Arquitectura 182 - 1934 by Sociedad de Arquitectos del Uruguay SAU

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Sea cual fuere su problema, grand e o pequeño, la Otis siempre estará preparada ' . para resoh·erlo en la manera más moderna '" econom1ca . •

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Arq. M. ABADIE SANTOS

ARO XX -

1934 -

N ú M E R O

J. C. SIRI

182

SEMBLANZA DEL DECANO SALIENTE A

GORIO, asombrosamente culto, cultivadísimo, infatigable estudioso, detrás de su exterior s;erio y preocupado cobija una exquisita sensibilidad. Dándose siempre y por entero a la juventud, sencillamente; rara generosidad. Honrado y justísimo en sus juicios, en su proceder; y en sus preocupaciones ; por las grandes y por las pequeñas cosas. Hurgador de todos los conceptos, equilibrado, razonador y artista. Todas estas extraordinarias condiciones estuvieron sostenidas durante su decanato por una enorme voluntad d e perfección, por una rara pulcritud, por un amor intenso por el bien. Esa sencillez, esa gran cultura, ese gran amor y su talento, hacen de nuestro querido ex decano, la figura-ejemplo de director intelectual y espiritual de una casa de estudios, y aun cuando, como es lógico, surgen otras figuras con máximas y diversas condiciones, como conductores o pedagogos, Agorio se nos presenta siempre como símbolo de ponderación de unidad, de independencia, de sencillez, porque en síntesis, AGORIO ES UN MAESTRO, en todos los instantes, en todas las actividades y en todos los silencios. MAURICIO

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EL ARQ. AR_M ANDO ACOSTA Y LARA, NUEVO DECANO DE LA ·FACULTAD DE ARQUITECTURA VIENES, siguiendo los impulsos de una verdadera vocación, se han entregado de lleno a la vida universitaria, - pulsándola y viviéndola con diversas intensidades - · pero dándose con .el entusiasmo y el interés superior que aquélla reclama, sólo ellos, saben cómo se forja una personalidad en ese ambiente. La ciudadanía universitaria, nace con la condición de intelectual, fluye del espíritu y únicamente es dable ostentarla, a los hombres que surgen <le su seno, poseedores de una evidente elevación y cultura, que los habilita exclusivamente a ellos, para ejercer la dirección de la juventud, sin desnaturali zación y sin debi· lidades, capaces éstas, de deformar la mentalidad y la moral del estudiante. Solamente esos espíritus selectos, pueden llegar a compenetrarse de las necesidades, en el o rdep. docent.e, y a comprender los problemas derivados <le ellos, de manera tal, que sus soluciones traduzcan las sabias directrices capaces de orientar la acción del claustro. En ese sentido, es fundamental - como condición si1·1e qua non de un dirigente - , la personalidad universitaria, formada por la conjunción de dotes especiales: la capacidad o preparación en lo intelectual; la dignidad, forjada en ia conquista tenaz de las normas impuestas por la rectitud y la ecuanimidad, que son formas del carácter y paralelamente a ellas, la si-ncerida.d - forma de la inspiración - como valor humano, fundamental para armonizar las caracterír;ticas personales del dirigente, con el supremo interés de la universidad. Y esa personalidad, sólo es lograda con una viva actuación, de años largos, en la dirección de la casa de estudios ; sobre ella ·debe, pues, cimentarse .el relieve y la reputación de la figura universitaria, llamada a dirigir. El arquitecto Acosta y Lara, llega al D ecanato de la F acultad de Arquitectura, rodeado de una atmósfera de esperanzas, que predispone a presenciar una. acertada y digna gestión, en car go tan destacado. Su eficiente actuación, ya sea en la Sección de Enseñanza Secundaria y Preparatoria, - donde desempeñó los cargos de Profesor, Consejero, Director .del Liceo Nocturno y luego del Rodó, en cuya Dirección lo sorprendió su des:gnación de Decano de la Facultad de Arquitectura - , ya en la propia Facdtad, como Profesor y Consejero, es la más viva exteriorización de la ilustra· ción y conocimiento r eal de las cuestiones docent~es, que lo señalan como un calificado universitario. Su conciencia y dedicación, p uesta s al servicio de una causa, que abrazó con amor indiscutido, se traducen por .el espíritu justo y comprensivo con que desempeñó cargos de tan seria responsabilidad. En resumen: su actuación, ha evidenciado el valor de sus aptitudes. ARQUITECTURA, hace llegar al nuevo Decano, arquitecto D. Armando Acosta y Lara, sus felicitaciones más fervientes, por la honrosa designación de que ha sido objeto y tiene la profunda convicción de que su gestión, en cargo tan oelevado ha de converger con la obra realizada por sus antecesores, desde ese sitial de privilegio, logrado por sus méritos i~discutibles, en el sentido de elevar el plano moral, intelectual y profesional de la carrera de arquitecto.

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EL SALON 1934 DE LA ''SOCIETE FRANCAISE DES URBAN ISTES'' '

N la rotonda del Gran Palai s de los Campos Elíseos, üene lugar actual· mente el III Salón de la Société Fran<;aise <les Urbanistes que preside el distinguido arquitecto-urbanista M r. Adolphe Dervaux. Se trata de un conjunto de obras que llevan, casi todas, firmas eminentes. El Salón se divide en cuatro :.:ecciones. La primera es una exposición retrospectiva, desgraciadamente dtmasiado restringida, de la obra de León Jaussely, ese hombre ardiente -- cttya pérdida f ué universalmente lamentada - a quien Laprad~ llamó ti "Janrés <lel urbanismo". Entre varios trabajos suyos figuran planos de la urbanización y ensanche de Barcelona, Berlín, París y otras planificaciones de menor importancia. La segunda sección está consagrada a la participación en !a obra urbanística del Servicio Geográfico del E jército, que abarca la primera etapa de toda urbanización : el estudio de la situación general geográfica.

La sección tercera comprende los dibujos y maquettes de urbanismo. El eminente urbanólogo 11r. Agache, presenta <los trabajos de gran interés : los planos esquemáticos del plano -directivo de la transformación del Gran Estambul y la creación de una ciudad satélite lacustre c.erca de San Pablo. El concurso de E stocolmo dió motivo a varios urbanistas para hacer una presenta· ción de los planos que enviaron a ese gran certamen realizado recientemente. La Compagnie Aéri enne Fran<;aise expone un plan de urbanismo por aplicación de la fotDg ra f ía aér,ea · ( Arger; Casablanca, Buc-arest). E l arquitecto-urbanista Mr. Greber muestra un conjunto de detalles de su Plan de Urbanización de :M arsella. Los notables paisaj istas, Mr. Edouard R edont y Mlle. Anita Redont concurren con una valiosa muestra de sus proyectos y r·ealizaciones en materia de parques y jardines. La "Route Océane" es el sugestivo título de un clocumentado traba jo de Saint-11aur ice. Muchos otros importantes estudios que figuran en esta sección ponen de manifiesto la preparación y la actividad de los urbanistas franceses. La cuarta sección consiste en una muestra de los libros dedica dos al urbanismo y las publicaciones administrativas que tratan el mismo tema. Entre las obras nuevas que figuran en el catálogo, juzgamos conveniente recomendar a los especialistas el libro de Greber, prologado por Prost, que se intitula "Plan d'aménagement et d'extensión ·de la Ville de !\1arseille" y "le Nouvel Anvers" de Gutton, con prefacio de P ontremoli. Consideramos, finalmente, de interés traducir los siguientes conceptos del Presidente de la Société Fran<;aise des Urbanistes" con motivo de la apertura del actual Salón: 11

"En un E stado racionalmente organizado - ha dicho M r. Dervaux - el niño de la escuela primaria, el alumno de la enseñanza secundaria, el adulto de las Facultades, el homure de la calle lector de diarios, ·deben saber lo que es el urbanismo, base de la Ciudad. Nuestra persuasiva y perseverante acción conseguirá que la juventud sea ed ucada en lo que se refiere al urbanismo. Es necesario que todos comprendan lo que puede ganar la higiene corporal y la rlel espíritu con las realizaciones que programamos. Cada año despertaremos a las imaginaciones y contribuiremos a descubrir lo que la educación no ha re· v,eJado aún . La demolición considerada como arbitraria de un conjunto de antiguas casas - siempre en Francia de un gran carácter estético - está exigida, aqui por la necesidad de la higiene; allí, por la circulación moderna; más

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allá, por el descubrimiento de un panorama hasta entonces oculto. En 1931, 312.000 peatones quedaron inutilizados o muertos en las rutas y en las calles de los Estados Unidos. La higiene del cuerpo impone esas demoliciones menos costosas que los accidentes. Ellas aseguran el asoleamiento, suprimen las contaminaciones, impiden al minotauro 20 caballos devorar a los miembros de su familia. En medio de las obras de arte que rodean nuestra exposición, omitimos presentar, siendo técnicos y prácticos, consideraciones de urbanismo. N o hay que asustar a las personas que creen que el urbanismo es un artículo de lujo y se espantarían si les dijéramos como a vosotros - visitantes comprensivos - que se trata de trazados artísticos para preparar la Belleza. Cuando afirmamos proteger la salud lentamente minada en las casas y la vida bruscament.e extinguida en la calle, decimos la verdad, no nos dirigimos a los bárbaros; sin embargo es del arte que se trata. Abrimos a las ciudades horizontes admirables : trabajamos por la higiene del espíritu. El hombre busca la belleza que sabe comprender y que algunos tienen el don de crear: el urbanista ideal sería el más completo de los hombres. Conserva o pone de manifiesto la Belleza en la naturaleza. La Belleza artificial, por la casa, por el objeto, comienza en el urbanismo, depende <le esta ciencia y de este arte".

R. L. A.

o o o REGLAMENTACION DE LA PROFESION Transcribimos a continuación, el brillante y documentado "Informe", sometido a consideración de la Comisión Directiva de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, por la comisión designada al efecto, integrada por los arquitectos D. Alfredo R. Campos, D. Horacio Acosta y Lara, D. Carlos Pérez Montero y D. Leopoldo Carlos Agorio. De la meticulosa y delicada tarea realizada por los distinguidos colegas, es prueba elocuente la metodización del estudio del tema, que ha sido analizado bajo diferentes aspectos: histórico, técnico, docente, etc., De ese estadio merHtado y analítico, surge el verdadero alcance y los valores sociales y universitarios de la profesión de arquitecto, corroborando esos conceptos, mediante escrupulosa. recopilación de antecedentes legales y legislación vigente ~n Jiversos países. M. A. S.

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REGLAMENTACION DE LA PROFESION DE AR UITECTO INFORME presentado por la Sociedad de Arquitectos del Uruguay a la Comisión designada por el Ministerio _d e Instrucción Pública por decreto fecha 25 de octubre de 1933, para reglamentar las profesiones de Ingeniero, Arquitecto, Agrimensor e Ingeniero Agrónomo.

