3 minute read

EL CAOS DEL TRANSPORTE PÚBLICO EN LIMA

Next Article
AGENDA CULTURAL

AGENDA CULTURAL

Escribe: Noelia Pérez

Advertisement

las empresas con autorización de uso de las rutas, en su gran mayoría, no son dueñas de los buses y no tienen a los conductores y cobradores en planilla. De este modo, al carecer de un sueldo fijo, los conductores de transporte público quebrantan la ley e incurren en gastos de miles de soles por infracciones en busca de recoger a un par de pasajeros más cada día. Las repercusiones de este modelo recaen sobre nosotros en forma de un aumento considerable de los accidentes de tránsito y una mayor congestión vehicular. Como se puede apreciar en el día a día, la situación se ha tornado crítica en los últimos años. Se estima que la ciudad pierde 7000 millones de soles al año como consecuencia de la crisis de transporte Por ello, las autoridades decidieron tomar cartas en el asunto. Así, la ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, inició una reforma de transportes, la cual tuvo varios obstáculos y generó opiniones variadas por parte de los ciudadanos. Es lunes por la mañana, te despiertas tarde y sabes que, aún si sales en pijama de tu casa, no lograrás llegar a tiempo a tu clase de las siete y media de la mañana. ¿Por qué? Porque el tráfico de la hora punta, las combis llenas a más no poder y los taxis que insisten en cobrarte el doble de tu tarifa normal no te lo permitirán. La escena relatada previamente es el pan de cada día no solo para nosotros estudiantes universitarios, sino también para el 70% de la población limeña que utiliza transporte público con regularidad. Actualmente, el limeño promedio pasa 1 hora y 45 minutos al día movilizándose con el desordenado sistema de transporte público limeño. Así, el transporte público es considerado el segundo problema más grave en nuestra ciudad (la inseguridad ciudadana es el primero). La crisis de transportes es resultado directo de un modelo afiliador comisionista, donde el ingreso de los conductores y cobradores depende de la cantidad de pasajeros que lleven. Inclusive,

El caos del transporte público es considerado el segundo problema más grave en Lima. El sistema afiliador comisionista es el culpable.

Esta consistía en cambiar el transporte público a un modelo empresarial: empresas formales, dueñas de flotas y con trabajadores en planilla. Así, las empresas existentes formaron consorcios para firmar contratos que les brindaran acceso a rutas predeterminadas. No obstante, recientemente, se declararon nulos algunos contratos. ¿La razón? La municipalidad no había solicitado la aprobación del MEF. Este último afirmó que los contratos tal y como estaban podían comprometer los recursos del municipio para financiar un proyecto de inversión privada.

Actualmente, el sistema de transporte público limeño es auto-sostenible; dado que, el Estado no es dueño de las empresas de transportes, pero eso no quiere decir que sea eficiente. Personalmente, opino que el caos del transporte público requiere necesariamente la intervención del Estado, el cual debería organizar las rutas, ayudar a las empresas privadas a actualizar su flota de vehículos y llevar a las mismas a un

Asimismo, como parte de las acciones del Estado para erradicar el caos de transporte, se podría considerar que tanto el metropolitano como los corredores complementarios requieran de un subsidio similar al de S/.2,50 que tiene la línea 1 del metro de Lima. Cabe resaltar que múltiples ciudades del mundo como Chicago, Boston, San Francisco y Nueva York subsidian cada viaje en transporte público con S/3,40 en promedio.

En conclusión, el caos del transporte público es un problema que aqueja a un gran porcentaje de la población limeña. Para reorganizar el transporte de nuestra ciudad urge una política integral que logre llevar nuestro sistema de transportes a un esquema empresarial, el cual sería una gran mejora al actual sistema afiliador comisionista que, al mantener a conductores y cobradores fuera de planilla, incrementa los accidentes y el tráfico en Lima.

This article is from: