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15 DCA y el esfuerzo incesante de sus socios
DCA y el esfuerzo incesante de sus socios Katja Levin Representante Regional / 2002-2004
Tuve el privilegio de trabajar con el programa de DCA en Centroamérica durante 10 años y la tarea de liderar nuestra oficina regional en Honduras del 2002 al 2004. El programa de los derechos humanos ha sido y continúa siendo el referente del programa centroamericano y DCA aprendió, en forma global, muchas de las lecciones dadas en Centroamérica. Las atrocidades del conflicto armado seguía siendo un enfoque fuerte, donde los socios de DCA se esforzaban incesantemente por aportar evidencias. Gracias a esto, se dieron victorias ante los sistemas judiciales, brindándoles justicia a las víctimas y a sus familias. Sin embargo, las nuevas dinámicas le abrieron paso a nuevas cuestiones de programas, y la ayuda legal se convirtió en el aumento de movilizaciones e incidencia. Los juristas daneses visitaron Centroamérica por segunda vez en el 2003 (la primera siendo en 1998), y esta vez la visita también incluyó a defensores prominentes de los derechos humanos y funcionarios públicos en El Salvador y Honduras. Definitivamente se vio el progreso, pero muchos desafíos permanecieron. La delegación de juristas llegó a solo semanas de la masacre en la cárcel de La Ceiba, al norte de Honduras. En general, hablamos mucho sobre la región y la importancia de trabajar regionalmente. El programa de DCA en Centroamérica tenía actividades en Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, donde las dos primeras eran los países de enfoque. El huracán Mitch en 1998 mostró la importancia de tener una respuesta precisa ante emergencias, incluyendo preparaciones ante desastres regionales, y DCA jugó un papel muy importante en el fortalecimiento de los Foros Nacionales de ACT y el estableciendo ACT en Centroamérica. La región también conoció nuevas formas de movilización y participación. En Honduras, los Planes Estratégicos para la Reducción de la Pobreza (PRSP) dieron vida a los planes desarrollados por la comunidad y los ciudadanos activos. DCA estaba dando a conocer pequeños PRSP en las redes nacionales y globales de la PRSP. También se dieron otras formas de movilización. La Plataforma Agraria, con sus miembros multisectoriales (campesinos, indígenas, eclesiásticos y académicos), fueron la voz, con el poder tanto de movilización como de alternativas de desarrollo rural. Además, el internet había abierto puertas, y DCA tomó sus primeros pasos en el mundo digital y brindó apoyo a la revista digital Revistazo.com. Esta se tomó como un medio alternativo de apoyo a largo plazo, enfocándose en el acceso a la información y libertad de expresión. Y finalmente, DCA no sería lo que es sin sus socios. Son estas personas quienes alcanzan los logros: Defensores infatigables de los derechos humanos, líderes visionarios, investigadores excelentes, mujeres y hombres fuertes, varios de estos pagaron un precio muy alto por su participación. ¡Gracias por liderar y continuar este trabajo por la justicia y la igualdad por una sociedad sostenible y responsable!
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DCA and the persistent work of its partners Katja Levin Regional Representative / 2002-2004
I was very privileged to have worked with the DCA Central America program for 10 years, and in 2002-2004 with the task of leading our regional office in Honduras. The human rights program had been and continued to be a flagship in the Central America program and many lessons from Central America were learnt by DCA globally. There was still a strong focus on the atrocities of the armed conflicts and tireless efforts of DCA partners were bringing evidence and important victories were won in the judicial systems giving some justice to victims and their families. However, new dynamics also gave spaces for new program issues and legal aid was increasingly converted into mobilization and advocacy. The Danish jurists visited Central America in 2003 for the second time (first time being in 1998), and this time the visit also included prominent regional human right defenders and public servants in El Salvador and Honduras. Some progress was definitely seen, but also many challenges remained. The jurist delegation came just weeks after a massacre in a prison in La Ceiba, northern Honduras. In general we talked a lot about the region and the importance of working regionally. The DCA Central America program had activities in Honduras, Guatemala, El Salvador and Nicaragua, with the former two being focus countries. Hurricane Mitch in 1998 had shown the importance of accurate emergency response, including regional disaster preparedness and DCA played a strong role in strengthening the ACT National Forums and establishing of ACT Central America. The region also saw new forms of mobilization and participation. In Honduras, the Poverty Reduction Strategy Plans (PRSP) gave life to engaged citizens and community developed plans. DCA was hosting a small PRSP secretariat feeding into national and global PRSP networks. Also other forms for mobilization took place. Plataforma Agraria with its exciting multisectoral member base of peasants, indigenous people, church and academia was a strong new voice with both mobilization power and alternatives for rural development. Furthermore, internet made new pathways and DCA took its first steps into the digitalized world and supported the digital magazine Revistazo.com which was added as long term support for alternative media and focus on access to information and freedom of speech. And finally DCA would not be much without its partners, and achievements are made by people: Tireless human rights defenders, visionary leaders, excellent researchers, strong women and men. Several paid a very high personal price for their engagement. Thank you for leading and continuous the work for justice, equality and sustainable and accountable societies!