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Efectos secundarios ¿Puede existir espacio de convivencia entre áreas habitacionales de distinta condición social?
Autor: Carlos Antonio Ortiz González Tutor: Daniel Escotto Sánchez Master Laboratorio de Vivienda del Siglo XXI Universidad Politécnica de Cataluña / Universidad Iberoamericana / Arquine
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DEDICATORIA Para Elisa, Anastasia y Sebastiรกn
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ÍNDICE Prólogo
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Introducción
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Capítulo 1 Las relaciones sociales, el ciudadano en el espacio público de Monterrey.
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Capítulo 2 Monterrey, la evolución de su mancha urbana.
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Capítulo 3 Plano director de 1968, la gran oportunidad perdida.
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Capítulo 4 La ciudad, conflicto social apartir de sus murallas.
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Capítulo 5 ¿Sabemos hacia dónde vamos?
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Bibliografía
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Agradecimientos
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Créditos fotográficos
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Apéndice Calles para caminar, dos casos de estudio.
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foto del prรณlogo
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PRÓLOGO ¿Por qué iniciar con una imagen del interior del metro Neoyorkino en los ochentas capturada por el fotógrafo Bruce Davison? Quizá porque las caras de estrés y angustia de los protagonistas nos permiten usar la imaginación para tratar de deducir las consecuencias de haber estado ahí. Es posible que el artista haya captado esta y otras imágenes para mostrar el estado de ansiedad que experimentan las personas de Manhattan que se dirigen a su trabajo usando este medio de transporte ya que en la era pre-Guliani, cuando el sistema “cero tolerancia” para limpiar la ciudad de Nueva York no existía, la gente subía al metro porque tenía que hacerlo, no porque quisiera. Actualmente la imagen parece ser una invitación a reflexionar sobre los efectos secundarios que derivan de la manera en que es tratado el espacio de uso común: un ambiente polarizado de clases sociales. Esta tesina analiza las diversas formas de convivencia humana que ha tenido la ciudad de Monterrey a lo largo de su historia, con énfasis en el uso del espacio público por ciudadanos de distinta condición socioeconómica partir de entender la evolución de la morfología urbana. Especial interés se le da a la época en que la ciudad se expande sin control y cómo la idea de convivencia social cambia radicalmente dando paso a la invasión del automóvil, a la zonificación social de áreas de la ciudad, a cambiar la plaza por el centro comercial, a cerrar comunidades tras bardas que excluyen a todos los ajenos… ¿Habrá esta época sentado las condiciones para llegar a situaciones de violencia doméstica y urbana que jamás se pensaron tener en la ciudad y que se viven hoy en día?, ¿Cuáles son las acciones que pueden mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad?, ¿Estarán los habitantes de Monterrey dispuestos a realizar cambios sustanciales en su forma de habitar la ciudad? El planteamiento adecuado de esta problemática puede llevar a las soluciones ideales para que, a partir de entender a nuestra sociedad actual, se pueda lograr que el espacio público se convierta en el unificador de la ciudad y así permita una mejor convivencia entre sus habitantes. Carlos Antonio Ortiz González
Página anterior: Bruce Davidson, “Subway” USA, New York City, 1980. Página siguiente: Proyecto de regeneración de la calle Ocampo, centro de Monterrey.
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INTRODUCCIÓN Monterrey, como muchas ciudades del mundo, ha tenido una lucha constante e inconsciente por no perder su escala humana y, por ende, su espacio público, ha soportado la invasión de la cultura del automóvil como causa y consecuencia de la vorágine inmobiliaria que expande la ciudad buscando en la periferia territorios a menor costo. Las ciudades que han cedido en esto han tenido que soportar problemas de marginación, desigualdad social, altos índices de criminalidad, abandono y pérdida de espacio público, contaminación ambiental, problemas de salud en sus habitantes…. Resulta increíble que los habitantes de esta ciudad tengan que luchar contra las autoridades en todos niveles para evitar que los parques de sus colonias sean vendidos a particulares con el fin de hacer un “desarrollo”, o que su espacio público más importante y emblemático, el Parque Fundidora, esté siempre en peligro de perder áreas verdes por ganar estacionamiento o áreas comerciales rentables, pero, ¿Siempre fue así? ¿Existió en tiempos pasados esta desigualdad social que hoy nos define? ¿Cómo era el espacio de convivencia en la ciudad? ¿Qué pasó con mi Monterrey? ¡Me lo robaron en mis propias narices y no me di cuenta! 1 Enrique Espino Barros.
Recientemente los estudios han revelado que el “éxito” de una ciudad depende en buena medida del contacto físico entre sus habitantes, la proximidad e intimidad que sus ciudadanos puedan tener gracias a una adecuada densidad poblacional que permite un intercambio personal de experiencias y conocimiento permite mantener a los habitantes unidos y trabajando para tener una mejor calidad de vida2. Desde los griegos, la calle, el ágora, el espacio público en sí ha sido el lugar de encuentro de los ciudadanos, donde se intercambia el conocimiento y la innovación, donde se dan los encuentros que fomenta y celebran la condición humana3. La cotidianeidad del contacto personal constante a nivel de calle genera en los ciudadanos, bajo ciertas condiciones de ciudad, un aura de respeto y confianza que permite que haya un crecimiento importante como sociedad4. Sin ese intercambio de ideas que se genera a partir de la confianza que da la cercanía de interactuar en el espacio público fácilmente las ciudades se vuelvan estériles y dejen de progresar. Sin una cultura peatonal, no hay oportunidades para los encuentros que se convierten en amistades…5 Jeff Speck
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Uno de los factores que han determinado la forma de las ciudades ha sido la tecnología del transporte,6 y es bien sabido que a mediados del S. XX inicia el declive de los centros de las ciudades gracias a esto, ya que se pensó que no era una ventaja tener a las fábricas y centros de producción dentro de las zonas urbanas muy pobladas7y esto provocó que la ciudad fuera zonificada por funciones generando diversos espacios con horario de uso que en cierto período del día estaban vacíos. Por años la vida centrada en torno al automóvil dio ventajas como la velocidad y posibilidad de espacio,8 pero al dejar de ser un objeto meramente utilitario y convertirse en objeto de culto la adquisición de estos fue masiva y se convirtió en un símbolo de estatus y por ende el medio de transporte que mayormente predomina en todas las ciudades del mundo, siendo Monterrey un claro ejemplo de esto. Había una vez una ciudad dividida en dos partes. Una parte era la mitad buena y la otra la mitad mala. Los habitantes de la mitad mala empezaron a pasarse a la mitad buena… las autoridades de la mitad mala hicieron un desesperado y salvaje uso de la arquitectura: construyeron un muro alrededor de la parte buena de la ciudad… El muro fue una pieza maestra… La parte buena, ahora solo vislumbrada por encima del imponente obstáculo y desde una distancia agónica, es cada vez más irresistible…Como tantas otras veces en la historia de la humanidad, la arquitectura fue el instrumento culpable de la desesperación.9 Rem Koolhaas Desde su fundación, la ciudad de Monterrey fue considerada un punto geográfico estratégico para el desarrollo económico del virreinato y posteriormente del país; pero fue hasta finales del siglo XIX, durante el gobierno del General Porfirio Díaz como presidente de México, que esto se materializó gracias a una extensa revolución económica que permitió el desarrollo industrial que dio pie a la primer gran expansión territorial. Esto trajo consigo mejoras en la infraestructura y fisonomía de la ciudad que le dieron la forma de urbe moderna capitalista que actualmente tiene.10 Los vertiginosos cambios provocaron que los habitantes de la ciudad modificaran la ocupación y el uso del espacio público, el cual pasó de ser el lugar para el encuentro social al lugar de la exclusión y el abandono. Si hasta el siglo XIX la escala y actividades de la ciudad permitían que ricos y pobres coincidieran en el espacio público, fue a partir del siglo XX que la brecha entre clases en el uso de las áreas comunes de la ciudad empezó a trazarse hasta diferenciar totalmente qué era de cada quien al terminar el siglo.
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Hoy nuestra ciudad es sumamente extensa gracias a las posibilidades que brinda el automóvil, y a una necesidad latente por marcar áreas de distinta condición social. Esta segregación esta indicada y simbolizada en un elemento arquitectónico que dentro de la ciudad denota división: el muro. Numerosos fraccionamientos privados han surgido en los últimos veinte años en la ciudad, y muchos que no lo eran buscan colocar su caseta de control en un acceso para delimitar y aislar esa zona a fin de “garantizar” su seguridad comunitaria. El muro ha provocado extensas áreas de poco o nulo uso peatonal, inhóspitas e intransitables calles que solo parecen servir para mover automóviles y que olvidan el resto de los sistemas de movilidad humana, sobre todo el más importante: caminar. Las ciudades deben estar en reinvención constante, y las comunidades humanas dispersas por la mancha urbana no pueden ser más conjuntos de fortalezas separadas unas de otras por espacios estériles desprovistos de las condiciones esenciales para una vida urbana. Sin necesariamente caer en la nostalgia, el diseño y replanteamiento de la nueva ciudad debe considerar las condicionantes de la sociedad contemporánea, pero ¿Cómo debe replantearse la ciudad para que se privilegie nuevamente la convivencia humana en el espacio público? ¿Cuáles son las acciones que transformarán esa parte estéril de la ciudad en un lugar con las condiciones de habitabilidad ideales?
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(REFERENCIAS)
1 Espino Barros, Enrique. Monterrey de Mis Recuerdos. Julio 2013. CONARTE 2 “…una buena ciudad representa proximidad, densidad de población e intimidad, la ciudad nos permite convivir, estar juntos.” Glaeser, Edward, El Triunfo de las Ciudades. Editorial Taurus, 2011. Página 19. 3 “…durante siglos, las innovaciones se difundieron de una persona a otra en calles urbanas abarrotadas”. IDEM, Página 20. 4 Podemos leer en Jane Jacobs que el contacto personal constante en las calles a la larga genera identidad a partir del respeto y la confianza y que esto se logra al interactuar en situaciones cotidianas “como pedir un consejo al adquirir algo en la calle”. Jane. The Death and Life of Great American Cities. Vintage books editions 1992, Random House. 1961. Página 56. 5 Speck, Jeff. Walkable City, How downtown can save America, one step a time. Farrar, Straus and Giroux books. 2012. Página 17. 6 IDEM, Página 28. 7 Glaeser plantea esto como una mejora en el transporte y lo fue durante un tiempo. Glaeser, Edward, El Triunfo de las Ciudades. Editorial Taurus, 2011., Página 20. 8 IDEM, Página 29. 9 Koolhaas, Rem. S.M.L.XL, Exodus, or the Voluntary Prisoners of Architecture. Monacelli Press. 1995. Página 5. 10 Juan Manuel Casas lo deja de manifiesto al escribir sobre este período, “… para que la arquitectura se desarrollara aún debía de haber una revolución económica que se mantuviera; la cual ocurrió sólo a partir de los últimos veinte años del siglo XIX. En ese momento, Monterrey comenzaba a abandonar las notorias reminiscencias rurales insertadas en plena urbe para dar paso a la más conocida cara del Monterrey capitalista”. Juan Manuel Casas y Claudia Murrillo, Bajo el símbolo del Rojo Clavel, arquitectura de Nuevo León en la época de Bernardo Reyes 1885-1909. 2010. CONARTE. Página 16.
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Página siguiente: Ambiente de espacio público de principios de siglo en el cruce de Juárez y Padre Mier frente al mercado Colón.
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Si la ciudad es el lugar de encuentro por excelencia, más que cualquier otra cosa, la ciudad es su espacio público peatonal. Los seres humanos no pueden estar en el espacio de los automotores, ni en los espacios privados que no les pertenecen. La cantidad y la calidad del espacio público peatonal determinan la calidad urbanística de una ciudad. 1 Enrique Peñalosa.
Capítulo 1. Las relaciones sociales, el ciudadano en el espacio público de Monterrey
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Exclusión social. Esquema 1. Exclusión social. No hay muchas descripciones que nos ayuden a entender como se vivía el espacio público en la recién fundada “Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey”2 pero podemos entender la relación que existía entre los recién llegados y los naturales del lugar, los indios. La ciudad requirió pasar por tres fundaciones en gran medida gracias a las batallas que los conquistadores españoles tuvieron que librar con los indios de las tribus nómadas que vivían en casas construidas con materiales que no permitían un largo tiempo de vida3. Al ganar terreno los conquistadores relegaron a los indios a la encomienda, conocida en el Nuevo Reyno como Congrega4 , que era el sistema de reparto de tierras entre los españoles a fin de tener una explotación debida, el cual convertía a los naturales del lugar en una especie de esclavos. Gracias a esto durante casi todo el período Virreinal el ambiente entre Españoles y Naturales era sumamente tenso y solo hubo un indicio de abolición de la congrega en el S. XVIII cuando las noticias sobre esta práctica indignaron al Virrey de la Nueva España5 . Para principios del S. XIX se hizo el primer empadronamiento de la ciudad, ahí quedó de manifiesto cierta mezcla poblacional entre españoles e indios al usar el espacio público. La Villa de Nuestra Señora de Guadalupe de Horcasitas, hoy Ciudad Guadalupe, era la única población conformada por indios que vivían en verdaderas condiciones de miseria y desolación comparados con los habitantes españoles al norte del Río Santa Catarina, una condición de ciudad que privilegió la exclusión clasista. Esta diferenciación social quedaba muy de manifiesto también en su calidad de construcción ya que las casas agrupadas alrededor de la plaza Zaragoza estaban construidas con materiales durables como el sillar y las casas de los indios en materiales más brutos como la piedra sin labrar o menos durables como el adobe y carrizos con lodo6 . Hasta nuestros días ha llegado este desprecio por las personas de origen indígena, quienes han dejado de ser naturales del estado y son comunidades migrantes. Estos viven en asentamientos irregulares en el área Metropolitana y tienen bien marcadas su áreas de esparcimiento en la ciudad como la Alameda Mariano Escobedo. La mayoría llegan del sur del País buscando mejores condiciones laborales y de educación para sus hijos, huyendo de los desastres naturales y de la falta de servicios públicos básicos. Nuevo León es el principal receptor de grupos étnicos en todo el País, representa el 1.4% de su población y las dependencias para su atención se reducen a una oficina del Centro de atención a indígenas CDI7.
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Esquema 1. La zona de exclusiรณn para indios estรก marcada en gris, hoy es parte del centro de la ciudad de Guadalupe.
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El gran parque. Esquema 2. El primer gran espacio público de la ciudad que permitió la convivencia de todas las
Niños jugando en la Alameda.
clases sociales fue la Alameda. Se trazó en 1861 durante la administración de Santiago Vidaurri según el plano de Isidoro Epstein, comprendía dieciséis manzanas de trescientos ochenta metros por lado. En 1886 Bernardo Reyes construyó el parque en la mitad del predio, dejando la mitad del terreno restante a la Penitenciaria en una parte y para venta a particulares el resto. Durante el S. XX fue el espacio público urbano más concurrido por los habitantes, compitiendo con la Plaza Zaragoza; su extensa oferta de actividades al aire libre le permitió acoger a visitantes de toda la ciudad, en su interior existió desde el famoso café Alameda hasta un zoológico. Probablemente esto fue lo que la llevó a su ruina, ya que cada gobierno la vio como un terreno con posibilidades de ocuparla con edificaciones, construyeron baños públicos, oficinas de diversas dependencias de gobierno, concesiones para áreas comerciales y sus corredores se llenaron de comerciantes ambulantes. Poco a poco se fue convirtiendo en el lugar de paseo de los migrantes del sur de país quienes en condiciones de extrema pobreza buscan en la ciudad una mejor calidad de vida. Debido a esto la población local empezó a abandonar el lugar, sumándose a esto la creciente oferta de espacios comerciales cerrados y climatizados que se convirtieron en los lugares de paseo preferidos de los regiomontanos de clase media y alta. En dos mil once inició un proyecto de rescate que incluyó la demolición de casi todas las edificaciones construidas en La Alameda a lo largo del S. XX, se recuperaron los andadores, se saneó la vegetación, se colocó un teatro al aire libre y se restauró el kiosco central . Sigue siendo el lugar exclusivo de los migrantes del estado y las intenciones de hacer regresar a todo tipo de habitantes de la ciudad no han tenido éxito pero tampoco han sido contundentes ya que son débiles las políticas de mejora del espacio público circundante e inserción de nueva vivienda, nulas las mejoras en la seguridad y ha proliferado el comercio que no permite que surja la vida urbana .
La primera pérdida. Esquema 3. Al igual que la Alameda se consideró “demasiado terreno libre”, muchos fueron los espacios públicos que a lo largo de siglo XX se perdieron, ya sea por que se le vio potencial al predio para construir un edificio público o para ser vendido a particulares. La plaza cinco de Mayo frente al Palacio de Gobierno redujo considerablemente su tamaño, la Plaza de la República despareció para convertirse en el palacio Federal además se le construyó en el espacio restante parte del archivo del Estado, La plaza Juárez sirvió como terreno del mercado del mismo nombre; también desaparecieron la Plaza Garza Ayala, Plaza Zuazua, para convertirse en escuelas públicas;
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Esquema 2. La mancha verde representa la proporciรณn del espacio ocupado por la alameda comparada con la mancha urbana de la ciudad a principios del siglo XX.
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y la Plazuela de las Tenerías, Plaza del Golfo, la plaza primero de Mayo, entre muchas otras fueron vendidas a particulares11. De haberse conservado hubieran sido intervalos para privilegiar la convivencia social en una ciudad donde sus arquitecturas nacieron en el límite del paramento de la calle, sin banqueta, sin espacios entre ellas y con calles estrechas casi como callejones. La falta de espacios abiertos verdes fue determinante para que el centro fuera visto como sucio y degradado, dando paso a la expansión de la ciudad.
La calle. Esquema 4. Durante la primera mitad del S. XX la convivencia en el espacio público más común, la calle, Niños jugando en la calle, Colonia Obrera Asarco.
era sumamente intensa. La gente sacaba las mecedoras a las banquetas al caer la tarde para conversar y discutir los eventos sucedidos durante el día, saludaban a los transeúntes y los niños podían jugar en la calle bajo la mirada de sus padres y abuelos12. Era tan generalizado que incluso en calles con banquetas angostas y con tráfico de tranvía como Padre Mier la gente se apropiaba del espacio totalmente colocando las mecedoras al centro del arroyo y cuando el tranvía se aproximaba las movían hacia el interior de su casa para esperar que pasara y las sacaban nuevamente una vez que se había retirado13. El tamaño de la ciudad, su cantidad de población y la mezcla social permitió en ese tiempo la existencia de dinámicas de convivencia entre vehículos de transporte masivo y peatones, usuarios todos de la calle. Quizás por eso las protestas por la desaparición sistemática de plazas en la ciudad prácticamente no existieron, la calle llenaba todas las necesidades de espacio público en una ciudad que empezaba a crecer muy rápidamente. Una calle muy concurrida por su actividad comercial pero más por la vida urbana que generaban los teatros, cines y carpas de variedad y vodevil que se instalaban en los alrededores era la Calzada Madero14. Durante el Gobierno de Bernardo Reyes se trazó con el nombre de avenida Unión, su nombre fue cambiado por el de Calzada Francisco I. Madero después que estalló la Revolución Mexicana. Tuvo un camellón muy amplio de doce metros de ancho, con bancas, palmeras y jardines que daban soporte a la vida urbana generada en esa zona15 . Grandes salas de cine como el Reforma, cuya capacidad era de casi cinco mil personas, permitieron que la interacción social fuera intensa, la gente caminaba por las amplias banquetas o utilizaba el camellón como plaza lineal donde descansaban o paseaban para conocer personas. El cine no fue exclusivo de la Calzada, en ese tiempo se consideró el entretenimiento más atractivo para las masas ya que era económico y se encontraba casi en todos los barrios por lo que se podía llegar a pie16 . La zona era muy viva ya que se habitaba con intensidad, muchos comercios con departamentos en planta alta se alineaban a lo largo de la Calzada, quienes ahí vivían trabajaban a pocas cuadras de la zona.
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Plaza frontal de la estaciĂłn del Golfo, vendida.
Esquema 3. Las manchas en color negro representa el espacio pĂşblico que la ciudad perdiĂł durante el siglo XX.
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Con el tiempo y la creciente población de automóviles se vio a la Calzada Madero con las posibilidades para ser un eje vial que conectó la ciudad de oriente a poniente; el camellón desapareció para dar paso a carriles de circulación vehicular y se aumentó la capacidad de estacionamiento en las aceras al colocarlos en batería reduciendo considerablemente la banqueta. Los cambios en los formatos de los cines terminaron por dar el tiro de gracia a la Calzada ya que las grandes salas tuvieron que cerrar para dar paso a conjuntos fílmicos con salas más pequeñas dentro de plazas comerciales afuera del centro de la ciudad, con esto la vida nocturna familiar desapareció para dar paso a la proliferación de cantinas, prostíbulos y casas de citas que terminaron por aniquilar la ocupación de vivienda.
Mediados del siglo XX. Esquema 5. Se dice que las ciudades no empobrecen a la gente, atraen a los pobres17 , y
Camellón central, Calzada Madero.
esto aplica al crecimiento que tuvo Monterrey durante el S. XX. La creciente industrialización de la ciudad provocó que aumentara la migración de personas de otros estados para buscar una mejor calidad de vida, con esto aumentó la población y la mancha urbana se expandió cada vez más, por lo que la división de clases se acentuó gracias a la zonificación de las nuevas áreas urbanas. Durante el auge industrial de la ciudad se requirió personal para la industria acerera, cervecera, vidriera y textil, este llegó atraído por el trabajo que ofrecían estas nuevas empresas. La primera colonia obrera fue la Terminal que se funda en la década de los treintas y estaba enfocada en brindar vivienda a los trabajadores de las fábricas del nororiente de la ciudad, en sus inicios gente de toda condición social empezó a habitarla y posteriormente los obreros que trabajaban cerca la terminaron de poblar18 . Más colonias de corte obrero fueron adicionándose a la mancha urbana como la Obrera y la Moderna que se convirtieron en el lugar de vivienda de los trabajadores, alejándose cada vez más del centro de la ciudad y su hasta entonces intensa vida urbana. Fue evidente la falta de espacios públicos en el trazo de estas primeras urbanizaciones para obreros ya que el oriente de la calzada Madero era utilizado como el lugar de esparcimiento de las familias que en ellas habitaban. En 1946 nació la colonia Del Valle, primer suburbio de clase alta que se apartaba totalmente de la mancha urbana y que requirió el primer puente moderno sobre el río Santa Catarina, fue construida por el empresario Alberto Santos. Para su operación fue necesaria la construcción de los colegios privados Franco Mexicano para niños y Labastida para niñas, al igual que la iglesia de Fátima19 . A diferencia de las colonias obreras, la Del Valle sigue contando con dos grandes calzadas arboladas que al intersectarse dividieron a la colonia en cuatro cuadrantes y cada uno de ellos con pequeños parques que sirven a toda el área residencial, todas las calles siguen profusamente arboladas. La colonia Del Valle de manera natural se alejó en todo sentido del resto de la ciudad, sus habitantes fueron los primeros en
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Esquema 4. La Calzada Madero representada por la lĂnea roja y su relaciĂłn con el resto de la mancha urbana de principios del siglo XX representada
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tomar la iniciativa de generar su propia comunidad aislada; la zona rural que la rodeaba y el Río Santa Catarina fueron las barreras naturales que generaron este aislamiento que aún persiste de manera cultural.
La climatización artificial. Esquema 6. El espacio público fue sustituido por los nuevos lugares de comercio
Casa tipo de la Colonia Obrera Asarco.
techados, mismos que provocaron una diferenciación clasista casi automáticamente. Así como la Alameda Mariano Escobedo dejó de ser el lugar de encuentro de todas las clases para solo dar cabida a la población migrante, también aparecieron los centros comerciales de formato “americano” rodeado de amplio estacionamiento y con mínimas condiciones para que el peatón pudiera ingresar por lo que este modelo planteó en automático la exclusión de la población sin automóvil, aunado a ello el tipo de comercio que ahí proliferó también segregó a los sectores socioeconómicos de menores ingresos. En 1983 se inauguró el centro comercial más popular de los ochentas Galerías Monterrey20 , el cual introduce en la ciudad una nueva manera de convivencia que ya estaba arraigada en Estados Unidos: el paseo en el centro comercial. Los habitantes ya no visitaban las plazas públicas ya que el centro comercial les proveyó además de tiendas para hacer sus compras, lugares donde comer y la protección que el aire acondicionado ofrece contra el extremoso clima de la ciudad. Hoy son generalizados este tipo de lugares para paseo y compras en la ciudad que tienen algunos hasta iglesia para que el culto dominical no interrumpa el acto de consumir.
Tábula Rasa. Curiosamente mientras iniciaba la proliferación del centro comercial el gobernador Alfonso Martínez Domínguez planeaba el gran espacio urbano abierto de regeneración del centro de Monterrey: la Gran Plaza. Para lograrlo demolió 31 manzanas del centro histórico21 con una superficie de aproximadamente 40 hectáreas que le permitieron unir en un gran espacio abierto y en un eje longitudinal norte-sur los palacios Municipal y de Gobierno Estatal. Una de las intenciones del gobernador al hacer este espacio era la de colocar a Monterrey a la altura de las grandes ciudades americanas y la Gran Plaza era el pretexto para que alrededor de ella se colocaran altos edificios de usos mixtos sede de los corporativos de la ciudad. La crisis de 1982 y el surgimiento del desarrollo “Valle Oriente” con terrenos más económicos que los aledaños a la Gran Plaza terminó con el sueño de Martínez Domínguez y la plaza quedó inmersa en el centro sin la actividad de negocios que se pretendía22. Al paso del tiempo los regiomontanos se han apropiado del lugar como punto de encuentro de fin de semana. La gente comenzó a conocerla como Macroplaza y sirvió como inicio de un extenso plan de generación de nuevos espacios públicos a partir de encontrar el cause del antiguo Ojo de Agua de Santa Lucía hasta unirlo a la Antigua Fundidora de Monterrey, convertido también en parque
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Esquema 5. Las colonias obreras en gris y las colonias burguesas en rojo y su relaciรณn con la mancha urbana de la segunda mitad del siglo XX.
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urbano. A lo largo del paseo Santa Lucía se pretende tener una serie de edificios de vivienda donde solo uno esta construido hasta hoy.
Actualidad. Ezquema 7 En los últimos cinco años y a partir de una de las peores etapas de violencia urbana vividas
Demolición de una manzana del centro de Monterrey para construir la Gran Plaza.
por la ciudad desde la Revolución Mexicana, debido a la guerra entre bandas de narcotraficantes que la colocó por varios años entre una de las cincuenta ciudades más violentas del mundo23 , han surgido diversas intenciones en la ciudad de volver a generar convivencia en el espacio público empezando por recuperar el equilibrio en las calles entre vehículos, transporte público y peatones mediante proyectos de regeneración urbana. Las acciones de los Institutos de Planeación de Monterrey y San Pedro Garza García, de los grupos de activistas como Laboratorio de Convivencia, Narval, la banqueta se respeta y otros empiezan a crear conciencia en los ciudadanos de que la urbe como lugar de encuentro se ha perdido y que sus espacios públicos se han convertido en lugares sin arraigo, sin memoria, que pasan desapercibidos y en el anonimato. Las acciones en el Barrio Antiguo, Distrito TEC, Nueva Purísima empiezan a encontrar eco en la población, que hace no mucho tiempo se oponía a las soluciones que se planteaban para mejorar estas áreas. Tal parece que el gran proyecto de la ciudad no es napoleónico, ni emblemático, es más bien invisible, debe pasar desapercibido para que lo importante suceda. El gran proyecto debe ser aquel que logre el encuentro ciudadano, donde se relacionen todos los niveles sociales, que sea el ágora para permitir el intercambio de conocimiento y experiencias que posibiliten que nuestra sociedad sea cada día más participativa y mejor. El gran proyecto de la ciudad parece estar tomando forma y nadie ha notado que existe, no le han hecho publicidad y eso parece ser un buen síntoma, si logra clonarse a todos los rincones de la ciudad permitirá que regrese la interacción ciudadana que una vez tuvo cuando crecía como urbe, cuando todos vivían en su área central, cuando cada ciudadano parecía respetar el espacio del otro dentro del mismo espacio que los contenía a todos. El gran proyecto que puede poner fin a esta indiferencia de los habitantes por su ciudad apenas se esta gestando. La ciudad nació sin banquetas, solo había calle de construcción a construcción, la banqueta apareció por que estaba en los reglamentos y se construyó sin razonar su función. Nunca se le dio la atención debida y hoy empieza a repensarse y dignificarse, se le esta encontrando un sentido y parece ser la clave para la articulación de la vida urbana en la nueva ciudad de Monterrey, la calle Ocampo es muestra de ello24 .
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Esquema 6. Los centros comerciales que se usan como paseo en la ciudad y su radio de influencia en 2.50 km.
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Calle tipica del centro de Monterrey en los 80´s.
Esquema 7. Los grandes parques urbanos del centro de finales del siglo XX principios del XXI. A la derecha: último espacio perdido del bosque la pastora para la construcción de un estadio de futbol.
