Museo Municipal de Arte Mo
oderno / Noviembre 2013
Cuenca y la Bienal 27 años de arte
La Bienal de Cuenca afina y afianza el camino en cada una de sus ediciones. Y como preámbulo a la edición número 12, hace un recuento, una suerte de remembranza de la historia artística que se ha escrito y expuesto en su ciudad sede, a la que rinde homenaje con una de las exposiciones de mayor relevancia de los últimos años, la exhibición de su colección. Gracias a la trayectoria de La Fundación Municipal Bienal de Cuenca como institución consagrada al arte, se ha visualizado a esta ciudad como un punto focal en el mapa internacional de las bienales, constituyéndose en uno de los referentes de las artes visuales en Latinoamérica. Los cuencanos son los principales hacedores y responsables del sostenimiento de este patrimonio, que se renueva con cada Bienal. Este encuentro de arte genera una dinámica única, que sólo la poseen ciudades donde se realizan eventos de esta naturaleza. La Bienal es un momento que lo disfrutamos los que vivimos aquí y todos lo que se acercan a Cuenca como ciudad patrimonio, ciudad turística y ciudad de arte. En medio del incesante crecimiento de la urbe, entre la velocidad, la tradición, el arte actual y la Bienal avanzan, construyendo una plataforma de intercambio que nos permite mirar ese otro lado de Cuenca, urbe que a través del arte ha ganado un lugar en el paisaje global. Es profundamente grato mirar por primera vez, en el Museo de Arte Moderno –sede histórica del evento–, la invaluable reserva que se ha construido por cerca de tres décadas, constituyéndose en parte fundamental del patrimonio de la ciudad. Esta importante muestra nos conecta con la memoria artística de nuestra ciudad, sobre la cual se cimenta y se proyecta. Paúl Granda López ALCALDE DE LA CIUDAD
Colección Bienal de Cuenca
Una colección de arte es en principio una serie de objetos acumulados en el tiempo, una forma de construir una visión del mundo, la posibilidad de elaborar una trama con los significados de las obras que la componen. La colección de la Bienal de Cuenca tiene 27 años de vida, y está constituida por los premios-adquisición de las once versiones precedentes. El conjunto configura un corpus rico y diverso que habla de varios momentos importantes del arte latinoamericano, de manera que su exhibición no sólo importa un recuento de nuestro evento, sino un repaso a grandes saltos por tres décadas de la producción simbólica del continente. Dada la variedad de temas y lenguajes en juego –sobre todo a partir de la sexta edición del certamen, que empieza a acoger trabajos que rebasan la pintura– esta exhibición antes que atender a un criterio cronológico o temático apela más bien a un modelo aleatorio, diríamos a un cierto desorden, cuyo orden secreto viene dado por algunas afinidades evidentes o sutiles. Desde las expresiones pictóricas ligadas a proyectos experimentales de la posvanguardia latinoamericana –tal el caso de Julio Le Parc, el primer premiado de esta cita bianual– hasta las indag aciones formales y conceptuales que caracterizan la actualidad del arte internacional, esta muestra –reunida en su totalidad por primera vez en Cuenca–, adquiere especial significación si tenemos en cuenta que esas obras no sólo constituyen uno de los más valiosos acervos culturales de la ciudad, sino que algunas de ellas son ya parte del imaginario visual de sus habitantes, del mismo modo que otras produjeron en su momento un diálogo fecundo con los artistas locales y nacionales, coadyuvando en sus propios procesos de formación y enriqueciendo sus personales agendas creativas. Antes de pasar a las salas de la 12 Bienal, cabe transitar por esta gran antesala como una manera de refrescar la memoria y de prepararse para el futuro inminente de la nueva edición. Katya Cazar DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN MUNICIPAL BIENAL DE CUENCA
Muy adentro de la fotografía (Fotografía y abstracción en el arte contemporáneo) José Antonio Navarrete
Siempre que pienso en la relación entre fotografía y abstracción, me pregunto si es posible la existencia de la abstracción total en la fotografía, incluso cuando en ésta se haga evidente cierto grado de abstracción del referente. No quiero caer en enredos verbales: la abstracción total es comúnmente entendida como la prescindencia en la representación de los seres y las cosas a favor de los elementos de construcción visual: líneas, planos, colores, etc. Y me pregunto si acaso es esto posible en la fotografía ya que, históricamente, ésta se ha definido a partir de sus cualidades referenciales, las que nisiquiera desaparecen en la más abstracta de todas sus variantes de representación: el fotograma, aunque en este caso el referente principal