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Casiodoro de Reina, ilustre vecino

Casiodoro de Reina ilustre vecino de Santiponce

En lo que entonces formaba parte del reino de Sevilla, sobre el año 1520 nació en Montemolín (hoy, Badajoz), aquel al que conocemos como Casiodoro de Reina. No sabemos si era el nombre que le dieron al nacer, ni más detalles de su familia, aunque sí, que tenía al menos un hermano y una hermana, y que solía firmar como Cassiodorus Reinus Hispanus His-

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palensis. Esto es español de Sevilla.

Nada conocemos de su infancia pues, los primeros datos, son de su estancia en el Monasterio de San Isidoro del Campo, en Sevilla la Vieja (Itálica), hoy Santiponce. Cabe suponer, que cursó sus estudios en Sevilla, aunque lo cierto es que, bien joven, ingresó como fraile jerónimo en el Monasterio. De las circunstancias y vivencias en este lugar se trata en otros artículos.

A causa de la persecución inquisitorial, huyó en 1557 con una docena de frailes hacia Ginebra, buscando libertad y poder vivir el cristianismo bíblico y, también, para evitar las zarpas inquisitoriales, que ya estaba deteniendo en Sevilla a muchos acusándolos de protestantes. Allí, permaneció un tiempo con algunos de sus compañeros de claustro, como Antonio del Corro, Cipriano de Valera y otros.

No le fue fácil la estancia en Ginebra, ya que su oposición a la ejecución de herejes (reales o supuesto) por considerar ésta práctica una afrenta al testimonio de Jesús, chocaba frontalmente con el tratamiento que en Ginebra se estaba dando a los disidentes, y a la ejecución de Miguel Servet, que se había sucedido en 1553. Así que poco después, Reina cruza el canal trasladándose a Londres, donde solicita ejercer de pastor y reunir a un grupo de españoles y otras nacionalidades para formar una congregación de habla hispana. Le es concedido ejercer de pastor y un lugar para las reuniones, también recibe de la Reina una asignación para vivir.

En 1561 se casa con Anna Leon, hija de Abraham Leon de Nivelles comerciante de origen español y, que sepamos, tuvieron al menos cinco hijos, es posible que más, a saber, Marcus Cassiodorus, nacido en 1565; Augustinus Cassiodorus, naciodo en 1571; Margaretha, nacida en 1573; Servas, nacido en 1575 y por último, Johann Cassiodorus, nacido en 1577.

La familia de Anna y Casiodoro no tuvo una vida fácil ni acomodada, los frecuentes viajes a causa de las persecuciones y otros avatares les llevó por muchos países y ciudades, no siempre en condiciones cómodas ni seguras. Para el sustento de la familia Casiodoro realizaba trabajos de traducciones, la venta de libros y entre ellos la Biblioteca privada de Oporino; comerció con sedas y su esposa hacía trabajos de costura como sastra para gente de recursos y con ello ganar algún dinero para la familia. En Noviembre de 1565 obtuvieron la residencia en Strasburgo donde vivieron tres años. En todas estas circunstancias y continuos traslados Casiodoro no dejo su magna obra y magnífica tarea que había comenzado como es la de traducir la Palabra de Dios a su lengua natal con el fin de que los españoles pudieran leerla de forma que la comprendieran y

pudieran conocer el mensaje del evangelio de la salvación que es en Cristo Jesús.

Entre 1568 y 1569 es en Basilea donde Casiodoro tiene su residencia, en casa del rico hombre de negocios y amigo Marcos Pérez de Segura, quien le prestó ayuda, hospitalidad y le defendió en las diferentes defensas que Casiodoro tuvo que llevar a cabo. Fue este Marcos Pérez quien la apoyó e hizo posible la impresión de la Biblia en el taller de Thomas Guarin en 1569.

En 1570 decide trasladarse con su familia a Francfort con una recomendación para que sea recibido y valorado; “es hombre querido por todos por su sincera piedad, sus cálidas costumbres, su aborrecimiento de las controversias teológicas y su aplicación al estudio de las Sagradas Escrituras, al contrario de otros que no hacen sino perturbar”, decía la nota.

El rey Felipe II había puesto precio a la cabeza de Casiodoro, como se puede leer en una carta del gobernador de Amberes a la regente de los Países Bajos. Además es acechado por todas partes por los esbirros de la Inquisición como sospechoso de herejías y otras cosas. Tuvo que estar en continuo movimiento entre Francfort, Montargis, Heidelberg, Strasburgo, Basilea y otros lugares. Pero los espías de la Inquisición no lograron echarle mano. En el verano de 1568, el Supremo había ordenado a los inquisidores de los puertos de la península el estar bien sobre aviso en cuanto a los libros que entran, ya que “Casiodoro ha impreso en Ginebra la Biblia en lengua española” (Schäfer 1902). Fue después, el 19 de Enero de 1571, que el Consejo Supremo de la Inquisición se entera de que la Biblia en romance se había impreso en Basilea y ordenó la recogida de todos los ejemplares que se descubrieran.

En medio de todos estos avatares en 1578 regresó a Londres donde el arzobispo de Canterbury le declaró libre de todas las acusaciones que sus enemigos habían levantado contra él. Ya libre de sospechas pastorea una congregación en la ciudad e Francfort donde organizó una obra social para ayuda a los inmigrados que se mantuvo activa por los menos dos siglos más. (Lehnemann)

Casiodoro fue llamado a la presencia de Su Señor en Francfort el 15 Marzo de 1594 en la paz del hogar y rodeado de su amada esposa y de sus hijos, pues aún estaban todos solteros.

La Inquisición lo había quemado en esfinge por ausente en un auto de fe celebrado el 28 de Abril de 1562 en Sevilla

Fuente: Revista Palabra Viva n.º 27.

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