Nº 84 - octubre / diciembre 2016
CU A DER N O S T É C N ICO S
DRY TOOLING EN BENASqUE LA CANTERA DE VILLANOVA REFERENCIA NACIONAL
EXPLORANDO LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA EL GRUPO GOCTA DE VUELTA A PERÚ
CANADÁ
ENTRE BOSQUES Y MONTAÑAS PVP: 2 €
CU A DER N O S T É C N ICO S
Director: Jorge Chueca cuadernos.direccion@barrabes.com Redacción: Equipo Cuadernos Técnicos Diseño y maquetación: Javier Campo Producto y asesoría técnica: Fernando Tomás Publicidad: comunicacion@barrabes.com 876 76 80 46 Atención al Cliente: Tfno. 902 14 8000 cuadernostecnicos@barrabes.com Han colaborado en este número: Jonatan Larrañaga, Arkaitz Saiz, Mario Gastón, Chechu Arribas, Equipo Cuadernos Técnicos Imprime: Icària Arts Gràfiques Barrabes Esquí-Montaña SLU Ctra Francia s/n Benasque (Huesca)
La escalada y el alpinismo son potencialmente peligrosos y dañinos. Cualquier persona que escala habitualmente es personalmente responsable de aprender las técnicas adecuadas y asume todos los riesgos y la responsabilidad completa por cualquier daño o herida, incluida la muerte, que pueda resultar de la actividad.
Tirada de 30.000 ejemplares. Distribución gratuita.
Nº 84 OCTUBRE / DICIEMBRE 2016 04 REPORTAJE CANADÁ. ENTRE BOSQUES Y MONTAÑAS. ESCALADA EN ROCA EN LOS BUGABOOS / NUNATAKS 20 REPORTAJE EXPLORANDO LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA. GRUPO GOCTA DE VUELTA A PERÚ 38 REPORTAJE DRY TOOLING EN BENASQUE 46 ÚLTIMA HORA
▌En portada: Jonatan Larrañaga escalando en Lake Louise.
| Foto: © Arkaitz Saiz.
▌ EDITORIAL por Jorge Chueca Blasco
En la parte oculta del mundo Y una vez más, el Grupo de exploración Gocta aparece en nuestra revista y nuestra web. Podría parecer que el mundo entero está explorado, y que somos una generación que ha llegado tarde, encontrando los caminos demasiado trillados. Algo de razón hay en esto. Pero es cierto que, en realidad, la certeza o no de una afirmación así depende principalmente de lo que entendamos por mundo. Si entendemos mundo como la superficie visible, pocos rincones quedan por explorar -aunque haberlos, haylos…Si hablamos del interior de la corteza terrestre, apenas empezamos a descubrir sus mundos maravillosos y ocultos. Los espeleólogos podrían estar siglos explorando las cuevas y simas del planeta antes de empezar a hablar de un conocimiento general del mismo. Y los barranquistas, a pesar de transitar por terrenos más accesibles -en cuanto a su cercanía la superficie-, también pueden estar años explorando antes de que empezaran a intuir un cierto final de los caminos posibles. Un año más, los componentes del grupo Gocta visitan montañas remotas para descubrir sus barrancos. Himalaya, Andes...han sido unos cuantos
los lugares que han recibido sus visitas. Y de todos ellos vuelven con actividades colosales: días y días enteros en el interior, desniveles cuyos metros pueden llegar a medirse en miles y no en cientos, en definitivo, monstruos geológicos en los que internarse supone tomar un camino incierto y una finalización dudosa. Especialistas en lugares irreales y sensaciones lisérgicas en mundos oníricos y extraños, fieles a la exploración, una vez más nos muestran los nuevos caminos que han recorrido este año en Perú, de la mano, como suele ser habitual, de Mario Gastón, uno de los componentes del equipo multidisciplinar. El anterior artículo que publicamos de Mario Gastón fue de otra índole: nos narró
el rescate de un miembro de este grupo, Cecilio López-Tercero, cuando quedó atrapado en una cueva en Perú. Fueron momentos duros, vividos intensamente por todo el país, en los que la solidaridad y el apoyo de numerosas personas permitieron, en un rescate maestro, salvar al compañero. Esos son los gajes del oficio. Conocen el riesgo que asumen, pero también son conscientes de sus posibilidades y conocimientos, y decididamente, no van a renunciar a una vida de exploración de las mágicas entrañas del planeta por algo así. Esperamos que disfrutéis de estos descubrimientos tanto como nosotros lo hacemos. Y que también disfrutéis de las montañas de Alaska, de Benasque...de todo el planeta.
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Jonatan Larrañagaescalando en Lake Louise.
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CANADÁ ESCALADA EN ROCA EN LOS BUGABOOS/NUNATAKS
ENTRE BOSQUES Y MONTAÑAS Texto: JONATAN LARRAÑAGA Fotos: ARKAITZ SAIZ, OSCAR GOGORZA, JONATAN LARRAÑAGA
Canadá es un país de grandes montañas y naturaleza salvaje. Su sola mención evoca grandes sueños a los alpinistas, montañeros y, en general, amantes de la naturaleza de todo el mundo. También es un excelente lugar para la escalada en roca, clásica y alpina. El guía UIAGM Jonatan Larrañaga ha estado una larga temporada este verano en el país norteamericano. Entre sus actividades, ha realizado muy buenas escaladas en roca, centrándose en los Bugaboos, descubriendo los Nunataks.
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▌REPORTAJE
Las Rocky Mountains es una cordillera que se caracteriza por las grandes extensiones de bosques y ríos caudalosos.
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l Parque Provincial de los Bugaboos está situado en las montañas de Purcell, al Sureste de la Columbia Británica, en la costa oeste de Canadá. Es un hermoso destino para los fanáticos de las fisuras y de la escalada alpina, así como para los amantes de la naturaleza. Con grandes paredes de granito rodeadas por agrietados glaciares y cumbres que superan los 3.000 metros de altitud, es un lugar que inspira la visita de muchos escaladores y montañeros de todo el mundo. Para este verano 2016 nos habíamos marcado como objetivo escalar por las
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Rocky Mountains (Canadá). Desde que pisé esta cordillera en invierno del 2008, quedé fascinado por lo inmenso y salvaje del lugar. Me quedó ese gusanillo de volver y me había propuesto regresar para escalar en verano y conocer el Parque de los Bugaboos, un destino de referencia entre la comunidad escaladora norteamericana. Óscar Gogorza promovió la idea mientras escalábamos una tarde de primavera en las paredes del Mugarra. Entre pegue y pegue a los diferentes proyectos, le íbamos dando forma a un viaje que compartimos con otros tres colegas. Arkaitz Saiz, Rubén Gudino y Jorge Valle, o lo que es
lo mismo, “iban un “guipuzkoano, un bilbaíno y un madrileño…”. Este último no pudo asistir por una fractura en la mano, dos días antes de volar. Se me hacia raro no estar guiando en Chamonix, el año había sido largo, currando mucho con la formación y este verano iba a ser diferente, necesitaba un poco de desconexión. Era el primer verano de los últimos quince que no iba a estar de campaña en los Alpes, guiando a clientes que ya son grandes amigos después de muchos años atados al otro extremo de la cuerda, y me acordaba de todos los colegas y de los buenos momentos que hemos compartido juntos.
La cara este del Mont Rundle, una pared cercana a Canmore.
Los roedores y las ardillas campan a sus anchas por todos lo lados.
Oscar Gogorza escalando el largo 9 de la ruta.
Felices en la cima de la South Howser Tower.