LA PROFESION DE ARQUITECTO

A) La antigüedad. -

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B) La actualidad. -

Su definición

A) "Ciencia directriz de todas las otras·', o "Arte la más excelente de todas", es la acepción que le asigna Milizia. En efecto, sin recurir a los lejanos tiempos que Spencer investiga para fundamentar su obra, "El origen de las profesiones", por la cual la acción del arquitecto, en su principio adquiere un sentido casi sagrado, en todas las edades, ciencias, artes, industrias, filosofía, historia, economía, leyes, etc., contribuyeron a dar los conocimientos básicos que es necesario poseer para el dominio de tan vasta profesión, la que ya en la civilización romana, al decir de Vitruvio, en el más antiguo tratado de esa ciencia o arte, que se conoce, se consideraba la Arquitectura como el "Arte de Construir", en el concepto más amplio, y la dividía en tres grandes grupos, a saber: los edificios, la gnomónica y la ' . mecamca. Anteriormente la Arquitectura, así como prohijó todas lt:~s Artes, abarcaba el conjunto de toda actividad constructiva, estando la ingeniería (de ingenio, máquina), destinada a desarrollarse en el campo de la inventiva mecánica, y dándose desde el siglo XVI, la designación de I ngeniero, a los que manejaban, inventaban o aplicaban tales inventos. Antes de esa época, eran Arquitectos - y así se designaban - los que se ccuparon de todo lo relativo a la construcción ; y como testimonio elocuente de esta afirmación, están los diez libros de Arquitectura de Vitruvio, ya citados, en los que se dan los principios para la ejecución de muchos trabaj os que en el andar del tiempo pasaron al dominio de la Ingeniería. Milizia en su obra famosa, al igual que Vitruvio, define la Arquitectura como el "Arte de Cottstruir», diciendo que ella abre y prepara vías al comercio, construye naves y puertos, forma caminos y r epresas, nivela y perfora montañas, rellena valles, echa puentes sobre rápidos y profundos cursos de agua, t ncauza canales, desvía torrentes, construye esclusas y deseca pantanos y lagos. Se ve, pues, que la Arquitectura ha abarcado - como una ciencia madre - todo lo que con el empleo y utilización de los materiales y su resistencia se relaciona; en una palabra : con la construcción en el sentido más lato del vocablo. Muchas de las que hoy constituyen especialidades de la Ingeniería, eran así Arquitectura, como la Hidrául ica, la Naval, la Militar, la Civil, etc.; de ahí que se justifiquen las definiciones antiguas de los clásicos. Y las especializaciones - apremiantes más que nunca en nuestros días - traj eron no sólo la segregación de ciertas ramas constructivas 11ara hacerse independientes, sino que, aún dentro de la Ingeniería, surgieron nuevas profesiones particularizadas a una actividad, quedando la Arquitectura circunscripta a los t'dificios, entendiéndose por tales no sólo los de carácter uti litario para dar vivienda al hombre y a sus instituciones, sino también, los que llenan una necesidad espiritual imperiosamente impuesta por la vida civilizada. Es así Arquitectura - al decir de Reynaud - el arte de las conveniencias y de lo bello en las construcciones, y desde Platón a Spengler, siempre se le concedió jerarquía de superioridad, y autonomía de función independiente entre lo más puro de lo que puede producir el intelecto humano. Ingeniería, dirígese, pues, en su actividad superior, a la aplicación de las ciencias matemáticas y físico-naturales en todo el inmenso campo industrial que regula la vida económica del mundo, ya en el estado productor y normal de la paz, como en el destructor y eventual de la guerra. Arquitectura es la misma aplicación científica a un fin artístico, encuadrándose este

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r concepto a las necesidades de la conveniencia para el buen vivir, sano, agradable, seguro e higiénico de los hombres y de las colectividades. Por eso es que ambas profesiones, - la primera en sus innúmeras especialidades, la segunda con la concisión del término que la distingue, - no mantienen de común n.ás que lo que por el enlace de todas las ciencias que er. ellas se aplican puedan aportarles, como ocurre en muchas otras actividades d~ la intel!gencia sin tener ni subordinación ni semejanza alguna. B) De lo expuesto resulla verdadera la definición de Arquitectura que, para la actualidad, nos da la Academia Francesa cuando dice: que "es el Arte de ordenar , disponer, construir y ornamentar los edificios'', y le asigna, et'ltonccs, al Arquitecto moderno esta función lógica expresada en el concepto de que es "el artista que compone los edificios. determina sus proporciones, su distribución, sus decoraciones y hace ejecutar baj o sus órdenes y en regla, los presupuestos". Por consecuencia, el Arquitecto, además de artista y de hombre de ciencia, debe ser un práctico conocedor avezado de la administración de una obra que ha concebido y creado, capaz por su cultura y por su carácter, de dirigir y saber co1ocarse en el justo medio entre infinidad de intereses encontrados, de los que él es ároitro, que los tendrá que resolver con justicia y de acuerdo con la ley, siendo, sobre todo, un constructor en cuya función ninguno de los secretos técnicos le debe estar vedado, porque al justo decir de Ruskin, no hay arquitectura que no surja de la construcción y todos los caminos que condujeron a las civilizaciones a crear sus estilos. así como los que llevan a plasmar una estética nueva, están trazados hacia el hecho de poner en evidencia, en formas artísticas, las que surgen de la verdad constructiva estructural y plástica. Es todo ello, bastante actividad para absorber una Yida, lo que justifica la profesión única e independiente que es, y que tiende más hien a diversificarse dentro de ella, desde que el concepto colectivista de la época, ya da al edificio el valor de célula, y a los conjuntos ciudadanos el de una unidad científica y artística hasta ahora desconocida, que exige del arquitecto contemporáneo una versación y una cultura mucho mayor y más extendida que el de pasados días. Y , por otra parte, los refinamientos del con fort actual y la aplicación de una técnica más depurada y de mayores recursos científicos, obligan al arquitecto a una también mayor profundidad de sus conocimientos. para cumplir ·su misión de armonizador de todas las actividades que se desarrollan para tlevar a cabo su concepción. Y esta función está regulada por leyes morales y por una legislación positiva, lo que quiere decir que la Sociedad y el Estado reconocen su existencia no rlependiente de ninguna otra actividad. Hay una ética profesional concretada ya desde el Código de Guadet, para los arqui· t~ctos franceses asociados en la Sociedad Central de Francia, o en el Reglamento del Insti· tuto de los Arquitectos norteamericanos, que se extiende hasta tos votos emitidos en los diversos Congresos Internacionales y Panamericanos, que todas las naciones civili1.adas prohijan como actos útiles para el adeh.nto social; así como existen disposiciones de legislación positiva sobre la profesión, ya incorporadas al Código Civil como al Código P enal. Posee, pues, la profesión, una personería jurídica y moral inconfundible y es una actividad indispensable para el mejoramiento y avance de la vida de los pueblos. Es, además, una actividad intelectual definida, y sus funciones no tienen interferencias con la actividad comercial; se rige, por tanto, como una profesión liberal fundamental· mente, sin punto de contacto con la de contratista o empresario, que es el ejecutor de las concepciones del Arquitecto, bajo la dirección, contrator técnico, científico y artístico de ~ste y es allí donde el Ingeniero posee excepcionales condiciones para actuar en la faz industrial de la construcción. Guadet sintetiza perfectamente su pensar, diciendo: "la Arquitectura no es un arte "de imitación, tampoco lo es de concepciones arbitrarias de estética "a priori". Ella es, •· ante todo y por sobre todo, el arte de lo verdadero; lo verdadero en los destinos a "satisfacer; lo verdadero en la construcción en presencia de los medios, pero lo verdadero " en las manos de un artista". Queda definida y delimitada así, la profesión de Arquitecto en su espíritu, como actividad facultativa necesaria e indispensable para el bienestar humano, objetivo superior que, en todas las edades, ha constituido su razón de ser en la afanosa lucha de los hom· bres, frente a las imposiciones de la vida.

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La profesión de Arquitecto en nuestro pafs. - Su evolución. - La Facultad de Matemáticas. - La Facultad de Arquitectura. - Su objeto y su plan de estudios. - Lo cultural y lo especializado.- Estudio comparativo con los planes de estudio de otras profesiones.- Interferencias aparentes, ninguna real. Definirlo el Arquitecto, vemos que, sin embarcarnos en ur.a historia retrospectiva de los estudios de la antigüedad, ya Vitruvio, en su Libro I , capítulo I, nos dice: Que "los "griegos exigían a los que a este arte se dedicaban, que jtmtasen a las disposiciones natu· "rale, un gran amor al trabajo y los más variarlos conocimientos. Querían que fuesen

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"hábiles dibujantes, sabios geómetras, versados en las ciencias matemáticas y físicas, "siendo también literatos y poseyendo nociones de jurisprudencia, medicina y aún de música". En todas las épocas - como así en la actualidad - vemos las enseñanzas agrupadas en cuatro categorías, a saber: artísticas, científicas, jurídicas y económicas, habiendo otro aprendizaje indispensable, que es el práctico. En nuestro país esos estudios superiores comienzan recién en 1885, con la creación de la ex Facultad de Matemáticas, según ley de t.o de julio del citado afio, primera que organiza en conjunto la Enseñanza Secundaria y Superior de la República. Cierto es que ya antes de crearse ninguna escuela de Ingeniería, en 1832, apenas organizado el país, durante la primera presidencia del General Rivera, el Presbítero doc· tor Dámaso Larrañaga, presentaba a la consideración y estudio del Senado, - de cuyo cuerpo formaba parte, - en la sesión del 29 de marzo de ese año, un proyecto que facultaba al Poder Ejecutivo a crear algunas cátedras de caráctar universitario, y en el mismo proyecto se gestionaba la fundación de una "Academia Militar de estudios, nece"sarios a los individuos del Ejército y la Armada que abracen las matemáticas y espe" cialmente de la Arquitectuf'a y fortificación, la astronomía práctica y navegación", según la textual expresión del legislador. A pesar de la ley de 1885, y de estar sancionados los correspondientes planes de estudios en abril de 1886, no fué posible empezar los cursos en la Facultad de Matemáticas hasta el año 1888, habiéndose inscripto recién en el año 1890, el primer estudiante que siguió los cursos de Arquitecto. El primer Decano, Ingeniero y Arquitecto don Juan Monteverde, en su informe al rectorado, elevado el año 1891, decía: "A fines del año pasado llamé la atención del señor Rector acerca de la "necesidad imprescindible de dotar a la Facultad de Matemáticas de un local que " permita el regular funcionamiento de sus clases, que en el año (1891), deben " llegar a 20." La vida de la común Facultad era muy precaria y recién ese año 1891, quedaron instalados los gabinetes de materiales de construcción, de geometría descriptiva, estereo· temía, mecánica, topografía y geodesia, un pequeño Museo de Arquitectura y el Labo· ratorio de Materiales de Construcción. Más tarde, en 1893, se crearon las cátedras co· rrespondientes al último año de estudios de Arquitectura, viniendo con esto, a comple· tarse el cuadro de las clases relativas a las carreras de Ingeniero de Puentes y Caminos, Arquitecto, Ingeniero Geógrafo, Ag rimensor y Maestro de Obras, que en conjunto comprendían 26 cursos a cargo de 18 profesores. Siguiendo una serie de vicisitudes, y tratando la profesión de abrirse camino entre la bruma de cierta incomprensión del ambiente poco culto, que creó artificiosamente jerar· quías ilógicas en los títulos superiores que ex pedía la ex Facultad de Matemáticas-los que a veces _§.e consideraron, para unos, como encuadrados en un escalafón de valores científicos, y para otros como una simple cuestión de capacidad mental, que escalonaba las carreras desde el triunfo de la obtención del máximo título, hasta el fracaso o la derrota de los que no podían llegar a él - se empezó a comprender por todos, que esas dos actividades intelec· tuales distintas, de igual categoría funcional y facultativa, necesitaban desarrollarse libre· mente en dos escuelas distintas también, aunque de valores semejantes, en cuanto a la importancia de los estudios que impartían. De ahí la creación de la Facultad de Arqui· tectura de la Universidad de la República, por ley del 27 de noviembre de 1915, que tiene por finalidad dar la enseñanza técnica, científica y artística necesaria al Arquitecto; y por el artículo 1.0 de esa ley, se definen así los cometidos de ambas Facultades: 11

Créanse con los elementos de la F acultad de Matemáticas las Facultades de 11 que habla esta ley. "a) La Facultad de Ingeni ería y Ramas Anexas. 11 Esta Facultad expedirá títulos de I ngenieros de Puentes y Caminos y de "Agrimensor, pudiendo programar estudios especialts en Ingeniería y Ramas "Anexas. "b) La Facultad de Arquitectura. 11 Esta Facultad expedirá el título de Arquitecto y tendrá entre sus cometidos "el de preparar elementos idóneos para el arte de la construcción y ramas anexas".

El valor de esos títu,los, si es que alguien quiere darles una cotización, está bien determinado en lo que expresó la más alta autoridad universitaria, el Consejo Central, que es quien los expide, declarando, cuando todavía ambas carreras se cursaban en la misma Facultad, que ellos tienen igual importancia científica e idéntico valor, lo que hizo r¡ue la Comisión de Instrucción Pública de la Cámara de Representantes manifestara en un informe: " Ocurre que la Arquitectura no es en verdad una rama anexa de la Inge· '' ni ería; son dos cosas simplemente distintas : son dos carreras con caracteres pro"pios y hasta con t ítulos científicos equiparables, como lo hac.e notar el Consejo "Universita-rio en el informe que pasó a la Comisión de Instrucción Pública, etc." •

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Y en el mensaje del Poder Ejecutivo a la Asamblea General, de fe~ febrero 23 de 1915, se sentaba igual principio, diciendo: "Cuando se planeó la reforma de la ley universitaria, según el régimen que "ahora existe, los estudios de Arquitectura no revestían la importancia suficiente " para constituir Úna sección autónoma. Los prpgresos que en ellos se han " realizado desde entonces son notables, llegando a igualarse los estudios de Ar· "quitectura a los de lngenkría, de Medici-na y de Abogacía. Estas circunstan· "cías han inducido al Poder Ejecutivo a proyectar la modificación del Consejo "de Matemáticas a fin de dividirlo en lo que se refiere d la técn·ica, 't.n dos sec" dones, que contemplen los intereses de dos ramas que se separan hoy casi "fundamet¡taJmcnte.''

