4ta edicion efpem

Page 1



SUMARIO

EFPEM

INTRODUCCIÓN Licenciada Vicky Hernández

4

ARTÍCULO DE OPINIÓN

CONSEJO DIRECTIVO

Sergio Valdés Pedroni

5

Matheus Kar

6

Abner Cottóm

7

Giovany Coxolcá M.A. Eduardo González

8 9

NARRATIVA Una lección de literatura

10

Analuzbel

11

A Miguel Ángel Asturias

11

A la tumba de Asturias

11

Tres relatos breves

16

Otro final para contar

17

Dedicado a ti

18

Lo siento, pero mi vida no me gusta

18

Efímera existencia

18

La serpiente y el quetzal

19

Tierno mensaje en Navidad

20

Doblemente hermoso

20

Dr. Miguel Ángel Chacón Arroyo Representante de Profesores Lic. Saúl Duarte Beza Representante de Profesores Licda. Tania Elizabeth Zepeda Escobar Representante de Profesionales Graduados PEM José Vicente Velasco Camey Representante de Estudiantes PEM Ewin Estuardo Losley Johnson Representante de Estudiantes

CONSEJO EDITORIAL Vicky Hernández Logística Abimael Menéndez Redacción

COLABORADORES

15

Álvaro Sánchez Portada

POESÍA / ACRÓSTICO A Asturias A Miguel Ángel Asturias Rosales A Miguel Ángel Asturias Sonríe El día que me enamoré Un sentimiento ¿Quién eres tú? Los versos Clamor de justicia Eras mi musa El sonido en el vacío Un punto en el olvido

Lic. Mario David Valdés López Secretario Académico

12

CONVOCATORIA Premio Asturias. Artista universitario

MSc. Danilo López Pérez Director

Amy Mcfarlane Diseño

ENTREVISTA Francisco Alejandro Méndez

Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media

14 14 14 21 21 21 21 21 22 22 22 22

Álvaro Sánchez / Carlos la Rocca / Verza Ilustraciones Shirley Hernández / Eduardo González Facilitadores Isaías Juárez / Kevin Segura Carrillo Diagramación Litografía Mercurio Tel.: 2251-3245 Impresión Proyecto editorial con el apoyo del Centro Cultural Islámico de Guatemala


Introducción Incertidumbre Como todo en la vida nuestras actividades son una serie de incertidumbres, la vida misma lo es. Asimismo, es este proyecto; sus prolegómenos fueron una serie de riesgos que tanto Amy como Abimael y yo decidimos tomar. Probablemente no teníamos ni idea de lo que afrontaríamos para tener una revista impresa. Logrado ese objetivo mantener la revista vigente y lograr cada presentación ha sido una colección de titubeos y vacilaciones, acompañados de mucho trabajo, sacrificio y lágrimas. Pero no es este el relato de una historia triste, más bien es el anecdotario de aventuras vividas y disfrutadas para llegar a esta cuarta edición. En el camino nos hemos ido conociendo mejor los tres, hemos descubierto nuestras diferentes personalidades y cómo es que pese a nuestras diferentes ideologías hemos podido ir congeniando para lograr cada edición. Cabe anotar aquí que, aunque hemos iniciado solo los tres en cada edición se ha ido sumando más gente para apoyarnos con esta utopía vuelta realidad (al menos por este tiempo). No podemos dar vuelta a la página sin agradecer principalmente a nuestro gentil benefactor: La comunidad islámica. Junto a ellos y sin orden de importancia: nuestras autoridades, familiares,

escritores, panelistas, artistas, y lectores que han hecho que lleguemos hoy a una cuarta edición. Debo confesar que hemos llegado más lejos de lo que pensamos, tanto que en esta edición nos permitimos hacer la temática y dedicarla a escritores guatemaltecos, me refiero a nuestro talentoso Nobel Miguel Ángel Asturias a quien le hemos otorgado una sección, y para demostrar que el talento sigue vigente también destinamos nuestra entrevista al escritor, ganador del Premio Nacional de Literatura «Miguel Ángel Asturias» 2017, Francisco Alejandro Méndez, quien aparte de su talento como escritor es un persona que ha compartido a la comunidad efpemista su carisma y su vasto conocimiento. Quiero cerrar esta página con mi más sincero agradecimiento a todos los citados, pero en especial a Abimael y Amy por el cariño y el aprendizaje que me han proporcionado en esta fase. No sé si habrá una quinta edición o cuál será el destino de nuestra revista para el otro año, pero creo firmemente que la incertidumbre es un elemento importante de la vida y en ella encontramos la motivación para luchar cada día y así sorprendernos con cada nuevo amanecer. Confiados en esa misma incertidumbre esperamos encontrarnos en una nueva edición.

Vicky Hernández Buscando Escritores (DEL BLOG a la revista) no tiene ningún fin económico, religioso ni político. Todo escrito es propiedad y responsabilidad de sus autores. Se cuenta con imágenes tomadas de la red de acceso público y con obras de diferentes artistas, previamente autorizadas para su publicación. Los coordinadores respetan la libre elección ideológica de la institución que patrocina la edición de esta revista y de los que aportan sus obras. El proyecto editorial está conformado por textos de diversos autores efpemistas y amigos. Su fin es apoyar a los escritores y artistas emergentes, brindándoles un espacio para publicar, tanto en el blog como en la revista impresa. Visítanos en: http://buscandoescritores.blogspot.com/ Envía tus obras a: buscandoescritores@gmail.com

4


Artículo de opinión

En estos tiempos de simulacros, urge el diálogo franco. El país entero requiere de sensatez, generosidad política y dignidad para las mayorías despojadas durante siglos. Foros, libros, obras, películas, críticas que apunten a construir consensos, no a exacerbar las diferencias. Cada individuo y cada generación tiene su propia sabiduría, sus secretos, sus hallazgos. Cabe entonces sumar entre posiciones y generaciones distintas. En el interior de la casa de Carlos Guzmán-Böckler aparece la figura del Che como utopía de la justicia y unidad mundial. Luce hermoso en lo alto y su conciencia permanece como acicate contra la indiferencia. No obstante, la pretensión

Carlos Guzmán-Böckler

Guzmán-Böckler, fuente inagotable de conocimiento y conciencia democrática

de homogeneizar a la humanidad -o a una determinada sociedadbajo una o dos ideologías cerradas, carece de sentido y porvenir. Tanto las derechas como la mayoría de las izquierdas latinoamericanas -salvo honradas y honrosas excepcionesse han anquilosado en un discurso y una práctica intolerante, que mira hacia el vacío. GuzmánBöckler lo tiene claro desde hace mucho.

Texto y fotos: Sergio Valdés Pedroni

5


Artículo de opinión Y es que no faltará el patibulario nacionalista (que se resignó hace mucho a no ser gringo) que abogue y defienda el folclor económico de la Huelga y se aferre al pezón de las tradiciones. Pero estos patibularios nacionalistas, aunque no entiendan que la Huelga fue creada con otros propósitos más allá de alimentar una fiesta privada y un consorcio de criminales en boga que hacen de

Sinfonía NºVI. Gato atrapa las estrellas (2011). Técnica: Óleo sobre tela

Guatemala es un cúmulo de contradicciones. Y también un país tercermundista. Se le llama tercermundista a todo país que no configuró la violencia global de las guerras del siglo pasado: países presuntamente sin la capacidad bélica de otros. Sin embargo, Guatemala está entre los países más violentos que apelmazan el planeta y en donde el genocidio orada el imaginario social de forma permanente. La desigualdad desmedida y la litigante herencia histórica no promovieron una cultura democrática. Tras la convulsión esquemática del siglo XX, han cambiado las prácticas políticas. No obstante, se perpetuán y alimentan ciertas posiciones subjetivas mimetizadas en el corpus social y el ejercicio instituido. Ordenar la sociedad en clases produce un poder autoritario y violento: produce las figuras de opresor-oprimido, conceptualizadas por Freire, o, de igual forma, las analizadas por Fromm: la relación sádicomasoquista. El ejercicio del poder no necesita de tantos personajes, basta con un teatro, un villano, un oprimido y un espectador. Al resto le llamamos historia. Antes, el opresor era el Estado. El oprimido, el proletariado, el sancarlista, el estudiante que escondía panfletos libertarios en las pantorrillas. Pero de eso hace mucho. La posición opresor-oprimido no desapareció, ni siquiera cambió de forma. Cambió de personajes, sí. Cambió de víctima, no. La USAC. La pileta con meados. Las rapas. El desgarramiento de jeans, playeras y blusas. La sangre y el sudor mezclándose con el lodo. Estudiantes huyendo en círculos que se rompen. Persecuciones. Gritos. Caudillos. Amenazas volubles dentro de edificios. Bien podríamos estar hablando de la G2, de la Mano Blanca o de los escuadrones del Gral. Ríos Montt que evangelizaba a punta de escopeta hogares y aldeas. Pero no, por el momento, hablamos, por ejemplo, de los bautizos que ocurren en la USAC, a manos del KKK sancarlista, las bacanas encapuchadas: ese ritualismo violento que naturalizamos a diario, que se legitima cada vez que financiamos un boletín, una velada huelgueara, una declaratoria o un Rey Feato. Con la mayor inocencia, muchas veces financiamos delincuentes.

6

Autor: Carlos La Rocca la autonomía universitaria un defecto y no una virtud, también fomentan esta posición sádico-masoquista. Y al final solo es eso, los defensores de una tradición como esta no harán más que cumplir el papel legitimario de la postura oprimido-masoquista frente al sádicoopresor huelguero. La Huelga de Dolores, con todos sus dolores, condensa el imaginario violento que nos legó los Acuerdos de Paz de 1996: la extorsión, la represión, la persecución, la impunidad, la evasión fiscal, la paranoia y el anonimato criminal. La Huelga perdió su esencia, dejó de ser un movimiento para ser una tradición pervertida que pervierte, que, al final del

siglo XX, se somete ante su eterno agresor: el Estado. Se somete porque nunca llegó a entenderlo, jugó con el problema, pero jamás llegó a comprenderlo. Y sus mecanismos replican lo temido. La capucha promueve la impunidad y promueve la replicación de la violencia, como si con el ejército no tuvimos suficiente. La Huelga de Dolores no asimila las necesidades de los guatemaltecos, porque no los representa, porque los principios de la huelga traicionan la salud mental guatemalteca. La Huelga perpetúa el trauma histórico y social, y aviva el miedo que llevamos en la sangre. Frankel (2012) propone que la identificación con el agresor supone un proceso en el cual la persona (entidad o personaje) se somete frente al agresor, siendo un espectador interno, pensando, quizá, que así elude un daño posible. Mariano Gonzáles (2017) plantea que el agredido busca pensar como el agresor para adivinar qué es lo que éste requiere y así responder adecuadamente. Pero esto no ocurre en Guatemala. Menos con la Huelga. Como en todo Camino al Mundial de Futbol, nos quedamos en la hexagonal final. La Huelga intentó por mucho, estoicamente, comprender a su dialectico agresor, el Estado; la última opción era hacerse uno con él y creer que desde dentro podía llegar a comprenderlo. Pero una estructura que replica la violencia puede llegar a ceder ante las pulsiones violentas, y la esperada asimilación acaba despersonaliza. La Huelga, al final, replica lo sentido para naturalizar lo experimentado. La identificación con el agresor promueve las configuraciones sociales. La Huelga vive un mesianismo dañino, no se da cuenta que con soplar la vuvuzela jamás conseguirá una «revolución». El estado egocéntrico de percepción de la realidad en el cual se encuentra refleja un desprecio por la realidad de los demás: la nuestra. En fin, a todo esto, la Huelga continuará su fiesta privada, desembolsando el erario público, en su flamante exhibicionismo trasnochado. A su vez, los otros, la sociedad guatemalteca, continuarán con el pasivo papel de voyeristas, en el que se han acomodado, bajo la guillotina histórica que algunos todavía sostienen allá en el cielo, ¿Pero hasta cuándo?

