Buena Nueva REVISTA
Proclamamos la fe en Jesús para provocar fe en los que no le conocen
Levántate y no peques más Dile al justo que le irá bien
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La Ley de la Siembra y la Cosecha
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El antídoto para no pecar
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Lic. Bruno Valle G.
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Lic. Bruno Valle G. y Ernesto Cubillo
Juan Carlos García V.
Estamos en campaña... porque hay almas que salvar Edición No. 63 / Año VII / Julio 2013
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CUMPLIMOS 12 AÑOS
APOYANDO AL DESARROLLO DE
La empresa Energética Corinto Ltd. y Tipitapa Power Company son compañías líderes y confiables, comprometidas con la sociedad nicaragüense en la generación de energía eléctrica de forma responsable y respaldada por una solida infraestructura tanto tecnológica como humana. 2
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en cambio, padeció en una cruz para darnos vida en abundancia, pues a través de su cruz cargó con todos nuestros pecados, murió con ellos, y al final los venció mediante la resurrección.
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Proclamamos la fe en Jesús para provocar fe en los que no le conocen
Levántate y no peques más Dile al justo que le irá bien
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La Ley de la Siembra y la Cosecha
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El antídoto para no pecar
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Ing. Julio César Castillo Ortiz
Presidente Presidente Ing. Julio César Castillo Ortiz
Director General Ing. Carlos Talavera
Coordinador Arq. Denis Tercero G.
Corrección de Estilo Lic. Bruno Valle G.
Relaciones Públicas y Periodista Lic. María Elda Amador L.
Diseño y Diagramación Julio César Bravo M.
Control de calidad Ing. Reynaldo Oporta
Ventas Juan Carlos García V.
Distribución Ernesto Cubillo
Queridos hermanos y hermanas en Cristo Jesús: “…Ni yo te condeno; vete y no peques más.” (Juan 8:11). Es la frase que expresa Jesús a aquella mujer que los escribas y fariseos le habían llevado como culpable de adulterio. El mismo Hijo de Hombre nos deja una gran lección, a través de este acto de amor y compasión.
Hoy, al igual que a esta mujer, Jesús nos quiere dejar claro tres aspectos: primero nos recuerda que Él no vino a este mundo a condenarnos por nuestras culpas,
En segundo lugar, el Maestro nos dice “vete”, pues nos manda a no estancarnos y seguir el camino de una vida nueva, sin temor a nada y sin cargas por nuestros antiguos pecados, y por último nos exhorta: “…y no peque más”, mostrándonos que la salvación consiste en darle la espalda al pecado. Es por ello que la revista Buena Nueva dedica esta edición a aclarar la naturaleza pecaminosa que lleva cada persona. Pero también nos alienta a que sigamos a nuestro Redentor que siendo Dios se hizo Hombre para venir a Salvarnos de las garras del pecado, y recuerde que Jesús está Vivo y nosotros seguimos en Campaña… Porque Hay Almas que Salvar.
Atención al cliente Esterlina Andino
Colaboradores Lic. Dulce Robles Padre Oscar Chavarría
Producción Multimedia Lic. Lester Lau Pablo Ismael Olivera E. Revista Buena Nueva es un medio de comunicación de la Asociación Cristiana Jesús está Vivo, de circulación mensual, gratuita y distribuida de manera personalizada a empresas, medios de comunicación, iglesias, comunidades cristianas, gremios, asociaciones, empresarios, instituciones públicas y privadas.
Contactos: (505) 2277 1383 / (505) 2277 5011 (505) 8866 3966 / (505) 8672 2462
presidente@asociacionjesusestavivo.com Semáforos del Autolote El Chele, 30 varas arriba. Managua, Nicaragua
06 Dile al justo que le 18 ¿Te has portado irá bien
mal?
antídoto para 08 El no pecar
intimidad con 20 En Dios
las manos de Dios 10 EnLuis Enrique Calderón
22 La mujer sin
12 Ley de la
24 La peor pandemia
restitución
nombre
de la siembra y 26 Andá, volvamos a 14 Ley empezar... la cosecha Gálatas 6:7
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REFLEXIÓN
En el juego de la vida ¡Cuidado con las faltas!
Lic. María Elda Amador L. “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1Juan 1:8-9 En la vida al igual que en el fútbol se deben cumplir una serie de normas no solo para alcanzar la victoria, sino para sentir la satisfacción de haber hecho cada acción dignamente, y recibir al final de las olimpiadas el premio que corresponde. Aunque sabemos que los jugadores por más experimentados y profesionales que sean, siempre están expuestos a cometer faltas que podrían costarles la expulsión del campeonato. Fuera de la cancha sucede lo mismo con las personas, cada una sabe o debería saber las normas que Dios nos ha dejado para que podamos
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vivir dignamente el “juego” de la vida y al final del campeonato recibir la corona de la salvación. Pero aun sabiendo lo que es agradable o no ante los ojos de Dios, recurrimos constantemente a las faltas, poniendo en peligro nuestra relación con el Señor, y por ende, la salvación. La Misericordia de nuestro Señor Jesucristo nos ha hecho beneficiarios del perdón de nuestros pecados, pero de nosotros depende vivir de acuerdo a su Gracia y mandamientos. Para ello les mostraré las diferentes formas de cometer “faltas” o pecados, que el cristiano debe eliminar de su vida:
Pecado por Omisión fragmento escrito por Miguel Ángel Cornejo Soy el mayor y más aberrante pecado del hombre, en mi trabajo
pude haber sido un profesional que trascendiera a su técnica y a su tiempo, pero nunca me entregué a él con la pasión que me reclamaba, viví de mi oficio pero nunca le entregué lo mejor de mi vida. Ya olvidé si alguna vez les dije a mis padres que los amaba, esperaron en vano mi regreso y el consuelo y la ternura que les debía, ahora que ya no están, me reclamo a mí mismo, el hijo que yo pude haber sido. Mi nombre es: Omisión, lo que nunca fui porque jamás me atreví a intentarlo, lo pensé es cierto, pero nunca convertí en acciones mis deseos, me faltó el coraje de alcanzar lo que me había propuesto, la razón: miedo, el temor a ser un ser auténtico, fiel conmigo y con mis sueños, mi cobardía me hundió en el escepticismo. Ahora me arrepiento de nunca haber intentado ser hijo de Dios.
...REFLEXIÓN
Seguramente Él, que perdona todo, puede comprender por qué traicioné su sueño de la creación, y sin alforja alguna, vacío y lleno de frustración le pido una oportunidad más, para que el día de hoy me atreva a llenar mi vida de desafíos y conseguir lo que hoy sí estoy decidido a realizar, llenando mi tiempo de acciones que me harán dormir cansado y en paz.
Pecado Oculto Los pecados ocultos son los pensamientos o comportamientos que somos capaces de ocultar del mundo, pero que desagradan a Dios. Los pecados ocultos distorsionan nuestra percepción de lo que realmente es una relación con Dios y nos lleva al fracaso espiritual y a la condenación. Los pecados ocultos no son detectados por nuestros seres queridos, hermanos, amigos y el resto de la gente; dificultando aún más una intervención, el consejo y las medidas necesarias para librarnos de ellos. Hay pecados ocultos que ni siquiera son detectados por las personas que los cometen, ya que muchos no los consideran pecados.
Algunas de estas faltas son: la lujuria, venganza, egoísmo, mentira, pornografía y adulterio.
