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Siddartha
SIDDHARTHA
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Recientemente, el artista mexicano lanzó “Brújula”, segundo adelanto de su próximo álbum.
POR WALTER GARRÉ
jorge siddhartha gonzález ibarra – conocido artísticamente como Siddhartha – es un cantante de indie rock mexicano. Su nombre, lejos de ser un nombre artístico, homenajea a la famosa novela de Hermann Hesse. Se inició como baterista en el grupo de rock mexicano Zoé y en 2008 abrió su proyecto como solista. Una decisión aparentemente repentina, pero con un trasfondo sólido: “Lo primero que recuerdo cuando empecé a hacer música fue componer”, recuerda. Siddharta editó cinco discos: Why You? (2008) – nominado a los Premios Grammy Latinos -; Náufrago (2011); El Vuelo Del Pez (2014); Únicos (2016) y Memoria Futuro (2019) – también nominado a los Premios Grammy Latinos -. Actualmente, trabaja en su sexto disco, próximo a editar este 2021. ¿Te llamás Siddhartha? - Así me llamo. Sí, mi papá es un apasionado de Hermann Hesse.
Pensé que era un nickname que te habías puesto, ¿cómo fue crecer con el nombre del personaje de un libro tan importante? - Al principio no me gustaba mucho mi nombre, porque era llamativo, pero después me empezó a gustar por eso, no había nadie que se llamara igual que yo y mi primer nombre es Jorge, que había otros en la escuela. Cuando empecé a crecer, tomé curiosidad y lo leí y a los pocos años también. Le tomé cariño, terminó siendo una especie de nombre artístico. Estaba escuchando “Brújula”, contame de dónde llega… - Realmente, fue una casualidad la forma en que se relacionó con las circunstancias del 2020. Este tema lo compuse en enero del 2020, todavía no sucedía nada esto. El tema no provino de esta problemática, se hizo en una playa donde estuve componiendo en enero y febrero del 2020. Temáticamente, la canción es una canción de cierre de ciclo.
Ahora se ve como un comienzo, ¿no se te cruzó esa idea desde un principio? - Sí, todas las canciones, a la hora en la que surgen, pueden abrir, destapar algo nuevo. Casi todas las canciones cumplen un poco con esa función, sobre todo en mi caso, que hago canciones de mi experiencia y de mis ciclos personales. Siempre la canción tiene ese doble filo.
¿Qué diferencias existen entre el Siddhartha de hace de dos años y el de hoy? - Fíjate que en estos dos años mi vida cambió en muchos aspectos radicalmente. Cada disco que he hecho ha marcado una etapa en mi vida. Cada disco inicia y cumple un ciclo a la par de las cosas que suceden en mi vida personal. En Why You retraté todo un ciclo, el fallecimiento de mi abuela, que era como mi segunda madre. Cada álbum va con un ciclo de mi vida, Memoria Futuro no es la excepción. La canción es un poco premonitoria de hecho. Ha habido muchos cambios, el compositor es diferente, cambios positivos, dolorosos, pero con mucho aprendizaje: un aprendizaje que me ha hecho crecer en lo personal.
¿Cómo llegaste a la batería? - Fue un cambio de instrumento, empecé tocando el teclado. Mi abuela mi indujo a ese instrumento, estudié por ahí un tiempo, pero me aburría. Empecé a crecer más y la batería iba más de la mano de mi edad: la vibra adolescente y la manera en la que me acerqué fue un amigo de la infancia. Fui por invitación a seguirlo y la primera vez que me senté a tocarla me voló la cabeza. Fue chistoso, porque mi abuela me dijo que me compraba la batería, pero antes debía estudiarla. En seis meses, fui a una clase, y renté una batería con ese dinero, sin maestro. No me gustaban las clases. De ahí en adelante, la casa fue caótica por el ruido que generaba yo y las bandas con las que tocaba.
