Barrabes Cuadernos Técnicos, 83 - Jul/Sep 2016

Page 1

Nº 83 - JULIO / SEPTIEMBRE 2016

VAPOR V Y FORCE X PIES DE GATO DE SCARPA

KHANG TARI UN NUEVO SEISMIL VIRGEN EN NEPAL

MALAN SHAN 41 DÍAS, UN ALPINISTA, UN DESIERTO Y UN SEISMIL

MONT BLANC 4 RUTAS HACIA EL TECHO DE LOS ALPES

PVP: 2 €

C U A D E R N O S T É C N I C O S


WE BRING PEOPLE CLOSER TO NATURE

www.haglofs.com


C U A D E R N O S T É C N I C O S

Director: Jorge Chueca cuadernos.direccion@barrabes.com Redacción: Equipo Cuadernos Técnicos Diseño y maquetación: Javier Campo Producto y asesoría técnica: Fernando Tomás Publicidad: comunicacion@barrabes.com 876 76 80 46 Atención al Cliente: Tfno. 902 14 8000 cuadernostecnicos@barrabes.com Han colaborado en este número: David Atela, Fernando F.G., Ángel Luis Salamanca, Jonás Cruces, Carlos Alfonso Pérez Santiago, Equipo Cuadernos Técnicos Imprime: Icària Arts Gràfiques Barrabes Esquí-Montaña SLU Ctra Francia s/n Benasque (Huesca)

La escalada y el alpinismo son potencialmente peligrosos y dañinos. Cualquier persona que escala habitualmente es personalmente responsable de aprender las técnicas adecuadas y asume todos los riesgos y la responsabilidad completa por cualquier daño o herida, incluida la muerte, que pueda resultar de la actividad.

Tirada de 30.000 ejemplares. Distribución gratuita.

Nº 83 JULIO / SEPTIEMBRE 2016 04 REPORTAJE MONT BLANC 4808M. 4 RUTAS HACIA EL TECHO DE LOS ALPES 22 REPORTAJE MALAN SHAN. 41 DÍAS, UN ALPINISTA, UN DESIERTO Y UN SEISMIL 36 REPORTAJE KHANG TARI. UN NUEVO SEISMIL VIRGEN EN NEPAL 38 TEST DE MATERIAL PIES DE GATO “VAPOR V” Y “FORCE X” DE SCARPA 46 ÚLTIMA HORA

▌En portada: Llegando a la cumbre del Mont Blanc por Goûter.

| Foto: © Jonás Cruces.

▌ EDITORIAL por Jorge Chueca Blasco

Lo cercano y lo remoto El Mont Blanc es una montaña que ineludiblemente atrae a todo montañero, y antes o después, aunque sea sólo una vez en la vida, todo amante del alpinismo sentirá la necesidad de peregrinar al lugar en el que todo comenzó. Es un mito que aguanta impertérrito la masificación y comercialización que sufre. Por eso hemos decidido hacer una pequeña guía de las 4 rutas más transitadas hasta la cumbre por sus diferentes vertientes. Algo clásico, conocido, pero al que gusta volver, como el que vuelve a encontrarse con un viejo amigo. Alguien dijo una vez que el Mont Blanc es una embajada de las inmensidades remotas en el corazón de la vieja Europa. Y no le falta razón: en un continente pequeño, domesticado y suave, de repente se eleva una mole descomunal llena de fiereza geológica y glaciares, como si hubiera sido transportada desde el Himalaya, y que en cierta forma, parece hasta algo fuera de lugar allá en donde se encuentra. Hoy en día parece considerarse a esta montaña como disminuída y cotidiana. Ella se encarga cada poco tiempo de recordar a los menos prevenidos lo que significan casi 5.000m en una latitud como la del centro de Francia. Este re-

portaje quiere servir también de humilde homenaje a una enorme y gran montaña, en todos los aspectos, que fue la cuna de nuestra pasión hace ya dos siglos. Y de lo más cercano y conocido a lo más remoto y desconocido. Los otros dos reportajes que completan este número de Cuadernos Técnicos Barrabes son la antítesis: un explorador en solitario se interna durante casi 40 días en la zona más desolada y

menos habitada del planeta fuera de los casquetes polares, consiguiendo un seismil virgen y viviendo una extraordinaria aventura; 3 alpinistas abandonan la certidumbre del valle del Khumbu para vencer una pared y una montaña también virgen. Porque es bueno recordar de donde venimos, y regresar a casa de vez en cuando. Pero también lo es abandonar la seguridad del hogar y partir rumbo a lo desconocido.

Los contenidos de esta publicación no pueden ser reproducidos, almacenados o transmitidos en manera alguna ni por ningún medio, ni parcial ni totalmente sin el consentimiento del editor. Las opiniones vertidas por los autores de los artículos que conforman esta publicación no tienen que ser necesariamente compartidas por el director ni por el equipo de Barrabes. La publicidad incluida en esta publicación no debe ser considerada una recomendación de Cuadernos Técnicos a sus lectores. Cuadernos Técnicos es ajeno al contenido de los anuncios; su exactitud y/o veracidad es responsabilidad exclusiva de anunciantes y empresas publicitarias.


4808m

mont blanc 4 rutas hacia el techo de los Alpes

L

Texto y fotos: DAVID ATELA

a montaña más elevada de Europa Occidental fue coronada por primera vez el 8 de agosto de 1786 por Michel Gabriel Paccard y Jacques Balmat. La ruta entonces seguida, el glaciar de Bossons más o menos hasta debajo del actual refugio Vallot, y un paso diagonal (el Ancient Passage) hasta las Rochers Rouges, en la zona final de la Travesía de los Cuatromiles, resulta hoy día impracticable en verano. En el siglo XXI no podemos ya siquiera ascender fácilmente el glaciar de Bossons, trazado ahora exclusivo de invierno y primavera; e incluso en verano de 2015 hubo de cerrarse la subida hasta la Aiguille de Goûter, donde hoy día se ubica el fascinante refugio que parece una nave de ciencia ficción. Los glaciares, en continuo agrietamiento y retroceso, aún protegen el acceso a esta montaña cercana a los 5000 metros en el corazón de Europa. ¿Sigue siendo atractiva la ascensión al Mont Blanc? ¿Resulta peligrosa? ¿Hay algún modo sencillo de evitar las multitudes? A las 3 rutas más características de la montaña, hemos añadido una bellísima ruta, que enlaza a 4.300m con el Dôme de Goûter, por el refugio Durier. Aun siendo PD+, es una ruta alpina con mayúsculas, comprometida, larga y verdaderamente inolvidable. Recomendamos encarecidamente, para la realización de cualquiera de estas rutas, la contratación de un guía UIAM titulado. Es algo fundamental que nos hará disfrutar enormente de la experiencia, además de librarnos de los pesados trámites de reserva de refugios, (en el caso de Goûter, en muchas ocasiones no puede reservarse si no es a través de Guía).

4

C U A D E R N O S T É C N I C O S


FOTO: jonรกs cruces

Llegando a la cumbre por Goรปter.

5


FOTO: david atela

▌REPORTAJE

Por la arista y refugio de Goûter En la esquina occidental del mar de hielo que cae por la cara Norte del Mont Blanc hacia Chamonix, hay un hombro nevado, la Aiguille de Goûter, que en 1859 (ruta más directa) y 1861 (L. Stephen, F. Tuckett, M. Anderegg, J. Bennen y P. Perren) fue alcanzado de un modo sencillo por su vertiginosa vertiente Oeste desde los dominios de Sant Gervais. De este modo se conseguía alcanzar la cabecera de los glaciares sin necesidad de atravesar sus descarnadas y agrietadas lenguas inferiores, sobre una trepada de roca mediocre que últimamente se ha demostrado peligrosa al deshelarse el agua que la embebe durante las fuertes canículas veraniegas (caída de piedras).

Hasta Goûter Desde les Houches por el teleférico de Bellevue o bien tomando ya el tren en

6

C U A D E R N O S T É C N I C O S

Sant Gervais (precios similares), enlazamos siempre con el tren cremallera durante el último tramo que nos sube al inicio de la caminata en el Nid d’Aigle (2372 m. 0h; 3h.30’ a pie desde Bionnassay por el Chalet de l’Are). Un camino evidente remonta (ENE) un desierto de piedras hasta el pie de la arista des Rognes (cabaña) y luego gira a la derecha sin trasponerla (SE) hasta fundirse en el contrafuerte rocoso (cómoda senda, zócalos de roca) que baja desde el Plateau donde se asienta el refuge de la Tête Rousse (3165 m. 2h; separado 10’ a la derecha de la ruta que sigue a Goûter). Se remonta la vaguada glaciar (ESE, plano nevado) y al extinguirse en la pared cruzamos a la derecha sobre unas terrazas (SE, senda más ténue, atender al inicio de la ruta; 3270 m. 2h.20’) para abor-

dar ese contrafuerte de la derecha en la base de la arista Payot. Sin embargo, muy en breve volvemos a desviarnos en horizontal a nuestra derecha para cruzar un impresionante corredor (le Grand Couloir, cable de apoyo, avalanchas de nieve y rocas) y remontar el contrafuerte mucho menos destacado (y menos protegido) que en ese otro lado cae directamente de la montaña (E, pasos I, cable de apoyo). Luego hay un tramo sin cable (senda en revueltas, zócalos breves, I) y en toda la mitad superior ya vuelve a acompañarnos la línea de vida (I, zonas mixtas tras nevadas estivales). Con todo, volverá a incrementarse la inclinación (II-, crampones con nieve reciente, pasos clave con frecuentes atascos) en el tramo final que precede al rellano somital donde, algo a la derecha, se asienta el refugio nuevo de Goûter (3815 m. 4h.30’).


FOTO: jonรกs cruces

Subiendo a Goรปter, con Tete Rouse al fondo.

FOTO: david atela

FOTO: jonรกs cruces

Arista cerca de cima, por Goรปter.

La Bolera.

FOTO: JONร S CRUCES

Alpinistas en la arista hacia cumbre.

Mont Blanc, 4808m. 4 rutas hacia el techo de los Alpes

7


▌REPORTAJE

ÉPOCA RECOMENDADA Todo el verano. En primavera y otoño suelen enterrarse los cables en la subida a Goûter y entonces se escala la arista Payot (II, mixto y 45º, margen derecha del Grand Couloir).