Pecado Inconsciente Cuando las personas nos convertimos al cristianismo, reconociendo a Jesús como Dueño y Señor de nuestras vidas, nos iniciamos en un proceso en el cual Dios nos va perfeccionando. En este caminar es seguro que vamos a tener tropiezos y podemos cometer una falta sin una clara intención de hacerlo, en ello radica el pecado inconsciente. “Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado” Santiago 4:17. Por esto, aunque en Cristo hemos sido limpios de todo pecado, el camino de la vida nos presenta cada día la oportunidad de hacer el bien u obrar el mal desde lo profundo de nuestro inconsciente.
Pecado Consciente Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, le
dio esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.» Génesis 2:15-17. Adán y Eva tuvieron que decidir entre obedecer el mandato del Señor y no comer del fruto prohibido o bien, ignorar la voz de Dios yendo contra su voluntad. Igualmente los cristianos estamos llamados a no cometer ningún acto que desagrade al Señor, pero sólo nosotros podemos decidir si pecamos o no, aun siendo conscientes de lo que nuestro Señor nos ha mandado hacer. Es aquí donde radica el pecado consciente, cuando hacemos una “falta” sabiendo que esto no le agrada a Dios, y conociendo sus consecuencias. Queridos hermanos, aunque el ser humano fue creado para darle la Gloria y Honra a nuestro Creador, el Señor nos hizo libres para que decidiéramos entre hacer el bien y el mal. Hoy, tienes una nueva oportunidad para identificar de qué forma estás pecando, para arrepentirte y volver a Dios.
Km. 14.5 carretera a Masaya, comarca Veracruz 8km al este Nindiri, Masaya. Tels.: 2279 2055 - 2279 2066 * Fax: 2279 2077 * E-mail: info.cedesa@yahoo.com
ENSEÑANZA
Pero este tipo de vida no puede ser sembrada donde la semilla de la desobediencia ya germinó, creció y dio frutos. Vivimos en tiempos en los cuales las personas quieren prosperar sin obedecer, en este caso, también se aplica la ley irrefutable de la siembra y la cosecha. Debemos sembrar obediencia para recibir solo bienes del Señor. El ser humano odia la pobreza, la enfermedad y la calamidad, pero ama profundamente el pecado, el cual es la raíz esencial de todos los males que pueden sobrevenirle. Como nuevas criaturas, somos llamados a una vida superior, de alegría, paz y abundancia. De otra manera, el cristianismo no valdría la pena. Sin embargo, la base de todo lo bueno que anhelamos, es una correcta relación con Dios, cuyos cimientos sean la obediencia y una vida de santidad. Hoy el Señor le envía un mensaje, algo que tal vez no lo sorprenda, pero que usted puede estar ignorando: “Díganle al justo que le irá bien, pues gozará del fruto de sus acciones.” Isaias.3:10. Dios ha visto su obediencia a su palabra, valora su arrepentimiento y el deseo de agradarlo. Dios dice que le irá bien, porque usted ha procurado vivir según su voluntad y ha renunciado al pecado.
L c. Li c B runo runo ru no V a lee G al Lic. Bruno Valle G.. Según la Biblia, la miseria, pobreza, las enfermedades, los anhelos incumplidos, todo esto está relacionado con la desobediencia y el pecado. El pasaje más amplio sobre este tema lo encontramos en Deuteronomio 28:15-68, aunque fue dirigido a Israel, el principio
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básico de que Dios no bendice a los desobedientes sigue siendo verdad para todos los pueblos y generaciones. Jesús dijo que Él venía a traer abundancia a nuestras vidas.
Vida abundante Jesús resumió todas las promesas de bienestar y bendiciones de toda la Biblia cuando dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”.
... ENSEÑANZA
Juan 10:10. Pero también dijo: “El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir...” El ladrón es una comparación muy adecuada para Satanás, quien nos ha robado todo el bienestar que Dios dio a la humanidad. De hecho, donde hay un matrimonio destruido, en los hogares en los cuales falta la paz, donde la enfermedad ha menguado las fuerzas, donde hay hijos desobedientes y padres indolentes, en todas estas y más circunstancias, vemos el movimiento y control total del ladrón. ¿Cómo ha entrado el ladrón a nuestras vidas? La respuesta es sencilla: por medio del pecado. Pero al haber dejado el pecado, hemos eliminado la influencia del enemigo en nosotros y en las circunstancias que nos rodean: “Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, pues no están sujetos a la ley sino a la bondad de Dios.” Romanos 6:14. Resuelto el asunto del pecado, somos libres para gozar de la vida que Cristo promete. ¿Qué fue lo que él prometió? ¡Una vida abundante! La palabra abundante, tiene el sentido de “excesivo”, “más de lo necesario”, “cantidad grande”. Todo esto fue lo que Dios prometió a su pueblo centenares de veces en las Escrituras. Lo que muchos han pasado por alto es que “esa abundancia” no se refiere solamente a la vida eterna, ¡se refiere a nuestra vida terrenal!, No hay que esperar para el cielo, lo que podemos disfrutar aquí. Entonces, ¿por qué muchísimos cristianos viven por debajo de la pobreza, de las necesidades, cargando
enfermedades, pasando penurias y situaciones lamentables? Usted sabe la respuesta: por el pecado. La falta de reconocimiento de las transgresiones impide a Jesús darnos la vida que nos ha prometido. Bienestar en medio de la escasez Las promesas de Dios son tan firmes, que asombran las circunstancias en las cuales Él las cumple, y esto debe traer seguridad y tranquilidad a todos sus hijos. En el Salmo 37:19, dice: “Ellos nunca sufrirán cuando lleguen los malos momentos, y siempre tendrán comida en tiempos de escasez.” Me gusta la traducción de la segunda oración que se encuentra en la Traducción en Lenguaje Actual: “cuando otros no tengan comida, a ellos les sobrará.” Y en Isaías 58:11, el Señor prometió: “El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.” Obediencia, cimiento de la prosperidad Muchos que hablan de la prosperidad se han equivocado profundamente en dos cosas, sobre las cuales basan sus enseñanzas: primero, dicen que sembrando dinero se cosechará dinero, haciendo una terrible aplicación de la ley de la siembra y la cosecha. Esta ley se refiere a la siembra de actitudes y conductas ejemplares que pueden generar el favor de Dios hacia el sembrador. Dos, centran la atención de la gente en lo que pueden recibir antes que en Dios. Así, las personas que escuchan estos discursos pueden estar recurriendo a las iglesias y “pactando con Dios”
para obtener una recompensa, como la antigua clausula romana “Do ut Des” (te doy para que me des). Es imposible alcanzar el favor de Dios con la base equivocada. Ahora, he de poner de relieve que la obediencia tiene que resistir hasta en los momentos más difíciles. No se debe ser obediente solo en momentos convenientes, lo cual realmente sería desobediencia. A través de la oración pida a Dios que le muestre por medio del Espíritu Santo, cualquier pecado que usted pueda estar cometiendo consciente o incoscientemente. Las palabras del apóstol Pedro son oportunas en esta parte: así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…” Hechos 3:19. Dile al justo que le irá bien Un cristianismo en el cual las personas pasan los mismos problemas que los del mundo, la misma ansiedad y necesidades, la misma pobreza y enfermedades, con carencia y anhelos, ese cristianismo NO VALE LA PENA, porque no es lo que Cristo prometió. Jesús prometió una vida fuera de lo común, extraordinaria, llena de gozo, felicidad, falta de carencias, con salud y longevidad. ¿Por qué interpretar de otro modo lo que Jesús dijo? Por su obediencia y entrega al Señor, por el deseo que usted tiene de hacer su voluntad, hoy le comunico lo que Dios mandó a decirle: “dile al justo que le irá bien”. No le faltará nada, vivirá con alegría y confiado, será un cristiano lleno de frutos y victorias, y nunca más volverá a padecer las necesidades que este mundo pecador sufre. www.asociacionjesusestavivo.org
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ENSEÑANZA
El antídoto para no pecar Juan Carlos García V. En el mundo existe una enfermedad más dañina que el sida, el cáncer y la diabetes. Lo peor de este mal es que no solo perjudica en esta vida, sino también en la venidera. Esclaviza a jóvenes, hombres, mujeres, ancianos, ricos o pobres. Se llama PECADO, pero existe un antídoto eficaz para contrarrestar sus consecuencias; el arrepentimiento. Veamos cuál es el proceso del arrepentimiento.