Tocaste en Zoe y luego de dedicaste como solista, ¿cómo ves ese período y transición ahora? - Lo veo en perspectiva, para mí fue una escuela donde dejé todo de mí y absorbí mucho. Gracias a eso concebí mejor los pasos que yo iba a dar. Me empapé mucho más del a maquinaria de un proyecto, sobre todo en el estudio. Tenía experiencia porque había toureado con bandas tocando, pero en el estudio, la producción y cómo abordarla fue toda una experiencia. Sin esa experiencia, mis resultados hubieran sido distintos. Tenía una flecha hacia donde quería ir y decidí ponerme a hacer un disco. Como toda decisión que cambia el trayecto de tu vida, tiene pros y contras, pero era 100% libre y eso era algo que tenía muchas ganas de hacer. Mi inquietud musical me lo estaba pidiendo a gritos. Fue una experiencia que sin duda cambió mi vida musical y personal, pero también creo que fue la mejor decisión de mi vida. La mejor decisión de mi vida fue haberme arriesgado a hacer este proyecto. •
KIDD KEO
El artista alicantino comenzó el año con la presentación de singles como “Vámonos”, junto a Sick Luke o “Armagedon”. Luego salió a escena con “Olvídate”, canción que él mismo define como algo nuevo.
POR JULIÁN MASTRÁNGELO
Vimos que sacaste la “Mistery Box” en tu página web… - Sí, justo. Uno cuando va a comprar la “Mistery” se encuentra con una lista de posibles productos. El público tiene que decirme qué quiere, pero sin nombrarlo, sino que tiene que darme pistas para que yo sepa qué incluir en la caja.
¿Las armas vos? - Va a ser algo bastante aleatorio. Hago muchísima ropa, entonces tengo pruebas de prendas de hace mucho tiempo que quizás no voy a presentarlas ahora. Creo que sería muy guay para el público encontrarse con artículos de otras temporadas que nunca presenté o que fueron exclusivos en su momento.
Creas un sentimiento de pertenencia con las prendas que sacas. ¿No pasa algo parecido con tus canciones? “Olvídate” fue algo novedoso pero seguía teniendo tu estilo - Fue novedoso porque creo que “la cosa” de un artista es siempre superarse y sorprender. Creo que en el mundo de la industria musical hay profesionales y artistas. Cuando uno se hace llamar “artista” tiene que sorprender un poco, somos los que causamos movimiento en las personas. Uno no se pone una camiseta un año entero porque se aburre, eso es el arte. Hay gente a la que una canción le dura tres años, tres meses o tres días… Siempre me gusta crear cosas siendo honesto conmigo mismo, es lo que sé hacer. Me gusta sorprender pero sin que la gente diga: “¿Esto qué es?” de mala manera. Pasó cuando saqué “Rockport Espacial”. Fue un proyecto de electro, que para mí fue algo completamente nuevo. La gente que me ha escuchado dijo: “¿Esto qué es?” pero porque los sorprendió y le pareció muy guapa la forma en que se los transmití.
En una entrevista hace poco dijiste que habías empezado el 2021 más centrado, ¿seguís sintiéndote así? - Así es. Me parece que soy una persona muy inquieta, tengo muchas ambiciones y me gusta hacer muchas cosas. Cuando nos encerraron dije “el mundo se va a dar vuelta, hay gente que se va a quedar quieta esperando que vuelva a la normalidad y eso no va a pasar”. Tengo dos opciones: o me quedo lamentándome en casa que saqué un disco y no va a repercutir en discotecas y que perdí 80 shows o digo “todo el mundo se ha dado la vuelta, tengo que ser el primero en saber andar al revés”.
- La verdad es que voy bastante a mi ritmo. Cuando estaba haciendo Back To Rockport me puse muchísima presión a mí mismo, pero es algo personal, no siento presión hacia el exterior. Si voy a hacer una canción y a mí me gusta no voy a estar pensando en “¿les gustará esta canción? ¿tendré que cambiar algo para que les guste?” … Creo que la presión va relacionada con los profesionales, ellos deben algo.
De lo que hablas se nota en “Bando Boyz 2”. Me llamó mucho la atención la participación de la policía en ambos videoclips. Tienes un fuerte mensaje ahí, me imagino que fue todo real - Sí, son grabaciones reales. De hecho, la segunda no la esperábamos, el destino me dio ese regalo. Para la primera vez, yo estaba escribiendo la canción cuando recién empezaba el tema de Covid. Tuve que llevar a mi chica al hospital y ahí nos paró la policía. Ella decidió grabar el momento, nadie le dijo que lo hiciera. Eso ocurrió justo cuando estaba escribiendo sobre la policía en la canción. Pude terminarla gracias a eso. En esta segunda oportunidad, estábamos grabando el videoclip y cae la policía… Mi mensaje es que hemos llegado a un punto en el que me parece que hay mucha represión. •