Matheus Kar


Artículo de opinión El siguiente escrito intentaré realizar un pequeño análisis del sistema educativo privado guatemalteco, a través de la descripción de las condiciones laborales de los Profesores de Educación Media (PEM) para los ciclos básico y diversificado, y para cualquiera que haya tenido la valentía de impartir clases en un colegio. Tuve la experiencia de trabajar en un centro educativo privado en zona 18, en la jornada matutina, el cual tenía más de 500 estudiantes, de los cuales unos 250 educandos aproximadamente eran de básicos (dos secciones por grado) y de las cuatro diferentes carreras de diversificado. Aclaro que no soy PEM, pero según entendí sí se puede ser profesor por lo que solo debía entregar papelería académica a la supervisión educativa, a través de una encargada para ello. El horario laboral era 6:30 a.m. a 2:00 p.m. (en el «contrato» que firmé decía de 6:30 a.m. a 3:00 p.m., aún desconozco el motivo pues nunca tuve una copia aun cuando la solicité), de lunes a viernes con seis sábados de asistencia por actividades especiales. Este comprendía los meses de enero a octubre. Según constaté con los nuevos compañeros docentes que conocí, en noviembre y diciembre el establecimiento prescindía de los servicios por lo que los profesores debían sobrevivir dos meses de desempleo y no se conseguía ni para los tamales. Ninguno de los profesores ganaba el sueldo mínimo. Supe esto desobedeciendo a la señorita de recursos humanos, quien nos prohibió hablar de cuanto ganábamos cada uno para que nadie «se sintiera mal». Yo no contaba aun con un título universitario, pero quienes sí lo tenían al parecer no les molestaba que ni siquiera tuvieran prestaciones laborales.

en irse del colegio, haciendo que existiera bastante flujo y rotación de personal que repercutía directamente en la calidad académica de los educandos. Los PEM: universitarios sin prestaciones El punto central de este escrito es exponer que los docentes de colegios son en su mayoría estudiantes o graduados universitarios de la Usac. Deben asistir a clases por las noches o fines de semana. Asistir a la universidad es un asunto serio en el que además de prepararme académicamente para una profesión, debo organizarme en muchas esferas sociales. Existe una contradicción entre ser estudiante de educación superior de una universidad pública y no exigir las condiciones laborales adecuadas para el buen desempeño de algo tan fundamental para el país como lo es la docencia. Esto significa que los PEM no valorizan su trabajo ni

la reproducción de la fuerza de trabajo para la educación privada y pública nacional. Por ejemplo, la Facultad de Humanidades, la cual cuenta con más de 80 extensiones de pedagogías a nivel nacional siendo la facultad más grande de la Usac, cuenta con representaciones políticas en varios consejos educativos del país. El Consejo Directivo de Efpem debe involucrarse de cajón en las políticas ministeriales educativas y además luego de absorber a todos los educandos de nivel medio con el cambio de carrera del magisterio. El papel que ejercen ambas unidades académicas pareciera de una educación cada vez más a la distancia, creando carreras incluso duplicadas en competencia (la licenciatura sabatina en Letras existe tanto en EFPEM como en Humanidades). Estas licenciaturas sabatinas o semanales no cubren los requerimientos mínimos para que un PEM, entienda las realidades sociopolíticas a las que se enfrentará en su labor. Es aquí también donde las esperanzas de miles de maestros del área rural guatemalteca, son cajeadas por el acceso a un trabajo mejor remunerado a través de una carrera pedagógica mediocre (el caso de las extensiones de Humanidades). Pareciera que adrede no existe una cultura de organización política en la Usac, y si no existe durante la vida estudiantil de un PEM, menos se espera que pueda materializarla en su labor docente.

Con cartón y sin prestaciones laborales

Análisis La vocación docente Nunca había entendido qué era lo que significaba la vocación docente hasta que se abrieron nuevas secciones de diversificado y algunas clases crecieron en número (incluyendo mi grado guía), ahora tenía muchos más cursos que impartir, mis periodos libres en los que calificaba tareas, organizaba notas, planificaba o leía para dar mejor la clase, desaparecieron. Tuve que comenzar a llevarme el trabajo a mi casa. Varios compañeros me alentaban hablando de la vocación docente, afirmando que a las maestras de primaria les iba peor pues debían preparar materiales didácticos todo el tiempo. Me empecé a cansar realmente cuando era temporada de exámenes y no me daba tiempo de realizarlos en el colegio, sino que debía pasar varias horas en mi casa elaborándolos. Entendí que el concepto de vocación docente era el de sacrificarse por la docencia, trabajando en casa no importando las horas, arreglártelas cuando no dieran materiales necesarios y soportando con menos del sueldo mínimo (sin esperanza fija de aumento). Rotación de personal Entendí que el sistema laboral de los colegios privados era una relación donde el Estado no tenía la mayor presencia, pues lo que se encuentra regulado en el Código del Trabajo nunca es ejecutado ni tomado en cuenta ni por el patrono ni por los trabajadores (los docentes tuvimos que comprarle el uniforme de trabajo al patrono el cual no estaba a un precio tan accesible y no se entregaba factura). Esto hacía que quien encontrara una «mejor oportunidad» en otro lugar no dudara

pueden interpretar la realidad al nivel de encontrar las conexiones directas entre su trabajo, desarrollo personal y social. Conciencia de gremio Al no existir ni siquiera la conciencia de que vendemos nuestra fuerza de trabajo intelectual a un patrono o dueño de establecimiento educativo, por algo menos que el sueldo mínimo para sobrevivir, menos cabe la posibilidad de la organización gremial. Los docentes PEM, no se encuentran organizados para cobrar una tarifa mínima por sus servicios profesionales, ni por área de conocimiento. En el colegio los compañeros no se veían como un gremio, por lo que cualquier problemática era atendida a nivel personal, aun cuando se supiera que también afectaba a todos. Esto aunado a la enferma cultura guatemalteca laboral, donde la organización sindical es vista con malos ojos. Esto claro en el sistema privado pues en el público sí se le exige al Estado pactos colectivos y aumentos, a cambio de no tapar las calles por días. Una familia entera controlaba los puestos administrativos del colegio Pude entender definitivamente la estructura que hacía que sus docentes laboraran en tan malas condiciones. Esto se debía a que la mayoría de puestos administrativos y docentes claves (financiero, jurídico, recursos humanos, el área de valores, entre otros), eran administrados por todos los miembros de una misma familia. Esto hacía que quien quisiera resolver algo, cayera en un círculo vicioso y burocrático dentro del establecimiento. Esto además de que no existía una supervisión educativa periódica del Ministerio de Educación al establecimiento, y menos del Ministerio de Trabajo para chequear las condiciones en que los docentes laboran. Además, quienes son dueños de colegios sí se encuentran organizados de distintas maneras y niveles, como en la entidad Empresarios por la Educación. El papel de la Escuela de Profesores de Enseñanza Media, EFPEM, y la Facultad de Humanidades Quien nutre con la mayoría de PEM´s al país es la Usac a través de una facultad y escuelas claves en

¿Por qué es mejor trabajar en un callcenter que ser docente en un colegio? El ser empleado de más de ocho horas en un colegio versus la situación laboral mínima en las empresas transnacionales y nacionales de callcenters, definitivamente gana la segunda opción. Tienen prestaciones laborales, sueldo mínimo, catorce salarios al año, pago de horas extras, Igss/Irtra, y algunas empresas reclutan a personas con solo tercero básico. No es necesario ir a la universidad ni llevarse «la vocación» a su casa. Increíble y escandalosa la situación laboral de la docencia en el país. Conclusiones Culturalmente los guatemaltecos no entendemos que el sistema educativo es tan importante como el de salud, construcción y seguridad. Los chapines ven con sumo respeto y seriedad el trabajo de un técnico, ya que pasan duros años por la universidad y prácticas, pero no así el de un docente de nivel medio de un colegio. El papel de las universidades se ha dividido al crear carreras técnicas diurnas para estudiantes acomodados versus carreras de dos horas diarias y sabatinas para estudiantes-trabajadores. La principal conclusión es que por eso somos tercermundistas, debido a que «la necesidad» nos obliga a aceptar puestos de trabajo mal remunerados, fuera del orden laboral jurídico del país y sin organización sindical. Es increíble la organización sindical que existe desde hace ya siglos en países potencias capitalistas como Inglaterra, Alemania y EUA. Las conquistas de los gremios organizados han hecho que el nivel de vida de sus agremiados aporte al índice de desarrollo humano de sus países (los cuales repito, son capitalistas).

Abner Jonatan Cottóm Peña 7


Ensayo literario

Homenaje a la palabra Capítulos del ensayo literario titulado POESÍA Y ANONIMATO, CÓMO NOS VAMOS BORRANDO EN LA ERA DEL CIBERESPACIO. Ganador del I concurso nacional de ensayo literario «Francisco Albizúres Palma», 2017, organizado por el Departamento de Letras de la Facultad de Humanidades, Usac. La palabra del poeta (II) Hay en la palabra del poeta una fuerza extraordinaria para desafiarlo todo, para desbaratarlo y para revelar lo oculto de la historia, de la vida y de la muerte. El poeta, en resumidas cuentas, resulta eso, alguien dispuesto a descubrirlo todo, lo que va muriendo y todo lo que se va abriendo y descosiendo, como una herida o como la piel entera de la humanidad. Su palabra es una búsqueda permanente. Quien lee un libro se acerca a los corredores de la infancia y a las canciones que han dejado de sonar porque todo se ha acabado y cuando todo se ha acabado vuelve a ocurrir. En este sentido se puede decir que la poesía perdura. Si la palabra no naufragó con el analfabetismo de la segunda mitad del siglo XX, se puede aventurar su vigencia ante el vertiginoso anonimato desatado por la tecnología, haciendo del mundo entero una pantalla para el espectáculo. Recordar la vida de autores y reescribir su obra, implica correr el riesgo de desatar una larga lista de preguntas sin respuestas. Se puede quedar frente a la poesía, y terminar por descubrir que la palabra solo es eso, palabra para nombrar lo hermoso y lo macabro, pero no por ser nombrado será menos macabro lo nombrado o más hermoso. Y frente a la palabra, se insiste, ya muy pocos se quedan a descubrir el mundo. Asturias y Otto René, para muchos no son más que nombres ordinarios, a la par de la obra de cualquiera de los dos, puede aparecer anunciada la nueva canción de Maluma, Calle 13 o Chino y Nacho. La generación del Smartphone está aprendiendo a prescindir de la memoria cultural e histórica. Crítica literaria (VII) Se sabe de alguien (como decir nadie, un perfil más en las redes sociales) que publica constantemente comentarios acerca de la poesía, la tecnología ha generado esa posibilidad. En redes sociales se puede leer que la poesía es el camino para exorcizar demonios, espectros y toda clase de seres, producto de la esquizofrenia y de la necesidad de adquirir popularidad. Todas esas publicaciones son inútiles, como inútil es pretender huirle al anonimato. Todo se disuelve en el océano virtual. La palabra se vuelve insignificante o se vuelve una tibia llamarada. La publicación pasa a ser parte de otras miles: anuncios de viajes, venta de

relojes, fotografías de gatos viendo la luna y de mujeres junto a gatos viendo la luna. Así es como el anonimato lo consume todo y nosotros vamos dejando de ser. Todos buscan no ser tan invisibles, gritan arañan y se desnudan frente al ordenador: nuestras pedradas a la policía, la mujer desdentada, la mujer que se lima las uñas, el hombre que afila el cuchillo. Todo como un instante. Poesía e historia (X) Con la poesía la historia vuelve a suceder, ya para que la cuestionemos, y la enderecemos en la época en la que nos ha tocado habitar. No puede ser de otra manera. No se trata de un libro en una biblioteca, de un lector explicando la retórica. Es el lenguaje fluyendo por la vida, definiéndola. He visto más de una vez al poeta frente al mar y frente a un cataclismo, frente al amor y frente a la muerte, frente a sí mismo, buscando reconocerse. Hay un grito de este lado del mundo perforando los siglos, lo sé. Esa gente perseguida, reducida a la condición de animales de carga, sin derecho a figurar en ningún lado, ajena en su tierra, sin otra opción más que entrar a la muerte sin haber vivido. Vendados de los ojos y del alma. He ahí la poesía encontrándose con ese grito. Y ese grito también lo descubrí en uno de los libros de Gutiérrez. Lo leí mucho después de mi encuentro con El árbol que vino del cielo y de la tierra. Sentí que la poesía puede llegar a ser un latigazo para las falsedades de la historia. Sin la poesía la historia no es más que infamia. ¿Por qué es necesario insistir en la poesía? Habitamos una tierra en la que hemos sido calcinados cientos de veces. Fuimos calcinados mientras pasamos frente a una escuela abandonada. Profesores con la mirada muerta, niños con expresión de trapo viejo y húmedo. Y pasamos, sabiendo que aquel niño frente a otros niños pudimos ser nosotros; pero, no, nosotros somos quienes reescriben una esquina de la historia. Ese niño pudimos ser nosotros para recordarnos de él en un momento como este. Hay atardeceres que se cargan de nubes desangradas, como queriendo desenterrar memorias. Lo sabe Rafael, lo sé yo, lo saben todos. Algunos cierran los ojos y pasan a un restaurante a ordenar una pizza, toman café, se limpian la corbata. Otros siguen caminando bajo la lluvia, descalzos, como hace siglos. Horas más tarde empecé con la lectura de MEMORIAS DE RUSTICATIO PÉREZ O LAS PERIPECIAS DE UN POETA LAUREADO. Habrá que recorrer todos los caminos posibles de este libro, habrá que volver a la infancia, a ciertas pesadillas, a la ingenuidad de quien huye de su sombra para evitar encontrarse con la noche.

