El cristianismo empezó en Asia, un continente enorme y diverso, con miles de años de historia. Este tomo abre con una introducción a ese arraigo histórico del cristianismo en Asia, pero también las dificultades especiales que allí sufre.
Nuestra historia empieza con la llegada de misioneros menonitas neerlandeses a Indonesia a mediados del siglo XIX y el establecimiento de nuestras diferentes comunidades en ese país. A continuación descubrimos cómo se establecieron en la India, China, las Filipinas, Japón, Corea del Sur y Vietnam.
Pero los avances del cristianismo en Asia en estos últimos siglos llegaron de la mano del colonialismo occidental. A pesar de ser una religión asiática en sus orígenes, se tiende a ver como occidentalismo y sumisión a influencias extranjeras indeseadas.
El libro cierra, entonces, con reflexiones acerca de lo que puede aportar nuestra tradición, que deviene del anabautismo perseguido y marginado antiguamente en Europa, a una visión evangelizadora para Asia.