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Ninguna, desde luego, puede absorber a la r.tra y tienen, cada una. su campo de acción delimitado técnicamente. Así lo señalaba, para alguna materia interferente: - la Construcción, - el propio ex Decano Ingeniero don Federico Capurro, aplicando su larga experiencia de años en trabajos públicos de ingeniería, preconizando, con gran acierto, en la Comisión de Programas de la ex Facultad de Matemáticas - con la aprobación general - la tendencia a especializada. Sostuvo, con claro criterio, que sólo el primer año de los estudios de aquella asignatura debía ser común, para luego desviarse en el segundo año de la materia, penetrando cada uno en su carrera especializada, ya fuera de Arquitecto o de Ingeniero. Ya en 1914, el ilustrado actual Decano de la Facultad de Ingeniería, ingeniero don Vicente García, en la sesión del 13 de abril, declaraba que el curso de Arquitectura · Industrial para los ingenieros, era un exotismo por llegar los estudiantes a esa clase faltos de . , . , . preparac10n arqmtectomca. , Y cobra un interés muy destacado señalar el informe que al comienzo de las actividades de la Facultad de Matemáticas, presentá.ba su ilustre Decano, IngeniEro Monteverde, que transcribimos a continuación, de la página 346, año I, Tomo I, de los "Anales Monteverde en su informe al señor Rector: · de la Universidad". Decía el señor .

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" El año próximo cr eo poder empezar la instalación de un pequeño Museo de " Arquitectura. Por intermedio flel catedrático de esta asignatura, ex alumno de " la Escuela de Bellas Artes de París, he pedido modelos clásicos de yeso al " preparador de esa Escuela e informes sobre los que pueden obtenerse para for" mar el expresado Museo, muy necesario para educar el sentimiento artístico de "nuestros futuros arquitectos, que son los encdrgados de reformar nuestras rudi" mentarias constr·ucciones civiles, y de proyectar y de cotutruir m testros edificios " públicos cuya falta se hace notar más cada día." Seguía diciendo el señor Monteverde en la página 348, lo siguiente, que prueba QUe la idea de especialización siempre existió desde el primer plan de la Facultad, hasta el t'1ltimo que presentó el señor Ingeniero García de Zúñiga: " 2. 0 Separar en dos clases los cursos de carreteras y de ferrocarriles, que ac" tualmente se dan en una sola. La extensión del segundo, el hecho de constituir "ambas la especialidad de la carrera, y la necesidad de que el catedrático y alum" nos dispongan del tiempo para hacer estudios prácticos s<,bre el terreno y apli" caciones a proyectos propuestos en clase, imponen esa división como muy c0n· " veniente". F.n la pág. 349 de los mi~mos "Anales", sigue el señor Monteverde, Decano de la Facultad, dirigiéndose al señor Rector, con estos párrafos : " Respecto a las profesiones relativa:; a la construcción, estamos en condiciones " muy especiales, sobre todo, mientra$ no se reglamenten. '~ S~gún 1~ práctica seguida en n~estro país para presentar y dirigir proyecto, "de construcciones, basta estar ins~t;(l_S en la Dirección Gener~l de Obras Pú40 blicas, como Ingeniero, como Arquifécto o como Constructor o Maestro de "Obras; pero tto es lCl mismo proyectar un f~rrocarril, 1m canal o un estableci" miento ind1utrial, qt4e proyectar ~m p~acio, -un teatro o "" hospital: por lo me· " nos no se considera que sea lo mismo en Francia, Alemania, Austria, Inglaterra, "Italia, España; en fin, en todos los países que ·son notables por sus obras de' "ingeniería o de arquitectura, y si en casi todos esos países son libres las pro" fesiones a que me refiero (•) no lo son y están muy lejos de serlo, en lo que se .. refiere a los servicios públicos, y en cuanto a los servicios particulares es muy " raro que no se den a proyectar y dirigir las obras a las personas competentes. "Nuestro país como el que más, necesita fomentar las especialidades de la <;on.s· " trucción, principalmente, la que a la Arquitectura atañe; porque no hay quien no "reconozca que la Arquitectura en nuestra capital está muy por debajo de su " cultur~ científica y social. Este atraso tn n~estra cottstrucciottes civile:r, provie,, ne Prmcipalmente dt la falta de reglamentación de las profesiones de lngeme" ro, Arquitecto y Ma~stro de Obrlls, C11ya.s atribuciones ~eo estó11 dulittdada.s por "niugún reglamento.

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"Es muy frecuente aquí construir edificios públicos sin preocuparse de que "éstos reunan las mej ores condiciones de arte, de utilidad y de economía; con· "diciones fáciles de conseguir por medio del concurso de planos, fijando dos o " tres premios graduados que sirviesen de estímulo a nuestros arquitectos, y so· " metiendo después los planos a un tribunal compuesto de personas competentes "que los clasifique e indique el que considere mejor y deba llevarse a efecto. Esa " es la regla seguida en Europa, y sin ir más lejos, en la República Argenti·na. " La adopción de esta práctica tan sencilla como conveniente, y la reglamenta· "ción de las prof esiones anexas a la Fanlltad de Matemáticas, son de necesidad " absoluta para estimular a nuestra juventud estudiosa a que se dedique a las "carreras superiores de la Construcción. Mientras éstas y las inferiores tengan " los mismos cometidos, optará la mayoría de los estudiantes por las carreras más " cortas, y no alcanzarán la instrucción técnica y artística necesaria para proyec· " tar obras de importancia. " T éngase en cuenta, que sólo el ingeniero y el arquitecto, cada cual en su ra· " mo, tienen los conocimientos necesarios para proyectar las grandes construccio· " nes modernas que toman de la materia lo estrictamente necesario para dar en· " voltura al esqueleto ideal formado por las líneas de acción de las fuerzas que ~~ la mecánica combina, a fin de tener a la vez, resistencia, estabilidad y econo" mía. El empleo del hierro, cada vez más frecuente en la construcción, hace ac· " tuar grandes cargas en pocos puntos, y si se quieren evitar verdaderos desastres, " (**), debe exigirse que todo proyecto de grandes edificios sea firmado por "persona que acredite con su título legalmente autorizado. tener los conocimien· " tos de mecánica aplicada necesarios. Además, debería establecerse, que los edi· " ficios de carácter monu111-mtal, fuesen proyectados y di1·igidos por arquitec· " tectos ,· porque si es justo y cd1wenientc que éstos no proyecten ni dirijan la-.t "obras especiales del ingeniero, tampoco es conveniente ~Ji justo, q¡¿e el ingenie· " ro invada el campo de acáó1~ del arquitecto, que, como especialista en su arte, " creará una obra más perfecta. ~~Reglamentadas esas profesiones y dividido el trabajo, habrá estímulo en la " juventud para dedicarse a las diversas carreras anexas a la Facultad de Ma11 temáticas ; estímulo que falta actfwlmente para dedicarse a la de arquitectura, " cuyos estudios m twestra U11iversidad tienm la misma extensión que la del "ingeniero, y doble que la del maestro de obras que, según la práctica seguida, "están facultados para proyectar y dirigir edificios sin limitación. eonsidero muy "importattle para el progreso de las di11ersas carreras anexas a la Facultad a mi " cargo, el que se haga la reglammtación expresada, y por eso me permito llamar " la atención del señor Rector, sobre la conveniencia que habría en solicitarla de " quien corresponda".

Al final del informe, pide que se cree la carrera de Ingeniero de Minas. Más tarde, en el año 1924, se crean las carreras de Ingeniero Civil y de Ingeniero I ndustrial, que tienen 1gual dur ación de cinco años, como la de Arquitecto. La acepción de Ingeniero Civil, no está bien determinada en el proyecto, aunque sí surg·e de su prvpio plan de estudios. pero como pudiera prestarse ello a confusiones, por cuanto dicho título no tiene igual significado en todos los centros de enseñanza, se pidió . por el Consejo Central Universitario que se demarcara bien su objeto, a fin de 'no produ· cir invasiones o interferencias con otras carreras, lo que consta en las actas de algunas sesiones de aquel Consejo realizadas en el mes de octubre de 1924.

* • • Desde luego, las profesiones de Arqmtecto y de Ingeniero, quedan definidas de hecho por los planes de estudio de las respectivas Facultades. Por la comprobación de di· chos planes de estudio se llega a la conclusión rle que existen ciertos estudios aparentemente comunes, pero que se cursan en forma diferente para cada profesión, respondiendo a distintas orientaciones y a distintos fines. Por vía d(: ejemplo, haremos notar lo que ocurre con el estudio de la construcción : el Arqu;tecto estudta construcción, no sólo por la construcción misma, sino en relación ron Ja arquitectura, de la cual es inseparable en su profesión, y la capacidad que su estudio confiere e!' completamente especial. Analizados los distintos planes de estudio desde el año 1888 hasta la fecha, puede verse en el cuadro, la evolución de las materias correspondientes a cada carrera. Mientras las materias que se relacionan con la Ingeniería y con la Arquitectura y últimamente con las matemáticas, se modifican más en cada nuevo plan, en cambio, las materias relativas a la construcción, permanecen más o menos iguales en cuanto a tiem· po de estudios y programas, aunque con tendencia diversa.

Ha variado mucho este concepto r la legislación desde aquel \iempo. Ver artfculos de «La Nación» de Buenos Aires de feclla 8 de maro de 1927, eomen· t ando un derrumbe. ( *) ( **)

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CUADRO COMPARATIVO DE LOS PLANES DE E STUDIOS PARA LAS CARRERAS DE INGEN IERO Y ARQUITECTO

Ex Facaltad de Matemtifcas .~SIGNATURAS

PLAN

CURSADAS POR ANOS acoi.ARtS

Especiales Especiales Grupo de la de Arqui tec. de Ingeniería Matemática Construcción

Año 1888 CARRnA DS ARQUIT!CTO CARROA DE INctNit:RO. Año 1890 CAIW:RA Dlt ARQUin:CTO CAunA DS INGtNn:RO. Año 1894 CARROA Dt ARQUITtCTO CARROA Dt lNGtN'It:RO. Año 1906 CARRtRA Dt ARQUITtCTO CARROA DJ: INGtN!lRO.

Varias

Total de Cursos .

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LEY 27 NOVIEMBRE 1915 -

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Facultad de Arquitectura ASIGNATURAS CURSADAS EN S'bt"ESTRES ESCOLARtS PLAN

Abril 1918

Especiales Grupo de la Especiales Matemática Construcción de Arquitec. de Ingeniería

1 (Topograf.)

Varias

Total de Cursos

Facultad de lqenlerfa INGENIERO CIVIL (EN StMESTRES) Año 1925

INCtNIUO CIVIL ASIGNATURAS CURSADAS POR ANOS tscoi.ARES

Año 1929

T al la situación universitaria de las dos carreras.

