CUANDO LA VIDA NOS ENSEÑA, EL ALMA FLORECE

No entiendo, ¿por qué las personas, nos lastimamos tanto, por qué en nuestro dolor, causamos heridas tan profundas en otros?. ¿Por qué el egoísmo disfrazado de libertad y empoderamiento, se ha convertido en un estandarte?, cuyo lema es ser feliz, sin importar el dolor del prójimo. ¿Por qué en nuestra cobardía, no enfrentamos lo que somos y solemos disfrazarnos de culpas a terceros y mil justificaciones? convirtiéndose en verdugos con causa; la causa más “noble” y “valiosa” en estos tiempos el “yo”.

POR WENDY ZARATE FOTOGRAFÍA SASHA FREEMIND

Realmente no entiendo a la humanidad de este tiempo vanguardista y frío. De pronto nos perdimos; los valores y el amor verdadero se extraviaron en algún lugar del inmenso universo; ahora tu valor se define en mil likes, si vistes Gucci, si tienes el cuerpo perfecto o si en pro de tu libertad destruyes, para reconstruirte, pero a mí me gusta la gente bonita, esa que te comparte una sonrisa sincera, aún cuando por dentro su alma está rota, me gustan los brazos abiertos y bien firmes que te acarician el cuerpo con su calor; me gustan los besos tronados, que se dan con ánimo y sonrojan la mejilla, me gusta cuando sientes el verdadero amor a través de una mirada extraña, pues el amor no es exclusivo de las parejas, el amor es un don que se tiene dentro y se siente y se vibra y se entrega en todo momento, aún cuando se camine rota o un poquito descosida; ya que el amor no es una fórmula secreta de la alegría, es la esencia del ser humano, es lo que te hace capaz de darte, aún cuando las lágrimas son dolorosas y nos nublan la vista, pero no el corazón, ni el espíritu, pues e descubierto que la medicina para sanar es el servicio desinteresado, ya que donarte, te hace vaciarte de ti mismo y te inunda de gratitud y gracia plena.

Yo quisiera invitarlos a no rendirse, a ser generosos con la vida, a intentarlo un millón de veces antes de renunciar a todo lo que realmente vale la pena, como la familia, los amigos, los sueños y proyectos, al mismo Dios quien es la fuente misma de virtudes. No te rindas y no seas uno más de las masas, se tú, libre de ideologías y corrientes frías, se tú, y defiende lo tuyo con uñas y dientes, pues las victorias de cada día, no se ganan siendo y pensando como todos, se ganan amando, despojándose de lo que no es una semilla sana, se ganan con valor y no siendo una pieza más que se mútila a si misma para encajar en el enorme rompecabezas de esta vida moderna.

Yo estoy en la lucha, no comulgo con la filosofía de lo desechable, creo firmemente en la restauración de almas, mete y espíritu, creo y confío ciegamente, no desecho por qué no me satisface o por qué me place, prefiero reconstruir sobre roca firme, corregir, y sanar a profundidad, por que siempre se puede reinventarse y ser y hacer la mejor versión de ti