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CAMILO CARRILLO

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CULTURA

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CAMILO CARRILLO: El impulsor de la inversión privada desde el MEF

Escribe: Alejandra Guardia

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La reactivación de la inversión privada es uno de los objetivos más importantes del gobierno para estimular el crecimiento económico. Hoy, Camilo Carrillo, un ex alumno, investigador y profesor UP, se encuentra a cargo de la Dirección General de Política y Promoción de la Inversión Privada (DGPPIP) en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). En medio de una apretada agenda, Camilo le concedió una entrevista exclusiva a Boceto y compartió una agradable tarde con nosotros.

Muchos tuvimos la oportunidad de ser tus alumnos de Economía General I o Decisiones de Inversión. ¿Qué destacas de tu experiencia como docente? Me encanta, simplemente me relaja conectarme con los alumnos. Cuando tenía t i e m p o , salía de dictar feliz y relajado. Sin embargo, el ciclo pasado –que fue el último que dicté– dictaba la mitad de tiempo estresado: ya no podía. Entonces, me fascina enseñar, pero creo que hace falta tener

FOTO: HELENA ASTORGA

tiempo para disfrutar más la experiencia con los alumnos.

¿Qué es lo que más destacas de la formación que recibiste en la UP? La capacidad analítica

En esta nueva Dirección del MEF, ¿cuáles son las tareas que tienes a tu cargo? Nuestra tarea es promover la inversión privada mediante dos mecanismos: el de Obras por Impuestos (OxI), modalidad que le permite a las empresas hacer obras con el pago de su impuesto a la renta; y Asociaciones Público Privadas (APP), que son contratos de largo plazo entre el Estado y el privado para otorgar servicios públicos.

¿Qué autocríticas le darías

Camilo Carrilo

a la gestión de inversiones que encontraste? ¿Cuál es el enfoque que tienes tú? Hace falta mejorar el sistema de OxI, recuperar la credibilidad con el sector privado, entender mejor las preocupaciones y generar los incentivos adecuados para invertir. Las capacidades en el Ministerio de Economía siempre han sido muy buenas, lo que hacía falta era ponerse del lado de los inversionistas y evaluar la problemática en cada proyecto, así como los riesgos que ellos estaban dispuestos a asumir. Además, hizo falta coordinar con los demás ministerios involucrados para definir una primera posición como Estado y, solo luego, juntarse con el privado para definir los contratos. Para lograr que proyectos tan necesarios como la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez o el Tren de Cercanías se concreten, ¿qué reformas priorizarías en el corto y largo plazo? En el corto plazo se necesitan mejorar las normas. Para lograrlo, el MEF está empleando la delegación de facultades (mecanismo en el que el congreso le otorga al Ejecutivo la facultad de cambiar leyes) para agilizar la inversión en infraestructura. En el largo plazo, hace falta alinear qué desarrollé. La Pacífico forma tu capacidad lógica y analítica para analizar económicamente un problema; es decir, te permite entender algo completamente nuevo solo captando el concepto. También te enseña muy bien econometría, macro y micro, pero con lo más importante que te quedas es con la capacidad de analizar y gestionar un problema. ¿Cómo comenzó tu carrera en el sector público? A mí siempre me interesó el sector público. Salí de la universidad y comencé a trabajar en el Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA). A los seis meses, me llamaron para trabajar en el MEF como analista de proyectos de inversión pública. Ese fue el comienzo. Luego, solo he trabajado en el sector público o en empresas privadas relacionadas con proyectos de inversión. “Aquí vemos proyectos que le cambian la vida de cientos de miles de personas, y existe una adrenalina que solo se vive dentro del Estado.”

FOTO: HELENA ASTORGA

los incentivos para que se traduzcan en proyectos más beneficiosos para el Estado y más atractivos para el mercado. Además, uno de los principales problemas es la disponibilidad de terrenos. Los grandes proyectos que uno ve en las noticias no comienzan su ejecución por la inadecuada entrega de terrenos. Otro tema es que el mercado peruano, a diferencia de países desarrollados, ha desarrollado muy pocos mecanismos financieros –como fondos de inversión– para financiar proyectos de inversión pública en APP. Por tanto, una de las tareas que tenemos es desarrollar instrumentos novedosos atractivos para el mercado, que sirvan para financiar inversiones.