••• Veamos ahora la evolución de esos planes de estudio, que sefialan paso a paso el camino hacia actividades absolutamente distintas, nacidas al principio por un hecho eco· nómico o de balbuceos culturales de una misma madre, la ex Facultad de Matemáticas, lo cual contri~uyó a oscurecer, en un ambiente no muy propicio para los distingos, las verdaderas finalidades de ambas profesiones. Para abordar metódicamente este informe que se solicita a la entidad gremial re· •

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presentativa de nuestra actividad, se tratará esta cuestión desde su origen ya señalado entre nosotros en lo referente a su evolución docente. Por el primer plan de estudios de la Facultad de Matemáticas, ambas carreras exigían un igual bachillerato y cuatro años de estudios superiores de los cuales los tres primeros, eran absolutamente iguales y en el cuarto año se diferenciaban por completo. Más tarde, con motivo de lc. ley del 25 de noviembre de 188') y con el propósito de mejorar lo existente, estos planes de estudio se modificaron y por iniciativa del Ingeniero don Juan Monteverde, Decano en aquel entonces, se aprobaron los que empezaron a regir en 1890, que mantuvieron la misma extensión para las dos carreras y con diferencia· ción profunda sólo en el cuarto año, donde en verdad, se bifurcaban. Estos planes de estudio volvieron a modificarse en el año 1894, bajo el decanato del Ingeniero don Víctor Benavídez y entonces comienza a insinuarse la separación en el segundo año de Facultad (una asignatura) para ser mayor en el tercero (tres asignaturas) y completamente distinto en el cuarto. Rigieron estos planes doce años, desde 1894 hasta 190ó, en el que se modificaron más profundamente, de acuerdo con un proyecto del Ingeniero don Eduardo García de Zúñiga, que presentó este ilustrado técnico, poco tiempo después de ocupar el cargo de Decano de la ex Facultad de Matemáticas. En este plan, como en los anteriores, se mantuvo la misma base científica y técnica en ambas carreras, cambiándose las asignaturas de aplicación profesional. Iguales eran los cursos de Matemáticas superiores, Geometría Descriptiva, Topografía y Práctica de 'fopografí~. Estática Racional y Gráfica, Materiales de Construcción, Resistencia de Materiales y Construcción, pero luego los Ingenieros derivaban sus disciplinas de apli~ cación a las Carreteras, Puentes, F errocarriles, Hidráulica, Puertos y Faros, y los Arquitectos, a ahondar exclusivamente la Arquitectura en su composición, proyectos, higie· ne, decoración, materia legal, etc. El plan de 1906, aumenta la duración de los estudios para el Arquitecto a S años y los del Ingeniero a 6, apartándose cada vez más el paralelismo que al principio se con· servó en algunos años, hasta el extremo de que ya no es posible el dominio de las dos carreras que, en un tiempo, se pudo adquirir por la sola diferenciación del último año de los estudios, obtenit:ndo así algunos profesionales los dos títulos Evitamos aquí la comparación de materia a materia, - pues, por otra parte, en lo científico,. eran iguales, y en lo docente, los programas y las clases eran comunes - para no extender excesivamente esta exposición y sintetizamos diciendo: que, en 1886, de 20 cursos que comprenden los estudios de Ingeniero y de 19 de los de Arquitecto, 14, los co· rrespondientes a los tres primeros años, son idénticos, repitiendo, que sólo en el último año de cada carrera existían las materias que determinaban la finalidad de ellas. Y esta diferencia que se acrecienta aún dentro de la misma ex Facultad de Matemáticas y con la colaboración íntima de los Ingenieros y los Arquitectos para dar directivas a sus profesiones, era indispensable para el progreso de las mismas en nuestro país, a las que van ligadas por un lado, su prosperidad económica, y por otro, su adelanto moral y social. No fué esa evolución obra del azar ni de la casualidad ni del desconocimiento de la misión de cada una de ellas, sino producto de una convicción bien arraigada, como se dejó expresado en el informe al Rectorado del segundo Decano que tuvo la Facultad, Ingeniero, Arquitecto y Agrimensor don Juan Monteverde, que se transcribió preceden· temente. El plan de 1894 - que señala una mayor separación se elaboró según los siguien~ tes fundamentos del Decano, Ingeniero Benavídez; " La Facultad de Matemáticas ha pasado ya su período inicial para entrar en " el de la reforma de su plan de estudios, sabiamente ideado para servir en aquel" primer período, pero indiscutiblemente deficiente hoy. " Así, pues, el aumento de asignaturas que introduce el nuevo Plan en la ca· " rrera de Ingeniero de Puentes y Caminos, es tan sólo de tres, que son: Má· " quinas, Puertos e H igiene Pública". " En el Plan de Estudios para Arquitecto, se introducen dos cursos nuevos y " se ha dado mayor desarrollo a alguno de los ya existentes ; en cambio, se ha " eliminado todo el segundo curso de Mecánica Racional, así como el segundo ''curso de Resistencia de Materiales, cursos difíciles y largos, que en realidad " son un lujo para el Arquitecto, que debe siempre descollar por el Arte y no por " la ciencia, como el Ingeniero ; cada cosa time su, valor'·'. Igual tendencia manifestó sobre estos planes el Consejo de Enseñanza Secundaria y Superior al aprobar el informe que como Comisión Informante, produjeron los Ingenie~ ros Monteverde y Serrato, en el que incluían los siguientes párrafos de una Memoria redactada por el primero de éstos, como Decano de la ex Facultad de Matemáticas y que hacía suyos la Comisión :

"Dada la estabilidad que ha alcanzado la escuela de Ingeniería, la organiza· " ción ya definitiva de todas sus clases y el número de alumnos que a ella con· " curren, creo que es llegado el momento dt considerar el plan de estudios de las

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" carreras que comprende, realizando las reformas que indiqué en el anterior u informe, y especializando los estttdios del Arquitecto) común hoy en sus tres "primeros años, con los del Ingeniero de Caminos; convendría que la diversi· u ficación de esas dos carreras empezara desde el tercer año, reduciendo para el " Arquitecto, la mecánica racional a la estática gráfica y la resistencia de ma· " teriales a la parte que realmente necesita conocer para proyectar edificios co· u rrespondientes a su profesión} suprimiéndole además, el Dibujo Topográfico, " que le es de poca utilidad. " Esto obligaría a una distribución de horarios y de asignaturas diferentes de "los que hoy seguimos, pero no ofrece mayores inconvenientes la reforma que "indico, resultando, en cambio, grandes ventajas y aligeramiento en la carrera " de Arquitecto, que permitiría introducir algunos cursos cuya falta se hace no· " tar en su plan de estudios, como Estática Gráfica, Composición Decorativa, Mo" delado, un curso más de Arquitectura y ctro más de Proyectos". Hasta este año los estudios para Arquitecto no entusiasmaban a nadie. No se conocía aquí el verdadero rol de ese profesional al que se consideraba algo así como un In· geniero de segunda o tercera categoría. La confusión que existía entre esas dos profesiones - a lo que habían contribuído, por otra parte, las mismas autoridades y hasta las mismas leyes nacionales (que aún hoy están en vigencia después de casi cincuenta años) - que igualaban en el ejercicio de la profesión a todos los Ingenieros, ya fueran de Puentes y Caminos, Agrónomos o de cual· quier otra especialidad y que admitían como título cualquier documento y cuando todo el mundo vivía en la creencia, en que aún hoy viven muchos, de que llegar a ser lnge• niero era llegar a la posesión de la ciencia que habilitaba para hacer todo aquello grande y sorprendente en que interviniera el cálculo, la mecánica y la construcción. No es de extrañar, pues, que en este país, donde nada era favorable para el progreso de la profesión de Arquitecto, fuera necesario esperar hasta la formación de un buen número de esos técnicos, para que fueran ellos mismos los que provocaran todas las medidas necesarias para mejorar sus estudios. Fué este estado de cosas, secundado con excelente voluntad por el Ingeniero Eduar· do García de Zúñiga, lo que llevó a éste a proyectar el Plan de estudios de 1906, atendiendo más que los anteriores la distinta finalidad del Ingeniero y del Arquitecto, no de· jando comunes a ambas carreras, sino los estudios que realmente pueden serlo, lo cual es fácilmente apreciable, comparándolos. Y si en los anteriores autores de planes de estudio, fué una preo,:upación constante la diferenciación de las enseñanzas, porque en eso precisamente residía la perfección futu· ra de los profesionales, no lo fué menos para el ex Derano Ingeniero don Eduardo Gar· cía de Zúñiga, que al elevar sus planes al Consejo de Enseñanza Secundaria y Superior, decía en su informe: JI. Arquitectos. En el plan proyectado, la idea fut.1damental que ha presidido "a las principales modificaciones, es la de dar un c¿¡.rácter más marcadamente "artístico a los estudios; eliminando las materias superiores, ampliando los cur" sos de dibujo y previendo en los cursos preparatorios una cultura literaria gene" ral que falta ccmpletamente en el plan vigente (Historia t:niversat y !.itera" tura) . La duración de los estudios se aumenta en un año. Los señores profeso" res de Arquitectura me han prestado una eficaz ayuda en la formación de' "plan que propongo y están de acuerdo con él en todos sus puntos esenciales". '' Ill. Ingenieros. La enseñanza de las asignaturas teóricas, se ha proyectado en "una forma que será sin r:luda, más ventaj o~a, estableciendo entre las Matemá" ticas Elementales y las Superiores, un curso intermediario Clgregando un l."Urso "de preparatorios rle Mecánica Elemental, ir.corporando la Estática Analítica o "la Mecánica Racional, agregando en cambio, a la Estática Gráfica, nociones de " Geometría Proyectiva, dividiendo la Física Industrial en dos cursos (el prime#< ro esencialmente teórico), etc. La enseñanza práctica se ha completado agre· "gando algunas asignaturas indispensables (Química Analítica, Geología Apli" cada, Electrotécnica, Ensayo Mecánico de Materiales) y ampliando otras, espe" cialmente la de Máquinas. Finalmente se ha previsto la enseñanza del idioma " inglés, en cinco cursos anuales. "En general, me ha guíado el siguiente objetivo: preparar Ingenieros de Puen11 tes, Caminos y Puertos, y proporcionar además a los estudiantes, una base tal 11 de conocimientos generales, que les permita luego, en un par de años, especia· "lizarse, mediante un viaje de estudio en ()tras ramas de la Ingeniería-, para las "cuales la demanda es demasiado pequeña por ahora y no justificaría absoluta" mente, la creación de cursos especiales (Ingenieros Mecánicos, Industriales, "Electricistas, de Minas, etc., etc.). F.l nuevo Plan alargaría en un año la du11 ración total de los cursos".

•

Estos planes de estudio se fueron perfeccivnando cada vez más para el Ingeniero y para el Arquitecto, dentro de su cometido particular, distribuyendo las materias en forma racional y lógica más de acuerdo con el progreso de una y otra de esas profesiones, en-

ARQUITECTURA -SS

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cauzando la enseñanza práctica, y destinándole a cada curso, el númtro de horas y el tiempo que realmente necesitaban para ~u desarrollo. Toda esa intensificación de depura· ciones didácticas terminó por dar origen a dos Facultades comp1ctamente distintas, la Fa· cultad de Arquitectura y la Facultad de Ingeniería, con la aquiescencia de los elem~ntos técnicos y dirigentes de las dos carreras que no poseían el dominio especializado para conducir sus estudios.

*•• De tal modo, llegamos así a la instauración de los estudios independientes de la Facultad de Arquitectura, de cuyo fin primordial surge como corolario, la formación de un ambiente propicio para el desarrollo de todas las artes e industrias ligadas a la Arquitectura, consi· derada como una de las Bellas Artes, y como Ciencia. El actual plan de estudios desarrollado teóricamente en dnco años - aunque la esta· dística es terminante de que es casi imposible abarcarlo en ese tiempo - fué aprobado por los Poderes Ejecutivo y Legislativo en abril S de 1918 y comprende las siguientes asig· naturas: PRIMER SEMESTRE.

A la Matemáticas Superiores I. A 2a Mecánica Racional y Estática Gráfica l. C 1 Geometría Proyectiva y Descriptiva. D la Dibujo del Natural y Modelo Vivo I (acuarela). F la Teoría del Arte I. F 2a Teoría de la Arquitectura I. E la Proyectos de Arquitectura I. SEGUNDO SEMESTRE.

A lb Matemáticas Superiores II. A 2b Mecámica Racional y E stática Gráfica U . C 2 Trazado de Sombras. D lb Dibuj o del Natural y Modelo Vivo II (modelo vivo) . F lb T eoría del Arte II. E lb Proyectos de Arquitectura 1!. T~CER SEMESTRE.

B 1 Materiales de Construcción. A

3a Mecánica Aplicada- a las Construcciones. (Resistencia de Materiales y Estabilidad de las Construcciones). A 4 Topografía. C 3 Perspectiva. . , D le Curso preparatorio de la cornpostc1on. F 2b Teoría de la Arquitectura II. E le Proyectos de Arquitectura III.

CUARTO SEMESTR.E.

B 2 Ensayo de Materiales. A 3b Mecánica Aplicada a las Construcciones II. (Resistencia de Materiales y Estabilidad de las Construcciones) , C 4 Estereotomía. B 3a Construcción I. D 2a Composición Decorativa I. E Id Proyectos de Arquitectura IV. QmNro S!iw.:srRS. A

B B D F F B E

}

3c Mecánica Aplicada a las Construcciones IJI. (Resistencia de Materiales y Estabilidad de las Constntcciones). 3b Construcción Il. 4 Higiene Aplicada a las Construcciones. 2b Composición Decorativa II. Ja Historia de la Arquitectura I . 2c Teoría de la Arquitectura III. Sa Instalaciones en los Edificios (Instalaciones eléctricas) ~ le Proyectos de Arquitectura V.

