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SALUD consejos para8 cuidar tu coraz n
Obesidad, hipertensión, colesterol, ansiedad... son factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, que cada año se cobran la vida de 1,9 millones de personas solo en la Unión Europea. Introducir pequeños cambios en nuestro estilo de vida ayudan a mantener un corazón sano, afirman recientes estudios.
Por LUIS OTERO
Duerme bien
Un descanso nocturno correcto se asocia a una mejor salud cardiovascular. Por ejemplo, un estudio publicado en European Journal of Preventive Cardiology ha puesto de manifiesto que aquellas personas que duermen un mínimo de siete horas al día reducen hasta en un 65 % el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y hasta un 83 % el riesgo de fallecer por esa causa.
Come sano
Un reciente trabajo dado a conocer en el New England Journal of Medicine asegura que la dieta mediterránea (predominio de frutas, verduras, pescado, carnes magras, legumbres y aceite de oliva), acompañada de frutos secos, disminuye tanto el riesgo cardiovascular como la mortalidad por alguna dolencia del corazón. Y es que el sobrepeso y la obesidad están detrás del 75 % de los infartos, según la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y de Unidades Coronarias (SEMICYUC).
Pon freno al estrés
Desde 2012, la Guía europea sobre prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica incluye el estrés como factor de riesgo para el buen funcionamiento de la bomba vital, ya que es un detonante de la hipertensión arterial. Si se instala de forma habitual en nuestra vida cotidiana, acaba afectando a la salud general. Hay que aprender a desconectar y combatirlo con ejercicio, yoga, hábitos sanos y, si fuera necesario, fármacos o psicoterapia.
La obstrucción de las arterias por exceso de colesterol malo (LDL) es el principal desencadenante de ictus e infartos. Uno de los factores que lo provocan es el abuso de grasas saturadas, presentes en lácteos enteros, embutidos, bollería industrial, aperitivos salados y otros productos procesados. Por eso, el consumo de omega3, un ácido graso insaturado que abunda en pescados azules –salmón, atún, sardinas–, y de algunos productos lácteos y suplementos nutricionales que contienen fitoesteroles son un arma eficaz contra la hipercolesterolemia.
Mantente activo
El ejercicio físico moderado, como caminar 5 km –el equivalente a una hora– al día, es una prescripción básica para mitigar el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. Y si no dispones de ese tiempo, tampoco es excusa: un reciente artículo del Journal of the American College of Cardiology demuestra que correr solo entre cinco y diez minutos diarios reduce la mortalidad. Evita el sedentarismo y cambia el coche por la bici siempre que puedas.
Contrólate la tensión
Tómatela a menudo, pues la hipertensión no avisa. Modera el consumo de sal y come uvas: un reciente estudio de la Universidad de Míchigan publicado en el Journal of Nutritional Biochemistry prueba que esta fruta contrarresta los problemas cardiacos derivados de la tensión alta, al activar genes res ponsables de los antioxidantes que protegen el miocardio.
No fumes
El tabaquismo causa diversos daños al organismo, entre ellos el deterioro de las arterias. Según el Aragón Workers's Health Study, llevado a cabo en Zaragoza, el 70 % de los fumadores sufre alteraciones en los vasos sanguíneos. Además, dice la Fundación Española del Corazón, fumar reduce la concentración de oxígeno en sangre, hace que esta sea más espesa, aumenta la frecuencia cardiaca y la tensión, y afecta a los pulmones y la vejiga.
Bebe con moderación La bebida es un arma de doble filo. Recientes estudios demuestran que la cerveza y el vino tinto en dosis moderadas –nunca más de dos vasos al día– disminuyen el riesgo de enfermedad coronaria al reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el bueno (HDL). Pero su exceso en sangre afecta al funcionamiento de muchos órganos del cuerpo, acelera el ritmo cardiaco y altera la calidad del descanso y el sueño.