A mediados de Julio partimos del aeropuerto de Loiu (Bizkaia) Arkaitz Saiz y el que suscribe. Como de costumbre el peso en las maletas es el motivo de conversación mientras hacemos cola a las 5:00 de la mañana en la terminal de KLM. Por suerte nos toca una azafata que estudió conmigo en la época del instituto, eso nos facilitó mucho las cosas en este comienzo de viaje… Para cuando nos queremos dar cuenta y después de más de 20 horas de viaje, estamos en la ruta 1 dirección Banff, nuestro primer destino nada más aterrizar. La lluvia y las bajas temperaturas son la tónica de estas primeras jornadas. Nos
comentan los locales que la primavera ha sido muy lluviosa y que no es muy normal este tiempo tan adverso. La primera semana la dedicamos a escalar un poco en las inmediaciones de Canmore y a hacer relaciones entre viejos amigos. Steve Holezki es un colega con el que he compartido muy buenos momentos durante los veranos en Chamonix. El es guía canadiense y trabaja en el rescate dentro del Parque Nacional Banff /Jasper. ¿Quién mejor que Steve para que nos facilite información de primera mano?. Quedamos varias tardes y ayudados de varias guías y mapas nos va poniendo
deberes para los siguientes diez años…. jejeje…cada sector que comenta tiene mejor pinta que el anterior. Nos viene bien unos días tranquilos para hacernos al horario y ubicarnos en la zona. Esto es inmenso y nos tenemos que centrar en hacer un plan para las próximas dos semanas, ya que Óscar y Rubén vienen a primeros de agosto con una idea fija: escalar en Bugaboos. En esos quince días que comparto viaje con el fotógrafo Arkaitz Saiz escalamos varias de las paredes y montañas más representativas del lugar. Yanmuska, Mont Rundle, Ecco Wall, Ya -Ling y el Mont Louise fueron sin duda algunas de las
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▌REPORTAJE
En el primer largo de la Mc Tech arete, 5.10.
Durante la marcha de aproximación a la Bugaboo Spire.
Jonatan contempla al fondo la bajada de la arista Sur de la Bugaboo Spire desde la Pigeon.
que más nos llamaron la atención. Esta última es una montaña piramidal que destaca entre las demás por su silueta y lejanía. Mi colega Steve nos recomienda una ruta suya que había abierto hace un par de veranos de unos 300 metros. 6C. La aventura estaba asegurada y la jornada no nos defraudó. Muy parecido a escalar en Dolomitas, con un calcáreo blanco bien roto en muchas partes. Las aproximaciones son kilométricas y requieren de buen olfato alpino; para esta al Mont Louise empleamos 4:30 para llegar a pie de vía…así que ya os podéis imaginar. Las jornadas se sucedían a buen ritmo y el tiempo pasaba volando. Para cuando nos queremos dar cuenta estamos preparando los petates para subir al campo base de las Bugaboos. Subimos de avan-
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zadilla para cuando llegue el grueso del equipo. Como siempre las mochilas son muy heavys, con hierros como para una Nose y comida para una semana. Nos plantamos en el Applebee (nombre local del campo base) después de tres horas de sufrimiento a las espaldas. El lugar es brutal, rodeado de paredes y lagos de agua turquesa. Buscamos un sitio plano entre las losas de granito para acomodar las dos tiendas que llevamos. Nos sorprende la cantidad de gente que hay en el base, nos lo esperábamos más tranquilo. A la mañana siguiente nos despertamos con la espalda dolorida por el porteo de la tarde de ayer, nos lo tomamos con la calma y a medio día vamos a escalar a
Oscar Gogorza gozando en el cuarto largo de la ruta Beckey – Chouinard.
la Crescent Spire, quizá la pared más cómoda de todo el valle. En media hora de caminata te encuentras en un sector con rutas de hasta seis largos que bien merece la pena. Escogemos una ruta que no se escala mucho, ya que las clásicas Paddle Flake y la misma MacTech están pilladas. El inicio en el granito te pone en tu sitio y algún 5.10+ nos hace vibrar… menos mal que llevamos un arsenal de friends. Aun así contentos con estrenarnos en los Bugaboos y ya maquinando la ruta del día siguiente. El ambiente en el base es buenísimo, habrá más de 50 personas establecidas en Applebee, de todas las partes del mundo: californianos, australianos, chilenos, franceses, rusos, coreanos… gente muy variopinta con un mismo objetivo: escalar
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MALAN SHAN
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▌REPORTAJE
Una cordada se aproxima por el glaciar Vowell hacia la base la aguja Pigeon (3.124m).
en este verdadero “parque temático”. Arkaitz esta haciendo buenas relaciones debido a su papel como fotógrafo y cámara, de hecho pronto es conocido como “Channels“. Esto nos favorece: nos permite obtener información de primera mano sobre las rutas que queremos escalar. Este año los glaciares y aproximaciones se encuentran en muy buenas condiciones y eso se nota en la afluencia
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de escaladores. Los posteriores días los empleamos en diferentes escaladas clásicas por el macizo. Con un tiempo bien revuelto que deja tormentas prácticamente todas las tardes tenemos que lidiar y afinar muy bien en los objetivos. Escalamos prácticamente todos los días, la lluvia es el único impedimento que nos hace permanecer quietos en el campo base a mitad de semana.
Este impasse lo dedicamos a portear más comida: bajamos en una hora los mil metros de desnivel que separan el campo base con el parking de acceso. Este trayecto se convertirá en un clásico durante las semanas venideras. A finales de Julio, y tras permanecer una semana en los Bugaboos, nos vamos a Calgary a buscar a los dos compañeros que se unen al viaje. Ya han pasado vein-
te días desde que llegamos, y se puede decir que estamos habituados a la región. Con la compañía de Óscar y Rubén tenemos por delante otras tres semanas en las Rockys: la roca y las risas serán los aliados de las próximas aventuras. El tiempo nos esta respetando mucho y parece que estamos teniendo suerte según nos dicen los locales. Desde que han llegado los refuerzos no
hemos parado, y el 3 de agosto nos encontramos de nuevo en el campo base. Los últimos días han sido movidos entre viaje, dormir poco y comprar víveres para las próximas dos semanas. Menos mal que el vehículo que tenemos es una ranchera grande, porque vamos verdaderamente cargados de petates. 230 kilómetros separan Canmore del parque de los Bugaboos, un trayecto que
se realiza en apenas cuatro horas y que cruza de Alberta a British Columbia. Los últimos kilómetros son una pista de 50 kilómetros, que se va adentrando en el corazón del parque. El paisaje y lo frondoso de los bosques te sumergen en otro planeta, vamos atentos ya que es fácil que se cruce algún animal salvaje, tipo ciervo, zorros o elks. Y ¡tate!, a 2km del parking vemos una Osa negra
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▌REPORTAJE
escalandoAtlantis 5.12c en el sector Ecco Wall.
