A lo largo de la historia salvadoreña, las mujeres han recibido tratos
discriminatorios que le han producido exclusión, simplemente porque se ha creído que son incapaces de efectuar algunas actividades, sobre todo aquellas que han sido tradicional y exclusivamente ocupadas y desarrolladas por hombres. Sin embargo, en el devenir, las mujeres han ido incorporándose a esas actividades de la vida productiva, que tiene la base que ellas también han ido, poco a poco,
insertándose al sistema educativo formal.