sea la luz. Pero es preciso dejar a un lado esta duda para avanzar en el tema sugerido arriba, pues durante los últimos veinte años la fotografía de posible filiación abstracta ha tenido una expansión creciente. Aunque es cierto que ésta no desapareció totalmente del campo artístico internacional durante los años en que se impusieron en él las prácticas asociadas con la noción de postmodernismo (los años setenta y ochenta), es desde la década pasada que se ha vuelto a hacer notar. Pero, ¿qué significa esta suerte de revival de la abstracción en la fotografía?, ¿qué problemas plantea al análisis de la contemporaneidad artística?, ¿cómo se relaciona con las expresiones modernas de la abstracción? Tal cual ha quedado sugerido arriba, aquí situamos la fotografía abstracta contemporánea dentro de las problemáticas planteadas y articuladas por las prácticas artísticas del día, que de ningún modo se desconectan de la tradición moderna de la abstracción. Traemos aquí un conjunto de tesis a enunciar antes de entrar en materia, sin ningún interés provocador: 1) hay algo que conecta a todas las fotografías entre sí, pero esto es insuficiente como para que podamos discursear razonablemente, con pretensiones totalizadoras, sobre eso que se denomina “fotografía”; 2) más que la fotografía, lo que existe son las imágenes fotográficas; 3) no existe una teoría de la fotografía con suficiente crédito y autoridad como para constituirse en excluyente respecto a las restantes, pero tampoco hace falta; 4) la diversidad de posiciones teóricas en la fotografía implica la pluralidad de respuestas respecto a qué es la fotografía; 5) las múltiples respuestas respecto a qué es la fotografía se relacionan con las particularidades de producción de las imágenes identificadas como fotográficas y, en especial, con las diferentes técnicas empleadas en ellas; 6) vivimos en la era post-fotográfica, es decir, en aquella en que hay más fotografías que nunca antes y cuando éstas circulan regularmente por todos los ámbitos y actividades de la vida social. Ahora sí podemos entrar en materia.
Redes telarañas Paulina León
En la actualidad el trabajo bajo la premisa de la red está totalmente en boga en nuestras sociedades globalizadas. Existen innumerables propuestas de redes en el campo de lo político, lo mediático, lo financiero y lo cultural. Frente a esto cabe volver a preguntarse: ¿Qué es el trabajo en red? ¿Qué redes y para qué proyectos? ¿Quiénes son sus actores y donde se sitúan? ¿Cómo y por qué? Desde el sector de las artes contemporáneas se ha trabajado fuertemente en entender y aplicar el trabajo en red, basado en el intercambio, la horizontalidad y los procesos colaborativos, como una estrategia de beneficio mutuo y de crecimiento conjunto. Sin embargo, cabe reflexionar si estamos aplicando la dosis de inteligencia crítica que se requiere. Aquí algunas pistas: a.- Me miro, nos miramos. Debemos partir de pensar y observar la realidad circundante y el espacio que ocupamos en ella, para abordar desde esta representación simbólica el campo que deseamos abonar y sus necesidades. b.- Porque la vida está también fuera y lejos. Nuestro contexto está inscrito en un territorio y es parte de una geopolítica de la cultura. Debemos pues ser conscientes del juego global del que estamos participando. c.- Horizontalidad + metodología + aprendizaje = inteligencia colectiva. La red establece que el valor intelectual está producido de forma recíproca entre culturas y que su funcionamiento se basa en responsabilidades compartidas; propicia además la difusión de contenidos reflexivos, establece mecanismos para la activación del pensamiento crítico y es propulsora de nuevas estructuras sociales. d.- Afectos y efectos. Este enunciado implica valorar la capacidad de construir desde las emociones, articular desde el parámetro de los afectos, como materia prima para tejer redes. e.- Los TICS. Presencias y fantasmas: es demasiado ingenuo afirmar que todo grupo comunicado a través de las tecnologías constituye una red o que la no utilización de ellas elimina dicha red. f.- La minga ahora. La capacidad de compartir recursos, entendidos como conocimientos, información, experiencias, plataformas, insumos, bienes, servicios, afectos, etc., es la base fundamental en la conformación de redes colaborativas. g.- Una red orgánica como la telaraña. El reto es establecer una estructura, cuyas principales características sean: la diversidad, la descentralización, la combinación de rigidez y elasticidad, las conexiones, la trasparencia y la flexibilidad. En este sentido buscamos que países como Ecuador –que no constan en los grandes circuitos de la mainstream del arte–, construyan subterráneamente canales alternos de circulación en la región.