Dificultad PD inf (II-; 35º y expuesto en la arista cimera). Riesgo de caída de piedras en la subida a Goûter, sobre todo con calor. Zona glaciar en el Dome de Goûter. La arista somera se vuelve estrecha y delicada tras días de nevada. Acceso al refugio Goûter (4h.30’; 1470 md). Ascensión a la cumbre (3h.40’; 1060 md). Puede descenderse directamente el mismo día o hacer noche en Goûter o la Tete Rousse.

Puntos a favor Comodidad en los accesos y buena ubicación del refugio de Goûter. Escasa exposición glaciar. Descenso cómodo.

Llegando a la CIMA por Goûter.

A cima Las 3am es buena hora para partir desde el refugio (3815 m. 0h) sobre la loma nevada de la Aiguille de Goûter (SSE, arista ancha al inicio), y luego ya directamente en la amplia pendiente (SE, 25-30º, algunas grietas transversales) que va a elevarnos hasta la cima aplanada del Dome de Goûter (4304 m. 1h.30’). En la vertiente opuesta descendemos (ESE, mucha precaución con visibilidad reducida si se pierde la traza) hasta el amplio Col du Dome (4255 m. 1h.40’) y remontamos la rampa que lo sucede enfrente (ESE) para alcanzar, sobre un

8

C U A D E R N O S T É C N I C O S

saliente rocoso a nuestra izquierda, el observatorio y el refugio vivac Vallot (4362 m. 2h.). Continuamos sobre la parte alta de esa rampa nevada (SE), que se estrecha y lleva a una arista nevada, roma pero pronunciada, donde destacan los pináculos nevados de les Bosses (ESE, se rodean por la izquierda). Una breve parada en el rellano entre ambos (4490 m. 2h.30’), nos prepara a remontar la pendiente del Petite Bosse, a la que sucede el comienzo del filo nevado (ESE, comienzo poco inclinado, luego más pendiente, SE y vertiginoso hacia ambos lados, mínima repisa en el lado

FOTO: jonás cruces

Puntos en contra Mucha gente. Caída de piedras en el acceso a Goûter. Arista cimera delicada si hay tiempo inestable o la huella está poco abierta.

Alojamiento • Refuge de Goûter (3815 m; FFCAM, abierto y comidas de junio a septiembre, 120 plazas, 20 en refugio de invierno. Tel. 0450544093; reserva obligatoria. En muchas ocasiones no podrá reservarse sin guía). • Refuge Tete Rousse (Tel. +33 4 50 58 24 97).

Sur) que va a llevarnos al contrafuerte de la Tournette (4675 m. 3h.20’). El filo gira a la izquierda y pierde inclinación, a la vez que a ese lado se suaviza el terreno en la amplia cima del Mont Blanc (4808 m. 3h.40’).


REACTIK + Photo © www.kalice.fr

Pack confianza Bluetooth®: ¡visualizar, personalizar, implicarse!

Linterna frontal conectada, inteligente y recargable Gracias a la aplicación móvil MyPetzl Light*, visualiza en tiempo real la autonomía, activa un perfil de iluminación y ajusta la potencia de la REACTIK + durante tu actividad. Utiliza las tecnologías REACTIVE LIGHTING y Bluetooth Smart para optimizar el consumo de la batería. 300 lúmenes. www.petzl.com *

(La REACTIK + se puede utilizar sin la aplicación)

MALAN SHAN

9


FOTO: david atela

▌REPORTAJE

Por la Val Veny y el refugio Gonella. La vía del Papa Las escaramuzas por la vertiente Sudoeste del Mont Blanc dibujan una primera ruta (1868, F. A. Yeats-brown y J. Grange) desde las Aiguilles Grises que cruza bajo la pared Sur del Dome de Goûter camino de la montaña. En 1872 (T. S. Kennedy, J. Fischer y J. A. Carrel) se accede al Mont Blanc por la siguiente cuenca hacia el Este (el glaciar de Monte Bianco), alcanzando la divisoria con el glaciar del Dome (donde años después se emplazará el refugio Quintino Sella) y todo el contrafuerte del Rocher du Mont Blanc que enlaza con la arista de les Bosses.

10

C U A D E R N O S T É C N I C O S

Será en 1890 cuando los hermanos Bonin, L. Graselli, J. Gradin, A. Proment y Achille Ratti, quien 32 años después sería nombrado papa Pio XI, se deciden a descender por esta ruta que hoy consideramos vía normal italiana, tras haber pernoctado en la cabaña Vallot, entonces en construcción.

Hasta Gonella La Val Veny se recorre en vehículo o en bus de línea desde Courmayeur hasta la Visaille (1660 m. 0h), donde hay una zona de aparcamiento anárquico en coinciden-

cia con una prohibición de paso. Una antigua pista sube hasta la apertura del valle en el rellano del lago di Combal (1950 m. 1h.) y ya sin llegar a él avanzamos a la derecha junto a una majada a la que sucede un sendero que se acerca al escondido lago di Miage y asciende (N, parece no va a ninguna parte) sobre la morrena derecha del glaciar de Miage. Descendemos al fondo del incómodo glaciar rocoso (se puede también seguir algo la morrena derecha, sobre un sendero aéreo, y luego bajar) y avanzamos próximos a esta margen siguiendo balizas y mojones (NNO,


FOTO: david atela

Avanzando sobre el glaciar rocoso de Miage hacia el rifugio Gonella.

Cara italiana del Mont Blanc. FOTO: david atela

luego NO, rocas con hielo debajo) hacia la cabecera de este valle de dimensiones himaláyicas. El contrafuerte de las Aiguilles Grises marca el punto donde el valle empieza a inclinarse, con un rellano en su base (2460 m. 4h.15’). Desde este punto apreciamos una zona agrietada en el ramal (N) que baja del Dome de Goûter; y una pendiente asequible al comienzo en el ramal (NO) que procede de Bionnassay, más arriba transformada en inhóspita pendiente de rocalla y nieve bajo el collado Durier. Entraremos sobre este último ramal, en un arco progresivo de izquierda a derecha (menos grietas) que así escapa finalmente hacia las paredes de la margen de las Aiguilles Grises (NE, alguna grieta en la salida del glaciar) en un punto bien balizado con pintura donde se inicia la senda del Go-

nella (2600 m. 4h.50’). El camino aborda la roca y cruza en horizontal a nuestra derecha (E) para entrar en el valle contiguo. Sin embargo, al emplazarse en el contrafuerte entre ambos valles (Aiguilles Grises), decidirá ganar metros entre las repisas terrosas y con ayuda de cadenas en los resaltes (NE, bien equipado) para sólo asomarse en un punto a la pendiente nevada y luego retornar a un mundo de espolones y roca rota (N, más cadenas) por el que alcanza el elegante refugio Gonella (3072 m. 6h.).

A cima Levantada a medianoche en el refugio Gonella (3072 m. 0h.). Una senda horizontal y sobre laderas pronunciadas nos lleva a un hombro y una pendiente lateral por la que entramos sin más demora po-

sible sobre el Glaciar del Dome. Subimos un tramo cómodo en la margen derecha (N) y en diagonal cruzamos hacia el centro del glaciar en una zona más plana. Aquí suelen aparecer grietas más complicadas, que debemos salvar a derecha e izquierda con la referencia tomada (N) en dos contrafuertes relativamente parecidos que se desprenden de izquierda a derecha y dividen el glaciar en tres ramas, de las cuales las dos más a nuestra derecha bajan directamente de la zona somital del Dome de Goûter (el contrafuerte de la izquierda nace en la torre más alta de las Aiguilles Grises, aún no en la divisoria principal). Entraremos sobre el ramal de glaciar que se abre paso entre ambos contrafuertes, de aspecto muy pronunciado en su parte alta pero asequible en su comienzo. Un rella-

Mont Blanc, 4808m. 4 rutas hacia el techo de los Alpes

11


Recorriendo el glaciar rocoso de Miage.

no intermedio vendrá a mostrarnos a la izquierda (NO, algunas grietas transversales) una salida bastante cómoda sobre la zona de tierra y nieve que aparece por encima de esa Torre superior de las Aiguilles Grises. Alcanzaremos esa divisoria en el punto más evidente y al pie de un tramo superior que ya se aprecia practicable, culminando un pequeño collado (col des Aiguilles Grises, 3810 m. 2h.50’) desde el que hay trazas de senda bastante cómodas (NNE, algún muro I, roca rota, también secciones nevadas) que remontan la loma hasta coronar la reducida cota rocosa conocida como Piton des Italiens (4002 m. 3h.20’; hito). Avanzamos a la derecha sobre una divisoria que pronto ofrece una visera hacia el Norte y dos secciones inclinadas y estrechas en ascenso (ENE), para coronar una primera cota nevada donde se tuerce un poco a la izquierda y sobre una pendiente glaciar ya más amplia corona (NE, dos tramos) el Dome de Goûter (4304 m. 4h.20’). Enlace con la ruta anterior. Mont Blanc (4808 m. 6h.30’).

12

C U A D E R N O S T É C N I C O S

ÉPOCA RECOMENDADA Junio y julio. A fin de verano existe un delicado itinerario que evita el glaciar, abierto e impracticable, por el contrafuerte de las Aiguilles Grises.

Dificultad PD (I ; 40º). Terreno glaciar complejo en la zona intermedia del glaciar de Dome. Secciones estrechas de roca y nieve en la zona del Pitón des Italiens y en la arista somital (ruta de Goûter). Prolongada travesía sobre aristas nevadas en altura (atención a cambios de tiempo o a extenuación). Acceso al refugio Gonella (6h; 1500 md). Ascensión a la cumbre (7h.30’; 1830 md). Descenso largo y a una hora peligrosa sobre el glaciar (noche en el refugio Gonella). Es frecuente regresar por la ruta de los Cuatromiles hasta el col du Midi

y alcanzar luego el refugio Torino (descenso en teleférico a Courmayeur).

Puntos a favor Itinerario muy elegante, técnicamente sencillo (en ausencia de grietas) y poco frecuentado.

Puntos en contra Aproximación larga y áspera en la zona inicial sobre el glaciar de Miage. Lejanía a cumbre desde el refugio Gonella. Tramos agrietados en el glaciar de Dome. Traza poco marcada hasta el entronque con la ruta de Goûter.

