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LA VIDA DESPUÉS DE LA UP
Nuevos aires, nuevos retos: La vida después de la UP
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Escribe: Alfredo Vivanco Núñez (Ex Bocetiano 2011-2014)
Alfredo, ex estudiante de la Universidad del Pacífico y economista desde el 2014, nos cuenta su historia de vida luego de la UP. Cinco años o algo más en la UP te ayudan a conocerte a ti mismo, potenciar tus habilidades y encontrar tu objetivo en la vida; en suma, te ayuda a madurar. Es así como uno puede alinear sus expectativas con la realidad profesional, aquella con la que uno sueña desde que decide estudiar una carrera y dónde lo hará. Esto último es muy importante; debido a la exigencia - que muchas veces nos suena a cliché .Pero, a la hora de iniciar la vida profesional, entra en razón que el shock no es tan fuerte por lo acostumbrado que uno está a trabajar bajo presión logrando resultados eficientes, algo que es muy valorado en el ámbito laboral. El ser ex alumno de la UP es una responsabilidad muy grande: todo el entorno espera lo mejor de uno e, incluso, se convierte en un referente dentro de su círculo social. De seguro, son catalogados como los más “chancones” y los que menos tiempo disponen para poder divertirse. Y, efectivamente, no son gratis tales rótulos en su vida universitaria y, con mayor razón, en la profesional. En cuanto al tema académico, uno
nunca puede estar desactualizado de la especialidad que haya elegido. De esta manera, los cursos de postgrado y certificaciones estarán a la orden del día. Para ello, lo primordial es titularse. Esto servirá de mucho a la hora de encontrar un trabajo o, si se tiene uno estable, aplicar a un ascenso y tentar a una beca para una maestría en el extranjero: es necesario contar con licenciatura para acceder a ellas. Profesionalmente hablando, es vital especializarse. Si bien el primer año se podría trabajar en un área general ligada a nuestra carrera, es altamente recomendable elegir una en la cual podamos explotar nuestros conocimientos y habilidades al máximo: el trabajo no debe significar una carga, sino una oportunidad para mejorar integralmente y alcanzar nuestras metas.
Así, la pasión que se transmita en nuestro trabajo se verá reflejada en logros profesionales que incrementarán la competencia que poseamos en el mercado laboral a fin de lograr ser atractivos para firmas que cuenten con vacantes en el exterior.
Pero, no todo es estudio y trabajo, también se debe destinar tiempo de calidad para nuestro bienestar personal. En tanto practiquemos algún deporte o tengamos algún hobby en particular, es fundamental no dejarlo de lado y, si es posible, competir; ya que, la única forma de no caer en la rutina es estar en constante actividad. Además, es una excelente alternativa para combatir el estrés propio del ritmo de vida acelerado de todo profesional.
Sin embargo, lo más recomendable, desde mi punto de vista, es viajar: es la única forma de acumular experiencias de vida; así como, tener mayor perspectiva de las cosas, hacer networking e, incluso, encontrar ideas de negocio interesantes y novedosas para nuestra realidad. Todo ello es posible con el manejo de idiomas.
El inglés es considerado básico dentro de las aptitudes profesionales en la actualidad.
Pero, según mi experiencia, idiomas como el chino y portugués están a la vanguardia comercial, por lo que sería interesante estudiar alguno de ellos, al menos, para ser más competitivos y tener mayores oportunidades.
Asimismo, la vida social nunca debe dejarse de lado. El tiempo es el recurso escaso de todo profesional, por lo que el manejo eficiente de este nos traerá los mejores resultados en su mayoría de veces. No debemos descuidar nunca a nuestra familia, amigos y, en caso tengamos pareja, a esta, pues son 3 elementos que complementan perfectamente nuestra vida profesional, aquellos que serán nuestro apoyo en los momentos más difíciles y nuestra motivación para ser mejores cada día.
Algunos, por la naturaleza del trabajo (auditoría, por ejemplo) no disponen de mucho tiempo libre durante la semana. Por ello, es necesario hacerse un espacio el fin de semana para disfrutar de estos 3 elementos necesarios; así como, de nosotros mismos. Es complicado conseguir el equilibrio al inicio, pero, al tomar conciencia de que este será nuestro estilo de vida en adelante, la organización será fundamental para conseguirlo.
En suma, cabe resaltar que el tener un plan de vida es primordial para conseguir nuestras metas y ser felices con ello: nada se logra sin pasión por lo que hacemos. Los objetivos se deben plantear a corto, mediano y largo plazo, y, sobre la base de ello, enfocar nuestro esfuerzo para conseguir lo que nos proponemos. Así pues, la vida post UP es así, llena de retos y oportunidades, pero, sobre todo, única. Depende de nosotros aprovecharla al máximo, pues la universidad nos ha formado para trascender en lo que decidamos ¡Nos vemos en la meta!