POR QUÉ TRIUNFAN LOS SAPIOSEXUALES SesudoLlega el erotismo
¡Cómo me pone tu coco! El carisma que emana de las personas intelectuales es a veces un componente de atracción sexual más fuerte que el puramente físico.
Para algunas personas no existe nada tan excitante como un intelecto poderoso. Esta inclinación –más común en la mujer– no es nueva, pero está de moda y tiene nombre: sapiosexualidad.
Un reportaje de RAQUEL GRAÑA
La costumbre de poner etiquetas a toda conducta o preferencia humana ha estado siempre presente en la historia, pero en la actualidad se ha convertido en escenario común. Un claro ejemplo es el término sapiosexualidad, surgido en 1998 en una publicación del periodista Darren Stalder en el portal LiveJournal. Un sapiosexual siente atracción sexual por la inteligencia, cualidad que considera muy erótica.
En su sensibilidad, la estimulación del cerebro es fundamental para lograr la excitación, hasta el punto de que el factor físico pasa a un segundo plano.
El término se popularizó en 2008 a través de las redes sociales. A partir de ese momento, varios medios decidieron incluir esta nueva nomenclatura en las búsquedas de pareja. El caso más conocido es el de OkCupid, uno de los sitios más populares en Estados Unidos para encontrar el amor. OkCupid cuenta con más de cuatro millones de usuarios, entre los que se puede hallar un sinfín de nuevos géneros y orientaciones sexuales, como andrógeno, asexual o sapiosexual. La página Intellect Connect también tiene en cuenta a los sapiosexuales y permite al ausuario buscar personas con los mismos gustos y aficiones. Y la red social Facebook ha añadido más de cincuenta nuevos términos para seleccionar la identidad de género.
El hecho de que actualmente se le haya dado una etiqueta tan específica a esta atracción por la inteligencia no quiere decir que no haya existido con anterioridad. En el año 380 a. C., el filósofo Platón se refirió al amor en su clásico diálogo de El banquete. Lo describió como una escala de gradación que empieza con la belle- J
Según Platón, el amor comienza en lo físico y luego asciende a las ideas
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¿Cómo se puede sentir un orgasmo mental?
Los denominados orgasmos alternativos, también conocidos como neurosexo u orgasmos mentales, no se producen por contacto genital o físico de ningún tipo. En los años 70, el ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson fueron pioneros en demostrar la relación entre las respuestas cerebrales y los estímulos sexuales.
Ya en la década de los 80, se hizo famosa en Nueva York Barbara Carrellas, debido a que desarrolló una técnica de autoestimulación que le permitía practicar sexo mental. En su trabajo influyó mucho la reacción a la plaga del sida y la consiguiente búsqueda de formas seguras de placer sexual.
Su técnica se centra en lo que ella denomina respiración y energía orgásmica. Los ejercicios se realizan vestidos y carecen de estimulación genital directa, por lo que los usuarios que acuden a sus talleres no tienen que preocuparse por desnudarse ante los demás ni sentirse violentos por la idea de realizar tocamientos. Su práctica se concentra en la respiración, en cómo la energía se crea y se expande en el estómago. Una vez concentradas la energía y la respiración en este punto, Carrellas recomienda comenzar a mecer las caderas arriba y abajo, al compás de la respiración, dejando que el cuerpo fluya y se siga moviendo al ritmo respiratorio. La mente se evade y, según Carrellas, los usuarios comienzan a sentir sensaciones similares a las del clímax.
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Según la sexóloga Barbara Carrellas, se puede sentir placer sin tocar ni tocarse.
J za del cuerpo para, poco a poco, irse acercando hacia la mente y las ideas, y a la gente que da muestras de una inteligencia privilegiada y bella.
