EL PORTAL | Octubre 2021
Encomendamos nuestro Belén a Dios por intercesión de San Francisco La espiritualidad de San Francisco de Asís estaba centrada en la Encarnación del Hijo de Dios. Francisco con preferencia a las demás solemnidades, celebraba con inefable alegría la del nacimiento del niño Jesús; la llamaba fiesta de las fiestas, en la que Dios, hecho niño pequeñuelo, se crió a los pechos de madre humana. Así, la historia de la espiritualidad recoge el hecho de que él fue el primero en representar, a través de figuras, el misterio del nacimiento de Jesús. Como belenistas, presentamos a Dios, mediante la intercesión San Francisco de Asís, el comienzo de nuestros montajes de belenes y el comienzo de la campaña helenística. V/ Nuestro Auxilio es el nombre del Señor R/ Que hizo el cielo y la tierra.
Lectura breve Dios, cuando se cumplió el tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Responsorio Cf. Gal 4, 4-5. Ef 2, 5 V/. Estábamos aún muertos por los pecados y nos ha hecho vivir con Cristo. * Para rescatar a los que estaban bajo la ley. R/. Dios ha enviado a su propio Hijo, nacido de la Virgen, nacido bajo la ley. * Para rescatar a los que estaban bajo la ley. Oración Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, Padre santo y justo, Señor rey del cielo y de la tierra, por ti mismo te damos gracias, porque, por tu santa voluntad y por tu único Hijo con el 4
Pbro. Pedro M. Merino. Delegado de Liturgia
Espíritu Santo, creaste todas las cosas espirituales y corporales, y a nosotros, hechos a tu imagen y semejanza, nos pusiste en el paraíso. Y nosotros caímos por nuestra culpa. Y te damos gracias porque, así como por tu Hijo nos creaste, así, por tu santo amor con el que nos amaste, hiciste que él, verdadero Dios y verdadero hombre, naciera de la gloriosa siempre Virgen la beatísima santa María, y quisiste que nosotros, cautivos, fuéramos redimidos por su cruz y sangre y muerte. Te pedimos que tu Espíritu Santo inspire, sostenga y acompañe nuestra construcción del belén para que nuestra obra sea la tuya, y se realice no lo que nosotros queremos, sino lo que tú quieres, de modo que, nuestro trabajo comience en ti como en su fuente y tienda siempre a ti como a su fin. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.