lo llevaron a actuar como lo hizo, pero ha llegado a la conclusión que se equivocó. El pensamiento que lo llevó a actuar como lo hizo es desalojado y en su lugar una nueva idea, correcta, lo hace pensar diferente. Con un cambio de idea es que inicia el arrepentimiento.
¿Qué es arrepentimiento?
“La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte.” 2 Corintios 7.10.
El término hebreo de donde procede la palabra arrepentimiento, indica sentir pesar por haber hecho algo malo o por no haber hecho lo bueno que se debía. Esto implica un cambio en la actitud mental o el sentir de la persona. Así que, el arrepentimiento es “el convencimiento que una acción ha sido incorrecta”. Mientras no haya este sentir, el arrepentimiento no es real. Una persona que pide perdón, pero a su vez no está convencida de haber errado, realmente no está arrepentida. Entonces, el arrepentimiento inicia con un cambio de mentalidad: usted hizo algo indebido, sus pensamientos
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Al nuevo pensamiento sigue la tristeza
2:37, dice: Al oír esto, conmovidos profundamente, dijeron a Pedro y los demás apóstoles: “Hermanos, ¿qué haremos?” Este es un buen ejemplo de lo que estamos diciendo. Entonces, si al “arrepentirse” usted no siente verdadera tristeza por lo que hizo, puede estar seguro que no está realmente arrepentido.
le
Después del reconocimiento del error, Dios se encarga de producir en nuestro ser, por medio de su Espíritu, una tristeza, un dolor por la falta cometida. Si nos sentimos mal por haber actuado como lo hicimos, ese sentimiento viene del Señor. El día de Pentecostés, Pedro predicó a las multitudes, y Dios tocó el corazón de esas personas haciéndolas sentirse muy tristes por lo que habían hecho. En Hechos
Otro escalón: la confesión La confesión es el reconocimiento verbal de la culpa, con el fin de alcanzar el perdón de Dios. Cuando el profeta Natán se presentó ante el rey David para señalarle su pecado, el monarca confesó su falta: “¡He pecado contra el Señor!, reconoció David ante Natán.” (2 Samuel12:13). La admisión de la culpa por medio de la boca es una evidencia tangible de la tristeza que causa el arrepentimiento, pues “de la abundancia del corazón habla la boca.” Algunas veces solo bastan unas palabras para cambiar todas las cosas. Puede que haya un sentimiento de tristeza, arrepentimiento en el corazón, pero también la negativa de confesar la culpa. Esta conducta
...ENSEÑANZA
se puede clasificar como arrogancia y falta de quebrantamiento. Un matrimonio de años y años se destruyó porque faltaron dos palabras: “ME EQUIVOQUÉ”. A la falta de confesión le sigue el desastre. El Salmista dijo: “Cuando yo no quería confesar mis culpas, me debilitaba cada día más.” Sal.32:3. ¡Es impresionante lo que puede hacer la falta de confesión! Esto se debe a que es en la confesión donde nos despojamos del peso de la culpa por lo que hicimos. La confesión es la puerta de la libertad ante el camino del remordimiento.
El arrepentimiento genera un repudio hacia el pecado El cambio en el punto de vista sobre algo que hicimos, produce un rechazo hacia la acción pecaminosa, y esto nos impide volver a actuar de la misma forma. Al detectar como pecaminosa una acción, el arrepentimiento frena llevarla a cabo otra vez. Previene el pecado. Por consiguiente, es necesario que haya un rechazo definitivo, que se sienta un odio de corazón por el mal proceder. Esta es la única forma de odio permitida al cristiano.
Para que el Señor pueda acogernos en su comunión, necesitamos abandonar toda conducta contraria a su voluntad, renunciar a lo que éramos por considerarlo dañino para nuestra vida espiritual.
que realmente se arrepintió, qué ha cambiado? Los esposos se ofendieron y luego se reconciliaron, pero qué hacen para mostrar que han cambiado de actitud, por lo general, ¡NADA! Simplemente dan por sentado que las cosas están bien. Pocos días después la amargura se repite. Por eso hay que tomar en cuenta que el arrepentimiento conlleva en sí mismo, las acciones que lo demuestran.
Cambio de dirección Cuando todo lo anterior se ha gestado, hacemos un giro considerable: íbamos rumbo al precipicio, alejándonos de Dios por nuestra conducta y pecados. En un trayecto del camino nos dimos cuenta de nuestras fallas, y tomamos la decisión de parar, dar la media vuelta, y volvernos a Dios, esta vez, dándole el rostro.
El Señor nos ama tanto y Jesús estuvo dispuesto a sufrir por nuestros pecados, que la única decisión que podemos tomar ante esta realidad es: tomar el antídoto para no seguir ofendiendo a nuestro Padre amoroso, quien merece nuestra santidad.
Usted ha pedido perdón a Dios, ¿pero qué está haciendo para demostrar
SERFOSA www.asociacionjesusestavivo.org
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ENTREVISTA
Luis Enrique Calderón, imitador por excelencia de Nicaragua, invoca el amparo de nuestro Padre Celestial y deposita en las manos de Dios su vida y su espectáculo, luego inicia sus presentaciones que por 23 años han traído alegría y gran aceptación tanto para el público nacional como a extranjeros. “Empecé mi carrera como imitador con detalles nada más, después me fui profesionalizando más en el trabajo. Luego vi videos de Julio Sabala, fijándome que necesitaba otros elementos para la caracterización de personajes. Invertí más en el show, hasta irme desarrollando”, relata Calderón. En los 23 años de carrera artística, Calderón ha imitado 50 voces de personajes, entre ellos políticos nicaragüenses y cantantes internacionales. Funciones que han sido acogidas por diferentes públicos en Washington, San Francisco, Miami y su tierra Nicaragua.
Luis Enrique Calderón
En las manos de Dios Lic. María Elda Amador L. Cada butaca se está ocupando. Las personas no cesan de entrar y la presentación está por iniciar. En el escenario todo está en su lugar, listo para recibir a catorce personajes que irán presentándose durante la noche. Cada celebridad tiene su particularidad, sus fans y sus detractores, pero todos darán lo mejor de sí. 10 www.asociacionjesusestavivo.org
En el camerino un hombre de rodillas susurra la siguiente oración: “infinitamente bendito seas Señor por este don que me distes, ahora dame la fortaleza en las piernas de subir y bajar las gradas y regresar al escenario, dame la potencia en la garganta, dame lucidez, dame el sentido de la medida, haceme que haga reír al público, amén”.
