origen y el destino. En los cerros de Iberia, el macho montes entra en celo, la montaña recastañea en topetazos que rompen la serenidad de las cumbres. Desde cualquier punto del valle se conoce que, arriba, entre precipicios, los señores feudales dirimen sus justas en palenques improvisados. Más abajo, en las cárcavas, el gran Duque, el señor de las tinieblas, el búho real, también se despierta a los influjos de eros, y empieza el amor de la noche. Te deseo un mes maravilloso, lleno de olores y sabores. Otoño en plenitud. ¡Feliz otoño! TAI
ANTONIO IBORRA
El Yoga ha sido definido por Patanjali como “el aquietamiento de las vibraciones de la mente”. Es una descripción muy escueta, pero elocuente. Los sabios de antaño nos explicaron que nuestro verdadero Ser es equivalente a una substancia radiante, una felicidad sin objeto, un algo que aglutina las descripciones más esenciales de lo que todo ser humano ha buscado: paz, felicidad, armonía, plenitud, completitud, dicha, seguridad, estabilidad, etc., etc. Todo ello se expresa en un concepto: Sat Chit Ananda. El individuo, la persona, anhela profundamente el Paraíso, todo lo que aglutinan esas palabras, y lo busca afuera de sí
mismo, en la experiencia de la vida, del mundo y de la dualidad. Naturalmente no lo consigue. Todo lo más, algunos instantes, momentos, tiempos donde tocamos pequeños fragmentos de la substancia del Ser Esencial. Y además, esas experiencias son muy inseguras e inestables porque están sujetas al mundo cambiante. De este modo, lo que sabemos desde lo humano es que todo es cíclico, y cuando disfrutamos de un buen momento, este está condenado a pasar... Tratamos de llenar la nostalgia del Ser Esencial con el tener, nos aferramos a objetos, buscamos relaciones y coleccionamos experiencias. Pero al final la vida pasa, y nos acercamos al gran sueño sin haber despertado. Los Maestros de Sabiduría nos mostraron la ruta. En primer lugar, el viraje hacia los adentros, el cese de la persecución de lo externo y sus promesas fatuas, nos han recordado una y miles de veces que el Buscador es lo buscado, que el Reino de los Cielos está dentro, al interior.
El mensaje está claro, pero ¿dónde? Uno cierra sus ojos, se queda quieto, deja de buscar, pero solo se experimenta el ruido interior, el caos de la memoria, las imágenes mentales, la angustia, la ansiedad, y muchas veces la lucha interna. ¿Entonces? Te voy a poner un ejemplo. Imagina que estás navegando en un bote por una laguna, y sabes que en el fondo de esas aguas está el mensaje anhelado. Sin embargo, por mucho que mires tratando de ver el fondo, a causa de las olas y marejadas, solo ves algo confuso: algas, polvo en suspensión, todo está turbio y movido, incluso hay algunos peces sospechosos. El secreto del Yoga es que tú posees el poder y la capacidad de detener el movimiento de las aguas, de calmar la marea. De ese modo, cuando el líquido se para, las aguas se vuelven transparentes, lo que conlleva que el fondo de repente revela toda su belleza, y el mensaje con todo su contenido te despierta a tu propio Ser. El gran regalo es que, aunque en el mundo de la dualidad, la realidad y todo cambia, por lo que
las aguas se volverán a remover y perderemos el contacto con el fondo, podremos también, una y mil veces, volver a buscar dónde es, y poder aplicar el método para detener las vibraciones y ruidos que nos hacen olvidar nuestro ser.
Hasta aquí el proceso, y también el método. Pero yendo más allá, invocando el viaje ontológico del universo, la historia nos habla de cómo el Ser Uno, el potencial puro de la vida, se manifiesta, se divide, se fragmenta en los infinitos pedazos de la diversidad para poder generar la conciencia de sí mismo. El Uno es todo, pero es inconsciente de sí mismo, y la Verdad se convierte en Realidad, es
decir, la Unidad se convierte en Diversidad para iniciar el proceso de la evolución. Nacemos inconscientes, venimos de la Gran Fuente Inconsciente, y mediante el propósito de la vida, vamos regresando al Origen conscientes. Dicho de otro modo, el Universo está tomando conciencia de sí mismo a través de la forma humana. ¿Cómo adquirimos conciencia? A través de algunas experiencias, de experimentar el dolor, el sufrimiento y aprender a corregir el rumbo. Cuánto más conciencia tenemos, más podemos seleccionar las experiencias para poder generar más conciencia. Necesitamos más discernimiento. Y el Yoga está ahí, la meditación, que es parte del Yoga, está ahí... La quietud es la puerta. La terapia te ayudará a reconstruir las disfunciones del ego, la práctica de la disciplina interior, te permitirá desarrollar la habilidad para aquietar el pensamiento, saborear el reflejo del Ser eterno. TAI AIM
Somos el Ser Eterno viviendo un sueño de temporalidad. ¿Cuál es su objetivo? Desarrollar mismos.
la
plena
conciencia
de
nosotros
¿Cómo se logra? Mediante un regalo llamado tiempo. Con ese vehículo que llamamos "yo", con un cuerpo humano, una mente y una identidad, podemos convertirnos en jardineros. El jardinero es el que crea un paraíso, un ambiente de belleza, verdad y bondad, y lo hace aprovechando el tiempo. ¡El tiempo es oro! Eso nos han dicho, y la vida como proceso evolutivo es una alquimia para convertir el plomo en oro. El plomo es el miedo, el oro es la alegría con su brillo solar. El plomo es el tiempo perdido, el vivido en las emociones de la desdicha; en cambio, el oro es el tiempo de Venus, de la Bondad y de la vida.