Varias cordadas escalando las clásicas Padle flake y Mac Tech arete.
con la cría, la imagen se nos quedo en las retinas ya que fue muy fugaz y al mismo tiempo muy bonito. En unas dos horas de marcha cargados como mulas estamos en el refugio Conrad Kain inscribiéndonos de nuevo en el Parque. La guarda Heidi ya nos conoce, así que en cinco minutos hacemos todo el papeleo y le pagamos los diez dólares pertinentes por cada noche. El sistema que usan en Canadá es muy parecido al Americano, la conservación de la naturaleza se la toman muy en serio y eso hace que funcione. En el campo base de Applebee hay unos baños secos, con bidones que van cambiando y facilita mucho la vida en un lugar con un ecosiste-
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ma frágil donde sino seria una pocilga. Al mismo tiempo han hecho una fuente donde coger agua potable. Yo desde mi punto de vista veo bien que cobren y al mismo tiempo conserven el ecosistema. A la mañana siguiente nos despertamos con un tiempo mas que aceptable, los rayos de sol calientan lo suficiente como para salir del saco. Desayunamos con la calma y preparamos todo el material para ir a escalar en la cara sur de la Donkey´s Tower. La aproximación es corta, así que no nos estresamos, también comentar que no es una ruta de las grandes clásicas, como su vecina Ears Between. La Edwards/Neufeld consta de ocho largos con tres de fisura perfecta en 5.10+, era
plegando la cuerda en la cima del Mont Louise.
un buen comienzo para Óscar y Rubén. Yo, como ya había escalado hace dos semanas, ya estaba más habituado a los cerrojos y pasos de adherencia. El tiempo parece que aguanta y nos va dejando escalar cada día de la semana. Al tercer día y después de haber escalado otras dos grandes clásicas, decidimos darle un pegue a la South Tower o lo que es lo mismo, la Beckey – Chouinard. La ruta de referencia de los Bugaboos, abierta por dos grandes maestros que iban adelantados a la época. Una ruta que lo tiene todo: larga aproximación, 800 metros de pared y un descenso que requiere de astucia y velocidad para no estar haciendo cola en los rápeles.
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▌REPORTAJE
El Snowpatch es bien conocido por el parche de nieve que le caracteriza.
Sin ser una cordillera muy grande, los Bugaboos tienen un terreno glaciar muy amplio.
La arista NW de la Bugaboo Spire es una ruta de 600 metros de recorrido clásica.
Beckey–Chouinard/South Howser Tower ( 3.292m) 800m, V/5.10c Escalada realizada por Óscar Gogorza, Rubén Gudino y Jonatan Larrañaga el 7 de agosto del 2016, emplenado 11 horas para la ruta y los rapeles. Tenemos muy buen recuerdo de esta escalada, salió todo redondo y fuimos como nos gusta ( rápidos y en el día). A las 3:00 de la madrugada empezamos a caminar rumbo al Snowpatch Col, y entre subidas, bajadas, glaciares, morrenas, y grietas, bajo la luz de los frontales, a las 7 de la mañana llegamos con alguna a pie de vía, y comenzamos la escalada con unos 5ºC de temperatura. El poco grip que tiene la roca y lo técnico de estos primeros largos hacen que Óscar se tenga que emplear a fondo. Los largos se suceden y el sol va calentando la roca, ofreciéndonos una jornada de
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ensueño. Las vistas sobre el valle son impresionantes con grandes bosques y ríos que se pierden en el horizonte. Nos vamos repartiendo la ruta en bloques de cuatro largos para así ir escalando todos de primero y no perder mucho tiempo en los cambios de encordamiento. La ruta va siguiendo un sistema de fisuras y diedros perfectos, es una obra de arte y un gusto poder escalar esta pared, cada largo es mejor que el anterior y disfrutamos al 100% de una escalada que se encuentra entre las cincuenta mejores de Norteamérica. Hacia las 3 de la tarde estamos en la cima del Pilar, donde se acaban las dificultades. A partir de aquí viene un terreno más alpino de unos 300 metros de roca mala, nieve y arista. Me pongo en cabeza, para
ascender este tramo lo más rápido posible, después de efectuar un rapel hasta la brecha, comienzo a trepar por un caos de bloques. Realizo tres largos de cuerda con salidas al ensamble para ganar tiempo, fácil pero de ir atentos, tras 10 horas estamos cansados. A las 4:30 de la tarde y tras algo más de 10 horas alcanzamos la cumbre. El tiempo es muy bueno y disfrutamos de quince minutos en la cumbre hablando y comentando la escalada. Estamos muy contentos y eso se nota en el ambiente: risas y vaciladas continuas entre Óscar y Rubén. Los primeros rápeles horizontales los destrepamos y nos ahorramos recoger las cuerdas en este terreno tumbado. Localizamos la primera instalación en la punta del pilar hacia la cara norte. Desde
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este punto una sucesión de 11 rápeles nos deberían dejar en la rimaya. En menos de 2 horas y sin ningún contratiempo alcanzamos el glaciar del Howser. Recogemos todo el material y nos encordamos rápidamente, esta primera sección hasta la traza principal de la Pigeon se ve muy abierta y hay que prestar atención. Me pongo en cabeza abriendo traza sobre una nieve muy pastosa y esquivando grietas grandes, Rubén y Óscar van por detrás tensando bien la cuerda, ya que la nieve esta muy guarra y es fácil que se rompa algún puente de nieve. En menos de dos horas estamos en el Applebee disfrutando de un café caliente y compartiendo las batallitas del día con Arkaitz Saiz. Ha sido una jornada maratoniana y muy bonita, de la que nos queda un gran re-
cuerdo. Ya con los deberes hechos, nos tomamos un día de relax en el campo base. Desde que llegamos hace cinco días no hemos parado y se nota en las manos y piernas. La semana siguiente continúa en la misma línea, escalando todo lo que se puede y aprovechando que tenemos una logística de primera, cada día nos aventuramos en una pared distinta. El tiempo se pasa volando y nos subimos a todas las agujas del Parque incluyendo dos rutas en la Bugaboo Spire y otras dos en el Snowpatch. El calor y las altas temperaturas van mermando los glaciares y la aproximación al Snowpatch col cada día esta más fea, con continuas caídas de piedras. Esto nos hace tomar la decisión de ir a otros lugares a escalar. Estamos muy ser-
La cara sur de las Howser Towers se elevan sobre el valle, alcanzando desniveles de hasta 1000 metros.
Jonatan Larrañaga escalando el quinto y ultimo largo de Padle Flacke 5.10, en la Crescent Spire.
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vidos de esta nuestra primera experiencia en los Bugaboos, habiendo escalado un buen puñado de rutas buenas y clásicas. Así que los días que nos quedan hasta regresar a España los empleamos en conocer nuevos spots entre Lake Louise y Canmore. Con la compañía de Carlos Bühler permanecemos tres días en Lake Louise, un lugar de cuento de hadas con su gran castillo y lago donde los turistas se sacan fotos y se dan un paseo en piragua con toda la familia. El sitio merece la pena a pesar de todos los turistas que hay, las vistas sobre la norte del Mont Temple son impresionantes y me hace pensar en próximos objetivos de cara a un próximo viaje más de cara a primavera.
escalando el quinto largo de Wellcome to the Machine 5.11.
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▌REPORTAJE
ROCKY MOUNTAINS FICHA TÉCNICA Canadá tierra de aventuras, montañas, bosques y animales salvajes. Es un destino más conocido entre los europeos por la escalada en hielo y el esquí Freeride que por la roca. Aun así, si os gusta la escalada en granito y disfrutar de la inmensidad del paisaje canadiense es un destino muy recomendable en las dos estaciones del año. Cada época tiene su encanto y para mi entender, que he estado en invierno y en verano, cada época y actividad es muy diferente. La época estival te permite adentrarte en montañas y paredes rocosas que tienen un parecido a los Dolomitas, pero a lo bestia. Es un viaje alucinante donde si acompaña la climatología, cada día es un regalo de la naturaleza.
