2 minute read

1.3 La cultura como sistema cognitivo

Next Article
5.1 Proyecciones

5.1 Proyecciones

La cultura en la organización se constituye como un sistema cognitivo en el que confluyen creencias, saberes y valores, conductas, emociones y sentimientos, marcos normativos y actitudes, todos creados, sostenidos y transformados por las personas a través de los procesos de aprendizaje social (Martín, 2016; Muñoz y Valencia, 2015; Delgado y Castañeda, 2011; López, Marulanda e Isaza, 2011). En términos de Bolívar (2000), “la cultura viene a constituirse en una estructura que, integrando las experiencias pasadas y el conocimiento organizativo, funciona como una matriz estructurante de las percepciones y generadora de acciones” (p. 117). Este constructo se asume como una especie de mapa cognitivo compartido por los integrantes de la organización y generado a través del aprendizaje sociocultural.

Esa identidad colectiva, en permanente evolución por la dialéctica interna y las condiciones cambiantes del entorno, provee a la organización de un sistema de conocimiento y de memoria que proporciona saberes, creencias y valores esenciales para responder efectivamente a las exigencias y objetivos organizacionales. En este enfoque cultural, el conocimiento (saberes) organizacional es un componente más del sistema cognitivo, que se transforma y amplía junto con las creencias y valores a través del aprendizaje social. En otras palabras, desde la visión social de la cultura, el sistema cognitivo contiene esquematizaciones de la realidad abiertas al cambio, que son utilizadas por las personas y los grupos para unos propósitos determinados (Martín, 2016; Muñoz y Valencia, 2015; Delgado y Castañeda, 2011; López, Marulanda e Isaza, 2011; Bolívar, 2000).

Advertisement

Se alude, entonces, a un entramado simbólico que propicia la construcción colectiva y que se estructura desde la contextualización, la legitimación de significados y el aprendizaje continuo. Estos llegan a ser fundamentos para una gestión del conocimiento que es compartida, participativa, flexible y promotora del capital intelectual en la organización. Y es precisamente en esta construcción activa y contextual de conocimiento donde se evidencia que la cultura organizacional puede estar permeada por la cognición situada (Muñoz y Valencia, 2015; López, Marulanda e Isaza, 2011; Sagástegui, 2004; Bolívar, 2000).

La cognición situada es una vertiente de la corriente socio-constructivista del conocimiento que concibe al sujeto como un ser afectivo, pensante y socialmente situado, como alguien que construye y reconstruye continuamente su conocimiento a través de relaciones dialécticas establecidas con otros en contextos específicos. En esta concepción, el conocimiento es el resultado de la actividad y del contexto, así como de la cultura que lo aprovecha, acrecienta, utiliza y preserva. La cognición situada apuesta por el aprendizaje colaborativo

This article is from: