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Rincón del libro
METAMORFOSIS Yaiza Yeguas publica su primer libro de poesía
Hola a todos!
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Soy Yaiza Yeguas, a lo mejor alguno no me conoce, pero soy de Alcorisa. Tengo 18 años, y el motivo por el que estoy aquí escribiendo para vosotros es porque he escrito mi primer libro.
Este libro de prosa poética se titula Metamorfosis, va dirigido para todos los públicos, ya que su principal tema es la sensación de sentir el vértigo del amor y la de sentir cómo las mariposas se desvanecen de nuestro estómago, por ello, es un libro que puede leer cualquier persona, ya que este sentimiento no tiene edad.
Además, este libro habla del crecimiento personal, haciendo alusión a los cambios que sufren las personas a lo largo de su vida.
Metamorfosis iba a ser presentado por primera vez el día de San Jorge, ya que es el día del libro y me hacía mucha ilusión que saliera a la venta ese día por primera vez en Alcorisa. Debido a las circunstancias que todos conocemos, no pudo ser. Por ello, la presentación de «Metamorfosis» se realizará cuando las circunstancias lo permitan, os mantendremos informados. No obstante, si alguien se quiere hacer con un ejemplar, está disponible en Amazon y en la editorial Círculo Rojo.
Por último, me gustaría dar las gracias al periódico BALCEI por darme esta oportunidad de dar a conocer mi libro.
Yaiza Yeguas.
Balcei 189 mayo 2020
# alcorisasaleunida
Yaiza Yeguas nació en Alcorisa (Teruel) en 2002. Ha cursado segundo de bachiller y en septiembre comenzará la carrera de Turismo. Desde pequeña, la mú sica ha hecho vibrar su corazón, y desde hace unos años, gracias a la escritura, convierte sus ex periencias en su propio manual de supervivencia. Ha escrito su primer libro, plasmando en él la sensación de sentir el vértigo del amor y la de percibir cómo las mariposas de nuestro estómago se desvanecen.
«Pensaba que todas esas ma riposas en proceso que vagaban por mi estómago me llenaban de vida. Llegué a creer que aquellos seres eran los que me daban alas para volar, ilusión para soñar. Pero al final, lo blanco se volvió negro, y el frío se convirtió en hielo. Al final, comprendí que la única persona que alumbraba mi camino, la única mariposa cuya huida crearía un agujero impo sible de llenar con otras almas, era la tuya. Y que por muy lejos que volaras, tú siempre serías mi verdadera mariposa».
Pasaron por aquí. Antón Castro
Antón Castro
En Alcorisa se tutea y se quiere a Antón Castro porque nos corresponde y nos honra. No hace falta presentarlo porque es familiar y sabemos que, hace nada, fue Premio Nacional de Periodis mo Cultural.
A principios de diciembre ha pre sentado un nuevo libro en la editorial Pregunta: PASARON POR AQUÍ.
El AQUÍ es Aragón y los que PA SARON son personajes insignes de diferentes ámbitos, desde la música al deporte, de la danza a la política, de la ciencia a la pintura, del cine a la aris tocracia. Antón, con la capacidad de seducción que le aflora y el rigor de autoexigencia que desborda, ha com pletado un libro que puede ser leído en breves dosis, ya que son más de ochenta los personajes estudiados, o, más probablemente enlazando un per sonaje o mejor una historia con otra sin freno. El libro es culto y muy divertido.
Antes he dicho que los persona jes son estudiados. Ciertamente Antón aprovecha el género periodístico y di ferentes crónicas del Heraldo de Aragón para abordar la estancia en Aragón de personajes tan diversos como: Char lot, Coppi, Dalí, Disney, Dylan, Einstein, Falla, García Lorca, Steffi Grass, Hemingway, Miguel Hernández, Elton John, Madonna, Eddy Merckx, Pelé, Pérez Galdós, Eva Perón, Anthony Quinn, Lou Reed, The Rolling Stones, José Luis Sampedro, George Sand, Patti Smith, Sorolla, Sting, Unamuno, Tina Tarner… Son solo algunos. En cada uno de los cuales, pese a su breve acercamiento, habrá una profundidad y un estudio del personaje ratificado generalmente por las crónicas del mo mento o por estudiosos, periodistas o intelectuales actuales que se pronun cian con sus recuerdos u opiniones.
Es tal la autenticidad y profundi dad que estas líneas permitirán, a menudo, deshacer estereotipos y tópicos
que suelen existir sobre los mismos personajes. Sobre Madonna, la propie taria de la Torre del Visco nos aclarará: «Madonna nunca ha estado aquí. No sotros jamás hacemos revelaciones de este tipo por respeto a nuestros clien tes, pero esto lo digo porque se ha convertido en leyenda urbana y rural, la he oído varias veces y no es verdad». De George Sand (Aurora Dupin), hija de un aristócrata y de una costurera y que devino una de las grandes escrito ras de su época. Casada con un barón, lo abandonó tras tener dos hijos, se disfrazó de hombre y abrazó el perio dismo y la literatura. Se le atribuyen numerosos amoríos y escándalos. Sin embargo al referirse a su historia con el compositor y pianista polaco Frederick Chopin en la cartuja de Valldemosa ha bla de que había vivido con tres niños (tenía dos de su anterior matrimonio) «y el más pesado era Chopin». O cómo Julio Iglesias contestaba en 1970 en las fiestas de Barbastro a una reportera al preguntarle si pensaba en su retirada de la canción: «Voy a hacer el doctorado de política y económica (sic), soy abo gado y voy a vivir de mi carrera».
