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Bodas de Oro

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Chule

Chule

Un testigo de su tiempo

El octavo álbum de la banda fue un lúcido epitafio a los idealistas años 60 y un profético testimonio de los duros tiempos por venir.

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Por Alfredo Rosso

Let It Bleed es un álbum especialmente simbólico porque su edición, el 9 de diciembre de 1969, coincidió con el colapso de todo lo que había parecido tan dulce e inocente durante la última mitad de los 60, desde el “verano del amor” de San Francisco a la variopinta psicodelia londinense. En julio del ‘69 el hombre había puesto un pie en la luna, pero en la Tierra las cosas se ponían cada vez más oscuras.

Las buenas vibraciones de la generación de Woodstock se habían ensombrecido con los asesinatos del clan Manson y con ese anti-festival que fue Altamont, punto final a la gira que los Stones hicieron por Estados Unidos ese año. Richard Nixon había asumido la presidencia de los Estados Unidos y bajo su gobierno la guerra de Vietnam alcanzaría una escalada sin precedentes, haciendo que la guerra fría con Rusia se calentase una vez más. En China, la Revolución Cultural de Mao Tse-Tung llevaba a una purga de elementos progresistas, mientras que en las calles de Irlanda del Norte arreciaba la lucha entre católicos pro republicanos y protestantes pro británicos. Entretanto, en nuestro país el inestable equilibrio del gobierno militar de Onganía se resquebrajaba bajo la protesta popular del Cordobazo.

La violencia, la incertidumbre y la intolerancia parecían ser moneda corriente en esa nueva década que estaba a punto de comenzar y los Rolling Stones, que atravesaban por su pico artístico, reflejaron esas sensaciones en su nuevo álbum de título sugestivo, Let It Bleed -Déjalo Sangrar- el primer disco donde toca el guitarrista Mick Taylor, que había llegado con apenas veintiún años desde los Bluesbreakers de John Mayall para ocupar el lugar del desplazado fundador de la banda, Brian Jones, quien moriría en circunstancias misteriosas un mes después de su salida de los Stones. De todas formas, cuando llegó Taylor la grabación de Let It Bleed ya estaba muy adelantada, así que la mayoría de las guitarras del disco las registró Keith Richards.

El espíritu de la época está reflejado en “Gimme shelter”, tema inicial de Let It Bleed, con su ritmo sinuoso, una buena dosis de misterio y la presencia de una incierta amenaza, un peligro que no se sabe muy bien de dónde proviene y por esa razón el título del tema -Dame refugio- resulta significativo. La letra que cantan Mick Jagger y la vocalista invitada Merry Clayton, resume la curiosa disyuntiva de ese tiempo: “el amor, niños, está a un beso de distancia… la guerra, a un tiro de distancia…”

La soledad protagoniza "Love in Vain" (Amor en vano), escrito por una leyenda del blues del Delta, Robert Johnson, con Ry Cooder como invitado en mandolina y una gran parte de guitarra slide de Richards: “Cuando el tren dejó la estación / dejó también dos luces tras de sí / la luz azul era mi chica / y la luz roja era mi mente…”

La violencia está en el aire en Let It Bleed, especialmente en "Midnight Rambler" (Merodeador nocturno), uno de los clásicos definitivos de los Stones, que sigue en su repertorio hasta el día de hoy. Se inspiró en la figura del asesino serial Albert DeSalvo, conocido también como El Estrangulador de Boston. Lo irónico es que este tema extenso, denso y claustrofóbico, con una brillante sección instrumental, fue compuesto por Jagger y Richards mientras estaban de vacaciones en Pasitano, una tranquila aldea italiana.

Muchos fans se sorprendieron al escuchar el reciente hit "Honky Tonk Women" tocado al estilo country, con violín como instrumento dominante y letra cambiada, pero esa había sido la idea original del tema cuando Richards compuso el riff que le dio origen.

Let It Bleed ofrece, también, la primera canción de los Rolling enteramente cantada por Keith Richards. "You Got The Silver", una balada dulce y aletargada que en su momento fue parte del film Zabriskie Point, de Michelangelo Antonioni, aunque por problemas de derechos no integró el álbum de la banda sonora. Contiene una de las últimas grabaciones de Brian Jones, tocando el autoarpa. "Live With Me" traía como condimento el saxo de Bobby Keys y era un ejemplo del típico gesto desafiante de los Stones, pero a la vez una burla a su fama de chicos malos: "tengo costumbres horribles / tomo el té a las tres de la tarde / y la carne que como en la cena la colgamos de un gancho una semana antes / pero hay un lugar para vos entre las sábanas, querida/ quieres vivir conmigo?" El tono entre burlón y salvaje seguía en un rocker frenético llamado "Monkey Man", Hombre Mono, con una gran parte de piano de Nicky Hopkins.

Dos canciones se destacan por su letra inusualmente compasiva: la propia “Let it bleed” es una balada de comprensión y amistad, donde Mick Jagger encarna a un personaje que le ofrece su hombro a un alma en pena. Y el tema que cierra el álbum, “You can’t always get what you want”, una descripción casi Dylaniana de personajes inquietos e insatisfechos, adictos, opositores políticos, o simplemente gente que ha perdido el rumbo. Todos buscan algún tipo de panacea. Esta canción –que también continúa en el repertorio de los Stones medio siglo después- es notable por su estructura cambiante. Gana en ritmo y complejidad a medida que avanza el relato. Comienza como balada, con una evocativa parte de corno francés a cargo de Al Kooper; adquiere luego un tinte de rhythm and blues funky en el medio, y concluye a puro vértigo, con un coro imponente. En cuanto a esa sed multifacética que expresan los personajes del tema, la respuesta de Jagger está en el estribillo: "No siempre podés obtener lo que deseas/ pero si lo intentas, quizás obtengas lo que necesitas".

Si hay un sentimiento omnipresente en Let It Bleed es el de sentirse solo, amenazado, marginado o descolocado dentro de la sociedad, sensaciones que muchos -jóvenes o no- experimentaban en ese mundo de principios de los ‘70 mucho más duro que el de la década que había concluido. Una sensación, después de todo, no muy distinta a la que predomina en la segunda década del siglo XXI. La habilidad de los Rolling Stones está en inyectar un toque de humor e ironía a estas certeras observaciones sobre su lugar y su tiempo y de rodearlas de un marco musical rico, variado e intenso, para dar forma a un álbum clásico, que sigue sonando fresco y estimulante.

LOS GATOS - Beat # 1

El último mes de 1969 también vio la aparición del quinto álbum de un grupo pionero de nuestro rock. Beat Nº 1 fue el cuarto disco de Los Gatos y el primero que grabaron con Pappo en guitarra, sumándose a los cuatro miembros fundadores, Litto Nebbia, Ciro Fogliatta, Alfredo Toth y Oscar Moro, en reemplazo del guitarrista original, Kay Galifi. A la variedad de estilos y la calidad musical natural de la banda, Beat Nº1 añadió un acento rockero más explícito en temas como “Hogar”, “Escúchame, alúmbrame” y el extenso “Fuera de la ley”, al lado de grandes melodías con el pop característico de Los Gatos como núcleo: “Sueña y corre”, “Lágrimas de María” y “Flores y cartas” entre otras.

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