A lo largo de los años nos hemos preguntado qué nos atrae del sexo contrario. El estudio realizado por Cari D. Goetz, psicóloga de la Universidad Estatal de California, en San Bernardino,
LA INTELIGENCIA CUENTA MÁS QUE EL FÍSICO CUANDO BUSCAMOS UNA RELACIÓN ESTABLE
sobre la percepción de la mujer sugiere que la inteligencia no es un factor que se correlaciona con la atracción en las relaciones a corto plazo, pero sí puede ser significativo a la hora de buscar una pareja de largo recorrido. Antoni Bolinches, autor de Sexo sabio y El arte de enamorar y profesor de Medicina en la Universidad de Barcelona, comenta que los factores de la atracción sexual, y como consecuencia del enamoramiento, son tres. El principal sería la inteligencia constructiva, como él la define, “la que hace sentir bien al receptor del mensaje”. Le seguiría la simpatía; y la personalidad ocuparía el tercer puesto. Estos dos últimos factores se verían siempre potenciados por el primero. “El cerebro se erige en el mayor órgano sexual, ya que es el que establece nuestra identidad en este aspecto, nuestra orientación del deseo, y el que integra todas las sensaciones eróticas y el placer. Sin cerebro no seríamos nosotros mismos ni tendríamos sensaciones de ningún tipo”, indica la sexóloga Penélope Alonso, de Vencellos Atención Sexológica, en Santiago de Compostela. Del mismo modo, el profesor Janniko R. Georgiadis, de la Universidad de Groninga (Países Bajos), aclara, a partir de sus trabajos neurocientíficos sobre la conducta sexual, que el cerebro de ambos sexos responde igual en la fase orgásmica y diferente durante la estimulación.
Las amistades, por su parte, son elegidas en función de los gustos, aficiones o intereses de la persona sapiosexual. En palabras de Alonso, “la inteligencia es un rasgo que suele atraer de los demás por interés, por hacer a esa persona apetecible a nuestros ojos o por aportarnos cosas que tal vez desconocemos. Cada uno es inteligente a su manera. No todas las inteligencias van a resultar atractivas de la misma forma. Sería más una cuestión de complementariedad entre nuestros intereses y lo que ese hombre o esa mujer nos pueda aportar”. ¿Y qué pasa con la apariencia o la profesión? ¿Pueden generar excitación? The Sexy Librarian’s Big Book of Erotica (El gran libro de erótica del bibliotecario sexy), editado por Rose Caraway, recoge las experiencias de bibliotecarios que dicen sentirse objeto de fantasías sexuales en numerosas ocasiones. De sus narraciones se desprende que la inteligencia es sexy y que el órgano más atractivo del cuerpo son los sesos. Y no se trata solo de opiniones y criterios, sino también de estadística. Un estudio realizado por el portal de citas online Parship y la Universidad de Bremen, en Alemania, ha concluido que las mujeres sienten mayor atracción por los médicos, los arquitectos, los psicólogos y los psiquiatras, mientras que los hombres sienten predilección por las abogadas, las azafatas de vuelo, las científicas, las gerentes, las profesoras y las arquitectas.
Rompiendo con los estereotipos vigentes en épocas anteriores, las profesiones que menos atraen a las mujeres son las que requieren un nivel menor de estudios, como las de obreros, carniceros y guardias de seguridad, mientras que los hombres valoran menos profesiones como ama de casa, cocinera, cuidadora de ancianos y camarera.
Con respecto a la apariencia, las personas inteligentes suelen relacionarse con el uso de gafas. Realizado en Viena en 2011, el estudio de H. Leder, M. Forster y G. Gerger sobre los estereotipos de quienes las llevan afirma que las personas consideradas más inteligentes son aquellas que emplean lentes sin montura (al aire), aunque no son vistas necesariamente como más atractivas que el resto. Lo cierto es que nuestra sociedad está cambiando y que las personas inteligentes generan un mayor interés y resultan
Para ellas, médicos y arquitectos; para ellos, abogadas y azafatas
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¿Y tú en qué trabajas?La profesión forma parte esencial del halo de inteligencia que tan sexy resulta para muchos. A la izquierda, un psicólogo, una de las ocupaciones que más ponen a las mujeres. Arriba, una profesora, trabajo que, según algunos hombres, añade atractivo a quien lo ejerce.
atractivas incluso sin ser guapas: ahí tenemos los ejemplos de Steve Jobs, Mark Zuckerberg –creador de Facebook– o el personaje de Sheldon Cooper, con dos doctorados y un máster, de la serie The Big Bang Theory.
