Work in
2011 Progress JosuĂŠ Castillo
2011: Work in progress.
Índice Editorial para Rizoma Zine número 1........................................................................................................2 Arte y arte...................................................................................................................................................4 Breves notas sobre moda y teoría del cuerpo.............................................................................................6 El ascetismo como renuncia al placer........................................................................................................8 Sexy..........................................................................................................................................................11 La revolución que no ocurrirá en 2 de octubre........................................................................................14
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Editorial para Rizoma Zine número 1 Rizoma no es la revista que estabas esperando. Aconteció sin que nadie lo pidiera. Punto. Nuestra misión es la producción y difusión teórico-artística. Nadie nos estaba esperando; nadie nos llamó; un día simplemente aparecimos aquí e hicimos, al igual que Gregorio Samsa, lo que nos era más propio. Notamos que el mundo editorial es un campo de batalla en el que se compite por arrancar la verdad a los objetos de estudio, delimitar su no-verdad, objetivarlos en una proposición, en una aseveración. Sabemos también que la palabra misma es una campo de batalla. Nosotros somos una máquina de guerra, nómadas creando microrresistencias y por supuesto que queremos participar. Hemos creado nuestra heterotopía y, como el individuo virtuoso de Spinoza, queremos compartirla y multiplicar sus/nuestras potencialidades. Una de las funciones de nuestro territorio es ofrecer una alternativa al academicismo engorroso e insípido. Ésto con el objeto de crear y promover una actitud crítica que, por o que hemos notado, los discurso ritualizados por la academia no han logrado fomentar. Apostamos por obligar a algunas disciplinas y saberes a salir de sus pequeños ghettos. ¿De qué sirve un saber cuando se cierra sobre sí mismo? Para que el discurso crítico se encuentre creando efectos y afectos debe circular libremente, estar dispuesto a aparecer en todas partes. La paridad de la crítica no se encuentra entre gentes licenciadas en por una institución ni en un título de sacralización o competencia. La paridad se da y genera por afectos. Somos una máquina de producción de afectos. Para lograr lo anterior nos vemos en la necesidad de ser un poco venenosos. Ser 2
2011: Work in progress. venenos es algo que va más allá de ser incómodo. Es ingresar en el sistema e ir actuando poco a poco, avanzando sigilosamente hasta hacer fulminar. Tal es nuestro proyecto: ser veneno y fulminar un cierto orden del discurso, un cierto estado de cosas con el cual no estamos de acuerdo ni satisfechos; abrir las posibilidades del discurso crítico, desdoblar y multiplicar sus sentidos; crear nuevas signaturas. Más allá de ser incómodos hay que devenir veneno. Hasta el veneno más potente en manos de un buen médico se vuelve medicina. En esta guerra el lenguaje es territorio. Esto es una microrrevolución y nosotros somos máquinas.
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Arte y arte ¿Qué es el arte? La pregunta así, tal cual, soltada de golpe nos puede aturdir. ¿Qué es el Arte (así, con “A” mayúscula)? ¿Por dónde empezaríamos a escarbar, qué cadáver exhumar, a quién interrogar para que nos confíe el secreto del Arte?: Podríamos pasar años buscando al Arte en el mundo de las Ideas de Platón, en el reino de lo sublime, en el universo de lo abstracto, en la tierra de los significantes sin significados y al cabo de los años, una pregunta tan inocente terminará por decirnos nada o bien confundirnos más. Confusión terrible e innecesaria. Remediable sólo con hacer la pregunta adecuada. Es decir, bajar la mirada y notar que el arte no acontece en el vacío, en lo abstracto ni en lo sublime. No, el arte acontece en un plano, en un espacio concreto, real/virtual y bien delimitado: El arte tiene como condición de acontecimiento un espacio; necesariamente humano, entonces: necesariamente social. Tener este enfoque nos hace si no más fáciles al menos más accesibles las cosas, al menos nos ayuda a plantear adecuadamente la pregunta. La pregunta '¿Qué es el Arte?' es inadecuada, nos llevará a dar una definición, un concepto abstracto y absoluto: El Arte es representación, el Arte es la manifestación de lo sublime, el Arte es esto y no aquello: Definiciones poco adecuadas. Tener en cuenta el plano que es condición para la aparición del arte nos hace renunciar a esas explicaciones, conceptos absolutos, universales y abstractos, nos obliga a re-plantear la pregunta y decir: ¿Cuál es la función del arte dentro de un plano que condiciona su acontecer que es necesariamente humano? Así, resaltando el carácter inmanente, material, social, en definitiva: humano, nos acercamos a una comprensión adecuada del fenómeno: Renunciamos a acceder al Arte (con mayúsculas) para acceder y vivir manifestaciones artísticas. El Arte no existe; sólo manifestaciones artísticas (o 'arte' con a minúscula).
