No. 01
07/2013
ISSN 2327-9982
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Editor de Fotografía | Photo Editor: Colectivo Bajalta Diseño Editorial | Editorial Design: Elizabeth Moreno Fotografía de Portada | Cover Photograph: Alejandro Rivas Fotografía de Contraportada | Back Cover Photograph: Elizabeth Moreno Colaboradores | Contributers: Leopoldo Peña, Elizabeth Moreno, Alejandro Rivas
Contacto | Contact: colectivobajalta@gmail.com
web: www.bajalta.com facebook page: Colectivo Bajalta
No. 01 - 07/2013 ISSN: 2327-9982 Agradecemos el financiamiento de Hernán Ramírez Aguirre | We are very grateful for Hernán Ramirez’s sponsorship Todas las imágenes y textos publicados en Bajalta Photo Journal son propiedad de los autores publicados (fotógrafos, colaboradores y editores) y están protegidos por las leyes de propiedad intelectual. Ninguna fotografía o texto puede ser reproducido, editado, copiado o distribuido sin el permiso de sus autores legales. Todos los derechos reservados. All images and text published in Bajalta Photo Journal are the sole property of the featured authors (photographers, contributors and editors) and protected by copyright law. No image or text can be reproduced, edited, copied or distributed without the express written permission of its legal owner. All rights reseved. 2
Un territorio, dos países, tres californias, muchas realidades. Bajalta Photo Journal es una publicación trimestral del Colectivo Bajalta que registra los múltiples espacios sociales en las tres californias. Como medio visual y archivo informático, se propone como plataforma virtual accesible para la publicación de trabajos fotográficos en forma de portafolio, series, foto ensayos, o imágenes individuales para la sección Punto de Vista. Presentamos esta primera edición como punto de partida a la exposición de las historias presentes dentro de las múltiples realidades que conforman las Californias. Somos fotógrafos y habitantes de este territorio y nos atraen e interesan estas historias porque son parte de una dimensión significativa del territorio frecuentemente excluida por los medios tradicionales de comunicación. En este número nos adentramos en tres historias que hemos trabajado individualmente como proyectos a largo plazo. Leopoldo presenta el juego de Pelota Mixteca practicado en la Alta California por inmigrantes oaxaqueños. Alejandro Rivas da una muestra de Tendiendo Redes, proyecto que retrata la vida cotidiana de los pescadores artesanales en el sur de la península de Baja California ante el acecho de la industria pesquera comercial. Elizabeth Moreno presenta la serie Cerca de la Tierra, la cual se adentra en la vida de los rancheros que habitan el desierto y las sierras de Sudcali fornia. Son tres proyectos que nos acercan a los habitantes californianos, quienes a través de sus actividades habituales dan forma y recrean la multiplicidad de su territorio y cultura. 3
One territory, two countries, three californias, multiple realities. Bajalta Photo Journal is a quarterly publication of Colectivo Bajalta that registers multiple social spaces within the three Californias. As visual media and archive, the journal aims to establish an accessible virtual platform for the publication of photographic works in the form of portfolios, series, photo essays or individual images for the section Point of View. We introduce this first issue as a starting point for the exhibition of the stories that make up the multiple social realities of the three Californias. We are photographers as well as dwellers of the Californias and we are drawn to these stories because they are an important dimension of the territory, and are often excluded by traditional communication media. In this issue, we dwell into three stories developed independently as long-term projects. Leopoldo presents the game of Pelota Mixteca, a ball game played in Alta California by immigrants from Oaxaca. Alejandro Rivas shows a fragment of Tendiendo Redes (Laying out Nets), a project portraying the daily life of artisanal fishermen against the onslaught of commercial fishing in the south end of the Baja California peninsula. Elizabeth Moreno shows the series Cerca de la Tierra (Close to Earth), which focuses on the life of the ranchers that inhabit the desert and sierras in Baja California Sur. These are three projects that bring the viewer closer to the Californians, who through their daily life activities shape and recreate the multiplicity of their territory and culture.
