En tiempos de pandemia, la Bienal de Cuenca busca un camino alterno que permita la supervivencia, el respiro y la acción, como explica su directora Katya Cazar: “Ahora más que nunca se requiere de propuestas afincadas en un trabajo creativo de calidad, que deje testimonios de este habitar, de este drama convertido en un deshumanizante numeral de víctimas siempre en aumento.”