Bugaboos. Un poco de historia Originalmente llamado el “Nunataks”, las agujas del Bugaboos se observaron por primera vez por una expedición de reconocimiento a finales de 1800. La minería trajo los primeros europeos a la región, con una pequeña y fallida fiebre del oro entre 1895 y 1896. El área fue prospectada y estacada, pero los escasos depósitos resultó ser mayormente pirita y Galena. El nombre “Bugaboo” se originó de esta carrera; el término fue utilizado por los buscadores para un “callejón sin salida. Los escaladores se interesaron en el grupo poco después. En 1910, una expedición dirigida por Thomas Longstaff y el agrimensor Arthur Oliver Wheeler entró en el área. Fueron guiados por el reconocido escalador europeo Conrad Kain. Kain volvería a la zona seis años más tarde y fue pionero en muchas rutas de escalada difíciles. El escalador austríaco describió su recorrido hasta Bugaboo Spire como su más difícil ascensión de Canadá, un desafío mayor que su ruta célebre hasta el Mont Robson, el pico más alto de las Montañas Rocosas canadienses. Junto con Albert y Bess McCarthy y otros, Kain sería pionero en primeras subidas del Norte Howser, Marmolata, Spire y la Media Luna.
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VUELOS La mejor opción es volar a la ciudad de Calgary. Desde España KLM y Bristish Airways son las dos compañías que operan con frecuencia desde Barcelona y Madrid. Hay gente que vuela a la ciudad de Vancouver con idea de escalar en Squamish y luego de ahí dirigirse a otro destino mas al norte del país. Todo dependerá del tiempo de que dispongáis y de los objetivos que tengáis en mente. Calgary es la mayor ciudad de la provincia de Alberta, relativamente pequeña para las dimensiones del país. Esta ubicada en una región de planicies y colinas a 80 kilómetros de las montañas rocosas. Es la base si se quiere escalar en la provincia de Alberta y British Columbia. A día de hoy es obligatorio sacar un visado de turista que es muy fácil de hacer en la web del gobierno Canadiense.
COMO MOVERSE Lo mejor es alquilar un vehículo privado, mejor si es un todo terreno. Para varios de los sectores que reseño en el articulo hay que atravesar pistas de mas de 40 kilómetros (como por ejemplo la de Bugaboos). El formato pick up va muy bien para menearse por estas tierras, ya que en el cajón trasero se pueden meter todos los petates. En el mismo aeropuerto tienes la opción de alquilar cualquier tipo de vehículo. Nuestra recomendación es mirar algo en las compañías privadas que hay cerca del aeropuerto, ya que son más baratas y tienen una gama más amplia de vehículos. Para que os hagáis una idea nosotros pagamos 1.200 dólares por 40 días de alquiler de un todoterreno Raw V6.
ALOJAMIENTO Voy a reseñar tres sitios que nos parecieron bien y económicos. Nuestra base en la zona fue la población de Canmore que es como el Chamonix Canadiense y punto de encuentro de numerosos escaladores en
invierno y verano. En los Bugaboos, el campo base lo encontramos en Radium, pequeño pueblo que es un cruce de caminos entre Golden al norte y Invermere al sur. Realmente se le conoce por sus aguas termales. Este pequeño pueblo esta a unos 30 km del cruce donde empieza la pista que te lleva al Parque de los Bugaboos y ultima población donde comprar víveres o hacer cualquier gestión antes de perderte en los bosques del norte.
Sector Canmore Canmore Club House. Se localiza a 4,5 km al este, en la carretera vieja. Es un sitio increíble para el coste que tiene, son 20 dólares la noche si eres socio y 30 en caso de que no. Son tres cabañas de madera al más puro estilo canadiense, muy limpio y decorado con mucho gusto. Es muy familiar y es fácil
Bugaboo provincial park
MAPAS: © Bugaboo Glacier Provincial Park / © GOOGLE MAPS
CLIMATOLOGÍA
encontrarse con más escaladores. Esta abierto todo el año. Recomendamos hacer la reserva con antelación ya que tiene mucha demanda. En el enlace tenéis toda la información necesaria: The Alpine Club of Canada 201 Indian Flats RD PO Box 8040 STn Main Canmore AB T!W 2T8 (http://www.alpineclubofCanada.ca/ huts/canmore-clubhouse/) En Canmore también existe un camping, pero no os lo recomendamos para nada. Esta muy mal ubicado, mucho ruido y sucio. Así que lo tiene todo. Si queréis pernoctar en camping os tenéis que desplazar a Banff, que es otro de los pueblos que no te puedes perder. Está ubicado a 27 km al norte de Canmore y el camping que os describo
merece la pena. Es el mejor de esta zona y recomendable al 100%. La plaza por noche sale 27 Dólares y se pueden poner tres tiendas de campaña. Se llama Tunnel Mountain Campground y pertenece al Parque Nacional. (https://reservation.pc.gc.ca/Banff)
Sector Radium Como os he comentado anteriormente Radium es un pueblo que no tiene ningún atractivo, salvo las aguas termales y que esta cerca de los Bugaboos. Nuestra recomendación es hacer unos 23 km más al sur, hasta el pueblo de Invermere. Es mucho más agradable y dispone de unas buenas cafeterías, tienes un buen lago para bañarte y si quieres hacer una gran compra de comida para subir a la montaña es lo más económico.
En verano el clima es cálido y húmedo a la vez. Las temperaturas en el valle pueden alcanzar los 30ºC, por el contrario a la noche refresca y baja hasta 5-7ºC. Las tormentas son muy típicas en estas fechas y es fácil que te pille alguna por ahí colgado. En la montaña a más de 2000 metros hay noches que bajaba a 0ºC, así que hay que prever un buen saco y ropa de pluma para la estancia en el campo base. Los boletines de meteo son bastante inciertos y no es fácil encontrar una previsión exacta. Nosotros nos hemos guiado con la web de www.spotwx.comm que es la que los locales van siguiendo. Hay muchos días que el olfato nos ha hecho librarnos de una buena tormenta. Para escalar en Bugaboos consideramos que Julio es la mejor época. La nieve según avanza el verano deja al descubierto el hielo negro de glaciar y hay zonas donde los desprendimientos de piedras son habituales. Pero ya sabéis que cada año es un mundo y es impredecible saber a ciencia cierta las condiciones de los años venideros.
GRADUACIÓN La graduación que se emplea es la americana que da comienzo en el 5.8 (V) hasta el 5.15b (9b). El grado como siempre es orientativo sobre todo en las rutas alpinas, ya que es fácil perderse en la ruta. En deportiva lo que pudimos comprobar nos parecido coherente.
CROQUIS Existen varias guias de escalada que nos pueden interesar. La de Bugaboos a día de hoy esta agotada y es difícil de conseguir. De las Rockys hay varias guías de escalada en roca y alpinismo. En general nos pareció insuficiente y los croquis que llevamos a las rutas alpinas tienen poca información. Aquí en Europa estamos acostumbrados a reseñas muy bien hechas y definidas, que te facilitan mucho el seguir el itinerario sin perderte demasiado. • The Bugaboos (Chris Atkinson y Marc Piche). • El blog del escalador local Jon Walsh, tiene actualizaciones de las paredes con las últimas rutas abiertas. Merece la pena ver su website. (http://alpinestyle.ca) ■
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Grupo Gocta: de vuelta a Perú
EXPLORANDO LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA Texto: MARIO GASTÓN Fotos: MARIO GASTÓN, grupo gocta
Son ya unos cuantos años los que llevamos siguiendo con verdadero placer desde Barrabes y nuestra revista Cuadernos Técnicos las andanzas de este grupo de barranquistas procedente de diversas Comunidades Autónomas, y sus grandes aperturas de cañones vírgenes por el mundo: Himalaya, Andes.... Este año regresan de Perú, uno de sus lugares de referencia, con un botín en forma de intensos recuerdos, paisajes únicos escondidos en la oscuridad de la tierra, asombro y…la apertura de un gran y singular barranco de 1000m de desnivel, sin escape posible en los primeros 600m…. Nos lo cuenta Mario Gastón.
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▌REPORTAJE
Abriendo los primeros tramos de los estrechos de Yumbilla, poco antes de la tormenta.