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s/t de la serie Tendiendo Redes
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Alejandro Rivas
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CONTENIDO | CONTENTS
Pelota Mixteca
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Leopoldo Pe単a
Tendiendo Redes 26 Alejandro Rivas Cerca de la Tierra 45 Elizabeth Moreno
Punto de Vista | Point of View 71
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Pelota Mixteca Leopoldo Peña He estado tras el juego de Pelota Mixteca por un poco más de un año y aún no logro entenderlo. Las reglas son bastante complicadas para alguien quien ve el juego a través del visor de la cámara. No obstante, he tratado de comprenderlo lo mejor posible pero ha sido en vano. Algo que he logrado conocer es que lo juegan equipos de cinco en canchas improvisadas (pasajuegos), los jugadores usan un guante lleno de tachuelas muy pesado con el cual le pegan a una pelota igualmente pesada; de vez en cuando, alguien grita “RAYA” para indicar algo… algo que aun no logro descifrar. De los jugadores de la primera generación, he aprendido que inmigrantes de Jaltepec, Oaxaca trajeron el juego por ahí entre el final de los 70 y el principio de los 80. Exactamente cómo y quién trajo el juego es una historia destejida en varias anécdotas. Una versión cuenta que Cresencio “Chencho” Trinidad fue el primero que intentó, pero lo agarró la migra. Cuando los agentes vieron el guante, no sabían que era, Chencho intentó explicar pero no los convenció y lo deportaron con todo su guante y pelota. Lo intentó una vez más, y llegó hasta Fresno donde empezó a jugar con otro compañero: uno tiraba y el otro recogía la pelota. Un poco después, otro inmigrante, Guadalupe Hernández, cruzó la frontera con otros guantes. Y entonces sí, ¡a jugar! Y el juego ha continuado por más de tres décadas. Pero a pesar de haber más de una docena de equipos en California, un torneo internacional y jugadores nacidos en Estados Unidos, muchos se preguntan si el juego continuará. Yo también me pregunto lo mismo: si la nueva generación de jugadores serán tan apasionados como sus antecesores, si habrá nuevos inmigrantes para que lo continúen si los jugadores estadounidenses optan por otro deporte popular. Y mientras me pregunto eso, me gustaría creer que tengo tiempo para una foto más y para agarrarle la onda a la jugada. 9
I have been following the game of Pelota Mixteca for over a year and I have yet to master the game’s rules and format. They are quite complex especially for someone who is looking at it through the viewfinder. Even so, I have tried but my efforts have been fruitless. All I have been able to discern is that it is played on makeshift courts (canchas, pasajuegos) by teams of five; the players wear a heavy, very heavy nail-studded leather glove which is used to hit an equally hefty rubber ball; and during the game, someone frequently shouts “¡RAYA!” to indicate something… something I still need to understand. After speaking to some of the first-generation players, I have learned that immigrants from Jaltepec, Oaxaca brought the game to Alta California sometime between the end of the 1970s and the early 1980s. Exactly how and who brought the game to Fresno is history lost into multiple anecdotes. One version has Cresencio “Chencho” Trinidad as the first immigrant who attempted to get a ball and a glove across the border. He failed the first time. Immigration agents caught him when he was crossing the border. When the agents saw the glove, they thought it was suspicious and despite Chencho’s efforts to explain what it was; Chencho, glove and ball were all sent back to Mexico. But he tried again and this time, he made it to Fresno where he began to play a two-player version of the game.Then, another immigrant, Guadalupe Hernández, brought more gloves across the border. And the game began, seriously! and it has been going on for over three decades. Yet despite the fact there are over a dozen teams throughout California, an official international tournament, and U.S.-born players on the field, many often wonder whether the game will continue. I wonder too whether it will; whether the new generation of players will be as passionate as their predecessors, whether there will be new immigrants who will continue the game if U.S.-born players choose a mainstream sport. And as I wonder, I would like to think I still have time for one more photo and another shot at understanding the game.
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Tendiendo 26
Redes Alejandro Rivas S. 27
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“Pescar una garropa (Mycteroperca xenarca) con piola es una lucha limpia contra el animal, a veces se escapa y otras veces uno gana, pero los barcos de altamar si que hacen daño, cuando lanzan sus redes de arrastre depredan todo,” Comenta Antonio Sígala mientras sacaba una garropa de 43kg. Para dar un ejemplo, las embarcaciones camaroneras industriales extraen en una sola pesca lo que un pescador ribereño recolectaría sin descanso en 13 días, además de que solo el 10% de los organismos capturados son aprovechados, para ellos el resto es basura. La captura selectiva de los productos del mar sería un freno al acelerado colapso de las pesquerías a nivel mundial. Sin embargo, para que esto suceda tendríamos que ser conscientes, tanto los consumidores como los pescadores del procedimiento y las ventajas que la captura selectiva implica. La educación ambiental es una herramienta efectiva para lograr dicha concientización, sin embargo debido a que es difícil medir su impacto a corto plazo, en muchas ocasiones no se le asigna el recurso ni el tiempo que se requiere para que realmente provoque un cambio. Mientras lo anterior suceda, los pescadores continuarán acumulando conocimiento sobre su entorno, aferrándose a la vida cuando quedan a merced de la ferocidad del mar, seguirán compartiendo todo lo que ellos poseen y enriqueciendo su cultura con valores que muchos no entendemos en su totalidad: la amistad sincera e inexplicable humildad. Es gente que mira las estrellas cuando le está arrancando su primer pescado al mar, y solo cierra los ojos para imaginar con un mejor futuro. 36