$~XTO S.;M~STRE.

3d Mecánica Aplicada a las Construcciones IV. (Resistencia de Materiales y Estabilidad de las Construcciones). B 3c Construcción III.

.. ARQUinCI'URA-59

...

B Sb Instalaciones en los edificios (Calefacción y ventilación e instalaciones sanitarias). D 2c Composición Decorativa 111. 'F :3b Historia de la Arquitectura 11. E 1f Proyectos de Arquitectura VI. StniMO S~M~STRt.

B 3d Construcción IV. F 3c Historia de la Arquitectura III. F 2d Teoría de la Arquitectura IV. E lg Proyectos de Arquitectura VII. D 2d Composición Decorativa IV. OCTAVO S~M~TIU:.

D 2e Composición Decorativa V. E lh Proyectos de Arquitectura VIII. F 3d Historia de la Arquitectura IV. G la Arquitectura Legal l .

N OVI:NO

S~M~STRE.

D 2f E li G lb G 2 E 2a

Composición Decorativa VI. Proyectos de Arquitectura IX. Arquitectura Legal 11. Economía Política. Trazado de Ciudades y Arquitectura Paisajista.

DÉCIMO SJtM~STR~.

E lj Proyectos de Arquitectura X. E 2b Trazado de Ciudades y Arquitectura Paisajista (Práctica). G 3 Práctica Profesional. Por esta enumeración se comprueba que la Facultad cumple su misión de dar al alum· no los conocimientos téct~icos, científicos y artísticos, que según las conclusiones del Congreso Internacional de Arquitectura, celebrado en Roma en 1911, son indispensables para el ejercicio profesional. En dicho Congreso, al tratarse el tema 111, se aprobó el siguiente voto: "Que la cantidad de enseñanza thnica, científica y artística que se debe dar "en las Escuelas de Arquitectos, debe ser semejante a la que se da en las Escue" las Superiores de Alemania, Francia y Norte América, países donde estas Es· "cuelas están organizadas regularmente."

Y el Arquitecto Alberto Louvet, relator de este tema, decía, en su informe:

•

" La enseñanza presenta en los diversos países, muchos puntos comunes, divi· "diéndose en científica, técnica y artística, división perfectamente lógica, por· "que si el Arquitecto es ante todo el artista que compone y decora los edificios, " debe ser también el práctico experimentado que calcula todos los elementos de "un proyecto y el que lo hace ejecutar. Y si el Arquitecto debe tratar hoy de " ser tan artista como sus antepasados, se comprende fácilmente que en nuestra "época, donde las aplicaciones de la ciencia se han desarrollado considerablemente, " es rnecesario que posea una instrucción científica mucho más completa.''

Ahora bien, ¡ qué finalidad time e,. la profesi6n del Arquitecto, cada una de la.s a.signa· furas que integran su plan de estudios? Hemos dicho que el Arquitecto es el que concibe, proyectando por medi•) del dibujo, los edificios, dirige su construcción en todos sus detall-es y los decora. Luego, pues, sin llegar a pretender, como Vitruvio, que el Arquitecto posea conocimientos generales en lite· ratura, geometría, óptica, matemáticas, historia, filosofía, música, medicina, legislación, mecánica, perspectiva, física y mucho menos a exigir, como el Arquitecto griego Pythius, que el Arquitecto poseyera más profundamente, cada ciencia en particular que los que sólo JlOSeían una, el Arquitecto debe tener las cualidades artísticas para componer y decorar Jo que se conoce con el nombre genérico de edificios, y los conocimientos científicos y técnicos necesarios, primero para poder componer y decorar en su infinita variedad esos edificios, y segundo, para poderlos llevar a la práctica de la mamera más sólida y económica. En consecuencia, pues, el Arquitecto debe dominar la composición arquitectónica ; pero, ¿qué es la composición arquitectónica?

•

ARQUITECTURA -60

La composición es la cualidad indispensable al Arquitecto, dice Louvet: "Componer es, " primero, disponer un plano ; es poner cada cosa. en su lugar guiándose por el buen sen" tido y la lógica, pero no es sólo con el buen sentido y la lógica que se compone, pues "también es saber evitar que las disti111tas partes de un plano, puedan forma<r un todo " desagradable, chabacano, sin interés, si no interviene el Arte. En efecto, una vez todos " esos elementos puestos en su lugar, hay que demostrar pericia para unirlos hábilmente; " buscar las proporciones armoniosas y disponer los efectos, las perspectivas, crear los " arreglos agradables y de efecto''. "Es necesario poder interpretar todos los programas co.n facilidad y amplitud; en,, contrar disposiciones suntuosas, si se trata de un palacio; majestuosas y graves, si lo " fuera de una iglesia; grandes y simples, para un hospital o una escuela; ingeniosas y " variadas si es un hotel, un casino, una villa; y son esas cualidades diversas las que cons" tituyen el arte de la composición, y creo no engañarme repitiendo que es la cualidad " artística más útil al Arquitecto." ¿ Cómo se adquieren aquí esas cualidades? En nuestra Facultad, primero por el dibujo de ornato y figura, luego por el estudio durante cinco años COt'tSecuthos de proyectos de A1·quitectura, de ecfom.posición Decorativa y de Urbanisrno, en los cuales, empezando por las nociones, se recorren todos los gra<!os de la composición, desde el simple tema elemental hasta los grandes programas del último año final; exigiendo ejercicios que desarrollan, orientan y educan d gusto, y ¡JOnen al futuro Arquitecto en condiciones de abordar cualquier género de edificios o • sus conJuntos. Y este arte que se adquiere con la ayuda del profesor que guía al alumno, corrigiendo sus errores, iluminándolo, oriemandolo, sin entorpecer ni contrariar el desarrollo de: su propia personalida¿, impone como condición indispensable : el esfuerzo propio, por el trabajo personal, continuo y metódico. Las disciplinas complementarias son, el estudio teórico de los elementos de la compos:r.ión, que se hacen er. los cursos de Teoría y Filosofía del Arte, Teoría de la Arquitectura y en los de Historia de la Arquitectura, qu<' dan la explicc.ción de los grandes principios de su arte, que familiarizan con su patrimonio, constituído por los monumentos arquitectónicos de todas ias épocas pasadas; qur muestran la evolución histórica de las formas de acuerdo con los principios consagrados, de los que se sacarán, más tarde, formas y principios que harán al iniciado fecundo, variado y lógico en sus composiciones, auxiliado por una alta cultura estética, capaz de llevarlo al análisis, que constituye el sentidq, de autocrítica. " El estudiante debe rehacer lo que han hecho ante~ que él, la labor de los siglos'', dice el maestro Guad-et, - "conocer, desde luego, las primera:; necesidades, los primeros "medios, los primeros testimonios del Arte; después los elementos complejos y reHnados. " creados por necesidades más cornplej as también ; debe ver que entr.e estos elementos " simples y compuestos, hay un encadenamiento, un progreso gradual, que será asimismo "el suyo; verá el desarrollo lógico de su arte, comprenderá la marcha secular de esta " obra en la cual han cooperado todas las civilizaciones y que sigue obedeciendo a la eterna "ley .del movimiento de la civilización." El Arquitecto debe poseer, además, el arte de la decoración al que va ligado, casi, formando una sola cosa, el arte de la composición, porque no hay que confundir la decoración que embellece y hace agradable las formas aparentes de las cosas corrientes, con la decoración arquitectónica, que si bien tiene también ese fin expresivo, no puede prescindir de la forma constructiva, sino, antes bien, compenetrarse con ella. Para eso son necesarias dos disciplinas: dominio absoluto del dibujo en todas sus formas, y educación del gusto por el estudio de los bellos ejemplos que nos proporciona la arqueología, lo que se agrega actualmente, como problema de presente, la renovación incesante de los medios industriales. El plan de estudios del Arquitecto contiene con ese fin los cursos de Dibujo de 0111ato Y Figura. los de Composición <it Ornato y los de Composición Decorativa, además de los de Modelado. Insistir sobre la absoluta necesidad del dominio del dibujo y del modelado - que no es más que un dibujo a tres dimensiones - nos parece inútil, pues basta experimentar uno mismo las dificultades que se tienen para expresar gráficamente o con barro una cosa, primero pensa.da y después creada, un objeto que no se ve materialmente, pero que se concibe:.. para darse cuenta exacta del camino que hay que andar, del trabajo que exige sólo el adquirir eia facultad, sin la cual no es posible ser Arquitecto, ya que el Dibujo y el Modelado nos habitúan a la proporción, educando y preparando el gusto que no ha nacido perfecto ni completo en la mente humana. · Los cpnocimientos técnicos y científicos, no son menos. extensos e importantes, desde que el fin dt la Arquitectura e.s construir, al decir de Viol~-le-Duc.

(Cont1Duar6)

A.RQUITECTUIA ·- 61

(

SOCIEDAD DE ARQUITECTOS 1

COMISION DIRECTIVA: ACTAS 1 ACTA N.o 209. - Enero 17 de 19:lR. - Preside el Arq. B~roífio ; asisten los miembros, ar· quitectoR de los Campos, Puente, Ricón y Siri y los socios, arquitectos Aguerre, Caviglia, Cravotto, Gucia Pico, lltrrera Mac·Lean y RiuR. CONCUllSO BANCO DE SEGUROS. Se da lectura a la nota presentada por varios colegas, en 1:1 que se reclnma de la r Psolur.ión del Ban co de Sl'guros del E stado, por la que el Dir ectorio di spone que el proyecto para con<;truir su edificio, sea conft>ccio· nado por la Oficina Técnica del Banco y pide que la C. D. preste su apoyo a dicha notl\. y la eleve al Director io. El Arq. Puent e, mociona para que sen entregada por una Comisión Especial, des igna· da al decto. El señor Presidente hace algunas observaciones ~ dicha nota, en su r edacci6n. ResoluCión: Acéptanse los fundam entos de la misma y con\·ócase a la C. D. para el viernes siguiente, a fin de <'Onsiderar nuevamente el a sunto.

ACTA N. 210. Enero 20 de 1933. Preside el Arq. Baroffio ; asisten los miembros, ar· quitectos: A costa y Lara, Abadie·Santos. Bauzá, de los Campos, Puente, Ricón, Rocco y Siri, y los socios, arquitectos: Tournier, AguerrP, Herrera Mac· Lean, Caviglia, Garcfa Pico, Garcia Blixen y Ruano. - CONCURSO BANCO DE SEGUROS. Sa reconsidera la notl\ a presentar al Banco rle Segu· r os: El Arq. Acosta y Lara. modona para que -;m virtud del número de l'Olegas que firman , la nota- se conYoque a Asamblea. El Arq. H errera expresa que la convocatoria a Asamblea, exigirla mayor tiempo y los interesados dcsenn que sea remitida t!l lunes· pu•·s despu~s no tendrfa obj11to. 1':1 Arq. Roc-::o, manifiesta que en presencia d e una nota firmada por una centena de colegas, la C. D. del:>e darle andamiento. Agrega que él está de a cuerdo con el espiritu de la nota, aunque dis crepe, en parte. con la forma. en particular con los términos a su juicio injustos y poco corteses, a que se alude a los colegas empleados do la Administración Pública. Pro})()ne mod:liea ciones el Arq. Herreu, y agrega<!os, el Arq. Cr avotto. El Arq, Rocco, apoya las primeras; pues entiende que aqué· ll:Js suavizan la aspereza que él criticó y acompaña al Arq . .-\costa y La ra, en qu e el agrPgado del Jl.r¡¡. Cr~tvotto, e<; un sólido argumento que debe incluirse en la nota. El Arq. Rocco, manifiesta que, a ~u juicio, ella no expr esa con suficiente claridad, la idea cen tral, que la inspira. Considera que del--t'l encararse desde ya, la respuesta que la Sociedad d ebe dar al Banco, en caso de que el Direc· torio, modificando su actitud, consulte a la Sociedad, qué es lo que cree ella, que debe hacerse. Que la C. D., en tal caso, no debe a ctuar por s1 misma. sino p or mandato especial, que d ebe recabar de la Asamblea. Por tales r azones, p ropone: l. o Que se d é andami ento a la nota p resentada. a compa· ñándola de una n ota aclarator ia, de la Com isión, formulada por el s.:-ñor Presidente; 2. o Qu!l se convoque a Asaml::lea para que ella determine la solución que la C. D. debe pat r ocinar en las pre· suntas ges tione!~ ante el Banco. El Arq. H errera declara que la mayor ía de los colegas funcionarios, ~enerosamente y en forma que los honra, han firmado por solidaridad, y cita como ejemplo las manifestaciones que el Arq. Campos hizo al respecto ; quien a pesar de discr epar con la parte a que alude la nota, sobre las oficinas técnicas, la firmó por solidaridad , convencido de lo diffcil que es lograr una solución que satisfaga a todos. El señor Presiden te somete a consideración de la C. D. un pzoyecto d& nota que se aprueba por unanimidad; se le felicita. - Resolución : P a sar nota al Banco, apoyando la solicitud de los colegas, en el sentido de que se revoque la r esolución que dis· pone que su s oficinas técnicas ej ecuten el proyecto para el edificio de la Institución y encomendar al sefior Presidente para que conjuntamente con el Arq. H . Acosta y Lara entr eguen a ese Direc· torio la expresadc. nota, acompafiando la suscrita por los solicitantes.

