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Juego de mi Hospital” acompaña la estancia de niños y niñas en Cruces

En 2019, el Equipo del Servicio de atención religiosa y espiritual (SARE), de Cruces, creó “El Juego de mi Hospital” y, desde entonces, lo utilizan en el área de pediatría. “El Juego de mi Hospital” nació gracias a la experiencia adquirida en los acompañamientos largos realizados en el Hospital Universitario de Cruces (HUC) a niños, niñas y personas con necesidades especiales allí ingresados.

La elaboración de juegos y de materiales educativos es una herramienta habitual en la atención personalizada de quienes se encuentran en las unidades de oncología infantil, de pediatría, en medulares, etc.

El SARE contó con la colaboración de profesionales del hospital para confeccionar muchas de las preguntas que aparecen en el juego. “Nuestro equipo –explica Javier Alutiz, del SARE- diseñó este recurso educativo con el deseo de colaborar en los planes de humanización de nuestra Organización Sanitaria Integrada (OSI Ezkerraldea Enkarterri Cruces)”.

Actualización del juego

En julio de 2022 la Subdirección de Innovación y Calidad del Hospital, propuso al SARE que el juego formara parte de un programa de colaboración del HUC con el Centro Superior de Diseño IED Kunsthal Bilbao.

Dentro del Máster de “Diseño para el Cambio”, impartido por IED Kunsthal

Bilbao, asignaron el proyecto de “El Juego de Mi Hospital” a la alumna Martha Gutiérrez, que entre septiembre y diciembre de 2022, tras un periodo de investigación en el Hospital, ha rediseñado el juego.

Enmarcado en las prácticas de su Máster, Martha ha trabajado el diseño y el contenido del juego original con el fin de adecuarlo al destinatario y al entorno donde se encuentra. Investigación, creatividad, innovación social y empatía son los pilares sobre los que se ha sustentado el desarrollo y la mejora del juego.

El diseño al servicio de las personas

Martha Gutiérrez, es de República Dominicana y a través de una beca ha realizado el Máster “Diseño para el cambio” que tiene que ver, según explica Martha “con lo que es el diseño de productos y servicios y en cómo poner a las personas en el centro”. La investigación y el diseño de productos en torno a las necesidades de las personas.

Martha había trabajado anteriormente con proyectos similares, pero nunca dentro de un hospital. “Para mí era una gran responsabilidad. Además de rediseñar el juego, también era una manera de empatizar y de poder ponerme en el lugar de los niños. Al final, el juego está dedicado a niños y niñas que están hospitalizados en Cruces, en el área de oncología y en el área de pediatría, que pasan bastante tiempo dentro del hospital”.

Reconoce que está siendo una experiencia muy buena y que ha tenido mucha conexión con las familias de niños hospitalizados. Dice que jugando “no se enfocan tanto en su enfermedad” y que ellos siempre sacan el lado positivo y ven el lado bonito de las cosas. “Nosotros, desde ese pensamiento de un niño, de lo que siente, se lo devolvemos, resaltando ese valor de no enfocarnos en las cosas malas o en su enfermedad, porque además de su enfermedad son niños, quieren jugar y quieren sentirse niños”.

Martha destaca que este juego es una herramienta para normalizar lo que es la vida de los niños y niñas hospitalizados “es como no dejar de lado lo que es ser niño dentro de un hospital, porque esté hospitalizado no quiere decir que ya todo se va a convertir en algo distinto. El juego permanece”.

3 niveles: calma, curioso y explorador

El juego consta de 36 cartas en total. Se divide en tres bloques, de 12 cartas cada uno: El nivel calma, el nivel curioso y el nivel explorador.

La versión anterior, que es la que se utiliza actualmente, estaba enfocada en las edades, de entre 6 a 17 años, que son quienes están hospitalizados en esas plantas. “En base a la investigación, a las preguntas que hice a cada persona involucrada y a los niños y niñas, llegué a la conclusión de que sería difícil hacer un juego para cada edad”, explica Martha. Ella elaboró una nueva nomenclatura, basada en cómo se siente un niño cuando llega al hospital o desde su punto de vista, en cómo se siente con el tratamiento que recibe durante todo este tiempo. “Por ejemplo, el nivel calma es para eso, para darle la bienvenida a los niños que asimilen el hospital. ¿cómo se sienten? ¿dónde están? Son retos más tranquilos. El nivel curioso es para cuan-

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