Alojamiento Refugio Gonella (3072 m; CAI Torino, abierto y comidas de mediados junio a agosto, 42 plazas, 25 en refugio de invierno. Tel. 390165885 101).

FOTO: david atela

▌REPORTAJE


MALAN SHAN

13


FOTO: david atela

FOTO: Carlos Alfonso Pérez Santiago

▌REPORTAJE

Por la ruta de los Cuatromiles La espectacular alineación de montañas que alcanza el Mont Blanc por el NNE depara una de las líneas más sublimes en el alpinismo de dificultad moderada; y en episodios de calma atmosférica nos hace posible enlazar en el día las cumbres del Mont Blanc du Tacul, Mont Maudit y la máxima cumbre, eso sí con la ayuda del teleférico de l’Aiguille du Midi y una buena aclimatación previa. El primer recorrido completó corrió a cargo de R. Head, J. Grange, A. Orset y J. Perrod en 1863.

Hasta Cosmiques En Chamonix se toman inexorablemente los dos tramos del teleférico de la Aiguille du Midi (3750 m. 0h) y salimos por el túnel que conduce al extremo superior del glaciar du Geant (arista nevada algo expuesta, cuerdas de protección) para luego bajar a la derecha (S, luego SSO) sobre una pendiente tranquila que alcanza la meseta nevada del col du Midi. Antes de llegar al collado y sobre un resalte a nuestra derecha encontramos el refugio des Cosmiques (3613 m. 25’). En torno a la 1h.30’AM será ya momento de regresar al glaciar sobre la traza de acceso al refugio y luego bajar a la derecha hasta el gélido rellano del Col du Midi (3530 m. 10’). Debemos remontar la

14

C U A D E R N O S T É C N I C O S

amplia vertiente glaciar que aparece a la derecha del contrafuerte rocoso, elevándonos (SSO) sobre un cono nevado para salvar la rimaya inicial en un punto próximo a ese contrafuerte rocoso o bien hacia la mitad de la ladera, dependiendo de las condiciones (en agosto muro a 55º, en ocasiones puente artificial y puede llegar a estar intransitable). Luego se remonta la prolongada rampa (N, 30-35º, avalanchas con nieve inestable, en ocasiones aparece otra grieta importante) en busca del hombro de más a la derecha en la zona somital (Espalda de Mont Blanc de Tacul), que luego se sigue sin complicaciones a nuestra izquierda (SE) hasta la cumbre oriental de la montaña (4428 m. 2h.45’). Retrocedemos hasta la mitad de esta espalda somital para bajar a la izquierda una pendiente cómoda (S, 25-30º, confuso con visibilidad reducida) sobre el Col Maudit (4035 m. 3h.15’). Ahora subimos en diagonal a la derecha (OSO) para enfilar la ladera glaciar que ocupa la vertiente N del Mont Maudit. La rimaya inicial no siempre se presenta, y debemos ganar altura sobre el centro de la cuenca (SSO, 35º) para luego ir cruzando a la derecha (OSO) sobre la zona menos pronunciada que permite acceder

a la base de un hombro lateral nevado conocido como collado del Mont Maudit. La travesía final hacia la derecha, así como la rimaya y el muro que protege su acceso suelen ser zonas inclinadas (45º, estaca de rápel encima), aunque en general provistas de buena huella. Desde el reducido collado del Mont Maudit (4345 m. 4h.50’) cruzamos hacia detrás (SSE) la vertiente Oeste de la montaña hasta su contrafuerte meridional; y allí sí será posible retroceder a nuestra izquierda sobre una rampa nevada que luego pasa a ser arista (35º, algo expuesto y con cornisas al Este) sobre la estrecha cima del Mont Maudit (4465 m. 5h.15’). Regresamos un trecho por la misma ruta y luego torcemos la cresta a la izquierda para evitar un par de cotas por la derecha (SSE, media ladera inclinada) y descender finalmente a ese lado sobre el confortable collado de la Brenva (4300 m. 5h.45’). Una rampa a la derecha (SO) nos aproxima al resalte nevado conocido como Mur de la Cote (en general resalte a 35-40º, si aparece rimaya puede complicarse mucho). Ya sólo resta una interminable pendiente nevada (S, 300 metros de desnivel a una gran altura) que culminará en la cima del Mont Blanc (4808 m. 7h.20’).


FOTO: JONÁS CRUCES

La Aiguille du Midi, con el Mont Blanc al fondo.

Bajando la arista de la Aiguille du Midi.

ÉPOCA RECOMENDADA Junio y verano. Las vertientes del Mt Blanc de Tacul y Mont Maudit aparecen muy cargadas de nieve en primavera y demasiado agrietadas a fin de temporada.

Dificultad PD (40º y hasta 55º). Frecuentes avalanchas en el Mt Blanc de Tacul a comienzos de temporada. Importantes grietas en la base de esta montaña y en la ruta al hombro de Mont Maudit (secciones cortas hasta 55º, incluso intransitables). Acceso al refugio des Cosmiques

(25’; 80 md). Ascensión a la cumbre (7h.20’; 1700 md). Descenso por el mismo itinerario o bien sobre la ruta de Goûter.

Puntos a favor Aproximación mínima y buena ubicación del refugio des Cosmiques. Elegante ruta glaciar en altura que corona tres picos de cuatro mil metros. Tramo somital de escasa dificultad.

Puntos en contra Aglomeraciones en los pasos clave del glaciar (grietas, rimaya), que además nunca presentan la misma

complejidad. Travesía larga sobre áreas confusas en ausencia de visibilidad y muy expuestas a inclemencias meteorológicas. Tramos de subida obligada en el regreso. Al subir con medios mecánicos hasta la Aiguille du Midi, imposible de otro modo, no queda sensación de una ascensión completa.

Alojamiento • Refugio des Cosmiques (3613 m. Particular, abierto y comidas de fin febrero a septiembre, 148 plazas. Tel. 33450544016). • Vivac autorizado en el Col du Midi.

Mont Blanc, 4808m. 4 rutas hacia el techo de los Alpes

15


FOTO: JONÁS CRUCES

▌REPORTAJE

Últimas rampas antes de cima por la ruta de los cuatromiles.

16

C U A D E R N O S T É C N I C O S

FOTO: JONÁS CRUCES

Aiguille du Midi, con la arista y el Mont Blanc.


FOTO: JONÁS CRUCES

FOTO: JONÁS CRUCES

Collado del MoNt Maudit.

Vista atrás mirando la ruta desde la Aiguille du Midi.

Mont Blanc, 4808m. 4 rutas hacia el techo de los Alpes

17


FOTO: david atela

FOTO: david atela

▌REPORTAJE

Por la Aiguille de Bionnassay Ascender el Mont Blanc por toda su arista SO es una actividad sublime, comenzando en las Dômes de Miage o directamente en la arista de Bionnassay, como aquí proponemos para no alargar excesivamente la ruta. Ese espectacular filo nevado de Bionnassay constituirá por sí sólo un recuerdo imborrable en nuestro historial alpino. Haciendo un poco de historia, recordaremos que tras la espectacular primera ascensión de la Aiguille

18

C U A D E R N O S T É C N I C O S

de Bionnassay por la cara Noroeste de la montaña (E Buxton, F Grove, R MacDonald, J Cachet y M Payot, 1865), la arista SSO fue escalada en 1885 por G Gruber, K Maurer y A Jaun. Un mes después, K Richardson, E Rey y J Bich culminaron toda la travesía hasta el Dôme de Goûter.

Hasta el Refugio Durier Tres kilómetros antes de alcanzar el casco de Les Contamines Montjoie surge a

la izquierda un estrecho ramal asfaltado que alcanza la aldea de la Gruvaz (1130 m. 0h.). Un camino lleva de inmediato al angosto curso del torrente de Miage y permite pasar a la margen izquierda. No debemos seguir los caminos de la garganta, si no elevarnos (S, derecha, luego izquierda) hasta la majada de le Chosal (1205 m. 15’), bien separada ya del torrente. Alli entroncamos con un ramal de pista que se sigue en ascenso (S) decidi-


Refuge Durier y Aiguille de Bionnassay.

FOTO: david atela

Final del diedro chimenea (paso clave, vertiente Italiana) en la Arista SSO de Bionnassay.

FOTO: david atela

FOTO: david atela

En la arista nevada previa al paso clave. Arista SSO de Bionnassay.

do por el bosque hasta la borda de Maison Neuve, y luego (izquierda, ENE) de nuevo a orillas del torrente de le Miage en los extensos prados que son hogar del Chalet de Miage (1560 m. 1h.10’; accesible en taxi desde Saint-Gervais). Nos separamos de la ruta de senderistas del col de Tricot y avanzamos decididamente entre los prados (derecha, SE, varios cursos de agua) buscando la cabecera del valle hasta percibir un tenue sendero que se marca entre los derrubios (E) y luego sube a la izquierda esquivando las dificultades sobre un contrafuerte (ENE) que se desprende de la punta Chapelland en la arista de Tricot. Ya bastante eleva-

dos sobre el valle encontramos una traza lateral y avanzamos en horizontal a la derecha (ESE) hasta alcanzar, al pie de un resalte rocoso, el refugio du Plan Glacier (2730 m. 4h; Privado, 20 plazas; comidas y guarda ocasional de mitad de junio a mitad de septiembre). Una traza continúa (SE) en mínimo descenso por la base del roquedo y hacia la cabecera del valle de Miage, salvando un primer contrafuerte lateral (balizas, pasos I, algún cable), y luego un nevero (E) al que sigue un nuevo espolón a salvar (SE, cable destartalado, hitos y luego descenso a plena cresta para encontrar unas rampas que bajan hacia el glaciar,

S). Una vez acaban los cables hay que destrepar (II, tramos pulidos, cuerda útil) sobre un llano glaciar característico, que cruzaremos (SE, cota 2800. 4h.55’) más o menos hasta el pie del contrafuerte que protege el acceso al col de Miage. Entonces se abre a la derecha una canaleta rocosa que debemos reconocer (balizas rojas) y a la que debemos encaminarnos (S, en general se salvan bien las grietas hasta comienzos de agosto). Trepamos por ella (II-, roca rota) hasta coronar un contrafuerte lateral que luego seguimos a la izquierda sobre las zonas más cómodas (I+). La traza se marca evidente y en verano suele aparecer enteramente en

Mont Blanc, 4808m. 4 rutas hacia el techo de los Alpes

19


▌REPORTAJE

ÉPOCA RECOMENDADA

20

FOTO: david atela

Alcanzando la Aiguille de Bionnassay.

