Nalón y Najul

Irene Jiménez ´ del Prado

´ Nalón y Najul

Descubre lo que esconde

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La magia de la personalidad Ilustrado por Queralt Osorio

Apenas los rayos del sol traspasan los frondosos árboles del bosque Séver... Un lugar lleno de color, gracias a su gran variedad de flores y plantas, y con unas pequeñitas y coquetas casitas de madera, en las que viven unos pequeños y variopintos habitantes.

El silencio del bosque, tan solo acompañado por el murmullo de una brisa haciendo sonar suavemente las hojas de los árboles, hacen de él un lugar lleno de paz y armonía hasta que...

Aym la colibrí, su habitante más inquieta y juguetona, revolotea, canturrea y despierta así a todos sus amiguitos. Ella es siempre la primera en levantarse y la última en irse a dormir…

—¡Aaah! ¿Qué es eso? —exclama Nalón, el conejito asustadizo del bosque, mientras se esconde bajo su manta.

—¡Qué va a ser...! O mejor dicho… ¿Quién va a ser…? ¡Pues la pesada de Aym! —¡Uff! Cada día igual… ¡Estoy harta! —se queja Najul, la cerdita gruñona, mientras se tapa la cabeza con la almohada.

Nalón y Najul están muy unidos y conviven juntos en una de las cabañas del bosque.

—¡Corre, Nalón, o llegaremos tarde! —dice Najul, la cerdita, mientras prepara una cesta con frutas varias.

—Ya estoy listo. Venga, vamos con los demás...

Como cada mañana, se dirigen junto con los demás habitantes de Séver alrededor de Éneri, el árbol sabio y milenario.

Allí se sientan y comparten el desayuno, mientras Éneri aporta sus conocimientos al grupo.

—¡Buenos días a todos! —saluda amablemente Éneri—. Hoy quiero hablaros de la personalidad… ¿Alguien sabría decirme qué es?

—¿Personalidad...? Creo que es eso que dicen de los que somos tan guapos... —dice Aón, la lechuza, mientras cierra los ojos de manera coqueta con sus largas pestañas.

—¡Ja, ja, ja…! —ríen todos.

—¡Nooo! Personalidad se dice de los que tenemos el don de cantar dulces melodías —canturrea al hablar Axia, la rana.

—¡Sí, claro! Sobre todo tú, que cada vez que cantas se esconde el sol… —bromea Najul, la cerdita, y provoca así que todos se alboroten.

—No, no es nada de eso —trata de explicar Éneri, sin éxito, ya que todos hablan a la vez.

—¡Silencio! —retumba una voz dulce, a la par que firme, en todo el bosque—. ¿Se puede saber qué alboroto es este?

Es Noiram, el hada de la justicia, que hace su aparición mientras todos los habitantes del bosque callan, a la vez que agachan la cabeza en señal de respeto. Noiram y Éneri son los encargados de impartir conocimientos, respeto y buenos modales a los pequeños habitantes de Séver.

—¿Qué está pasando, Éneri? ¿Por qué están todos tan alborotados? —pregunta el hada al sabio árbol.

—Pues estábamos hablando de la personalidad… —contesta Éneri—. Pero me parece que exactamente no saben muy bien de qué se trata… ¿No es así? —les pregunta, sonriente.

Se miran entre ellos con cara de incertidumbre y responden al unísono con un «no».

—Pero nos gustaría que nos lo explicarais… —dice Lúar, la tortuga, de manera calmada como de costumbre.

—Bien, pues la personalidad… Es la forma que cada uno tiene de pensar, relacionarse y actuar ante las distintas situaciones de la vida —explica Éneri.

—Mmm... No lo entiendo muy bien… ¡Pero me asusta un poco! —exclama Nalón, el conejito, mientras se lleva las manos a la cabeza.

—¡Ja, ja, ja…! —ríen todos a la vez, mientras continúan—: ¡Claro! ¡A ti todo te asusta!

—¡Dejadle tranquilo ya! ¡Sois todos unos pesados! —grita Najul, la cerdita, que defiende a su inseparable amigo.

—Bueno, tampoco te pongas a refunfuñar como siempre, que no es para tanto —responde Aym, la colibrí, que es la pequeñina del grupo.

—Y tú eres una revoltosa, que siempre nos despiertas muy temprano... —se queja Aón, la lechuza.

—Habló la presumida… —se burla Xela, la osezna.

Y ya vuelve de nuevo el alboroto… Que si tú eres, que si yo soy… Hasta que tiene que volver a intervenir Noiram con firmeza y dulzura a la vez, es la única que consigue mantener en calma a los pequeños.

—¡Silencio! Tenéis que ser más respetuosos entre vosotros y, sobre todo, con Éneri. —Y tras esas palabras le da paso para que pueda continuar su explicación.

La personalidad es un tesoro que poseemos y nos hace ser únicos y especiales...

ISBN 978-84-18996-45-0

9 788418

996450