¿Estás disponible para tomar una taza de té? Ahí tienes el secreto. Compartir una taza de té (o café, mate o del vino de la sabiduría) no es tomar una substancia en sí. Es, más bien, compartir, abrir el espacio y el tiempo para lo más esencial en la vida: celebrar la relación, el encuentro. Viene a verte tu hijo, un amigo, quien sea, ¿qué haréis? Eso es lo de menos, té o café, ¡me da igual! ¿Sentarse o pasar?, lo importante es estar juntos. Ese es el valor del tiempo. Perdemos mucha vida en la actividad, en el pasar de una cosa a la otra, y todo ese “hacer”, que es necesario por una parte, necesita complementarse con el “estar”, con el “saber estar”. Mediante el “hacer” conquistamos el “tener”, mediante el “estar” nos abrimos al “ser”... Ese pequeño momento que es la vida, es solo el tiempo para tomar una taza de té. Hazlo con amor,
hazlo con el ser amado, y aprende a amar a todo aquel con el que quieras compartir un té. El instante vital te ofrece un poco de oro oculto en un reloj de arena. Si lo sabes extraer, sabrás que la vida, cada día, es un regalo. Si estás angustiado, preocupado o asustado, tu vida será un infierno, un pesado plomo, no tendrás tiempo para estar, para tomar un té, para vivir el regalo de la paz. Cuando uno asume la senda del espíritu, adquiere un compromiso profundo con el legado del ser. Eso, en las artes marciales, significa aceptar el Cinturón Negro, la entrada al Dojo, lo que de paso te pone en contacto con una clave secreta: la DISPOSICIÓN. ¿Estás dispuesto? ¿Estás abierto al aprendizaje? ¿Estás listo para corregirte? La disposición es muy importante, pero hay algo más, lo que llamaría la verdadera práctica de la disposición: es decir, la DISPONIBILIDAD. Uno puede decir estar dispuesto, pero a la hora de la verdad si hay una
incapacidad no puedo, o si estoy ocupado no estoy disponible. Y aquí está la clave básica: "unos quieren y no pueden, otros pueden y no quieren". Y puede continuar con la siguiente frase: "y nosotros que podemos y queremos te damos gracias, señor". Disposición sin disponibilidad es tal como querer y no poder. Un artista marcial, en el sentido espiritual, se capacita, se prepara, supera sus dificultades, sus deficiencias y sus pruebas para lograr estar realmente DISPONIBLE. Esto es, poder disfrutar de una taza de té con la vida, con un momento de oro. Tener tiempo es ser rico. Que te tenga atrapado el tiempo es pobreza. La magia está ahí. No en un ritual, ni en manejos ocultos: es simplemente saber disponer de ti mismo y recordar lo esencial. Todo empieza con una verdadera voluntad, con un querer sincero y dispuesto al trabajo constante. ¿Quieres? Entonces, ¡puedes! TAI AIM
TEORÍA Meditar es sentarte y no hacer nada, ni pensar nada. Dejar la voluntad y la intención aparte, y simplemente dejarse ser. Hay cientos de libros de meditación y tratados infinitos ligados a religiones o a tradiciones espirituales y, hoy en día, estudios científicos sobre sus beneficios. A esta le llamamos con nombres sencillos, como meditar y contemplar, así como con otros místicos y antiguos: como Zazen, Vipassana, etc. Y hay otros nuevos, como si hubiéramos descubierto otra vez la rueda: Mindfulnes. Nombres,
solo nombres, que hay que dejar junto a los zapatos para entrar en la meditación. ¿Beneficios? Hay tantas palabras de alabanza a sus virtudes que parece que la meditación lo puede curar todo, que puede desencadenar milagros. Hoy en día meditar es algo importante. Seguramente, como sucede en tantas otras cosas, hay más gente que habla sobre la meditación que verdaderos meditadores. ¿Fácil? Aquí tenemos toda la paleta de opiniones: ya que para algunos meditar es un trabajo titánico y muy complejo, casi para personas súper dotadas, para otros es lo más fácil del mundo, ya que basta con sentarte un rato de forma tranquila y sosegada. ¿La verdad? La meditación es un lugar que ofrecerá las opiniones de cada visitante. Para saber qué es realmente meditar deberíamos hacerlo. No es suficiente leer muchos libros al respecto. Más
que explicar la meditación, uno debe responderse la siguiente pregunta: “¿qué es para mí meditar?”. ¿Qué me aporta? ¿En qué me sirve? ¿Vale la pena? Hay tantas cosas que hacer en el mundo moderno: distracciones, móvil e internet, por ejemplo, que uno debe plantearse si le vale la pena NO HACER NADA. Seguramente habrá muchos que dirán: “soy demasiado activo para una actividad tan pasiva”. Aunque seguramente cualquier meditador sabrá por experiencia que meditar no es ninguna actividad y menos que es pasiva. Recordemos que todo lo que no es habitual nos cuesta mucho, y en un mundo raptado por el hacer mecánico e inconsciente, detenerse es un reto considerable. PRÁCTICA Dicen que hay cientos de meditación, yo solo conozco una: Sentarse.
técnicas
de
Ni de pie ni tumbado. Si no tienes un impedimento, lo correcto es sentarte con la espalda erguida, sin rigidez, lo más relajado posible. Puede ser en una postura de Yoga, en el suelo, con un cojín, con una banqueta de meditación o sentado en una silla, pero si es posible no apoyes la espalda. El principal trabajo es mantenerte sostenido por tu propia columna vertebral y procurar relajarte: dejarte caer en la base. Empieza con una respiración profunda, rítmica, abdominal y conjuga la relajación con una presencia firme. Sin dormirte, atento al presente, a la postura, al cuerpo y al momento. El equilibrio interno se sostiene entre la relajación y el no perder la postura erguida. Entre el no hacer y el no adormilarse. Hay que permanecer atentos, pero sin tensión. Estar
atentos, conscientes, presentes y relajados: este es el reto inicial. Luego, simplemente, hacerte testigo de lo que acontece dentro y fuera de ti, sin juicios ni opiniones. Es más sencillo ir abandonando juicios y opiniones que de forma mecánica se instalan. Dejar ir, dejar ir y volver a dejar ir. Permanecer instalado en la conciencia, donde todo aquello que te puedes dar cuenta debes considerarlo mera información, objetos o nubes que aparecen y desaparecen en el Cielo de la conciencia pura, sin etiqueta ni imaginación. La mente te querrá arrastrar a perseguir algún pensamiento, opinión o experiencia psíquica. No lo sigas, déjalo estar. Quizás te surjan ideas sobre lo bien que estás, lo profundo que has llegado. Déjalo estar, no es importante. Tampoco lo es querer acabar, sentir la inutilidad de estar aquí o cualquier emoción que reclama protagonismo. Déjalo estar. Simplemente permanece relajado, firme, fluido, atento y disponible, sin acumular resistencia o tensión. Mantente natural.