Anécdotas, pensamientos y testi monios que se anudan como estímulos culturales que nos harán pensar y reír. Cada uno encontrará los suyos. Les ofrezco unas declaraciones de Antoi ne de Saint-Exupéry —ya saben aquel
aviador de El Principito— escritas para una crónica en plena guerra civil española que me impactaron: «Barce lona y Zaragoza están habitadas más o menos por la misma mezcla: comu nistas, anarquistas, fascistas…Y esos mismos que se aglutinan quizás difie ran más entre sí que sus adversarios. En la guerra civil el enemigo está en el interior, uno prácticamente lucha con tra sí mismo».
A cortos sorbos o en trago largo, el brebaje es bueno y sienta muy bien.
Jesús Félez
Balcei 189 mayo 2020
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Xviii Concurso Literario Ies Damián Forment de Alcorisa
Trabajos premiados:
PRIMER CICLO DE ESO
POESÍA 1.º Carla Aznar Burriel (1.º A): «No te quiero» 2.º Lorién Gracia Lanáu (2.ºB): «Canción de rap: el bullying» RELATOS CORTOS 1.º Sara Vega Gracia Ramos (2ºA): «Una nueva etapa» 2.º Paula Daniela Andrés Azabache (1.ºB): «Huellas»
SEGUNDO CICLO DE ESO
POESÍA 1.º Blanca Pascua Marrodán (4.º A): «Nostalgia» 2.º Leyre López Pérez (4.º A): «Memoria de lo efímero» RELATOS CORTOS 1.º Valentina Andrés Tello (3.ºA): «No la abras» 2.º Alba Lahoz Gascón (4.º A): «Corazón de madera»
No te quiero
No te quiero por cómo me hablas, no te quiero por cómo me tratas, no deseo más tus besos amargos ni los momentos de temor a tu lado. Te quería por cómo me mirabas, te quería por cómo me abrazabas, me encantaban las tardes de peli y manta y besarnos en los paseos por Las Ramblas. Estoy cansada del miedo que me provocan tus manías, tus desprecios, tu ira, y cansada de la tristeza que siento al pensar cuánto te quería.
Carla Aznar Burriel (1.º ESO) – 1. er premio poesía
Me gustaban nuestras miradas cruzadas, nuestras manos entrelazadas, eras mi mundo y ahora congelas mi hogar, pero quiero que sepas que voy a volar. No intentes separarme de mi familia. Yo solo quiero alejarme de ti, porque ya no tengo miedo: soy mujer y no tengo dueño. Hoy soy una guerrera más, y juntas, de la mano, gritamos: «SOMOS VALIENTES, NO TENEMOS MIEDO. JUNTAS, PODEMOS».
Carla Aznar.
Canción de rap: El «bullying»
Lorién Gracia Lanáu (2.º ESO) – 2.º premio poesía
Lorién Gracia.
Hoy vengo a hablar de un tema serio, ese tema es el «bullying» en concreto. Es una realidad, no te miento, si quieres enterarte, pues, estate atento. Voy al parque y cuando llego veo a un chico que parece que tenga miedo, entonces «¿qué te pasa?», le pregunto, y él me dice: «Me están haciendo un abuso». Yo cojo y lo levanto, le digo: «No te preocupes, conmigo estarás a salvo». ¡Atención! Llegan los malotes y les pregunto: «¿Qué hacéis con esos palotes?» Exactamente, son para pegarle y por eso yo fui a ayudarle. Rápidamente me puse delante y el niño me agradeció ese rescate. Al día siguiente veo a mi amigo preocupado. Le pregunto y me dice que le han robado. Pero es que otro día le habían pegado y, además, ayer piedras le tiraron. De repente, se pone a llorar. Le digo: «No te preocupes, que lo vamos a arreglar. Llama a tus padres, que se van a enterar; esos malotes de mierda lo van a pagar». Efectivamente, ¡se enteraron! No hagas a nadie sentirse marginado. Eso es de ser mala persona. Yo fui bueno y conseguí una victoria. ¡No hagas «bullying»! ¡No más «bullying», por favor! Eso es de muy mala educación. Te lo han dicho mil veces en el colegio, pero por si acaso… YO TE LO RECUERDO.
Una nueva etapa
Un sudor frío le corría por la frente. Nunca había sabido el verdadero significado de esa frase que había leído mil veces en los libros. Hasta ese momento.
Le temblaban las piernas, tanto, que no las sentía. Sabía que las tenía porque al mirar al suelo se veía unos zapatos negros. ¿Por qué habría elegido esos? Por la mañana cuando se vistió le pareció una buena idea, ahora le apretaban por todas partes, la aprisionaban, atornillaban y clavaban al suelo. No podía moverse.