El placer de explorar En muchos de nuestros viajes lo que nos ha impulsado a irnos de expedición ha sido un reto de máximos. Ya sea el pico más alto, el barranco más largo, la vía más difícil o el lugar más remoto, las cifras han sido siempre un socorrido indicador de la magnitud del desafío que estaba por llegar. También nosotros hemos caído en la tentación de reducir toda la aventura a una sola cifra. No siempre es culpa nuestra, porque para hacer comprender la trascendencia de lo que hacemos en este deporte, casi siempre tenemos que ayudarnos de un ranking en el que las comparaciones resultan profundamente injustas. Pero así hicimos Gocta, que por aquel entonces se consideraba la cuarta cascada más alta del mundo, o Yumbilla, la quinta. Hablar de cascadas de casi 1000 metros nos ha servido para ilustrar la magnitud de nuestros desafíos, especialmente para los más profanos. Aunque es una simplificación que desvirtúa una realidad llena de matices, especialmente en un país
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como Perú, en donde la selva, la escasez de recursos, la meteorología y el desconocimiento de nuestro deporte hacen del camino, toda una odisea donde alrededor de la actividad principal, siempre ha habido otros momentos que recordamos con más afecto e intensidad.
Pequeñas actividades, grandes momentos En nuestra memoria quedan los momentos difíciles pasados en este país, como en el Sucusbamba, un gran cañón de más de 800 metros de desnivel que tuvimos que superar con apenas un puñado de anclajes y medio litro de agua por cabeza. La noche que pasamos al raso racionando la comida y el agua, sin saber lo que nos quedaba por delante, fue uno de los momentos más intensos que vivimos. Abriendo el segundo tramo de la catarata Yumbilla también tuvimos momentos difíciles. Se desencadenó una increíble tormenta en la zona más angosta de todo el descenso, justo en el mismo momento en el que los taladros que llevábamos de-
jaron de funcionar... Algunas de aquellas aventuras dejaron secuelas más serias que por fortuna, se han ido difuminando con el tiempo. En 2012 dos compañeros tuvieron que ser hospitalizados de gravedad en Lima debido a la ingesta de las aguas turbias del Sucusbamba. También tenemos que recordar el rescate de Ceci en el 2014, al que sacamos desde los 400 metros de profundidad en Intimachay con una vértebra rota. Un rescate con amigos y rescatadores a partes iguales, que sólo se explica por la complicidad forjada entre personas que en muy poco tiempo, compartieron algunos de los momentos más emotivos de sus vidas. En una sola cifra no caben los matices, las sensaciones, ni los momentos vividos de una aventura. Porque en la exploración, los números solo son el resultado... y eso siempre va a ser algo secundario. No importa el desnivel o el caudal de un barranco; la esencia está en lo que esconde en su interior, desde que entras hasta que sales.
Como dijo el novelista y viajero Robert Louis Stevenson, lo importante no es llegar, sino ir. Y en nuestro caso, descender.
Vertical de 180 metros de la Cascada de Pabellón.
La cuna del barranquismo peruano Por eso desde hace unos años, volamos a Perú al margen de esos números y del estrés mediático del que tiene algo que demostrar o una cifra que ofrecer. Fuimos para disfrutar de la exploración y de la gente de Cuispes, de la señora Irma, nuestra casera, y sus maravillosas tortillas de verduras; de nuestro guía Marcial y de ese suspense al que nos tiene acostumbrados al final del día (¿nos dejará otra vez tirados?); de su hermano Víctor y su facilidad de palabra (¡hace falta un intérprete para entenderle!); de la sabiduría de Pancho y de la hospitalidad del alcalde de la municipalidad Pedro Mori. O de la diligencia de Roland, nuestro motocarrista y de las “chelas heladitas” de Porfidio al final del día. Porque si no fuera por ellos, seguramente los alicientes de la exploración serían menores y habiendo tanto mundo por descubrir, fácilmente nos habría distraído otro destino diferente. Pero aquí seguimos, disfrutando de la intimidad de explorar por explorar. Y es así como muchas veces salen las cosas más increíbles. Durante los últimos años de expedición no hemos dejado de abrir nuevos descensos, convirtiendo a la zona de Cuispes y Cocachimba en la cuna del barranquismo Peruano. Con un total de 20 descensos explorados y catalogados sólo en estas zonas, Perú goza de un potencial excepcional. Pero además, se trata de un barranquismo de envergadura, difícil y expuesto, no apto para todos los públicos. Aunque hay
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descensos con tramos sencillos, la gran mayoría están fuera del alcance de los barranquistas más inexpertos. Entre 2014 y 2016 se han abierto los barrancos de Pabellón, Cristal, Medio Cerro y Llicllihayco. Todos entre 7000 y 1000 metros de desnivel, por lo que la labor de prospección y exploración requiere un considerable trabajo previo. También se localizó un colector en una zona llamada Puquio, donde se comenzó la exploración espeleológica de una cavidad en la que ya se han recorrido unos 1000 metros de galerías y topografiado otros 300. En ella se han encontrado cientos de restos óseos y fragmentos de antigua cerámica. Y también se han localizado varias simas colindantes que pueden constituir un sistema de galerías que conecten con la surgencia de Yumbilla y con el cañón de Chinata, otro de los grandes objetivos que quedan pendientes en esta zona. Por la parte social, se ha comenzado con la formación sanitaria de los guías y sigue adelante el proyecto de formación técnica y deportiva. Pero quizás, lo más destacable de las dos últimas expediciones ha sido el descubrimiento y exploración del Cañón del Llicllihuayco.
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www.camp.it
MALAN SHAN
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Exploración del cañón del Llicllihuayco, tramo superior.
2016: LLICLLIHUAYCO, UN CAÑÓN DE LEYENDA Los habitantes de la zona nos habían hablado de un barranco que se perdía en las profundidades y del cual emanaba el sonido de miles de pájaros. Según la leyenda popular, hace muchos años, un intrépido explorador que se aventuró en sus abismos, salió en puro hueso devorado por estas aves diabólicas. De hecho, Llicllihuayco, en el idioma quechua, significa sonido -Lliclli- que emana de las profundidades -Huayco-. La exploración de este descenso no fue fácil. Su cabecera se encuentra a 3.000 metros de altura y las aproximaciones se hacen por escarpadas sendas que acumulan 1.500 metros de desnivel a lo lar-
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go de unos 16 kilómetros de recorrido. El uso de acémilas y guías para las aproximaciones es imprescindible. El cañón, visto desde lo lejos no hacía más que hacernos especular sobre él, ya que apenas se podía ver un salto de agua evidente, quedando el resto a cubierto de la vegetación, confinado entre unas imponentes paredes. Aquella montaña estaba conformada por estratos arenosos muy erosionables por la acción del agua. Tras llegar a un collado, a unos 2.500 metros de altitud, bajamos hasta el cauce del río... o mejor dicho, hasta el puente que lo cruza. Un vecino de Cuispes nos había contado que era tal la profundidad del
barranco, que hasta los osos que habitan en la montaña se veían obligados a usar aquel pequeño puente como único medio para alcanzar la otra ladera. Nosotros, algo escépticos por las dimensiones que alcanzan algunas de las leyendas de la zona, exageradas como en cualquier otro lugar del mundo, nos acercamos hasta allí para ver cuánto de cierto había en la sabiduría popular. Y cual fue nuestra sorpresa cuando llegamos...
Una leyenda asombrosa, una realidad fascinante Bajo aquel pequeño puente de hormigón se abría un abismo de vegetación que se
Algunas de las zonas más angostas del descenso.
Campo Base en Casa Lucho.