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(REFERENCIAS) 1 Inicio del prólogo de la versión en español del libro: Gehl, Jan. La Humanización del Espacio Urbano, la vida social entre los edificios. Editorial Reverté. Página 7. 2 Nombre que se le dio a la ciudad por Don Diego de Montemayor y las doce familias que que llegaron a los ojos de agua de Santa Lucía que se instalaron en el margen izquierdo un 20 de septiembre de 1596. Santiago Roel, Nuevo León, apuntes históricos, Ed. Castillo. 1977. Página 25 3 Santiago Roel describe a los indios como “tribus errantes” que “cuando llegaban a establecerse transitoriamente en algún lugar, construían sus habitaciones de carrizo o zacate, formando una ranchería que casi nunca pasaba de doce a quince chozas, arregladas en hileras o en media luna”. IDEM. Página 15. 4 Cristóbal Colón fundaría el sistema de encomienda y este tendría variaciones en cada región del Virreinato. IDEM, Página 29. 5 Durante siglo XVII estuvo llena de guerras con pocos intentos de paz, hasta que iniciado el siglo XVIII el Virrey de la Nueva España, indignado por los abusos que se cometían envío al licenciado Francisco Barbadillo Vitoria para que pusiera una solución al asunto Él de inmediato entendió la causa de las confrontaciones y de inmediato abolió las Congregas a pesar de las protestas de los hacendados y demás españoles. Tan pronto dejó Barbadillo el poder los problemas volvieron a surgir. IDEM, Página 50. 6 Santiago Roel lo describe: “las casas principales, que se aglomeraban alrededor de la plaza hoy llamada Zaragoza, estaban construidas de buen sillar, así como las demás obras a que antes nos hemos referido; pero las más eran de piedra sin labrar o de adobes; y muchas de matacán en bruto sentado con lodo”. IDEM, Página 78. 7 Nota publicada en 2010 por el canal de Noticias CNN, fuente http://mexico.cnn.com/nacional/2010/11/28/miles-de-indigenas-dejan-atrassus-pueblos-y-emigran-al-norte-de-mexico 8 El Café Alameda es descrito en el libro de Espino Barros como muy popular donde “ la gente iba en gran número a disfrutar el café con panecillos regionales y algunas otras deliciosas especialidades” además indica que “Tenía un zoológico…después le instalaron un patinadero y rentaban bicicletas”. Espino Barros, Enrique. Monterrey de Mis Recuerdos. Julio 2013. CONARTE. Página 52. 9 El proyecto de remodelación estuvo a cargo del arquitecto Oscar Bulnes y Enrique Abaroa. Oscar Bulnes esta totalmente en contra de la inclusión del comercio formal dentro de un espacio público. http://www.periodicoabc.mx/noticias/mi-ciudad/inicia-remodelacion-de-la-alameda.php 10 Como estas hay muchas notas en los periódicos locales que indican que las políticas de regeneración del centro realmente no están llegando con la velocidad http://www.milenio.com/monterrey/Habitantes-centro-Monterrey-denuncian-inseguridad_0_134386571.html 11 Santiago Roel, Nuevo León, apuntes históricos, Ed. Castillo. 1977., Página 185. Nota número uno al pie de la página. 12 Narra Espino Barrios que la gente salía a “..comentar los acontecimientos del día y saludar a los vecinos que pasaban, mientras en la calle los niños jugaban”. Espino Barros, Enrique. Monterrey de Mis Recuerdos. Julio 2013. CONARTE, Página 49. 13 Espino Barros describe aquí la vida en la Calle Padre Mier 1079 Sur, entre Mina y Naranjo a partir de anécdotas de la señora Luz del Carmen de la Garza Margain, viuda de Placarte. IDEM, Página 49. 14 Según Espino Barrios la calle de mayor actividad comercial era Morelos, seguida de Padre Mier, IDEM, página 56. La calle Morelos podemos verla en todos los planos anteriores al siglo XX con el nombre de “la calle del comercio”. 15 IDEM, Página 56. 16 IDEM, Página 69. 17 Glaeser, Edward, El Triunfo de las Ciudades. Editorial Taurus, 2011. Página 24. 18 Zapata Vazquez, Dinorah. El Barrio de la Terminal, la ventana de Monterrey. UANL, 2002, página 12. 19 Periódico Oficial del Estado de Nuevo León, 20 de noviembre del 1998, página 9. 20 El concepto nació en 1980 con el Centro Comercial Perisur en la Ciudad de México que se repitió en varias ciudades del país siendo Monterrey la tercera en tenerlo. http://www.galerias.com/historia.asp 21 Prieto González, José Manuel. (2009) Monterrey como Estridentópolis. Palapa revista de investigación científica en arquitectura, Universidad de Colima. Pág. 28. 22 Prieto Gonzalez, José Manuel (2011) La consolidación del Monterrey “imaginario” en el contexto de la globalización: “Macroproyectos” urbanos. FRONTERA NORTE, VOL. 23, NÚM. 45, ENERO-JUNIO DE 2011. Página 174. 23 Monterrey salió de este Ranking en 2013. http://www.proceso.com.mx/?p=286124 24 Regeneración de la Avenida Ocampo, ampliación y humanización de banquetas. http://www.implancmty.org/wp-content/uploads/2014/01/ OCA-01.jpg
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Página siguiente: Arroyo el Capitán en San Pedro Garza García. De acuerdo a crónicas históricas, este es el paisaje más aproximado al que se encontraron los conquistadores al fundar Monterrey.
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En nombre de su Majestad Real del Rey Don Felipe, nuestro señor, hago fundación de la ciudad Metropolitana junto a un monte grande y ojos de agua que llaman de Santa Lucía tomando por advocación de ella a la Virgen Madre de Dios Señora Nuestra que la iglesia mayor sea su advocación de su Santa y Limpia Concepción y Anunciación a la cual imploro como patrona y señora nuestra para conseguir con la gracia y amor de su hijo benditísimo el celo y obra que se pretende y se ha de intitular e intitule Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey.1 Don Diego de Montemayor.
CAPÍTULO 2. Monterrey, la evolución de su mancha urbana.
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La ciudad se fundó a orillas de los ojos de agua de Santa Lucía un 20 de Septiembre de 1596, cuando Don Diego de Montemayor se estableció en la parte norte del río del mismo nombre2. Este fue el tercer intento de fundar la ciudad al norte novohispano, el avance de la colonización hacia estas latitudes representaba todo un reto debido a la resistencia de los nómadas cazadores que habitaban la zona, los chichimecas3. A partir de aquí inició la historia de una ciudad que nació siendo el lugar donde se sometían indios para venderlos a las zonas mineras cercanas, y llegó a convertirse en el centro industrial más importante del país en el siglo XX. Pocos son los planos que describen históricamente la situación de la ciudad, su crecimiento, sus planes de expansión, los anhelos de sus gobernantes, donde se muestran los espacios para llevar a cabo la vida urbana, donde se empezaron a generar los aciertos y errores de Monterrey. Aquí describimos las particularidades de algunos de ellos que nos permitirán entender su evolución a partir de analizar sus principales documentos históricos tomando como base las descripciones cartográficas de Octavio Herrera.
Acta de Fundación de la Ciudad. Esquema 8. Si bien no es un plano, la primera dimensión geográfica de la ciudad
fue asignada por su fundador, Don Diego de Montemayor. En esta acta, Montemayor definió la jurisdicción territorial de la ciudad en un cuadrángulo aproximadamente de 66 km por lado, teniendo como centro el lugar fundacional4. La ciudad se estableció y pocos años después, en 1611, fue devastada por una gran inundación que obligó a los habitantes a moverse al sur, en la parte más alta entre el río Santa Lucía y el Santa Catarina, el lugar además contaba con una frondosa vegetación a base de Sabinos5. Aquí queda constancia del latente problema climático al que la ciudad se enfrentaría hasta nuestros días: los huracanes que golpearían la sierra con cierto intervalo de tiempo. Los pobladores dedicaban mucho tiempo a luchar con los indios con el fin de someterlos a trabajo forzado debido al sistema de las congregas. Martín de Zavala, el hijo del minero Agustín de Zavala benefactor de la ciudad desde la zona minera de Zacatecas, fue el primer gobernador que permitió a los criadores de ganado que se asentarán en los alrededores y con ello llegó gente que de manera anual se encargaba de las pastorías de los animales6. Para principios del siglo XVIII se fundó el pueblo de Tlaxcala de Nuestra Señora de Guadalupe de Horcasitas al pie del Cerro de la Silla. Era una “república” de indios con cabildo y leyes propias, esto se dio gracias a la presencia de Francisco Barbadillo y Vitoria, designado auditor de la Real Audiencia por el Virrey Duque de Linares7
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Acta de fundaciรณn de Monterrey.
Esquema 8. Dimensiรณn Geogrรกfica de la fundaciรณn de Monterrey.
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Plano 1766. Esquema 9. Aquí se muestra un Monterrey que no había cambiado desde las descripciones de su
Vista de Monterrey desde el Obispado.
movimiento al sur del ojo de agua de Santa Lucía 156 años atrás, seguía con ese aspecto de Villa. Se pueden observar grandes terrenos de cultivo alrededor de los pequeños manantiales donde brota el agua del Santa Lucía, numerosos jacales, algunas casas particulares y ya bien definida la plaza de Armas, la iglesia Parroquial, el convento de San Francisco y destacando enormemente la casa del Gobernador Pedro de Berrio hoy Casa del Campesino y Museo de Culturas Populares. Para entonces la ciudad tenía solamente seiscientos habitantes cuando a mediados de siglo contaba con casi tres mil, este éxodo se dio gracias al establecimiento de la provincia de Nuevo Santander en la costa Del Golfo que abrió una gran oferta de tierras y oportunidades8. La construcción del Obispado generó la primera acción cuyo fin era expandir la ciudad hacia el poniente 9. El Obispado inició su construcción en 1787 terminándose tres años después10 . José Rafael Vergel había llegado a la ciudad en 1783 estableciendo una sede episcopal cerca de la plaza de armas, pronto inició la proyección de una nueve sede dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe sobre el cerro de Chepe Vera al poniente de la ciudad con toda la intención de trasladar la ciudad a sus pies, pero fue sorprendido por la muerte11 .
Plano 1790. Esquema 10. La expansión de la ciudad iniciada por José Rafael Vergel queda de manifiesto en este
plano concebido como una vista área con el norte hacia abajo, las montañas de la ciudad aparecen como marco de referencia de escala y aparece la expansión hacia el Obispado donde figura el Barrio de la Purísima en el camino a Saltillo. El plano es más bien un dibujo en perspectiva panorámica que tenía la intención de mostrar las posibilidades de expansión al poniente magnificando la fachada de la iglesia de la Purísima que para entonces era de devoción muy popular, pero en realidad la zona era un área de huertos y jardines12.
Plano 1798. Esquema 11. El Obispo Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés13 retomó la idea de su antecesor de
trasladar la ciudad pero al norte, para esto invitó al alarife ilustrado francés Juan Crouset para que realizara su plan de expansión de la ciudad al norte de los ojos de agua de Santa Lucía, por lo que realizó este plano para argumentar dicha expansión. En este plano muestra el Monterrey de entonces como un conjunto apretado entre dos ríos sin posibilidades de expandirse pero con oportunidades de mejorar su fisonomía. Hay una interesante manera de ilustrar la presa de Nuestra Señora de Guadalupe y toda el área verde o alameda que se formó frente a su embalse. En
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Plano 1766, Joseph de Urrutia.
Esquema 9. Ubicaciรณn del plano de 1766, sobre la mancha urbana actual.
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este plano se pueden observar las conexiones ejes norte-sur que unirían la ciudad con el nuevo trazo realizado por el mismo Crouset en el año de 1796, además muestra la situación de la nueva catedral, el convento de Capuchinas y el nuevo Hospital única obra que se iniciaría y que se convertiría para nuestros días en el actual Colegio Civil Centro Cultural Universitario. Si bien los planes de mudar la ciudad al norte usando este plano como base no tuvieron éxito, dejó claro que la expansión hacia este punto cardinal era la más posible por las condiciones geográficas, la calzada de Catedral Nueva después se llamó calle del Roble y hoy es la actual avenida Juárez, quedando esta como eje de trazo de las nuevas zonas de la ciudad. Batalla de Monterrey, litografía.
Plano de 1845. Esquema 12. Una vez llegada la época independiente Monterrey se consolidó como la plaza mercantil distribuidora de gran parte del norte de México gracias al eje comercial que formó con el puerto de Matamoros. Los conflictos en la frontera con Texas no sesgaron el fomento de una actividad económica modesta hasta que la invasión norteamericana de 1846 traería consecuencias ya que la ciudad fue escenario de diversas batallas y enfrentamientos14 . Este plano pertenece a este período, realizado antes de la invasión, muestra en rojo la densidad de construcción de la ciudad y cómo se alargó en el eje oriente-poniente. Las ruinas de la nueva catedral proyectada por Crouset se convirtieron en Ciudadela Militar preparando la ciudad para lo peor. Para entonces la ciudad tenía trece mil habitantes15.
Plano de 1853. Esquema 13. Después de las terribles batallas sufridas en la ciudad entre el 20 y 23 de septiembre de 1846, llegó el armisticio, la ciudad quedó dolida y a la expectativa de nuevos ataques o conflictos que los provocaran. El plano muestra los planes para generar fortificaciones y obras de defensa en caso de otra contienda bélica16 . Es importante señalar la consolidación mostrada en el plano de la mancha urbana hacia el norte donde se puede apreciar una gran densidad de construcción en los alrededores de la plaza del Hospital que para 1859 sería ya el Colegio Civil, además de la bien formada hilera de manzanas al poniente flanqueadas por las calles Hidalgo y Padre Mier con rumbo a la Purísima. Aparecen las primeras construcciones al sur del Río Santa Catarina que formarían en un futuro el barrio de San Luisito. Plano de 1865. Esquema 14. Este fue el primer plano oficial de la ciudad, realizado durante el gobierno de Santiago Vidaurri. Aparecen dos zonas importantes: En rosa aquellas áreas habitadas y consolidadas y en verde las que eran
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Plano 1790, Fray Cristรณbal Bellido.
Esquema 10. Ubicaciรณn del plano de 1790, sobre la mancha urbana actual.
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susceptibles de ser edificadas. Destaca en esta planeación de ensanche los Repuebles del Norte, del Sur y de Verea.
En la zonificación al norte destaca el conservar la Ciudadela y el trazo de dieciséis manzanas para la nueva alameda al norponiente. Aunque en el plano no queda claro, aparecen los primeros criterios para canalizar el Río Santa Lucía a fin de evitar encharcamientos que se consideraron los culpables de “episodios epidémicos que años atrás habían diezmado al vecindario local, especialmente el cólera morbus en 1833”17 . La población había llegado a los 26 mil habitantes. Litografía de ataque a la Ciudadela.