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2011: Work in progress. En tanto que es una expresión inmanente y socializada depende de las condiciones espaciales, temporales y económicas, en fin, de las condiciones materiales de la sociedad determinada en la que acontece el arte, éstas expresiones están condicionadas; en mayor o menor medida, a replicar. ¿Cuál es la función de las artes (es decir, de las expresiones artísticas)? La pregunta no es tramposa y, además, nos funcionaría como un puente para ligar distintos aspectos de la experiencia humana. Preguntar por la función de las expresiones artísticas en un momento determinada nos ayudaría a notar la relación entre éstas y la política, la economía y, en fin, la totalidad de la experiencia humana.
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Breves notas sobre moda y teoría del cuerpo. Ni celeste, ni terrestre te hicimos, ni mortal ni inmortal, para que tu mismo, como modelador y escultor de ti mismo, más a tu gusto y honra, te forjes la forma que prefieras para ti. Giovanni Pico Della Mirandola Nadie puede negar que la moda está en todas partes, bailamos a su ritmo. Por desgracia la mayoría de los intelectuales, imitando a Heidegger o a Ortega, se limitan a despreciarla, insultarla o, en el peor de los casos, ignorarla sin ver que dan la espalda a una de las manifestaciones más básicas para entender el mundo contemporáneo. Y es que la moda implica algo más que ropa y ornamentación, implica una ontología que supone al cuerpo substancia plástica y la identidad producto desnaturalizado fruto de una construcción de sí mismo entendida como proceso. La moda supone un ser que se construye desde afuera. En la moda no hay subjetividad sino subjetivación. ¿Que si tiene la moda consecuencias necesariamente negativas? Las cosas son mucho más complejas que el juego ilusorio de positivo/negativo. La moda implica posibilidades estéticas y éticas que antes eran impensables; nos abre a nuevas experiencias y formas de relacionarnos con el cuerpo y el mundo. Antes de seguir hay que dejar claro un punto, indispensable, para pensar la moda: la historia de la moda no es la historia del vestido. La historia del vestido inicia en el momento en el que el hombre vistió pieles para cubrirse del clima. La historia de la moda es la historia de una necesidad que empieza cuando acaba la necesidad. Menciona Lipovetsky1 «sólo hay sistema de la moda cuando el gusto por las novedades llegar a ser un principio constante y regular(...)». Así la historia de la moda iniciará propiamente por allí del siglo XIV, siglo en el que la moda inicia una imparable, vertiginosa e insaciable búsqueda de novedades. 6
2011: Work in progress. Como se muestra la moda es más que la vestimenta es una actitud ética respecto de la vida y el cuerpo. Hay muchas teorías que pretenden estudiar la moda como signo. Así la prenda sería un significante que implica un signo y una voluntad de expresar algo, lo que sea. El problema con estas teorías es que no consideran al cuerpo o, en el peor de los casos, piensan un cuerpo natural que habla mediante la prenda. Ahí está el error: suponer que cuerpo y prenda están separados, que uno simplemente cubre al otro. ¡El cuerpo no está determinado y, en él, nada hay de natural! Éste es una sustancia plástica determinada únicamente por el trabajo que se ejerce sobre él. Nos apropiamos de la prenda, nos adueñamos de su espacio y carga simbólica. El cuerpo es un territorio en constante movimiento de crecimiento y decrecimiento. Alexander McQueen: desarrollando moda para un cuerpo nuevo. La primera revolución contemporánea de la moda inicia con la joven Coco Chanel, la diseñadora de modas que introduce elementos masculinos en vestimenta femenina. La tradición de la coutourier française perdura hasta nuestras días gracias a Karl Lagerfeld –alemán excéntrico, ex amante de Andy Warhol, fotógrafo excepcional y lector de Spinoza–. ¡Irónica es la historia! Aquello que alguna vez fue revolucionario y contestatario se ha vuelto una manifestación de conservadurismo teórico. Durante mucho tiempo parecía que la moda había muerto. Ni siquiera los ingleses, con sus Westwood, sus beatles y su swing habían logrado la ansiada renovación. La renovación no llegaría con los nuevos textiles, el marketing ni los mass media; tampoco con los contratos millonarios de distribución ni las colecciones pret-àporter. La renovación se gestó en parís pero floreció en inglaterra, en un joven costurero llamado Alexander McQueen. Mientras los demás diseñadores estaban haciendo prendas para vestir McQueen estaba ocupado creando cuerpos. Él había entendido muy bien que la moda es performance y juego; el cuerpo la cancha reglamentaria. Ya no se trataba de vestir al cuerpo sino de transformarlo. Se
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2011: Work in progress. rompieron las reglas de proporción y articulación; se desvanece la diferencia entre prenda y cuerpo. Segunda revolución contemporánea de la moda, revolución de los excesos, de la persecución constante de los extremos. La liberación del cuerpo.