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“To fish a grouper (Mycteroperca xenarca) by hand requires a clean fight against the animal, sometimes you win, sometimes you lose, but industrial fishing boats, they do a lot of harm, when they throw trawling nets they take everything in them,” comments Antonio Sigala while he fishes a 43 kg grouper. To give an example, the industrial shrimp boats take out in one day what a fisherman will recollect without a rest in 13 days, and just 10% of the marine organisms captured by industrial fishing boats are useful; the remaining 90% is waste. Selective fishing could slow down the fisheries’ collapse worldwide. Although for this to happen, consumers and fishermen would have to be conscious about the process and advantages of selective fishing. Environmental education is an effective tool to achieve awareness, but because it is so difficult to measure its impact in a short-term, not enough resources and time are assigned to it in order to really stimulate change. In the meantime, fishermen will continue to accumulate knowledge about their environment, grasping to life when they are left against the ocean’s fierceness, sharing everything they have and enriching their culture with values that not many understand: sincere friendship and humbleness. They are hard working people who look at the stars when they are taking the first fish from the sea, and only close their eyes to imagine a better future. 42
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Cerca de la Tierra Elizabeth Moreno D. 45
En esta tierra hay algunos que hablan de libertad, de no tener patrón. Otros, de dormir tranquilos, no como en la ciudad. Del trabajo arduo, que apenas les alcanza. De la reserva de la biósfera de La Giganta, ¿Será algo bueno? ¿Nos convendrá? De los políticos, que no cumplen. De lo rápido que se va el dinero en la ciudad. De las sequías. De los ciclones y las crecidas, aquel del 56. De los venados, chivos brincolines. De los leones y la rabia. Que ya no hay pitahayas... Todo esto y un café. Una, dos, tres horas, no importa. Aquí los segundos son mas largos, se estiran. Tiene que ser así, pues las horas del día no les alcanzarían para todas sus actividades y luego, para contarles historias a sus nietos a la luz de la luna, en aquellos ranchos donde la televisión todavía no es parte de la familia. De pequeña fui a los ranchos, en el 2010 conocí a su gente. Entre La Paz y San José de Comondú, a lo largo de la Sierra de la Giganta, sus familias nos abrieron las puertas a sus casas y sus vidas. A ellas les estamos profundamente agradecidos por las vivencias, conocimiento y amistad que nos han regalado y nos enriquece. Quiero compartir estos instantes, estos segundos que se alargan en el tiempo. Son memorias, que tal vez a algunos les recuerde algo. Cómo se siente la tierra, las plantas; cómo huele la lluvia o el chiquero, o a qué sabe la leche bronca en las mañanas frías. Memorias que conforman parte de la historia de la tierra de las pitahayas. Memorias que pronto sólo estarán en la mente de unos cuantos, o que quizá hagamos que vivan si somos muchos quienes las recordamos.
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Here, on this land, some talk about freedom, about not having a boss. Others, about sleeping in peace, far from the city. About hard work and low wages. They fret about the impact of the National Reserve La Giganta. They berate the politicians that do not fulfill their promises, and talk about how quickly money spends in the city. They converse about deer, jumping goats, lions and rabies. And the dwindling crops of pitahayas... All of this and coffee. Two, three hours, it does’nt matter. Here, the seconds are longer, they stretch. It has to be like this, otherwise the hours in one day would be insufficient to complete all of their chores, and after that tell stories under the full moon to their grandchildren, in those ranches where television is not yet part of the family ritual. When I was a child I visited many ranches. In 2010 I was fortunate enough to spend time with ranchers between La Paz and San José de Comondú, along the Sierra de la Giganta. Their families welcomed us into their homes, into their lives. To them we are profoundly grateful, for the experiences, generosity, knowledge and friendship they have given us and that enriches us. I want to share those moments, those seconds that stretch in time. They are memories that I hope will remind you of something: how the soil feels, the plants, how the rain smells or the stockyard, or how fresh milk tastes on a cold morning. These memories are an important part of the history of the land of the pitahayas. Memories that soon will just be in a few people’s mind, or that maybe we could keep them alive if enough people remembers.
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Punto de Vista
sobre el paisaje
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Llantas
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Leopoldo Pe単a
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Paso libre
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Leopoldo Pe単a
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Tubo Leopoldo Pe単a
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Las alas Elizabeth Moreno D.
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Rastros Elizabeth Moreno D.
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s/t
Alejandro Rivas Sรกnchez
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Alejandro Rivas Sรกnchez
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Espacio azul
Alejandro Rivas Sรกnchez
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