En la zonificación Sur se plantea el otro nuevo Repueble y en su traza ya se pueden ver algunas construcciones que había iniciado la formación del barrio de San Luisito. No aparece un solo proyecto de puente que permita cruzar el Río Santa Catarina hacia el centro de la ciudad por lo que la población estaba marginada de alguna forma.
Plano de 1894. Esquema 15. Monterrey experimentó su primer gran desarrollo económico durante el porfiriato,
con el general Bernardo Reyes como su gobernador. Este plano muestra la fisonomía de la ciudad al inicio de esta época de bonanza económica y comercial, como ejemplo está la cantidad de anuncios comerciales que lo enmarcan. Monterrey como ninguna otra ciudad en el norte del país se convirtió en el nodo ferroviario que enlazaba la Ciudad de México con el vecino país que recientemente había salido de la reconstrucción debido a la guerra civil y quería incursionar económicamente en México18 . Con esto se dio validez trescientos años después al argumento que utilizó Don Diego de Montemayor para defender, con el Virrey, la tercera fundación de la ciudad debido a su posición estratégica al ubicarse entre el centro político de la Nueva España y las inexploradas regiones del Norte. El ferrocarril además definió y condicionó el desarrollo de la mancha urbana de la ciudad. El repueble del norte quedó marcado dos cuadras arriba de la Calzada la Unión hoy Francisco I. Madero, es decir en la actual avenida Colón. Por el lado oriente el ferrocarril doblaba hacia el sur rumbo a la Fundidora sobre la avenida de la Zona hoy Félix U. Gómez, creando así una barrera física para el crecimiento de la ciudad. El plano también marca el inicio de la era de la gran industria pesada, donde la siderúrgica era su principal representante. En la configuración urbana mostrada en este mapa la enorme Alameda de Juan Crouset ocupa solo la mitad del predio quedando en el resto terrenos particulares y la antigua penitenciaria del Estado. Aparece el primer suburbio alejado de la ciudad el Repueble de Bella Vista al norte. Los repuebles del norte y del sur estaban completamente habitados,
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Plano 1798, Juan Crouset.
Esquema 11. Ubicaciรณn del Plano 1798, sobre la mancha urbana actual.
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la ciudad había crecido en población de 35 mil 356 habitantes en 1888 a 47 mil 950 habitantes en 189519 el Río Santa Lucía estaba reducido prácticamente a un canal. En la ciudad empieza el transporte público por medio de tranvías arrastrados por mulas el cual se puede ver en el trazo de varias calles del plano. El telégrafo funcionaba desde 1870 y el teléfono llegó casi a la par de las vías férreas20.
La Alameda a principios del siglo XX.
Plano de 1901. Esquema 16. Ya entrado el S. XX la ciudad reafirmaba su categoría de capital industrial de México. Ya era habitual el teléfono, la electricidad, los tranvías, el agua potable y las calles pavimentadas21 . Su fisonomía cambia de una ciudad de monótonas construcciones de sillar a edificios modernos, podemos apreciar frente a la plaza 5 de mayo, antes de la concordia, que ya esta indicado el palacio de cantera que albergaba al ejecutivo del Estado. Edificios de diversos lenguajes, obras de profesionales de la arquitectura como Alfred Giles estaban por toda la ciudad como el Teatro Juárez, el Casino, el Parián que se convirtió en el mercado Colón, entre otros. Una infraestructura importante a partir de 1904 sería el Puente San Luisito, obra del mismo Giles, primer paso peatonal que además funcionaba como área comercial que conectaba el barrio del mismo nombre22 . Plano de 1930. Esquema 17. Para 1910 la Revolución Mexicana había estallado y provocó efectos graves tales como afectación a las instalaciones ferroviarias, surtimiento de materias primas y una severa rigidez en el paso por la aduana de los Estados Unidos; no obstante el sector industrial de la ciudad no fue socavado por ninguno de los bandos, respetando sus intereses23 . Sin embargo la ciudad quedó bajo el dominio Constitucionalista por lo que la orden de demoler el convento de San Francisco de parte de los líderes jacobinos inició en la ciudad la tendencia generalizada a lo largo del S. XX de destruir y remplazar, sin ningún tipo de análisis previo, edificios antiguos y emblemáticos a fin de logar la modernización urbana.
En la década de los treintas Monterrey rondaba los 137 mil habitantes e iniciaba su período de recuperación económica. En el plano se puede ver una interesante expansión de la ciudad donde la calzada Madero se extiende hacia el poniente conectando las nuevas colonias de clase media que surgieron en la zona de los Urdiales, y hacia el oriente las colonias de corte obrero como la Terminal, la Obrera y la Acero que rodean la Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey. El canal de Santa Lucía apenas se nota, de hecho el gobernador Aarón Sáenz proyectó la
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Plano de 1845, anรณnimo.
Esquema 12. Ubicacion del Plano de 1845, anรณnimo sobre la mancha urbana actual.
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posibilidad de tener el canalón como área recreativa sin conseguirlo24 , fue hasta el 2006 que José Natividad González Parás logró realizar esta proeza. Es en esta misma década que Monterrey se enlaza con el resto del país por medio de los aviones y automóviles ya que se construye el primer aeropuerto e inicia la construcción de la Carretera Nacional o Panamericana que cruzaba la ciudad dando pie a un incipiente desarrollo al sur en la línea diagonal que dibujaba. Hacia el norte el general Juan Almazán construyó la ciudad Militar (que aparece en el plano) y el gran Parque Anáhuac en los terrenos de San Nicolás de los Garza25 . Convento de San Francisco al fondo de la calle Zaragoza.
Plano de 1945. Esquema 18. Después de la Segunda Guerra Mundial inicia el período de “oro” de la ciudad de la mano del “milagro mexicano” que implantó el gobierno federal. Aparece por primera vez en un plano la Colonia del Valle, el suburbio de clase alta que daría a San Pedro Garza García la condición de “suburbio residencial por excelencia” como le llama el urbanista Jorge Longoria, de igual forma aparecen los suburbios de la pretendida clase alta en otros municipios conurbados como la Colonia Roma al sur de Monterrey gracias a la Carretera Nacional, y la Colonia Anáhuac en San Nicolás de los Garza al norte del Campo Militar. Al mismo tiempo proliferan las colonias de corte obrero auspiciadas por las mismas empresas como prestación a sus trabajadores.
Plano de 1960. Esquema 19. Este documento describe la ciudad antes de la realización del Plan Exápolis 2000 que se analizará en el siguiente capítulo, en él se muestra una ciudad expandida hacia todos sus lados, aparece un eje vial que nació después de la canalización del Río Santa Catarina en 1952, la Avenida Constitución. El nuevo suburbio de clase alta al sur de Monterrey, la Colonia Contry, ha sido trazado y prácticamente Guadalupe, San Pedro Garza García y San Nicolás de los Garza están unidos en diversos puntos a Monterrey, generando con esto la conurbación de estas ciudades. Monterrey se consolida como sede de varios grupos empresariales y tiene bien ganada su fama de ciudad industrial de México, su población para esta fecha ronda el millón de habitantes e inicia su proceso hacia la expansión vertiginosa que la llevará a la fisonomía que hoy tiene, expansión que ha sido tema de reflexión y análisis en este tiempo.
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Plano de 1853, Anรณnimo.
Esquema 13. Ubicaiรณn del plano de 1853, sobre la mancha urbana actual.
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En un lapso de treinta años el municipio central, Monterrey, de tener sesenta por ciento de la población total del área conurbada pasó a tener el veintinueve por ciento. A nuestros días la ciudad tiene poco más de nueve viviendas por hectárea y una inequitativa distribución del suelo donde queda destinado en un 30% para vivienda, 24% para movilidad, 18% en terrenos baldíos dentro de la mancha urbana, 10% para industria, 8% para comercios y servicios, 8% para equipamiento y tan solo un 2% para áreas verdes. Con lo anterior la ciudad desperdicia un 42% de su suelo urbanizado en vialidades y terrenos no utilizados debido a que llegó hasta hoy en día a las 90 mil hectáreas26 .
Vista del área de la colonia del Valle en 1934, desde Chipinque. (Conocida como “Valle de los nogales”).
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Plano de 1865, Isidoro Epstein.
Esquema 14. Ubicaciรณn del Plano de 1865, sobre la mancha urbana actual.
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Plano de 1894, Ramón Díaz.
Esquema 15. Ubicación del Plano de 1894, Ramón Díaz sobre la mancha urbana actual.
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Plano de 1901, anรณnimo.
Esquema 16. Ubicaciรณn del Plano de 1901, sobre la mancha urbana actual.
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Plano de 1930, Rodolfo Gonzรกlez.
Esquema 17. Ubicaciรณn del Plano de 1930, sobre la mancha urbana actual.
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Plano de 1945, dibujado por M. De Zamacona.
Esquema 18. Ubicaciรณn del Plano de 1945, dibujado por M. De Zamacona sobre la mancha urbana actual.
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Plano de 1960, Banco Nacional de MĂŠxico, S.A.
Esquema 19. UbicaciĂłn del Plano de 1960, sobre la mancha urbana actual.
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(REFERENCIAS) 1 Fuente: http://www.15diario.com/15diario/10/09/100921/21acta.html 2 Santiago Roel, Nue vo León, apuntes históricos, Ed. Castillo. 1977. Página 24 3 Herrera, Octavo. Noreste Cartográfico, configuración histórica de una región. Fondo Editorial de Nuevo León, página 335. 4 “Montemayor proporcionó una jurisdicción política a Monterrey de quince leguas a los cuatro vientos, en tanto se deslindó una legua en redondo para los ejidos o dehesas del pueblo, así como cuatro sitios de tierra situados aguas debajo de la corriente del Santa Lucía”. IDEM, página 337. 5 Se describe que la ciudad se movió “unas mil varas al sur para situarla en un altozano bordeado completamente por el ancho cajón del Río Santa Catarina, por encima de la máxima cota de sus aguas, en cuya vega proliferaba un frondoso sabinal” IDEM, página 339. 6 IDEM, página 342. 7 IDEM, página 343. 8 IDEM, página 343. 9 IDEM, página 343. 10 http://www.diariocultura.mx/2012/08/el-palacio-del-obispado-de-monterrey/ 11 Herrera, Octavo. Noreste Cartográfico, configuración histórica de una región. Fondo Editorial de Nuevo León, página 343. 12 IDEM, página 345. 13 Tras la muerte de José Rafael Vergel Andrés Ambrosio de Llanos y Valdés toma el título de Obispo de linares. 14 IDEM, página 352. 15 IDEM, página 353. 16 IDEM, página 354. 17 IDEM, página 355. 18 IDEM, página 360. 19 IDEM, página 362. 20 IDEM, página 362. 21 Herrera, Octavo. Noreste Cartográfico, configuración histórica de una región. Fondo Editorial de Nuevo León, página 363. 22 Se llamaba Barrio de San Luisito, hoy Colonia Independencia, ya que era lugar de residencia de los canteros potosinos que trabajaban en la obra del palacio de Gobierno. Herrera, Octavo. Noreste Cartográfico, configuración histórica de una región. Fondo Editorial de Nuevo León, página 366. 23 IDEM, página 367. 24 IDEM, página 372. 25 IDEM, página 373. 26 Datos obtenidos del texto “aritmética urbana del centro de Monterrey”, realizado por el despacho Pladis a fin de justificar el aumento en la densidad en la parte central de la ciudad en las leyes de desarrollo urbano del estado.
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Página siguiente: Exápolis 2000 Plan director para Monterrey y su área conurbana en los sesentas por el arquitecto Guillermo Cortés Melo.
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En la mente y el corazón de muchos regiomontanos choca, cada vez más fuertemente, la esmerada planeación y organización de los particulares en sus empresas, en contraste con el terrible abandono y despreocupación de la comunidad por su gran empresa común: la Ciudad de Monterrey, ésa que debiera ser una gran “obra de arte colectiva”, y que tan mal habla de los regiomontanos.1 Guillermo Cortés Melo
Capítulo 3. Plano director de 1968, la gran oportunidad perdida.
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Los límites. Esquema 20. En 1963 la ciudad contaba con una extensión de 7,630 hectáreas y una población de 850,668 habitantes, esta superficie creció siete veces y la población once desde 19002 . Esas hectáreas estaban contenidas en lo que para nosotros hoy es una pequeña parte de la ciudad formada por la totalidad del centro de Monterrey, la zona del Tecnológico de Monterrey hacia el sur, al oriente hasta los límites con Guadalupe, al norte hasta la calle Ruiz Cortines y al poniente hasta Cumbres primer sector. La ciudad también se complementaba con áreas fuera de estos límites como: los cascos de San Pedro, San Nicolás, Santa Catarina, Guadalupe, Escobedo y Apodaca; y las zonas suburbanas tales como: La Colonia Contry al sur de Monterrey, la colonia del Valle en San Pedro, la Colonia Linda Vista en Guadalupe y el pueblo de la Fama en Santa Catarina, todas ellas conectadas con vialidades modestas.
Es aquí donde apareció la figura de Guillermo Cortés Melo, arquitecto egresado de la UANL quien tras estudiar una Maestría en el Instituto Superior de Urbanismo Aplicado, en Bruselas fue contratado por el Gobierno del Estado para dirigir el plan regulador de la Ciudad entre 1962 y 1967. Posteriormente entre 1968 y 1972 se convirtó en director de planificación del estado3 . Él y su equipo redactaron el documento “Exápolis 2000” que planteó el ordenamiento que la ciudad necesitaba.
La ciudad óptima. Esquema 21. Fue evidente que con el desarrollo industrial y comercial de la ciudad esta mancha
urbana no se quedó contenida en los límites anteriormente descritos y se tuvo la necesidad de generar un plan que planteara las directrices de crecimiento de la ciudad en base a una metodología y de una manera más científica. Guillermo Cortés Melo y su equipo del plan regulador calcularon previamente que la población de la ciudad crecería en el año 2000 a 5,497,000 habitantes y supusieron que la dinámica y estructura tradicional de la ciudad generaría dificultades y hasta podría impedir la buena convivencia de la estructura comunitaria más básica, los grupos vecinales. Para ellos esta comunidad vecinal era el marco para que se desarrollara la vida cotidiana de todos los ciudadanos, y se provocaba el desarrollo personal y humano4 . Esta era la base de su concepto de ciudad óptima que estaba dividida en grupos escalonados que iban formando comunidades cada vez más grandes y más complejas, donde al grupo más básico le llamaron escalón patriarcal que constaba de diez a quince familias. El escalón doméstico contaba con un interés mayor ya que agrupaba una comunidad más compleja de entre 80 a 200 familias donde varios de estos escalones generaban una ciudad óptima compuesta por 6,000 y hasta 20,000 familias. La ciudad óptima podía tener hasta dieciocho barrios y ya con esta cantidad de vivienda y gente era posible tener un centro urbano
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Esquema 20. Extensiรณn del Plan Director de Monterrey en comparativa con la mancha urbana de 1901 y 1960.