Al parecer, la sapiosexualidad es más habitual entre las mujeres. La presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) Miren Larrazábal comenta que ellas valoran en gran medida la inteligencia de su pareja. En esta misma línea, el profesor Bolinches destaca que las mujeres se sienten atraídas más que los hombres por la inteligencia constructiva. De ahí que esta sea considerada el principal factor del enamoramiento. Un estudio sobre las razones de la atracción, llevado a cabo este año por Stacy Yen-Lin Sim, Jenna Saperia, Jill Anne Brown y Frank John Bernieri, indica que los hombres no se ven influenciados por la inteligencia a la hora de desarrollar una atracción. En cuanto al sexo contrario, esta cuestión se ve afectada por su propia inteligencia: las féminas más listas son más críticas hacia la belleza física y conceden mayor puntuación a los varones más sabios. Y, a pesar de que la investigación no aporta una respuesta clara, sus autores sugieren que quizá las mujeres confundan más que los hombres la inteligencia con el atractivo.
“La inteligencia actúa positivamente en nuestra atracción erótica porque aporta estabilidad, novedad, interés intelectual e incluso sentimiento de orgullo”, comenta Alonso. Y, finalmente, la palabra sapiosexualidad no es más que una nueva etiqueta. Paradójicamente, a pesar de intentar deshacernos de los encasillamientos para dar cabida a la diversidad, la tendencia humana nos impulsa a crear otros nuevos, incrementando el amplio glosario de términos de la sexualidad como si de un círculo vicioso se tratara. e
La implacable manía de etiquetar todos los comportamientos
El cajón de sastre de las tendencias sexuales
La sapiosexualidad es solo uno minales, que luce en cuanto puede. mensaje, sin muchas explicaciones. de los muchos términos surgi- Lumbersexual. El hombre que Karezza. Técnica erótica centrados para definir identidades y prác- atrae por su aspecto rudo de leña- da en prolongar el placer de la relaticas sexuales antiguas o moder- dor, aunque el término es ambiguo: ción sexual sin llegar al orgasmo. nas. Estos son algunos de los más la mayoría de los así llamados son, El objetivo es reforzar los vínculos populares hoy: en realidad, urbanitas muy atentos emocionales de la pareja.
Pansexual. El hombre o la mu- a su apariencia. BDSM. Práctica muy en boga. jer designado con este término no Sexetariano. Es la persona ve- Las siglas hacen referencia a un elige a su pareja por el género, sino getariana o vegana que solo tiene cóctel de varias tendencias: bonpor su personalidad. Es como una sexo con gente que lleva su misma dage –atar a alguien con fines erótibisexualidad intelectual. alimentación. texting (mensaje, escrito). Consis- cos–, disciplina, dominación, sumi-
Poliamoroso. Lo es quien man- Asexual. No rechaza el sexo ni te en enviar mensajes o fotografías sión, sadismo y masoquismo. tiene varias parejas –ocasionales o le da asco, ni ha sufrido trau- sexualmente explícitas a través de no–, con el conocimiento y con- ma alguno. Simplemente no los móviles u otros dispositivos. sentimiento de todos los implica- siente ningún tipo de atrac- Muy extendido, sobre todo entre dos. El poliamor puede derivar ción sexual. Según algu- los más jóvenes. en relaciones a varias bandas. nos estudios, el 1 % de la Dogging. Es la práctica de rela-
Spornosexual. Ob- población mundial ciones sexuales en sitios públicos: sesionado con su pertenecería a bares, playas, parkings… En casi toaspecto físico este grupo. das las ciudades, hay lugares donde –¿como Cristia- Sex - esta actividad es ya tradicional. no Ronaldo?–, ting. Booty Call. Hace referencia al trabaja su musculatura, sobre GETTY Unión de sex sexo libre, sin compromisos ni derechos. El medio de contacto es todo los abdo- (sexo) y una simple llamada telefónica o un
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La arena que emana del embudo forma elipses que se van haciendo más y más pequeñas como consecuencia del rozamiento.