El corazón botaba en su pecho tanto que daba la sensación de que en cualquier momento se iba a independizar del resto del cuerpo. Pero lo peor eran las manos. Luchaba con todas sus fuerzas por
Sara Vega Gracia Ramos (2.º ESO) – 1. er premio relatos
mantenerlo sujeto y que no se cayera de las manos, a fin de cuentas le había costado todos sus ahorros de dos años. Había ahorrado cada una de las propi nas que le daba su abuela por su cumpleaños o por hacerle compañía y leerle un libro, ese que les hacía compartir las experiencias y juegos de juventud. Ella no sabía que disfrutaba de cada momento que pasaba acompañándola, ¿o sí? Sospechaba que su abuela se había inventado ese «trabajo» para que pudiera conseguir el oboe que quería. Sonrió.
Sujetó firmemente ese trozo de madera y veinte endemoniadas llaves que a veces se resistían a sus dedos. Miró el reloj. Nada. ¡Que no la llamaban! ¿Se habrían olvidado de ella? ¿Sería una premonición del destino? Quizá no debería estar allí.
Recordó los años que había pasado practican do, estudiando, aprendiendo el significado de esos «signos con zapatitos», como decía su madre. Y por un momento recuperó las fuerzas, ahora se sentía segura, fuerte. Miró otra vez el reloj. Nada, que no la llamaban. Definitivamente se habían olvidado de ella. Y entonces… ¿qué haría? Volver a empezar no era una opción. Ya, pero… ¿qué iba a hacer?
Una lágrima empezó asomar por sus ojos. Tragó saliva, pero no podía. Había un muro en su garganta. Le dolía y escocía a la vez. Nunca había estado tan nerviosa. Y a fin de cuentas, ¿por qué? ¿Había estudiado? Sí ¿Se había preparado? Sí. Había ensayado mil veces, practicando hasta tener callos en los de dos y no sentir los brazos. Repitiendo una y otra vez
para mejorar el sonido, la respiración, la postura…
No había de qué preocuparse. Pero ¿y si tenía hipo de repente, o se le olvidaba qué hacer? ¡Uf!. Otra vez el sudor frío, que ahora estaba ya helado. Empezó a tiritar, estaba empezando a sentir pánico. De repente, le entraron ganas de salir corriendo. Total, no la habían llamado aún. Nadie lo iba a saber, pondría cualquier excusa, y ya está. Sí, definitivamente esa era la solución.
La puerta se abrió de repente, sin avisar, chirriando, haciendo el mismo ruido que hizo la guillotina cuando cortaba la cabeza de María Antonieta en la peli que habían visto en clase de Historia. La espalda le crujió, todas y cada una de sus vértebras discutieron entre sí e intentaron seguir caminos diferentes.
Un chico delgaducho pero alto, moreno y que no parecía feo, aunque tampoco un modelo de revista, salió alegremente, despreocupado, tranquilo. Era la calma después de la tempestad, un buen sillón después de la clase de Educación Física, la paz del primer día de vacaciones. Sonrió y dijo «¡Hola!» En ese momento la mandíbula se le desencajó y creyó que le llegaría hasta el suelo.
Una voz metálica, resonó en el largo y estrecho pasillo.
«Sofía García, es su turno. Aspirantes a la pruebas de acceso al Conservatorio profesional de música».
Fue su primer día en el conservatorio. ¡Terrorífico!
Habían pasado seis años. Ahora era verano, hacía calor y el sol brillaba. Sofía no paraba de sonreír mientras terminaba de colocarse el vestido. Era bonito, moderno pero discreto. Habían insistido mucho en cómo «no tenían que ir vestidas»: nada de tops, nada de minifaldas, nada de espaldas al aire, nada de brillos… Y la lista seguía y seguía. ¡Quien escribió las normas no había comprado un vestido en su vida! Le había costado más de un mes encontrar el dichoso vestido.
Canturreando sin parar la melodía que iban a tocar en media hora. ¡Solo media hora! No se había dado cuenta. Las manos le empezaron a sudar, las piernas le temblaban, la saliva se negaba a pasar por su garganta. Miró al suelo y vio unos zapatos negros. ¿Por qué los habría elegido? Por la mañana había pensado que llevar tacones era una buena idea, pero ahora… Le apretaban todos los dedos, y además pesaban muchísimo. ¡Casi no quedaba tiempo! Unas gotas de sudor empezaron a caer por su frente. Debía de ser por el
Balcei 189 mayo 2020
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Sara Vega Gracia.
Huellas
Estos últimos años mucha gente ha hablado del cambio climático. En las calles, cuando salgo a comprar con mi madre, la gente siempre habla del tiempo que hace. A veces creo que solo es un tema de conversación; pero, la verdad, sí que está pasando.
Este año hubo una gran nevada, el pueblo se vio afectado y los pueblos de alrededor también. Cuando veía la nieve desde mi ventana, solo pensaba en lo bien que me lo pasaría con mi hermano: jugaríamos a tirarnos bolas y a tumbarnos en el suelo abriendo los abrazos para dejar nuestras formas del cuerpo en la blanca nieve. Y así lo hicimos.
Pero la nieve no dejó de caer durante tres días seguidos, y escuchaba a mis padres preocupados por que algún tejado se había caído, la luz también se fue en todo el pueblo y se habían complicado las comunicaciones telefónicas, que ahora son tan importantes para todos. Cuando pasó el temporal, nos enteramos de que parte de la casa de mi amiga Lucy se había venido abajo por el peso de la nieve y, aunque su padre y su hermana pequeña se encontraban bien físicamente, estaban realmente en una situación difícil, porque los daños eran bastante grandes y el frío se colaba por todas partes.