El tiempo acordado lo debes decidir antes: diez, veinte o treinta minutos. Sería bueno recibir una señal de final para no preocuparse por el tiempo. Hoy en día hay hasta aplicaciones con el móvil que hacen sonar un gong en el tiempo programado. Luego, sigue con tu vida ordinaria. La meditación requiere constancia, hábito, pero no es una competición. No se trata de que el que medita más tiempo gana. La calidad y la naturalidad es lo que importa. Haz un hábito de la práctica, pero un hábito consciente, no una mera rutina. No te prometo nada: hay demasiados libros que lo hacen. No te vendo supuestos beneficios. Vívelo si quieres, es tu decisión. Lo que encuentres es tuyo, lo que no encuentres, también.
TAI AIM
Noviembre, con su oscuridad de profundo otoño, nos pone en contacto con nuestros propios monstruos. Halloween con los vampiros, los lobizombies y los fantasmas, así como todos los seres del inframundo y de los terrores nocturnos, de aquello que acecha en el cuarto oscuro y las fieras del inconsciente que están en los bosques tenebrosos. Escorpio es como nuestra alma selvática: llena de los instintos pasionales de supervivencia, sexo, atracción fatal, violencia, canibalismo, brujería o fuerzas primarias desatadas. Está a mitad de camino entre la repulsión y la fascinación. Ese es Plutón.
el
ámbito
de
Este planeta, en Astrología, representa el poder, el terror, la muerte, el cambio inevitable y los imponderables. Plutón es
un volcán bello, abrupto, intenso y demoledor que lo transforma todo. Cambia la realidad, nos precipita hacia la captación de la impermanencia, la transitoriedad, el misterio de la muerte y la resurrección. También nos habla de los ciclos interminables y las cadenas tróficas en la que unos seres que se comen a otros, y algunos mueren para que otros puedan vivir. Ese es el principio inequívoco de realidad: la vida-muerte sin concesiones. Cuando alguien muere en el entierro escuchamos: "así es la vida". En Astrología tenemos el eje Tauro - Escorpio que se expresa también en Primavera y Otoño, nacimiento y declive, vida y muerte. Tauro está regido por Venus, así como Escorpio por Plutón. Venus es la Bella, Plutón, la Bestia. Entre ambos hay atracción, repulsión, complementación y rechazo. Son los dos polos de una misma cosa. En toda Bella habita una Bestia, en toda Bestia, una Bella. Son opuestas y complementarias: la Venus es la belleza y el orden, Plutón es la fealdad y el caos. Venus es lo superficial, Plutón, lo profundo. Venus es lo consciente, Plutón, lo inconsciente.
Solo el amor permite el baile sagrado entre la Bella y la Bestia, danza que sucede dentro de cada uno de nosotros. Es como integrar nuestro propio lado siniestro oscuro y nocturno. En noviembre, tiempo de Escorpio, tenemos el primer eclipse que marca el inicio del nuevo eje Nodal Tauro-Escorpio, y esto representa un cierre, una clausura de una etapa, así como la subsiguiente apertura de otra muerte y otro renacimiento. Es tiempo propicio para despedir lo que se va, lo obsoleto, cerrar círculos, abrir espirales, terminar con relaciones tóxicas y abrirse a lo nuevo. Hay una Bella y una Bestia que desean bailar en tu interior. Es momento de reconciliarse con uno mismo, de abrazar la propia sombra e integrar las contradicciones. Vístete con tus mejores galas y sal a celebrar la vida.
TAI AIM
El Martín Pescador (Alcedo atthis) Lo que nos gusta nos atrae, así como lo que nos genera rechazo nos define. Ello forma parte de la esencia que nos caracteriza, habla de aquello que nos hace distintos y en cierta forma únicos, porque aunque podemos compartir con muchas personas nuestras afinidades, también es cierto que hay algo único, en cómo, cada uno, vivimos una misma cosa. De hecho, ni siquiera es fácil de entender lo que mueve los hilos de nuestra pasión particular. Creo que es justamente eso lo que honra la biodiversidad en cada uno de nosotros... Veo al rayo azul cruzar raudo la laguna. Como un torpedo eléctrico sube mi adrenalina, enciende mis sentidos y activa mi atención. ¡Aquí está! Ese Pescador efectivo, fulminante, llamado Martin, el Rey del azul. En
el misterio de su nombre y apellido hay algo, en esta pequeña ave que la hace no sólo única sino que es la habitante de nuestros sueños. Los alciónidos, así se llama esta familia ornitológica, deben su nombre a una ninfa, una diosa del mundo helenístico que hace referencia a una princesa, hija de la brisa y del mar. Siempre me asombra escuchar los comentarios admirados de tanta gente ajena al mundo de los animales, y de las aves en particular que, sin embargo, reconocen y disfrutan enormemente del avistamiento ocasional de la colorida y pequeña ave. “¡Un Martín Pescador!”, exclaman. Como si de un acontecimiento se tratara, cosa semejante sucede con los profanos en la materia, con los búhos, las águilas o los pájaros carpinteros. La historia mitológica de Alcione y su esposo Céix está llena de dramatismo y pasión. Céix naufragó al ir a consultar un oráculo, y fue tal el dolor de Alcione que se lanzó al agua en un arrebato suicida. Solo la intervención de Zeus, conmovido por el amor de la pareja, los rescató de su destino, los convirtió en dos bellas aves: los Martines Pescadores. En invierno, muchos de estos animales abandonan los ríos y se dirigen a la costa, en ocasiones se instalan y crían entre las rocas. Las mismas divinidades compasivas, para evitar que las tormentas
arruinen las puestas, generan unas semanas de bonanzas, conocidas como los tiempos de Alcione. No tiene por qué ser verdad o, al menos, del todo, pero nos habla de la presencia de estas aves en el imaginario popular. El otro nombre latino, o científico, del pájaro que define la especie, es "atthis", expresión que deriva del griego Athenea, la diosa de la Justicia. Con su balanza y su espada indica el binomio zodiacal entre Aries y Libra, así como entre sus regentes Marte y Venus. La acción y la belleza, la armonía y la decisión, lo bonito y lo útil, en fin, la naturaleza misma que sabe conjugar perfectamente los pares de opuestos. Me paso horas y días observando la naturaleza y sus ciclos, la vida y la muerte, los ritmos y los juegos de la luz. Alcione, mi ninfa, mi princesa del lago, me regala momentos de dicha cuando la veo lanzarse como un cohete de punta a punta, o zambullirse como un arpón vivo y emerger con un pequeño pescado. Ahora hay dos, y todavía estoy investigando si son pareja, o madre y un hijo o hija, crecido. Cada día, según la luz, Alcione me muestra colores nuevos, a veces, un verde esmeralda, otras, y en especial si hay nubes, su traje de noche, azul eléctrico. Su vientre anaranjado, su collar blanco y
esos ojos muy lateralizados que hacen casi imposible sorprenderla por la espalda. Alcione pesca a primera hora, temprano y, luego al atardecer, durante el día puede dedicar muchas horas a acicalarse y cuidar su aspecto, como buena afrodita, o también sesteando, quizás pensando en su pareja perdida en los mundos de Morfeo. Lo que sí les puedo decir es que cada día hay cosas nuevas: su ánimo, color y comportamiento, ya que unos días es esquiva, y otros descaradamente se comporta tranquila. La naturaleza es un libro vivo, y me gusta leer diariamente páginas nuevas.
