BENEMÉRITA ESCUELA NORMAL “MANUEL ÁVILA CAMACHO”
EL SUJETO Y SU FORMACIÓN PROFESIONAL COMO DOCENTE AUTOBIOGRAFÍA MAESTRA: ANELI GALVAN CABRAL ALUMNA: EUGENIA GUADALUPE CARRILLO AGUIRRE
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR PRIMER SEMESTRE
ZACATECAS, ZACATECAS 29/OCTUBRE/2015
AUTOBIOGRAFÍA
Mi nombre es Eugenia Guadalupe Carrillo Aguirre, la mayoría de las personas me conocen como Lupita desde pequeña, nací un 15 de Septiembre de 1995 en el Estado de Zacatecas, mi padre Ricardo Carrillo García y mi madre María Eugenia Aguirre Domínguez quienes aparte de darme la vida me han creado a lo largo de estos 20 años de vida que llevo, soy la 4ta. Y menor de mis hermanos, que llevan por nombre Ricardo Emanuel, Sandra Gabriela y Gerardo Alejandro, he crecido en esta familia quien me ha inculcado valores como el respeto, responsabilidad, tolerancia, paciencia ante toda situación que se presente en nuestra vida y sobre todo una educación, una educación donde desde pequeña me ha llamado la atención por varios motivos, deseos y una gran vocación, llamado hacia la docencia, desde mi Jardín de Niños “Federico Froebel” del municipio de Calera de Víctor Rosales Zacatecas donde comencé mi vida escolar a los 4 años de edad una maestra en mi educación preescolar marco algo en mí, por la gran maestra que fue desde lo profesional hasta aquella actitud que tuvo sobre mí y todos mis compañeros en este nivel, aquella sencillez, dedicación, paciencia, y gran trabajo que hace como educadora fue una admiración para mi persona. Ahora me doy cuenta porque esas cualidades de la educadora, creo que ambas lo poseen tener esa gran creatividad no solo en sus trabajos, sino simplemente en su gran trabajo como docente, creando niños que en un futuro serían grandes y claro que lo son, he aquí un ejemplo y que mejor ejemplo que el marcarme de esta forma, por este llamado de ser Educadora y tratar de hacer un igual o mejor trabajo que ella hizo sobre nosotros en nuestra niñez. Mi siguiente etapa escolar primaria fue en el Colegio Motolinía a mis 6 años de edad, fue una educación más estricta que a la vez pues es agradecida por mi educación que ahora llevo ahora, a pesar de que era una escuela privada y con madres religiosas hubo una de ellas, que fue mi maestra en segundo año de primaria la cual nos enseñó mucho, podríamos decir pues que tanto te pudo dejar
una madre religiosa, aparte de dar gracias a Dios por las grandes cosas que nos regala también agradecerle por lo que somos, si lo llevamos a la práctica de ahora ella me enseño a adorar lo que vivo día a día, fue una maestra estilo Tía por lo comprensible, cariñosa y amorosa que fue nos apoyaba demasiado en cuestiones académicas y nos hacía crecer aún más para nuestro futuro. En la primaria creo hubo varias maestras a las que estime mucho y fueron de las que me enseñaron mucho más, otra de ellas fue mi maestra de sexto año, y como lo ven es cierre de ciclo, termino de la primaria, nos separamos compañeros, como fue que actuó entre nosotros sus alumnos, trato de conocer nuestra vida y ser como una amiga. Otra de mis grandes motivaciones fue ser tía desde mis 8 años de edad, el gran contacto que tuve con mi primer sobrinita, cuidarla de pequeña, crecer juntas, y el momento de jugar con ella entre nuestros juegos era “la escuelita” la cual el papel de “maestra” yo lo hacía jugábamos las dos y le ponía a hacer muchos dibujos, a escribir, contar, cantar, bailar, entre otras cosas las cuales le dejaron algo, y ahora a sus 11 años de edad sigo ayudándole a ella y a mis demás sobrinitos con trabajos, tareas o actividades de la escuela, han sido mi inspiración mis sobrinos por dedicarme a esto y creo me enseñan mucho. Desde estos puntos también las pláticas entre mi familia sobre mi elección han marcado mi deseo, me han apoyado mucho en mi decisión porque ven el gusto, deseo y la ilusión que tengo por ser Educadora, me han visto muchas características que me darían puntos a mi favor por esta profesión, mi dedicación en la escuela, mi creatividad, mi trato con los niños, el ver cómo se me acercan los niños entre etc. Han sido un gran apoyo para mí que mi familia me apoye, me de consejos para mis decisiones, amistades cercanos también han sido mis apoyos por mi desempeño en la escuela, me han visto alguna vocación en esto y si me visualizan como maestra. mi escuela Secundaria la curse en la Escuela Secundaria Técnica #6 “José Vasconcelos” comencé con 13 años de edad, aquí creo fue uno de mis mejores años en la educación, mis calificaciones subieron aún más, disfrute mi adolescencia, aparte de travesuras que todos los adolescentes en esta edad hacen, pobres maestros ahora me pongo a pensar en cómo cada uno de los