Verano hasta mitad de agosto. Las secciones rocosas de la normal de Bionnassay deben estar libres de nieve, pero la cresta nevada somital no ha de aparecer en hielo vivo. El glaciar de Miage puede ofrecer alguna grieta traidora a final de verano.

des Dômes o arista de nieve-vía Bérangère, complejas a fin de temporada; luego arista mixta con breve rápel instalado). Acceso al refugio Durier (7h; 2300 md). Ascensión a la cumbre (8h; 1770 md). Descenso sobre la ruta de Goûter.

Dificultad

Puntos a favor

PD sup. (III+; arista nevada, secciones a 40º). Roca rota y trazado confuso en la subida al refugio Durier. La “normal” de Bionnassay tiene fama de ser difícil y larga, luego hay que continuar sobre arista nevada en descenso hasta el collado de su mismo nombre. Puede realizarse también desde el refugio des Conscrits por las Dômes de Miage (PD, glaciar-vía col

Elegante arista bien hollada en la roca, muy elegante en la nieve y con base óptima en el refugio Durier. Puede regresarse desde el Dôme de Goûter sin continuar a cima del Mont Blanc si andamos tarde.

C U A D E R N O S T É C N I C O S

FOTO: david atela

Aiguille de Bionnassay desde el glaciar Petit Mont Blanc.

Puntos en contra Larga aproximación por terreno de aventura hasta el refugio Durier. El

espolón SSO de Bionnassay exige estar habituados a aventuras alpinas y presenta dos largos de escalada a proteger. Arriba hay tramos mixtos (II) y de nieve (40º) hasta cumbre. La impresionante arista nevada de Bionnassay, de dificultad moderada en buenas condiciones, se complica en hielo vivo, con nieve fresca o en climatología adversa (protección difícil).

Alojamiento Refugio Durier (3355 m. CAF Saint Gervais, abierto todo el año y con guarda ocasional de mitad de junio a mitad de septiembre; 14 plazas. Tel. 0 689 532 510. Literas con colchonetas y mantas; en verano suele haber agua a las tardes en un hueco al inicio del descenso hacia les Contamines).


roca (balizas, zonas pisadas, roca siempre pobre) en la interminable pared terrosa que va a llevarnos (E) sobre el collado Durier (3355 m. 7h.). A modo de espejismo, nada más coronar el paso atenderemos a un hueco que suele ofrecer agua y se abre una planicie donde a la izquierda aparece el confortable refugio Durier.

Hacia cima Avanzamos sobre roca encima del refugio Durier (3355 m. 0h) y salvamos un primer resalte que conduce a una rampa vergente hacia el lado italiano donde se sube cómodamente entre derrubios y roca firme (NE, trazas de paso). Arriba remontamos la pendiente nevada que culmina una arista nevada horizontal (N, evitar las cornisas, 3600 m. 50’). Un tramo mixto nos hace buscar los mejores pasos (I+, interesante con luz del alba) y culmina una cota tras la que volvemos a la izquierda sobre el filo nevado que alcanza un collado agradable al pie del resalte clave de la montaña (3780 m. 1h.45’). El paso se emplaza ahora encima nuestro, si bien una traza a la derecha alcanza

el pie del evidente diedro-chimenea por donde se desciende en rápel. Ambas rutas son posibles: si optamos por la arista, encontraremos un pequeño diedro con salida a la derecha (III) de donde se regresa a izquierda sobre el filo y a una repisa en la que se establece reunión; desde allí se abordan unas placas (III+) que culminan una terraza de donde se esquiva el filo y para finalizar sobre el diedro-chimenea del lado italiano. Escalar todo el diedro chimenea es posible, sobre las placas a la izquierda de la hendidura en un primer largo bastante cómodo (III, repisas, buena reunión con parabolts); y luego un tramo más vertical con presas invertidas (III+/IV) que culmina la brecha donde nace el diedro, alcanzando a la derecha una zona ya fácil (reunión con parabolt). El último tramo de la cresta ofrece varios resaltes mixtos que se salvan un poco a la derecha (II, algo expuesto) y alcanzan un filo nevado donde ascendemos a la izquierda (40º, bastante expuesto) el mogote somital de la Aiguille de Bionnassay (4052 m. 3h.30’).

Descendemos ahora algo a la derecha del filo (NE, luego ENE, antecimas) sobre una cresta bastante cómoda pero que empieza a estrecharse y obliga a contornear una cornisa característica. Ya sobre el filo alcanzamos un ribete rocoso y perdemos inclinación decididamente hacia el collado de Bionnassay, sobre el tramo más fino de la arista de nieve (arista de nieve, 30º y bastante expuesto). Podemos luego avanzar de nuevo en el lado italiano, sobre una pendiente cada vez más cómoda que alcanza el espectacular collado de Bionnassay (3888 m. 4h.25’). Ahora ganamos altura enfrente evitando algunas cornisas y sobre el filo de la arista nevada (E, luego ESE), arriba en terreno rocoso que ofrece trazas de paso relativamente cómodas algo a la derecha del filo (roca rota) para así culminar el Pitón des Italiens (4002 m. 4h.50’). Enlazamos aquí con el itinerario de Val Veny y el refugio Gonella, que corona el Dôme de Gouter (4304 m. 5h.50’; descenso posible al refugio de Goûter) y, ya sobre la ruta de Goûter, la cima de Mont Blanc (4808 m. 8h.). ■

CREATIVE TECHNOLOGY

PARROT 9.8 MM Es posible combinar innovación y sostenibilidad. Carsten von Birckhahn, gerente de marca en EDELRID y el motor del desarrollo de cuerdas sobre la Parrot 9,8 mm: «Con la Parrot 9,8 mm gracias a un innovador proceso de upcycling hemos conseguido procesar el 95 % de los finales de las bobinas de nuestra producción estándar y convertirlos en cuerdas de alta calidad. Cada lote de esta cuerda prueba que con creatividad y la tecnología adecuada es posible no solo evitar residuos sino que también se puede crear un producto especial».

ALPINISMO EN LAS MALADETAS

www.edelrid.de

21


malan shan 41 dĂ­as, un alpinista, un desierto y un seismil

Texto y fotos: Fernando F.G.

22

C U A D E R N O S T É C N I C O S


23


▌REPORTAJE

F

ernando F.G. es un alpinista alicantino. Debido a las restricciones que sufre la zona en la que se internó, evitamos dar el nombre completo. Vive buena parte del año en Extremo Oriente, y trabaja como guía de deportes de aventura en China y Japón, en una empresa que organiza viajes con jóvenes y adultos, realizando escalada, rafting, montañismo, kayak, etc. Además, realiza largas expediciones por zonas remotas de Asia, principalmente desiertos de altura, en los que él, junto a unos pocos compañeros, se internan en busca de cimas vírgenes. En el relato que hoy publicamos, nos cuenta cómo hace un año se internó en solitario durante 41 días en el Kekexili, la más inhóspita y dura zona de Tíbet, consiguiendo alcanzar los 6.052m de altitud del Malan Shan, un pico virgen. Esta expedición, debido a los hechos que se narran, estuvo a punto de costarle la vida. Tras un regreso agónico, pero también iniciático, consiguió alcanzar un lugar civilizado tras 11 días sin apenas comida. Este es el relato de los hechos:

24

C U A D E R N O S T É C N I C O S

El Malan Shan, una remota montaña perdida en el Kekexili tibetano El Kunlun Shan es una de las mayores cordilleras en extension de toda Asia, alcanzando puntos maximos por encima de los 7000m. Cierra la meseta tibetana por el norte, así como el Himalaya lo hace por el sur, y separa el Chang Tang tibetano del desierto del Taklamakan, al norte de la cordillera. Muchas cumbres de esta cordillera sobrepasan los 6000m, y muchas de ellas continúan siendo vírgenes; no puede ser de otra forma en un territorio en el que son contados los nómadas y exploradores que se han internado. El pico de Malan Shan está situado en una cordillera llamada Arkatagh, que es a su vez tributaria del Kunlun Shan. La montaña está situada a 280km en linea recta de la carretera más cercana. 280km totalmente inhóspitos, con completa ausencia de caminos y asentamierntos humanos, en el interior del Kekexili. Tras mis mediciones, confirmadas por

fuentes fidedignas, puede afirmarse que tiene 6.052m de altitud.

El Kekexili El Kekexili está compuesto por vastas extensiones de desértico altiplano tibetano, situado a 4.800m de altura. Es un lugar en el que los asentamientos humanos son inexistentes, y ni siquiera los nómadas se internan en él. Se trata de una de las 3 zonas más deshabitadas y ajena al hombre del planeta, junto a la Antártida y el extremo norte de Asia. Las montañas están repartidas por todo este altiplano en un enclave plagado de ríos y lagos diseminados en una vastísima extensión de terreno ventoso, vacío, pero a la vez muy pleno para quien sepa comprenderlo y sentirlo. No hay nada más allí. Ni nada menos: una enorme meseta, un desierto de altura con una altitud media de casi 5000m, con numerosas montañas diseminadas que superan los 6000m.


The new Spot

Photographer: Mann (Incomplete) Birthday Present

25


▌REPORTAJE

Adentrarse en el Kekexili Para poder internarme en este desolado territorio elegí la bicicleta. Una incursión en esta inmensidad conlleva semanas en autonomía, y con una bicicleta puede acarrearse una buena cantidad de material y se puede ser independiente sin necesidad de contar con porteadores o de organizar expediciones pesadas de grandes dimensiones. Es una herramienta que te permite acercarte a montañas situadas a semanas de camino de la carretera más cercana (que ya de por si, es una carretera muy lejana y remota). Pero hay que entender esto en su justo término: no es un viaje en bicicleta. De-

26

C U A D E R N O S T É C N I C O S

bido a la ausencia de caminos y a lo impracticable del terreno, se anda mientras se empuja el vehículo. No es un medio de locomoción, sino de carga. La empleamos para poder arrastrar con la ayuda de unas ruedas un peso que nos permite sobrevivir más de un mes en un lugar sin la más mínima posibilidad ni de abastecimiento ni de contacto humano ni de ayuda externa, pero no montamos en ella. Hace el papel en tierra de la pulka que arrastran los exploradores polares sobre el hielo y la nieve.