El padre de Lucy trabajaba en el campo y, claro, la cosecha se había echado a perder: las olivas que estaban a punto de ser recogidas ahora estaban en el suelo. Todo era muy triste en aquellos días en la casa de Lucy.
Me venían a la mente recuerdos de los días en que jugábamos en el portal de su casa. Tenía muchas macetas de cerámica, que su madre había hecho antes de morir de un infarto fulminante, cuando ella tenía cinco años y su hermana tan solo uno. Eran coloridas y llamaban la atención al entrar en su casa. Era una casa muy acogedora, modesta y siempre olía a lavanda, porque cuando el padre de Lucy regresaba del campo traía un ramo para sus hijas.
Los miembros de la cooperativa del pueblo se reunieron para saber los daños que había dejado el temporal, pero el padre de Lucy no acudió. Alguien
calor… Se animó. Además era demasiado tarde para salir corriendo.
Jorge se acercó, alegre como siempre, despreo cupado, y le preguntó: «¿Tengo bien el pelo?». Sofía le miró a sus ojos de color cobrizo y asintió.
Una voz metálica resonó en el auditorio: «Buenas tardes. Hoy vamos a entregar los diplomas de fin de grado profesional del Conservatorio de…».
Así fue su último día en el conservatorio, el más feliz de su vida.
Paula Daniela Andrés Azabache (1.º ESO) – 2º premio relatos
dijo que estaba trabajando en casa, todos se miraron entre sí y mi abuelo dijo que, ante lo sucedido, todos tendríamos que apoyarles, porque es un vecino del pueblo, siempre amable y servicial, y en la medida de nuestras posibilidades algo podríamos hacer por él.
Al día siguiente, el señor Peralta, que es el carpintero del pueblo, cargó en su furgoneta muchos maderos y sus herramientas, y fue hacia la casa de Lucy. Aún estaba amaneciendo y al llegar allí se encontró con algunos vecinos ayudando a retirar la nieve que se había quedado dentro de la casa y a otros arreglando el tejado. A media mañana, mi madre y algunas mujeres del pueblo llevaron el almuerzo para los que estaban trabajando, y también llevaron mantas, comida y fruta para Lucy y su familia.
En el pueblo se hablaba de lo sucedido, pero realmente fueron pocos los que se acercaron hasta allí. Algunos hablaban de que no habían visto una nevada así, otros de la mala suerte de la familia de mi amiga, y otros contaban las experiencias de otros. Como las clases del Instituto estaban suspendidas, mis amigas y yo decidimos ir también hasta la casa de Lucy, queríamos verla, hacerle compañía, y en nuestras mochilas llevábamos cosas que le gustaban a ella y a su hermana; por supuesto, no faltaron las chuches que a todas nos gustaban.
Al verla a lo lejos, corrimos hacia ella y la abrazamos muy fuerte, la despeinamos; y nos dimos cuenta por su cara que estaba sorprendida y emocionada. —¡No os esperaba! —nos dijo. —¡Echábamos de menos esa carita de pan! —dijo mi amiga Sara, y todas nos echamos a reír.
Lucy estaba cogiendo las macetas rotas del suelo cuando llegamos, así que la ayudamos, y mientras lo hacíamos hablábamos de lo que más nos gustaba, la música y el baile. Pero también comentábamos lo que sucede con el cambio climático porque este temporal también es parte de estos cambios: no podíamos haber imaginado que nevaría así cuando días atrás había hecho una temperatura agradable con
Paula Andrés.
un sol radiante y estábamos con nuestras bicis en el parque dando vueltas.
Recuperamos las macetas, a algunas les dimos un toque de pintura y quedaron muy bien. Lucy estaba contenta, y nosotras también, así que al caer la noche regresamos a casa, algo cansadas, pero con la satisfacción de haber compartido aquellos momentos con Lucy.
Pasaron unos días y todo volvía a la normalidad. El Señor Peralta había hecho un buen trabajo en la casa de Lucy, y no quiso cobrar nada, solo le pidió que le recogiera las olivas de su campo, y le dijo que partirían el aceite a partes iguales. Niños y jóvenes regresamos a las aulas, y todos tuvimos algo que contar, fueron días donde la naturaleza nos sorprendió y dejó la huella de lo ocurrido.
He aprendido en estos días que por pequeño que sea, todo esfuerzo vale para ayudar a los demás y que no hay nada peor que la indiferencia. Hay situaciones en las que queremos ayudar, y no sabemos cómo hacerlo, por lo que a veces nos quedamos en casa sin hacer nada. Sin embargo, la empatía con los que más nos necesitan y ante situaciones difíciles o tristes nos convierte siempre en mejores personas y, por tanto, en una mejor sociedad.