alumnos tratamos diferente y hacemos a los profesores como queremos, que debería de ser al contrario empezamos a entender más, ahí fue donde comprendí y me visualice en mis expectativas como Docente, que futuro quería sin en verdad ser Maestra! Tenía varias ideas de ser Doctora, Maestra, Arquitecta, pero entre estas seguía el gusto por la Docencia pero también puedo decir que mi gusto estaba en deseo y frustración de ver como en esta etapa actuábamos y decir “si soy maestra como serán mis alumnos, como los controlare, como trabajare con ellos, en verdad que nivel de educación quisiera estudiar” empiezan los mitos e imaginarios dentro de mí por escuchar historias y de simple visualización propia. Al entrar a la escuela Preparatoria “Víctor Rosales”, de igual manera en el municipio de Calera, ya comenzaba mi preparación para mi futuro, ahora si era momento de comenzar a elegir aquella profesión, este nivel se me empezó a complicar un poco era más esfuerzo pero aun así el trabajo como alumna fue efectivo, aquí comenzaron las idealizaciones, las realidades que los maestros ya comenzaban a plantearte sobre varias carreras, que implicaba ser un estudiante universitario, en pocas palabras comenzaban a prepararnos para nuestra próxima parada como estudiantes para nuestra futura profesión, ahora si comenzaban las emociones sobre el estudio que llevaría después, ahora iba a estudiar lo que yo quería y yo comenzaba a sentir más interesante mi formación ya que conocía cada vez más, una de mis materias que lleve de Orientación educativa, fue la que oriento más mi camino, el profesor nos explicaba claramente como teníamos que describirnos, encontrar verdaderamente la vocación que nos pertenecía, utilizaba varias estrategias, actividades para que nos guiáramos y orientáramos más, investigaciones sobre la escuela que nos interesaba entre otras. A casi terminar nuestra preparatoria él nos dio nuestra orientación, hacia la carrera que más cubrían nuestros resultados, y efectivamente mi resultado fue ser maestra ¿pero de qué? Aquella pregunta que me hacía en la secundaria se respondió, mediante todas las actividades utilizadas por el profesor el me dio esa respuesta “Educadora” los gustos, actitudes, habilidades entre otras características me inclinaban más a esta profesión, eran un deseo mío desde tiempo antes pero no estaba segura de mi decisión.
Así como hay aspectos buenos, también hay muchos aspectos sociales (sobre todo), políticos y que con esa combinación de ambos se desplazan los psicológicos ya que todos estos han influido en mi parte negativa por la toma decisión de esta Licenciatura en Educación Preescolar, ya que críticas negativas que se escuchaban y me realizaron sobre la preparación de un Docente trajeron a mi dudas, aquellas que me hicieron dudar de mi futuro, si realmente quería ser aquella educadora, “los maestros ya no tienen la misma oportunidad de obtener una plaza”, “las plazas se están terminando cada vez hay menos”, “la reforma educativa no es buena”, “es una tarea fácil ser educadora, solo es cuidar a niños durante 3 horas”, “les pagan poco”, “harás solamente figuritas”… entre otras… pero quien sabe lo que en realidad es esta profesión, a mi punto de vista cuando encuentras aquella identidad profesional no te despega nada de ese sueño que tienes, que solo hagas aquello que te gusta, que seas motivadora, formadora de aquellos pequeños que algún día futuro tendrás en una aula donde maestra y alumnos harán un gran trabajo de enseñanza-aprendizaje, y todo aquello que les rodeará será su educación y que mejor que ser partícipe de esta gran meta. Ahora que te presentas en esta situación de elección “si o no” “que hacer” después de todas las experiencias vividas como alumna… pues bien esta fue mi decisión, entrar a la Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” del Estado de Zacatecas, después de un intento fallido por entrar a esta institución ahora lo cumplí, para prepararme, formarme como educadora, aquel imaginario que yo tenía de esta carrera ahora puedo decir que tal vez algunas cosas no eran como yo pensaba pero otras son mejor de lo que pensaba, es una carrera maravillosa, ahora viviendo experiencias como futura maestra, al ver en mis primeras observaciones aquellos niños que llegaban con un “buenos días maestra”, contando sus anécdotas de un día anterior, lo que haría en ese día por la tarde y sobre todo resaltar los grandes trabajos que pueden llegar a hacer unos pequeños, en verdad son inteligentes, sus participaciones, sus cuestiones, sus dudas, sus aprendizajes que llegas a ver que han alcanzado, ahora puedo decir me he quitado aquellos imaginarios que tenía mi persona, y podría llegar a quitar aquellos imaginarios que tiene la sociedad y decirles “no saben lo grandioso que
es ser Docente en Educación Preescolar, se necesita ser en realidad: tolerante, paciente, creativo en lo material y en sus alumnos, cariñoso, gran trabajo en pequeños niños, formadores de un futuro próximo, mediador aquel medio que necesitan para su adquisición de aprendizaje…” al menos ahora poder defender aquella hermosa profesión. Y ahora a continuar escribiendo, faltan muchos escenarios que pisar, muchas experiencias que vivir, muchas cosas que aprender… para un futuro marco educativo en el que primero Dios me lo permita, trabajaré y amaré profundamente mi profesión, será el momento en que todas las enseñanzas, experiencias vividas y que faltan por vivir, en esta educación serán aplicadas para dar una mejor educación a mis futuros alumnos, que pasarán por mis manos para enseñarles y aprender más de ellos y ellos de mí, ahora esa será mi futura tarea: ser una verdadera “Maestra” que deje huella.
“SI TE ATREVES A ENSEÑAR, NO DEJES DE APRENDER” John Cotton Dono