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Actualidad
NO ESTUDIA, NI TRABAJA: MUJERES EN LA TRAMPA DE POBREZA
Escribe: Katherine De la Cruz
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Hoy existen 1.4 millones de “ninis”, jóvenes que no estudian ni trabajan cuyo porcentaje es equivalente al 19.2% de la población juvenil del Perú. Sin embargo, lo alarmante es que la mayoría del grupo son mujeres, entonces ¿Cuál es la causa este fenómeno?
Lamentablemente en el Perú cada vez son más los jóvenes entre 15 y 29 años que se pueden identificar como “ninis” ya que su precaria condición educativa ocasiona falta de oportunidades para acceder a un empleo formal, lo cual empobrece el proceso de formalización en nuestro país. Actualmente, la mayor concentración se encuentra en Lima y Callao (44.2%), incluso se afirma que esta condición afecta más al área urbana que al rural a pesar de que exista una mayor brecha de oportunidades (Peñaranda, 2017).
Sin embargo, lo curioso es que estos jóvenes deciden no trabajar ni estudiar, además se identificó que el 64.2% del grupo son mujeres. Entonces se evidencia que existe una brecha de género dentro de este conglomerado. Según Peñaranda, la convivencia, matrimonio y embarazo son los principales eventos que llevan a posponer los estudios de una mujer, cuyos efectos incrementan las brechas tanto en aspectos educativos como laborales entre hombres y mujeres.
Esto se debe a que las mujeres jóvenes son aquellas que se dedican a actividades semejantes o pre-establecidas durante toda su vida como limpiar el hogar. Mientras que los hombres se encuentran en constante evolución y cambio conforme transcurre los años. Es decir, la cultura marca que el hombre no tendrá un papel en las labores del hogar ya que solo se dedicará a crecer como profesional. Entonces las mujeres sufren de un grave problema ya que las amarran a una trampa de pobreza.
Por otro lado, la falta de preparación y menor grado de educación alcanzados por los ninis también se debe a la existencia de una curva de educación U invertida. Es decir, los padres se preocupan por educar a sus hijos en los primeros años de vida; sin embargo, a medida que estos crecen el interés por educarlos disminuye.
En el caso de las mujeres, esta sería más pronunciada ya que puede verse reflejado en la preocupación de los padres por su educación primaria y como el interés disminuye en grados superiores a comparación del sexo opuesto. Según las cifras del INEI, el 29.3% de hombres y 24.7% de mujeres -de 25 años a más- han alcanzado solo primaria. Sin embargo, podemos notar que esta diferencia se incrementa considerablemente para aquellos que culminaron secundaria siendo 33.2% para mujeres y 42.5% para hombres.
Por ende, este fenómeno es una situación muy compleja. El segmento es muy sensible para la sociedad, puesto que muy a aparte de la falta de oportunidades también surge a partir de los conflictos que todo adolescente enfrenta, los cuales se relacionan con la familia. Por ello, más allá de programas de inserción laboral es importante tomar en cuenta los efectos que pueden tener diversas políticas públicas en la creación de los ninis. Entonces es importante que el Estado considere la relevancia de este sector juvenil ya que actualmente se pierde el capital humano, especialmente en las mujeres.