TAI AIM
Cuando llego a un sitio suelo empezar con un acercamiento moderado, silente, atento, no conviene menospreciar la posible, y temprana, racha de suerte. Luego recorro la zona, muy atento, punto por punto, buscando indicios y señales, me hago una composición del momento, dirección del viento, posición del sol, olores, sonidos, sensaciones. Trato de captar la energía del instante, algo así como el aroma del lugar. Luego toca esperar, pero no de cualquier modo, hay que aprovechar la experiencia para seleccionar con mucho cuidado el enclave preciso, dónde te late hoy que podría ser más probable, y quedarse ahí, atento, relajado, como un gato cerca de una ratonera. Es posible que no pase nada, con eso hay que contar, pero también con la probabilidad, la suerte, y sobre todo, el tesón. El aguardo es ciencia y arte, debe ser medido y comprobado, pero al mismo tiempo, creativo, innovador, a veces hay que hacerlo
todo diferente, improvisar, dejarse llevar por una corazonada. Es frecuente que en el momento menos pensado, a veces ya distraído, o hastiado, un canto repentino, uno movimiento apenas perceptible, ponga toda tu atención en marcha, una subida de adrenalina, un repentino entusiasmo, algo parado, se acelera, y ahí está... Lo que llevas horas buscando, días, semanas, años, todo, en un fugaz y luminoso espectáculo, que generalmente no dura. Un segundo, un minuto, varios, no se puede precisar, ni medir con un reloj, es el tiempo apreciativo, un portal que conecta lo ordenado con lo extraordinario, lo cotidiano, con lo eterno. Y sabes de sobra, que pase lo que pase, no será suficiente, el mejor platillo no hará más que despertarte el hambre. Como si lo efímero fuera la promesa de un cambio de racha, el principio de una nueva abundancia. Pero no lo es, nunca lo es...
TAI AIM
Camino despacio entre montañas imponentes a mí alrededor, en un bosque multicolor de otoño. Hay algunas setas blancas, nacaradas, que sin duda son el hogar de los seres diminutos. Miro el gran azul y su cohorte de nubes blancas, siempre cambiantes, siempre nuevas, siempre viejas. Respiro. Un ruido entre la hojarasca revela que el macho joven de los montes anda cerca. No me muevo, quizás pase por mi lado. Más tarde, ya en la ciudad, veo pasar la gente: yo también camino veo los coches, los edificios, la ropa tendida en un balcón, las tiendas y a una chica en patinete. Y después ¿qué? Recuerdo al Maestro Marcelli cuando le contaba cualquier logro, cualquier cosa que me parecía extraordinaria, y él me decía: “y ¿qué más?”.
En la juventud buscaba logros, alcanzar cosas, llegar a alguna parte y experimentar un deseo. Ahora en la madurez tiendo a recordar el futuro. Y ¿qué más? No es nuevo para mí, ni fruto de la edad o la estación otoñal. Tendría apenas dieciocho años cuando meditaba en el Ganges, ante las piras funerarias, mis impresiones sobre los cadáveres que me encontraba al paso, fruto de terribles inundaciones en Nepal. Sería por el 1979. Pensaba en que, independientemente de todo lo que lograra vivir, conseguir o experimentar, el cuerpo que habito también se descompondrá en alguna cuneta. ¿Tendría hijos? ¿Me casaría? ¿Llegaría a algo en esta vida? ¿Qué es llegar a algo? Y luego ¿qué? Y ¿qué más? Camino por Igualada y veo a la gente ir de aquí para allá, como yo, como todos. Nadie parece reflexionar sobre la muerte y, quizás por sincronicidad o por casualidad, paso al lado del cementerio. Los muertos no hablan. Pero dicen que el que sabe, calla, y quizás los muertos sepan algo.