2014. Primera incursión en el Kekexili Mi interes por el Malan Shan se despertó en 2014, cuando mientras realizaba una

expedición en bicicleta por el Kekexili y me encontré con dos compañeros de Suecia y Eslovaquia.. Dos grandes aventureros que poseen una larguísima experiencia en estos lugares, y a los que debo mucho. No son muchos, desde luego, quienes poseen experiencia en este territorio. Durante aquella expedición conseguimos dos primeras ascensiones a dos cincomiles, pero debido a la escasez de tiempo no pudimos llegar hasta la zona de Malan Shan. Como no podría ser menos, al terminar dicha expedicion, nos propusimos regresar al año siguiente.


Finalmente me entero de que tenido problemas con la bicicleta y ha partido el portabultos. Esto cambia todo. Comienza mi expedición en solitario al Malan Shan.

Solo ¿Por qué decidí continuar en solitario? No lo puedo explicar. Sabía a lo que me enfrentaba. Al ser una meseta plana, el agua no tiene salida natural del altiplano, por escasez de valles fluviales. Esto provoca que el agua se estanque y se formen lagos. Muchos lagos. Además de los ríos. Que son otro concepto diferente a lo que conocemos. Al no haber valles que los delimiten y encaucen, tienen unas dimensiones colosales, abarcando muchos de ellos cientos y cientos de metros de anchura. Y hay que cruzarlos en muchas ocasiones, lo que es ya en si una gran aventura. Pero sé que tenía muy clara la decisión: mi objetivo era el Malan Shan.

En marcha

2015. De vuelta al Kekexili Asi llegamos a 2015. Mi compañero sueco no puede venir por motivos personales. Mi compañero eslovaco sí. Nuestro objetivo es adentrarnos en el Kekexili y ascender cuantas montañas podamos en el tiempo que nuestra autonomía nos permita permanecer en esa inmensidad. Tras 5 días de preparación, conseguimos organizar las bicicletas con el material necesario y comida para 60 días. Como es fácil de imaginar, todo ha de estar empaquetado y pesado al detalle, en un equilibrio perfecto entre kilogramos cargados y calorías consumidas por día. No podemos llevar ni demasiado, ni de-

masiado poco, por lo que la comida es parca pero nutritiva. Suficiente. Al final, eres tú quien lleva ese peso, no otro. Un peso que, aun con todo, sumaba 90kg. El dia 30 de junio de 2015 está todo listo, y comenzamos nuestra expedición. Partimos de noche, discretamente, con 25 kilómetros por delante antes de desviarnos hacia la gran extensión desértica. Todo va bien. La noche es fría pero despejada. Yo voy por delante, mi compañero eslovaco por detrás. Tras unas horas llego al punto en el que debemos desviarnos hacia el interior del Kekexili, pero mi compañero no aparece. Espero 30 minutos, 1 hora, 2 horas. Nada.

La primavera de 2015 fue bastante húmeda y eso tuvo una repercusión importante en mi avance, porque el terreno estaba muy suelto y embarrado, lo que hacia que mi progresión fuera tremendamente lenta, a una media de 10km al día, más o menos, empujando la bicicleta de casi 90kg Aún así, todo iba bien. Hasta que el día 17 de la expedición se me partió el portabultos trasero de la bicicleta. Un grave problema, porque es el sistema que aguanta más del 50 por ciento del peso en material y comida. Y estaba inutilizado. No hay ninguna forma de arreglarlo. Sólo podría hacerse soldando, lo cual es imposible allí. Intento arreglarlo con una masilla extrafuerte, pero aguanta apenas unos cientos de metros. Me encuentro en una encrucijada.

Una decisión importante Llevaba 17 dias en solitario, sin ver a nadie, con un mínimo de 17 días de vuelta hasta la primera ayuda, y la bicicleta decidió que hasta allí habíamos hemos llegado. Además, desde hacía una semana tenía un dolor de muelas bastante intenso, que ya se había convertido también en dolor de la parte cercana de la cabeza, clara muestra de infección. Hubiera sido lógico pensar que me tenía que dar la vuelta. Pero me encontraba a 70km en linea recta del Malan Shan.

MALAN SHAN

27


▌REPORTAJE

Podía verlo. Estaba allí, a pocos dias de andadura. Decidí sopesar mi decisión durante la noche. No me preguntéis por qué, pero decidí continuar andando. Es difícil expresar por qué a veces uno sabe algo. Y yo sabía que iba a hacer cumbre. Es más, yo ya había estado en esa cumbre muchas veces en mi cabeza. Ese proceso de visualización estaba más que completo. Solo hacía falta traspasarlo a nuestro mundo. Asi que pensé. “Me quedan 70km en línea recta a la base del pico, mas 70km de vuelta . Son 140km aproximadamente. A eso hay que sumarle los días de ascension a la cumbre. Puedo hacerlo.” Preparé comida para 15 dias. Pero faltaba por solucionar un asunto delicado: Tenía comida aproximadamente para un mes. No podia cargarla conmigo en la mochila. Esa comida, algo de material y la bicicleta tenían que quedarse en ese lugar. Aquí tengo que dar una pequeña explicación sobre la fauna salvaje de esta parte del Chang Tang tibetano. Es tierra de osos, lobos, zorros, chirus, kiangs, yaks. Así que más me valía poner a buen re-

28

C U A D E R N O S T É C N I C O S

caudo la comida y el material. Esto me preocupaba; había oído historias de tibetanos que habían tenido encontronazos con osos y lobos incluso en asentamientos nómadas permanentes. En estos lugares desolados y totalmente deshabitados era mucho más peligroso. Mi amigo sueco ya había tenido unos cuantos problemas durante una ascensión a una cumbre cercana. Finalmente, encontré la solución: escondí toda la comida y material debajo de una piedra con forma cóncava que hacía las veces de cueva. Lo apile todo con piedras y puse la bicicleta encima atandola con pulpos y cuerdas. Todo tenia una solidez aparente, lo que me alegró.

El Malan Shan Sin mas, cogí la mochila con comida para 15 días, el material de montaña, y comencé a caminar. Solo, con la vista de Malan Shan frente a mi. 4 dias pasaron hasta que alcance la base del pico. Solitaria, tremendamente remota ...esa montaña estaba más viva que muchos humanos. El quinto día instalé el CB a 5100m si-

guiendo la arista noroeste, la mas evidente, puesto que el caudal del río que bajaba por el valle principal desde el glaciar estaba muy crecido. Partí a las 5:00am hacia cumbre, con preocupación de cómo cruzaría el glaciar en solitario al regresar de cima. Por motivos obvios, no quería cruzarlo en las horas centrales del día. Fue una jornada perfecta. Noche de casi luna llena, ni gota de viento. Me encontraba allí solo, tras 25 dias sin ver un ser humano, a 280km de la carretera más cercana. Solo...pero no en solitario. Es curioso lo relativo de ese concepto en según qué circunstancias. Es algo inefable, quizás fuera la sensación de plenitud, pero aunque no sé con quien estaba, puedo afirmar que no estaba solo. Eso lo aseguro. Llegué a cumbre sin novedad a eso de las 10am. Desde allí podía divisar el imponente Bukadaban Shan que se alzaba al norte, frente a mi, con sus casi 6900m. La meseta se extendia impasible bajo mis pies hasta perderse en la bruma. Muy muy al sur, quedaba el Himalaya, con sus imponentes picos y sus demasiadas gentes.


Instinct VS

SENSIBLE, PODEROSO Y VERSATIL Diseñado para expertos que demandan precisión técnica , el Instinct VS combina poder y sensibilidad creando una herramienta versatil para bouldering o escala deportiva exigente. Calidad, performance y tecnología, todo bajo un sorprendente confort

WWW.SCARPA.NET

CERRO COLORADO, ROCA CALIENTE EN LA PATAGONIA CHILENA

29


▌REPORTAJE

Disfruté del silencio, di gracias y marche de allí. Diez minutos después, todo permanecía igual en esa cumbre; fue como si nadie hubiese estado jamas allí. En la cima estaba feliz, más allí que nunca, todo se asemejaba a como yo lo habia visualizado, pero cuando lo pienso ahora, no puedo evitar sentir que no tenia ni idea de lo que me esperaba a la vuelta. Ni idea. Bajé al CB, recogí mis cosas y comencé mi vuelta. Todo estaba bien, digamos... bien, sin más. Me invadía una sensacion rara que no puedo explicar, algo que estaba ahí pero que no podía aprehender, como cuando al despertar te queda la sensación de un sueño que acabas de tener, pero no puedes materializarlo en tu mente. Tenía la sensación de que algo pasaba, de que sabía algo, pero aún no había salido a la luz. Asi pues, emprendi la vuelta hacia donde

30

C U A D E R N O S T É C N I C O S

habia dejado la bicicleta. Todo marchaba bien, aunque esa extraña sensación no me abandonaba, persistía de forma casi tangible, acentuándose según pasaban los días. 11 días después de haber partido del lugar en donde había dejado mi depósito y mi bicicleta (4 en llegar a la montaña, 3 en hacer cumbre, y otros 4 en volver), llegaba de nuevo al escondite. Había dejado la bicicleta en una zona de piedras grandes junto a un recodo del río, junto a un terraplén de piedras. Tardé cuatro días en ir, tres en hacer cumbre y otros cuatro en volver. En total once días. Había dejado la bicicleta en una zona de piedras grandes junto a un recodo del río, pegado a un terraplen de piedras. Estaba a escasos cien metros, pero desde mi posición no era capaz de ver el lugar donde se encontraba la bicicleta, debido a dicho recodo del río.