Un maravilloso péndulo de arena
Este sencillo experimento con granos de colores nos permitirá recrear uno de los ensayos más reveladores y bellos de la física: el péndulo de Foucault.
MATERIALES
• Gran lámina de papel blanco • Arena de colores • Embudo de plástico • Pipeta de Pasteur • Taladro, hilo o cordel y brida • Gancho u otra pieza que nos permita fijar el péndulo a un lugar alto, como una escalera
Los estudios y deducciones de diversos astrónomos, como Copérnico, Galileo, Tycho Brahe y Kepler, contribuyeron a que a finales del siglo XVII se aceptara mayoritariamente que la Tierra giraba sobre su eje. No obstante, aún no se había ideado un experimento que permitiese observar cómo tenía lugar tal fenómeno. Algunos científicos, entre ellos Friedrich Bessel, habían confirmado su existencia a través de la medición de la llamada paralaje estelar. Pero el ensayo que realizaría en 1851 Léon Foucault marcaría definitivamente un antes y un después. Según parece, este físico francés dio con la clave del asunto por casualidad, mientras trabajaba con un torno que llevaba enganchada una varilla flexible con un peso en la punta. La varilla se balanceaba en un plano de oscilación y, para sorpresa de Foucault, seguía moviéndose del mismo modo incluso cuando el torno giraba. Con ello en mente, Foucault construiría su célebre péndulo, compuesto por una esfera sujeta al final de una larga hebra. Aunque la pieza que sustenta el péndulo gire debido a la rotación terrestre, la esfera se mueve a su aire, pues siempre sigue el mismo plano de oscilación. Esto es, cuando vemos que el péndulo se desplaza, no es él el que gira; es la Tierra la que lo hace bajo nuestros pies.
DEL PANTEÓN AL CIELO. Foucault lo demostró a lo grande. En la cúpula del Panteón de París dispuso un hilo de 67 metros de largo al que fijó una esfera metálica de 28 kilos rematada en un estilo. Como testigo del giro, dispuso bajo ella una circunferencia de arena de 6 metros de diámetro. Tras quemar el hilo que sujetaba el péndulo –para no conferirle una velocidad inicial–, este comenzó a moverse. Una hora después había barrido once grados de la arena depositada, la prueba palpable de la existencia de la rotación. El ensayo pronto se hizo famoso.
Nosotros, como él, hemos utilizado un péndulo y arena, pero no para corroborar sus brillantes ideas, sino para dibujar bellas elipses de colores y así rendirle homenaje. e
PASO A PASO
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En primer lugar, ponemos en el suelo una lámina de papel de buen tamaño, sobre la que circulará el péndulo. A continuación, hacemos tres agujeros equidistantes en el lateral de un embudo e introducimos por cada uno un cordel (1). Luego, los unimos con una brida. Tras cortar la pipeta (2), la acoplamos al embudo (3). De este modo reduciremos el caudal de arena. Ponemos un mosquetón al final de los tres hilos, nos lo colgamos de un dedo para comprobar que el péndulo está bien equilibrado (4) y lo fijamos a una escalera u otro lugar elevado (5). Cuanto más arriba lo situemos, más largo será el periodo de oscilación. Por último, llenamos el embudo con arena de colores. Si lo lanzamos varias veces, obtendremos elipses que se irán superponiendo unas sobre otras (6).