“Gracias a Dios, desde la primera presentación, al público le llamó la atención que alguien pudiera imitar voces, en el inicio imitaba tal vez unas seis, en la actualidad ya llevo alrededor de unas 50 voces. Y estoy seguro que es un récord aquí en Nicaragua, y soy el pionero en hacer un tipo de show así, de crear personajes, imitar personajes, y presentar en una sola noche catorce personajes”, comenta el imitador. Enrique Calderón admite que el ingenio que tiene para hacer su trabajo es dado por la misericordia del Señor Jesús, pues Calderón nunca ha recurrido a transformaciones radicales para imitar a varias celebridades, haciendo espectáculos naturales pero que implican entonces mayor esfuerzo, trabajo y estudiar cada detalle de sus personajes.
...ENTREVISTA
“Definitivamente, este talento que tengo para imitar es un don que Dios me ha dado. Por eso pongo en las manos del Señor cada espectáculo que hago. Siento que Él me respalda. Es un don del Señor, porque sin pómulos postizos, prótesis dentales, barba o nariz, yo he sido capaz de tener éxito y ganar acogida en el público”, confiesa Calderón.
Característica imitaciones:
de
sus
“Se trata de hacer una crítica al poder, desde sus diferentes tiempos, se critica lo malo y lo bueno se aplaude. Pero la presentación es bastante crítica, con el objetivo que la gente se desahogue y pueda pasar un momento ameno, convirtiendo en risas lo que a diario puede agobiarlos”, explica Calderón.
Calderón más allá del show Más que un imitador Luis Enrique Calderón es un hombre de familia, y confiesa que está felizmente casado con una talentosa artista, Elizabeth Zambrana Cuadra, mujer con la cual ha compartido más de 20 años de matrimonio y procreado tres hijos, María Alejandra, María Marcela y
Luis Enrique, quienes han heredado de sus padres el amor al arte, siendo tres talentosos músicos. Este artista agradece inmensamente al Señor Jesús el regalo de su familia y expresa que en las buenas y en las malas han conservado la unión familiar, confiando siempre en su Creador. Esta familia de artistas se siente gozosa por ser nicaragüense, talentosa y sobre todo, por darle toda la honra y gloria al Señor por la capacidad que han adquirido en el escenario.
Legado que Nicaragua:
deja
a
“Alguien que encima de la popularidad, fama, es una persona que no se le subieron los humos a la cabeza, una persona que hizo reír a todo un pueblo, un hombre de familia con una relación estable con su mujer, los únicos tres hijos que tengo los tengo con mi esposa”, expresa el artista.
Planes para el futuro: En dos años me retiro de las presentaciones en público e iniciaré, Dios primero, mis presentaciones en televisión y radios nicaragüense.
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ENSEÑANZA
La ley de la restitución Martín Nascimiento Restitución, una justicia social.
ley
de
En la antigua legislación de Moisés existía una ley muy especial, que procuraba hacer justicia a aquellos que habían sido despojados injustamente, era LA LEY DE LA RESTITUCIÓN: El Señor le dijo a Moisés: “Diles a los israelitas que en caso de que alguien, hombre o mujer, peque causándole un daño a otro, está traicionando al Señor, y es culpable.” El que hace eso deberá confesar la falta que cometió y pagar a la persona defraudada el costo del daño que le causó más una quinta parte de su valor. “Si se da el caso de que la persona ofendida ha muerto y no tiene parientes para recibir el pago, entonces ese pago se entregará al Señor.” Número 5:5-8. Cuando perjudicamos a una persona, dañamos directamente al Señor,
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que el daño produce culpabilidad, y que debemos restituir, iniciando con la confesión de la falta. Pero no basta solo decir: perdón, me equivoqué, sino que es necesario indemnizar por el daño hecho con el 120 %. La parte final de la Cláusula que encontramos en Números 5:5-8 nos enseña que al no quedar nadie a quien se pueda devolver lo que ha sido perjudicado, se debe entregar al Señor, simplemente porque es a Dios directamente a quien se causan los agravios. Con todo esto aprendemos que es ineludible el pago de las deudas, no importa la naturaleza de la deuda. La ley de la restitución tenía varios ribetes: cuando alguien robaba a otro, pero era descubierto, debía pagar el doble de lo robado, pero si el daño era total, es decir, alguien robaba un animal y lo mataba para vender la carne, entonces la deuda se multiplicaba por cuatro y hasta por cinco. Una vez pagada la indemnización, el culpable debía
ofrecer un sacrificio para quedar absuelto completamente de la culpa, Levítico.5:15,16.
No basta con pedir perdón En 2 Samuel capítulo 21, se cuenta la factura pendiente que la familia de Saúl tenía con un pueblo: los Gabaonitas. Los Gabaonitas hicieron un pacto con Josué: se someterían a los israelitas para servirles, a cambio, los israelitas renunciaban a hacerles daño; pero en un intento de control total de la tierra de Israel, Saúl intentó eliminar a todos los Gabaonitas y mató a miles de ellos. En un tiempo del reinado de David, hubo hambre en el país, cuando David consultó a Dios cuál era la causa del hambre, el Señor dijo que era por lo que Saúl hizo con los Gabaonitas. David llamó a los perjudicados, y les preguntó qué podía hacer por ellos. Estos respondieron: entréganos
... ENSEÑANZA
a siete hijos de Saúl para que los matemos. Así fue, David seleccionó a dos hijos de Saúl y cinco nietos. Estos siete fueron eliminados y en los siguientes días llovió, lo cual hizo que la tierra árida produjera. La hambruna llegó a su fin. Dios hizo responsable, no solo a Saúl, sino también a su familia, esto nos enseña que las cuentas no saldadas pueden perjudicar incluso a la familia entera. El Señor no puede justificar a aquel que se niega a hacer lo correcto, restaurando las relaciones y saldando sus deudas. El ejemplo de Saúl y los Gabaonitas nos enseña que tarde o temprano las facturas son cobradas, y las cosas son peores cuando nos negamos a pagar nuestros pendientes.
La ley de la restitución en la era de la Gracia En el Nuevo Testamento esta ley adquiere un sentido más profundo, más relevante. Pablo escribió: “No le
deban nada a nadie”, Romanos 13:8. Incluso, Jesús enseñó que hemos de devolver algo que las personas ni siquiera esperan: Si te dan en una mejía pon también la otra, si te obligan a caminar una milla, camina dos, si te quitan la capa, da también la camisa. Jesús revoluciona a tal punto la ley de la restitución que ordena que siendo nosotros los defraudados, devolvamos una bien por cualquier mal que nos causen.
La ley de la restitución en la conciencia Cuando Natán informó a David el caso de un hombre rico que robó la única ovejita que un pobre tenía, inmediatamente el rey dijo que el malhechor debía pagar cuatro veces más la ovejita robada. 2 Samuel 12:5. Y usted, ¿no siente la necesidad de disculparse? ¿No siente la inquietud de ir y pedir perdón a aquellos que ha ofendido? Una esposa herida no logra perdonar al esposo agresivo
y torpe de palabras que lastimó su corazón. Defraudaste a las personas en la congregación por la forma en que actuaste, pero eres sabio en tu propia opinión y crees que estás en lo correcto, no te disculpas. No dejes pasar el tiempo, restituye lo que debes.