Habrá que volver a pasar por donde se pasó hace miles de años. Habrá que volverse plural, corriente eléctrica, para perforar la historia. ¿Dónde empieza la poesía? ¿Acaso a la orilla de ese barranco por el que tantas veces pasamos, descalzos, sin la esperanza de un mañana? Poco a poco, mientras la tarde parece derrumbarse a lo lejos, volvemos al silencio; otra vez al principio, un segundo, un siglo, ese instante que se vuelve pájaro antes de la creación, ese pájaro que se vuelve silencio y estalla ante nosotros. Y vemos la profundidad del barranco borrarse junto a la tarde, junto a nosotros. Así nos volvemos a ver de frente con lo que fuimos y no importa que la época que nos esté tocando vivir se muera lentamente con nosotros. Cuando traté de verme de frente con la época que me está tocando vivir, lo mejor que me pasó fue haber encontrado la necesidad de volver a mi infancia. El presente es una fugacidad permanente. No importa que la gente salga a las calles a gritar en nombre de la libertad. En todos los rostros solo encuentro desesperación, abandono, un anonimato que nos mata. Ahora que mido la profundidad de la época que me está tocando vivir comprendo que Oficio de genitalia es una porción nuestra de la que huimos las veces que sean necesarias. Sentimos una pedrada en la cara y todos nuestros simulacros caen como cuchillos en nuestros propios pies. La vida se nos está volviendo un prostíbulo. La historia del cielo rompiéndose entre truenos y rayos, es el dolor de todas las perseguidas y apuñaladas: sabemos que la tanga estuvo un poco más sucia de lo habitual y que la canción de la vieja guitarra se ha vuelto un epitafio para alguien sin nombre. Nuestra porción de amor ha terminado. Oficio de Genitalia es un pudridero, los sueños en una huesera. ¿Y la poesía qué es entonces? ¿Un genuino acto de resistencia en una era en la que la tecnología nos ha sumido en el más horroroso pantano del anonimato? Suena un blues en la calle. La ciudad que siempre ha estado vacía, ahora lo está un poco más. Se cumplen cincuenta años de la entrega del Premio Nobel de Literatura a Miguel Ángel Asturias Rosales y del asesinato de Otto René Castillo. En las redes sociales hay quienes anuncian volver a Informe de una injusticia y a Hombres de maíz. En lontananza suena, triste, la marimba. Para que el pasado no se nos vuelva nostalgia y la nostalgia no nos llene de úlceras el alma, debemos rescatarnos del océano virtual, de nuestras vanidades y banalidades, debemos, en suma, creer en la poesía, esto es, sentir el pulso humano aun en el anonimato de millones.

Giovany Emanuel Coxolcá Tohom 8


Opinión. Sección Miguel Ángel Asturias

Apología de El Señor Presidente

El idiota Pelele mata al más poderoso de los agentes de la dictadura, el Coronel Parrales Sonriente. El crimen del idiota provoca la venganza del dictador. Hace asesinar al Pelele para ocultar su culpabilidad y así poder acusar a dos enemigos políticos, a quienes quiere liquidar: Eusebio Canales y Abel Carvajal. El dictador ordena a su favorito, Cara de Ángel, que avise a Canales; el plan es matarlo en el acto de fuga, sin embargo, consigue huir. Cara de Ángel protege a la hija de Canales, Camila, a quien esconde en la fonda El TusTep, a la espera que la reciban sus parientes los Canales, pero la rechazan por temor al Presidente. Cara de Ángel se enamora de Camila y se casa (in extremis) con ella. Cara de Ángel pierde el favor del Presidente, quien le prepara una trampa; le encarga una misión diplomática en Estados Unidos, lo hace prisionero secretamente, lo reemplaza con un doble que viaja y desaparece. Camila se va al campo. Tiene a su hijo y no se sabe más de ella. Miguel «Cara de Ángel» es encerrado durante años en una asquerosa mazmorra hasta que, enfermo; le hacen creer que Camila es la favorita del Presidente y se deja morir. La obra se inicia con un hecho de muerte, la de Parrales, se desarrolla entre el amor y la muerte de varios personajes, y termina con la muerte de Cara de Ángel que le da el sello trágico a ese amor.

Un placer de polilla (2017). Técnica mixta sobre tela

El Señor Presidente es una de las mejores novelas de toda Hispanoamérica. No se menciona a ningún país, pero Asturias rememora su infancia y adolescencia en Guatemala, durante el gobierno de Estrada Cabrera (1898-1920). El título, irónicamente respetuoso, predice la importancia que tiene el presidente dentro de la historia. A pesar que aparece tan solo seis veces, motiva todos los círculos de su infierno y como Satán, reina en todos. El satánico dictador domina todas las actividades y conciencias de un país, presentado por medio de la descripción grotesca, trágica, deprimente y vergonzosa de una República.

Asturias escribe combinando los estilos de los movimientos de literatura de vanguardia, entre los que podemos encontrar: • El expresionismo como la facultad de referir una experiencia interna a un acto del lenguaje y de esa manera sacarlo al exterior, el fluir de conciencia es un claro ejemplo como el del capítulo XXI Vuelta en Redondo. • El Cubismo presenta la narración por medio de la sobreposición de cuadros o imágenes simultáneas o sucesivas. Los cuarenta y un capítulos de la novela nos presentan cuadros independientes sin perder la línea de los ejes narrativos: el amor y la muerte. • El dadaísmo que persigue la escritura automática, la ruptura del sentido de las palabras en favor de su sonido hasta la elaboración de párrafos incoherentes. Asturias es un maestro al crear nuevos vocablos y utilizar la onomatopeya como un recurso frecuente, así mismo, para crear sinestesias. Desde el inicio en la «Invocación» de la novela encontramos el vaivén del badajo al tañir con el sonido «lum...lu…um». O la «car-carcar-car-cajada del aire». • El Surrealismo que describe los elementos en un ambiente de una manera perfectamente definida, en la que prevalece el contexto social, como decía el mismo Asturias «Para nosotros representó el encontrar en nosotros mismos no lo europeo, sino lo indígena y lo americano». El carácter esperpéntico de cada cuadro o imagen de la historia nos hace sentir a los personajes en su propio ambiente psicosocial. Los lectores hemos descubierto en El Señor Presidente que el amor, en todas sus formas, es lo único que resplandece y que nos rescata, en medio de la corrupción. Es lo que nos impulsa a pensar y actuar diferente. Lo que nos hace rebelarnos contra la maldad y ser más humanos.

La estructura básica de la trama es el registro narrativo de la historia de amor entre Camila y Cara de Ángel, sobre la cual se interrelacionan otras historias para mostrar la crueldad de la dictadura. Caracteriza numerosos personajes en episodios entrelazados en una hábil composición argumental haciendo una acción compleja, pero no confusa.

Autor: Carlos La Rocca

El narrador se desplaza para seguir a un personaje tras otro, de tal manera que no se pierda la significación de escenas simultáneas o sucesivas. Nos muestra todo lo que ocurre en esa sociedad, tanto lo público como lo privado, y también nos deja asomar en los pensamientos más íntimos de los personajes, con el inarticulado fluir del subconsciente durante el ensimismamiento, el sueño, el delirio y la locura. El artista toma posesión de lo grotesco de la vida real (mendigos, borrachos, cobardes, piojosos, prostitutas, traidores, mentirosos, ladrones, asesinos, castigos, torturas, muertes, putrefacción, vómitos, miseria…) y lo convierte en una forma poética a través de una descripción esperpéntica. Al describir imágenes deformadas de la realidad encontramos el realismo mágico asturiano. Lo que nos lleva a encontrar dos registros narrativos en El Señor Presidente delimitados en la complejidad de ese subliminar traspaso entre la fantasía y la realidad.

Y como plantea Bellini «El Señor Presidente se proyecta poderosa sobre toda la novela hispanoamericana… el libro anuncia por novedad de estructura, el manejo original del tiempo, la modernidad de las técnicas expresivas, la conciencia de estilo».

Miguel Ángel Asturias (Guatemala, 1899- Madrid 1974), escrito de poesía, novela, ensayo y teatro. Además de haberse dedicado al periodismo y radioperiodismo. Entre sus principales obras se encuentran: Leyendas de Guatemala (1930), El Señor Presidente (1946), Hombres de Maíz (1949), Viento Fuerte (1950), El Papa Verde (1954), Week-end en Guatemala (1956), Los Ojos de los Enterrados (1960), El Alhajadito (1961), Mulata de Tal (1963); Sien de Alondra (1949), Antología que recoge la mayoría de su obra poética. Referencias: Asturias, Miguel Ángel (1991) El Señor Presidente. Guatemala, Editorial Piedra Santa. López Álvarez, L. (1976) Conversaciones con Miguel Ángel Asturias. Costa Rica, Educa. Bellini, Giuseppe (1982) De tiranos, héroes y brujos. Roma, Bulzoni .

M.A. Eduardo González G., 1992

Guatemala, 1992

9


Poesía Un poeta generalmente muere antes de escribir su primer verso, digo la poética es el oficio del enterrador, pero cualquiera que haya presenciado una conversación entre sonámbulos tiene vaga noción de las contingencias de un ahorcamiento que usa nada más que la lengua como soga; paralelogramo pugilístico embadurnado de insolente esputo menstrual a mitad del tuberculoso arrimado a una luna que jadea sincronizando relativamente una conversación entre futurólogos frustrados de masturbarse la miseria en redes supuestamente sociales a las ocho de la mañana con una editora mexicanoguatemalteca [por matrimonio] viuda de patria linfa autoexilada recomendando leer algo más contemporáneo y mejor si ajeno a ese paisito minúsculo en dignidades literarias pero impaciente genuflexor de emporios frutales y demás ecosistemas del mapamundi; o sea coordenada bermuda apenas arrepentida del folklor analfabeta para turistas asombrados del llanto de ecos felinos soterrados en apilamientos piramidales de sangre calcinada y cemento armado de costillares estructuralmente antisísmicos. Extienda madame la hostia epigramática a veinteañeros barrocos [adjetivales-teleológicos] que deseen obnubilar la miserable prosa aristotélica de los pobres “hay que narrar como poetas” ¿Qué clase de poetas? [Sana ignorancia] Nadie extrañe eyaculaciones atrabiliarias carentes de puntuación ahora sí poéticamente sustentadas e inspecciones de pozos lisérgicos entre las sábanas lodosas o simiente de un gemelo hydeano [clon misántropo de estatura sobrenatural a punta de altas concentraciones de plomo y zinc en el desayuno] que vomita al fin: incorpórate a la modernidad del anteojo actualizado del transcurso, si se mira todo mal es que todo está donde debe pero pedregal no es del todo espejismo fosforescente en autopista sin señales de tránsito sino breve ensueño de la Edad de Cuarzo mineral presumiblemente rosado de ebullición capilar en la solidez del átomo. —Continúa—: Si asoma la imagen por la ventana llámala; si jala las cobijas cierra ojos teme por tu vida arrepiéntete cristianamente de una puta vez sin culpa marxiana chupa pulgares como mamas rosadas y mira por fin la sombra de vaho que deshabita la cama demostrando la gordura de la inexistencia. Estás solo. Aventaron basura desde la calle. A altas horas de la noche vagabundos hacen tretas a escultores de santos, al insomne extrañado por la cáscara viscosa al tacto fálico cielo teórico del interior de un plátano dispositivo nemotécnico de texturas abstracción irrepetible ases que no vuelven a la mano. Solo y sin mayor talento, camarada, colgado en vilo de la boca de un foso a lo sumo séptico y optimista. Te esparces en la patria donde ciudadanos ciegos te tocan en vano. La verdadera salvación está en la aldea, ahí donde sea posible celebrar la muerte con la normalidad de los ritos, solemnidad de las reses. En tu pueblo, oh pueblerino mío, hay rezadoras enjundiosas organizadas por cantones, no falta púlpito en cada infinito de las comarcas miserables que no enseñe a la grey el padre nuestro. Curiosa adulteración de las leyes de Mendel: niños ungulados y cornudos revientan pelotas cada dos o tres días, el aborto mejor practicado nace con cola. Eres el único con un solo cacho salido del parietal, unicornio apenas advertido por la academia estética, otro de los nombres de la misericordia. Maldición entender el secreto de la mercancía o ser un pollo aderezado en la balanza. Por eso sos alérgico al sueño, escribes como desahuciado, desesperado por aferrar la imagen. Por eso el respectivo supositorio opiáceo. Tierno mío estoy aquí para vigilar el sueño de los niños para arropar delicadamente el cuerno durante el invierno. Presta atención: siendo anacrónico jamás conocerás la muerte y en la eternidad se va perdiendo el sentido del humor y el sexto doble sentido sensibilidad.

