EL SUEÑO DE UNA BAILARINA Desde muy pequeña he tenido grandes sueños que deseo vivir, entre algunos quisiera destacar el deseo por bailar, ser una linda y grandiosa bailarina, recibir aplausos del público, reír, disfrutar aquel baile, por más que lo deseaba, más se me impedía, mis padres no me lo permitían y más por el motivo de que en mi localidad no se encontraba algún grupo de danza o baile cualquiera, eran aún más triste tener que esperar más tiempo para poder lograr mi sueño. Al entrar a la secundaría seguía ese sueño y lo que quería era bailar, nos dimos cuenta de que había ballet clásico en mi municipio y cuál fue la sorpresa de que mis padres aceptaron y me inscribieron en este grupo, era tan grande mi emoción, deseo por bailar que fue tan llena de felicidad a mi primera clase donde aprendí mucho así continuamente seguí en mis clases, me compraron mis primeras zapatillas de ballet, mi leotardo, mis mallas, uff era una emoción estupenda… pero después, mi decepción comenzó o más que decepción fue un impulso más deseaba bailar algo diferente algo que sintiera que me llenara más pero bailando, seguir bailando, me llamaba la atención baile folklórico, veía funciones de ese tipo y me soñaba aún más así, asistía a eventos de folklor y quería bailar ese tipo de danza. Más tarde le comente a mi mamá sobre el deseo de bailar folklor, que era eso lo que me gustaba, lo que deseaba bailar, pero no había grupos de folklor en mi localidad, era triste saber eso, mis padres aun no me dejaban salir hacia otro lado a bailar solo en mi municipio o nada, pues que más podía hacer mi resignación ya era esa, seguir bailando clásico, no había otra alternativa. Al paso del tiempo, comentando con mis padres sobre el baile, les fui comentando que ya me saldría de clásico, no era mi género y quería bailar otro estilo, folklor, mis padres aceptaron de que me saliera pero aún no me dejaban estar en otro grupo fuera de mi lugar de origen. Un día entre una platica con mis papás, me comentaron sobre mi deseo por bailar folklor, me dijeron que si encontraba alguna escuela cerca y con horarios accesibles me dejaría ir hasta Zacatecas a bailar, siempre y cuando cumpliera con esas condiciones. En ese momento mi rostro lleno de felicidad, dijo que sí que haría todo lo posible por estar en un grupo folklórico y me propuse la tarea de buscar. Al fin lo encontré el Ballet Folklórico del estado de Zacatecas, ese era el indicado, los ensayos solo eran los sábados de 2 a 5 pm y eran perfectos, comente
rápidamente a mis padres y lo aceptaron, deberían imaginar mi cara de felicidad, mi sonrisa de oreja a oreja, no me cabía la felicidad que tenía porque me dieron un sí!!!!. Asistí a mi primer ensayo, fue tan emocionante, divertido y feliz uno de mis mejores días de toda mi vida, comenzamos a ensayar, me presente, me enseñaron pasos, y al ver mis pies bailar de esa forma, aunque fuera mal, ya era feliz… al paso de tiempo me dieron la dicha de formar parte de una región Durango, nunca olvidare ese baile, mi primer presentación en mi municipio Calera y mis primeros pasos en este ballet. Así seguí y seguí, iba obteniendo más bailes, ya salía fuera del Estado a presentaciones, mis padres creo estaban ahora más emocionados de verme bailar, mi primera participación en el festival del folklor internacional, aún mucho mejor, un sueño más cumplido, ser bailarina de folklor es la mejor experiencia que he tenido a lo largo de mi vida. Ahora ya no me encuentro en este ballet, la escuela y el trabajo que ahorita hago no me lo permite, pero sé que algún día volveré y lo deseo tanto que llegue ese día, volver a pisar un escenario la mejor sensación de un bailarín, algún día volveré y seré nuevamente aún más FELIZ, AMO LA DANZA Y AMO EL FOLKLOR MEXICANO.