En cuanto a la inversión pública ¿Qué opinas del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP)? Yo creo que el SNIP es necesario como metodología para evaluar la rentabilidad social de los proyectos. El problema es que se ha convertido en una discusión de insumos, y cuando dejas de discutir si a la sociedad le conviene invertir o no en un proyecto y solo discutes los detalles de los insumos (como cuánto cementos es necesario para cada tramo de la carretera), se pierde el sentido del análisis. Yo creo en la metodología enfocada en la obtención de los resultados: en los outputs más que los inputs.

Uno de los grandes problemas con los que está enfrentándose el nuevo gobierno es con que gran parte de los recursos ya comprometidos han sido destinados a proyectos cuya formulación no ha sido adecuada. En adelante, ¿cómo se puede solucionar eso? Desde la inversión privada no se dan estos casos porque el privado no postularía si los proyectos estuvieran mal diseñados. Lo que sí existe son contratos en donde no se han alineado bien los incentivos y en donde no ha habido una buena asignación de riesgos. Muchas veces, se asigna un riesgo al Estado que bien podría tomar el privado, o viceversa. Entonces, en lo que debe t r a b a j a r s e en cuanto a la inversión privada es en incorporar el riesgo a quien mejor lo sabe gestionar. Por ejemplo, si el Estado tiene los recursos necesarios para la expropiación (como el sistema de j u s t i c i a ) , e n t o n c e s él debe encargarse de la expropiación. En cambio, si el que sabe construir una determinada estructura es el privado, él debe encargarse de la ejecución de la obra. Por el lado de obra pública tradicional, de la que se encarga el SNIP, hay, efectivamente, proyectos que no han tenido un buen análisis. Si ya se ejecutaron no hay nada que hacer, es un costo hundido. Si no se han ejecutado, hay que mejorar cada vez más la formulación de proyectos.

¿Qué opina del ministerio de Apoyo a las Regiones? Yo no sé si la creación de un nuevo ministerio sea la solución. Lo que sí me queda claro es que se necesita mejorar la coordinación con las regiones y potenciar su capacidad técnica para

FOTO: HELENA ASTORGA

Finalmente, ¿Qué les diría a quienes les interesaría trabajar en el Estado, pero que se desaniman de ello por los pocos incentivos que reciben en comparación al sector privado? Este es ya el tercer ministerio en el que trabajo, y estar en el Estado siempre ha sido muy satisfactorio. Creo que detrás de la decisión de trabajar aquí existe un tema de mística; es decir, hay un componente de motivación también. Si me preguntas si es más fácil trabajar en alguna empresa privada que aquí, te respondería que seguramente trabajar allí va a ser más cómodo, porque no tendrías que venir a trabajar al centro de Lima (risas). Sin embargo, existen otras satisfacciones que van más allá del sueldo y que no siempre te da el sector privado. Aquí vemos proyectos que le cambian la vida de cientos de miles de personas, y existe una adrenalina que solo se vive dentro del Estado. Por ejemplo, la semana pasada estuve en APEC y fue increíble conversar con gente de 20 países distintos. Además, trabajando en el Estado puedes conseguir una carta de recomendación y tienes las puertas abiertas para estudiar en cualquiera de las mejores universidades del extranjero.

TESTIMONIO DE EXPERIENCIA UP Sandra Barletti, estudiante de Economía

¿Qué beneficios te da trabajar en el Estado?

Existen muchas becas a las que puedes aplicar si eres empleado público cuando cumples dos años de servicio. Además, relacionarte con personas del sector público y de cooperaciones internacionales –como el Banco Mundial y la CAF– te permite abrir enormemente tu red de contactos. Tengo que decir también que trabajar aquí complementa tu formación académica. En esta dirección vemos temas de macroeconomía, regulación y competencia, y siento que es una maestría que no estoy pagando (risas).

¿Qué mensaje les darías a los alumnos que aún no se animan a tener experiencia en el sector público?

Si tienen la voluntad y vocación de trabajar aquí, les diría que se atrevan a postular, porque creo que es una experiencia enriquecedora, tanto profesional como personalmente. Esta dinámica distinta te permite aprender a trabajar bajo presión y a resolver problemas que involucran a personas de todo el país. Además, trabajar en un ministerio le da una compensación importante a tu perfil profesional, y la formación que recibes aquí te puede ayudar a encontrar mejores oportunidades laborales en el futuro.

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