U N A L E C C I Ó N D E L I T E R A T U R A

Camilo Villatoro 10

Guatemala, 1992


Narrativa. Sección Miguel Ángel Asturias

Analuzbel Analuzbel le decían, porque repetía por las calles de la ciudad el trabalenguas con el cual inicia «El Señor Presidente». Desde la décima y primera, hasta la dieciocho y sexta; entre sus ventas y vendedores, merolicos y distraídos caminantes. Le observan estudiantes, asesores de almacenes, policías y viejas chismosas que frecuentan el Sur Dos. Solamente las vendedoras de frutas del mercado Colón, que destapan sus ventas con la luz de cada mañana, conocen su nombre: Ana María Zarceño, maestra graduada del Aqueche, quien hace muchos años, les comentó que, del interior de ese libro, un espíritu le hablaba al oído…

Zeta A la tumba de Asturias A la tumba de Asturias quiero llevar libros, leerle de autores contemporáneos que se comienzan a apoderar del país, quiero contarle sobre la «libertad», de la que gozan los escritores y periodistas y sobre las pequeñas editoriales guatemaltecas que escuchan las voces que se alzan. Quiero llorar sobre su tumba y contar que la trilogía bananera no se quedó como recordatorio, es el pan de cada día y probablemente sea el alimento de nuestros hijos. Sí, Asturias, seguimos siendo lacayos de las empresas extranjeras. Beberé una taza de café junto a tu tumba, esperando escuchar contarme si has visto un cambio con «nuestros señores presidentes». Oh, espera… no tienes que decirlo, está bastante oscura nuestra situación. Asturias, Asturias, por favor no me cuestiones sobre nuestras tradiciones, porque se han perdido y deformado por la transculturación. Y sí, puedes decepcionarte más… no hemos perdido las costumbres dañinas, y adoptado lo mejor de otras. Hemos perdido lo mejor de nosotros y hemos adoptado lo peor de las otras. ¿Cuándo será el día amado Asturias en el que regreses a tu patria y pueda visitarte como corresponde? Pero más importante aún, ¿cuándo será el día en el que tu valor para denunciar sea celebrado? ¿Cuándo, Asturias, será el día en el que tus libros sean parte de la historia y no del diario acontecer?

Nancy Méndez

A Miguel Ángel Asturias Asturias, a ti que con apasionada entrega alcanzaste para nuestra bella cuna grandes logros, de los cuales como compatriotas y hermanos nos sentimos orgullosos y te damos las gracias. Gracias a ti, Miguel Ángel Asturias, escritor, bohemio, sancarlista, modelo a seguir gracias por tan alto galardón alcanzado. Gracias por tu entrega y dedicación, por esas noches en el exilio y las mañanas entre mis lecturas. Gracias a ti, poeta, novelista y ensayista, el gran exponente vanguardista de la década de los veinte, quien a través de tu más grande obra «El Señor Presidente», drama de la república bananera, explotada por el imperialismo yanqui, denunciaste cómo este trozo de tierra fue vendido al capital extranjero. Otros, al igual que yo, dedicamos líneas y versos para darte las gracias por haber obtenido ese premio nobel, aquel ya lejano 19 de octubre de 1867, y colocar en alto pedestal el nombre inmortal de nuestra tierra: ¡Guatemala! Eres un ídolo inspirador para muchos; para todo aquel guatemalteco que vive y cree en su tierra y Asturias, tú que con apasionada entrega alcanzaste para nuestra bella cuna grandes logros de los cuales, como patriotas y hermanos nos sentimos orgullosos y te damos las gracias. Gracias a ti, Miguel Ángel Asturias, escritor, bohemio, sancarlista, modelo a seguir gracias por tan alto y galardón alcanzado. Gracias por tu entrega y dedicación, por esas noches en el exilio y las mañanas entre mis lecturas. Eres un ídolo inspirador para muchos; para todo aquel guatemalteco que vive y cree en su tierra y para todo aquel hermano que habita en el extranjero… algunos se han marchado buscando un sueño, otros han sido desterrados, como tú lo fuiste, por defender los ideales y el orgullo de la patria. Y allá en lejanas tierras, escribiste tu vida, tus sufrimientos marcándolos en medio de tus desvelos, ayudado por la tinta con la cual, poco a poco y minuciosamente, dibujabas cada letra que esculpía el pesar y sentir de alguien que sumido en tierras lejanas demostró ser un hombre de maíz. Buscando un sueño, otros han sido desterrados como tú lo fuiste, por defender los ideales y el orgullo de la patria.

Lourdes Chután

11


Entrevista a Francisco Alejandro Méndez

BIOGRAFÍA

Foto: Mendel Samayoa

Es periodista, escritor y crítico literario. Nació en la Ciudad de Guatemala. Se graduó de periodista por la Universidad de San Carlos de Guatemala y egresó del doctorado en Letras por la Universidad Nacional de Costa Rica. Trabajó de periodista de medios escritos y televisivos guatemaltecos. Ha entrevistado a ilustres escritores guatemaltecos e internacionales, como Augusto Monterroso y Luis Cardoza y Aragón, entre otros. En el 2010 publicó «Diccionario de Autores y Críticos de Guatemala», una obra que recopila los datos de todos los escritores y críticos del país. Sus propias obras han sido publicadas en antologías en español, inglés, francés, polaco... Es catedrático en varias universidades de Guatemala. Su género es el narrativo y ensayo. Pertenece al movimiento posmoderno: Literatura de Posguerra guatemalteca. Entre sus distinciones se encuentran: El Premio Nacional de Literatura «Miguel Ángel Asturias» -2017-. Premio Único de Cuento, en el Certamen de Santa Lucía Cotzumalguapa -1992-. Premio Anual de Periodismo Cultural Carlos Benjamín Paíz Ayala, género Entrevista -1994-. Premio de Cuento Francisco Vittoria, Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado -1997-. Periodista del Año, Prensa Libre, -1997-. Premio Anual de Periodismo Cultural Carlos Benjamín Paiz Ayala, género Entrevista, -1997-. Segundo Lugar en el II Premio Tierra, Excelencia Periodística, categoría Escrita, -1999-. Entre otras. Entre sus obras de narrativa están: Graga y otros cuentos, 1991. Manual para desaparecer, 1997. Sobrevivir para contarlo, 1999. Crónicas suburbanas, 2001. Ruleta rusa, 2001. Completamente Inmaculada, 2002. Reinventario de Ficciones. Católogo marginal de bestias, crímenes y peatones, 2006. Les ombres du Jaguar et autres nouvelles, 2009. Algunos de sus ensayos de Crítica Literaria: América Central en el ojo de sus críticos, 2005. Hacia un nuevo canon de la vanguardia en América Central, 2006. Diccionario de Autores y Críticos de Guatemala, 2010.

12

¿Qué lo motivó a inclinarse por la escritura? Hay varios factores, quizá es el hecho de que yo soy nieto de un escritor guatemalteco, Francisco Méndez Escobar. Sin lugar a dudas el que yo sea el nieto mayor. Cuando nací mi abuelo ya había muerto. Trascendió tanto que cuando nací me pusieron sus anteojos, me pusieron su nombre. En la casa donde yo vivía, que era la casa de mi abuelo, había alrededor de quince mil libros y algunos de ellos firmados para mi abuelo de parte de Neruda, de Juana de Ibarbourou, de mucha gente, de Gabriela Mistral, y decían para Francisco Méndez. Luego empecé a identificarme con la cuestión de mi abuelo por el nombre. Como él murió de leucemia, murió muy joven. Yo erróneamente pensé y dije: «Voy a escribir y terminar los cuentos de mi abuelo porque seguramente no los terminó». Eso me hizo, primero, leer sus cuentos y al descubrir su obra me aluciné. Estoy hablando entre los quince, dieciséis años. Entonces, decidí empezar a escribir un poco como bajo la sombra de él, cosa que fue muy equivocada, pero eso me motivó en algún momento, digamos, a desentrañarme de lo que él hacía y empezar a buscar mi escritura. Yo, siendo adolescente era deportista, aunque no parezca. Fui un deportista de alto rendimiento. Hacía triatlón y era seleccionado. En las épocas que tuve que descansar por algunos problemas de tendones, leía mucho. Comencé siendo lector y copista de los cuentos de mi abuelo hasta que, a los diecisiete o dieciocho años ya decidí escribir por mi cuenta. Esas fueron unas de las razones por las cuales comencé a escribir. Coméntenos sobre su elección por escribir novelas y cuentos policiacos. Primero, mi literatura alrededor de los primeros libros ha sido muy urbana. Parafraseando a Terencio siempre he dicho que soy urbano y nada de lo urbano me es ajeno, porque mi vida ha sido a nivel urbano. Sin embargo, cuando yo fui a hacer mis estudios superiores a Costa Rica me empatiné mucho con la literatura de autores policiacos. Durante cinco años leí más de cuatrocientos libros de novela policiaca. Cuando estuve allá fui identificando un poco al país y decidí crear un detective, un comisario, un policía que aquí en Guatemala es de esos héroes guerrilleros, un buen chapín de los que se han inmolado. Pero en un país en donde la policía es represiva fue un reto buscar la idea de un detective maya quiché, un Sherlock Holmes versión maya quiché con todas las posibilidades de anticorrupción. Entonces, creé al Comisario, Wenceslao Pérez Chanán, allá en Costa Rica. Cuando vine aquí, tras estar cinco años fuera, quiera que no uno se aleja mucho de la pasión local, pero cuando vine seguí escribiendo del comisario. Y tengo más de quince años de escribir solamente novela negra, especialmente de mi comisario y algunos cuentos que le llaman neopoliciales que tienen que ver más con la violencia y con el asesino que con el detective, propiamente. ¿El comisario tiene alguno de autobiográfico? Algunas cosas pueden ser autobiográficas. Él es un gordito, vive en el Mezquital, tiene cinco hijos, su esposa se llama Wendy; pero él padece seriamente del ácido úrico. Es algo que yo tengo, verdad. También padece mucho del corazón. Y sí, lo que tiene él que no es autobiográfico es que es muy científico. Es un tipo muy parco, pero con una gran intuición policiaca. También tiene una perra. Participó el comisario en unos operativos de perros pitbull, en carreras clandestinas, rescató a una perra que vive con él en el Mezquital. Se llama muñeca, es una pitbull que no tiene colmillos. Él ama a los perros, es algo que podría tener en común como dato autobiográfico. ¿También tiene que ver con que usted se haya especializado en literatura norteamericana? No, en realidad no. Digamos que la literatura gringa tiene de todo. Sí soy fanático de los autores de novela negra policiaca, pero más

que todo fue porque me topé con dos autores centroamericanos. Uno es Horacio Castellanos Moya que en muchas de sus novelas usa un comisario que se llama Pepe Pindonga. La novela policiaca no solo es policiaca, también es social, es romántica, es una novela testimonial. Hoy en día, creo yo, a nivel general es la que más transmite el realismo de un país. Él (Horacio) y Franz Galich escribieron algunas novelas como trillers. Hay una novela de Franz Galich que se llama Managua Salsa City (Devórame otra vez) que maneja la historia de una asesina que tiene una banda organizada. Este tipo de cuestiones me confirmaron a mí que sí, esta es una región en la que se ha escrito principalmente sobre literatura indígena, de la lingüística, y la cuestión de la guerra ha sido testimonial. Nunca había existido ningún policía en la literatura. Sí ha habido novelas policiacas como la de Dante Liano que se llama El hombre de Montserrat o algunas de suspenso de Rodrigo Rey Rosa. Creo que las mías son las primeras en las cuales hay un detective y un policía. Yo he escrito, por ejemplo, diez novelas policiacas de él, de ellas solo han sido publicadas seis. De alguna u otra manera es un reto el abrir una literatura diferente a lo que se había constituido antes. En su experiencia como catedrático universitario, ¿considera que el tratamiento que se le da a este género literario, dentro de los salones de clase, es el adecuado? Háblenos al respecto. Las universidades por lo general desprecian el género policiaco. Yo estudié un posdoctorado en Estados Unidos y los mismos gringos cuando les preguntaba sobre los autores clásicos decían «no, no, eso es subliteratura, eso es subgénero». En la misma academia norteamericana. Yo sí lo utilizo porque la novela negra es heredera del neoclasicismo y, por lo tanto, es una novela científica. Una novela policiaca consiste en que hay una muerte, un desaparecido y que es un enigma que hay que resolver. El detective lo resuelve o no, a partir de un método científico. Es decir, el policía utiliza métodos y todo para resolver o no. Yo utilizo una novela negra en mis cursos, que la gente la lea porque también es una forma interesante de saber cómo se investiga. Pero he visto la prensa de universidades y talvez una en España, en Italia utilizan la novela negra en las universidades, aquí en Guatemala no. Es considerado un subgénero, la gente, especialmente la academia, le tiene un poco de roncha y considero que es porque no lo conoce. Por ejemplo, escribí una novela policiaca con un escritor colombiano. La novela es con pistas, no es una novela lineal, sino que está hecha con fichas y pistas. Cuando los estudiantes trabajan en grupo les pido que resuelvan la historia, tiene que haber alguien que murió, tiene que haber un asesino, tiene que haber un móvil. Entonces ellos investigan y la verdad es que muchos de los detectives de la historia policiaca son grandes investigadores, y eso es lo que hace uno en la literatura, investiga. Utilizo mucho ese parangón. ¿Cuál es el proceso para escribir una obra literaria? Yo soy cuentista y novelista. Los cuentos son más de tenerlos en el cerebro, de leer la historia, cuando ya tengo la historia casi concluida y quizás solo me siento, lo escribo en dos sentadas y me vuelvo y luego lo edito y lo edito. El proceso de la novela es diferente porque es un proceso diario. Yo sí hago planes. Por ejemplo, tengo una novela que va a salir ahora en Costa Rica, se llama Saga y Libélulas y es una novela de ochocientas páginas que ocurre en toda Centroamérica. Entonces tengo mapas de Centroamérica antiguos, presentes, pongo desde poblados. Lo que hago es una especie de planificación, pero cuando me siento a escribir pues ahí la novela va tomando diferente forma. Quizá soy de los pocos en ser disciplinado. Escribo todos los días de la una a las tres de la mañana. No puedo a otras horas por las clases, por mis hijas, por mis perros. Entonces, la única hora que he encontrado es