Balcei 189 mayo 2020
# alcorisasaleunida
lle gan no
ticias ... alcorisa nuestra historia (II)
No siempre eran buenas noticias las que llegaban o se comunicaban desde Alcorisa. Como fue trascurriendo la guerra fue aumentando el número de muertos en ambos bandos. Las batallas se fueron haciendo más sangrientas y aumentaban los alcorisanos fallecidos. Esto conllevaba que las noticias fueran trágicas y dolorosas. Así le ocurrió a la familia de Candida Espallargas. Su hermano Pedro estaba destinado en África en la Legión, paso a España con las tropas de Franco y murió en los intentos de conquista de la capital por Franco. Fue en la cuesta de las Perdices, en Madrid, estando en una trinchera entro la bala por la aspillera y lo mato. También otro alcorisano legionario cayó en el avance hacia Madrid, Simón Tomás Ballester, en Talavera de la Reina.
«En la cuesta de las Perdices se consiguió frenar la ofensiva nacional en enero de 1937, y aquí también, se desarrollaría una penosa y larga guerra de trincheras que duraría hasta el final del conflicto, en abril de 1939.
La cuesta de las Perdices fue uno de los lugares del frente madrileño donde la tierra de nadie era más estrecha, apenas ocupaba el ancho de la carretera. Las pocas construcciones existentes en la zona fueron fortificadas, y por su control se desarrollaron cruentos combates que con frecuencia provocaban que estas cambiasen de manos una y otra vez, hasta quedar reducidas a montones de escombros.
Durante tres años, la guerra se adueño del lugar, y la cuesta de las Perdices se convirtió en uno de los puntos más brutales y terribles del frente madrileño».
Frentedebatalla-gerion.blospot.com
Estafeta de correos en el frente de Madrid.
Desde 1936, el Gobierno de Burgos, otorgó generosas pensiones vitalicia, a sus viudas, huérfanas y mutiladas. Un ejemplo: los familiares del soldado de infantería, vecino de Zucaina, Miguel Castillo Castillo, muerto en campaña en las filas del Ejercito de Ocupación, recibieron una pensión anual desde el 7 de noviembre de 1938 por importe de 693,50 pesetas, que con el aumento por ley del 6 de noviembre de 1942, subiría a 795,50 pesetas. Mataron a mi hermano
No tengo recuerdos malos de mi infancia pero sí de cuando era jovencica porque mataron a mi hermano. Lo mataron en Madrid. Nosotros estábamos con los rojos y él estaba con los nacionales, y a la que liberaron Alcorisa, en 1938, enviaron de Zaragoza los papeles como que había fallecido. Pero a mi padre no se lo dijeron, no nos los dieron porque desde el día que mataron a mi hermano a mi padre le quedaba una renta y esa renta la cobraban los del Ayuntamiento.
Resulta que en el seminario implantaron el hospital y nosotras íbamos voluntariamente a cuidar a los heridos. Una noche trajeron a un joven y nos llamó la atención que nada más suplicaba a su madre y a sus hermanas, y nosotros como teníamos a mi hermano que no sabíamos nada de él…
El joven nos dijo: «¿Qué les pasa a ustedes que todas las noches van con lágrimas en los ojos?». Se lo explicamos y dice: «¿Cómo es que no
saben ustedes nada?, sí que me extraña, pues vayan al ayuntamiento». Allí fueron y les dijeron que no sabían nada, fue una mentira porque es que cobraban la renta de mi padre, se la engullían ellos. Le hicieron tasar a mi padre las tierras cuatro o cinco veces y el perito diciendo que no le pertenecía la renta. Se lo contamos a ese joven y nos dijo: «Mire, yo soy hijo de un conde y no arruinado, he quedado herido pero si me hubieran matado a mi padre le hubiera quedado una renta muchísimo más gorda que la de su padre, ¿cómo no le va a corresponder a su padre?». Nos dio una dirección para ir a Zaragoza y allí, sin entregarles ningún escrito, les dijeron que ellos lo arreglarían todo.
Cuando vino la carta al Ayuntamiento y fue mi padre, lo pusieron de egoísta, que era un no sé qué. Entonces, mi padre le Uniformidad de un legionario a dijo al alcalde, al que también principios de la guerra. mataron un hijo en el Ebro: «Más egoísta eres tú, sinvergüenza, ¿tú estás cobrando la renta de tu hijo y no te quedas conforme con la tuya que quieras la mía?, ¿quién es el egoísta y el exigente?, tú, porque te llevas lo mío, que yo no me llevo lo tuyo». Le tuvieron que dar a mi padre desde dos meses que empezó la guerra hasta después de liberar Alcorisa y le significaba una burrada de pesetas.
Cándida Espallargas Rueda, 1921, Ecos de la Infancia, pp. 48-50
En su día mosén Altaba, fue preguntado por las casas del pueblo, y esta es la relación de Alcorisanos que murieron en el frente. Orencio Aguilar Asensio, falleció hospital militar de Talavera de la Reina 2-10-1938. Joaquín Alquezar Peralta, en el frente de Teruel. Antonio Asensio Martín, desaparecido en el frente. Sebastián Jorge Avellanas Nuez, en el frente. Alejandro Bella Morera, en el frente del Segre. Manuel Borraz Espada, en el frente. Luis Carbó Canales, en el frente. Juan Manuel Carreras Orta, en el frente. Florencio Castel Escorihuela, en el frente del Segre. Tomás Ciércoles Abellán, en el frente. Juan Manuel Espada López, en el frente. Mariano Espada Omedas, posiblemente en un bombardeo en Valencia. Justo Espallargas Burriel, en el frente. Roque Espallargas Espallargas, en la batalla del Ebro. Jesús Espallargas Guallar, en el frente. Angel Espallargas Lamiel, en el frente. Jesús Espallargas López, en el frente. Pedro Espallargas Rueda, en el frente de Madrid. Sebastián Espallargas Rueda, en el frente. Pascual Formento Belenguer, en el frente. Sebastián Galve Carreras, desparecido en el frente. Julián Gasión Zurita, en el frente. Andrés Gonzalez Espallargas, en el frente. Pablo Gracia Ballester, en el frente. Pascual Guallar Lou, en el frente. José Martín Félez, en el frente de Lupiñen (Huesca) Paulino Nuez Juan, en el frente. Domingo Nuez Rueda, en el frente. Sebastián Omedas Nuez, en el frente, por Fraga.