Sigue en: La moda como proceso de subjetivación por Eliseo Torres y Josué Castillo en Rizoma zine número 3.
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El ascetismo como renuncia al placer El ascetismo como renuncia al placer tiene mala fama. Pero la ascesis es otra cosa: es el trabajo que uno hace sobre sí mismo para transformarse o para dar paso a ese sí mismo que por suerte jamás alcanzamos. De la amistad como modo de vida. Entrevista con Michel Foucault. Primer comentario: Las formas ascéticas de la religión, que tanto criticó Nietzsche en su momento, no son más que una manifestación, la predominante, de la áskesis. Del "error" de Nietzsche. Primero.- ¿Por qué es que el ascetismo aún tiene esa fuerte carga religiosa? Porque los cristianos se fueron adueñando, desde la antigüedad, de estas formas de subjetivación, las hicieron propias. Segundo.- Nietzsche hizo una genealogía de la moral en el terreno discursivo, no de las prácticas (creo, esto está por comprobarse). Segundo a.- Del discurso moral no se siguen necesariamente prácticas morales afines. Una cosa es el código, otra la forma de subjetivarse respecto del código.
Segundo comentario: La áskesis era "originariamente" pagana. Primero.- En tiempos previos a los monoteismos la áskesis era una forma de subjetivación que no estaba ligada a un Gran Código, un libro de la ley moral, muchas veces éste código era inexistente (p. ej. en las recomendaciones que Sócrates hace a Alcibiades no hay mandamientos, leyes o reglas, hay un principio
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2011: Work in progress. moral al cuál apegarse, sí, pero este principio moral es lo suficientemente amplio como para dar paso a diversidad de prácticas: "epimeleia heauto" (cuida de ti). Segundo.- En las áskesis paganas no había lugar para la decadencia de los monoteismos, no hay una renuncia al cuerpo, por lo contrario: En el Cármides Sócrates señala la importancia del cuerpo EN SU TOTALIDAD, pero apunta, es importante también el cuidado del alma, cuidando del alma (que es un concepto distinto al Alma cristiana y judía) cuidar el cuerpo es cosa sencilla. Segundo a.- El cuidado del alma no es para ganar un favor, un premio, una recompensa ultraterrenal, es para vivir la vida concreta, la única en la que es prudente pensar, con dignidad y felicidad (véase el ejemplo de Diógenes de Sinope, el del mismo Sócrates). Segundo a1a.- Mediante la áskesis logra uno volverse un buen gobernante; el buen gobernante empieza gobernándose a sí mismo, después gobierna a lo demás. La áskesis socrática tiene como thelos el gobierno. Segundo a1a1a.- Porque el que se gobierna a sí, por desbordamiento
de
santidad
(sabiduría,
virtud)
se
volverá
gobernador de otros hombres, quizá en microsociedad (como pasa con Sócrates, que es soberano doquiera que pisa), para ejercer una acción pedagógica.