Zona de dificultades encadenadas.
perdía en las profundidades. Se oía discurrir el agua en algún lugar más allá de las penumbras, donde ni si quiera alcanzaban nuestras frontales. Y escuchamos con estupor el graznido sobrecogedor de unas aves que nos puso a todos los pelos de punta. Por una vez, lo que decían los vecinos era tal cual. El descubrimiento nos llenó de entusiasmo y de incertidumbre a partes iguales. Aquel tramo que se perdía en las profundidades de la montaña no entraba en nuestros planes, ya que las imágenes ortográficas no dejaban ni si quiera intuir las dimensiones de este abismo. La vegetación se había encargado de camuflar esta
brecha de un puñado de metros de anchura y medio centenar de profundidad. Establecimos nuestro campo base en una chacra a 3.000 metros de altura, en la choza de Lucho, conocido de nuestro guía Marcial. Allí nuestras mentes trataban de imaginar lo que escondían aquellas estrecheces... pero también aquellos pájaros devora hombres. Dormimos sobre un altillo hecho de tablones, con una cubierta de chapa pero con las paredes al aire. Por la mañana nos organizamos en dos grupos. El primero de ellos se encargaría de explorar el interior del cañón mientras los demás buscarían un escape más ade-
lante que facilitara su salida. Desde el puente comenzaron a bajar Nitu y Xavi acompañados por el intermitente sonido de aquellos pájaros cavernarios, con mucho respeto por si la leyenda tuviera algo de cierto. El resto nos quedamos en las proximidades del puente. Yo me fui con Marcial en busca de un escape, pero la búsqueda no sirvió de mucho. La tupida vegetación nos obligaba una y otra vez a replegarnos cuando sin previo aviso se desfondaba en las paredes del barranco. Comunicamos al equipo interior de que debían regresar por el puente y remontar las cuerdas fijas. Los problemas con las comunicaciones
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Inicio de los estrechos del Llicllihuayco, en el tramo superior.
Tramos de transición de marmitas avinadas.
apenas dejaban intuir lo que estaban explorando. Después de varias horas, por fin regresaron y nos contaron lo que habían encontrado: tortuosos meandros, pasajes angostos, oscuridad absoluta, pájaros defendiendo su territorio, brutales desplomes de selva y aguas rojas; un pasaje sorprendente que les había dibujado en la cara la mueca de los que acaban de descubrir algo por primera vez. Durante el retorno, nos acercamos para confirmar un escape aguas abajo que habíamos intuido durante la aproximación. Comprobamos que era factible. Mientras caminábamos, Marcial nos mostró dos orquídeas salvajes que había recolectado para plantar en su casa. Ninguno sospechábamos los problemas que aquello nos iba a suponer... Ya en Cuispes, retomamos el plan de apertura. Teníamos todavía unos 900 metros de desnivel, desde el puente de Llicllihuayco hasta la desembocadura en el río Yumbillayacu, por lo que teníamos que articular la apertura en el punto de escape, dividiendo el descenso en dos jornadas. Fuimos en motocarro hasta Fanre, una población cercana a la desembocadura
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del barranco. Dormimos en un local municipal. Nos levantamos sobre las 3.30 de la mañana y partimos hacia la cabecera del Llicllihuayco sumidos en la densa oscuridad de la noche.. Coronamos el collado justo cuando amanecía en el valle.
Aguas rojas, pasajes insólitos, orquídeas salvajes... y cuerdas cortadas El ambiente era frío y húmedo. Las lluvias habían precipitado abundantemente en estos días de transición, empapando el terreno. Entre muecas de escalofrío, nos pusimos los neoprenos que habíamos
43°11′51″N 04°51′06″W
DEFINIDAMENTE ALPINO:
‘‘el equipamiento más ligero y robusto para las condiciones más extremas." Pedro Cifuentes: escalador en solitario. Equipo Rab España.
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abandonado en una pequeña cueva junto al camino y que permanecían todavía mojados. Cuando llegamos al puente donde instalamos la cuerda fija, nos quedamos petrificados. Alguien la había cortado y se la había llevado. No cabíamos en nuestro asombro y nos sentimos afortunados de que aquello no hubiera ocurrido mientras explorábamos, ya que era nuestra única forma de salir. No entendíamos nada, pero eso nos hizo sospechar que no éramos bienvenidos entre algunos habitantes de Fanre. Tras este incidente, decidimos bajar desde un árbol escondido un poco más atrás y recuperar desde allí. Por fin íbamos a descubrir juntos las entrañas de un cañón que había despertado grandes expectativas entre nosotros. Nitu y Xavi nos hicieron de guías, mostrándonos por primera vez lo que ellos habían visto días antes. El escenario era mágico. Juegos de luces, contrastes y penumbras aderezados con los tintes de un agua que corría como si fuera sangre, a veces roja, otras vinosa; y negra en los tramos más profundos. Las estrecheces nos hacían sumirnos en la más absoluta oscuridad, rota por los
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destellos de nuestras frontales. Pasajes sombríos que se intercalaban con tramos de cauce más amplio donde la selva tintaba con algo de verde el paisaje. Hubo que salvar un gran tramo donde la selva se desplomaba sepultando buena parte del cauce, para volver de nuevo a encontrarnos con el agua. Finalmente llegamos a la confluencia, donde el descenso viraba hacia el oeste adoptando las dimensiones de un gran cañón y sumando el caudal del segundo valle. Las paredes comenzaron a elevarse y pese a que en las alturas tomaban algo de distancia, se estrechaban increíblemente hasta unirse en el fondo del cauce donde apenas cabían los pies. Los musgos, alimentados por una tibia luz, empezaron a dominar un paisaje que pasaba a teñirse de verde y negro entre meandros de curvas suaves y cinceladas por el paso del agua. Los estratos bien marcados no hacían más que enriquecer un escenario todavía dominado por las penumbras de las profundidades. Las marmitas se sucedían una tras otras en un festín de resaltes y pozas que tuvimos que equipar para superar.
A medida que íbamos avanzando, las curvas se agudizaban y las dificultades comenzaban a concentrarse en el espacio, obligándonos en algunos tramos a coser todos los pasos en un frenético entramado de pasillos, rápeles y marmitas. Nuestros ojos devoraban cada rincón, disfrutando de la exploración de un descenso que sin duda era único para todos nosotros. Después de más de 10 horas de apertura, justo cuando el sol comenzaba a esconderse por el horizonte alcanzamos el rápel que marcaba el escape de este tramo. Allí estaba Jeremías esperándonos para cargar los caballos y regresar a Fanre. Fue una jornada excepcional, un derroche estético y deportivo que apenas nos había dado un respiro desde que entramos. Poco a poco fuimos enfilando el camino de salida, eufóricos por el resultado.
Desconfianza Tras aquella jornada y después de intercambiar algunas palabras con varios habitantes de la zona, descubrimos el por qué teníamos ciertos enemigos entre sus habitantes; las orquídeas de Marcial
Amanece en el campo base.
Zona de alta estratificación, con altas paredes redondeadas por la acción erosiva del agua.
habían sido vistas por varios aldeanos, despertando la desconfianza entre los vecinos de Fanre, los cuales habían aprovechado para acusarnos de recogerlas para hacer negocio (las orquídeas salvajes pueden venderse por 10 días de salario en Perú). Hablamos con Pedro Mori -el alcalde de Cuispes- para que mediara. Tres días después, volvimos a Fanre y tratamos de sosegar los ánimos. La desconfianza hacia los extranjeros era algo generalizado, sembrado seguramente por una minoría que se habían encargado de difundir pestes e infamias sobre nosotros. Algunos vecinos se nos acercaron para increparnos, gritándonos de forma violenta. Aquella noche, tratamos de hacer ver a Jeremías que lo único que queríamos llevarnos de aquel barranco eran imágenes y recuerdos. Empecé a enseñarle las fotos de mi cámara para hacerle partícipe también de nuestros hallazgos. Quería que viera con sus propios ojos lo que escondía el interior de aquel descenso, la belleza de sus pasajes, de sus cascadas, que fuera cómplice de nuestra exploración... pero sus ojos se perdían entre mi cámara y la gigantesca pantalla LCD de su televisión...sólo su hijo, que le acompañaba en la batalla contra el sueño, mostraba de vez en cuando curiosidad por alguna de las fotos de aquel barranco, aunque sin entender apenas por qué arriesgábamos la vida tan inútilmente.