Tome en cuenta que… Ninguna deuda puede ser condonada, solamente puede ser saldada con el pago de la misma. Una vez que el ofensor paga, queda libre ante Dios, en su conciencia, y ante la sociedad. Pagado el agravio, no hay razón para condenar, y el culpable puede sentirse libre de culpa, ya no hay nada en su contra. Dios es el máximo agraviado cuando defraudamos su voluntad, causándole daño también a los demás. Procuremos estar en paz con Él devolviendo lo que no nos pertenece.
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VIDA ABUNDANTE
Ley de la siembra y la cosecha Gálatas 6:7 Ernesto Cubillo y Bruno Valle G. Algunas veces nos sentimos víctimas de Dios, y le juzgamos, porque según nosotros, Él es responsable de las cosas que sufrimos, supuestamente “sin ninguna razón”. Responsabilizamos a Dios por los males del mundo y los personales. ¡Dios no es justo!, terminamos creyendo. ¿Será verdad que el Señor se ha escondido en el cielo, procurando evadirnos y no comprometerse con nuestros sufrimientos? Como sabemos, la Biblia contiene las mil y una respuestas para nuestras dudas e incertidumbres. Sin embargo, puede que sus respuestas no nos gusten. Uno de los versículos más impactantes de toda la Biblia es aquel donde el Espíritu Santo dice: “No se engañen ustedes mismos, porque de Dios no se burla nadie. Uno cosecha lo que siembra.” Gálatas 6:7. En otras palabras, cualquier cosa que nos pase es justa, pues solo es el resultado de lo que hemos sembrado. No creer esto sería engañarnos.
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El error más grande, “racionalizar el error” No hay cosa más equivocada que justificar los errores que uno comete: “Es que lo hice porque me provocó”, “el culpable es él”, “lo hice con justa razón”. ¡Cuidado! Cuando una persona justifica lo que hace, prácticamente queda imposibilitada a rectificar, como no mira nada malo en su conducta, aunque toda su conducta sea errada, no ve motivos para rectificar. A su juicio es correcto lo que hace.
Todos somos culpables El apóstol san Pablo escribió: “La Biblia nos lo dice: “Nadie es justo. Nadie entiende nada, ni quiere buscar a Dios. Todos se han alejado de él; todos se han vuelto malos. Nadie, absolutamente nadie, quiere hacer lo bueno.” Romanos 3:10,12. Todos somos responsables de alguna transgresión, incluso usted. Ignorar esto nos hace vulnerables a la tragedia del pecado.
En la sociedad actual las personas comenten horrores sin horrorizarse. Sus conciencias están cauterizadas, se han acostumbrado al pecado de una manera tan natural. Muchas conductas perversas se han legalizado y asumido como opciones de vida inherentes al ser humano. En los países mesoamericanos se practica la extorción a plena luz del día como un medio de vida.
Conciencia de pecado y sus consecuencias Los leprosos que llegaron al campamento sirio a buscar alimentos, según 2 Reyes capítulo 7, se dieron cuenta que si se quedaban con la noticia de la abundancia de comida, sin participar al pueblo que se moría de hambre, su pecado “los alcanzaría”: “Luego se dijeron el uno al otro: no estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues, ahora,
... VIDA ABUNDANTE
entremos y demos la nueva en casa del rey.” La conciencia de estos hombres fue capaz de señalarles su error y rectificaron de inmediato. Ellos sabían que si callaban, las consecuencias de su pecado les pasaría la cuenta tarde o temprano. Lo mismo pasa con nosotros, vivimos las consecuencias de nuestros actos errados del pasado. Si usted cree que el error, el pecado que cometió, quedó en el pasado, ¡se equivoca! Tal y como vemos el sol a diario, y nunca será de otra forma, así es la ley de la siembra y la cosecha: recibimos lo que sembramos, aunque se nos olvide lo que hicimos. Muchas veces nos quejamos, decimos “por qué a mí”, pero hemos olvidado nuestra conducta, alguna reacción equivocada, fácilmente echamos la culpa de nuestras frustraciones a otras personas, evadiendo nuestra responsabilidad, y así, nos hundimos más en un ciclo que no se rompe hasta que alguien destruya las consecuencias, con verdadero arrepentimiento y un cambio de dirección en la conducta equivocada.
Un ejemplo de retribución por el pecado Es horrorizante la idea de que las consecuencias del pecado vienen sobre el transgresor. Es como estar consciente que de un momento a otro algo espantoso vendrá de forma irremediable, a menos que haya verdadero arrepentimiento. Cuando leí 1Reyes 2:27, esto me impresionó profundamente: “De esta manera, Salomón expulsó a Abiatar del servicio sacerdotal. Así se cumplió lo que Dios había dicho en Siló acerca de la familia de Elí, de que no seguirían siendo sacerdotes.” La maldición de Elí se completó
en Abiatar, ¿por qué? La razón es muy simple: Abiatar era biznieto de Elí. Según el relato de segundo de Samuel 2:30 en adelante, Dios maldijo a Elí porque este no corrigió a sus perversos hijos. El Señor prometió que los descendientes de Elí iban a desaparecer del sacerdocio. Y así fue. Resulta que Abiatar era el último sacerdote que quedaba de la descendencia de Elí, y el rey Salomón lo destituyó de su puesto. Abiatar sufrió esta sentencia por la maldición generacional que pesaba sobre él, pero sobre todo, por su propio pecado, pues él se estaba oponiendo a que Salomón fuera rey, y Dios ya había determinado que el sucesor de David sería su hijo Salomón. Abiatar se encontró luchando contra la voluntad de Dios, y las consecuencias de sus propios actos lo castigaron, y de paso, la maldición que unos cien años atrás se había proferido.
Posibles consecuencias Alejamiento de Dios. Obstáculos para orar, pobreza y frustración, y finalmente la consecuencia final, por una vida desordenada y sin Dios, es la condenación eterna. Valoremos que muchas de las circunstancias dolorosas que sufrimos actualmente son las consecuencias de nuestros actos del pasado. Ampliemos este punto.
Pecados comunes y sus consecuencias Adulterio y fornicación Ambos pecados son practicados por adultos y jóvenes y la sociedad lo ve normal, sin tener conciencia de lo que esto significa para Dios. Si eres casado y le eres infiel a tu esposa, cometes adulterio, y si eres
soltero y tienes sexo con cualquier mujer, incluyendo a tu novia, se llama fornicación. En ambos casos se atenta contra tu cuerpo, alma y tu vida, pues somos templo del Espíritu Santo. Proverbios 6:2729 dice “¿puede un hombre poner fuego en su seno sin que arda su ropa? o ¿puede caminar un hombre sobre carbones encendidos sin que se quemen sus pies? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; cualquiera que la toque no quedará sin castigo. El rey David es un ejemplo de un adúltero que recibió las consecuencias de sus actos: se apoderó de la mujer de otro hombre, y Dios dictó sentencia, uno de sus hijos violó a una hermana, varios de sus hijos mueren trágicamente, y Absalón, el más hermoso de todos ellos, se rebela contra su padre David, al punto de querer matarlo. ¡David sabía que todas estas tragedias eran las consecuencias del pecado de adulterio que había cometido!
