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ECO-EDUCA
La búsqueda del cuaderno inmortal
Escribe: Alejandra Guardia
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La iniciativa Eco-Educa busca contribuir con la educación de los niños y niñas en el Perú de una forma responsable con el medio ambiente. Comenzó en el año 2014 y es dirigida por cuatro jóvenes universitarias. Tuvimos la oportunidad de conversar con Francesca Ampuero, una alumna UP integrante del equipo, para conocer más sobre el proyecto.
¿Cuál es el significado de un cuaderno inmortal? “El proyecto consiste en recolectar hojas no usadas para la creación de nuevos cuadernos. Se llama así porque nos gustaría que las hojas que sobren de los cuadernos que elaboramos y entregamos también nos las devuelvan para hacer unos nuevos. Así, haríamos que todas las hojas se usen.”
¿Cuál fue su motivación? “Diana Salazar, una de las chicas que inició el proyecto, compartió con nosotras la historia de quien la ayudaba en casa. Nos comentó que esta joven y sus hermanos solo contaban con ocho hojas durante el año para ir a la escuela. Por ello, cuando el espacio se acababa, necesitaban borrar los contenidos para poder escribir unos nuevos. Entonces
Voluntarias del colegio Altair recolectando y separando las hojas con Eco Educa y TV Perú. FOTO: ALEJANDRA LIMAY
pensamos, ¿por qué no utilizar las hojas que nos quedan en desuso al final del año para hacer cuadernos nuevos y donarlos a niños que necesiten este material educativo?” ¿En qué consisten las campañas de concientización que realizan? “La campaña de concientización consta de una presentación del proyecto, de los objetivos y del impacto de usar tantas hojas en el medio ambiente. Además, hacemos dinámicas de reciclaje de papel y dinámicas de aprendizaje sobre cómo arrancar las hojas, para que estas nos sean realmente útiles para la creación de cuadernos. Hemos visitado alrededor de ocho colegios, entre los que se encuentran el colegio Altair, Hiram Bingham, Villa Alarife, Pestalozzi, María Reina, entre otros.” ¿Cuáles son los obstáculos más importantes que han atravesado desde el inicio del programa? “El mayor problema ahora mismo es el tema económico. No contamos con los recursos como para llevar a cabo estas campañas todos los años y dependemos de donaciones. Tampoco tenemos un lugar de acopio formal en el que se pueda trabajar. Por ello, nuestro mayor objetivo es encontrar la forma de que el proyecto sea sostenible.” En el Perú, la cultura de reciclaje es precaria. ¿Cómo podría ayudar el Estado? “El Estado muchas veces está ausente y no impulsa ese tipo de iniciativas. Debería haber más facilidades para organizaciones sin fines de lucro cuyo objetivo es ayudar, en vez de ponerle trabas. Para nosotros, por ejemplo, el tema de la inscripción legal ha sido un trámite muy costoso en el que hemos incurrido para ser formales y poder colaborar. Por otro lado, el Estado no está evaluando bien el tema de las regulaciones: muchas empresas contaminan y desperdician recursos enormemente. A diferencia del Perú, en otros países el tema del reciclaje y la responsabilidad social empresarial está mejor inculcado, y las empresas sí contribuyen con reducir sus impactos. Por el lado de la educación, ningún colegio te enseña sobre ecología práctica ni sobre proyectos sociales ecológicos.” ¿Cabría la posibilidad de crear sinergias entre Eco-Educa y otras organizaciones? “El año pasado le donamos a una ONG llamada EducaDando, quienes entregan unos packs escolares a los chicos con los que trabajan todos los años. Entonces, en vez de ellos comprar los cuadernos en una tienda, usaron los cuadernos Eco-Educa. El dinero recaudado nos sirvió para cubrir la campaña de este año. Además de EducaDando, quienes trabajan con distritos como Pamplona Alta, Villa María del Triunfo, Otuzco, han recibido nuestros cuadernos otras organizaciones como Esperanza y Caridad. Lo que queremos es encontrar los canales para llegar a más personas.” ¿Cuáles son sus metas al finalizar el año y sus objetivos de mediano y largo plazo? “Estamos evaluando la idea de trabajar con los gobiernos municipales, quienes podrían facilitarnos un lugar en donde dejar las hojas y así poder recolectarlas durante todo el año. Buscamos aumentar el número de colegios beneficiarios y generar nuevas alianzas con otras organizaciones. Nos encantaría, además, que en la universidad se conozca más el proyecto y podamos recibir donaciones de los alumnos y la comunidad universitaria, pues seguimos en búsqueda de nuevos voluntarios y gente con ganas de ayudar. Todos los que quieran ayudarnos con el proyecto, no necesitan donarnos hojas, también pueden ayudarnos con su tiempo, con ideas y con nuevas redes de apoyo.“ “Por cada tonelada de papel que reciclamos salvamos 17 árboles”