esa. Son dos horas que lo hago, generalmente, seis veces por semana de una a tres. Entonces me levanto a la una menos cuarto. Me pongo con mi comisario. Por ejemplo, yo escucho mucha música para escribir, oigo mucho rock clásico. Pero como el comisario es un policía a quien le encanta la música salsa, oye a Héctor Lavoe. Cuando escribo sobre el comisario sí hago una especie de escenario con una música salsa. Me pongo en el ambiente porque hay que desdoblarse uno y ponerse en los pies del comisario. Me gusta tener un poco esa soledad. A esa hora nadie lo molesta a uno. Desconecta uno el Facebook. Todo mundo está dormido, hasta mis chuchos. Esas dos horas para mí son las más emocionantes del día. Yo quisiera no tener que dar clases ni trabajar nunca, sino dedicarme a escribir, pero no se puede. En su opinión, ¿es fácil dedicarse a la escritura en un país como el nuestro? ¿Por qué? Hoy en día es más fácil. Hace algunos años nadie daba un centavo por la literatura guatemalteca. De hecho, pocas universidades trabajaban la literatura guatemalteca porque a uno le enseñan clásica, la edad media, el renacimiento, latinoamericana y de último la guatemalteca; cuando en otros países es al revés. Primero se estudia la del país y después las otras. En términos culturales nosotros, no las universidades, el guatemalteco en sí no está identificado con autores guatemaltecos. Prueba de ellos es que hoy, que es el año de los cincuenta años del premio Nobel de Asturias es un escritor que se sigue sin leer y es un Nobel traducido a más de noventa idiomas. Entonces en Guatemala, uno de escritor no tiene lectores, tiene amigos, familiares que lo leen a uno. A excepción de Rey Rosa y algunos otros que sí tienen lectores, pero en Guatemala no es que la gente salga a comprar literatura guatemalteca. Esa es la parte más difícil, la de la lectura. La de la publicación, ahora, hay muchas editoriales que, si tú quieres pagar, pagas y ya eres escritor. Antes de la guerra era difícil porque había solo dos o tres editoriales, pero hoy en día, después de la firma de la paz, hay muchas editoriales. Incluso la Editorial Cultura que es del Estado, a mí me parece que ha hecho un buen papel. Entonces, posibilidades de escritura sí hay y si nadie te quiere publicar están los blogs. Están los libros digitales. No es como antes que si a uno no lo publicaban se frustraba mucho. Ahora publicas un blog, la gente lo lee. Hay un caso muy especial en Guatemala, el de Juan Pablo Dardón porque tenía un blog que se llamaba Fe de Rata que tuvo tanto éxito que hasta lo publicaron en libro. Es decir, su literatura y forma de escritura lo llevó a que después se publicara como libro. Creo que sí, posibilidades sí las hay. Como siempre, aquí en Guatemala hay ciertas roscas que se dan sus propios premios y se reconocen entre ellos, pero en realidad comparado con los años ochenta y noventa, que fue cuando yo comencé a escribir, hoy es mucho más fácil. ¿Sus libros son fáciles de encontrar en digital? Yo he tenido un poco de suerte al poder vender mis libros, en algunas universidades se leen o en colegios. Hay un par de libros míos que sí están en digital. Ruleta rusa y otros. He tenido la suerte de publicar en Francia un par de libros, y esos libros todavía los venden. Los demás todavía no. Es un proceso que yo tendré que hacer porque la mayoría de editoriales donde he publicado son editoriales pequeñas. Esas editoriales no tienen toda la plataforma que tienen las editoriales grandes. Nunca he publicado en editoriales grandes, no mucho me interesa. Así como Alfaguara, todas ellas porque son editoriales trasnacionales que se apropian de los libros de uno y ni los distribuyen, se lo compran a uno por diez años, el libro ya ni es propio; mientras que todas estas editoriales de autor, editoriales cartoneras. Ahora voy a publicar un libro en una editorial cartonera, artesanal, con Eynard


Obra, trayectoria, crítica literaria del Proyecto Editorial los Zopilotes. Me encantan ese tipo de cosas. No tengo mucho en digital. Creo que sí lo tendré que hacer porque es algo que la gente está leyendo ahora. ¿En dónde se pueden adquirir sus libros? Algunos los vendo yo, otros en Sophos. Yo he publicado veinticinco libros más o menos y lamentablemente no todos se encuentran. He pensado en hacer una reedición. Por ejemplo, en la novela del comisario, cuatro las publiqué en periódicos por entregas. Esas no las he publicado en libros, pero están completas. Hay un medio digital que se llama relato.gt (http://www.relato.gt/autor/franciscoalejandro/p_2/), del que me salí porque está comprometido periodísticamente. Ahí está completo el comisario. Me gustan más porque las novelas policiacas no son como las de Pérez de Antón que se publican con portadas pomposas. No, las mías son novelas como surgió la novela policiaca con pulp, con ese papel periódico sencillo como los westerns que antes se vendían en cinco centavos, en realidad el papel y la editorial es lo de menos, creo yo. Aunque, si algún día me los publican en una editorial, que bien. ¿Este tipo de publicación en periódico por entregas se estaría convirtiendo en la novela pasquín que se publicaba en el siglo XIX con más acceso a la gente? Sí, esa era mi idea. Todos los lunes salía mi novela. Primero me dieron una columna, después me dieron dos, luego en el periódico me dijeron que tenía una página completa y me hacían una ilustración. Como he estudiado mucho la novela del siglo XIX, precisamente, mucha gente me escribía al correo porque tengo un correo electrónico del Comisario, de Gmail. (ComisarioWPchanan@gmail.com). Le escribían al Comisario: «Mire a ese personaje que está ahí, nosotros quisiéramos que no lo matara». Unas veces le di un par de largas a los personajes, también lo hacían otros autores. Por ejemplo, en el banco de Guatemala había un club de lectura donde todos los lunes se sentaban a leer mis capítulos. Me invitaban a mí para que les contará los capítulos finales, cosa que no quise porque les iba a quitar la alegría. Esto fue muy gratificante porque el periódico es popular, la gente lo busca, lo consigue, también salía en digital. Más allá de eso, gente de otros países me ha leído. Gracias al blog de algunas entidades me publicaron en otros países como en Chile. Entonces, sí, tiene su gratificación también. Sabemos que a través de la literatura se infunden valores, ¿cuáles diría usted que son los más recurrentes en sus obras, si los hubiera? El comisario tiene algo interesante, como yo lo he estado planteando. Él, en realidad es un borracho, le encanta tomar predilecto en un bar que se llama el Pulpo Zurdo, y entonces no podría ser héroe constituido como tal. Pero creo yo, que una de las cuestiones interesantes es que es un policía inmaculado. No es alguien sobornable. No es alguien que acepta absolutamente nada y en ese sentido sí se puede ver como una forma de valor. Seguramente aquí en Guatemala hay policías así, que tienen una idea de esas. Yo empecé a escribir mis novelas en Costa Rica en el 2002. Ahora está la CICIG, el Ministerio Público, creo que sí hay gente de ese tipo que empataría un poco con su pensamiento. Por ejemplo, cuando publiqué la primera novela, algunos escritores me dijeron «¿por qué hiciste eso? En Guatemala no se resuelve el ochenta por ciento de casos, la policía es corrupta», pero no tiene nada que ver con la ficción. La ficción son otros cien pesos. Tiene que ver también con el deseo de que exista un héroe de ese calibre. De alguna u otra manera he creído yo en el comisario. No sé si puedo encontrar muchos valores en mi obra. Mi literatura no es que guste mucho. Por ejemplo, en algunos colegios me pidieron quitar cuentos y todo porque hay unos cuentos en los que manejo la zoofilia, la pedofilia y algunos temas que no necesariamente gustan y que no pueden ser

leídos a nivel de colegio. El comisario no es que sea tan grueso, pero hay unos casos. FLACSO me publicó una novela que se llama El juego de muñecas, que es un caso donde aparecen unos muertos en moteles de Guatemala. A los chavos les quitan los testículos o el pene y les aparece una muñeca inflable. La novela maneja mucho la cuestión del fetichismo. Me dediqué dos años a estudiar las muñecas inflables. De hecho, les preguntaría, ¿saben ustedes quién las inventó? Fue Hitler. Hitler, en la segunda guerra mundial, no quería que los soldados se mezclaran con mujeres judías, que les fueran infieles a sus esposas y que no les pegaran enfermedades venéreas. En mi novela hay toda una historia sobre las muñecas inflables que es un tema fetiche y que no todo el mundo lo acepta. En Japón hacen muñecas de niños. A los pedófilos, por ejemplo, les dan muñecas inflables para que no violen a los niños. Es una afilia íntima, pero cuando eso trasciende hay gente que saca a pasear a su muñeca inflable, le pone ropa y todo. En Japón pasa eso. Imagínense a la gente. ¿Cómo ha sido su experiencia en la EFPEM? Quiero agradecerle a Eduardo González porque él me abrió la puerta. En realidad, ha sido muy gratificante, el grupo de estudiantes muy absorbente. Ayer en Nuestro Diario le dediqué a los estudiantes mi columna. Principalmente porque mañana es el día del maestro. Mis estudiantes son personas con mucho deseo, con ansia de aprender con todas sus limitaciones y ciertos elementos que tendrán que mejorar, pero sobre todo tienen muchas ganas. Eso no se ve mucho. Cuando uno encuentra, como profesor, un grupo de gente que es como una esponja que está dispuesta a asimilar conocimientos que no está muy acostumbrada a recibir, porque tengo una forma, digamos, sui géneris de enseñar literatura. Sentí que hubo mucha recepción, eso es bueno. He dado clases en Costa Rica, estuve tres años dando clases en El Salvador y ahora que di aquí, que soy egresado de esta Universidad, pues, para mí fue muy gratificante. Me han abierto las puertas en universidades privadas, pero no es lo mismo. Cuando uno es egresado de la USAC y da clases a gente que pasó por las mismas historias que uno, eso es doblemente gratificante. Coméntenos sobre alguna vivencia o experiencia que lo haya marcado como escritor o como docente. El deporte me marcó mucho porque en el deporte hay mucha disciplina. Si quieres cumplir con el deporte, tienes que cumplir con ciertas tareas y en la literatura es igual. Yo no creo en la inspiración de que un día una musa le golpee a uno la espalda y uno comience a escribir poemas, sino que la literatura es el fruto de la vida misma y de la experiencia de la lectura. Mientras más lee uno, más lleno de ganas de transmitir esos conocimientos. Lo que uno hace no es escribir, sino reescribir historias que ha leído. Entonces, creo yo, que el deporte me marcó mucho, también algunas enfermedades que he tenido me hay ayudado a eso. Hace muchos años escribí una fotonovela para Nuestro Diario, se llama Lazos de familia. Nuestro Diario era muy popular, había que tener modelos, había que tener futbol y había que tener chavos mecánicos. Entonces, creé una historia, les quiero contar esto porque cuando estaba terminando la historia, que salía por entregas, me hospitalizaron en uno de los hospitales privados. Le dijeron a mi exesposa que fuera a comprar servicios funerarios porque de plano ya no… He padecido mucho del corazón. Llegaban los editores de Nuestro Diario al intensivo a que terminara de contar la historia. Era interesante porque, de alguna u otra manera, estar con la angustia esa. Ya no estaba tanto triste porque me iba a morir, sino porque la historia no se había terminado, tenía a mis hijas chiquitas. Las enfermeras se enteraron que yo escribía la fotonovela y pedían turnos para estar conmigo y para que yo les contara la historia. Era excelente. Eso