Derivas en estado de alerta Amalina Bomnin
Las propuestas que incluyo en mi libro Derivas en estado de alerta –del que ustedes quizás se pregunten cuál es el denominador común a la hora de aunar producciones de contextos en apariencia dispares–, responden, tanto en el caso cubano como en el ecuatoriano, a un afán de irreverencia, anclado en una estética de precariedad promocional. El título lo he tomado del economista, ambientalista y músico chileno Manfred Max Neef, ganador del Premio Nobel Alternativo de Economía en 1983, y autor de La economía descalza. Neef señala: “He llegado a la conclusión de que quien quiere comprender, quien quiere descubrir los mundos paralelos, quien quiere trabajar como ser completo con el lenguaje y el silencio, quien quiere vivir verdaderamente una vida que sea una aventura, debe aprender a navegar a la deriva, pero en estado de alerta. Cualquiera de nosotros que sepa navegar conoce la importancia de derivar (término de navegación que alude a “estar a la deriva”) y sabe de lo absurdo que es fijar a matacaballo un rumbo. También sabe que derivando, en alerta, viendo cómo vienen los vientos y las olas, es como uno se integra y goza y descubre. He dicho muchas veces que la aventura no se la tiene en un transatlántico sino en un velerito, donde se pueda andar a la deriva en estado de alerta, que no es lo mismo que dejarse llevar por la corriente.” El Comité Organizador de la Bienal me solicitó hacer un recorrido por mi libro, donde avancé –como en mi propia vida– “desde la esterilidad de la certeza hacia la fecundidad de la incertidumbre”, según la expresión de Max Neef. Ya en muchos ámbitos se reconoce la necesidad de ALERTA: en la economía, la educación, el arte; ahora falta que ocurra dentro de nosotros mismos. Durante muchos años recorrimos el camino en busca de certezas, enseñábamos en busca de certezas, sin darnos cuenta que en el margen de incertidumbre estaba el posible desarrollo. En economía nos dimos cuenta que no se trata de competir, sino de establecer márgenes de interdependencia; en educación nos tocó saber que no podemos crear destrezas sino influir en la investigación, y esto sin entrar en comparaciones de habilidades porque si existe la inteligencia múltiple y multifocal todos estaremos preparados en la misma medida, con las mismas capacidades. Algo similar ocurre en el arte: nada gana un profesor enseñando de manera lineal la historia del arte o mostrando destrezas en una clase de dibujo, pues obtendrá cadetes llenos de certezas.