Como los peripatéticos, sigo dejando que el cuerpo ande y la mente piense. Detrás, una pregunta lo abarca todo. Me veo en todo lo que puedo percibir, y me sé en lo que no alcanzo a captar. Cuando este simple cuerpo muera no se extinguirá, porque, como sabes, la energía, al igual que la materia, es indestructible. Simplemente cambia, se transforma. Esta mente pensante también dejará de rondar un centro organizador de la identidad, un yo temporal, y los pensamientos seguirán disponibles en la mente global. Al igual que en una respiración esa mente quizás absorba átomos o ideas de Platón, Sócrates, Buda, Jesús o Lao Tsé. Me veo en todo lo que me rodea y puedo captar. Todo eso que soy, como casas, gente, árboles y nubes, no deja de cambiar. Tengo la sensación de que si puedo apreciar el cambio es que hay algo que es inmutable. Quizás, como decían los antiguos chinos, lo único que no cambia es el cambio. Es posible. Quizás lo inmutable sea la otra cara del cambio y del movimiento. Y después ¿qué? Pues nada, porque después es ayer y también hoy. Después, como percepción de un tiempo lineal, me pongo en contacto con el concepto de evolución. ¿Existe la evolución? Como cambio y
adaptación es evidente, pero ¿cómo una mejora o perfeccionamiento? Los caminos llamados Espirituales siempre han abogado por un más allá mejor ¿Es eso posible? Verás: si acepto la evolución como el viaje a mundos mejores, en cierto modo convierto el presente y el momento en algo imperfecto. ¿Este instante y este mundo son imperfectos? ¿Existe la evolución? Me parece que sí, y al mismo tiempo, no. ¿Algo puede ser, y no ser, al mismo tiempo? Pues sí y no, y a cada pregunta habrá un nuevo “sí”, y un nuevo “no”. La mente se colapsa y pasa a otra cosa, quizás unas castañas asadas... Pero en la conciencia queda flotando la paradoja, sí y no, un eterno e inabarcable “sí” y “no”. Y me parece bien: sé que a la mente le gusta concluir, cerrar algo, llegar a alguna parte, posicionarse. Pero más allá de la nube y su forma cambiante, el azul te guiña un ojo. “Sigue, sigue”, te dice el estómago, “sigue, sigue”, apremia el sexo, el deseo y la vida. Y después ¿qué? Pues lo que siga… En la naturaleza, en la ciudad, en el trabajo o en la casa me ocupo de lo que me toca, pero no olvido la importancia relativa de todo. El "no pasa nada", que tranquiliza al apurado, el "no pasa nada" porque pasa
todo. El más mínimo gesto o acto es importante, ya que todo forma parte y, a la vez, nada es concluyente, porque seguimos. ¿A dónde? Aquí, a todas partes, todo tiempo... Me equivoco, corrijo; me doy cuenta y rectifico; amo al acierto y al error. No me porto mejor porque obedezca a algún principio filosófico o siga a algún dios imaginario: es simplemente por coherencia, por respuesta a ese misterio que algunos llaman conciencia. Acepto lo que hay, me parece perfecto, y lo mejoro o, al menos, lo cambio porque el río va en esa dirección. La evolución que existe me empuja a mejorar. La evolución que no existe me hace apreciar y disfrutar de la totalidad del momento. Y después ¿qué? Ya veremos...
TAI AIM
Veo un precioso leopardo de las nieves en una foto de Vincent Munier, uno de mis fotógrafos más admirados, también ese leopardo blanco y montaraz, que es uno de mis animales preferidos. Y al ver esa foto, que muchos mirarán como bonita, me doy cuenta de que detrás de ella hay cuatro años de sufrimiento, de frío, de espera, de paciencia infinita. ¿Cómo se puede contar con palabras, con fotos, o, con una película, lo que vive un ser humano en los largos procesos que anteceden a los logros que se presentan? ¿Cuánto tiempo, y vida, hay tras la escritura de un libro? A todos nos gustan los aplausos, los halagos y los reconocimientos, pero... ¿Justifican ellos el esfuerzo, el trabajo abnegado, los sinsabores, las penalidades? Para que alguien vea una foto y te ponga un like... ¿Eso es todo? En mi experiencia he visto más reconocimiento a cosas que he hecho, o vivido, que no me parecían tan importantes, y en cambio, ni una palabra, a lo que para mí fue esencial...
Son muchos los escritores que se dan cuenta de que su mejor obra no es la más reconocida, ni apreciada, en cambio, de repente, uno de sus trabajos pasa a la fama mundial, es el que todo el mundo alaba. Hablando de literatura, tendremos que remontarnos a Homero, para reconocer que Ítaka siempre decepciona. Y es que Ítaka, el regreso a casa, solo es un motivo, una idea, el disparador de una aventura, la Ítaka a la que regresamos, nunca es la que dejamos atrás, todo ha cambiado, ese lugar solo habita en el recuerdo, en realidad la verdadera Ítaka es el viaje mismo, el camino. De este modo, viajero, no apures el paso, no te des prisa, que el lugar correcto, es este que hoy pisas, solo sigue. El trofeo, el logro, la medalla, el aplauso nunca serán gran cosa, en cambio lo vivido, sudado, olido, llorado, ¡eso, justamente eso! es la recompensa. Todo ser humano abierto a la grandeza del mundo, siente, de un modo u otro, la necesidad de devolver algo de lo recibido, quizás una foto, unas palabras,
algo que no se puede contener del todo en el alma, exista esta, o no. Hoy, mientras camino entre umbrías y arroyos, quisiera regalar parte de tanto disfrute a mis amigos, familia, al mundo en general, quisiera cantar la canción del Petirrojo, el silbido de la cabra montés, el aullido del viento, sentado en la soledad me doy cuenta de que no se puede hacer la observación de la naturaleza en grupo, ni siquiera puedes llevar a quien amas, ¿por qué? Porque la observación de la naturaleza es celosa y selectiva, nunca falta nadie, incluso diría más, bosques, hojas, musgos, rocas y mariposas me dicen que en la observación siempre sobra uno, el propio observador.