fue algo que me marcó mucho porque, sin lugar a dudas, estando uno cerca ya de entregar el equipo. Por otro lado, la idea que tenía de terminar la novela, al final salió completa. Lástima que ya no siguió el proyecto porque a mí me pagaron por escribir tres fotonovelas. Para mí, a pesar de que me gusta la academia y todo, mi literatura, considero que es bastante popular. Prefiero escribir de esa forma porque llega uno más a un público que siendo, talvez, un poco más intelectual y escribir para un grupo reducido de personas. ¿Qué mensaje le comparte a todo aquel que desea iniciarse en la escritura? Qué difícil es dar consejos porque uno siempre se equivoca, y las equivocaciones son producto del mismo trabajo. Lo mejor que le puedo decir a las personas que se están iniciando es que hay que leer. La lectura es fundamental. Hoy en día uno no puede ser escritor si no lee. Como una anécdota personal, la vez pasada estaba en la zona uno en un restaurante. Fui al baño y de repente, cerraron la puerta y salió un escritor diciendo «tenés que leer mis poemas». Claro, pero te voy a preguntar una cosa, le dije: «-¿Ya leíste a Vicente Huidobro?, -No. -¿A Neruda? -No. -Entonces, nunca voy a leer tu poesía hasta que leas a eso autores porque, hoy el sentimiento de muchos escritores, incluso los que están empezando, es que no hay que leer». Fulano de tal es una mierda, tal escritor no sirve. Hay muchos escritores jóvenes que desprecian. Es normal porque mucha gente es rebelde, pero no es normal que no se lea. Si ustedes se dan cuenta hoy, el arte está un poco en crisis. Digamos que cualquiera publica y cualquiera escribe. No hay una academia que esté realizando críticas, porque siempre debe haber una. Es decir, todo mundo tiene derecho a escribir y publicar. Se recuerdan de aquella mujer, Vivian Marroquín, que escribió su libro «Siendo puta me fue mejor». Le dedicaron la feria del libro. Fue algo realmente nefasto. El libro era una trampa. El libro no era un libro de superación. Hasta la entrevistaron en CNN. Ha publicado dos libros más y ya no existe, se murió porque hizo un engaño. Hoy que estamos en este rollo de la cultura líquida, la literatura light mucha gente cree que el no leer la hace ser escritora. Eso es completamente erróneo. Si uno no lee a Cardoza, en Guatemala, no lee a Asturias, no lee a Gómez Carrillo, a Luz Méndez de la Vega, pienso yo, que no tiene nada que decir como autor. Entonces, siempre que me preguntan a mí, digo: primero hay que leer, por supuesto. Si uno no aprende de los viejos y de los maestros no puede transmitir. Les voy a poner el ejemplo de lo que pasa en la plástica, en algunas bienales ganan premios. Por una bolsa de nylon con tierra adentro le dan $5,000.00 de premio porque dicen que se trata de los cementerios clandestinos de Guatemala. Es decir, la idea no es mala, pero premiar una cuestión así que al otro día la tires a la basura es un arte desechable. Perdón el ejemplo, pero en este museo MoMA, que es el de Nueva York, hicieron una exposición, fueron a traer caca del río Ganges de la India. Pusieron una pirámide y la vendieron. Eran heces fecales humanas y la vendieron en $90,000.00. Eso da la idea un poco de cómo está ahorita el arte. El arte, por lo general, está perdiendo el valor que antes tenía, ¿por qué? Porque si tienes plata y pagas ya eres escritor. Si tienes dinero y haces una mancha en la pared ya te dicen que eres el Pollock contemporáneo. En Guatemala, lo siento, pero no hay una crítica que esté constantemente discutiendo libros. Estoy hablando de una crítica académica, no de alguien que diga «este escritor es feo y me cae mal». No, sino una crítica que discuta. En otros países sí la hay. Aquí nos hace falta eso. Creo yo que, la gente debe ser disciplinada, debe ser sesuda, debe dedicarse a eso porque no hay que ser escritor light. ¿Ahí faltarían espacios, cultura o preparación de críticos? Antes enseñaban modelos semiológicos profundos, hoy falta preparación para crear intelectuales con juicio crítico.

Sí, pero sobre todo que se interesen por lo nuestro, porque hay mucha crítica a la que le encantan los cubanos, los argentinos… Yo les voy a decir que gente como Arturo Arias, Mario Roberto Morales, Lucrecia Méndez de Penedo, Dante Liano, serán contados, gente que han hecho libros sobre crítica guatemalteca. Pero la demás gente se ha dedicado más a otro tipo de cosas y hace falta para todos, revistas críticas. Costa Rica es un pueblito, un cafetal con foquitos. Costa Rica es un país ecológico, muy lindo. Tiene cuatro universidades estatales. Cada universidad tiene cuatro revistas críticas y no tienen tantos autores. La crítica en Costa Rica es muy buena. Sí se discute eso. Aquí en Guatemala quién es la crítica, Sophos. Si ustedes ven el periódico ahí sacan qué libros son los más importantes y no hay otra. Una librería no puede ser la que diga qué compras o no. ¿Por qué?, porque la universidad estatal no tiene revistas especializadas, y las privadas tampoco. Tienen y circulan dentro de la Facultad de Humanidades y de ahí ya no salen. Hace falta eso. Digamos que antes, por ejemplo, esta Universidad (USAC) tuvo una de las más grandes revistas críticas y de literatura de los años setenta que era la revista Alero. Cardoza fundó la revista Guatemala, revistas con una crítica que ahora no hay. De las últimas que hubo estaba la de Magna Terra, que era una revista que discutía mucho la literatura, pero se acabaron. Somos el país que tiene mayor índice de mortandad de revistas. Aquí no hay espacio para la crítica. Eso hace falta mucho. ¿Considera usted que la literatura, como reflejo de la realidad, contribuye a la transformación de la sociedad? Me gustaría contestarles con algo que dijo Silvio Rodríguez que dice que «con ninguna canción se hace la revolución, pero ninguna revolución se ha hecho sin cantar». Es decir, por lo general el arte lo que hace es reflejar la sociedad. El arte refracta la realidad. A partir de una realidad el arte reacciona. El problema es que en un país como el nuestro en donde tenemos bajos índices de lectura, donde de cada diez personas cinco leen. Pero de esas cinco que leen solo tres leen. Y de esas tres que leen solo una entiende lo que lee. O sea, los niveles cognoscitivos en nuestro país son muy bajos. Yo creo que en este país no funciona eso. Aquí en los setenta la U fue atacada por los murales del Tecolote Ramírez y porque él representaba en un gran mural, un concepto. Pero a los autores, que mataron el Guatemala, los mataron por estar en movimientos guerrilleros. No es porque la gente haya cantado Vamos patria a caminar. Lo que les quiero decir es que, la plástica tiene mucha más influencia que lo que tiene la obra. Entonces, considero que no. Aquí lo que hace uno por escribir es porque quisiera que la gente después de leer reflexionara y tuviera todo un discurso interno. Pero lamentablemente falta mucho. Lo que hay que creer es que sí se puede hacer. Me recuerdo de una anécdota que cuenta Galiano de un indio que está cavando. Hay una gran pirámide y del otro lado hay un río. Él está con la pala y le dice alguien: «Mirá eso no lo vas a hacer vos nunca. Nunca vas a llegar al río, ¿por qué querés que el río pase por acá? Yo no, pero mis nietos sí lo van a hacer». Es decir, ojalá que un día sí sirva la literatura como para una forma de cambio. Pero es lamentable, creo yo, que hoy en día eso no sucede. Es un poco triste, ¿verdad?, Asturias fue alguien que quiso. Es triste que hoy la gente no lo lea, cae mal eso. Puede ser que a uno no le gusta porque al final de cuentas puede que no te guste Asturias, pero no implica que no lo vayas a leer. Vas a entender que su literatura tiene un proceso histórico importante. Él se adelantó. Si no fuera por Asturias no estuviera García Márquez y compañía. A eso, de alguna u otra manera poca gente le da valor. Creen que Asturias es un viejo aburrido y no es así, verdad. El sistema educativo, creo yo, ha hecho sus intentos, pero mucha gente dice que era un borracho por ahí, que le dieron el premio Nobel por cuello porque era el embajador. Se mitificó tanto como figura no como obra.

13


Poesía y acrósticos. Sección Miguel Ángel Asturias Asturias Fuiste escritor, político, periodista y diplomático de aquellos que en la dictadura encontró su inspiración aún lejos muy lejos de su propia nación. Fuiste grande entre los grandes y te llevaste un gran galardón Premio Nobel de Literatura que con tu obra El Señor Presidente resultaste ganador. Expresaste una inconformidad social realizaste a lo grande una denuncia, denuncia como tal aunque nunca escribiste el nombre de aquel tirano gobernante sabemos que fuiste sumamente brillante. Tu legado literario, por siempre vivirá veintidós años de tiranía que en tu obra el mundo conocería fuiste galardonado, muerto… más no olvidado. Tus novelas perdurarán y así el mundo no te olvidará. Carmen Lorena

A Miguel Ángel Asturias Rosales Mira cómo pasa el tiempo, Ilusiones quedaron en el momento Guatemala sigue en el tormento Uniendo almas sin fundamento, Elevan sus oraciones al firmamento Los que verdaderamente tienen aliento. Al señor presidente Nada le hizo falta, Guarda en su memoria El recuerdo más triste de la historia, La historia que hizo la gloria. A la Tatuana le hizo leyenda, Sin saber que al cadejo también; Temas de identidad, Una historia como Mulata de Tal, Reflejo de una libertad teatral Icono de la literatura. Alhajadito del Espejo de Lida Sal, Señor presidente, ¡qué tal! Rosas llevaron a su funeral Orquídeas adornaron el umbral Surrealista y poeta modernista América agradece su lealtad, Lealtad que llevó en su sangre, Entre luchas, la verdad. Sancarlista de corazón. Angel Rigoberto López Herrera

A Miguel Ángel Asturias Mirada perdida que, sin duda, va hacia un lugar incierto Increíble, pero real. Tus muchas glorias con Gran reconocimiento han sido recordadas. Un hombre con mil historias en su vida, enlazadas; En momentos cruciales de la sociedad; que Lamenta, en el presente, que tus obras puedan ser olvidadas. Artista, creador de muchos triunfos, que perduran. Novelista, diputado, distinguido Embajador… Gloria de Guatemala. Siendo El Señor Presidente, uno de sus logros. Y otro Los Ojos De Los Enterrados, que escribiera tan ilustre autor. Antes y ahora, mañana y después Siempre serás recordado; personaje Tan sorprendente Titulado ¡Un premio Nobel de literatura! Realismo mágico, y muchas otras Ideas te hicieron sobresalir Ante todos. Y que el día de hoy Seas personaje importante en nuestra cultura. Ana I. Estrada

14


Convocatoria. Secciรณn Miguel ร ngel Asturias

15


Narrativa

Tres relatos breves

El anciano de los días (2009). Técnica: Acrílico sobre tela

Para la soledad una capsula .3 57 Introdujo el cañón del revólver en su propia boca –.357 Magnum-; era una vieja pistola Smith & Wesson que usó su abuelo trabajando como detective para la policía de New York en la década de los cuarenta. Era de madrugada –Llovía a cántaros y hacía mucho frío en la ciudad de Brooklyn. El efecto de la heroína le producía sensación de calor en la piel y resequedad en la lengua. Las imágenes de su infancia pasaban una y otra vez por su mente –lo torturaban-; su tío, penetrándolo una y otra vez, gritándole obscenidades. Otra voz más fuerte lo confundía; su padre vociferando que nunca alcanzaría el éxito como él, lo escuchaba una y otra vez decirle: «¡Mark, eres una mierda!». En sus últimos segundos de vida veía la horrenda mirada de su exesposa mientras le gritaba que era un fracasado… Autor: Carlos No fue hasta la tarde del día siguiente que encontraron el cuerpo inerte de Mark Johnson de veintinueve años, tirado en el piso en la sala de su apartamento. Mientras uno de los investigadores embalaba el revólver, se preguntaba a sí mismo: «¿Qué problema lo obligó a tomar semejante decisión?»…

Aquella galena, que más bien parecía practicante pesaba unas doscientas libras. Se le subía al estómago y con sus dos manos comenzaba a echarle fuerza al vientre de la futura madre «obligaba al feto a salir». Después de diez minutos de sudor intenso entre la rechoncha ginecóloga y la paciente, el cuello uterino se abrió -un hermoso bebé miraba la luz de dos tubos de gas neón que colgaban del techo. Mientras Leticia chineaba por unos segundos a su angelito, la doctora Grijalva le decía: «Su niño tiene problemas respiratorios y no quiso llorar al nacer, difícilmente se salve». Grijalva llevó al neonato al área de incubadoras -introducirlo en aquel aparato significaba salvarle la vida-; decidió acostarlo en una cuna, luego escribió otro WhatsApp al encargado de la funeraria El Buen Pastor, el texto decía: «Ya te tengo otro negocito, ahora mismo te mando el número de teléfono del padre de la criatura para que le des la mala noticia. Hay asegurás La Rocca el trato. Te encargo mi comisión». Lo que se grabó en mi mente de ese sábado dos de noviembre es lo siguiente: una madrecita desconsolada con el alma hecha pedazos, una familia indignada por la mal intencionada negligencia médica y un acta de defunción que decía: «Causa de muerte: Paro cardiorrespiratorio».

Hospital General Satán no es Dios A Leticia Chonay la internaron un día jueves por la tarde. Ya al mediodía del viernes sin ninguna muestra de dilatación, la doctora Grijalva Matasanos entró a la sala de partos para practicarle un parto inducido. Matasanos, mientras terminaba de escribir un texto por WhatsApp, le decía a Chonay: «Patoja estúpida, solo para embarazarte servís». A Leticia se le derramaban un par de lágrimas en sus mejías –No tenía fuerzas para contestar a semejante oprobio que había escuchado en su contra.

16

Cristiano desconsolado —¡Jesús, regresá…!