Balcei 189 mayo 2020
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César Pérez Nuez, herido en el frente de Tarragona, murió Zaragoza el 27-1-1939. Mariano Rifaterra Aguilar, carabinero, desparecido en el frente. Manuel Salcho Calvo, en un bombardeo en Barcelona. Felipe Sanz Melero, en el frente de Teruel. Manuel Sanz Melero, en el frente de Teruel. Jesús Sauras Gracia, herido en la batalla del Ebro, murió en Zaragoza. Carmelo Mateo Villanova, vino enfermo del frente y murió en casa. Francisco Zaragoza Villuendas, en el frente del Segre. Manuel Tomas Ballester, 2º tercio de Extranjeros de la Legión, en el frente. Tomas Tomas Ballester, en el frente del Segre. Simón Tomás Ballester, legionario, en Talavera de la Reina. Experiencias, datos, testimonios y consideraciones sobre la trágica
Guerra Civil en España, José Altaba Escorihuela, pp. 178-181
También al ayuntamiento llegaban noticias de los combatientes del bando Franquista para su conocimiento. Cuatro fallecidos que he incluido en la lista de mosén Altaba y la de estos dos soldados dados de baja por heridas y enfermedad:
Soldado Pedro Aguilar Espallargas, Regimiento nº 2 de carros ligeros de combate, ingresado en hospital camino de Graus nº 98, Valencia, Hospital militar de la facultad de medicina. Sala 1.
Miguel Marín Alber de Fet, Tercio Pilar, enfermedad que le declara inútil, 26-7-1938.
La ofensiva de Aragón comienza el 9 de marzo de 1938. El ejército italiano C.T.V., una fuerza de tres divisiones, unos 35.000 hombres. Empieza el ataque (6.30 h), con gran apoyo artillero y aéreo rompen el frente en Rudilla y la muela de Anadón, conquistan Cortes de Aragón y Muniesa el día 10. El día 11 sigue su avance imparable conquistando Hoz de la Vieja, Obón, Alcaine, Alacón (12.30 h), Oliete (14 h). El día 12 una columna de 9 batallones y 15 tanques avanza hacia Alacón, Muniesa y Oliete. El día 13 avanzan y capturan Ariño, Alloza y Andorra. (15.30 h.).
General Frusci en el sector de Alcorisa (escrita en la parte de atrás). El 15 de marzo de 1938 durante la batalla de Aragón.
Estación de Ferrocarril en la Val de Zaragoza.
Tropas italianas en Andorra, al fondo monte san Macario, delante una pieza Oerlikon de 20 milímetros.
El núcleo «celeré» de la Littorio fue enviado a las 8 de la tarde del 13 de marzo, por el General Bergonzoli en dirección de Alcorisa, pidió al General Berti vehículos para trasportar las necesarias unidades de refuerzo. En la madrugada del 14 encontró fuerte resistencia de artillería y de fusilería en el kilómetro 6 de la carretera Andorra-Alcorisa procedente de las lomas al sur del Alchoza, con varios muertos y heridos y el 14 fue herido el mismo general Bergonzoli en un reconocimiento en la carretera Andorra-Alcorisa. El General Berti, comandante del C.T.V., dio la orden de parar la avanzadilla. El mando de la división fue asumido por el General Luigi Frusci, ya comandante de la División de voluntarios de Llamas Negras, que el 3 de noviembre de 1937 fue fusionada con la División «Voluntarios XXIII de Marzo» dando lugar a la nueva División «XIII Marzo-Llamas Negras» dirigida por el cónsul general Enrique Francisci.
«Y con las primeras luces del día vimos como en el cabezo Oliveros había tropas italianas que estaban haciendo fortificaciones. ¡Ya están aquí! Nos dijimos, los italianos de los que hablaban los soldados que se retiraban. Ese mismo día por la tarde se presentaron en la masada un oficial español, un italiano y soldados de este país. Nos dijeron que saliéramos todos a la era y tras registrar la masada de arriba abajo, pinchaban la paja a punta de bayoneta, buscando a algún soldado que pudiera estar escondido, no encontraron nada y se llevaron a mi padre y, de otras masadas, al José María “el Guapo” y al Santiago “el Gitano” como prisioneros. En la masada de el Mas de López (km 10 carretera Andorra) estaba el Alto Mando italiano».
