Boadilla-Pozuelo Marzo 2021
10
DÍA DE LA MUJER/Reportaje
Mujeres de Pozuelo en los años 50 del siglo XX
E
n 1950 Pozuelo de Alar cón, según el padrón municipal, tenía una po blación de 4.925 habi tantes, de los que el 49,63 % eran mujeres, en edades comprendidas entre 0 y 90 años. A lo largo de la década de los 50, el mayor número fueron niñas entre 0 y 5 años, se guidas de las mujeres entre 25 y 29. Por el contrario, pocas sobre pasaron los 80 años de vida. Se casaban normalmente a par tir de los 21 años. La soltería fue frecuente a partir de los 40 años, edad en la que ya era difícil que contrajeran matrimonio. En cuanto a las viudas, la mujer po zuelera de los años cincuenta to davía arrastraba la situación cre ada con motivo de la guerra civil de 1936, en que muchas con 30 años, habían perdido a sus mari dos recién casadas y no volvieron a contraer matrimonio. A partir de esta edad, el estado de viudez se mantuvo entre un 5 y un 10% hasta los cincuenta años, que co menzó un ascenso hasta igualarse el mismo número de mujeres casadas que viudas, entre los 65 y 70 años. A partir de aquí, ascendie ron significativamente el número de mujeres viudas hasta superar el 70 %. La mayoría se dedicaron a “sus labores”. Sólo un 4,19 % ejercieron profesiones es pecíficas fuera del ámbito familiar y de baja cualificación como sirvientas (la mayor pers pectiva para las mujeres solteras), modista, portera, tejedora, etc., figurando una sola mujer por cada profesión de estas últimas. Solo tres tenían profesiones con titulación académica: dos maestras y una química. Las que se dedicaban a “sus labores”, tam bién alternaban sus faenas con trabajos re lacionados con la agricultura, la ganadería, el comercio, la industria, etc. Además en las casas tenían animales domésticos que cria ban para el autoconsumo o vendían para percibir un dinero “extra”. Las esposas e hijas de comerciantes ayu daban a “despachar” en las tiendas cuando la clientela se hacía numerosa, encargándose del orden y la limpieza sin percibir remune ración económica alguna y al tiempo que “echaba una mano” cuidaba a los hijos, vi gilaba la comida, etc., continuando su acti
“
Las faenas domésticas se desarrollaban con pocas comodidades. Como instalaciones higiénicas, un lavabo y una taza de wáter a las que tenían que suministrar el agua, a base de cubos y barreños que traían desde las fuentes
vidad hasta altas horas de la noche. También en la industria del curtido, la de más peso en la década de los cincuenta, en Pozuelo de Alarcón, trabajaron las mujeres casadas y solteras “cosiendo” y “clavando” badanas. Se las pagaba por horas o a destajo, según el número de unidades que cosieran o clavaran, sin ningún derecho ni reconoci miento laboral. Paralelo a este trabajo em pezó a desarrollarse una actividad específi camente femenina como fue la de “coser guantes”. Algunas mujeres viajaban a Ma drid un día a la semana, y traían de un al macén de guantes de piel, una cantidad de pares cortados que distribuían a solteras y
casadas, para que en sus casas los cosieran, recibiendo una remunera ción por par de guantes cosidos. La mayoría de las actividades de las mujeres estuvieron relacionadas con trabajos femeninos, pero también hubo una curtidora, una peona, una jornalera y una pastora, trabajos tí picamente masculinos. Las faenas domésticas se desem peñaban con pocas comodidades. En las casas no hubo “agua co rriente” hasta avanzados los años cincuenta y con frecuentes cortes. Como instalaciones higiénicas un lavabo y una taza de wáter, a las que tenían que suministrar el agua, a base de cubos y barreños que tra ían desde las fuentes. Para lavar la ropa, había que ir al lavadero pú blico, en la parte baja del pueblo, teniendo luego que acarrear la ropa mojada hasta la casa. Como foco de calor en el invierno, el fogón, que servía para hacer la comida y ca lentar la estancia donde pasaba la mayor parte del tiempo la familia. De todo ello se encargaba la mujer. Estas mujeres dependieron del varón en función de su relación con él: esposas, hijas, hermanas, madres… Si éste fallecía, la es posa pasaba a desempeñar este puesto de cabeza, si los hijos eran pequeños. Si había algún hijo mayor de 21 años, éste ocupaba esta categoría siempre por delante de su her mana mayor si tuviese. Sin embargo, en esta década de los cincuenta, la mujer soltera ad quirió la categoría de “vecina” a partir de los 21 años, equiparándola con el varón a la misma edad, lo que suponía una indepen dencia familiar en algunos aspectos. Es de destacar cómo la instrucción entre las mujeres de Pozuelo en los años 50 era palpable. Aunque no tenían un nivel de al fabetización alto, la mayoría sabían leer y escribir. Sin embargo, a partir de los 75 años, el nivel de analfabetismo era más alto. Fuente: Tesis doctoral ‘Demografía histórica de Pozuelo (19402000)’. Foto: Archivo Fotográ fico Asociación Cultural La Poza. Mª Esperanza Morón Cronista oficial de Pozuelo de Alarcón y presidenta de la Asociación de Cronistas de Madrid