Tercer comentario: Del uso de "originariamente" en la proposición anterior. Primero- Por originariamente no quiero decir algo así como que "en su Origen más puro, más prístino el Objeto al que hago referencia se encontraba relacionado con A, o significada A y no cualquier otra cosa. Primero a.- Me refiero a que en el momento histórico de su emergencia tal 10
2011: Work in progress. objeto se encontraba ligado a un X o Y episteme, concepción o serie de prácticas a las que no necesariamente pertenece. Primero a1a.- (Axioma): Ningún concepto, objeto o práctica tiene una relación natural/necesaria y directa con otro concepto, objeto o práctica. Toda relación es compleja y diversa en sus causas (si le observamos con perspectiva histórica), singular en su condición y virtualmente es asociable, combinable y recombinable con cualquier otro objeto, concepto o práctica. Cuarto comentario. Final. Puede ser todo ésto pero también puede ser, y no niego la posibilidad, de que aquí sólo se encuentren la insensateces de un loco que fagocita palabras al azar, que en realidad no tiene puta idea de lo que dice.
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Sexy. Lo sexy se ha infiltrado en nuestras vidas. Una palabra polisémica que podemos usar en cualquier aspecto de la vida social. Sexy dice el ingeniero en sistemas cuando se escribe un código; sexy dice aquel gerente cuando descubre un modelo de negocios que multiplicará su utilidad anual; sexy dice la mujer que se encuentra a sí misma frente al espejo con una cámara fotográfica; sexy dice el glotón cuando se encuentra con la haute cuisine. La palabra sexy es omnipresente como la sexualidad, tan maleable como la retórica y uno de los más altos designios éticos.
El marketing y los medios de comunicación han instaurado un standard de lo sexy. Sexy es la actriz que se exhibe sin tapujos, es aquella que se deja ver con ropas cortas, entalladas y reveladoras. Es revelarlo todo, o la mayoría, a cualquiera dispuesto a observar. La falta de recato, la desfachatez y el cinismo casi absoluto mezclado con esa actitud can't touch this. Sexy es, en resumen, desbordamiento, exceso, hedonismo. Exceso de las formas, desbordamiento de las carnes en sitios específicos. Sentirse sexy es sentirse deseado. Ser sexy es ser visto, pero visto no por error sino por inevitabilidad. ¿Por qué la necesidad del desbordamiento, del exceso y la falta de mesura? Porque las apariencias duran poco, la capacidad de atención de los otros es breve, porque el tiempo deja sus marcas y el cuerpo se acaba. Ser sexy se ha vuelto una carrera contra el tiempo. Se tiene que llegar a ser sexy temprano para ganar unos minutos más en el mercado. Chronos no perdona, es el enemigo. The beautiful people ha buscado la forma de derrotar al tiempo, de derrotar a las fuerzas naturales. Botox, hilos rusos, liposucción, colágeno, cremas, pomadas, dieta, cámara hiperbárica, gym, yoga, pilates, depilación, píldoras milagrosas, menjurges varios, letanía de todos los días, santo rosario de una nueva religión, 12
2011: Work in progress. arsenal disponible para el que pueda pagar. El tiempo es el enemigo a derrotar, la naturaleza su aliada; el cuerpo un campo de batalla. No es sólo cuestión de llegar antes, también hay que permanecer vigentes. Pareciera que ser sexy es una tiranía contra el cuerpo. El cuerpo debe ser torturado, moldeado, compactado. El desbordamiento, como ya dije, sólo se permite en ciertas zonas – zonas de manifestación propia de la sexyness – , en otras debe ser erradicado, no sólo controlado, el control no basta. El cuerpo se somete, el cuerpo no manda. Una imperfección es imperdonable. Someternos al escrutinio cuidadoso en cada milímetro de piel, todo ha de estar en su lugar adecuado y de ahí no habrá de moverse. La planeación es casi estratégica: bajaré de aquí, aumentaré de allá, atenuaré por ahí y resaltaré acá. Los designios de lo sexy, de la sexyness, deben ser cumplidos con devoción religiosa. ¿Esos designios de dónde vienen, a dónde van? El Gran Designio viene de todos lados, se dirige a ninguna parte en particular, se manifiesta en el estar-aquí. Impulsos diversos provenientes de todos lados que se manifiestan en todas las formas posibles. No se puede señalar un punto allí en el vacío o en el centro de la gran ciudad y decir: ¡Mira, mira! Aquí está, lo encontré en su pureza, en su esencialidad; aquí está lo sexy y sus acólitos, aquí yacen sus designios. No, una búsqueda así sería, además de infructuosa, una dulce ilusión. Lo sexy no tiene una fuente única y pura, no es el Uno que desborda desde lo alto. Lo sexy viene de todas partes: se encuentra en la discusión diaria entre amigos, en la mirada lasciva y coqueta hacia los otros; está en medios de comunicación como la televisión, las revistas, el internet; se encuentra en los designios del deber ser que pasan entre hermanos, entre compañeras de escuela. Lo sexy está presente en cualquier lugar en el que se hace un juicio estético de objetos, es un código que recorre todos los medios y se hace presente en cada sistema – y microsistema – de valores estéticos y éticos Vivimos bajo la dictadura de lo sexy. Somos objetos. Sí, objetos. Lo sexy como lo 13