La mentira El pecado más practicado por todos, incluyendo a los cristianos, se miente con facilidad y en toda ocasión. Este mal hábito está condenado en los diez mandamientos bíblicos. Por medio de la mentira perdemos credibilidad ante las personas, nos portamos de una manera en la casa, de otra en el trabajo y de otra en la iglesia. Esto es una vida de mentiras. Prometer algo y no cumplirlo también es mentira. Proverbios 6:17 y 19 dice: Dios abomina “La lengua mentirosa, un testigo falso que dice mentiras y el que siembra discordias entre hermanos.” El proverbio es contundente. www.asociacionjesusestavivo.org
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VIDA ABUNDANTE
Hechos 5:1-11 cuenta la historia de un matrimonio que hizo un compromiso: dar cierta cantidad de dinero a la obra del Señor si vendían una propiedad. Al venderla ambos mintieron sobre el valor verdadero de la venta. Pedro le dijo al hombre: no has mentido a los hombres sino a Dios, y el hombre expiró y murió. Tres horas después, su esposa estaba muriendo por mantener la mentira.
La avaricia La avaricia es un deseo impulsivo que perjudica a la persona y a la familia entera. Se hace casi cualquier cosa por poseer bienes materiales, poder y posición, la ambición y la envidia se suman a esta plaga. Su mentalidad egoísta los hace pensar solamente
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en ellos. Proverbios 28:22 dice: “El hombre avaro corre tras la riqueza, y no sabe que la miseria vendrá sobre él.” Quien se concentra tanto en obtener bienes, no disfruta de su vida familiar, sufre de estrés, puede sufrir de soledad, y según el proverbio, al final lo pierde todo.
¿Qué podemos hacer? La respuesta a esta pregunta no es nada difícil: arrepentirnos profundamente de nuestras propias faltas, e incluso de las faltas de otros que puedan habernos enredado en alguna maldición generacional. El Señor aseguró lo siguiente: “Tan cierto como que estoy vivo, palabra de Dios, que no deseo la muerte del pecador, sino que renuncie a su mala conducta y que viva” Ezequiel 33, 11.
El Señor no desprecia al corazón contrito y humillado. “Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.” Isaías 1:18. Todo esto nos demuestra que solo hay algo que puede refrenar las consecuencias del pecado y eliminarlas de una vez por todas: el verdadero arrepentimiento. Si la palabra de Dios se cumple en cuanto a las consecuencias que se pueden recibir por las faltas cometidas, mucho más abundante es el cumplimiento de la promesa del perdón.
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REFLEXIÓN
¿Te has portado mal? Lic. Bruno Valle G. En una ocasión de pereza y laxitud espiritual, el rey David cayó en adulterio con Betsabé, la esposa de uno de sus soldados que estaba en la guerra. Producto de esta relación, la mujer quedó embaraza. El rey mandó a llamar al esposo de ella para intentar achacarle el embarazo a él, pero fue imposible, porque el soldado no fue a su casa a dormir, así que David decidió matar al inocente hombre y quedarse con la esposa de este. Al pecado del adulterio se suman otros, pero quizás la acción más pervertida que David cometió, fue entregar en las propias manos de Urías hitita, el esposo de Betsabé, la orden para que lo mataran. Así fue como el inocente soldado regresó a la guerra, pero con una carta en sus manos que literalmente decía: mátenme. Urías murió, pero el capítulo 11 de segundo de Samuel cierra diciendo: esto que hizo el rey David fue desagradable a los ojos de Dios.
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Si una persona comete un pecado sin darse cuenta o ignorando que es pecado, ¿queda libre de culpa por su ignorancia? ¿Qué dice la Biblia? ¿Habrá cometido usted pecados sin darse cuenta? ¿Podrían traerle consecuencias esos pecados que desconoce? Después David vivió por un tiempo sin darse cuenta de la maldad que había cometido, aunque esta ignorancia no lo justificaba delante de Dios. ¿Cómo perjudicó este pecado inconsciente al rey que era conforme al corazón de Dios? El Señor mandó al profeta Natán ante David para hacerle ver su pecado. Hay personas que no
pueden reflexionar sobre sus actos y nunca llegan a entender sus errores, es necesario que otros se los señalen. David fue uno de ellos. Natán se valió de una historia, la cual en realidad era una queja contra un hombre que había actuado impíamente. Al oír la historia, el rey enfurecido, dictó sentencia contra el hombre al que Natán acusaba, sin saber que era contra él mismo que estaba pronunciando el castigo. Esto fue lo que dijo: “¡Te juro por Dios que quien ha hecho tal cosa merece la muerte! ¡Y debe pagar cuatro veces el valor de la ovejita, porque actuó sin mostrar ninguna compasión!” Este ejemplo nos llama la atención a desarrollar un espíritu de autoanálisis y evaluación de nuestras vidas de manera constante, diaria. Como David, nosotros también somos capaces de ver el pecado ajeno, ignorando nuestras propias fallas. Pero los ojos de Dios están por todo el universo, Él es el Juez
...REFLEXIÓN
eterno, imparcial y justo, y si nuestra conciencia no nos llama la atención, Él lo hará. 1 Juan 3:20: “Pues si nuestro corazón nos acusa de algo, Dios es más grande que nuestro corazón, y lo sabe todo”. En este caso, el profeta fue la conciencia de David: ¡Tú eres ese hombre! Si nos evaluamos a diario y pedimos la dirección del Señor para hacerlo, no necesitaremos que nadie nos diga qué es bueno y qué es malo. Cada día debemos hacer un inventario de nuestra vida, y pedir a Dios discernimiento sobre nuestras acciones, porque podemos estar asumiendo una actitud como buena o justificada, cuando realmente es un pecado. El salmista oró de esta manera: “Nadie puede darse cuenta de absolutamente todos sus errores. Así que te pido que me ayudes a no cometer pecados sin darme cuenta”.
Salmo 19:12. El pecado por ignorancia es el más común, las personas practican conductas que Dios no aprueba, pero ellas, por falta de conocimiento, no saben que están errando. La fórmula que nos da el versículo anterior es pedir la orientación de Dios para no pasar por alto en nuestras vidas, aquello que es ofensivo al Señor. Consecuencias del pecado por ignorancia El perjuicio que este pecado trajo al rey David fue dictaminado así: “Puesto que me has menospreciado al apoderarte de la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer, jamás se apartará de tu casa la violencia. Yo, el Señor, declaro: Voy a hacer que el mal contra ti surja de tu propia familia, y en tu propia cara tomaré a tus mujeres y se las entregaré a uno
de tu familia, el cual se acostará con ellas a plena luz del sol. Si tú has actuado en secreto, yo voy a actuar en presencia de todo Israel y a plena luz del sol”. 2 Samuel 12:10,11. Tarde o temprano las consecuencias de nuestros actos nos alcanzarán. Lo peor sería atravesar una situación difícil sin saber por qué. Entonces es válido hacer lo siguiente: ore al Señor pidiendo que le esclarezca su situación, el porqué de sus dificultades. Según la Palabra de Dios, tendrá la respuesta a su inquietud. Si descubre que faltó en algo, haga lo que hizo el rey David, a pesar de lo grave de su falta, al final pudo reflexionar y arrepentise sinceramente ante el Señor. Por eso es que hasta el día de hoy, lo conocemos como el hombre conforme al corazón de Dios.