Me fui aproximando más y más, ansioso por ver aquel lugar familiar. La sensación que me acompañaba llegó a su punto álgido y se materializó cuando vi lo que me encontré. Descubrí que había cometido un error, probablemente el único de aquella expedición: no cavar un agujero en donde meter la comida. De repente me vi delante de un caos de papeles, plasticos, colores y formas que no resultaba para nada familiar. Mi pulso se aceleró y hasta noté cómo se me dilataban las pupilas. Comencé a correr sin querer asumir lo que era ya más que evidente. Allí no había nada familiar. En realidad era peor. Sí que había cosas, pero eran rastros de envoltorio sin lo principal: ¡la comida! Me entró una sensación de incredulidad. Recuerdo que pensé: “bien, tenemos los envoltorios y los plásticos. Ahora ¿¡dónde esta la comida!?” Incluso llegué a caminar dando vueltas para ver si estaba por


Llegado un momento, mi cabeza reaccionó, y cambié el modo de pensar. A partir de aquí, comenzó una nueva expedicion. Una carrera por sobrevivir.

Supervivencia

algun lugar. Creo que fue un mecanismo de defensa de mi mente que se negaba a aceptar la realidad: los animales se habían comido todo. Absolutamente todo. Los cinco primeros minutos me senté y negué la situacion. Llegado un momento entendí que no estaba aportando nada positivo y me acerque a ver el cuadro de cerca. Ni rastro de arroz, fideos, sopas, snickers, fruta deshidratada, frutos secos, pan seco, verduras secas... nada.

Solo plásticos, cuerdas, pelos de oso y excrementos. Pero no sólo eso: la bicicleta estaba también totalmente fuera de combate. Devoraron hasta el sillín, por ser de cuero. Puede sonar raro, pero sentí que habian violentado mi intimidad, como cuando entran a robar a tu casa. Recuerdo que fue la primera vez en mi vida en que no sabía si iba a salir de la situación en la que estaba.

Pensé: “vale, me llevé a Malan Shan quince dias de comida, han pasado once, por lo que me queda comida para cuatro días. Estoy a 210km en línea recta de la carretera más cercana. Eso implica hacer 50km al día andando. Lo cual es imposible (para mi) a esta altura de casi 5000m, y después de más de un mes de expedicion, con más de 350km a las espaldas”. Así que decidí que, si sólo podía hacer la mitad de kilómetros al día, tendría que comer la mitad al día para poder regresar. Por concretar, me quedaban 2 días de arroz, dos días de tsampa, dos sopas, caramelos y dos snickers. Mi mente cambió radicalmente y entró en modo acción, supervivencia, movimiento... no sé cómo llamarlo, pero el caso es que tenía un plan y eso me daba vida. Entonces vino una decisión importante. Había perdido la bici, así que debía decidir qué echar y que no echar a la mochila. El peso era una cuestión crucial en ese momento, y con todo no podía a mis espaldas. Tenía que ir ligero si queria avanzar rápido y salir de allí. Para ello, era fundamental cargar con poco. Evidentemente llevaba la comida (que incluía unos sobres de tofu chino que sabe

MALAN SHAN

31


▌REPORTAJE

Dios por qué los osos no se quisieron comer, pero que me ayudaron sobremanera. Fue una bendición. No sé qué llevará, pero que unos seres capaces de considerar alimento un sillín de bicicleta de cuero no se lo comieran...). Y dejaba los crampones, el piolet, las botas y el saco de dormir. Este punto fue muy importante. Decidí cargar con la tienda y abandonar el saco, a pesar del frío intensísimo que hacía cada noche. Con saco estaba expuesto a las nevadas, y alli no hay cuevas ni refugios naturales. Si vivaqueaba y nevaba, estaba en una situación muy seria. En cambio, con la tienda solamente, pasaría mucho frío, pero estaría seco. Una vez listo, recuerdo que me puse la mochila y literalmente eché a correr. No sé cómo expresarlo, pero nunca me he sentido tan vivo, conectado a mi yo mas personal y primitivo. Ante mi tenía un reto que mi mente sabía que habia estado buscando siempre. Es lo más cerca de la libertad que jamás he estado. Era el dos de agosto de 2015.

32

C U A D E R N O S T É C N I C O S

De vuelta a la civilización Sabía que el gasto energético iba a ser mayúsculo debido al frío y a la altura constante, por lo que los dos primeros dias procuré cosumir la menor cantidad de comida posible. Así que al tercer día comencé a notar los estragos de caminar una media de 25km al día, con una pesada mochila, a 5.000m de altura, tras 1 mes de expedición, y consumiendo al día menos de la mitad de las calorías necesarias para tal ejercicio. Recuerdo todo muy vivamente de mi vuelta a la civilización. Fue una experiencia extraña. Lo recuerdo con mucha lucidez, pero con complejos recuerdos, sensaciones y vivencias. En torno al 4 o 5 día mi cuerpo comenzó a caminar solo. Y sólo hacía eso durante el día: caminar. Es difícil de explicar: nosotros en nuestras vidas trabajamos, hacemos deporte, comemos, hablamos con gente...pues bien: en aquel momento, mi vida se reducía eso: caminaba. Ese era mi ser. Mi cuerpo lo entendió como un hábito y lo

acabo haciendo casi de manera automatica. Pero lo peor de aquella vuelta fueron las noches. La temperatura durante el día en la meseta tibetana, al ser una meseta desértica, es bastante llevadera. Y como ocurre en cualquier desierto -y más en este, a 5000m de altitud-, las noches son extremadamente frías. Al no haber casi nubes, todo el calor recogido por la tierra durante el día se escapa por la noche sin ninguna dificultad. Fue un auténtico calvario. Metía los pies dentro de la mochila, y hasta la 1:00am más o menos podía descansar algo; pero después de esa hora, era simplemente imposible dormir. Recuerdo hablándome y recordándome lo importante que era descansar bien y dormir algo. Pero no podía, y me limitaba a sentarme y a mover el cuerpo esperando la salida del sol. Era una sensación horrible. Como despertarte congelado en tu caso en invierno porque te has destapado, pero multiplicado por mil. Difícil de describir pasar aquellas


noches sin saco. Por lo que me era complicadísimo descansar. He de sumar a esto el déficit calórico por una dieta insuficiente. Notaba cómo mi cuerpo adquiría energía de los músculos porque mis reservas de grasa estaban casi vacías. Era como si me estuviese devorando a mi mismo. Tuve pensamientos muy grotescos sobre este tema. En torno al sexto día todo se había convertido en una constante sensación de hambre, frío y cansancio extremo. No solo era cansancio extremo, que tambien, sino que ya no recordaba cuando era la última vez que habia estado descansado, y esto era una sensación incluso peor. No sabía muy bien en que hora estaba pues dejé de mirarlo. Me fijaba en el sol. Cuando estaba cansado descansaba, cuando estaba animado a andar continuaba, independientemente de si era día o noche. Todo se convirtió en una sensacion alienada de la realidad. Visto ahora, pienso que una experiencia prolongada en solitario como la que tuve me hizo, de manera automática, conec-

tar con ese ritmo natural que hay en el planeta, y que hemos abandonado. Fue como si mi mente, por propia superviviencia quizás, retornara a lo mas básico de lo básico, a lo más primitivo. Descubrí cómo todo lo que me rodeaba estaba increiblemente vivo, algo que se manifiesta ante aquel que es paciente, escucha y observa, no solo mira. Creo que hay ciertas partes del cerebro que se desconectan y solo tenemos acceso a ellas en situaciones extremas. Asi lo creo y asi me ocurrió. No se ni como describirlo, es inefable y personal, pero estoy seguro que habrá quien intuya a qué me refiero, y que habrá quien, habiendo vivido experiencias similares, sepa de lo que hablo y lo identifique. Dentro de lo básico, habia algo que me proporcionaba una ilusion tremenda: la comida. De manera real, y de manera imaginaria. La poca comida real que tenía era importantísima para mi estado de animo. No veía la hora de terminar el día y calentar una sopa y comer un poco de tofu, de ése que no se llevaron los osos. Era

algo increíblemente motivante. Y aún había más, ¡el postre! Unos caramelos que tenía, que eran como habichuelas dulces de diferentes colores: rojo, verde, blanco, azul, amarillo... Imaginaba que cada color representaba un sabor o un plato concretos. Por ejemplo, decía “¡venga, esta roja es de sabor pan con tomate!”, “y esta amarilla, ¡de paella de conejo de mi abuela!” Os reiréis, pero yo ese sabor lo sentía. La comida, esta vez en su parte imaginaria, también tenia un fuerte componente motivante. Me concentraba en recordar los sabores de mis platos favoritos, y era una sensación tan intensa, que después me he dado cuenta de que se convirtié en algo crucial. Sonreía de pensar en la comida. También es increíble el poder que tiene aquel lugar. Al comenzar el día, me encontraba “bien”, fresco y listo para empezar. A medida que pasaba el día, toda mi energía era extraída del cuerpo y de la mente. Era algo increíble observarme al final del día y decir “estoy absolutamente exhausto”.

LESS IS BEST LESS WEIGHT. MORE COMFORT.

Ultra-lightweight two-person-tent - Hogan UL 2P

CERRO COLORADO, ROCA CALIENTE EN LA PATAGONIA CHILENA

33


▌REPORTAJE

Es algo que ya comentó Sven Hedin, cuando cruzo Chang Tang el siglo pasado: “Absolutamente toda tu fuerza es exprimida por ese lugar”. Y cuando se nos reduce a tan básica existencia creo que nos chocamos con lo más profundo de nuestra propia humildad, y acabamos aceptándola pues es tremendamente real. La visibilidad allí, por la atmósfera y las dimensiones, es enorme, por lo que a unos 70km de la carretera ya podía ver pequeñísimos puntos que muy de vez en cuando cruzaban el horizonte. Cuando lo vi, un destello de luz y de fuerza me recorrió desde el dedo del pie hasta el último pelo de la cabeza. Ya estaba cerca. Pero esto también podia ser algo verdaderamente frustarante, avanzar y avanzar y no ver que aquellos puntos se agrandaran, pues todavía estaban muy lejos. Si se veian Kiangs, Chirus, algun lobo, Yaks... Sin embargo, la sombra del hambre se

34

C U A D E R N O S T É C N I C O S

fue disipando misteriosamente ya que mi mente sabía que solo teníamos delante un uútimo esfuerzo. Recuerdo que pasaba largos ratos jugando con mi sombra, chocándole la mano y haciendo juegos absurdos que me distraían. Y algo muy extraño: mientras caminaba, una cancion de Chenoa se me metióen la cabeza. Algo curioso, pues no he seguido a esta cantante en mi vida. No sé por qué razón me vino. La mente tiene esos recovecos.