2011: Work in progress. vivimos hoy en día es una tecnología, una disciplina de sí mismo que busca la conversión del sujeto en un objeto más en el mercado. La dictadura de lo sexy es la explotación comercial y domesticación de los cuerpos. Al reducir lo sexy a la mera apariencia, a la mera presencia se logra, por un lado, la democratización de los atributos, por otro la comercialización de los mismos. Cualquier puede ser sexy y convertirse en un objeto. Cualquiera que lo desee, cualquiera que se disponga a pagar. Ser objeto es el precio a pagar. En otros tiempos esto parecería una locura, pero en los tiempos modernos no lo es, es casi una regla a seguir. Los hombres y las mujeres luchan siempre por su esclavitud como si lo hicieran por la libertad absoluta. Día con día buscan formas más novedosas y refinadas de encarcelarse, de limitarse y creen que lo hacen por su propia voluntad. No saben lo que hacen y sin embargo lo hacen. Se asume que ser sexy es una forma de libertar la sexualidad, pero parece que tal cosa no ocurrió, no ocurre y no ocurrirá. Ser sexy es una nueva cárcel del cuerpo. Ser sexy es una manifestación de la política. Sexy es cárcel y liberación. Ser sexy por la misma sexyness y no otra cosa lleva a un impasse. Aquel que vive del puro atributo accidental muere cuando lo alcanza el desgaste. Pero no es el final, que no cunda el pánico. Hay una salida. ¡...!
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La revolución no ocurrirá en 2 de octubre. Un imbécil da vida a una llamarada. Vemos a un grupúsculo de gente reunirse al rededor. Parece un rito pagano: montón de antiguos reunidos cerca del fuego, invocando o tratando de agradar a sus viejos dioses, sacrificando algunas hierbas y carnes en su honor. El humo se torna espeso, entran los hombres-escudo. Sincronización absoluta en la huida. Los primitivos aprenden a ser uno-con-todos. Pasos sincronizados, golpes y mentadas de madre al unisono. Melenas revoltosas y grasosas, rastas y paliacates mezclados en una sola melena. El grito de la identidad que se rompe. La masa reunida se podrá encontrar dispersa en distintos puntos de la geografía pero sólo una día al año será masa de verdad. Tan sólo unas 6 horas antes esa masa no existía. Sólo eran pequeños grupitos desorganizados, esparcidos a lo largo, ancho y profundo de nuestra pequeña xalapa. Al grito de “¡A la marcha carnal!” empieza la poiesis. No se puede adjudicar el liderazgo a nadie. El lugar, fecha y hora están fijados de antemano, como si un Antiguo hubiese escrito su voluntad –¡hace más de 40 años!– y ésta se hubiese mantenido inmutable hasta el día de hoy. El mismo designio en cada ciudad del país ha pasado de generación en (de)generación, de hombre en hombre y, obviamente, también de hombre-escudo en hombre-escudo. A las pocas horas vemos grupúsculos de no tan diversas edades. La mayoría de los átomos de esta masa no rebasan los 35 años. Ironía, pelean por una batalla perdida antes de nacer. La mayoría de ellos no tienen más allá de la licenciatura. Tragedia, reclaman contra un tal “sistema” de apellido “opresor” que el día de mañana les ofertará trabajo, bien o mal pagado, y pondrá la comida sobre sus mesas. La mayoría de los átomos de esta masa tiene la consistencia ideológica de una papilla de de manzana gerber. Ternurita. Estudios recientes indican que la consistencia ideológica de los átomos de esta masa son directamente proporcionales a su capacidad para escribir con buena ortografía. La mayoría de los átomos no 15
2011: Work in progress. distingue entre marxismo, marxismo-leninismo, maoísmo y una película de Walt Disney. Desgracia. El valor de protestar y plantar cara lo tienen los menos adecuados, los que se asumen voces del mundo. ¡No me ayudes compadre! Los hombres-manifestación-reminiscencia (ser legendario visto una vez al año, el 2 de octubre, en todo el país) son torbellino de pasiones. Llegan de todos lados, se reúnen. El hombre-manifestación-reminiscencia junta, explota. Su razón de vivir en ese momento es recordar. El hombre-manifestación-reminiscencia vive sólo por un día, por ése día. El hombre-manifestación-reminiscencia no puede ser un hombrerevolución.
