2 minute read
Parroquia
Balcei 198 noviembre 2021
#alcorisasaleunida
Advertisement
Hoy Balcei entrevista a Florencio Roselló Avellanas. Florencio nació en Alcorisa un 10 de enero de 1962 y a los 11 años marchó al seminario de la Orden de la Merced para ser sacerdote, sueño que se cumplió un 24 de agosto de 1986. Desde entonces hasta hoy, toda su vida, como religioso y sacerdote mercedario, ha estado ligada al mundo de la cárcel, en diferentes prisiones de España.
¿Dónde estás viviendo tu vocación mercedaria en este momen-
to?
En este momento estoy residiendo en la comunidad mercedaria de Castellón. Y vivo mi vocación atendiendo la prisión de dicha ciudad y coordinando la Pastoral Penitenciaria a nivel nacional. La cárcel de Castellón es una prisión media, de unos 650 presos y presas. Mi trabajo consiste en acompañar sus vidas, sus frustraciones y también sus ilusiones. Como mercedario me siento plenamente identificado y feliz por esta pastoral, que es uno de los pilares fundamentales por los que fue fundada la Orden de la Merced en el siglo XIII, para acompañar a los hombres y mujeres en cautividad, entre ellas la prisión.
Florencio entrega una pequeña moto hecha con material reciclable al Papa Francisco.
¿Cómo estás viviendo con tus comunidades la actual crisis producida por esta pandemia?
La crisis de la pandemia se traduce de varias maneras. Por un lado, ha habido varios mercedarios, tanto en España como en América que han fallecido a causa de la pandemia, y eso duele y deja huella. Uno se pregunta ¿por qué a ellos? Por otro lado los mercedarios que estamos trabajando en las cárceles hemos estado bastante tiempo sin entrar en prisión, como medida preventiva para evitar la entrada del virus. Eso también ha generado impotencia, pues los presos se han visto privados de derechos fundamentales, como es el ser visitados por las familias, o las salidas de permisos, y eso ha generado malestar. La pandemia ha limitado mucho a los presos y sus familias.
¿Cómo vives tu servicio a la Pastoral Penitenciaria desde la Conferencia Episcopal?
Lo vivo con gozo, porque es una situación privilegiada. Pues me responsabilizo de coordinar toda la acción pastoral que la Iglesia hace en las cárceles en España. Toca animar a capellanes y voluntarios, toca sensibilizar a la sociedad de que hay que trabajar por la reinserción. Tratamos de sacar lo mejor de cada persona que está en prisión, para que la sociedad le abra la puerta de la normalización en la sociedad. Creo, y los mercedarios creemos, en las segundas oportunidades.
Florencio Roselló Avellanas, sacerdote mercedario.
¿Qué dirías a tus paisanos de Alcorisa de cara al futuro?
Que el futuro no está escrito. Que nosotros somos los protagonistas del mismo. Que lo que nosotros no hagamos por nuestro futuro, por nuestras familias, por nuestro pueblo… nadie lo va a hacer por nosotros. Que trabajemos por hacer un pueblo solidario y acogedor. Que no discriminemos ni apartemos a nadie por su condición social, origen o religión. Si esa persona está en nuestro pueblo, amará a Alcorisa. Que sigamos siendo ese pueblo donde cabe todo el mundo, donde el que viene de fuera, con el tiempo, se hace uno más de nosotros. Con estas actitudes estamos trabajando, porque todo el mundo tenga un lugar en la sociedad.