TAI AIM
Me iba diciendo: la situación es tensa, da igual lo que diga, da igual lo que haga o cómo lo haga. Esto está tan enquistado que no hay por donde "meterle mano". Me siento a pesadumbre. Luego me pregunto: “¿Y por qué sigues ahí?”, ¡no lo sé!, me respondo a mí misma. Aunque no soy quien para aconsejar, esto me recuerda a las personas que les gusta el alcohol: beben y beben, cada vez más y nunca tienen bastante, y un día, el deterioro físico les dice que ya es bastante, pero de una forma radical y con un sufrimiento físico irreversible. En ese momento se convierte en un verdadero problema, ya que no estás en el acto de rectificación, ni eres consciente de esa solución: te quedaste demasiado tiempo ahí, y ahora sí que estás atrapado y sometido a unas circunstancias irreversibles. Date cuenta que hay un tiempo para decidir, y que lo podrías haber hecho por ti mismo,
pasando a otra cosa y liberarte, ahora estás atrapado sin remedio por no saber decir a tiempo,”Ya tengo bastante". Dejo mi posición y someto mi voluntad a una fuerza mayor y a un principio que todos tenemos dentro. Yo merezco lo mejor y el sufrimiento innecesario no tiene justificación. Así que no reconozco a la persona que está atrapada. Y, por ejemplo, si beber no me conviene lo dejo pese lo que pese. ¿Y si no puedo?, me pregunto. Puedes, pero no quieres. Ya que tendrías que dejar tu posición y rendirte, pero como no te conoces dejarás que los demás y la vida decidan por ti. No hay problema: estate por seguro que el personaje que interpretas ya tiene guion, así que ¡adelante! Hay un después, ya que cuando te mueres tendrás otra oportunidad para regresar y solucionarlo. En todo lo que vivimos solo hay aprendizaje. Aprender y decir: “ya tengo bastante”, “ya me di cuenta que sufrir es algo que eligen por mí, pero yo puedo elegir otra cosa”.
Mi autoestima dice: ¡no sé quién soy, pero lo que no soy sí que lo sé! Cuando me miro al espejo me reconozco, ya que la sonrisa despierta conmigo. “No sé”, me digo, “yo tampoco”, me respondo. Pero una cosa sí la tengo muy clara: "sonreír es respirar”. Cuando sonrío sé que todo está bien. Hoy me gustó conversar conmigo. Gracias.
TAI MAS
MARÍA ARRABAL
“La motivación es lo que te pone en marcha, el hábito es lo que hace que sigas” Jim Ryun
“Cree a aquellos que buscan la verdad, duda de los que la han encontrado” André Gide
“Piensa como un hombre de acción, actúa como un hombre que piensa” Henri Louis Bergson
“A veces las preguntas son complicadas y las respuestas son simples” Dr. Seuss
“Lo que importa no es lo que miras, es lo que ves” Henry David Thoreau
“Muchas cosas crecen en el jardín que nunca fueron sembradas allí” Thomas Fuller
“Lo que obtenemos demasiado barato, lo estimamos demasiado a la ligera” Thomas Paine “En lo profundo del invierno finalmente aprendí que dentro de mí había un verano invencible”
Albert Camus “El obstáculo es el camino”
Proverbio Zen
“El atractivo de lo distante y lo difícil es engañoso. La gran oportunidad se encuentra dónde estás”
John Burroughs “Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, debemos llevarla con nosotros para poder encontrarla” Ralph Waldo Emerson “Cada hombre toma los límites de su propio campo de visión por los límites del mundo.”
Arthur Schopenhauer
MARÍA ARRABAL
CLAVE DEL MES:
“RENACER” PARA VER: “EL RENACIDO” Leonardo di Caprio Dirección: Alejandro Glez Iñárritu. USA 156 min. 2015
FRASE DEL MES: "TODO FINAL ES UN PRINCIPIO” PARA LEER: “Los mapas del éxtasis” Autor: Gabrielle Roth Editorial: Urano
TOFU CASERO Primero prepararemos nuestra leche de soja para después continuar con el proceso de la elaboración de tofu. INGREDIENTES:
LECHE DE SOJA - ¼ de kilo de soja (legumbre) - Agua Remojar las semillas en agua toda la noche. Luego, colar y batir dos partes de agua por una de soja. Más tarde, colar y filtrar con un paño. Hervir la pasta durante 15 minutos, retirar la nata que se forma y dejar enfriar el contenido. TOFU - Leche de soja - Cloruro de magnesio o limón - Un vaso de agua por cada litro de leche PREPARACIÓN: Calentar la leche de soja a 77 °C. Hay dos formas de hacerlo: 1.- con cloruro de magnesio: diluir una cucharada en la suficiente agua caliente, y luego añadir a la leche caliente a
77° removiendo durante cinco minutos. Tapar y dejar reposar por 45 minutos. 2.- con jugo de limón: añade dos cucharadas por cada litro de leche de soja y se remueve durante cinco minutos. Dejar reposar por 45 minutos. Cuando empiece a cuajar, poner una tela fina en un colador y añadir todo lo cuajado. Escurrir bien, meter esta mezcla con la tela en un tupper, el cual debe tener agujeros por debajo y poner peso encima durante varias horas (por ejemplo, otro tupper con agua). Puedes poner otro tupper debajo para que recoja el líquido sobrante. Finalmente, abrir el contenedor y meter el tofu ya formado unos minutos en agua helada. Ya tienes el tofu preparado para utilizar en varias comidas.
¡¡MUCHA SALUD Y QUE APROVECHE!!
Maite Belaza
El tiempo y el espacio, siempre juntos, el espacio con las infinitas formas de manifestación y el tiempo con las existencias y así se manifiesta la vida, siempre vida. El estímulo actual es mas presente que nunca hacia la creatividad y lo nuevo, Urano dentro de la mitología griega se le llama el reino de los Cielos, y actualmente transitando por el signo astrológico del Toro, en conexión con Plutón el planeta de la transformación profunda, están causando estos cambios, tanto en el individuo como en la psiquis colectivade la humanidad. Venus y la creatividad en el signo de fuego de Sagitario, se presenta con miras universales del yo veo, su palabra clave y viéndolo en mi vida, en mi presente, se me presenta como una oportunidad en los buenos gustos, en la belleza, la bondad, y la
armonizacion, Venus me invita a vincularme en lo que tengo dividido, separado en mi y con la vida. El trabajo en equipo es gracias a Venus, con la familia, con los vecinos, con los hijos, la pareja, etc. Venus, esa fuerza de gravedad que integra, que une, hace posible la manifestació n en la vida. Un abrazo Venusino, confrontand o a Plutón. Serafín Mendoza. TAI
Serafín Mendoza
En parada, bambú en mano el tiempo se detiene y descubro el no tiempo, un eterno presente que trasciende el squech diario de fotogramas, fotografías y experiencias vividas. Todo se para y se renueva al instante. Una nueva visión, otra mirada se redescubre desde mi interior mientras espero el instante, el permiso para iniciar la práctica. La vida sigue su curso. Para la mente el tiempo se acelera pero más allá de la mente y desde esa otra mirada el tiempo no existe. Observo, percibo las cosas tal y como son y lo que es más..... una nueva forma de mirar, de interpretar los acontecimientos, las experiencias y sincronicidades de la vida. De comprender de una forma más atenta lo que me rodea, de prestar más atención a cada instante, a cada persona y a cada momento, para vivirlo y disfrutarlo plenamente.