•

ACTA N.o 211. Marzo 22 de 1933. Asisten los arguitectos Rocco, Demicheli, Fraschetti, Lerena Acevedo, Ric6n y Siri. ACTAS. Se aprobaron las actas Nos. 208, 209 y 210. TESOREBlA. Se aprobaron los Estados demostrativos del Movimiento de Caja por Enero y Febrero de 1933. - CONCURSO DEL BANCO DE SEGUROS DEL ESTADO. Considerada la nota del Banco d e S eguros explicando los motivos que tuvo para encomendar a su oficina técnica la ejecución de los planos para lnt edificio, se resolvió convocar a la Asamblea extraordinaria para tratar este a sunto .. - ARQ. JOSE GIMENO. Considerada la renuncia de este colega, se designó una Comisión Especial para que le solicite el r etiro d e la misma. ARQUITECTOS O. DE LOS CAMPOS Y MILTON PUEN'l'E. Se consideró la nota de estos colegas p r esentando r enuncia como miembros de esta C. D. y solicitando la inter vención de la Sociedad en el a sunto del Concurso del Banco de Seguros. Se resolvió incluir este a sunto en la orden del dfa de la próxima asamblea, excepto las renuncias r efe· renciadas. HOMENAJE AL ARQUITECTO BAROFFIO. Con motivo del nombramiento r ecafdo en el Arq. Eu genio P. Baroffio para ocupar el Decanato d e la Sección de Enseñanza Secundaria y Preparatorios.. se resolvió tributarle un homenaje consis tente en un banquete. ACTA N.o 212. AbrU 18 de 1933. Asisten los arquitectos Baroffio, Acosta y Lara, Le· rena, Rocco, Siri y Abadie. - FAIJ.ECDfTENTO DEL Dr. BALTASAR BRUM. Con motivo del fa· llecimiento del Socio Honorario Dr. Baltasar Brum, se r esolvió: Ponerse de píe en h omenaje al extinto. Enviar nota de pésame a la señora Blanca Frias de Brum y publicar el r etrato del extinto en la Revista «ARQUITECTURA:., acompañado de u.na reseña de los importantes servicios que ha prestado a la profesión . - NOTAS DE P:ESAME. Se resolvió pasar nota d e pésame al Arq. J. P. Oarré, con motivo del fallecimiento de su señora esposa. - En conocimiento esta Directiva del fa· llet'imiento d el Arq. León Jaussely ( Paris), resolvió enviar nota de pésame a la esposa del ex· tinto. DIREOOION DE LA REVISTA «ARQUITECTURA:.. Hat-.iendo presentado r enuncia como director de la Rt'Vista «Arquitectura»• el Arq. B. Arbeleche, se nombró en r eemplazo al Arq. Mario Abadíe·Santos. FEDE.RACION DE PROFESIONALES UNIVERSITARIOS. Se nombró dele·

ARQUITECTURA- 62

g ados de <'Sta Srciedad ante la referida Federación, a los colegas Roco y Lerena Acevedo. - DI· RECCION DE PESAS Y MEDIDAS. Se aprobó el informe de h Comisión Especial, el cua! se trans· cribirá a la Dir<'cción d e P esas y "Medidas, en el sentido de que se d eje sin efecto el impu esto que 15& aplica a los arqu itectos. ZONAS «NON EDIFICANDI». Se resolvió ofrecer al Municipio la colabor'lción d e es ta Socit>d ad para el estudio de las zonas «non edificandi». ACTA N.o 253. Mayo 3 de 1933. Asisten los arquitectos Acosta y Lara. Abadie, Demi· choli, Fraschetti, Pecosto y Ricón. ARQUITECTO CAVIGLIA REPETTO. Toma da -en conside· ución la nota del Arq. Caviglia Repetto denunci ando un caso de ética profesion al, se r esolvió de· sign.w una Nmi~ión especial encargada de levantar una invest igación sumaria. ARQUITECTO JUAN M. MARIANO . Se aceptó la renuncia presentada por el referido colega, REGLAMEN· TACION DE LA PROFESION. Se resolvió presentar a la Junta de Gobierno el proyecto de cr eación del Consejo N. dt· Arquitt>ctos. TESORERI A. Se aprobó el movimiento de Caja por el mes d e Marzo de 1933. ACTA N.o 214. - 10 de Mayo do) 1933. As is ten los arquitectos Rocco, Abadie, B auzá, De· micheli, x'raschetti, Ricón. y Siri. - SOCIOS DEUDORES. Se r esolvió incluir en la próxima Asam · blea el a sunto r efer ente a la r educción a seis meses d e la d euda d e los s<>cios morosos, y la fi ja· ción de una cuota especial para los colegas r ecién egresndos· de lr. Facultad . TESORERIA. Se aprobó el movimiento de caja. por el mes de Abril de 1933. CONCURSO DEL BANCO DE SE· GUROS. Se pasr'í a la Comisión t>special la. nota d el Arq. Dighier o aclar ando su s ituaci ón como miembro d el jurado que actuó en el r eferido concurso. - REGLAMENTACION DE LA PROFESION' DE ARQUITECTO. Se r esolvió presentar nuevamente a los Poderes P úblicos el p r oyecto sobr e r e· glamentación de la profesión. CE.NTRO DE E STUDIANTES DE ARQUITECTURA. Se resolvió aplnzar la consideración d el asunto reft>rente al canje de Revistas con el Centro d e Estudiant es d e Ar quitectura. ACTA N. • 215. Junio 16 de 1933 . Pres ide el Arq. Bnrolfio; asisten los miembros ar · quitectos Bauzá Rocco, Abadie·Santos, Puente y Siri. - ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA. Con· vócose para el 2~ del corri!:'nte. Orden del día: 1°. Acta. 2.o Memoria y Balance Anual. a: Elección (le 8 miembros thulares y 8 suplentes para. la C. D. del periodo 1933·193 5. 4." Elección del Consejo ;;uridico. 5. 0 Elección del Colegio de Jurados. 6.o Asunto p endiente del Concurso del B an co de Se· guros. 7. 0 b'ij ac!ór. de una cuota especial para los arquitectos recién egresados de la ~' a cuitad. TESORERIA. Se aprobó el Movimiento de Caja por el rn ~>s de Muyo último. H ariendo aparecido en la !{.avista «Ea P rogreso Arquitectónico» un edificio, cuyo proyecto se atribuye a un señor Pe· r alló, y su dirección al ARQ. PECOSTE ; s o resuelve: Pasar nota nl Arq. P ecoste p a r a q ue se sirva informar si es exacto lo expresado en la revista d e la t·efer encia. ACTA N. • 216. - Junio 27 de 1933. - Preside el Arq. B&roffio; as isten los miembr os a rqui· tectos DemichE'li, Abadie·Santos, Fraschetti y Siri. INFORME producido por los arquitectos Ba· rofio Y .Demicheli, en los antecedentes planteados por el nrquitecto Caviglia Repetto, a raí~ d e una incidencia de carácter profesional con los arquitetos D e los Campos, Puent e y Tourni-er . - Resolu· ción : Apr oba r dicho informe y elevar estos antecedentes a un Tribunal de Honor para que> falle en definitiva. Kómbr anse para for mar dicho Tribunal a los nrquitectos Alfredo R. Campos, J. Vázquez Varela y Leopoldo C. Agorio. ACTA N.o 217. Julio 14 de 1933. Asisten los mit'mbros. arquitectos Campos, Demicheli, Lerenn Accvedo, Ricón, Abadie·Santos, Ca,iglia Repetto, Sil'i, Arbelech e, Puente, García Blixen '1 señorita hlaisona.ve Pagani. DIS TRIBUCION DE CARGO S, para el per íodo 1933·34: P r esiden· te : ....\ rq. Alfredo R. Campos; Vice : Arq. Raúl Lerenn .Acevedo; Secr et ario : Arq. :Mario Abadie·San· tos ; Prosecret ario: Arq. Srta. Giptys Maisonave Paga ni; T esor ero: Arq . J u an H . Labadie; Proteso· r ero: Arq. Antonio }, raschetti Rui ; Bibliot ecario: At·q. Beltrán Arbeleche; E ncarg ado d e la Oficina T écnica d e Vivien da. Minima (Presidente Honorario ) : Arq. D. Horacio Acosta y Lara; Comisión de Concursos: arquitectos H. Acosta y Lara, Radl Lerena Acevedo y Miltón P u ent e. Vocales: ar qui· t ectos ,l osé Demich eli, Luis Caviglia Rep~tto, Roque Garc{a Blixen y ,Juan C. Siri ; Comisión Re· guiadora de Honorarios : Son reelectos los arquitectos D. Alfredo R. Campos, D. ,Jacob<> Vázquez Var ela y D. Elzear~o Boix y el Dr. Luis L. Dayvillre. - ACTAS: Son aprobadas. las Nos. 215 y 216. -JUNTA DELIBERANTE : Se considera la nota de la. J. Deliberante, por la que s e solicita n n d ele· gado de la Socied ad para integrar la C. Especial que estudiará el pro l~ lema del «Amanzanamien t o y F r accionamiento de T ierras», d esignándose al Arq. Octavio de los Campos. ARQ. JUAN P. PUIGNAU. Es aceptado como socio titular. EGRESADOS. Se r esolvió solicitar de la Facultad , la nómina de los recién egresndos, para invitarlos a ingresar como socios. ESTATUTOS DE LA OFICINA TECNICA DE VIVIENDA MINIMA. Se tratarán en la p r óxima sesión; entre t a nt<> que· dan a disposición d e los señores miembros.. en Secretaria. - DIAS DE SESION'. Se fijan los miér· coles a las 18.15 hor as. - U. T. E . Solicita de la Sociedad de Arquitectos, se sirva h acer llegar a los asociados', las solicitudes que enYía, relacionadas con las in stalaciones eléctr icas: se r esolvió, como se pide.

o o o

ARQUITECTURA -63

NIMIEDADES •

Chumbito está demacrado ; la razón es su p1·eocupación por la aparición ( 1) . . • de este nú· mero 1 Claro 1 si tarda un poco más, en lugar de s.aludar al nuevo Decano, tendrá que despedirlo.

ESCENAS ER LA AVENIDA AGRACIADA. En el interior de un 8 en V, aero·dinámico, unicolor y abullonado, se oye una voz: -Chauffeur, frente aquest e cuadrado torreón, el auto paralle. . . . y seguidamente, cual «sol que asoma en el perfil de un collado», un hijodalgo chumboso, de falt riquera rumbosa, y cWay:t sombrer1n, descendió presto del aut o, encaminándose hacia la portada no sin antes levantar «con la vista) el fa.ldellfn sinuoso de moza garrida seguida de faldero cantn. -6 Qué ha menester vuesamerced ? - preguntóle ceñudo muslim de ceñida bayeta, apostado en la entrada de factura Csrmeta. -He menester un seguro,. e solo he de medrallo ; faeilitadme tan sólo un a scensor que m& eleve, en aflojar perlado, do está mi Sección. -Tomad caballero, ese en que agora vuestra diestra apoyáis, cuyo es el destino, el mesmo do

"flllS.

Y el ehumboso hijodalgo, de fal triquera rumbosa y cWay:. sombrerín, subió presto y enjuto en el cuadrado torreón de señorial prestanza del modernlaimo edificio de modernfafma planta del Banco de Seguros del Estado.