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HACE 60 AÑOS
AGE
En 1947, Raytheon presentó el horno de microondas Radarange, cuyo funcionamiento se basaba en el de los radares de la Segunda Guerra Mundial –derecha–. Era enorme, y permitía cocinar un pollo en tres minutos.
Se ponen a la venta los microondas domésticos
A mediados de los años 40, Percy L. Spencer ideó un ingenio que aprovechaba la energía de las ondas electromagnéticas para calentar muy rápidamente los alimentos. Hoy, su microondas es indispensable en la mayoría de las cocinas.
El primer horno de microondas que se comercializó parecía una enorme nevera esmaltada en blanco. Rondaba el metro ochenta de alto e incorporaba un aparatoso sistema de refrigeración por agua, con lo que pesaba alrededor de 340 kilos. La compañía Raytheon, que lo presentó en 1947 con el nombre de Radarange, no pensaba introducirlo en los hogares. De hecho, su precio superaba los 5.000 dólares, por lo que no se vendió mucho, incluso entre restaurantes. El paso decisivo que determinó el éxito de este tipo de electrodomésticos tuvo lugar el 25 de octubre de 1955, cuando la empresa estadounidense Tappan, que había suscrito un acuerdo con Raytheon y poseía una infraestructura de distribución adecuada para el mercado doméstico, lanzó el revolucionario RL-1.
SE DISPARAN LAS VENTAS.
que los británicos usaban para detectar los aviones alemanes. Finalizada la contienda y cuando trabajaba para la citada Raytheon, el ingeniero Percy L. Spencer advirtió un día que, tras manejar un magnetrón, se le había derretido una chocolatina en un bolsillo. Supuso que la responsable era la radiación emitida, así que sometió unos granos de maíz al El horno de microondas es efecto de esas microondas... y un pariente tecnológico del se convirtieron en palomitas. radar. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, los físicos de la Universidad de Birmingham, en Inglaterra, Este microondas, parecido habían inventado el magneya a un horno convencional, trón, un generador de mifuncionaba a 220 voltios y croondas que permitió mejotrabajaba a 500 y 800 vatios. rar la capacidad de ese equipo, Aunque fue el primero de uso casero, su precio –unos 1.300 dólares– lo convertía en un producto de lujo. Estos aparatos no triunfaron en EE. UU. hasta finales de los años 60, cuando ya se vendían por menos de quinientos dólares. En España, no se comercializaron hasta los 80, pero a finales del siglo XX ya estaban presentes en seis de cada diez hogares. NATIONAL MUSEUM OF AMERICAN HISTORY / FRIGIDAIRE COMPANY
El primer microondas ideado para el hogar fue el RL-1. Estaba rematado en acero inoxidable e incluía un libro de recetas.
UN BAÑO DE CALOR. El 8 de octubre de 1945 Spencer solicitó la patente de un método para tratar alimentos mediante la energía de las ondas electromagnéticas. Su invento se completaría con una caja metálica, que permitía atrapar las radiaciones y obtener un rápido calentamiento. Este se produce cuando las moléculas que tienen carácter polar, como las de agua o las de las grasas, se ponen a oscilar, estimuladas por las microondas. De ese modo, la energía electromagnética se convierte en calorífica.e
HACE 200 AÑOS
Humphry Davy idea una lámpara minera de seguridad
Cuando se desarrolló de forma industrial la minería del carbón en el siglo XIX, se tomó dolorosa conciencia de que los mineros estaban continuamente expuestos a sufrir una explosión. Ocurría, por ejemplo, si la llama de las lámparas que utilizaban entraba en contacto con una masa de gas grisú, un compuesto integrado sobre todo por metano que puede ser muy inflamable. Por ello, se buscaba un sistema que permitiese alumbrar sin riesgos.
En su patente del 31 de octubre de 1815, el químico británico Humphry Davy propuso encerrar la llama en un cilindro de malla fina de cobre o hierro, que retenía el calor en el interior.