No
puede
devenirrevolucionario
porque
devenirrevolucionario
es
actualizarse, acontecer. Triste. Triste es tener que recordar y luchar -sólo en la imaginación, a veces, colectiva – batallas ya perdidas y que nos son ajenas. Y aún así marchan joviales. Quieren representar y, de hecho, lo logran de cierta manera. Lo logran en el nivel más básico de la representación: la simulación. Quisieran representar la lucha internacional, el proletariat internacional. Quieren representar, les urge. Tristemente -o afortunadamente según desde donde se vea-, el intento por representar no excede los límites del simulacro. ¿Qué otra cosa puede ser ésto? Simulación es la forma menos denigrante que puede existir para este espectáculo. El centro de la ciudad, la plaza Lerdo. Eevienen hombre-manifestaciónreminiscencia. Encuentra su lugar de reunión. Las marchas de los grupúsculos, que vienen de todos lados, convergen. Gritan. Ésto se vuelve un hervidero. Bailan, beben, tocan, saltan, golpean. Ésto se calienta. Las consignas se vuelven agudas; pasan de ser agudas e históricas a reclamos actuales. Al coño con la historia. La mirada cambia objetivo. Los ojos se alejan de aquel octubre trágico, se alejan de la banda, del escenario. La mirada cambia, voltea. Sin dinamismo. ¡Gobernador! Ésto es un hervidero. Voltean, patean, queman papel. Los hombre-escudo entran en escena. Por un momento parece que se rompió el simulacro, que no hay espectáculo. Todo cobra sentido, convergen las variables necesarias, iniciará la
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2011: Work in progress. revolución. Al parecer el hombre-masa-reminiscencia toma conciencia, asume el acontecimiento, devienerrevolucionario. Se abre la puerta a un suceso grande, transformador. En donde alguna vez hubo simulacro se cosecha revolución. La llama va in crescendo y decae estrepitosamente. La revolución posible muere por la catarsis. Mejor suerte el próximo año. FFFFFUUUUUUUU. Punto cumbre, la apertura del simulacro al devenirrevolucionario queda anulada, neutralizada. La ilusión de la revolución se presenta. De éso se trata. La expectativa por la revolución no es un Acontecimiento, es la cereza que corona al pastel, es el cierre magistral. Ese conato de revolución es parte del simulacro. Se presenta cada año, es la señal para el último acto: los hombre-escudo entran en escena, apaciguan el fuego revolucionario, cumplen su papel a la perfección. Ahora aquellos hombremanifestación-reminiscencia pueden irse en paz, se llevan su premio y bendición. Pueden ir corriendo y gritar “¡Represión, represión!”. Pagaron su cuota anual de rebeldía. Ahora, pequeño burgueses, pueden ir en paz. Y, después del extraño y repetitivo espectáculo quedan un par de preguntas al aire y, sobre todo, la posibilidad para comentar.
