Cabanillas nos quiere vivas
El principio del fin de las desigualdades Anónima
Érase una vez una mujer que vivía en un mundo gris en un mundo injusto, infeliz, donde por ser de otra manera te excluían, te trataban de pena. Esta mujer decidida se dispuso a cambiar estas injusticias y empezó con valor y energía por las que a ella misma le ocurrían La mujer en su trabajo no recibía lo mismo que su compañero de al lado su sueldo era más bajo. La mujer se quejó y otras mujeres pronto a su causa se unieron creando una revolución. Todas juntas al manifestarse decían queremos un mundo justo; y lleno de alegría luchamos por la igualdad porque resulta que un día surgieron desigualdades que existir nunca deberían. Y al final entre todas consiguieron variar algo y aunque solo fuera un poco pensaban que ese era el principio de un morado gran cambio. 127