Pedro Muniesa Espallargas, 1929
«Fuimos a Val de Presquera y toda la noche un jaleo que intentaban volar el puente el Regatillo. Por la mañana ya nos encontramos a los italianos. Abren la puerta y salen el Cardonica, el tío “Cacholetas” y mi padre. Ustedes ya están con los nacionales. El tío “Cacholetas” llevaba una medalla cosida en el doble y salta Pascuala, Pascuala sácame la medalla que bastante ha ido escondida. Mi padre, tontolaba, más que tontolaba, pues aun que vaya un mes más escondida lo mismo será. Al día siguiente ya montaron la cocina de campaña detrás de la masada y nosotros estuvimos muy bien con ellos. Nos daban de comer latas de sardinas, chocolate, y nos ganamos muchas perras las jóvenes lavándoles la ropa y las mayores cosiéndoles. Estaban las monjas sor Celefonia y sor
Balcei 189 mayo 2020
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Concepcion con nosotros y vino un cura italiano e hicimos misa. Ellos nos dicen: En la bada el Cantal hay unas cuantas ametralladoras pero esta noche tienen que volar de allí».
Cándida Espallargas Rueda, 1920
«Estábamos con mis tíos y mis padres cogiendo olivas en Val de Presquera, empezaron a venir militares, bajaban militares de la muela Alloza y pasaban y pasaban, resistencia no hacían, bajaban cara aquí cara el pueblo. ¿Qué pasa? Era la retirada, que venían de por Andorra y Alloza. Nosotros pues allí tranquilos y no nos decían nada. No más que pasaban pasaban y no decían nada. Con que al otro día estábamos, nos levantamos por la mañana y ya se presentan cuatro militares y hablaban el italiano, eran italianos, se ve que llegaron hasta el cabezo Oliveros, allí los pararon los republicanos. Estando allí instalaron una cocina los italianos, encima esta la masada Clavería y como salía humo, ¡mecagüen diez!, se ve que de las Planizas o por ahí unos cañonazos que nos jodían. Con que una vez aún nos tuvimos que marchar allá por el olivar de Clavería, mujeres y todo».
Agustín Burillo Tomas, 1922
La chapa encontrada en una trinchera de la Serratilla, perteneció al Bersagliere del Cuartel General de la División Littorio, Giovanni Seebacher (escrito erróneamente Sebacher) nacido en 1916 en Brunico (Bolzano), que el 11 de marzo de 1938, tercer día de la batalla del Bajo Aragón, le conceden en la carretera Josa-Obon una cruz de Guerra por «Herido se niega a ser evacuado, sigue combatiendo, rechazando cualquier rescate e incitando a sus compañeros a la lucha con altas palabras de fe». Forma parte de un grupo rápido de la Littorio, compuesto por un pelotón de Berssaglieri, compuesto por un pelotón de motoametralladoras, una sección contracarro y un pelotón de fusileros. Información cortesía de Giampolo Sorba.
El 14 de marzo, Bergonzoli hizo intervenir una batería de 65/17. Como respuesta al avance italiano detenido en el puente del Regatillo, y la Serratilla, la artillería republicana disparaba sus proyectiles contra el Cabezo Oliveros, pero pasaban al Mas del Finollo allá por Val de Presquera. Muy pocos cayeron en el cabezo. En el olivar de Clavería habían puesto los italianos una batería de artillería de grueso calibre, largo alcance con la que machacaban la cuesta del Caballo y Valdelamata donde se estaban concentrando los republicanos. Había otra de pequeño calibre en el empalme del Tremedal, antiguo camino del Barranco de los Cerros, desde allí disparaban a la Serratilla, los cabezos del Conellero, las Valles, Pontarrones y al mismo pueblo que también cayeron unas cuantas. Los puestos de observación republicanos establecidos en el cabezo el Poyo y Valdelamata dominan desde la altura toda la carretera de Andorra, controlando todos los movimientos italianos. En un parte de guerra de la división italiana Littorio, correspondiente al día 14 de marzo, habla de que la artillería republicana contrabatiendo a la italiana ha causado 20 bajas. Del día 15, comenta que por la mañana hay ligero fuego que no causa bajas. Ese día la aviación italiana bombardeara el cabezo el Poyo, alcanzándolo plenamente.
Defendiendo Alcorisa en dicho punto se encuentran la 47 división de el ejercito de la República mandada por Gustavo Duran, compuesta por la 49 y 69 Brigadas Mixtas dispone en línea más de 6.000 hombres más restos de otras unidades que en su retirada se han ido concentrando en Alcorisa, como los canadienses del Batallón Mac Pacs o la batería del II grupo Internacional de artillería, acompañados por ocho carros de combate, modelo T-26, pertenecientes al XXII Cuerpo de Ejercito. La dureza de los combates la refleja un parte remitido por la 69 Brigada Mixta que defiende la Serratilla, y que efectuado a las 11.30 h de el día 14, bajo el cuarto vuelo de la aviación italiana, en lo que se lleva de día, comenta que desde las 7.45 h hasta las 9.15 h han sufrido intenso fuego de la artillería italiana. Ante la fuerte resistencia republicana y porque tenía orden de ocupar Alcorisa el IV Cuerpo de Ejército de Aranda. La Littorio se dispuso al norte de Alcorisa, que fue ocupada el 17 de marzo por la IV de Navarra.
El 15 de marzo fue ingresado el General Bergonzoli en el hospital por ser herido por bala enemiga en el muslo derecho que le atravesó y se quedo clavado en el muslo izquierdo. Apodado «Barba eléctrica». Cortesía de Giampaolo Sorba.