VERDADES ABQUITECTONIOAS. Chwnbito las advierte, al contemplar el p royecto para el edifiei• del Banco de Seguros del Estado: Indudablemente, ea un banco; pues allf tienen casiento, aua oficinas; . . . ea de cSegurob; porque a pesar de las vueltas que han dado, -con dos con· cursos, encargos prhados, etc.- es Se¡'IIJO:, que el Banco ten· drá au edificio propw; y

•

.. . es de estilo platereaco, que es el mAs adecuado desde que. . . cuesta tanta plata 1

UBB.llTISTAS I S Chumbito estA encantado, de cómo se r esuelven los problemas de UJ'b&nismo en Montevideo. El creta (de puro ingenuo) que en las grandes avenidas, debia'n emplazar edlfidos auntuosoe, ca· paces, con sus luces, de. dar animación a. la zona, durante las horas del la noche 7 eso, precisamente:, es lo que. . . no va a. ocurrir eon el Banco de SeguNs del Estado, que cierra IBll&\ oficinas a las & de la t arde !

LA PIEDRA.

Ohumbito se enteró de que se iba a colocar la «piedra fundamental , del E dificio del Baneo de Seguros y recordando las incidencias (que fuer on. muchas 1 a cuál mAs pintoresca (?) ) a que die· ron lugar los dos cconcUJ'son de otr ora, pensó: ¿N o serA. . . la «piedra del escándalo» 9

- t Cuál es el '6nico 1itil que no puede mentar un «har.ria regla . .. mentad"6D).

al'qnit~to 7 -

La regl a ; pus de lo eontra.rio·

CHUIOITO.

ARQUITECtURA -81

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ARQUITECTURA •

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Arqto. JUAN HORACIO LA6ADIE

Profesor de Economfa Polltlca (facultad de Arquitectura). Tasador del Banco Hipotecario del Uruguoy

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SOCIEDAD DE ARQUITECTOS DEL URUGUAY COMISION DIRECTIVA Pr&sidente 1\rq. Alfredo R. Campos Yicepresident.e ........ .. . ..• » R!iúl Lerena Acevedo Secretario· ... .. .... ... .. .. . . » H. Abadie Santos . Pro secretario » G. Maisonave Pagani Tesorero » Juan H. Labadie Pro tesorero » Antoni o Fraschetti Bibliotecario » Beltrán Arbelech c Encargado de la Oficina Técnica de Vivienda M í nima .... . » Horacio A costa y Lar a Encargado I mpuesto 2 %o ... . » J uan c. Si ti >.~ Raúl Lerena Acev~>do Comis ión de Concursos .... : .. . » HoTaci o A costa y Lara » Mil ton Puente Vocal » .] osé Demicheli . » » Luis Caviglia » » R. Garcí a Blixen » » ,Juan C. Siri •

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Arq. F. Rodríguez » Américo R i caldoni » Heráclides Santini » R osendo Quinteiro » F. Vázquez Echeveste » J. P. Sierra :Morató » Luis A. B a rbé » Rafael Ruano

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SOCIOS HONORARIOS ARG'ENTIKA

URUGUAY

t Dr. Baltasar Brum, ex Presidente de la República. Arq. José P . Carré. D r. José F. Arias

Dr.

Marcelo T. de Alvear, ex Presidente de la Repúb lica Arq. Raúl E. Fitte » Al berto Coni Molina » Alej andro Christopherseu

BRASIL Sr. W áshington L. P er eyra. de Souza, ex Presidente de la R epi1blica Arq. Nes tor Egydio de F igueireclo » A dolfo Morales de los Ríos

CHILE Dr. Arturo Aler.sand r i, Presidente República Arq. Ricardo González Cortés

EE. UU. D E N. A. Arq . .Franck R. Watson » William L. Plack

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SOCIOS CORRE.SPONDIENTES Arq. Sebastián GhiJiazza » Carlos E . B ecker » Víctor .Julio Jaeschke » Raúl G. Pasman » Raúl Alvarez » Fortunato P asser on » Angel Croce Muji ca >> Luis J. Moreno de :Mesa » Carlos l\[endon¡;a » E xe quiel Real de Azúa » Francisco Squirru » Osear González » Alfredo E . Cóppola » Jorge V. Rivarola

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BOLIVIA Arq. Emi lio Villanueva P .

A rq. » » » »

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Alejandro Al burquerque N. 1'\-Iach ado Ra\tl Le;;sa Saldanha Da G11ma F. Nereo de Sampaio Cristiano das Neves Stockles Francisco Prestes Maia Roberto 1\'Ia gno de Canalho Ernesto E . X axier do Prado Aug usto de Vasconcellos José Cortez P aolo Candiotta Rafael Gahrao Angelo Bruhms Arquímedes :;.\fernoria ALE:JL\.NL-\

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CUBA Arq . Luis Bay » Miguel A . H e rnández Rog&r

CHI LE Arq . Onofre :rviontané U rrejola » Bernardo Morales » Manuel Cifuentes » Patricio I rarrazabal >> Hermógene& del Canto » Alherto Schade » I s mael Edwards Matte » Ricardo Larrt>in Bravo » Carlos R eyes P rieto » Fernando de la Cruz » Federico Biegerel » Ricardo H. Muller » Al berto Risso Patrón

ESPAÑA Arq . Luis Bellid p » Modesto Lópe z Otero » P a blo Gutiérrez Moreno t » Eugenio F ernández Quintanilla » César Cort t » l\1 anuel V ega y March EE. UU. D E N. A. Arq. L uis Newbery Thomas » J oh n G'. Howard » Kenneth M . Murchison » Raymond H. Hood PARAGUAY

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SOCIOS FUNDADORES Lerena Acevedo, Raúl Mendivil, Rodolfo Pedemonte, Juan J . Ricci y Toribio, Carlos Sambucetti, Octavio Vázquez Varela, Jacobo Vázquez, Antonino

Campos, Alfredo R. Capurro, Fernando Delgado, Juan M. Faget, Raúl J . Fernández, Luis G. Geranio, Süvio Lasala, FrancliCO t Lerena Joanicó, Cándido

Acosta y Lara, Horado Arrarte Victoria,, Luis Arteaga, Juan José de Baldomir, Alfredo Baroffio, Eugenio P. ~erro, Román Boix, El.zeario Bonaba, Américo

• COMISION REGULADORA DE HONORARIOS Arquitectos : Alfredo R. Campos, Jacobo Vazquez Varela y El.zeario Boix, y Dr. Luis L. Dayviere

* Acosta y Lara, Horacio. t Aubriot, Juan M. * Arteaga, Juan J osé de :¡:

Auarte Victoria, Luis.

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NOMINA OFICIAL DE ARQUITECTOS

B. l\'iitre 139·L E.

A c~::vedo

1494.

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* Agorio, Leopoldo Carlos. - Colonia 2120 . * Azzarini, Horacio. - I sla de Flores 1 8Z<l. * Acosta y Lara, Armando. - F . Vid.tl 667, (P ocitos). * Addiego, Buenaventura. Av. 19 de Abril 3411 . •• Alvarez Mouliá, Javier.

25 de Mayo

269. ~!<

Acquarone, Héctor. - Bou l. Artigas 1439. Amargós, Rodolfo. (Santos-Brasil ) . Arm~s, Guillermo. Mercedes 94 1. Apolo, Juan José. - Dpto. de Dur azno. ·• Aubriot, Juan A. - Williman 6-1 6. >:' Aguerre, Alberto. - Treinta y Tres 1 356. Afíón, Ramón. Boul. E spaña 2444 . Abren, Luis. - P atriotas 75 . Arbeleche, Beltrá.'l. Liber tad 2 796. Abadie Santos, Mario. - CanEllones 1583. Artucio, Leopoldo Carlos. - E jido 1 206. ·• Arocena, Juan Alberto. 8 de Oct u· bre 248 9. t Bellinzon, Angel H. Baroff.i.o, Eugenio P. - Canelones 1429. Boix, EJ.zeario. Ellauri 1023. Bonaba, Américo. - Cerrito 685. Baldomir, Alfredo. - Durazno 2444 . •· Bordoni, José Maria. - Victoria 730 . Berro, Román. - P nr eyra 3 18 1. BauzA., Julio C. - Río Negr o 1 285. t Belloni, Gadea, Pedro. ·- Barbieri, Armando. - Lanañaga 1110. - Beraldo, Jorge. - Luis de la Torre 680. Barbé, Luis Alberto. Ju an B. Blan· co 75 7. Beya Cayo, María. Comercio 2275 . -- Biancbl, Roberto. - 25 de 1\:layo 555. Bastos Klicbe, Julio. - Convención 1186. Bonomi, Humberto. - Gral. Luna 1270 . Bonnecarrere, Antonio. Trinidad Flor<:s. Butler, Julio. Paraguay 1615 . ·- Benedetto, Telmo. - Rincón 4 38. Bemporat, Carlos. - Gral. Fragn 2170 . Bevi!acquP.., Carlos Julio. Emancipa· ción 3964. Ba rilari, Juan M. - 25 de Mnyo 555. •• Bevilacqua, Carlos Mar ia. ·• Brea, Héctor Julio. - Misionl':!s 1 230 . ::e Brugnini, Osca.r. - Blanes 1042 . · - Confort e, Emilio. Libertad 2400. :;.; Campos, Alfredo R. - Chuca.rro 1018. Capturo, Fernando. Bus chental 346 t. Carleva.ro, Alvaro. - C. Payán 2967. Grav.Jtto, Mauricio. Sarmiento 2360. -- Canabal, Alberto. (Buenos Aires). -- Camp, Antonio. - Río B ranc'O 1480. Caprario, Jorge. - Roque G'r aceras 63,! . Cbia.rino, Antonio. - Treinta y Tres 1 356. t Cbiappara, Leonid:1s. -

* *

•

* * * * *

* * * * * *

* * * * * * * * *

* * *

* *

-· Casselli, Héctor. - R ivera 2248. Crocco, Luis R. - 25 de Mayo 555. Casamayou, Enrique. P . Vázquez y y Vega 903. •• Cu-biló, Antonio. - S. V ázquez 1116. Ciuricb, Elias. - Mercedes 1705. Crespi Santoro, Luis. - Legionarios 2344. Caviglla Repetto Luis. - 1 8 de Julio 174 5. Cattáneo, Miguel Angel. Lavalleja

* *

* * * *

* Garcia Arocena, Carlos. -Ituzain¡¡:ó 1467. * Gómez Gava.zzo, Carlos A. - Lapido 2874 . * Garda Blixen, Roque. - Benito Blan · ·~

1 714.

·- Corti, Enrique. - L ima 1 726. •• Carzoglio, Josf6 Pedro. -· Crosignani, ,Hebert. Regidores 1 31 5. Delgado, Juan M. - Cololó 2 722. Durán Gua.ni, Enrique. - Misiones 14 89. Durán Veiga, Luis. - Itu zaingó 1 297. •· De Loy, Anibal H . - Rincón 735. Digbiero,· Italo. - Tomás Diago 70.1. Da Silva, Hora.cio. - Martin García 1 393 . ·- D1 Agosto, Arnoldo; - P a tria 1 368. Dauber, Raúl. - Canelones 892. De los Campos, Octavio. 25 de Mayo

* *

* * * 555. * Daners,

Pedro Federico. -

1 8 de J ulio

1489.

•· Domato, José Hipólito. - Piedras 42 1. Demicbelli, José. - 25 de Mayo 279. ·· Defey, Eduardo. - Sierrs 1595 . •· Erro, Ma.uricio. - P aysandú 1174 . Elzaurdia, Roberto. P eabody 1 940 (Colón). Elena, Carlos. - Uruguay 170 1 . Etcbebarne Bidart, Julio. Garibaldi

* * *

2866.

·- Ferná.ndez, Luis Galo. - Villa Colón. Faget, Raúl. - San Jos é 1 092. t Figari Castro, Juan C. ·- Fonseca, Martin. Federici, Raúl. - 18 de J ulio 1885. ~' Ferreira, Osear. Maldonado 2020. Frascbetti Rui, Antonio. - Yí 1 326. Fernández, Eustaquio. 18 de Julio

* * * *

1465.

Fresnedo Siri, Romá.n. Fernández Elorza, Raúl. - Libres 1464. Fernández, Héctor. - Garibaldi 2 638. -- Fraga Cancela., José. Uiguelet e 198 7. -· Folco, Juan P . Giuria, Juan. - Burgues 3022. Geranio, Silvio. - R ivera 2056. ·¡- Giribal do, J uan A. ·· Gómez F errer, Felisberto. Sochantres

* *

111.