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donde las actividades cívicas, recreativas, culturales, asistenciales y comerciales de la población sucederían, sin tener que desplazarse grandes distancias. El plan contempló dividir la posible área casi conurbada de los municipios de Monterrey, San Pedro, Santa Catarina, Escobedo, San Nicolás y Guadalupe en cinco ciudades federación, dispuestas en forma de pétalos alrededor de una ciudad federación central. La ciudad federación era aquella que agrupaba varias ciudades óptimas y que en conjunto contaban desde 700 mil habitantes hasta los 1.5 millones.
Monterrey hacia los años treinta.
La ciudad existente. Esquema 22. El plan, conocido como “exápolis 2000”, tuvo principalmente la intención de ordenar el crecimiento futuro de la ciudad con miras hacia el nuevo milenio y muy escuetas fueron las propuestas de reordenamiento de lo existente que se encontraba concentrado en la ciudad federación central, la cual representaba casi toda la mancha urbana de ese tiempo. El plan daba por hecho que la ciudad centro ya contaba con una intensa ocupación de uso de suelo y no supuso que esta población era susceptible de migrar a las nuevas zonas de vivienda abandonándolo totalmente como sucede en nuestros días. Por lo que solo esbozó una latente necesidad de reordenamiento y remodelación debido a los problemas que presentaba, que eran muchos más que los que seguramente existirían en las ciudades periféricas. Se cita de manera textual que “su solución es más costosa y difícil, debido al desorden y mezquindad que caracterizan a nuestra ciudad en el aspecto urbanístico5” .
La ciudad existente requería de acciones puntuales en zonas específicas de ella conservando su esencia por lo que resulta difícil contemplarlas en este tipo de documentos, sin embargo es latente que el centro fue olvidado y las acciones se enfocaron en conectarlo con las nuevas áreas periféricas mediante vialidades destinadas solo al automóvil olvidándose totalmente del peatón. Dichas acciones descritas de manera general en el plan no fueron seguidas como tal, sin embargo, a pesar de su carácter expansionista, tenía grandes ideales y principios humanistas. La primera gran acción de regeneración que desdeñó aquellos principios humanistas que regía el plan se dio con la construcción de la Gran Plaza que implicó la destrucción de más de cuarenta hectáreas de historia y patrimonio, acción unilateral y sin consenso de un gobernante.
Movilidad. Esquema 23. Las intenciones de generar una ciudad mejor para el futuro zonificado organizando los
nuevos barrios y sus sistemas de agrupación hasta llegar a la ciudad federación fueron buenas pero no suficientes, y quizás el no haberlas seguido no hubiera importado tanto como si todas las secciones de las nuevas calles y
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Esquema 21. Divisiรณn del Plan Director de Monterrey, color azul propuesta de Ciudad Federaciรณn, rojo propuesta de ciudad optima.
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Parque San Jerónimo, uno de los pocos espacios públicos que coincidió con el plan.
avenidas se hubieran respetado al cien por ciento. La ciudad ha crecido obedeciendo casi en su totalidad la traza vial planteada por el plan6 , pero no así sus características para lograr una efectiva movilidad humana. Avenidas como Gonzalitos en su sección actual de casi cincuenta metros estaban planteadas con banquetas de hasta seis metros de ancho que hubieran permitido a los peatones circular sin peligro de ser atropellados ya que se planteaba una profusa arborización para mitigar el calor. Debió contar con cinco carriles sin camellón central que hubiera permitido hacer cambios en la cantidad de carriles en cada sentido en las distintas horas pico, estos carriles en términos actuales en lugar de subir en jorobas en los cruces complejos como hoy sucede debieron bajar en pasos deprimidos para permitir la conexión peatonal con una sensación de seguridad para el peatón7 . Además, aunque el plan no contempló un sistema de movilidad masiva como líneas de metro, esta sección contaba con dos carriles exclusivos para transporte público que hoy podrían ser utilizado para sistema de BRT. Resulta difícil entender por que no contempló un plan maestro para un sistema de transporte masivo cuando desde el nueve de agosto del 1863 opera el metro de Londres8 y dos años después de presentar el plan, en 1969, la Ciudad de México inauguró su primera línea de metro9. Sin embargo en la discusión actual sobre qué sistema es más eficiente, el lugar estaba para cualquiera de los dos en las secciones que Cortés Melo propuso.
El Espacio Público. Esquema 24. Los grandes espacios públicos como articuladores de cada ciudad federación
eran de suma importancia en la propuesta, sin ellos y las bien resueltas secciones de calle propuestas el plan no hubiera tenido esa preocupación por la escala humana. Estos grandes parques lineales se hubieran generado en áreas desoladas o hubieran convertido cauces de ríos en verdaderos ecosistemas urbanos con gran aporte a la ciudad del área verde necesaria para una zona urbana de gran tamaño. Además contaban con la particularidad de fungir como los espacios donde existiera el equipamiento urbano necesario para articular las zonas de vivienda a lo largo de ellos generando con esto un rica vida urbana. La escala de estos parques parecieran planteados a la manera de los grandes espacios verdes urbanos del S. XIX como Central Park en Nueva York o el Golden Gate Park en San Francisco que articularon la vida pública urbana así como su actividad cultural y recreativa de las ciudades que los contienen. Muy poco se logró de esto, era tan esquemático que solo algunos pequeños espacios fueron construidos en los sitios propuestos como el parque que actualmente articula la colonia San Jerónimo. La Gran Plaza que años más tarde construiría el gobernador Alfonso Martínez Domínguez se alejó de los principios
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elementales de escala humana del planteamiento de Cortés Melo y su trazo recuerda más el sistema de organización de espacios públicos parisinos de Georges-Eugène Haussman en la época de Napoleón III, espacios casi megalómanos impuestos a la ciudad10 , la Gran Plaza nació como el eje monumental que daba relevancia urbana al poder político a la manera del Gran Parque Lineal de Brasilia11 disfrazado de escala humana. Sin embargo, los ciudadanos tuvieron la capacidad de adaptarse y cambiar el sentido que el creador de una obra urbana creyó haberle impuesto al diseñarla; al igual que en París, los habitantes cambiaron todo el sentido al espacio abierto y hoy la Macroplaza es un lugar muy concurrido y de paseo familiar dejando de lado el asunto simbólico del poder.
La implementación de estos grandes espacios públicos fracasó en parte por la falta de precisión en su planeación y por la indefinición de sus maneras de gestionar la tierra12 . Pero más aún por la falta de visión de las autoridades para no implementarlo en la manera gradual que era requerido, generando leyes que sistemáticamente regularan el desarrollo de los territorios aún no urbanos contemplados en el plan, y se dejó todo al criterio de la vorágine inmobiliaria que históricamente nunca ha tenido consideración por el espacio público. Tan solo el gran espacio público de la ciudad federación noroeste se planeó entre las actuales Ave. Ruiz Cortines y Ave. Abraham Lincoln, actualmente desde Ave. Rangel Frías hasta el anillo vial Metropolitano esta ocupado en su totalidad por algo de equipamiento público como escuelas y hospitales pero ni un solo metro cuadrado de área verde comunitaria.
Los Condominios Constitución construidos en la época del plan.
La vivienda. Esquema 25.
Dentro de lo más importante en este plan es la definición de las áreas de vivienda. Coincido plenamente con Félix Sánchez quien dice que “la vivienda es inseparable del desarrollo urbano. Es el tabique fundamental del gran edificio que es la ciudad. Hacer vivienda es hacer ciudad” y además plantea que “la ciudad se gana calle a calle, de modo incremental ofreciendo entornos definidos y terminados. Se deben hilvanar espacios continuos de modo tal que generen mejoría y entusiasmo, de tal suerte, que sus habitantes vivan en constante redescubrimiento de su hábitat”13 . Había una marcada tendencia de construir en la periferia que muchas veces no estaba contigua a la ciudad construida y al plantear el sistema de ordenamiento por barrios con escala humana pareciera que en el plan se siguieron las intenciones de la primera cita. Sin embargo, el plan olvida el centro y la ciudad construida las posibilidades de espacio que dejarían las industrias pesadas cuando salieran de esta mancha urbana por los problemas de salud que serían generados al tenerlas ahí. La ciudad se plantea entonces a partir de lo nuevo y no “calle a calle” como Sánchez lo deja de manifiesto en la segunda cita.
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Esquema 22. Comparativo de la propuesta de zonificaciรณn del plan del 68 contra zonificaciรณn real actual de la ciudad.
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Fraccionamientos privados actuales, alejados del espíritu de convivencia del plan.
Si bien es cierto que todo crecimiento urbano requiere de un plan, era y es más importante consolidar lo habitado; pensadores como Jane Jacobs ya para la década de los sesentas criticaba el modelo estadounidense de hacer ciudad expandida diciendo: “Pero miren lo que hemos construido …proyectos de bajo ingreso que se han convertido en los peores centros de delincuencia, vandalismo y desesperanza social general en lugar de los barrios que se suponía se estaban remplazando. Proyectos de vivienda de clase media los cuales son verdaderamente maravillas de insipidez y reclutamiento, sellados contra cualquier elasticidad o vitalidad de la vida urbana. Proyectos de vivienda de lujo que mitigan su fatuidad o tratan de, con una sosa vulgaridad.”14 Los sistemas independientes llamados ciudad federación generadas a partir de viviendas agrupadas alrededor de un centro común formaban un barrio, se convirtieron en utopía. El plan afirmaba independencia casi total de todas la ciudades federación del centro al contar con todo lo necesario para lograrlo15; la nula implementación de los grandes espacios públicos que hubieran contenido todos esos servicios16, la implementación de los servicios de manera muy posterior a la construcción de la vivienda y el sembrado de las nuevas áreas de vivienda guiado por las condiciones marcadas por las posibilidades económicas al desarrollar la tierra y no de acuerdo a un plan mesurado de crecimiento territorial de la ciudad no permitieron ese funcionamiento independiente de la Ciudad Federación, generando con esto los serios problemas de la ciudad actual: largos tiempos de traslado, congestionamiento vehicular, pérdida del sentido de comunidad y de arraigo por un barrio, desintegración familiar, violencia y una ciudadanía más preocupada por el individuo que por el colectivo.
El sentido de comunidad organizada y unida que se planteaba no existió como tal, la ciudad se ha hecho a pedazos a partir de intereses individuales, si tomamos como ejemplo la ciudad federación Noroeste, veremos que desde que se presentó el plan hasta nuestros días áreas como San Bernabé o Topochico y otras aledañas que han nacido de la informalidad, regularizadas a partir de la gestión de organismos como Fomerrey17 , no se han integrado al resto de las áreas desarrolladas por particulares que de manera individualizada ha gestionado el desarrollo de la tierra sin tomar en cuenta preexistencias y fraccionando como si fueran a construir la única comunidad habitada del sector. Avenidas como Paseo de los Leones, Ruiz Cortines o Lincoln si ya no pudieron ser los parques que planteaba el plan, tampoco son lugares de encuentro y convivencia comunitaria y se han convertido en la frontera artificial de la división de
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(Gonzalitos ver página siguiente)
Esquema 23. Sistema de movilidad propuesto en azul: vías de tránsito continuo, en rojo: vías de penetración, de burlamiento y de circunvalación.
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Comparativa de avenidas anchas misma secciĂłn, distinto abordaje de la escala humana. (Arriba: Gonzalitos en Monterrey. Abajo: Diagonal en Barcelona).
Av. Gonzalitos en la actualidad
Av. Gonzalitos segĂşn Plan Director de Cortes Melo
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clases sociales ya que tienen como única intención ser una vía de flujo vehicular para llegar a otras áreas de la ciudad.
Es hasta hoy, que zonas como Cumbres al poniente de la ciudad pueden jactarse de ser casi totalmente independientes del resto del áreas metropolitana en cuanto a cantidad y calidad de servicios e infraestructura. Sin embargo, aún existe el movimiento de personas hacia otras zonas para llegar a su trabajo, cuyo único medio para hacerlo es el automóvil provocando los problemas de tráfico y contaminación.
A la distancia se puede ver que muchos de los principios benéficos del plan aún pueden ser implementados dentro del caos generado en la ciudad a más de cuarenta años de su publicación. La base esta en el análisis del individuo como parte de un colectivo dentro de un caos urbano el cual solo con voluntad política y participación ciudadana puede ser usado a favor de los habitantes de la ciudad. Si generamos barrios con una balanceada mezcla social articulados con espacios públicos al alcance peatonal, calles con secciones donde el peatón se sienta seguro y protegido pudiendo moverse por ellas bajo las sombra de los árboles y donde el transporte público pueda transitar por vías exclusivas que lo conviertan en primera opción de movilidad en largas distancias dejando el auto para cuestiones ocasionales, ríos convertidos en espacios públicos que articulen grandes zonas de la ciudad fungiendo al mismo tiempo como áreas de reserva natural y ecológica, inversión de los servicios e infraestructuras faltantes entre muchas otras cosas permitirán que la idea de la Ciudad Federación no sea más una utopía.
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Esquema 24. Ă reas de esparcimiento pĂşblico generadas en el Plan.
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Esquema 25. Zonas de vivienda social.