Mabi Elena Méndez Guatemala, 1992


Narrativa Eran las 3:00 a.m., ella sobresaltada de emoción despertó de ese sueño tan hermoso, su desilusión fue grande al darse cuenta, que solo era eso, un sueño. Llevaba días extrañando un: —Te amo —Te echo de menos, o un abrazo del hombre a quien le entregó el alma; todo había sido perfecto durante cinco meses más o menos, luego, solamente quedó extrañando lo que él había sido. Sin embargo, ella seguía allí, esperando a que todo fuera igual. El domingo por la madrugada tuvo una sensación triste al darse cuenta que no era realidad lo que había soñado, él no le había mandado un mensaje diciendo que extrañaba sus besos, sus abrazos, su compañía; decidió salir, buscó tres monedas de un quetzal y fue a llamarlo. Necesitaba escuchar su voz. Era claro que no respondería pues él dormía, tres intentos hizo, luego se colocó nuevamente el suéter negro que cargaba y entró a su cuarto, y durmió. Ya eran las 6:00 a.m., cuando despertó, decidió intentar una vez más escuchar su voz, esta vez contestó, pero ella sabía que no sentía emoción porque fuera ella quien estaba detrás de esa llamada, aun así, hizo preguntas. Él le dijo: —¿Estarás en casa hoy?, con un tono tan obligado que dolía.

Ella preguntó: —¿Qué ha pasado? Al principio guardó silencio, tratando de hacer que ella dejara de preguntar, dándole besos en el rostro, pero ella sabía que debía de insistir, era lo mejor. Después el habló, pero sus palabras fueron tan hirientes que en el interior de su alma ella sentía que una hemorragia había iniciado. —No eres tú, soy yo. No puedo con tantas cosas. Y nuevamente el «necesito tiempo» salió de su boca. No era la primera vez que lo pedía, ya en una oportunidad a mi parecer se humilló mucho buscando respuestas, siendo rechazada; era obvio que él no la necesitaba ni la quería en su vida. Sonrió y lloró interiormente, ella era de las que necesitan ser lastimadas con una verdad y no ilusionadas con una mentira.

Otro final para contar

—Tenía pensado ir a la casa de una amiga, pero si vienes te espero, respondió ella. Intercambiaron palabras, hasta que él dijo: —Llego como a las nueve. —Está bien —respondió la joven—, aunque muy dentro de ella sabía lo que pasaría. Llegó la hora, lo vio allí estacionando la moto en la que iba, su corazón palpitaba más rápido. No podría decir si era por emoción al verlo o por el miedo de escuchar lo que ya sabía que pasaría; ella lo abrazó, le dio los besos que había guardado desde hace mucho y él correspondió igual, tampoco sé si fue por obligación o si en realidad quería hacerlo. Se acostaron en una cama, ella quería escuchar el palpitar de su corazón, saber si su ritmo era el mismo; lastimosamente para ella, no era el mismo que había escuchado y sentido meses atrás.

Preguntó: —¿Te sientes mejor sin mí? —Cuando me desconecto de todo, cuando no hablo contigo me siento libre —respondió él. Quizá, ella estaba dispuesta a dar tiempo, pero estas palabras terminaron de abrir la herida que ya estaba sangrando. Ella se levantó, lo alejó y le dijo: —Nunca fue mi intención ser un estorbo. No hagamos más larga esta despedida. Él se levantó, tomó sus cosas y se marchó. Hace tiempo ella había aprendido a no estar en donde no la querían, también le habían dicho mucho la frase: ¡No eres tú, soy yo!, muchos ya la habían utilizado, ya estaba cansada de luchar por algo y alguien que no quería que lo hiciera. Entonces agarró valor, limpió sus lágrimas y salió. Aunque sabía que dolería por un tiempo, estaba segura que esta historia había terminado, pero muchas más estaban por venir.

Fernanda Morales Guatemala, 1992 17


Narrativa

Dedicado a ti Antes de ese día, mi imaginación era limitada. Nunca había sentido tanta admiración y asombro de algo, como de las imágenes que mis ojos apreciaban. Todos mis sentidos se concentraron, discutían, ¿Qué será lo más hermoso? El sonido del viento, el trino de las aves, las voces de los niños jugueteando a los lejos, discurriéndose entre las rendijas de las ventanas de aquellas humildes y cálidas casitas. Los gallos cantan pidiendo el descanso y cobijo de la noche. Los truenos arriba, arriba en el cielo nublado y gris propician las nubes de la melancolía. Campos con olor a tierra, tierra de mi tierra. La emoción es indescriptible, mis ojos albergan rocío para enjugar mis mejillas. La sensación de paz me transporta a otra realidad, otra, que es perfecta. El motor de un molino de nixtamal rompe el silencio, aún éste, es muy gratificante. Significa que se acerca la hora de preparar la masa para las tortillas de la cena de esa noche. Calor de la calidez humana, la sencillez de la gente, símbolo del amor genuino de Dios. Ese que no conoce de fronteras, de colores ni barreras. Prejuicios del hombre, del hombre pobre, pobre de mente, pobre de alma. El viaje valió la pena. Lloré, lloré de alegría, lloré de consuelo, lloré de esperanza, lloré de gratitud. Comprendí. Que lejos, que lejos te vas de mí. Dios es bueno, nunca lo dudé. Pero su amor se siente en la piel cuando de cerquita se ve. Es hora de partir… No sé si volveré, pero albergo la esperanza que antes de sucumbir, mi último aliento me transporte aquí.

Rosana Lima

Endulzarla con banalidades superficiales, me gusta real, aunque a veces sea amarga... Para degustar esas cualidades 17 que me llenan de conocimiento y aunque sea difícil de digerir no me gusta cubrir con apariencias las mentiras... Ni mentiras disfrazadas de dulzura ni verdades disfrazadas de sufrimiento... La vida, tal cual, hay que disfrutarla y confortar los días oscuros y tristes con momentos mágicos rodeados de familia y amigos... No endulzo mi vida con banalidades que sólo crean una falsa ilusión de bienestar, la prefiero cruda y real y que se vaya llenando de dulzura como un hilo de miel que bañe mi vida con esos momentos que me brindan, con ese sol que brilla en mi rostro, con esa caricia que el viento me regala al rozar mi piel y alborota mis colochos, robándome una sonrisa tímida... No la endulzo con vanas ilusiones, la endulzo con mi realidad...

Antonieta Arrecis

Efímera existencia Cuando yo falte quizá sea demasiado temprano para celebrar mis triunfos, cuando yo falte quizá sea demasiado tarde para poder ver mi verdadero potencial, cuando yo falte quizá sea un poco claro para poder ver las estrellas de la esperanza… Cuando yo falte quizá esté demasiado oscuro para sentir el calor de la vida, cuando yo falte quizá sea por arrullar el frío de la muerte; cuando yo falte mis sueños seguirán vivos, mis anhelos seguirán en la realidad; cuando yo falte quizá todos querrán besar mi rostro, tocar mis manos, todos hablarán de mis virtudes que no pudieron ver y verán todo lo que no quisieron ver de mí… Cuando yo falte, ese día será en el que te darás cuenta de todo lo que sentí por ti, todo lo que anhelé contigo, todo lo que luché por ti; cuando yo falte y cuando ya no importe quizá ese día podrás irte en paz, pues la brisa de mi ausencia ahogará el fuego de mi presencia.

Esculapio (2013). Técnica: Óleo sobre tela

Cuando yo falte querrás buscar mis rastros, pero será tarde pues el paso del viento de la existencia y el paso del fuego de la angustia ya los habrán consumido; cuando yo falte te darás cuenta que no necesité esconder mis vicios detrás de un clavel. Cuando yo falte quizá quieras encender de nuevo la pasión, pero quizá ese día solo te toque el dolor; cuando yo falte me extrañarás lo sé; cuando yo falte quizá nadie más que yo pueda regalarte el sol cada anochecer y quizá nadie más que yo pueda regalarte la luna cada amanecer; tal vez cuando yo falte quizá tu corazón ya no esté más golpeado; cuando yo falte preguntaré si él te besa mejor que yo, cuando yo falte preguntarás si solo fui un soplo de viento o quizá fui un aliento en tu vida…

Autor: Carlos La Rocca

18

Lo siento, pero mi vida no me gusta

“Épico 88”


Narrativa

La serpiente y el quetzal Como originario de la ciudad de Salamá, Baja Verapaz estudié en la Escuela Nacional Mixta de Párvulos local, tiempos tranquilos y sin malicia que daba la oportunidad de que los maestros nos llevaran a excursiones en algunos lugares del campo, todos tomados de la mano con orden disciplinario, el templo de Minerva era uno de ellos y que está precisamente al pie del cerro de la Santa Cruz que para todos los paisanos es el guardián de la población. En otra excursión al río Salamá, pasamos por el rastro, un compañero nos contó que allí llegaba entre los matorrales, una gran serpiente a tomar sangre del ganado que era destrozado, al oír esto corrimos hasta el puente antiguo todos asustados y aún más nuestra maestra. Por la edad, llegué a la escuela primaria llamada Escuela Práctica como se conoció en su tiempo, allí estudió Miguel Ángel Asturias parte de su primaria en el primer lustro del siglo XX. Cursaba el quinto grado (1958) en la nueva escuela llamada José Clemente Chavarría (tipo federación) y estando aún vigente las excursiones aprobado por el Ministerio de Educación, mi maestro Manuel Martínez nos llevó a pie como era costumbre a las aldeas de Matanzas y Chilascó que se localizan en la Sierra de las Minas.

Exterminador.

Saliendo del parque central, emprendimos el viaje, todos felices y con la incógnita lo estaba por experimentar, pasábamos juntos por las afueras de nuestro establecimiento pensando que todo nos iría bien, luego llegamos a la aldea La Paz para que más adelante iniciamos la inclinada montaña; después de tres horas de viaje, preguntábamos a las personas que venían en sentido contrario, si ya estábamos cerca de llegar a Matanzas y Chilascó y nos decían solo falta una bajadita y otra subidita y ya llegaron, pero tengan cuidado porque les puede salir una gran serpiente que come gente y animales grandes. Pasamos Matanzas y luego pasó algo inesperado, vimos en un árbol un quetzal y todos gritamos muchá es un quetzal, sí es un quetzal que cuando voló nos dejó atónitos al ver su lindo plumaje con aquel verde esmeralda y rojo escarlata, asimismo

un blanco como la nieve, así era el esplendor de un ave incomparable, su belleza era tanta que no queríamos seguir la marcha, pero era necesario porque el tiempo que teníamos era corto; al llegar más adelante nos encontramos a la vista con las cataratas de Chilascó, otro espectáculo natural espectacular, la caída del agua era y sigue siendo como una correntada bajada del cielo, es la más alta de Centro América. Caminamos siguiendo la ruta, llegamos a la escuela de Chilascó, almorzamos en las afueras de dicho lugar, al poco tiempo regresamos de vuelta a la casa, pero por otra ruta de la montaña con dirección a la ciudad de San Jerónimo Verapaz, el camino era quebradizo y rocoso, al iniciar el descenso nos encontramos con un señor que nos dijo: tengan cuidado, por este lugar sale una gran serpiente que hace pocos años se comió a una señora nativa de por aquí, que se comió a una señora que regresaba de la ciudad capital donde trabajó durante años como sirvienta y su familia la esperaba con mucha alegría al no llegar a su destino comenzaron a buscarla por el único camino existente y se llevaron la sorpresa de encontrar sus zapatos, ropa, dinero, otras cosas compradas para su gente y una fotografía de ella. Autor: Álvaro Sánchez Ya estábamos cansados y de pronto divisamos en la hondonada de la montaña las casas de San Jerónimo, vimos el mismo quetzal, posiblemente así lo era, que volaba viéndonos mostrándonos su bella cola y demás plumaje, parecía que, durante todo el trayecto, nos cuidaba de la peligrosa serpiente. Por fin llegamos al pueblo de San Jerónimo que está a una distancia de diez kilómetros de Salamá, como a las dieciocho horas con treinta minutos, llegamos al parque central y luego cada quien a su casa. Nuestros padres ya estaban preocupados, pero se alegraron al vernos y más aún cuando les contamos todo lo que nos sucedió; yo por el cansancio me dormí entrada la noche y aun en el sueño veía el quetzal más radiante que la luna y el sol.

Dagoberto Tobar Guatemala, 1992

19


Narrativa

Doblemente hermoso

Tierno mensaje en Navidad Era aquella una mañana deliciosa, la despedida del invierno en diciembre, perfectamente húmeda para la época y por supuesto nada más asombroso.

Llevaba un banano que comía felizmente, subió un graderío y de repente ¡recogió una piedra! la observó y luego se detuvo; en lugar de lanzarla hacía abajo, lo hizo sobre un rótulo desvencijado, esto la llenó de asombro, se detuvo para no lastimarla. Sonrió y le preguntó a la señora que iba sobre la rampa si el muchacho era su hijo, ¡sí! respondió. —El joven vio su bolsa de bananos y subió los brazos —Ella no sabía qué hacer. —¡Quiere compartir! —dijo su madre. —Ella subió apresuradamente las gradas. —Él le dio un banano —Mientras saltaba de emoción. Compartió sus bananos.

Abrazo cósmico. Técnica: Acrílico en pintura corporal

Una mujer solitaria caminaba sobre aquél sendero cubierto de vegetación para ejercitarse un poco y a la vez alejar aquel sabor de nostalgia y soledad, mientras trotaba; apareció un jovencito con Síndrome de Down, una dulce jerigonza era todo lo que ella escuchó, lo observó detenidamente y sonrió, era la dulzura personificada.