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MEDITACIÓN
En intimidad con Dios Lic. Dulce Robles Al igual que el matrimonio, la relación con nuestro Padre Celestial debe cuidarse, viviendo en comunión con Él, a través de la oración, canal que podemos potenciarlo para rendirle, antes que nada, el verdadero culto de adoración, darle infinitas gracias por todo lo que nos ha permitido ser y tener y luego podemos elevar nuestras peticiones. Sin embargo cuando constantemente nos dejamos llevar por el pecado, nuestra relación con el Señor se deteriora, y nuestro gozo espiritual se marchita. Permítame, entonces, darle ciertos campanazos de alerta y ayudarlo a vivir en una vida más allegada a nuestro Padre. 20 www.asociacionjesusestavivo.org
1.
Conocimiento
Piense por un momento ¿Dónde estaba usted antes de conocer a JESÚS? Posiblemente su matrimonio estaba a punto de destruirse o tal vez ya ni existía, su dignidad e integridad estaban por el suelo, no contaba con amistades verdaderas, es más, tal vez sintió que su vida perdió el rumbo y hasta haya pensado en acabar con ella. ¿Cómo era su vida antes de Él y como es ahora? Esto no quiere decir que no haya luchas en la actualidad, pero sabe que hay un respaldo que viene del cielo y que es más poderoso que cualquier cosa en la tierra. (1 Juan 4:4)
Si usted olvida las cosas que Jesús ha hecho en su vida, entonces corre un grave peligro en repetir la historia. 2.
Intimidad
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” Apocalipsis 2:4. Lo más valioso en la vida de un creyente es tener intimidad permanente con su creador. ¿Cómo sabrá qué quiere Dios para usted si no se lo pregunta? ¿Cómo sabrá que está dando pasos seguros si no le consulta? Búsquelo en constante oración, todo tiempo es bueno, mientras riegue las plantas, cuando vaya camino al trabajo, cuando esté solo frente al monitor de su
...MEDITACIÓN
computadora o porque no, mientras toma un buen baño. Todo tiempo es bueno para platicar con Él. Si dejas de hacer una práctica constante de la oración entonces eres más vulnerable a poner más atención a las cosas del mundo. Jesús oró “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” Juan 17:15, la clave está en la intimidad que tengas con Jesús. Estoy segura que sonríes solo o sola cuando vez que Él contesta aún tus peticiones más pequeñas. Aprende a disfrutar de su palabra, pide al Espíritu Santo que antes de leer la Biblia te de entendimiento para comprender lo que quiere hablar a tu vida y practícalo. 3.
Sabiduría y prudencia
Dos acciones que valen más que el oro y la plata, más que el dólar y el euro, más que la posesión de todo el mundo. No importa su posición, ni su estado financiero porque usted ganará más, ¡mucho más! Cuando aplique este pequeño pero poderoso versículo: “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. Engrandécela, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando tú la hayas abrazado” Proverbios 4:7-8. La palabra habla por sí sola. Si usted permite que la soberbia de la ciencia entre en su vida, entonces está abriendo una puerta bien grande para que el enemigo actúe. La sabiduría no se basa únicamente en cómo maneja una empresa, sino en cómo trata a su familia, a su esposa o esposo, a sus hijos, vecinos, compañeros de trabajo, esto es una cadena. Su testimonio habla más que sus palabras. 4.
Un corazón agradecido
Si usted todavía no ha conocido a Dios más allá de verlo como un ser alejado de su vida, entonces tenga en cuenta que desde el momento en que leyó este artículo usted tiene una nueva oportunidad que Él mismo le dio gracias al amor que siente por usted. www.asociacionjesusestavivo.org
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PERFIL
La mujer sin nombre: llamada “pecadora” Tomado del libro: “Extraordinarias mujeres de la Biblia”
No podía entender que Jesús vino a esta tierra para buscar y salvar a los pecadores. Simón tampoco podía entender el significado del perdón. No tenía la menor idea de la importancia de mostrar arrepentimiento. Jesús, conociendo el corazón de Simón, le contó una historia para ilustrarle sobre el amor y el perdón. La encontramos en Lucas 7:41-43,47: Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; Y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues ¿Cuál de ellos le amará más? Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquél a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.
Simón rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado a casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del Fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume. Y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjuagaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. Lucas 7:36-39 Comenzando por Eva, quien fue la primera pecadora, todo el mundo ha nacido con una naturaleza pecaminosa. Además, cada uno de nosotros ha pecado lo suficiente durante nuestras vidas como para que se nos pueda llamar pecador. No
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obstante la mujer que vino a Jesús en la casa de Simón tenía el sello distintivo de ser llamada “pecadora”. Parecía estar marcada públicamente como una persona especialmente mala.
Simón se siente sorprendido por Jesús La reacción escandalizada de Simón parece confirmar que esta mujer estaba metida de lleno en el pecado, cualquiera que fuese. Simón no podía entender que una persona buena como Jesús se asociara con una mujer tan pecadora. La mujer no solamente vino a ver a Jesús, sino que también le trajo un regalo, arrepintiéndose de sus pecados llorando. Vino a Jesús buscando ayuda y Jesús aceptó su ofrenda, le perdonó sus pecados y aceptó su devoción. ¿Por qué le costó tanto a Simón comprender? La respuesta es que Simón aún no había aceptado que Jesús era en realidad el Mesías.
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son personados, porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama.
El arrepentimiento de la pecadora La Biblia dice que ella trajo consigo un frasco de alabastro conteniendo aceite para ungir los pies de Jesús. Él no rechazó esta ofrenda de amor. La mujer derramó abundantes lágrimas sobre los pies de Jesús, y luego se los secó con su propio cabello. Imagínese la escena: su culpa le provocó pesar al entrar en la presencia de Jesús. Él la dejó llorar y demostrar su amor y después aceptó su devoción. Podríamos aprender a perdonarnos a nosotros mismos si primero nos lamentáramos de nuestros pecados y luego aceptáramos el perdón del Señor del modo que esta mujer lo hizo.
...PERFIL
Los sollozos de la mujer y su ternura de corazón demuestran que tenía un carácter sensible. Su estilo de vida pecaminoso no la había endurecido más allá de las lágrimas. No se había convertido en una mujer fría e insensible.
Nuevamente tenemos que dejar en claro que fue la fe de la mujer lo que la salvó, y no sus lágrimas ni su ofrenda. Sus pecados le fueron perdonados por su fe en el Único que podía perdonar sus pecados.
La mujer debió haber estado asombrada al escuchar que Jesús defendió ante Simón su acto de devoción y arrepentimiento. Veamos las palabras finales de Jesús a la mujer: “Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vete en paz”. Lucas 7: 50)
Reflexionemos…
La paz de la mujer justificada
Si, por otra parte, usted es como Simón el fariseo, necesita pedirle a Dios que lo ayude a comprender el perdón. Simón miraba con soberbia a la mujer debido a su estilo de vida pecaminoso, así que le era muy difícil comprender acerca del completo perdón. Necesitamos preguntarnos
Mientras Jesús le hablaba, se fue desvaneciendo de su corazón cualquier duda o temor de no haber sido totalmente perdonada. Sus palabras “vete en paz” le otorgaron una nueva vida.