Una rejilla evitaba que la llama de la lámpara hiciera estallar el gas grisú.
HALSLAMPPOST.COM
HACE 20 AÑOS
Hallan el primer exoplaneta en un sistema estelar de tipo solar
En 1992, el astrónomo polaco Aleksander Wolszczan anunció el descubrimiento de los primeros planetas extrasolares, situados en las inmediaciones de un pulsar, una estrella de neutrones que lanza de forma periódica chorros de radiación muy intensa. Tres años después, el 6 de octubre de 1995, la revista Nature publicó la detección de un mundo extrasolar en órbita alrededor de una estrella normal. Según explicaban en el artículo Michel Mayor y Didier Queloz, del Observatorio de la Alta Provenza (Francia), el objeto, 160 veces más masivo que la Tierra, se halla a 50 años luz, en el sistema 51 Pegasi. Su nombre oficial es 51 Pegasi b, aunque se conoce como Belerofonte. En octubre de 1990, MUY recogía en portada la posibilidad de que estuviese en marcha una nueva gran extinción, que precipitaría el fin de numerosas especies. Hoy diversos estudios lo confirman y ven tras ello la mano humana.
El gigante de gas 51 Pegasi b orbita muy cerca de su estrella.
ESO / M. KORNMESSER / NICK RISINGER HACE 25 AÑOS EN MUY
HACE 160 AÑOS
Comienza la fabricación de acero a gran escala
El profundo cambio que experimentaron los métodos de fabricación del acero a mediados del siglo XIX fue uno de los factores que desencadenaron la llamada Segunda Revolución Industrial. Hasta entonces, la obtención de este compuesto era laboriosa y escasa, lo que conllevaba unos precios elevados. En muchos casos se optaba, pues, por utilizar hierro de forja, mucho más frágil.
Entre 1850 y 1855, el ingeniero Henry Bessemer logró insuflar aire comprimido a través del hierro fundido para eliminar por oxidación las impurezas y el exceso de carbón. La reacción que tiene lugar desprende calor y ayuda a mantener el hierro líquido, lo que ahorra combustible. El 17 de octubre de 1855 patentó su procedimiento, que facilitó la producción masiva de acero.
Convertidor Bessemer del museo industrial de Kelham Island (Reino Unido).
OTRAS FECHAS PARA RECORDAR ESTE MES
8 -10-1515. La expedición de
Juan Díaz de Solís, constituida por tres carabelas y una tripulación de setenta hombres, parte en secreto de Sanlúcar de Barrameda. Cuatro meses después descubriría el estuario del Río de la Plata.
4 -10-1675. Christiaan Huygens
patenta un reloj de bolsillo, del que se fabricaron varias unidades en París. Este científico, que había estudiado la relación entre la longitud del péndulo y su periodo de oscilación, había ideado también el primer reloj de péndulo en 1656.
15-10-1765. Se inaugura un nue-
vo sistema de alumbrado en Madrid, integrado por 4.408 faroles. Funcionaban con algodón empapado en aceite y se colocaban en aceras alternas, a 34 o 64 pasos de distancia. Al anochecer, 152 faroleros prendían su llama, que duraba hasta la medianoche.
1-10-1815. El Real Gabinete de Historia Natural de Madrid,
creado por Carlos III en 1771, pasa a denominarse Real Museo de Ciencias Naturales. Había estado cerrado desde 1808, cuando había tenido lugar la invasión francesa. Las tropas de Napoleón lo saquearon cuando iniciaron su retirada en 1813.
18-10-1955. En la Universidad
de California, en Berkeley, se descubre una nueva partícula subatómica idéntica al protón, pero de carga negativa –en la imagen, a la izquierda–. Este nuevo miembro de la familia de la antimateria, que había nacido en 1932 con el positrón, es bautizado con el nombre de antiprotón.