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Soy la voz de tu corazón
SOY LA VOZ DE TU CORAZÓN
Alguien puede decir que mi duda es mayor que tu amor, muchos se atreven a mirarte a los ojos más que yo que te amo tanto, pero tienes que estar segura de que mi amor no tiene resquicios, resquebrajaduras, malos entendidos y viejos pesimismos de cantina a los que oler saben los que mal huelen en la hora de las decisiones este viejo encanto que tienen las verdes musas de las musas antiguas.
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Sé lo que es amar sin dejar de lado la duda socrática o la duda metódica ese modo filosófico de acercarse a uno intentando no mancharse las manos o hacerse Judas, vender en treinta denarios lo que más se ama río de selva o lavarse las manos Poncio Pilatos sin dejar de ser el otro que se cree más de lo que se trata es ser la voz de tu corazón sin que tú mismo lo sepas. existen tentaciones que nos dejan en la calle sin un pantalón de domingo sin una camisa digna de uno que no miente o que mentir es de falsos cada cual tiene la estatura del hombre que se mira desde el hombro este amanecer de hermosas mañanas llenas de poesías de plenilunio.
Así y todo, todos los días las dudas me asaltan si es verdad que me amas que no sé a qué atribuir tu lloro grave y tu desdén de dientes para afuera. sin embargo, sé que existen días en que las dudas y los ríos de muerte no caben en la vida que es río fijo, puerto seguro y álamos encendidos.
Este fuego que resucita el alma se levanta al cielo por sí sola que quema que tenemos que terminar viviendo sin que nos asalten las dudas pasajeras. en cuestiones de amor, de ovejas negras descarriadas, de dudas y temores no hay duda que valga cuando uno sabe que se mete en camisa de once varas filosofar qué es el amor, filosofar para qué se ama y filosofar de qué amor hablamos
En cosas cotidianas de duro rumiar y de largo caminar, más vale pájaro en mano que todos los chismosos juntos que creen que pueden más que nosotros sabemos cuánto cuesta el amor que nos paga la vida de primavera que llevamos.
Pocos saben de verdad, qué es vestir palomas mensajeras y amores rendidos la vida no es para darse media vuelta gritando no sé qué me espera de ti, sabiendo lo que hay entre tú y yo que somos manzanales, arrayanes y líquenes, espíritu de la tierra, húmeda esencia del tiempo que se cuenta en miles de años.
A estas alturas de la vida tengo que decirte que soy la voz de tu corazón, soy la voz de tus razones encendidas en cada palmo de tu mano profética. Sé qué es lo que tengo que hacer para que las dudas no nos asalten nunca.