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De nuevo en el barranco Interior del Llicllihuayco, en una de las zonas más encañonadas del descenso.
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A la mañana siguiente nos levantamos temprano para recorrer de nuevo aquella senda endemoniada. Sólo tendríamos que hacer la mitad del recorrido hasta el escape que ahora sería nuestro punto de partida. Jeremías nos esperaría en la desembocadura. Nos pusimos manos a la obra. El festival de rápeles comenzaba al poco tiempo. Las aguas se perdían entre las oquedades del recorrido, obligándonos a elegir el paso más oportuno. Optamos por la derecha, que daba a para a una cascada que a los 15 metros rompía en una zona escalonada, pero sin perder verticalidad. Más abajo, pozas redondeadas de agua rojiza daban continuidad al recorrido. Al echar la vista atrás, la estampa no tenía parangón. Una postal idílica del agua brotando caprichosamente entre helechos y paredes recubiertas de musgos, en un fantástico collage de cascadas espumosas. Un recorrido fascinante de un cañón que hoy se nos mostraba con un carácter más abierto, pero sin apenas desperdicio, entre pasos subterráneos, pequeños resaltes, toboganes, cascadas, vacíos de 60m rapelados en el propio cauce...difícil describir lo que vivimos aquel día hasta
www.marmot.eu | facebook.com/marmot.mountain.europe Marmot PRO: Benny Purner | Location: Iceland Elias Holzknecht
Living the Adventure
Mont Blanc, 4808m. 4 rutas hacia el techo de los Alpes
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Cenando en casa de Jeremías, en Fanre.
Una de las cascadas del tramo inferior.
alcanzar el río Yumbillayacu, en donde nos esperaba Jeremías con los caballos. Aquellos dos tramo abiertos del Llicllihuayco habían sido fascinantes: un festín de estrechos, oscuros, cascadas, pasillos y marmitas como pocos y la sensación que teníamos todos es de que aquel descenso era especial... muy especial. Sin grandes dificultades, sin grandes saltos de agua, pero con cierto compromiso y complejidad en un entorno privilegiado como pocos. Habíamos abierto un gran cañón, sin ninguna duda.
Un barranco único Llicllihuayco es un barranco único, lleno de singularidades. El color de sus aguas, la morfología de sus paredes tortuosas, suaves y estrechas. Los oscuros de los tramos más profundos, las pequeñas playas de arena blanca o los fosforescentes
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colores de los musgos. Los helechos gigantes, las marmitas, las cascadas, las aves devorahombres y un primer tramo de 600 metros de desnivel sin un escape posible y sin resguardo en caso de crecida. No es la parte deportiva su principal aliciente aunque, en su conjunto, el descenso alcanza casi 1.000 metros de desnivel. Llicllihayco forma ya parte de nuestro botín, un tesoro compuesto por momentos, imágenes, leyendas y recuerdos. Vibramos con cada paso que exploramos, todos ellos inesperados y llenos de júbilo y sorpresa. Pasajes únicos que no encontrarán parecido en ningún lugar del mundo. Para nosotros este descenso viste además los vivos colores de una aventura y goza del sabor intenso que proporciona compartir exploración con verdaderos
compañeros y amigos. Porque quizás, lo mejor del Llicllihuayco son los recuerdos todavía frescos que junto al porche de Irma y Porfidio, rememoramos sentados en el suelo, junto con una chela bien heladita en la mano y las risas de la banda inundando las calles de Cuispes.
Una etapa que llega a su fin Como grupo de exploración, nuestro principal objetivo es que todo este trabajo no caiga en el olvido. Por eso, nuestra labor de exploración, equipamiento y catalogación está materializándose en una guía que pronto verá la luz. En ella se recogerán todos los descensos explorados en Cuispes y Cocachimba, pero también se añadirá información de interés de sus senderos y cavidades. Esta guía pondrá en valor los recursos naturales de esta zona y permitirá dinamizar económica-
Remontando hacia el puente, desde las profundidades del cañón.
mente a sus habitantes, muy interesados en conseguir que su “Bosque de las Cascadas” consiga encontrar su lugar como enclave de interés paisajístico en el norte de Perú. La actividad barranquista no puede entenderse sin la ayuda de sus gentes. Guías, porteadores, acémilas, motocarristas, hospedajes... Barranquear en Perú obliga a sumergirse en la realidad rural más profunda de esta parte del amazonas, a empatizar con sus gentes, a entender su filosofía de vida, su pobreza económica y su riqueza de espíritu. Y ellos también aprenderán a valorar que la conservación de su entorno es fuente de riqueza, sobretodo en una zona donde la tala masiva de árboles ha deforestado las zonas más altas, haciendo emigrar la fauna fuera de las estribaciones de este pulmón amazónico. Pero el tesoro que esconde este país es tan grande y suculento, que difícilmente dejaremos de volver. Perú ya es para muchos de nosotros un segundo hogar y el lugar donde podemos disfrutar de nuestras pequeñas aventuras. ■
Foto: Dakota’s Summits
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Mont Blanc, 4808m. 4 rutas hacia el techo de los Alpes
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Texto y fotos: CHECHU ARRIBAS
Fotógrafo y Pister de Profesión, natural de Ciudad Real, residente en el valle de Benasque desde hace 14 años. Escalador habitual en roca y hielo, fanático del Dry tooling, equipador y paracaidista. Dirige la empresa ¨Chechu Arribas Fotografía de Acción¨ dedicada a dar un enfoque nuevo a la acción en las disciplinas más variadas, desde salto base a escalada pasando por parapente, esquí y todo aquel deporte que se desarrolle en la naturaleza.
dry TOOLING EN BENASQUE La Cantera de Villanova; una Escuela de referencia nacional para el Dry Tooling
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Encarna en el L1 de Pikados.
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onscientes de que el Dry Tooling no es una disciplina de moda, y a sabiendas del trabajo que teníamos por delante decidimos embarcarnos en el proyecto que suponía la apertura de una escuela de referencia nacional en esta disciplina. Siguiendo los pasos de Jordi Corominas que fue el primero en equipar y desarrollar el sector conocido hoy como la Cantera, Juan y un servidor nos pusimos manos a la obra terminando algunas vías que estaban a medias y creando los nuevos itinerarios que quedaban por abrir. Así, es como se gesta el gran parque de juego que es el sector de la Cantera, donde hemos equipado vías desde D4 a D11 y desde 8 metros a casi 40. Cabe destacar que todos los sectores están dentro de una propiedad privada y que hasta el momento no hemos tenido ningún problema por lo que rogamos que los coches se queden abajo y nos hagamos los 15 minutos de pista hasta el sector andando hasta pie de vía. Pensando en los fanáticos del dry pero también teniendo en cuenta la gente que desee iniciarse, la Cantera se divide en dos sectores, uno de iniciación (equipado por Ivan Muñoz, Josiño y yo), y otro en el que las vías pican más.