* Gimeno,

José. - Ciudadela 1416. :~ Goyret, Luis A. J. Requena 1 580 . -· Genta, Ma rio. - República 214 3. ·• Garavagno, Helios. Gara;;e, Roberto. - Rincón 565. Gaggioni, J ulio. Guarino Fiscbert, Julia. Cub(l del Norte 3596. '!< Gonzá.lez P ose, Eduardo. Dept.. de Du· razno. · - Gutiérrez, E zequiel. Gori Salvo, Miguel A. - Ron deau 1578.

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co 1224. Garcia Pico, Héctor. P aysa ndú 908. González Vanrell, Carlos. - 8 de Octu· bre 2508. Herrera Arraga, José. Herrera Mac Lean, Carlos. - 1 8 de Ju· lio 1707. Hardoy, José B. - Buenos Aires. Herrán, Jorge. Cerrito 40 7. Herrán, TeófJo. - 25 de Mayo 555 . Iuvernizzi, Pedro. Salto. !sola Pitia, Albérico F. - Me1·cedes 941. Ilaria, Pascual A. - P aysand· 1674. Ig1esias, José. Jones Brown, Alfredo. Boul. Art.i· gas 1 322. Jauge, Amadeo. - Av. B rasil 2468. IJambias de Olivar, Antonio. Ioamolle, Juan Carlos. - F lorida l485. Lasa.la, Francisco. - J. C. Gómez 1420 . Lavignasse, Alfredo. - :Millán 3615. Lerena Joanicó, Cándido. Lerena Acevedo,· Raúl. - Ituzaingó 1467. Laba<Le, Jua,n Horacío. - Salto 11 73 . Lezama, Arlstides. Rocha. Larrobla, Salvador. S. Bolíbar 1 270. Labacá, Manuel Francisco. Leborgne, Ernesto. - Luis B. Ca via 2788. Lietti, Fernando. 'WiHiman 646. Monteverde, Juan. Maini, Américo. - C. Nacionales s¡n. Matburin Lecoc, Marcelo. Martorell, Sebastián. Mnllíu , Ernesto. Salto. Morea u, Mario. - Misiones 1408. Menclivil, Rodolfo. Dpto. Colonia . Mazzara, José. Ramr la Wilson 675 . Mariano, Juan M. - 8 de Octuhre 2984 . Molins, Carlos A. - Luis de la. Tor re 644. Martínez, Alejo. Hepública Argentina. Ma sanós Blanco, Ramiro. Muñoz del Campo, Alberto. - Ituzaing6 1467.

Macbiave!.lo, Saúl. - Bra sil. :;: Mainero, Edmundo. - F. AguiJar 878. Muracciole, Juan M. Rondeau 1 578. :;: Meier, Juan Carlos. - Dpto. Paysand\1. Mondino, Héctor. Canelones 22 11. :;< Mazzuchelli, HPrcules. -- ArQl!ímedes 11 23. Malherbe, Alejandro. Con stituyente

* * *

1 959.

* Mat o, :;:

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Rodolfo. - 1 8 de Julio 1908 . Maisonnave Pagani, Ciptys M. Sar· miento 2495. Morialdo Sara. - Bu enos Airrs 217. Méndez Scbiaffino, Gustavo. Nadal, Pedro. - París. Nin, Alfredo. - Magallanes 1 236. Novoa. Courrás, Diego. l\I. Barreiro 3 110.

·- Núñez Dulio, Jacinto. - Agraciada 2399. •:< Noceto, Luis. San Martín 3427.

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Noceti, Carlos E . - Timbó 11 93. Núfiez, José Maria. - Magallanes 1.:>14. Nunes, Luis O. - Carapé 2 182. O'Neill Arocena, Edua.rdo. - Palmar 22 90. Oaes, José Maria. - Libertad 2893. t Prat, Pedro. -· Pitamiglio, Hwnberto. - Rincón 406. ~: Pérez Montero, Carlos. - Colonia 1 230. P-edemonte, Juan J. 2 1 de Setiembre

.. Rodriguez, Héctor L . - L avalleja. -- Rodriguez Larreta, Gualberto. Saran· dí 528 . ::: Rius, Juan Antonio. - 1 8 de J ulio 1698. Ruano, Rafael. Constituyente 1959. Rivero, Julio. - Roque G·raceras 718. ::< Rivas, Enrique. 8 de Octubre 2 5 19. -- Rubio, Antonio. - . Brasil. ::: Rodriguez Estevan, Roberto. Coloni:l

* *

909.

2268.

Po!anco Musso, Luis. J Benito La· mns 2959. ::< Pou Cardoso, Fernando. Soriano 936. ::: Pecoste, Eugenio. - J. Paullier 1278. ::e Pérez Larrañaga, Francisco. - Gaboto :~

1468. :~

Pérez Fuentes, Daniel R . -

Maldonado

1039.

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Paez Seré, Modesto. - Av. Italia 2 590. Pagan!, Hécror A . - Rincón 43S. Pessina, Romualdo. Canelones 892. Puente, Eduardo Milton. 25 de Mn· yo 555. Pieri Campomar, Juan C. - · Galicia 11 25. Puignau, Juan P . - Ejido 908. Pepe, Walter. Río Negro 162 0. Pére2l del Castillo, Manuel. S. de Chile 1284. Quartino Herrera, Rafael. P anandú • 893 .

::: Quinteiro, Rosendo. - )lac-Eachen 1 323. Qninteiro, Manuel I . Sierra 14 42. -- Rniz, Alejandro. San José 1 091. Roeeo, Daniel. - Buenos Aires 5 19 bi.s. ::e Rieei Toribio, C11.rlos. - Suárez 292 5. Rodríguez Larreta, Carlos. - Av. J<\roce· na 1000.

* *

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Rodié, Emilio. - .A. Lapido 2892. Rampa, Héctor. Sierra 2254. Roure, Evaldo. Larrañaga 4211. Rica.ldoni, Américo. Buschental 3425. Revello, Miguel N. - J. Paullier 1 683. Ricón, Ramón. - 25 de Mayo 371. Rodriguez, Fernando. - 25 de Mayo 371. Sanguinetti, Domingo. - Canelones 2376. Suárez, .Julio. Sambucetti, 9eta.vio. Gil 942. Scasso, Juan A. - Cebollatí 2014. Segundo, Luis E . - Est. del F. C. del U. Surraeo, Carlos A. Casilla de Cor~eo 685.

3 774 .

José Pedro. -

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1759.

* Santini,

Heráclides. As. It alia 3 165. :;: Siri, Juan Carlos. - P aysandú 1321. ,;: Santini Peluffo, Juan Carlos. - J . He· quena 1 504. ~:: Sciutto, Rómulo. Ejido 1206. Sebastiani, Marcos Antonio. Victoria

1071.

-- Storm, Rodolfo.

Saldún, Pedro A. - 1 8 de Julio 1908 . :;: Tosi, Leopoldo J . - Constituyente 1965. :~ Triay, Ba.rtolomé R. T . y Tres l 356. Terra. Urioste, Carlos D. - Rivera 2408. -- Terra. Aroeena., Hora.eio.-- Misiones 1454. ::: Tejera, Eloy, - Libertad 2482. Terr& Arocena., Rafael: - Adolfo Berro

1 023.

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-- Silva Diaz, Bernarcllno. - Barreiro 3299. ::: Stewa.rt Vargas, Enrique. - Rincón 4:!8. ~: Schinca, Carlos EduP.rdo. 8 de Octubre :;: Sierra Mora.tó,

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Lucas Obes 897.

Tosi, Carlos D. ,.....- Vázquez y Vega 11 39. Tournier, Hipólito. - 25 de Mayo 555. Tosi, Esteban. - Vázquez Vega. 1139. Uranga, Joaquin. Inca. 2075 : Ubilla, Antonio. Mel<>·Cerro Largo. Vá.zquez Varela, Jacobo. - Buenos Aires 519 bis. Vá.zquez, Antonino. - Av. Ita1ia. 152. Vilamajó, Julio. - Mercedes 1260. Vázqttez Barriere, Gonzalo. Constituyente 195 9. Valabrega, Rica.rdo E . - Suárcz 30 75. Villavedra, José. - Libertad 2592. Vigouroux, Rodolfo L . - A vd n. Aro cena 440 - Carrasco. Vera Sa.lvo, Héctor. Durazno 1 02 7.. Ap. 41.

::: Vanini, Carlos A . - 25 de Mayo 55:l. ::: Vázquez E cheveste, Francisco. -- 1 8 de .Tulio 14 3 1 - 5 . 0 P. -· Viana, Enrique. - Mag.~llane s 1217. -- Villaverde, Edu11.rdo. - Maciel 1487. -- Williman, José o :audio. - 26 de Marzo 1 0 99.

::: Yanuzzi, Adela.. Rivera 2528. t Zerbino, Luis. Zunin Padilla, Cándido. - Dpto. Artigas. Nota: Los nombr(ls señalados con. asterisco corresponden u los de los socios de la S. de A. del Urugur,y.

DECÁLOGO DEL ARQillTECTO l.

Los ARQ U ITECTOS no debe:~ cont ribuir ;:¡. fcmentar !a confusión pública existente sobre lo3 :hutos universitarios; por lo cual la Sociedad de Arquitectos del U ruguay exhorta a los ui plomados que tengan sociedad con empresarios. a expresar claramente en sus anuncios, tableros o chapas. la clase de actividad de cada uno, separando los nombres con determi!12Ción expresa de la fun ción técnica o comercial. Ejemplo: X. . . Z.. . A ·rquitecto Y... V.. . Hmpresario de Obras ( excluyéndose de ese tratamiento al constructor o al maestro de obras. que requieren título i.!niversitario).

11.

1\o debe haber un solo A rqu itecto que no esté agremiado; la pasividad es derrotismo. ~olega : atraiga a otro colega 110 asociado. Nos hace falta su solidaridad, a la obra común, rr.ás que la cuota mensual.

III.

Si queréis hundir la prdesión, qui tad el apoyo a la Sociedad; y para iundir a ésta, sók· basta con no concurrir nunca a ella y todo habrá concluído.

IV.

Si no fuera por la Sociedad de Arq1útectos seríamos todavía, ante el público grueso, ({Albañt:les ', y ante el "soidissant" ilustrado, "ingenieros fracasados". Sólo una "élite'' intelectual, sabe bien lo qué es e.l Arqttitecto.

•

}

Si hubiéramos trabajado todos, más por nuestra profesión y en forma menos egoísta, otro sl'ría el valor de cotización del diploma de Arqtt,itecto. Profesiont>s, denominadas menores, se han impuesto en el ambiente social e intelectual por el tesón de propaganda de sus n mponentes. La nuestra, profesión como la de médico, ingeniero o abogado, permanece ~in la jerarquía que le corresponde. ¿ Quiénes tienen la culpa ?... NOSOTROS y nadie más que nosotros, que hemos olvidado el elemental principio de la COLABORACION.

VI.

N o haga ningún rn·al a sus colegas. Las profesiones sin ética y sin caballerusidad, son bajos medios de vida, comparables a los m ás e:xecrables. No se interponga para desplazar a sus colegas; esa conducta va contra la profe sión y c0ntra el profesional, que caen, así, en el concepto del público, quien mira con sorna la lucha por el vil interés Y se aprovecha de la puja denigrante, para sacar partido, en su exclusivo beneficio.

VII.

Es inútil pedir 1'eglamentacioues legales, si antes no nos imponernos corno profesionales, regidos por los más severos principios morales .

VIII.

P ara arrasar con lo que se ha hecho a fuerza de paciencia y sacrificios, basta con no l:acer nada y criticar lo poco que se ha:;a. A seg uremos la continuidad del esfuerzo, con la acción y no con demoledora censura a los camaradas que trabajan desinteresadame11te .. unque a veces puedan equivocarse.

IX.

Cuando la acción de todos los Arquitectos, sobresalga innegablemente sobre la de los que nsurpan su función, la r eglamentación profesional será un hecho.

Vender la firm a profesional, es como vender el ;.tJma al diablo. "La función es un depósito sagrado", los ingleses le llaman "sacret trust". V endedor de firmas: ausculte su conciencia antes de trazar la rúbrica y. piense en la rara ,:ue ponen sus colegas, a l ver en los despachos mtmicipa!es, sus cientos de firmas, vendidas no siempre ual bajo precio de la 11ecesidad"'.

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