De regreso El ultimo día que instalé la tienda me encontraba a 15km de la carretera; quiza los 15km más largos de mi vida. Esa noche no dormí casi nada y me negué a esperar la salida del sol. Recogí la tienda con un frío intenso y comencé a andar. Era una mañana especialmente serena y calmada. No había viento, ni ruido alguno; ni rastro de animales y ni una nube:

sólo ese color rosado de antes de amanecer. Poco a poco el disco solar fue mostrando su silueta, los rayos me calentaron la piel de la cara con caricias mientras el mundo despertaba a un nuevo día. Ese amanecer es de las experiencias más bonitas que recuerdo. Llegué a la carretera once intensísimos días andando desde que abandoné el lugar en el que quedó mi bicicleta. Once días de lucha mental no en contra, sino a favor de mi mismo. Mudé una piel, que allí quedó, y creo que nací otra vez. Habían transcurrido 41 días desde mi partida. Para mí fue como si hubieran transcurrido muchos años. Al llegar a la carretera, besé el asfalto e hice autoestop. Una familia de tibetanos me recogió entre sonrisas y yo, sonriendo también pero sin saber decir nada, me senté en ese coche y miré por la ventanilla el sol naciente. Había sido el único testigo de mi ascensión. ■


Foto: Dakota’s Summits

La única batería de cocina plegable, práctica y ligera

¡Llévate el kit de cocina completo en tu mochila y compártelo con quien quieras! Visita seatosummit.com para ver la gama completa @seatosummit.iberia y síguenos en Tel. 936 724 510 - Fax 936 724 511 info@esteller.com - www.esteller.com Distribuidor exclusivo en España y Portugal

ALPINISMO EN LAS MALADETAS

35


36

C U A D E R N O S T É C N I C O S


KHANG TARI Texto y fotos: Ă ngel Luis Salamanca

un nuevo seismil virgen en Nepal

37


▌REPORTAJE

Á

ngel Luis es un joven alpinista, y miembro del GREIM (Grupo de Rescate de la Guardia Civil) de Boltaña. Es un buen exponente de la nueva generación, que busca la belleza, la ética y el estilo antes que la altura o el nombre. Son ya varios los años en los que se interna en alguna zona apenas explorada de Nepal, en busca de vías técnicas a seismiles vírgenes. El pasado año, junto a Jorge Martínez, consiguió la primera cima de la historia a una montaña que bautizó como Pico Boltaña, y hace dos años, junto al nuestro viejo conocido, el portugués Joao García, realizó una importante apertura en una cima virgen de 630mm (aunque acabaron la vía, se quedaron a 200m de cumbre), MD+, V, WI5, M5+ expo, situada entre el Tawoche y el Cholatse. Y este año volvió a la carga. Aquí está el relato de su cumbre y escalada. Hace dos años, el portugués Joao García y él consiguieron una gran realización, con la apertura de la ruta “Jaime”, de .300m de desnivel, entre los 4.800m y los 6.100m, MD+`, V, WI5, M5+ expo, a una montaña de 6.300m en la que no consiguieron pisar la cumbre, situada entre el Tawoche y el Cholatse. Como cada año, volvemos al Himalaya con el objetivo de buscar algún valle remoto e inexplorado, investigar sobre él en lo posible, y ver qué posibilidades y picos vírgenes hay en la zona. Este año elegimos el valle de Milinggo Kholla, cerca del Monasterio de Tengboche, en Nepal. En él sabíamos de una montaña de más de seismil metros que pensábamos escalar: el Khang Tari (6087m). Parecía que la cara oeste era muy alpina, vertical, nieve, hielo, y muchos mixtos reventados. Para la exploración nos juntamos Javi San Miguel, del club Gistredo de León, Jorge Cuadrado, del Todo Vertical de Madrid, y yo, Ángel Salamanca, de Peña Guara de Huesca. Con cierta incertidumbre, partimos para Nepal, y decidimos aclimatar en el trekking del Everest, Khumbu, pudiendo ascender varios collados de 5.500m y 5.800m. Aclimatamos comiendo todo lo que podíamos y yendo a paso de tortuga, como me enseñó mi amigo el alpinista portugués Joao García, cuya experiencia tras ascender los 14

38

C U A D E R N O S T É C N I C O S


ochomiles es impagable. A lo que no estábamos dispuestos era a renunciar a nuestro estilo. El de siempre, el que nos gusta: tirar hacia la montaña, sin ayuda exterior, cargando todos nosotros, y todo lo rápido que se pueda. Como dijo una vez un gran alpinista, si controlas la gestión del riesgo, la rapidez es seguridad. Llego el momento de partir hacia el valle. Por nuestro estilo, debíamos intentar meter en el cuerpo la mañana de partida el mayor desayuno posible: chocolate, tortillas, cereales...así tenías energía suficiente para cargar cada uno con todo nuestro material y equipo, más un petate extra con todos los hierros, que nos turnábamos.

En el Khang Tari El valle estaba lleno de cascadas de hielo, que aguantaban a pesar de ser ya mayo. Quedaban las últimas y eran guapísimas, verticales y de unos 200 metros, a más de 4.000m. Una pasada. Allí todo es grande. Resultó estar repleto de perdices nivales y yaks salvajes. La vegetación que abunda es el rododendro, que en el Pirineo es pequeño pero en el Himalaya son como árboles. También encontramos Quebrantahuesos, aves muy difíciles de ver y que allí hay por todos lados. Llegamos, poco a poco, a una de las últimas zonas en las que se podía coger agua de un río, y allí montamos el campo base. Un lugar cómodo y donde aún el sol tardaba en irse. Ritual de montar las

tiendas, comer, beber y contar historias antes de irnos a dormir a los sacos. Al día siguiente nos levantamos con muchas ganas. ¡Estábamos muy cerca de nuestra montaña! así que desmontamos el campo y nos acercamos todo lo posible al Khang Tari, por zona de morrena, entre bloques, hasta una gran piedra resguardada del viento y de los desprendimientos, con nieve suficiente para fundir y beber. Esa tarde ya empezó la méteo a avisarnos de lo que nos íbamos a encontrar: mucha niebla y nieve por las tardes, muy abundante y con copos finos por la noche. Pero el Himalaya es así, la méteo cambia muchísimo y en realidad, tienes que salir, porque la montaña nunca está en condciones.

Khang Tari. un nuevo seismil virgen en Nepal

39


▌REPORTAJE

Ataque a la montaña Estuvimos hablando toda la tarde sobre cómo afrontar la ascensión. Tenía pinta de que la pared podía ser más fácil de lo que habíamos supuesto, tras la nieve caída que permitía subir bien. Íbamos a ir Jorge y yo. Javi solo había venido a disfrutar del trekking; aunque también es alpinista, sólo quería ir de visitante, sin comeduras de cabeza ni líos. Preparamos las mochilas, hidratamos y comimos todo lo que pudimos, y al saco. Teníamos que madrugar mucho para intentar temprano los mil metros de desnivel hasta cima. Era una tirada muy larga y técnica para esa altura, pero así estábamos el menor tiempo posible expuestos en la montaña. Por la noche, desde mi tienda, oía ruidos extraños en el exterior. No sabía si eran animales, porque tenía puestos los tapones de los oídos, pero eran inquietantes. A la hora de levantarme descubrí que Jorge estaba muy malo, y que los ruidos pertenecían a su noche de perros vomitando y otros menesteres...un virus de los que

40

C U A D E R N O S T É C N I C O S

te dejan echo polvo, y más en altura. Pensé que la expedición terminaba… pero Javi, como buen tío recio del norte, dijo que, aunque no estaba en sus planes, que quería ir para arriba. Jorge nos confirmó que estaba mal para escalar o andar, pero no tanto como para no poder quedarse solo. Pillamos las mochilas y sin perder tiempo nos fuimos como balas para arriba. Estábamos muy bien aclimatados y el pico era un seis mil bajo. Realizamos toda la ascensión entre la niebla. Primero por el corredor de entrada, ancho y con nieve de todo tipo. Fuimos al ensamble hasta que llegamos a los primeros resaltes de 80º, por un corredor muy disfrutón y bueno de proteger. Eso sí: teníamos que limpiar la nieve de los últimos días para poder avanzar. La orientación en la niebla se complicó al llegar a una zona más abierta, una campa de nieve. Seguíamos sin ver nada. Después dimos con una zona abierta, como una campa de nieve sin transformar, siempre sin ver alrededor por la di-

chosa niebla. Nos perdimos, tuvimos que tirar recto, y de esa manera nos metimos en la la peor zona de la montaña, una sucesión de mixtos que resultaron ser de los peores y más reventados de nuestra vida. Había de todos los tipos: barro, roca tipo hojaldre dificilísima de proteger (aunque nos apañamos con pitones y los totem). Un verdadero busca-ve-y-dile, perdidos en la niebla, con nieve suelta. Nos guiábamos por los altímetros, y nos suponíamos cerca de cima, pero en realidad no veíamos nada. Con esta referencia, decidimos continuar, a pesar de saber que eso haría que llegáramos a la tienda más tarde de lo aconsajable, y probablemente también más cansados. No quería que me pasara lo que me ocurrió con Joao en 2014, cuando nos retiramos a 200m de terreno no técnico de cumbre, tras abrir vía. Entonces hacía más frío... esta vez era más seguro apurar. Así que continuamos envueltos en la niebla por terreno más tumbado, hasta


que dimos con la cumbre. De disfrutar las vistas no fue...no se veía absolutamente nada, excepto niebla por todos los lados. Los altímetros marcaban 6.100m. Como no era momento de disfrutar, con esas condiciones y en ese horario, tiramos muy rápido para abajo, como si tuviésemos un petardo en el culo, con miedo al frío de la noche. Íbamos bien físicamente. Habíamos entrenado muy duro todo el año, y además estábamos muy motivados. Eso nos permite realizar actividades rápidas como ésta, de otra forma imposibles. Bajamos por el mismo sitio de subida. Como empleamos los abalakovs y puentes de roca y demás de la subida, que habíamos dejado instalados para ganar tiempo en el descenso, rapelábamos rápido. También hubo mucho destrepe, con mucho cuidado...hasta que, como zombis, y gracias a los silbidos y voces de Jorge, nos orientamos en la noche hasta el campo bajo la piedra, verdaderamente hechos polvo. Cuando bajo por las morrenas, así de cansado, siempre me acuerdo de Touching the Void...