SECTOR DE INICIACIÓN El Sector de iniciación cuenta con 7 vías donde podremos empezar a saber qué es esto de arañar los piolets y crampones por la roca, y en donde tendremos desde vías donde sólo tendremos que preocuparnos de buscar el siguiente paso a vías donde empezaremos a hacer invertidos y a pillar regletas.
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Ana en Akuski.
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1. Mantis (L1: D5; L1+L2: D6) 2. Akuski D5 3. Brazos al Jerez D4 4. Evoluciรณn D4 5. Apariencias D4+ 6. Dรณnde vas Marylin D4+
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SECTOR AVANZADO El Sector de la izquierda alberga una variedad notable de estilos y longitudes, si en el sector de iniciación las vías no pasan de 8 metros aquí las hay de hasta 35 con troncos,regletas, fisuras agujeros, techos y en donde tendremos que emplear todo nuestro arsenal técnico y exprimir nues-tros bíceps para poder encadenar. Dicho esto cabe reseñar cual a sido la ética de apertura del sector: Empezaré diciendo que este sector, por la particularidad de la roca, ofrece un nulo interés para el desarrollo de la escalada deportiva, ya que la calidad de la misma no ofrece ni mucho canto ni de muy buena calidad. Y es aquí donde el dry tooling entra en juego para aprovechar estas paredes. A la hora de equipar hemos tenido muy presente que donde hubiera agarres naturales (fisu-ras,regletas…) no tocaríamos nada y donde no hubiera ningún tipo de agarre hemos hecho unos picados artificiales para la progresión. Al no ser naturales, muchas veces desde abajo no se intuían así que después
chechu paso duro de Shiva.
01. Follifriend D8+ 02. Kirkilos D8+ 03. Minas, Corominas D7+ 04. Baüer D8+ 05. Chucho Malherido D8 06. Pitufi D9 07. Yaniroqüei (L1: D7; L1+L2: D9) 08. Shiva D10+ 09. Pika2 (L1: D6; L1+L2: D9) 10. Bavaresa D5+ 11. Itaca D9 12. Diedrol (L1: D6; L1+L2: D6+)
13. Easy Rider D7 14. Devora Cerebros D7 15. Tiempos de Cambio D9+ 16. Tercer Grado D10 17. Por la cara D10 18. Ready, Set, Gon D9 19. El armario de Cloe D9 20. Saladito de mi coño D7+ 21. Mantis (L1: D5; L1+L2: D6) 22. Akuski D5 23. Brazos al Jerez D4 24. Evolución D4 25. Apariencias D4+ 26. Donde vas Marylin D4+
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JosIÑO en el L1 de Pikados.
paso de bloque entrada.
Juan en el L1 de Diedrol.
Álvaro Lafuente en el L1 de BaÜer.
EntradaaTiempos del cambio.
DRY TOOLING EN BENASQUE
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EntradaPitufi.
Juan en el Armario de Cloe.
de 3 años sin mar-carlos y después de hablar con mucha gente puntera en esta disciplina decidimos marcar los pica-dos con una leve pintura blanca a fin de usar estas vías para progresar y entrenar cómodamente. Para hacer que la gente ajena a esta disciplina se animara a probar sin necesidad de tener que empezar de primero (esto es algo que Juan y yo tuvimos claro, siguiendo el camino que Jordi ha-bía empezado), hay una cuerda fija que te lleva a lo alto del sector, a la R2 de la vía Pika2, desde donde a través de cuerdas fijas a su derecha y a su izquierda, hemos conectado todas las vías del sector. De esta manera podemos acceder a casi todas las cadenas de las vías desde arriba; eso sí: hay que tener claro las maniobras a realizar pues son travesías y estamos a unos 40 metros del suelo. Resumiendo y para concretar, estoy muy orgulloso de la escuela de Dry tooling en la que se a convertido la Cantera, que va desde un sitio para fanáticos del Dry (como es nuestro caso) hasta un sitio donde la gente entrena para los hielos venideros. El respeto por todas las disciplinas de montaña es vital para progresar en ellas nosotros lo tene-mos muy presente… LARGA VIDA AL DRY. ■
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Juan en el paso clave de Chucho Malherido.
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■ Evento
Presentación de la Selección Española FEDME en Barrabes Barcelona
El 27 de octubre, en nuestra tienda Barrabes Barcelona, Roger de Llúria 77, se presenta el equipo FEDME de Esquí de Montaña, patrocinado por Millet. Allí acudirán Kilian Jornet, Oriol Cardona, Nil Cardona, Marc Pinsac, Laura Orge, Claudia Galicia, Marta Gracia, técnicos y seleccionadores. Comienza con una breve explicación del calendario de esta temporada y concluiremos con firma de autógrafos de los atletas. Una cita muy especial con el Esqui de Montaña, el jueves 27 de octubre a las 19h. en nuestra tienda de C/ Roger de Llúria 77.
■ Noticia
The North Face Celebra su 50º Aniversario con el Lanzamiento mundial de su campaña “Question Madness”
Durante esas cinco décadas, el compromiso de la marca con la exploración - desde las cumbres del Himalaya a los entornos urbanos de la ciudad - se ha mantenido sin cambios, y continúa impulsando el trabajo de la marca a través de la venta al por menor, la publicidad y la participación del cliente. “Question Madness“ La serie de contenidos digitales de la campaña de 2016 muestra atletas de toda la historia de la marca descubriendo a lo largo de su propio camino de exploración su alegría y satisfacción, ya que rompen las percepciones, redefinen el éxito, e inspiran a otros a hacer lo mismo. La campaña cuenta con impresionantes imágenes capturadas desde los luga-
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res más remotos de todo el mundo, con la mayor parte del material inmortalizado por los propios deportistas, mientras que en la expedición se asocia al tema “From Nowhere” (de ninguna parte) de Cat Stevens. “Question Madness”, examina las motivaciones individuales para la exploración y la satisfacción que proviene de superar las normas y límites. Como marca, The North Face se plantea como definir la consecución de un reto- con la esperanza de inspirar a los consumidores a hacer lo mismo – mientras promueve la idea de que la exploración se trata de avanzar hacia adelante como individuos y como sociedad. “Esta campaña llega en un momento en la historia de nuestra marca cuando la exploración - de todo tipo - es más importante que nunca”, dice Todd Spaletto, presidente de The North Face. “Como sociedad, estamos cuestionando tradiciones, sistemas e instituciones. Lo que se consideraba más allá de la norma de ayer, incluso imposible, es algo común hoy en día. Nos respaldamos y celebramos aquellos que tienen el valor de enfrentarse a lo desconocido y definir el éxito a su manera”. Stacy Peralta, un legendario skater, surfista, director de cine, y director de la campaña, explica, “La delgada línea entre el progreso y la locura es algo que los atletas cruzan y vuelven a cruzar todos los días. He pasado tiempo entre ellos y en mi opinión, son realmente incomprendidos. El resto de nosotros asume que es una locura, pero lo que están persiguiendo no es una recompensa tangible es mayor que eso. Se trata de utilizar cada fibra de su ser para llevar algo a cabo, y cuando finalmente llegan allí, es increíblemente liberador. Cuando todo lo demás te es arrebatado, y estás sólo tú y el momento - ese es el sentimiento más grande en el mundo.”
■ Material
ARC’TERYX: 1ª CAPA PERFECCIONADAS CON LA NUEVA TECNOLOGÍA MERINO CORESPUN
Una de las piezas más esenciales de cualquier aventura alpina es una primera capa que seque rápidamente, evacúe la humedad de la piel, no adquiera olor, tenga un tacto agradable en contacto directo con la piel y dure muchos años. Es una capa crítica que a menudo se lleva puesta durante días seguidos, y actúa como una segunda piel.
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NEVER STOP EXPLORINGâ„¢