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(REFERENCIAS) 1 Documento histórico de la Planificación Urbanística del Estado de Nuevo León, El Plan Director de la sub-región Monterrey. Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de N.L., 3 de Noviembre del 2008. Página 5. 2 IDEM, según datos de la figura 12,, página 36. 3 http://www.cytnl.mx/elgg/profile/GCortes 4 Los grupos vecinales “son el marco cotidiano de la vida del niño, del adolescente, del joven, del ama de casa, del anciano, y en gran parte del adulto activo; además, provocan el desarrollo de casi todos los grupos de actividad, a un nivel tal, que son fácilmente alcanzables por todos los ciudadanos, y a una escala que les permite la participación personal plenamente consciente y libre”. En términos prácticos el grupo vecinal es un grupo de familias. IDEM, página 47. 5 IDEM, página 73. 6 IDEM, en el prólogo a la edición 2008 Guillermo Cortés Melo apunta “la casi totalidad de la estructura vial maestra del área metropolitana actual se deriva de este plan”. 7 IDEM, tabla de secciones transversales propuestas para las vías, figura 32, página 90. 8 Información de http://www.tfl.gov.uk/corporate/modesoftransport/londonunderground/1604.aspx página oficial del metro de Londres. 9 Información de http://www.metro.df.gob.mx/red/linea1.html, página oficial del metro de la Ciudad de México 10 En Arquitectura del Poder, como los ricos y poderosos dan forma al mundo, editorial Airel, marzo 2007, Deyan Sudjic plantea: “para aquellos que no conceden el menor valor al individuo, ver confirmada su visión del mundo reduciendo toda la ciudad a una escala de una casa de muñecas en una maqueta arquitectónica sin duda tiene un atractivo inherente”, página 13. 11 IDEM, Sudjic describe el eje público de Brasilia: “En un extremo del centro comercial que constituye el eje del corazón de Brasilia, pero también a la vista de los dos bloques del Congreso de Diputados, se erige una estructura curiosa que parece flotar en un estanque reflectante. Una esbelta figura masculina, con el brazo estirado hacia la plaza de los Tres Poderes, se alza sobre una delgada columna de hormigón, rodeada por una espectacular cinta también de hormigón. Señala la entrada de la fundación JK. JK son las iniciales del presidente brasileño Juscelino Kubitschek que… se comprometió a cumplir con una antigua disposición de la Constitución brasileña de trasladar la capital… de Río de Janeiro, a una nueva sede del Gobierno en el corazón vacío del país”. Página 132. 12 en el plan se menciona que “el trazo preciso (de estas áreas) deberá adaptarse a las características topográficas de cada sector, lo cual requiere un estudio especial para cada caso, que no cabe a la altura del Pan Director”. Documento histórico de la Planificación Urbanística del Estado de Nuevo León, El Plan Director de la sub-región Monterrey. Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de N.L., 3 de Noviembre del 2008, página 67. 13 Extracto del texto entregado a los alumnos del Laboratorio de Vivienda del Siglo XX durante una conferencia de Félix Sánchez Aguilar en la Universidad Iberoamericana, Campus Santa Fe, 12 de Febrero 2012. 14 Jacobs, Jane. The Death and Life of Great American Cities. Vintage books editions 1992, Random House. 1961. Página 4. 15 El plan afirmaba que “cada ciudad federación del conjunto central será prácticamente independiente de las demás en su funcionamiento, pues contará dentro de sí misma con todos los elementos necesarios para lograrlo”. Documento histórico de la Planificación Urbanística del Estado de Nuevo León, El Plan Director de la sub-región Monterrey. Agencia para la Planeación del Desarrollo Urbano de N.L., 3 de Noviembre del 2008, página 63. 16 El plan plantea que hay “la necesidad de habilitar compensaciones en terreno o en efectivo, para los propietarios cuyos predios sean afectados por las áreas de los centros de ciudad óptimas… terrenos que constituirán áreas no-vendibles y sobrepasen al porcentaje de áreas municipal que corresponde al propietario afectado” IDEM, página 74. 17 Atribuciones de FOMERREY se pueden ver en: http://www.nl.gob.mx/?P=fomerrey_atribuciones
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Mapa Sociocultural de Monterrey segĂşn Cucamonga autor de Cindy la Regia. Personaje ficticio de humor clasista y discriminatorio de la ciudad.
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Los usos de suelo Ăşnicos en gran escala tiene una cualidad en comĂşn con otros similares, forman fronteras y las fronteras en las ciudades normalmente crean vecinos destructivos1 Jane Jacobs.
CapĂtulo 4. La Ciudad, conflicto social a partir de sus murallas.
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La ciudad es el objeto común y a su vez extraño del colectivo humano, construida por muchos intereses que modifican de manera constante su fisonomía sin un resultado absoluto y definitivo. Es común y extraño por que personas de clases y características muy diferentes la habitan y la perciben de manera muy distinta unos de otros. Los elementos que conforman la ciudad pueden ser vistos como amenazas o bondades según la clase socioeconómica de quien la viva y las condiciones en que cada ciudadano sufra o goce la parte de la ciudad por la que transite o habite. En las condiciones de polaridad social que vive Monterrey y que de alguna forma están generalizadas en todo el país2, se ha provocado un debate intenso sobre la necesaria o innecesaria existencia de las barreras o fronteras dentro de ella. Arroyo la Talaverna división entre Guadalupe N.L. y San Nicolás de los Garza N.L. Borde natural y borde artificial para dividir Bosques de Linda Vista de la Colonia Talaverna.
Los bordes son límites, elementos de ruptura a la continuidad espacial de una ciudad, división de dos fases, a veces de dos condiciones socioeconómicas, también son referencias y funcionan como ejes direccionales. Desde la delgada línea constituida por el borde de la playa que define lo habitable y no habitable de una ciudad costera hasta las murallas que dividen dos condiciones humanas dentro de una misma ciudad, los bordes existen siempre en el entorno urbano. Si bien en un momento dado funcionan como sendas, pueden generar un problema en el resto de los elementos dificultando su uso, llevando el espacio a condiciones de inhabitabilidad para sus usuarios.
En Monterrey estos elementos ayudan a dirigir principalmente la circulación vehicular, ya que el automovilista se deja guiar por la barda de un fraccionamiento privado que colinda con una avenida o por la direccionalidad de las avenidas que corren a lo largo del río Santa Catarina, la mayoría de los bordes de esta ciudad son lugares para transitarlos con rapidez, sin prestar atención, enfocando en llegar a donde haya que llegar. Quien habita del otro lado del borde no importa, es un ciudadano anónimo, quien transita trata de simular su inexistencia, a fin de no distraer la llegada a su destino.
Nuestra ciudad se ha construido más para dispersar que para agrupar, si agrupamos actividades y personas las individualidades pueden intercambiar, participar entre ellos e iniciar un proceso de refuerzo de ellos mismos3. También se ha configurado más para segregar que para integrar, cuando la integración permite la creación de una sociedad más participativa entre los individuos4. Y muchos entornos de la ciudad tienen características que repelen y no que atraen, esto obedece a la manera en como están situados con respecto a lo privado y como han sido tratados los límites de estos5 lo que ha dificultado para que sean llevadas a cabo actividades públicas más allá del traslado humano. Frontera social. Esquema 26. El clásico ejemplo de borde social es la vía de ferrocarril, tiene efectos nocivos psicológicos y funcionales, para los habitantes de un lado y del otro6. Lo que colinda con la vía no es apto para la convivencia humana, escasa gente se atreve a transitar por ahí, se genera un vacío urbano difícil de llenar. Las vías de tren, al igual que las autopistas y carreteras urbanas, genera espacios sin identidad7, no es un lugar de memoria, son puntos de tránsito y de ocupación provisional. A lo largo de la vía no hay condiciones para que los vecindarios sobrevivan y los que la habitan es por falta de opciones y se vive en condiciones extremas donde en algunos casos se
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Colonia privada utilizando una colonia informal como soporte de su barda perimetral.
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aíslan totalmente mediante otra frontera más compleja, la barda.
Los primeros bordes sociales que tuvo Monterrey eran naturales; tal y como sucedió con el río Santa Catarina que dividió de manera tajante los asentamientos de indios afincados en la Villa de Guadalupe aislados de los españoles que habitaban la ciudad. Sin embargo, la verdadera condición de borde se da con el gran auge industrial de finales del S. XIX al ser marcadas las fronteras de ciudad por el ferrocarril. Las vías que conectaban las nuevas zonas industriales con el resto del país y Estados Unidos contuvieron la ciudad en un territorio “seguro”, funcionaban socialmente como una barrera entre dos mundos. Al norte y oriente de las vías nacieron las colonias obreras que se habitaron por los trabajadores de la industria donde culturalmente el ambiente era rechazado por los regiomontanos ya que casi todos los obreros llegaban de otras regiones del país buscando nuevas oportunidades para una mejor vida. La vía norte se encontraba sobre la actual avenida Colón que ni siquiera era considerada como calle, era simplemente la vía. Penny riel, mercado de objetos de contrabando y zona de vivienda informal sobre la vía Tampico en Monterrey.
La autoexclusión. Esquema 27. En la primera mitad del S. XX, la rapidez de movimiento humano que permitió el automóvil dio la oportunidad a quienes más recursos económicos tenían de aislarse con una idea definitiva de quienes no contaban con la misma condición socioeconómica. El suburbio residencial nació como esa posibilidad de autoaislamiento donde individuos de una misma condición social y con posibilidades de poseer automóvil para ir a la ciudad a sus actividades productivas y regresar al final de la jornada a casa, en un pretendido ambiente de quietud campestre. Así los centros urbanos de las grandes ciudades estadounidenses perdían su vitalidad al terminar la jornada y se convertían en áreas desoladas donde todo podía pasar, ya que fueron rodeados de zonas de vivienda en condiciones de marginación que propiciaron descontento social en un ambiente propicio para la violencia urbana. Las grandes ciudades mexicanas, en especial Monterrey, siguieron ese modelo; a principios del siglo XX los más importantes capitanes de industria y su círculo social habían encontrado refugio en las colonias María Luisa y Obispado al poniente del centro de la ciudad, donde construyeron magníficas residencias bajo cánones academicistas modernos con nuevos materiales como el concreto y el acero que se alejaban formal y funcionalmente de las grandes casonas que durante el siglo XIX habitaron en el centro. La zona sin embargo seguía teniendo la fisonomía de la ciudad tradicional y estaba contigua a la parte central de la ciudad de la que se habían alejado.
En la década de los cuarentas el empresario Alberto Santos vio la oportunidad de convertir el antiguo valle de los nogales de San Pedro Garza García en el primer suburbio residencial al que podía emigrar toda la clase alta regiomontana con un trazo de ciudad moderno, amplias calles arboladas y todos los servicios a la mano, con dos modernas escuelas y un templo de vanguardia rematando su calzada principal. La colonia Del Valle estaba conectada por el primer puente moderno que cruzó el río Santa Catarina, unía a todo el conjunto con la carretera a Saltillo, hoy avenida Gustavo Díaz Ordaz8. Los ingenieros y arquitectos más importantes de la época construyeron lujosas residencias dejando amplios jardines alrededor de ellas al contar con grandes terrenos.
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Esquema 26. Primeras vias ferreas, fronteras de clases sociales hechas por el hombre en la ciudad.
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La colonia Del Valle aprovechó su condición de lejanía y su muralla natural-rural que la bordeaba para ser por muchos años ese suburbio de clase alta que convirtió a la Villa de San Pedro en el asentamiento de los millonarios de la ciudad, muchas de las empresas fundadas a principios del siglo XX para la década de los sesentas tenían ya una influencia internacional y debían contar con oficinas corporativas que albergaran a todo su personal ejecutivo y así Vitro, Alfa, Cydsa, y otras mudaron su operación administrativa a San Pedro dejando en Monterrey y San Nicolás su base productiva. La zona sigue culturalmente blindada, aunque la mancha urbana hace muchos años la rodeo y los capitanes de empresa dejaron de vivir ahí hace tiempo, la colonia del Valle se sigue considerando un lugar elitista donde solo cierto grupo social acomodado puede vivir, trabajar o divertirse. El hostigamiento que recibe la población marginada y de escasos recursos que pretende encontrar trabajo en las casas de los “ricos” del municipio es constante, la policía los detiene para revisarlos sin motivo aparente e incluso en una actitud totalmente violatoria de los derechos humanos el ex alcalde Mauricio Fernández (2009-2012) instauro un censo para crear una base de datos personales a discreción del municipio de todos los empleados domésticos del municipio9. La exclusión cultural ha resultado más efectiva que la lograda por el aislamiento físico en tiempos de la fundación de la colonia. El conflicto social. Esquema 28. El muro, elemento que en la arquitectura puede genera espacio, sensación de bienestar, de protección, de seguridad, que permite sentirse cobijado se ha convertido a nivel urbano en un tema de gran potencial de conflicto. Los muros han dividido países con culturas hermanas como el que existe entre México y Estados Unidos; ciudades como el que dividió Berlín durante la guerra Fría con consecuencias desastrosas para ambas partes. La era moderna esta llena de eventos de división sociocultural a fin de que un bando muestre superioridad sobre otro. Se dice que una de las características de nuestra sociedad es esa dificultad de amar al prójimo10 y estas barreras fronterizas han aparecido en nuestro tiempo con mayor frecuencia y variedades que en otros. Estas barreras son impredecibles en sus resultados y de poca solidez en su idea de seguridad al individuo o al colectivo refugiado tras ella, Bauman escribió:
Las barreras fronterizas cuidadosamente erigidas para impedir el acceso a “falsos de asilo” e inmigrantes “puramente económicos” encarna la esperanza de fortificar una existencia poco sólida, errática e impredecible. Pero la moderna vida líquida está condenada a ser errática y caprichosa a pesar de las medidas que se adopten contra los “extraños indeseables”, de modo que el alivio es de corta vida y las esperanzas puestas en las “medidas duras y decisivas” se hacen trizas rápidamente11
En un mundo individualizado, segregado, caótico, sin reglas claras para su funcionamiento global la fobia a los “otros” de distinta condición aparece y la coexistencia de seres humanos de diversas condiciones sociales y económicas se vuelve insostenible12. El término Mixofilia13 que dio inicio a la formación de las ciudades y a ese mar de oportunidades de desarrollo a partir de la colaboración de condiciones humanas distintas hoy parece ya no tener vigencia y cambia
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Esquema 27. Superficie de la colonia del Valle y su รกrea de aislamiento en los cuarentas.
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en las ciudades actuales por la Mixofobia14, planteado por Bauman como una reacción desfavorable a la variedad de tipos y estilos de vida humanos que hoy existen en nuestras ciudades contemporáneas.
Caseta de acceso a colonia privada como preludio de un “mundo mejor” al interior.
Dos zonas de la ciudad con distinta condición social tenían un borde que los separa: un área natural como el caso del Barrio San Luisito separado por el Río Santa Catarina del centro de Monterrey; y las colonias obreras separas del resto de la ciudad por las vías; pero la idea de un muro para separar áreas donde una de las comunidades en cuestión crea tensión social hacia la otra es muy reciente. La colonia de clase media Más Palomas creada en los setentas se aisló mediante una barda de la zona de asentamiento informal Sierra Ventana, dejando solo el paso en una de sus calles a vehículos y personas. Pero fue en las nuevas colonias y fraccionamientos de clase alta construidos en los noventas como Privanzas en San Pedro Garza García donde la figura del condominio horizontal apareció en la ciudad. Una verdadera muralla rodea cada sector de las Privanzas aislándolo completamente y el acceso esta controlado por una “garita” o caseta de seguridad donde durante las 24 horas del día un guardia decide quien entra y quien no con la anuencia del comité de vecinos. Privanzas se levantó en la zona de Valle Oriente, de reciente creación con la edificación de edificios corporativos en los ochentas, el amurallarla parecía hasta lo más lógico debido a lo desolado de la zona sin ningún tipo de infraestructura. Los problemas vinieron en aquellas áreas que se urbanizaron con los mismos criterios que colindaban con una un área de condición humilde, asentamiento irregular o colonia de clase trabajadora preexistente con la que se entró en conflicto por la agresión psicológica que representó el mostrar miedo a sus habitantes mediante el muro, incluso electrificado en ocasiones.