Me verás volar
Paúl Rosero Contreras
Me verás volar es el título de una serie fotográfica realizada en 35 mm durante mi residencia en la Antártida, entre febrero y marzo del 2013. La movilidad, el tránsito como hábitat, el viaje y la noción del desplazamiento en cuanto proceso de construcción “del desconocido” atraviesan mi trabajo profundamente. El desconocido –señala el sociólogo Georg Simmel–, aprende el arte de la adaptación inquisitivamente, quizá más dolorosamente que las personas que tienen un sentido de pertenencia. A juicio de Simmel, el extranjero también es un espejo de la sociedad en tanto no adopta formas establecidas de la vida que parecen naturales a los otros. El viaje me sirve como práctica metafórica de un proyecto mayor que invoca el cuestionamiento de la información cultural circulante en la sociedad mediática. ¿Cómo construimos nuestros juicios de valor? ¿Qué elementos intervienen en la formación de nuestras estructuras éticas y morales? ¿En qué medida la tecnología –vista como ideología– y los medios de comunicación infieren en nuestra manera de ser-en-el-mundo? A partir de un análisis crítico del flujo de información y sus múltiples filtros hasta llegar al receptor, mi investigación apunta a una reevaluación del proceso de producción de conocimiento. En esta deriva, utilizo conceptos de la ciencia cognitiva alejándome un tanto de la tradición filosófica occidental que dicta una clara separación entre mente y cuerpo. Mi aproximación se apoya en tesis como la llamada embodied mind o “mente encarnada” (traducción que podría no hacerle justicia totalmente), según la cual la naturaleza de la mente humana está determinada por la forma y los sentidos del cuerpo, de modo que la condición cognitiva se desprende de estas particularidades corporales. La razón o el consciente, entonces, es sólo una mínima parte de nuestro “pensamiento” y no es una característica exclusiva de los seres humanos. En el círculo del arte, mi trabajo se desplaza de manera sinuosa. En un trayecto zigzagueante entre la especulación artística, el uso de la tecnología y la búsqueda dentro de ciertas ramas de la ciencia, he desarrollado nuevos proyectos que fueron presentados en Cuenca. Estos trabajos se sirven del tránsito fenomenológico y de la pesquisa dentro de sistemas de comunicación codificados que pueden ir desde Wikileaks hasta el estudio de vibraciones naturales en el hielo o en los insectos. En suma, mi intención dentro de esta charla fue la de presentar estos nuevos proyectos de carácter híbrido, en los que persigo un entendimiento de fenómenos acústicos, visuales, físicos y/o informativos que por contingencias particulares salen del espectro visual, sonoro o sensorial de las personas y requieren procesos de decodificación o traslación para saltar a un espacio de entendimiento libre.
Agenda Bienal
Noviembre - Diciembre
Exposición “Colección Bienal de Cuenca” Muestra dedicada a las obras ganadoras de las once ediciones de la Bienal de Cuenca, uno de los patrimonios artísticos más importantes del país. Museo Municipal de Arte Moderno Octubre 31 - Diciembre 31 “Ex+Sistencia”: charla de Allan Jeffs Ex+Sistencia es una charla del artista chileno-ecuatoriano Allan Jeffs sobre sus experiencias en la Antártida, generada por el proyecto ARTEA y Residencia Sur Antártica. Auditorio Casa Sede Bienal de Cuenca Miércoles 6 de noviembre, 18:30
Centro de Documentación Bienal de Cuenca Biblioteca y archivo especializado en arte contemporáneo, cuenta con libros, catálogos, revistas y documentos de artistas del continente (brochures, CDs, videos, etc.). Casa sede de la Bienal de Cuenca Horarios de atención: Lunes a viernes: 08:00-13:00 / 15:00-18:00 Portada: Fotografía detalle de la obra de Mateo López, Narración de encuentros casuales, Premio Pintura IX Bienal de Cuenca. Afiche: Fotografía de la Obra de Mateo Lopez, Narración de encuentros casuales, Premio Pintura IX Bienal de Cuenca. Síguenos, entérate y sé parte del mundo del arte:
Biral 02 Publicación de la Fundación Municipal Bienal de Cuenca Bienal de Cuenca Calle Bolívar 13-89 y Estévez de Toral (593) 7 2831778 info@bienaldecuenca.org www.bienaldecuenca.org
Katya Cazar: Directora Bienal de Cuenca Cristóbal Zapata: Edición Sebastián Lazo: Producción y Coordinación Diego Lara: Diseño Lateralia : Diagramación Silvia Ortiz: Revisión de textos