Autor:

La señora comió esa deliciosa fruta, tan dulce y el regalo más inocente y maravilloso que haya recibido en su vida. No preguntó su nombre, no le dio un abrazo para no asustarlo, pero donde sea que viva este maravilloso niño ¡Dios lo bendiga! Moraleja: Muchas veces gastamos una fortuna por agradar a nuestros seres queridos, desperdiciamos valioso tiempo en naderías, cuando la belleza de la vida se encuentra en el más sencillo gesto de compartir por el simple hecho de hacerlo, ¡sin esperar nada a cambio!

Beatriz Castellanos

20

Cada vez que viajo algo cambia dentro de mí, regreso y lo que creía antes de salir no lo creo más, regreso con nuevas metas, nuevas ambiciones, cambia mucho mi pensar y eso me alegra, me quiero ir a donde sea con tal de regresar y querer ser mejor persona, de tener ese entusiasmo de disfrutar la vida, realmente lo que me hace cambiar no es el lugar a donde voy, son esas largas horas sentada en el sillón y el camino, son esas nubes, es el cielo que a cada hora se viste diferente a veces gris y otras de azul, se adorna con un broche color plata y a veces con un botón amarillo oro, es una fuerza que llena hasta el alma, se siente paz y no hay nada más afuera que yo quiera, más que pasar horas y horas así. Aunque tome fotografías no se compara con lo que ven mis ojos, y es allí cuando me recuerdo de agradecer por la bendición de tener vista, aunque use anteojos, ayudan a apreciarlo mucho más. Ver el sol caer es algo tan sencillo, ha hecho eso miles y miles de años y pocas veces lo he apreciado, pero cada vez que tengo la oportunidad de observarlo algo se llena, y aunque muchas veces no sé lo que quiero, y aunque muchas veces vea todo negro; sé que hay algún rincón en este mundo en el cual puedo estar en plena tranquilidad y silencio y no pararé hasta llegar a ese lugar o bueno, lugares. Quizás se crea que Verza soy una persona muy aburrida, sí, lo soy, pero sé que llegará esa persona la cual me motive y me ame tal cual soy, aunque sé que él será el más alegre de la relación. ¿Qué por qué metí el tema de amor? Simple, sin amor, sin una buena compañía no vale nada ver las cosas buenas de la vida, sola, pero se vale tener un momento con una misma de vez en cuando, pero la vida se hizo para caminar de la mano de alguien, quien sea que quieras y que se refleje ese brillante botón amarillo en sus ojos, oye… Será una vista doblemente bella, un paisaje doblemente hermoso.

Daniela Arreaga (Medu)


Poesía

Sonríe

¿Quién eres tú?

Cuando tus esperanzas fallezcan sonríe, cuando tu corazón esté herido sonríe, cuando alguien te traicione sonríe... Siempre ¡sonríe!

¿Quién eres tú? El que arranca de los brazos la dulce compañía, y cierra para siempre esa mirada, destrozando todo a su paso. ¿Quién eres tú? El que inunda a los seres de melancolía, y lleva a la mente todos los recuerdos, que apaga sonrisas y desprende las lágrimas.

Tu sonrisa nadie la quitará, siempre contigo estará, por más que la quieras ocultar siempre regresará... Y así romperá tus cadenas para que puedas escapar. Medita antes de actuar, ama antes de olvidar, confía sin esperar a que algo te puedan regresar, y sonríe sin importar lo que pueda pasar. Cuando sientas soledad sonríe, cuando sientas amar sonríe, y cuando tu vida este por terminar ¡Sonríe!

Fabiola Joaquín

El día que me enamoré Gracias por ese día esas horas esos minutos esos segundos que tus ojos vieron los míos y mis labios saborearon los tuyos tu cuerpo bailando, negándose a mi ritmo pero tratando de estar siempre juntos no soy poeta pero si quieres la luna la miro en tu mirada se refleja en mi frente y te la doy con el corazón…

Ewin Losley

Un sentimiento Al despertar escucho el canto de aquellas aves que endulzan mis oídos con tan linda melodía. Admirando lo maravilloso de la naturaleza, veo como el viento de la mañana logra desprender aquellas hojas de aquel árbol que tiene sus raíces impregnadas en aquella tierra que me vio crecer.

¿Quién eres tú? A quien todos temen, de quien todos huyen y al final siempre alcanzas. ¿Quién eres tú? Misterio, dolor y pena, angustia, sufrimiento y miedo y al pensarte aterrorizas, con la certeza de tu venida, llevándote lo más querido…

Vicky Hernández

¡Cómo olvidar de dónde eres! Sí aquellas tierras guiaron tus pasos, aquellas tierras fértiles donde ves cada amanecer que es fruto de lo maravilloso de estar vivos. Como olvidar tus orígenes si aquellas tierras vieron tus primeros pasos, pasos que formaron lo que hoy eres; un ser capaz de alcanzar tus propósitos, y los anhelos que en momentos se ven imposibles… El viento me recuerda lo perfecto que es el amanecer, la naturaleza lo maravilloso de estar vivo, y mi origen me recuerda a cada instante de donde soy.

María Iquité Boch

Los versos Recitando estaba yo los versos de otro poeta hasta que llegaste tú mi inspiración perfecta. Has despertado en mí sentimientos infacundos Y me has llevado hasta sueños profundos. A través de estos versos te conquistaré en secreto y te llenaré de besos en mi sueño perfecto.

Zecibel Galindo 21


Poesía

Clamor de Justicia ¡Y empuño la mano!, la bandera. Hondeándola al frente del tumulto que agitado, llenaba las calles del centro histórico de nuestro bello país. Sus clamores eran recios, ¡fuertes! como las olas de la mar embravecida. Justicia para el pueblo, se escuchaba por doquier, sus manos empuñaban pancartas fabricadas en el momento, con consignas de odio y descontento por un gobierno mediocre y deshonesto. Pestes de la política, insectos chupadores, que se alimentan de la paciencia del pueblo. ¡Pero ya no más! hoy los estudiantes y el pueblo entero, han salido a las calles, exigiendo sus derechos como pueblo. Ese pueblo conformado por diversas clases y estratos. Esos estudiantes, a los que llaman «bochincheros», fueron ellos, que con el pecho bien levantado dijeron: ¡vamos pueblo! No callemos, y exijamos que el corrupto pague por los negocios ¡fétidos! que ha hecho a narices del pueblo. ¡No te calles y alza la voz! que todos te escuchen y sepan que estas vivo y dispuesto a luchar por la patria que te vio nacer. ¡Esa patria! que se resquebraja en miles de partes, por la avaricia de los que tienen mucho y aun quieren más. De los que se jactan de ser representantes de la patria, pero que no son más que sucias ratas. ¡Ratas negras! de las que hurgan la basura, bacterias que carcomen lentamente, las entrañas de la patria Guatemala. ¡Lucha y sigue luchando pueblo! que la lucha es perene, porque desde hoy ya cambiamos nuestra historia. No seremos mártires, ¡pero sí! hombres y mujeres que hicieron que el corrupto, se orinara en sus calzones, porque sabe que un pueblo unido y enfurecido es más letal que la bala de mil cañones. Que por más que intente dividirnos, más nos une exclamando a los cuatro vientos ¡justicia para el pueblo!...

Mario Regil, 2015

Eras mi musa Te amé tanto te deseé tanto te idolatré te admiré pero ahora nada tiene sentido eras mi musa, mi anhelo el deseo más profundo la pasión incontrolable mi alma se inundó de dolor de tristeza, ya no siento nada

Alexis Pivaral

Un punto en el olvido Llegó la noche de nuevo, oportunidad excelente para volver a escribir hoy en específico, hoy supo comprender: El claro mensaje de la distancia marcada marca donde descansa una barrera, un límite, un bloque pesado armado de un acero muy especial el casi impenetrable muro edificado con los miedos, los prejuicios y esas inseguridades; las vastas experiencias del pasado y la «conveniencia» personal volvió a suceder… Se perdió el sueño, se perturbó el corazón, escasearon los respiros y sin fuerzas al alma suspiró. Afuera el sol ya no estaba y la gente sin rumbo solo transitaba sin afán ni convicción, pues es latente la desilusión a sus seres le preguntaba por qué escribir de esta situación si la mano al lápiz ya no quería sobre el papel hacer el trazo al final del día. Un desequilibrio complejo que tratar. Bueno, ya es tiempo de levantarse y caminar seguir observando, comprender e investigar antes de ponerse a especular a detalle de la vida como el viento ha de soplar entre las ramas da alegría meciéndolas en el bosque que a todo ser ha de cautivar Este camino se pierde justo ahora, cuando te comienzo a olvidar…

Byron Pineda El sonido en el vacío En lo más recóndito del cielo, su mente divagaba, su alma revoloteante y sin paz inunda su cuerpo inerte, aquella palabra la ha dejado así, sin creces, sin sueños, abatida. En aquel recóndito lugar amplio y a la vez diminuto Su corazón latente, pero sin fuerza alguna, todo era inútil Cualquier palabra de aliento, de esperanza, de felicidad, fue un largo silencio Ya era tarde, y el cielo fue el límite, dejando de la fuerza que abrazaba el recuerdo. Aquel recóndito lugar tan amplio y tan sombrío, que paulatinamente Emanaba una luz deseada y aborrecida, lamentable ha dejado una huella Todos creen que es brillante, pero solo es una creencia, las verdades absolutas Yacen en la filosofía, en la ambigüedad y en el mismo misterio de la gente.

Estefanía Jácome

22 Sin título (2017). Técnica: Acrílico sobre tela. Autor: Carlos La Rocca


Carlos La Rocca (1986). Artista microconceptual argentino. El Arte Microconceptual hace nacer al Sueño Burlado. El Sueño Burlado es una joven ópera visual trágica actual, dividida en cuatro partes con más de 30 videos experimentales en donde se junta pinturas tamaño murales, videos caseros, poesía, música, pinturas, esculturas, arte digital y animaciones. Esta ópera pertenece al Manifiesto Arte Microconceptual: que anuncia el fin de la realidad y de la historia del arte gracias a los tiempos cuánticos de las máquinas. Este Manifiesto invita al caos y expresiones multidisciplinarias. «Creo que la PINTURA es un árbol secreto, lleno de fe que da frutos inmensos si se lo riega todos los días con nuevas experiencias; si se lo práctica sin practicarlo y si se lo mira sin mirarlo, puede dar enormes sorpresas y resultados. De mi “viaje ancestral” nació el “Sueño Burlado” en que intervienen una sobredosis de artistas de talentos muy diversos y personalidades muy hermosas, ásperas, bonitas, furiosas, sensibles, nítidas; Mariano López, Gastón Colli, Sergio Tizón, Adrián Vachet, Javier Wiedrich, Paula Koe, Omar Serna, Carlos Orilla, etcétera». Carlos La Rocca

Álvaro Sánchez (1975). Es un diseñador y artista gráfico autodidacta radicado en la ciudad de Guatemala, ha colaborado y publicado con revistas de arte y diseño de todo el mundo. Su obra ha sido expuesta en países como Italia, Francia, Alemania, España, EE.UU., Costa Rica, Ucrania, Suecia, Noruega, Grecia y la ciudad de Guatemala, entre otros. Su trabajo se basa en el collage digital y manual. Su gusto por material vintage, elementos de época y orgánicos son de gran relevancia para crear sus texturas y formas. La mayoría de sus obras están inspiradas en la literatura, pintura, música y el cine, pero su inspiración principal es la ciudad de Guatemala, y sus calles. Ha sido también columnista en medios impresos y digitales.

«La inspiración de la portada es la obra icónica de Asturias, El Señor Presidente, y el personaje de Manuel Estrada Cabrera era importante que fuera central en la composición. En el rostro de Cabrera se puede observar que tiene una especie de ojos falsos. Eso habla un poco de cómo un dictador no ve las cosas como tal, sino que todo lo ve en función de su poder, del ego, de la megalomanía. El círculo amarillo es un poco esta burla que hago sobre cómo estas personas se autoproclaman una especie de deidades desde su propia visión con respecto a lo que hacen. Las alas del murciélago se refieren a que estos personajes siempre están al acecho, mueven sus intereses bajo las sombras como los murciélagos cuando van a cazar. El cráneo describe la naturaleza de una dictadura que, muchas veces es igual a muerte tanto literal como metafórica. Sobre él hay una especie de sombrero con una cruz y eso simboliza cuando los delirios religiosos se mezclan junto con la política, y eso a veces es la mejor arma para someter a una sociedad. La sierra y la mano humana hablan de nuevo sobre la naturaleza de una dictadura. Cercenar a una sociedad, dejarla incapacitada, y de eso habla también la pierna mutilada. Nos deja cojos como sociedad. No avanzamos y eso es lo que interesa a esos poderes ocultos, pero el pequeño pájaro es como un toque de esperanza que debe estar presente en toda sociedad y también simboliza que no debemos permitir que ese tipo de cosas sucedan». Álvaro Sánchez



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.