¿Cuál es el sentido de recordar una fecha como la de hoy? - pregunto - Los que “vivimos en la universidad” ya lo sabemos, es costumbre, saldrán un montón de pandrosos a hacer su “marcha de honor” bien en humanidades o bien en el parque de la ciudad. La policía estará presente en el lugar, haciendo la mímica de que vigila, que evitará los desordenes, las manifestaciones indebidas. La verdad, todos los sabemos, es que nunca pasará nada – al menos en nuestros pueblitos del interior de la república – , las masas ya están domadas, buscan el simulacro de rebelión, son incapaces, o bien no les interesa en realidad, el acto revolucionario. A éso se reduce la fecha: Simulacro. ¿Debería sorprendernos? No, la vida misma se ha vuelto un simulacro. Simulamos saber, simulamos hacer, simulamos vivir. The Matrix es la metáfora que mejor describe nuestros modos de vida. Vivimos un 17
2011: Work in progress. espectáculo de vida, no participamos directamente, tomamos un papel en la obra, lo interpretamos y, si nos va bien, nos retiramos con el aplauso medianamente espontaneo. Simulacro y espectáculo, dos palabras para decir lo mismo. Dos formas de expresar nuestra incapacidad para ser proactivos. A la vez dos regiones en las que hay condiciones de posibilidad para ser más venenosos que nunca. ¡Exquisita paradoja! Lo que más nos impide actuar nos da la condición de posibilidad de ser más peligrosos que nunca, más audaces que nunca, en fin, un poquito más libres que nunca. Una fecha que vale la pena recordar. Desgraciadamente la han secuestrado un montón de "hippies" marihuanos, yuppies "rebeldes" e hipsters irónicos. La fecha se ha convertido – si no es que ya lo era, desde el principio – en un espectáculo, en una simulación. Los niños salen a jugar al revolucionario, la policía juega a los guardianes del kinder, el Estado juega a sentir culpa. Pero, ya lo dije – y antes, de seguro, ya lo dijo alguna voz, anterior a mi, y lo dijo mucho
mejor
–,
esta
pantomima
que
rosa
el
absurdo
puede
ser
trampolín/plataforma para gritar, incomodar y recordar. Gritar, pero no contra “el gobierno”, atacar pero no a “la policía opresora”, sabotear pero no “al sistema”. Hay que insertar dentro de todo este simulacro, todo este espectáculo, el veneno de la crítica, la observación mordaz, las letras precisas. Hacer emerger la verdad del acontecimiento. Dentro de todos estos espectáculos hay que rescatar aquello que era esencial, aquello que vale la pena, que será eterno, aquello por lo que vale la pena recordar. El espíritu del 68. No basta con no olvidar el 2 de octubre - es imposible, ya está escrito con sangre -. No basta con recordar que el 2 de octubre de 1968 no fue un acontecimiento aislado. Hay que rescatar el espíritu, la peste de la época. Ese aroma a carne quemada, marcada, muerta. A carroña, grasa, lodo y sangre. Hay que recordar el shock, la impresión, nuestra capacidad de asombro. Recordar la muerte y el 18
2011: Work in progress. hambre, las epidemias. Recordar todo aquello que sirvió de marco para la emergencia del espíritu sesentayochista. ¿Pero qué es el espíritu del 68? No es, desde luego, el marxismo-leninismo, el maoísmo, las teorías utópicas. Ni las greñas, ni la imagen desaliñada. El espíritu del 68, si me preguntan, es esa voluntad sisífica, quijotesca y realmente revolucionaria. El espíritu del 68 es algo tan simple como atreverse a pensar de otra manera, creer que todo es posible. Quijotesca porque es una locura bien pensada. Sisífica porque, en el fondo lo sabemos, lo que cuenta no es el fin sino el proceso (micro)revolucionario. El espíritu del sesenta y ocho es la playa bajo los adoquines, la revolución posible, el mundo en potencia. La revolución del sesenta y ocho son las letras de Revueltas, el penser autremente de Foucault, la creación de conceptos de Deleuze y Guattari. También es el grito anticolonial de Cesaire. Es coyoacán repleto de universitarios con camaradería, colectivos unidos, auténticos hippies, verdaderos punks, sujetos con fines comunes. El espíritu del 68 es la trova, el boom latinoamericano, la autocrítica. El espíritu del 68 es, en resumen, la creatividad de los sujetos para ser incómodos y quijotescos ante la sociedad a la vez que audaces para la conquista de las pequeñas libertades, de los pequeños y simples placeres de la vida.
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