El asunto se agravó cuando la crisis de violencia del 2009 inició y los robos a mano armada se dispararon en la ciudad; vecinos de cualquier condición social exigieron a sus alcaldes15 el “blindaje” de sus colonias mediante bardas muchas veces endebles de metal o tambos de plástico con improvisadas casetas de vigilancia con guardias a medios tiempos pagados ahora por las cuotas de los vecinos. Las administraciones municipales vieron en esto una posibilidad de ganar popularidad y a su vez desentenderse de parte del mantenimiento de estas áreas al trasladar el cargo a los vecinos. Por desgracia estas zonas de la ciudad están configuradas para que sus calles y espacios públicos interactúen, se compartan y se relaciones entre si, para que sus habitantes convivan; por lo que resultó imposible que alguien no saliera afectado con los cierres de calles y el bloqueo de uso de espacios públicos comunitarios. Quienes se sintieron ofendidos han llegado incluso a la violencia física en contra de los vecinos que levantaron las bardas16.
Actuar positivo. Esquema 31. Monterrey es una ciudad de fronteras y de ciudadanos que aspiran a tenerlas y cruzarlas. El desdén por lo nuestro y la esperanza por lo que se puede encontrar al otro lado ha formado parte importante de la historia sociocultural de la Ciudad. Se aspira a vivir al otro lado del Río Santa Catarina donde radican los ricos y los que lo aparentan, a cruzar el río Bravo para pasear y comprar en ciudades que nos parecen limpias y ordenadas, a vivir al otro lado de la barda donde las casas son grandes con parques arbolados y vigilancia, o en el edificio de
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departamentos con amenidades y vistas increíbles, totalmente protegido de los males de la ciudad a nivel de calle. La ciudad está llena de estas promesas que pocos pueden cumplirse, por lo que vivimos en la ciudad de las desilusiones. El regio es “regio” y es la razón de su orgullo mismo que es inamovible e intransferible, el regio vale más por lo que tiene que por lo que es, el regio es “jalador” y trabaja al máximo; estas obsesiones inspiradas en la figura del empresario de éxito dan forma a la vida diaria del regiomontano y a su espacio vital17. Estas obsesiones han puesto al regiomontano como imagen de la fuerza productiva del país, sin embargo esto no ha garantizado un desarrollo que permita calidad de vida a todos sus habitantes, ni siquiera a quienes han logrado alcanzar estos sueños. Esta realidad nos ha llevado a menospreciar las bondades de un espacio público de calidad para propiciar el encuentro social, a generar un estado grave de clasismo y discriminación social que ha provocado violencia física casi fuera de control, a permitir la explotación laboral en aras de “tener un buen jale” y a pensar en el automóvil como única manera de moverse por la ciudad ya que se considera cómodo y de estatus, y por ende a menospreciar el transporte público18. Una vez en la cima se aspira a algo más, se desea que nuestra ciudad fuera como aquella que se ha podido visitar al otro lado del Atlántico y a olvidarse del potencial de mejora a partir de las condiciones preexistentes, a generar soluciones a partir de la aspiración personal y no de la urgencia colectiva. Esta división entre los que ya son, los que quieren ser y los que aspiran pero jamás podrán serlo ha llevado a la ciudad a llenarse de barreras y murallas.
Caseta de acceso improvisada por colonos que exigen hacer exclusivas sus áreas públicas.
Las barreras se pueden solucionar, si existen pueden modificarse para encontrarles bondades y si son necesarias al construir lo nuevo se pueden detectar sus efectos destructivos y trabajar en ellos para que no existan. Debe lograrse un adecuado balance entre el territorio privado y el territorio público que plantea Jacobs19, en este último la gente camina, va y viene, se relaciona con el otro, participa en comunidad. Sin embargo toda ciudad requiere de vías de tren, avenidas, algunas barreras, grandes espacios privados que pudieran desolar largos tramos de aceras, el éxito esta en saber cuales son los efectos que estos pueden tener en la ciudad, y con acciones puntuales en ellos que permitan un balance territorial se puede lograr que sean espacios habitables. Para esto la voluntad de negociar y aceptar cambios en la manera de actuar y relacionarse entre las partes debe prevalecer a fin que la ciudad de la convivencia que logró ser Monterrey en algún momento de su historia pueda resurgir. Dice Jorge Melguizo que lo contrario de la inseguridad no es la seguridad, sino la convivencia20, por lo que la barda de ser necesaria debe permitir que lo anterior suceda y si es posible definitivamente no existir ¿Está la población de Monterrey preparada para perder sus barreras?.
Pero ¿Estaremos listos los regiomontanos para ese radical cambio en su manera de actuar y vivir la ciudad? ¿Hemos tocado ya suficiente fondo para entender que el cambio es necesario y urgente? O ¿Definitivamente la ciudad seguirá su picada hasta llegar a un punto en que haya que empezar todo de nuevo como le ha pasado a varias ciudades donde Detroit es un ejemplo? Para Jacobs la única forma de acabar con los vacíos generados por los bordes es confiar en poderosas fuerzas extraordinarias que se unan con este fin21. Hoy, debido a la ignominia que representa el desdén de la mayoría de la población aún ensimismada por su falso concepto de ser “regio”, basado más en sus inseguridades que en su orgullo, parece que la idea de la esperanza es lo único que mueve a contracorriente a quienes a toda costa
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tratan de mejorar nuestra ciudad a partir de la idea de unificar a la sociedad mediante las bondades de un buen espacio público. La construcción de la nueva ciudad debe partir de recuperar la empatía y cobijarnos en la equidad, olvidando el excesivo materialismo y venciendo los peores complejos. No existe tarea que pueda lograrse sin la colaboración. Si hemos de construir una ciudad con una mejor calidad de vida, en donde podamos mirarnos a los ojos en la calle y decirnos “buenos días” sin sentirnos ridículos, tenemos que aprender a trabajar en equipo. Monterrey no necesita más personajes destacados a los cuales admirar, necesita más iniciativas a las cuales sumarse, necesita más ciudadanos interesados en contribuir, no en sobresalir22.
Muro improvisado por vecinos con intenciones de bordear su colonia.
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Esquema 28. Colonias privadas y zonas de vivienda informal en Monterrey. En azul, primeras colonias privadas; en rojo, colonias privadas posteriores a 2005; en negro, colonias nacidas de la informalidad.
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(REFERENCIAS)
1 ”Massive single uses in cities have a quality in common with each other. They form borders, and borders in cities usually make destructive neighbors” Jacobs, Jane. The Death and Life of Great American Cities. Vintage books editions 1992, Random House. 1961. Página 257 2 Un ejemplo claro de esto son los resultados de las últimas dos elecciones para presidente de la República donde el margen por el cual un candidato ha ganado ha sido tan pequeño que se ha prestado a revueltas sociales, protestas y desconocimiento de las instituciones por parte de los perdedores. Ver http://www.canaltrans.com/2012/elecciones-mexico-2012.html 3 Gehl, Jan. La Humanización del Espacio Urbano, la vida social entre los edificios. Editorial Reverté. Página 93. 4 Ver IDEM, Página 113. 5 Ver IDEM, Página 125. 6 Jacobs, Jane. The Death and Life of Great American Cities. Vintage books editions 1992, Random House. 1961. Página 257. 7 “Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar”. Augé,Marc. Los no lugares, espacios del anonimato, una antropología de la sobremodernidad. Gedisa editorial, 1992. Página 83. 8 Periódico oficial del Estado, viernes 29 de noviembre del 1998. Página 9. 9 Nota publicada en: http://www.lapoliciaca.com/nota-roja/mauricio-asegura-que-cedh-participo-en-padron-de-empleadas-domesticas/ 10 Bauman, Modernidad Líquida. Ver P Manuel. No me tansotenible de seres humanos de diversas condiciones sociales y econauman escribiue en otros. Para Bauman alcandágina. 11 IDEM, ver página. 12 Prieto González, José Manuel. No me tangere, a propósito del muro fronterizo de Estados Unidos. Territorio y Ciudades en el Noreste Mexicano en el inicio del siglo XXI. Colegio de Frontera Norte. Página 98. 13 Acuñado por la escritora Sandra Russo, IDEM. Página 97. 14 Término acuñado por Bauman, IDEM. Página 98. 15 Existen muchas notas periodísticas que documentan el hecho, aquí una de ellas: http://red-crucero.com/2011/07/vecinos-y-alcaldesa-deciden-blindar-colonias-en-guadalupe/ 16 Numerosas son las notas de prensa sobre el caso, aquí una de ellas: http://info7.mx/a/noticia/357959 17 Revista Residente no. 76. Obsesiones Regiomontanas, julio 2014. Página 54. 18 Revista Residente no. 76. Obsesiones Regiomontanas, su reflejo en la Ciudad, julio 2014. Página 55. 19 Jacobs, Jane. The Death and Life of Great American Cities. Vintage books editions 1992, Random House. 1961. Página 262 20 “lo contrario a la inseguridad no es la seguridad, es la convivencia” Jorge Melguizo, ex secretario de Cultura ciudadana en el período de Sergio Fajardo como Alcalde de Medellín, Colombia21 Jacobs, Jane. The Death and Life of Great American Cities. Vintage books editions 1992, Random House. 1961. Página 268 22 Revista Residente no. 76. Pulso de la Ciudad, julio 2014. Página 14.
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Página siguiente: Serie “Portraits of absence”, Alejandro Cartagena.
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De lo bien que asimilemos las lecciones que nos enseñen nuestras ciudades dependerá que nuestras especie prospere en lo que podría llegar a ser una nueva era urbana.1 Edward Glaeser
Capítulo 5. ¿Sabemos hacia dónde vamos?
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Sin pretender ser concluyente y con propuestas concretas, este capítulo busca en sus líneas invitar a la reflexión sobre las posibilidades de mejora de ese espacio de uso común entre los ciudadanos de Monterrey, quienes desde su realidad personal cada uno a sufrido los efectos secundarios de las condiciones de la ciudad. Se incita a la reflexión a partir de imágenes que ha tomado de la ciudad el fotógrafo Alejandro Cartagena, quien lejos de plantear un absoluto fatalismo al retratar la realidad, deja preparada en las expresiones captadas una puerta a la esperanza para lograr una mejor calidad de vida retomando muchos de los valores que forjaron la ciudad. En 2010, Lucila Quintanilla, una estudiante de la facultad de Artes Visuales de la UANL murió al quedar en el fuego cruzado del enfrentamiento de dos grupos de criminales que asolaban la ciudad desde 20092. La impotencia que sintió la sociedad después de ese hecho se agravó ya que en tan solo un año cinco estudiantes universitarios más fueron victimadas en situaciones similares, entre muchas otras personas. En las imágenes de la página opuesta aparecen cuatro personajes, habitantes de la ciudad y compañeros de clase de Lucila que Cartagena fotografió para su serie “Retratos de la ausencia”3, en ella pretendió captar ese arrebato de la vida, esa ausencia instantánea a la que quedaron expuestos. Los personajes parecen recordar con la mirada distante a su amiga, aquella persona cercana que la ciudad les arrebató, quien debió ser la proveedora de convivencia armónica entre sus habitantes les falló. Un dejo de esperanza para que todo mejore se logra percibir en ellos.
Página siguiente: Suburbia mexicana: fragmented cities, Alejandro Cartagena. Paginá siguiente.
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En buena medida esta violencia fue y sigue siendo generada por la manera en que tiene que vivirse la ciudad, con condiciones de vivienda que no permiten la convivencia tanto en su concepción como objeto arquitectónico y en su organización urbana, una ciudad con vacíos urbanos que no aprovechan la infraestructura existente y donde la mancha urbana se expande en función de la especulación territorial y no las necesidades de la propia ciudad; con gran desbalance en la calidad entre los espacios públicos y los semipúblicos, aquellos que están dentro de colonias privadas y no pueden ser usados más que por unos cuantos; donde el ciudadano tiene que recorrer distancias enormes para transportarse a sus trabajos dejando a los hijos al cuidado de nadie; con una latente condición de desigualdad social en toda la ciudad y exclusión de unos grupos de la población hacia otros en todos los estratos sociales; y finalmente una distorsionada idea de la identidad regiomontana la cual, hoy en día, va más allá de ciertos estereotipos producto de la mercadotecnia de ciudad que tenemos. Nuestra ciudad es grande, es extensa, es sucia, sin árboles, contaminada, esas son cualidades negativas; pero es
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diversa en su espectro poblacional y eso es algo positivo de los que pudiéramos echar mano para mejorarla. Es a partir de mejorar los bordes y fronteras que se generan en todos los ámbitos de la ciudad que se puede aspirar a una ciudad más equitativa, más fraterna, más igualitaria donde sus ciudadanos puedan convivir mejor. Esto se logra solo con una profunda y activa participación ciudadana, quienes deben tener toda la disposición a aceptar que la identidad de quienes habitamos la ciudad esta llena de matices y además cambiante según las condiciones del país ya que seguimos siendo vistos como una especie de potencia económica dentro de él y por lo mismo polo de atracción de personas en búsqueda de una mejor calidad de vida.
La vivienda. Durante los primeros años de este siglo y específicamente los doce del gobierno federal panista, la
ciudad tuvo un crecimiento descontrolado gracias a las políticas de generación de créditos de vivienda donde no importó la ubicación de la vivienda, su calidad material y espacial y mucho menos las condiciones de contexto que se generaran en torno a ella, solo se prestó atención a los números macroeconómicos que representaba la emisión de créditos(A). La mancha urbana se expandió sin control provocando enormes vacíos urbanos ya que el sembrado de nuevos asentamientos urbanos obedeció a la ubicación de la tierra más económica y no a la más viable para generar unidad con el resto de la ciudad. La situación se tornó sumamente grave ya que fue insostenible para muchos el tener que viajar hasta por tres horas para llegar a su lugar de trabajo y tres para regresar a casa, generando una “ingobernabilidad familiar” en cada vivienda abandonada por los jefes de familia en búsqueda del sustento diario; infinidad de problemas sociales se presentaron y más de cinco millones de viviendas en el país terminaron en el abandono4, teniendo hoy nuevas áreas con servicios e infraestructura sin habitantes.
Página siguiente: A. Landscape as bureaucracy, Infonavit employee (poster: 51,398 loans issued in 2010). Alejandro Cartagena.