Tal vez al igual que esta mujer usted también necesita pedirle perdón a Jesús. Déjeme animarle para que abandone sus pecados y le reciba como su Salvador personal.
si estamos dispuestos a testificar ante aquellos que consideramos que están demasiado hundidos en el pecado. ¿Cuál es nuestra reacción cuando alguna gente nos dice que desea hablar con nosotros sobre el arrepentimiento, o efectivamente se arrepienten de su pecado? Jesús le permitió a esta mujer demostrar su arrepentimiento. Luego le perdonó sus pecados. También les enseñó al fariseo Simón acerca del perdón. Como creyentes en Jesucristo, debemos parecernos cada vez más a nuestro Señor. A fin de ser como Cristo, necesitamos aprender y aplicar en nuestras vidas ambas lecciones: el arrepentimiento de nuestros pecados y el perdón a aquellos que pecan.
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REFLEXIÓN
La peor pandemia Juan Carlos García V. Los resultados de la investigación, dirigida por el doctor Michael Worobey de la Universidad de Arizona (EE.UU), han revelado que la cepa del VIH (el virus de inmunodeficiencia humana, causante del SIDA) más extendida en el mundo empezó a propagarse en los humanos entre 1884 y 1924, momento en el que África empezaba a urbanizarse. Sin embargo, miles de años antes que una pandemia como el SIDA entrara al mundo, ya existía el peor mal de la humanidad, el pecado. En esta lectura queremos responder a cuatro preguntas básicas sobre este tema: ¿Qué es el pecado? ¿Cómo, dónde, y con quién inició?
El pecado Necesitamos entender claramente que pecado es todo aquello que se aleja de la voluntad de Dios; sea en acto, palabra, pensamiento o intensión. Si una persona mata a otra; peca, pero también peca con
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solo odiarla. El pecado es tan grave y terrible sobre todo porque ofende a nuestro Creador.
Cómo, dónde y con quién inició La mayoría de personas piensan que el pecado empezó en el Huerto del Edén cuando Eva y Adán comieron del fruto prohibido. Sin embargo, en las Escrituras encontramos el verdadero origen del pecado. Antes de la creación del mundo, hubo una rebelión por parte del ser creado más lindo hacia su Creador. Dios había creado a los ángeles y a uno que estuviera por encima de ellos para que los dirigiera, su nombre era Lucifer. Pero este, siendo el más bello, al ver que los demás ángeles adoraban al Señor permanentemente; empezó a codiciar esa gloria, y gradualmente permitió que la codicia llenara su corazón. Así que, con este sentimiento empezó a convencer a
las otras criaturas a rebelarse contra su Señor, y fue así como logró persuadir a la tercera parte de los ángeles hacia su causa. Después de esto, Dios expulsó a Satanás (antes Lucifer) y sus seguidores del cielo, y ahora estos ángeles caídos pervierten el mundo entero queriendo ganar más adeptos a su causa de rebeldía hacia nuestro Creador. Ahora bien, la gran pregunta es, sí Satanás es un ser creado, ¿cómo es que Dios hizo a un ángel malo? La respuesta es más sencilla de lo que parece. La verdad es que el Señor a quien creó fue a Lucifer, un ángel bello y completamente bueno; pero este por envidia, como ya dijimos, se degeneró en el ser maligno que ahora conocemos como Diablo. En el siguiente pasaje del profeta Isaías, se describe cómo fueron las maquinaciones de Lucifer:
... REFLEXIÓN
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.” Isaías 14.12-15 En Ezequiel 28.14-17, se describe alegóricamente más de cómo era en realidad este ángel antes de su rebelión, y también cuál fue la razón de la misma: “Tú, querubín grande, protector... Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad... Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría
a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.”
La peor inmigración Al ser expulsado del cielo hacia la tierra; Satanás, conocido también como la serpiente antigua, continuó con su labor, y tergiversando el mandamiento que Dios le había dado a Adán y Eva de no comer del fruto prohibido, sedujo a Eva haciéndola comer, y esta a su vez sedujo a Adán a hacerlo también. Fue así como el pecado entró al mundo, no como empezó a existir.
Reflexión Desde que el pecado existe, lo único que ha hecho es separarnos cada vez más de nuestro Creador. Mientras
que Dios lo que más ha buscado es tener una relación íntima con sus criaturas. En la Cruz del Calvario, Jesucristo murió y derramó su sangre hasta la última gota para perdonarte y destruir la obra de Satanás en tu vida. Piensa, ¿Por qué no entregarle tu vida a Jesús, si Él la entregó por ti para darte la vida eterna? Es el pecado lo que te ha apartado de la comunión con tu Creador, es el pecado lo que ha causado tanto daño en la tierra, es el pecado lo que ha destruido familias, matrimonios, etc. Por eso te invito a abandonar el pecado y volverte al Señor. Él te está esperando con los brazos abiertos para darte la oportunidad de una vida llena de Gracia y Libertad de la esclavitud del pecado.
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EXPERIENCIAS
Andá, volvamos a empezar… no permitir que nadie, ni nada, quiera doblegarte y someterte a su voluntad. Amate como ellos te han amado y respetate vos mismo. ¡Liberate!
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Me acuerdo que de niño y de adolescente, cuando estaba enfermo o tenía una dificultad, mi mamá se acercaba y me decía: “vamos, levantate, otro poquitito; con ánimo andá. ¡A ver mi amorcito no tengás temor!” Y con esa forma de hablarme y de animarme me motivaba a volver a empezar. Recientemente me pidieron que hablara con un muchacho que tiene problemas de adicciones, pensé hablarle así: ¡Levantate! Le decía a mi amiguito dependiente: ¡No te dejés vencer ante las adversidades de la vida! ¡No te dejés arrastrar por la corriente que parece inefable, ineludible, fatal! ¡Aferrate al Señor! Pedí, suplicá, orá, luchá... ¡Levantate con fe y voluntad! Recreá tu mundo, tu vida, tus sueños, tus ilusiones. ¡Amate! No permitás que se termine el brillo del amor en tu alma, porque muchas personas que te han amado tanto, aún, con el paso del tiempo, te siguen amando y deseándote el bien. Hazles el homenaje de 26 www.asociacionjesusestavivo.org
Sacá tus potencialidades y valores y avanzá. Luchá, gozá, bailá, cantá, mové tu cuerpo hasta darle mayor fluidez. Dejá tu pensamiento negativo, tu trabajo sin placer, tus rutinas sin sentido, tus malas compañías... Liberate de tus miedos ocultos. Liberate y confiá, en Dios y en vos mismo. ¡Liberate y empiezá a ser un poquito más feliz! ¡Perdonate! Tal vez algún error pasado no te deje en paz por momentos, tal vez alguna falta cometida haya sido motivo suficiente para que te impongás un castigo por el solo proceso consciente de saber que cometiste un error. Pero siempre hay una oportunidad de cambiar, corregir y mejorar. Solo pensá en cómo enmendarlo, en cómo modificar una situación pasada. Pedí a Dios el sano
consejo para corregir una situación. Decidite a perdonar y a perdonarte, de esa forma vas a encontrar el recto camino a la liberación del alma y la felicidad entrará por tu puerta como un pájaro en un día soleado. ¡Amate y dejate amar! Aunque parezca difícil emprender un nuevo camino y avanzar, cuando hayás dado varios pasos, vas a estar nuevamente andando por el sendero de la felicidad. Recordá siempre: nunca es tarde para ¡volver a empezar! Con mis bendiciones. Padre Óscar Chavarría
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