BELENES DEL MUNDO Familia Torrecilla Casasola

En los meses de enero y febrero se fueron publicando en nuestras redes sociales (Instagram y Facebook) la gran colección de belenes del mundo que tiene la familia Torrecilla Casasola, finalista en la XVII edición de nuestro concurso diocesano. Joaquín, el padre de familia nos cuenta más acerca de la colección familiar en esta entrevista.

Entrevistador: Toda colección tiene un inicio, ¿cuál fue el primero?

Joaquín: Aunque tanto Marijose, mi mujer, como yo teníamos nuestros nacimientos, el primer belén que adquirimos como familia fue el de Ushuaia, la ciudad situada en “El Fin del Mundo”, durante nuestra luna de miel. En ese mismo viaje, compramos en Buenos Aires el nacimiento con figuras típicas del Altiplano andino.

P: ¿Y El último? Al menos de momento, porque imaginamos que seguiréis con la colección.

J: El último belén que hemos incorporado a nuestra colección es el pequeño misterio de Tierra Santa, que nos ha regalado este año mi madre.

P: Con tantos nacimientos seguro que alguno es más especial que otro, ¿nos podrías decir cuál?

J: Cada uno de nosotros tiene un belén que nos resulta más especial. Para Jesús, incluso más especial que su belén de Playmobil (que tiene desde pequeñín) es un diminuto misterio inserto en una seta de cerámica que le regaló nuestra amiga Seila, clarisa en Ribadeo.

Para Marijose el más especial es el belén principal de la familia, con el que nos hemos presentado al concurso de Getafe, con figuras de José Luis Mayo. Las figuras principales del pesebre las adquirió de soltera, y con los años hemos ido incorporando otras que lo completan.

Para mí es especial un nacimiento que recibí como premio en uno de los concursos organizados por la Parroquia Inmaculada de A lcorcón, mi parroquia de origen, en el marco de la celebración del 150 aniversario del dogma de la Inmaculada Concepción. Es especial pues me recuerda que un belén idéntico, que también gané como premio, se encuentra en el norte de Albania, en manos de unas monjas franciscanas con las que estuve de misión en varias ocasiones.

P: ¿Y qué hacéis con tantos nacimientos? ¿Los ponéis en Navidad o durante todo el año?

J: El único nacimiento que tenemos todo el año instalado es un infantil de imanes, que dejamos pegado en la puerta del congelador. El resto de nacimientos los instalamos en el puente de la Inmaculada, y los guardamos una vez acaba la Navidad; si bien el belén principal lo dejamos puesto en el salón hasta el dos de febrero, día de la Presentación del Niño Jesús en el Templo.