También serían trágicas las noticias que recibieron en Italia los familiares de los legionarios italianos heridos o fallecidos en Alcorisa en estos días de marzo 1938, que amablemente me ha pasado Giampaolo Sorba
General Bergozoli.
en una página de facebook, extraídas del libro Ricordi di un ufficiali dei Bersaglieri (F-A. Marcoz, tra le Righe libri, s.l., 2015). Todos los heridos fueron hospitalizados en un hospital de campaña de la Littorio y después en hospitales de Zaragoza y Valladolid. La relación es la siguiente:
El 14 de marzo fallecieron, el cabo de la Littorio Antonio Cioffi, el soldado Domenico Campece, el artillero Antonio Sassu y el artillero Attilio Salviato fue herido y falleció en el hospital el 31 de marzo. – El General Aníbal Bergonzoli, herido por una bala de ametralladora que traspasó el muslo derecho y se clavó en el muslo izquierdo en un reconocimiento en la madrugada del día 14. Apodado «Barba eléctrica». – Emilio Cazo, teniente, herido en una pierna por una bala de ametralladora.
Balcei 189 mayo 2020
# alcorisasaleunida
– Mariano Cau, audaz del Cuartel general, herido por una bala explosiva. – Giusseppe di Dia, herido en la rodilla por metralla de granada. – Bruno Franco, artillero, herido mano izquierda por una bala de ametralladora. – Giusseppe Manti, teniente de artillería, herido por metralla de proyectil antitanque. – Mario Merola, artillero, herido en la cara por metralla de proyectil antitanque. – Giuseppe Milan, ayudante cuartel general, gravemente herido por una bala de ametralladora.
En la mañana del 15 fallecieron el Berssagliere de la Littorio Domenico Campece y Giuseppe Furco, en la carretera Andorra-Alcorisa. Así como los soldados Francesco di Maio y Aronne Palombo. – César Berardelli, cabo de artillería, gravemente herido en los ojos y por todo el cuerpo por metralla de granada.
Curiosa es la historia de Don Eugenio Vicente Liarte, director del colegio y maestro de matemáticas de Alcorisa. Alejandro Abadía París, un gran filatélico de Samper de Calanda, que reúne una gran historia postal de la provincia de Teruel. Ha escrito dos libros titulados Historia Postal en la Guerra Civil Española (I y II), Teruel, 1936-1939. Me pasó tres postales mandadas por Vicente Liarte desde Italia a Alcorisa. Vicente liarte era maestro y fue trasladado a Alcorisa desde Castellote, en el curso 1923-24, junto con don Miguel Tello Celma. Vicente Liarte estaba casado con Emilia Gómez, era una persona muy católica y miembro de Falange Española. Al entrar la columna Morella en Alcorisa, o unos meses después por la presión de los anarquistas, se fue a Zaragoza junto con don Miguel Tello Celma.
«Don Vicente Liarte se fue a Zaragoza. Era muy beato, trataba bien a los niños ricos, y a los pobres a la carbonera».
José Formento Azuara, 1922
Fue enviado a Italia para su formación. En los textos de la tarjeta postal que envía a Pompeyo Palomo menciona ideales como «jerarquía, respeto, progreso, vida pujante, y completa formación». Su lugar de resi
dencia era la de «Juventud Italiana Littorio. Monte Sacro. Vía Adriática Roma». En la tarjeta postal da noticias como la que «Hoy hemos estado junto al Duce, que ha vitoreado a España y al Caudillo». Tuvo algún tipo de convenio o intercambio al que llamaban «Aprender Falange».
En la segunda postal que envía a su esposa, parece escribir en clave, justificando haber recibido carta de ella y algo de dinero 50 duros y su negativa de escribir en el periódico El Noticiero, de Zaragoza, también habla de «embarcar» con otros comentarios como recomendaciones de no comentar, no viajar… de corte más familiar.
La tercera la manda desde Florencia a su esposa e hijas y lleva fecha 30 de noviembre de 1938. Esta más de mes y medio en Italia. La primera 18 de octubre la segunda 24 de noviembre y la tercera 30 de noviembre.
Postal desde Florencia, reverso.
Postal desde Roma.
Postal desde Florencia, anverso.
Cuatro maestros de Alcorisa serían cesados, según consta en la Gaceta Nº 34 de la República. Dos siempre han sido nombrados en Alcorisa y salen en fotografías de la escuela. Sin embargo las dos maestras son desconocidas y ningún Alcorisano las había nombrado en ninguna entrevista, seguramente estuvieron poco tiempo en Alcorisa. Gaceta de la República, Nº 34, 3-2-1937
Según decreto de Presidencia del Consejo de Ministros de 27-9-1936. Este ministro ha tenido a bien de poner cese en sus cargos con pérdida de cuantos derechos pudieran derivarse de su situación escala foral, los maestros nacionales de la provincia de Teruel:
Miguel Tello, de Alcorisa. Eugenio Vicente Liarte, de Alcorisa. María Concepción Pérez Bermuz, de Alcorisa. Elisa Royo Sangüesa, de Alcorisa. Valencia, 30 enero 1937 P.D., W. ROCES Ilustrísimo señor Director General de Primera Enseñanza.