Observo un árbol y descubro a un organismo vivo que respira y que siente. Cuando hablo con alguien descubro en esa persona a un ser con infinitas posibilidades de realización. Descubro la manifestación de Dios, de la divinidad en todo lo que me rodea. El cielo, con sus nubes y pájaros que lo surcan, ofrece diariamente imcontables y maravillosos paisajes; cada úno unico en si mismo. Cuando no estoy atrapado en mis condicionamientos, ni en las programaciones de mi mente, descubro la vida y sus infinitas posibilidades. Todo cobra sentido. Comprendo sobremanera la unidad y relación de todas las cosas. Todo está conectado. Todo es uno. La disciplina me ayuda a verme a descubrirme y a liberar lo que no es desde el simple reconocimiento, desde esa mirada amorosa que no juzga, ni condena. Descubro el juego de la vida, de los roles y personages que he experimentado a lo largo de mi vida. El velo se cae y ya no queda ninguna
máscara en la que esconderse, ningún personage, ningún ego que quiera suplantar mi verdadera esencia. Los automatismos desaparecen y solo quiero disfrutar del momento, del silencio, de la brisa del mar y de la luz del sol que regocija mi alma.
Un nuevo amanecer, ahora mucho más consciente, ahora mucho más despierto, en ese ahora sin tiempo, presente eterno. Sin pasado, sin futuro... siempre un eterno y alentador comienzo.
TAI
Raúl Villar
Hace unos días recordé la historia de mi llegada al Yug-Do. Esta se puede resumir de la siguiente manera: después de ver cambios internos y externos por mi decisión de hacerme vegetariana y comenzar un proceso de desintoxicación, mi vida se modificó completamente. Por ejemplo, conseguí el mejor empleo de todo el mundo y me separé de mi pareja de doce años. Yo era una mujer nueva, con cuerpo e ideas nuevas y, sobre todo, con estabilidad económica. Tuve la posibilidad de conocerme a mí misma en la soledad. Estuve entrenando Yug-Do cada tarde por varios años. Cierto balance emocional llegó a mi vida. Sin embargo, acontecieron dos sucesos imprevistos
que me empujaron a decidirme a hacer mi examen y comprometerme con el Yug-Do. La primera fue una circunstancia traumática, en la que un conocido me puso una pistola en la cabeza y cortó cartucho. Y la segunda es que murió mi padre, ¡hace diez años!, cuando yo estaba en España estudiando. Mi nueva versión histórica sobre este proceso que hoy les comparto me hizo ver un elemento que no hilaba, pero que ahora se me aclaró: cuando obtuve mi trabajo llegué a un punto de comodidad extrema. En ese sitio mi alma me puso ante esas anécdotas trágicas para dar un paso más allá, y decidir por una transformación, ir a una octava superior. Por supuesto, mi maestro Antonio Iborra ya me estaba esperando. Recientemente he estado más en contacto con algunas queridas primas y amigas, y he constatado cómo nuestras historias son muy similares: dramas y guiones que compartimos, aunque escenarios y personajes de segunda línea sean distintos, o porque veo cómo sus historias, ante la estabilidad económica tantos años anhelada, las lleva a puntos también
dolorosos que le exigen tomar las riendas de su vida y brincar hacia una mirada más panorámica y comprensiva.
Me espejeo en ellas. Y, con ese compromiso de ser unidad, me cuido y me trato mejor para que ellas encuentren también un espejo más feliz, pleno, transparente, colorido, limpio, dichoso y placentero.
TAI
Ilihutsy Monroy
17- EMPIEZA BARRIENDO TU CASA Este mes nos ha tocado el estudio y profundización del Caos. El caos como reordenamiento o nuevo orden que no entendemos. Así lo siento casi desde que comenzamos este año, este curso, con los hijos y sus estudios, con mi mujer y su trabajo, con mis clases y demás compromisos… Ya me decía el maestro; “tienes muchas cosas y debes decidirte también y soltar o desaferrarte y hacer espacio” porque, con mis propias palabra, pero como dice la maestra; “luego la vida decide por ti y te toca asumir las consecuencias”. Siento que a veces no tengo mucha claridad para decidir en el momento. Sobre todo sobre ciertos aspectos de mi vida y reflexiono: quizás es que no me siento preparado, y es muy posible que no haya madurado lo suficiente. Simplemente dejo la decisión para otro momento. Otras veces dejo que ocurra lo que tenga que ocurrir, pero me mantengo atento para adaptarme y ver qué toca aprender de todo esto, aunque a veces sea por el lado duro de la vida. Y me encuentro pensando a menudo si no
hay otra manera de resolver las cosas, si hay otra manera de estar con lo que hay. De la importancia de cómo vivir lo que vives, o desde dónde vivir lo que vives. Cómo coincidíamos hace poco los hermanos en Escuela ¿hay otra manera de vivir lo que toca? Pienso en esto relativamente a menudo, aunque a veces me siento un poco sordo a lo que el corazón me tiene que decir... y recuerdo palabras de la oración: “…para encontrar paz, amor y sabiduría universal, y así Dios nos libre de todo mal y de todo peligro”. De todo mal, o sea, desorden, y de todo peligro, es decir, olvido... Disciplina, Grupo, Maestro… Y resueno que todo lo que estamos viviendo con el Covid- 19, con la crisis económica y ambiental, con todos estos Uranazos de últimamente, va en ese mismo sentido, pero también que la sociedad de alguna manera va aprendiendo a ordenarse y a dar soluciones más grupales, o menos individualistas e independientes, a problemas más globales. Que necesitamos ir saliendo del círculo de nuestro propio ombligo, de nuestros problemas cotidianos, para participar de algo mayor, que nos permita sentirnos más felices, más completos, más vivos, participando de la belleza y la bondad de la vida y de la oportunidad que nos brinda a cada momento.