Fue una reventada total, una cima de tirón muy dura. Nos metimos en los sacos, hidratando lo que nos preparaba Jorge. Estábamos muy contentos, pero también dolidos y rayados por los problemas que habían impedido a nuestro compañero subir con nosotros. No esperamos...a la mañana siguente, otra vez con nuestras pesadísimas y grandes mochilas, y con el no menos pesado petate de hierros (este no se aligera... vuelve como va…), partimos hacia Pangboche. Un dura vuelta hasta llegar...y poder hartarnos de comer, sin piedad, hasta reventar, como si no hubiera un mañana, en casa de nuestra amiga Chita. Nos gusta este tipo de alpinismo, de exploración, de sufrimiento, rápido. Y seguiremos haciéndolo hasta que podamos, respetando el de los demás, pero fieles a nuestro estilo, ayudando a la economía de la gente local de las zonas de escalada y no a la de las grandes agencias. Dar las gracias a las marcas que nos ayudan, que son Rab, Lowe Alpine, Camp, Cassin, Julbo y Totem Cam, asi como fisioterapia Therma. ■

ALPINISMO EN LAS MALADETAS

41


▌TEST DE MATERIAL PIES DE GATO “VAPOR V” de SCARPA

Vapor V Pies de gato

Test: EQUIPO CUADERNOS TÉCNICOS

42

C U A D E R N O S T É C N I C O S

de Scarpa


Los Vapor V de Scarpa, en sus modelos de hombre y mujer, son unos pies de gato técnicos para escalada deportiva de dificultad, con unas altas prestaciones, pero cuya comodidad los hace muy polivalentes. Son asimétricos, y con curvatura en la suela. Pero han conseguido reducir un poco la asimetría para hacerlos más cómodos que otros modelos similares de otras marcas, pero conservando todas las prestaciones gracias al diseño de tensores Bi-Tension que orienta el pie. El ajuste se completa con el eficaz sistema de cierre de velcros, que además da comodidad a la hora de soltar y poner repetidas veces o en reuniones. Tenemos que decir que pocos productos han sido testeados por tantas personas del equipo: han sido 11 los testeadores, bastantes de ellos dependientes y dependientas especializados de las tiendas Barrabes, que han recibido su par de gatos y los han probado durante unas semanas, y todos coinciden en su reporte en que la combinación de comodidad y prestacio-

nes gracias a este sistema es muy buena, aunque dos de ellos afirman que es más cómodo en la zona delantera que en la del talón (algo dura para su gusto). También hay unanimidad sobre la sensibilidad y el agarre, verdaderamente notables. Su diseño de puntera les da mucha capacidad de transmisión de fuerza en cantos pequeños, y sobre todo mucha precisión sobre los mismos. En desplomes se comportan extremadamente bien gracias a la ya comentada punta afilada que nos deja encajar el gato en pequeños agujeros y a una curvatura de la suela bastante radical que nos deja abrazar las presas fácilmente. El diseño mantiene de forma más cómoda de lo habitual el arqueo del pie. Es un gato que se maneja igual de bien en placas que en desplomes. La suela Vibram es de gran agarre, muy buena, con un grosor y rigidez que ayudan mucho en la precisión, pero Scarpa, con muy buen acierto, la ha hecho en 3 cuartos, llegando hasta antes de la zona del talón, lo que da agilidad al pie.

Verdaderamente, hemos encontrado que tienen una relación óptima entre comodidad y precisión, y son altamente recomendables para eescaladores experimentados que busquen un gato técnico y algo más cómodo y polivalente que los modelos similares del mercado, sin perder prestaciones, con un buen ajuste y gran adherencia ,y que se comporte muy bien tanto en vías de placa como en desplomes. Hay que decir que talla muy técnico: normalmente, elegiremos nuestra talla real. Además, ceden menos que los de otras marcas, algo que hay que tener en cuenta. Esto les da mayor durabilidad y posibilidad de recauchutado de suelas. Nuestra conclusión es que tienen una relación óptima entre comodidad y precisión, y son altamente recomendables para escaladores experimentados que busquen un gato técnico y algo más cómodo y polivalente que los modelos similares del mercado, sin perder prestaciones, o escaladores medios que busquen algo más técnico. ■

Miguel Fernández, jefe de tienda Barrabes Jaca, escalando Desliz, Montrebei, con los Vapor V. PIES DE GATO “VAPOR V” DE SCARPA

43


▌TEST DE MATERIAL PIES DE GATO “FORCE X” de SCARPA

Force X Pies de gato

de Scarpa

Test: EQUIPO CUADERNOS TÉCNICOS

En este caso, el test lo ha realizado nuestro compañero y responsable de escalada Daniel Vega (tienda de Benasque). Entre otras cosas, con ellos ha abierto desde abajo la vía Amor Verdadero, en Montrebei (265m 6a/A2;7b/c). Estos gatos están diseñados para las vías más largas y clásicas, escalada alpi-

44

C U A D E R N O S T É C N I C O S

na, o un grado algo menor y en paredes menos extraplomadas. Pero su polivalencia les hace ser muy buenos en deportiva también para el gran público. “Ajuste súper anatómico, increíble sujeción del metatarso y los dedos (se nota el sistema Bi-Tension y la media suela semi rígida), más aún tratándose de unos gatos de velcro. Se nota la tecnología nada más ponértelos. Son los gatos de concepto mitad delantera/mitad trasera más técnicos que he visto. No había usado gatos de Scarpa, y tengo que reconocer que no son gatos “clónicos”, como otras marcas, sino que es una marca de primera línea, probablemente sólo comparable a La Sportiva.” ■


Daniel Vega, abriendo en solitario con los Scarpa Force X en Montrebei. PIES DE GATO “FORCE X” DE SCARPA

45


▌ÚLTIMA HORA

■ Concurso

Concurso Barrabes Arc’teryx Alpine Academy

Los dos ganadores del concurso que realizamos junto a Arc’teryx pudieron disfrutar de unos intensos días en Chamonix, en la Arc’teryx Alpine Academy, practicando alpinismo, realizando talleres, y compartiendo con alpinistas profesionales y aficionados llegados de todas las partes del mundo. El premio se dió a los ganadores del concurso fotográfico que organizamos junto a la marca canadiense. Carlos, uno de los ganadores y autor de la foto que acompaña, realizada durante la Academy, afirmó que “ha sido una auténtica pasada, compartiendo experiencias y conociendo a un montón de gente de todo el mundo. Los guías y atletas de Arc’teryx eran realmente unos pros, no sólo técnicamente sino también compartiendo conocimientos con nosotros. Participé en clinics durante los tres días del evento (Viernes, Sábado y Domingo). Asistí a “Basic Mountain Education” (Alpinismo nivel 1) dónde pudimos realizar marcha y maniobras básicas en glaciar, en el entorno de la Aiguile du Midi y con unas impresionantes vistas del Mont Blanc du Tacul y la cima del Mont Blanc, y también a Ice Climbing (en las grietas del glaciar de la Mer de Glace) y finalmente, la más técnica “Advanced Technical Alpinism”, donde fuimos dos participantes con un guía a realizar la Arista de Cosmicos (Arete des Cosmiques) al Aiguile du Midi, con mucha nieve y frío.”

46

C U A D E R N O S T É C N I C O S

■ Noticia

Inaugurado el nuevo Refugio de Cap de Llauset

Este refugio viene a cubrir, en cuanto a instalaciones deportivas de montaña se refiere, una amplia zona geográfica, como es la vertiente oriental del macizo de Las Maladetas. En pleno trazado final del GR11 en su tramo aragonés, permite cubrir la etapa que parte desde el Valle de Benasque, además de realizar junto con el refugio de La Renclusa, un recorrido circular en torno al Aneto. Son muchas igualmente las posibilidades deportivas que ofrece, tanto de ascensiones como de rutas de senderismo entre ibones, así como un amplio abanico de recorridos para esquí de montaña. “Han sido varios años de trabajos los que nos han llevado a poder fijar ya una fecha de apertura de este nuevo refugio. Y es que la consecución de la primera fase del proyecto va a permitir poner en marcha el mismo, con limitación de plazas de alojamiento, eso sí, respecto a lo que tendrá una vez se concluya el conjunto del proyecto previsto, pero con todos los servicios propios de los refugios de montaña”, nos comenta Sergio Rivas, responsable de refugios de la Federación Aragonesa de Montañismo. Es un refugio moderno, el primero construido de forma modular por la Federación Aragonesa y Prames, lo que permite, entre otras muchas ventajas y ahorros constructivos y energéticos, que pueda abrirse ahora ya en cuanto se ha finalizado el primer módulo, quedando el resto por concluir.

Noticia 2016: Centenario del Refugio de la Renclusa El día 5 de agosto de 2016 se cumple el primer centenario del emblemático Refugio de La Renclusa, situado en el valle de Benasque, bajo el Pico del Aneto, máxima altura de la Cordillera. Para celebrarlo, desde el jueves 21 de julio, se puede visitar en Benasque una excelente exposición fotográfica sobre la historia del Refugio, situada en el Palacio de los Condes de Ribagorza.

En palabras de Luis Masgrau y Josep Manuel Puente i Pubill, presidentes de la Federación Aragonesa de Montañismo y del Centre Excursionista de Catalunya, respectivamente, con esta exposición se quiere manifestar “la gratitud a la villa de Benasque y a su Ayuntamiento, por su contribución a convertirlo en uno de los rincones predilectos del montañismo español y de todos los pirineístas”, al tiempo que rendir un homenaje a “a todos los montañeros veteranos, y a los guardas y guías de montaña que forjaron la admirable historia pirenaica del refugio”. La exposición reúne más de 130 imágenes, la mayor parte históricas y procedentes de los archivos del Centre Excursionista de Catalunya, la Fototeca de Huesca, la Fundación Hospital de Benasque, la FAM, los guardas y Prames. La muestra está estructurada en cuatro apartados: el refugio de La Renclusa, el Valle de Benasque, la huella del hombre y los paisajes de montaña.



Introducing a highly technical, lightweight double boot engineered for alpinists. Built the Arc’teryx way.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.