En este contexto nos fuimos ayer de viaje relámpago 24 horas con la familia a La Palma a presenciar de cerca que están viviendo los hermanos palmeros. Hicimos acto de presencia para ver también de primera mano la naturaleza en plena acción, en su cruda belleza. Llevarles algo de ayuda, pero sobre todo para estar cerca de ellos y ser más conscientes de lo que allí ocurre. No nos movimos apenas de la zona donde pasa todo, y dónde te dejan estar, El Paso y Los Llanos de Aridane. Fueron 24 horas de escasa luz sintiendo y vibrando con los truenos de la tierra, con una más que potente lluvia de cenizas, y con dificultades, a
veces para ver, e incluso respirar. La sensación de presión en el ambiente, en la gente, en los rebaños de animales, en las aves, los perros y otros domésticos, y con las capas de ceniza afectando a los ojos y cubriéndolo todo como si de arena negra se tratara. ¿Y cómo se puede ayudar a todo esto? El pueblo palmero ya se ha puesto manos a la obra y en marcha. Con solidaridad, adaptándose, apoyándose, pero sin olvidarse de empezar por barrer la propia casa, quitando la ceniza de tu terraza. Desde luego, en esto estamos muchos, y más nos vale porque mañana nos puede tocar a nosotros y de hecho ya nos está tocando. ¡Nosotros también somos el pueblo palmero! Un abrazo guerrero TAI
18- MI PROYECTO DE VIDA Reflexionar sobre cuál es mi proyecto de vida me lleva al futuro, y entonces dejo de estar presente. Esta reflexión también me lleva al pasado puesto que, para plantearme el objetivo del proyecto, debo partir de un principio, y ¡dejo de estar presente!
El ahora, el presente, es un regalo consciente de que estamos vivos, de que existe una fuerza interna en nosotros que
nos permite obrar a razón pensamos y cómo sentimos.
de
cómo
Pienso y siento que el Amor es el único estado presente, cuya fuente está aquí por siempre y para siempre. Esa es nuestra fuerza interna. No hay separación, no hay miedos, ni hay errores que perdonar. Mi presente, mi regalo, es la dicha y la felicidad de sentirme y vivirme en PAZ. Me esfuerzo en proyectarlo en los demás, que también soy yo, en lo que somos nosotros. Ese es mi proyecto de vida. TAI
Erika Hdez.
19- EL SABER Toda mi vida he pensado que nadie es más que nadie, o sea que todos somos iguales, muy a pesar de las jerarquías impuestas por el sistema, y me resultaba curioso observar la forma en que la gente lo tenía asumido. Para aquel entonces, yo no tenía presente ni siquiera era consciente del adoctrinamiento. Recuerdo, en una ocasión, una conversación con un conocido, de profesión mecánico, en la que él me decía que era normal que un médico estuviera por encima de nosotros por su carrera universitaria. Evidentemente estamos encasillados, si a las clases sociales nos remitimos, pero personalmente nunca lo sentí así, ya que desde mi punto de vista la humildad más el conocimiento tiene por resultado un mejor servicio hacia el prójimo. Por otra parte, no entendía cómo había personas procedentes de familias humildes que lograban terminar sus carreras gracias al esfuerzo y sacrificio de sus padres y se mostraran desconsiderados en algunos casos, egoístas, presuntuosos, como si una bata blanca o una toga les convirtieran en un ser superior. Lo mismo pasa con los materialistas, por ejemplo, quienes están al volante de un vehículo de
gama alta, etc. En mi observación, me decía: “¿y si les quitaran la bata, la toga o el coche, ya no serían nadie, estarían vacíos?”. Estas reflexiones las hacía antes sin más, y cuando digo “antes” estoy hablando de bastantes años atrás, no menos de veinte. Ahora podría profundizar más y mencionaría que allí veo, por ejemplo, el ego, el miedo, la frustración, la herida de Quirón, el orgullo, a la vez que posibles traumas y demás emociones. A estos añadiría el espejo e incluso el mapa natal para explicarme dichas necesidades. Sé que hay muchas otras de las que aún ni sé, y del listado mencionado, ¡no es que sepa demasiado, por no decir nada!, pero ahora sé que existen y que nos ayudan a entendernos. En mi conclusión: cuando crees saber algo, te das cuenta de que no sabes nada.
TAI
Cristi Gaspar
20- ¡DÓNDE SENTIR PAZ, AHÍ ES! Estoy pensando, por donde empiezo. Esta semana un poco de ansiedad, pero es una parte de mí que tengo que trabajar muchísimo. Cuando algo me preocupa no lo puedo controlar. Me pongo a buscar disculpas para no ir o para no hacer. Toño nos propuso ir de caminata al monte pero lo de Carol me tenía preocupada, por ella y por mí. A mí me había dado el Covid y nunca me preocupó. ¿Por qué me preocupa ésta vez? Mi madre, los compañeros, y no tenía muchas ganas de ir a la caminata, pero pensé en cosas positivas y, en que, si no iba, luego me iba a arrepentir. Fue un día maravilloso el contacto con la naturaleza y hacer juegos como en la niñez. Nunca tenemos que dejar esa parte tan inocente y divertida. Fue un día fantástico y
llegando a la autopista les dije: “¡Ufff, ya llegamos al ruido!”. Qué es bueno vivir sin sentir estrés, en un mundo más tranquilo, como el monte o la playa, y sin tanta complicación. ¿Cómo he podido toda una vida estar buscando lo que en su momento ya tenía? Es como si te hubiesen puesto una venda para que no lo vieras. Me imagino que por eso estoy en este momento aquí, donde quiero estar. Saludos
TAI
Mary Glez
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