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A pesar de lo anterior, las comunidades buscaron formarse a veces desde una improvisación urbana que rayaba en la ilegalidad, a veces desde la esperanza y optimismo que caracteriza al mexicano que con su ingenio todo lo puede. Mientras las cadenas de tiendas de conveniencia se apoderan de los “lotes comerciales” aprobados en estos nuevos asentamientos, todo tipo de comercios (B) prioritarios para formar comunidad nacen en las áreas exclusivas de vivienda transformando los frentes de las casas en vulcanizadoras, talleres, papelerías, consultorios médicos, bufetes jurídicos, tiendas de ropa económica, guarderías y estancias infantiles, farmacias, cantinas, puestos de comida y un sin fin de etcéteras que desafiaron la falta de visión del desarrollador y la legislación al haberse limitado a solo definir un área como “lote comercial” sin pensar en las necesidades más específicas de la población que habitaría un nuevo fraccionamiento.
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Hoy esas áreas son susceptibles de ser revitalizadas a partir de programas sociales de reinserción de habitantes a quienes se les provea un crédito o esquemas de renta atractivos para volver a ocupar de nuevo las viviendas. Permitiendo la mixtura de usos de suelos de manera controlada para que las calles siempre estén llenas de vida y la convivencia entre los habitantes (C) se dé a fin de evitar situaciones propicias para la violencia. Los espacios públicos deben ser equipados en función de las necesidades de la población con instalaciones de calidad donde los habitantes participen desde su diseño hasta la ejecución a fin de lograr cierto sentido de pertenencia y que sean ellos mismos los primeros interesados en cuidar estas instalaciones; además deberán existir programas sociales permanentes para que estas instalaciones puedan ser aprovechadas al máximo. Y lo más importante, mediante la coordinación y participación de todos los sectores de gobierno se puedan lograr las condiciones para que los habitantes de estas zonas no tengan la necesidad de alejarse de ellas para ir a trabajar, deben aprovecharse los grandes vacíos urbanos dejados entre la comunidad y la ciudad para instalar en ellos las oportunidades de empleo de quienes habiten o vuelvan a habitar la zona buscando que el máximo tiempo de traslado sea de treinta minutos.
Páginas siguientes: B. Suburbia mexicana: People of suburbia, Alejandro Cartagena. C. Suburbia mexicana: People of suburbia, Alejandro Cartagena. D. Suburbia mexicana: People of suburbia, Alejandro Cartagena. E. Ciudad, Alejandro Cartagena.
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La vivienda para los habitantes de más ingresos quizás llevó la peor parte ya que tuvieron la capacidad económica de autoexcluirse en comunidades privadas, con bardas que dieron por sentada la seguridad total de sus habitantes, generando alrededor de ellas zonas intransitables peatonalmente y sin vida urbana (D). Aquellas que irrumpieron en las colonias populares, generaron resentimiento para con sus nuevos habitantes, provocando desde grafiti en sus muros hasta alza en los robos a casa habitación. Mayor fue el daño en aquellas colonias que no fueron concebidas privadas y donde sus habitantes cansados de la violencia exigieron a su gobierno municipal el permiso para “blindarse” con bardas, rejas y caseta provocando con esto un descontento tal que llegó a la violencia entre vecinos de distintos sectores aledaños por negarles el derecho de paso a través de sus calles. La autoridad tomó ventaja de esto y permitió estos “blindajes” a cambio de trasladarle los gastos de mantenimiento y servicios públicos a la junta de vecinos. Esta situación ha permitido que prevalezca un caos urbano donde las áreas públicas como banquetas, calles, parques y plazas que deberían unir a la comunidad ya no importaron para centrarse en el espacio privado atrás de las bardas (E).
Difícilmente se puede dar un cambio cultural en este sentido, ¿Estaría dispuesta una comunidad a tirar sus bardas, compartir sus espacios públicos e interactuar con el resto de la ciudad? ¿Qué debería obtener a cambio de perder todos esos privilegios? Gran parte de la solución recae en las autoridades, no podemos seguir concibiendo las áreas
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públicas y generales de la ciudad con distintas “calidades” según el poder adquisitivo de sus ciudadanos. La ciudad debe tener espacios públicos uniformes, diseñados para los seres humanos y no para definir la capacidad económica de los habitantes de cada zona de la misma. La banqueta, el arriate, las bancas, los juegos infantiles y la infraestructura que debería tener un ciudadano de San Bernabé5 debería ser de la misma calidad que la de uno de San Patricio6. Con esto seguramente no se acabarían las bardas pero se podría prestar para que de manera puntual pudieran hacer inserciones en ellas a fin de agregar vida urbana a las áreas que rodean estas pequeñas ciudades amuralladas. Acciones de reconciliación y cooperación más que napoleónicas, acciones puntuales y especificas más que generales y de planificación, acciones directas más que demagógicas son las que le urgen a esta ciudad para que las áreas de vivienda puedan disfrutar de ese espacio común del que por mucho tiempo se han perdido generaciones enteras de Monterrey.
Vacíos Urbanos. Como ya hemos analizado, históricamente la ciudad ha tenido muy poco respeto por su espacio
público siempre visto como un terreno baldío susceptible de construirle algo encima. Monterrey ha sido una ciudad de extremos en este tema ya que sistemáticamente se perdieron a lo largo de más de un siglo gran cantidad de espacios públicos de escala doméstica que daban servicio a comunidades pequeñas y bien formadas, y por otro lado cuando se han dado a la tarea de generar nuevas áreas públicas ha sido mediante enormes operaciones urbanas que han arrasado con años de historia y patrimonio arquitectónico como es el caso de la Gran Plaza a la que muchos años le llevo pasar de una zona inhabitable a un paseo familiar dominical. La ciudad tiene huecos en toda su extensión, desde las pequeñas ausencias producto del abandono y destrucción de edificaciones de su zona urbana consolidada (F) hasta los enormes terrenos vacíos dejados debido a la implantación de zonas de vivienda alejadas del límite de la zona urbana (G). Aquí hay un gran potencial para recuperar el espacio público perdido, para generar nuevas infraestructuras de servicio, para implementar más áreas de vivienda, para generar áreas de trabajo, para regenerar la ciudad a partir de articular sus preexistencias aprovechando estos vacíos convirtiéndolos en lugares positivos para la vida urbana y para la convivencia de los habitantes de esa zona de la ciudad.
Un detallado análisis y observación del entorno, sus necesidades y carencias puede ser el punto de partida para definir
Páginas siguientes: F. Suburbia mexicana:Urban holes, Alejandro Cartagena. G. Suburbia mexicana: lost rivers, Alejandro Cartagena. H. Suburbia mexicana:Urban holes, Alejandro Cartagena. I. Suburbia mexicana: lost rivers, Alejandro Cartagena.
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el destino que estos vacíos deben tener. Las soluciones deben obedecer en primera instancia a lo que la población existente requiere, después a lo que será necesario para nuevos habitantes y posteriormente a quienes serán visitantes. Las condiciones que marca el mercado deben pasar a segundo plano, históricamente se ha demostrado que no ha sido el camino en la mayoría de los casos. El mercado puede quedar resuelto si las necesidades de la población también lo están.
Los huecos dejados por la demolición de edificios pueden ayudar a activar zonas urbanas abandonadas, estos hoy son usados, en el mejor de los casos, para el peor destino que pueden tener un predio: estacionamientos a nivel. Vivienda en primera instancia es la mejor solución a estos vacíos, acompañada de los servicios que requiera quien ya viva ahí además de los nuevos inquilinos; para que esto se dé la ciudad debe proveer diseño de calidad en el espacio público existente a fin de poder hacer una mezcla de realidades y condiciones socioeconómicas en la zona. Estos huecos en la ciudad pueden llegar a representar manzanas completas que solo conservan fachadas históricas, y es a partir de esa historia que puede empezar a tejerse de nuevo la zona, descifrando la escala más adecuada, integrando la preexistencia física y dialogando con el entorno (H).
Uno de los grandes huecos en la ciudad son sus ríos y arroyos (I). Resulta una paradoja que una ciudad que fue fundada gracias a su potencial lacustre hoy sus cuencas son vistas como algo nocivo y contrario al desarrollo armónico y sano de la metrópoli. Los hemos entubado, canalizado y desviado en gran medida por el temor a su desbordamiento producto a los periódicos embates de los huracanes del Golfo en la ciudad y sus desastrosos resultados. Tal es el miedo a nuestras cuencas que el gobierno estatal invierte en estos momentos una cantidad impresionante para construir un acueducto que lleve agua del Río Pánuco en Veracruz hacia la zona Metropolitana7. El potencial de los ríos al interior de la ciudad es enorme, lejos de ser un borde que dividan puede ser el lugar de encuentro ciudadano, donde todos convivan en un enorme parque lineal que permita hacer interactuar de manera peatonal a toda zona urbana que se encuentre a lo largo de él. Puede ser el pretexto para instalar en los vacíos urbanos aledaños infraestructuras y servicios que para la ciudad sean necesarios, a una escala metropolitana. El plan de 1968 planteaba el uso de todas la cuencas como enormes espacios públicos articuladores del contexto, respetando su cauce. Por desgracia históricamente la ocupación de los ríos ha sido mal entendida, por ejemplo, la cuenca del Río Santa Catarina casi siempre esta seca, con muy poco agua, por lo que el hombre no ha dejado que la vegetación natural se desarrolle y genere un ecosistema capaz de revivir casi de inmediato después de una avenida de agua producto de algún huracán
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que impacté la sierra. La vegetación ha sido siempre cortada para comercializar su suelo inundable como áreas recreativas con los consiguientes problemas cuando los fenómenos ambientales llegan a la ciudad. Un buen estudio de un arroyo abandonado puede resultar en un gran espacio público capaz de revivir una zona en abandono de la ciudad.
Usos y costumbres, la vida urbana. En Monterrey se vive de prisa, quien no lleva su vida al máximo no
tiene posibilidad de sobresalir y para ser un buen regio hay que hacerlo. Tal parece que la ciudad refleja esto de manera importante ya que nadie hace pausa para disfrutar lo poco bueno que tiene la ciudad. Muchos ciudadanos se han perdido por muchos años del placer de caminar la ciudad culpando al clima, por lo que el abandono de la infraestructura peatonal ha sido generalizado, muy pocas áreas de la ciudad pueden ser usadas cómodamente para caminar (J). Sin embargo gran cantidad de personas no tiene acceso a un automóvil y debe transportarse a pie, también camina el personaje que le gusta ir contra lo que marca el estereotipo regiomontano. Quien llegó al estado máximo de ser regio solo usa auto y visita los centros comerciales climatizados, caminar en la ciudad no es asunto de los regios que “ya la hicieron”, caminar en la ciudad no esta permitido socialmente aunque los pocos lugares para hacerlo estén abarrotados, ¿Qué si toda la ciudad fuera caminable? ¿Si tuviéramos el suficiente diseño urbano y de paisaje para matizar los efectos del calor? (K) ¿Podríamos disfrutarla más?
La falta de caminar la ciudad ha permitido que todos seamos anónimos, que cada quien se preocupe por él mismo y su círculo cercano. El uso indiscriminado e individualizado del automóvil ha generado una ciudad con grandes áreas sin identidad, de paso que bien podrían existir o no (L). Aquí hace mucha falta aprender de las colonias populares donde la actividad peatonal convierte espacios inhóspitos en sendas transitables, donde la calle realmente es compartida y pueden convivir todo tipo de maneras de moverse y que esa misma actividad peatonal genera comercio formal e informal que aprovecha el paso de personas camino a su casa o en un simple paseo vespertino muy usual una vez que el sol se empieza a ocultar (M). La actividad peatonal en estas áreas de la ciudad es intensa, sobre todo durante la tarde, cuando empieza a caer la noche y es más llevadero el caminar por las calles. Se activan lugares para cenar, los vecinos convierten la calle en espacio de convivencia, los niños en área de juegos, los autos bajan su velocidad y el ambiente cambia totalmente. La calle debe ser una extensión de la casa, el lugar donde se hace la ciudad (N), donde inicia el proceso para generar comunidad. Un buen manejo del espacio público permitirá evitar la aparición de ese tipo de violencia que nace en casa (O) gracias a la falta de oportunidades para vivir con calidad la ciudad y que tiene
Páginas siguientes. J. The streets of Monterrey, Alejandro Cartagena. K. Suburbia mexicana: People of suburbia, Alejandro Cartagena. L. Outgrowing (work in progress 2011), Alejandro Cartagena. M. Suburbia mexicana: People of suburbia, Alejandro Cartagena. N. Suburbia mexicana: People of suburbia, Alejandro Cartagena. O. Dulces intenciones, Alejandro Cartagena.
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gran culpa de los demás tipos de violencia que afectan al colectivo de ciudadanos que habitan en la metrópoli y que hoy es culpable de la muerte de Lucila.
Desigualdad y exclusión social. La ciudad esta llena de bordes y fronteras que marcan de manera importante las diferencias sociales, todos están representados de manera física como ya lo hemos visto (P). Pero la barrera que más daño le hace a la ciudad y sus habitantes, la silenciosa que tiene que ver con ese natural instinto de superioridad que a veces tenemos los seres humanos para con nuestros semejantes en condiciones dispares para sobrevivir en la metrópoli, es la barrera sociocultural que tanto aqueja a los regios y de la cual gran parte de la población se jacta y presume. Esta condición de desigualdad social nos ha llevado en lo general al menos a tres problemas graves: una ciudad diseñada para “protegerse” del otro y no para convivir con él, una parte de la sociedad que esta tan resentida que ha hecho de la violencia y el delito su modo de vida, y la otra parte que vive atemorizada por perder lo que ha logrado con su trabajo honrado y arduo. Macarena Rau plantea que para que ocurra un delito en el espacio público debe el delincuente tener una especie de balance del costo-beneficio ya que debe encontrar una situación favorable, una víctima vulnerable y por supuestouna motivación para hacerlo8. La motivación es dada gracias a esta gran barrera en la ciudad que es la desigualdad, donde con tan pocas oportunidades de superación personal el crimen se convierte en la última opción viable para subsistir.
Esta violencia incluso se da en quienes parecen sumisos y no muestran abiertamente su descontento por la marginación y humillación de la cual son objeto, violencia silenciosa de los empleados domésticos que al no tener prestaciones y vivir en un estado permanente de vulnerabilidad desquitan su coraje robando ya sea de manera hormiga como artículos de despensa hasta joyas, objetos y ropa que sus patrones han olvidado por mucho tiempo acumulados en algún lugar de la casa9. Una forma de cobrarse lo que no se recibe de parte de quien lejos de ser sus empleadores actúan como sus dueños, en situaciones similares a las de la encomienda del virreinato.
Página siguiente: P. Between boders,Alejandro Cartagena.
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Resulta importante que el espacio común y público de la ciudad deje de enfatizar más estas diferencias, debe terminar con el privilegio del automóvil y menosprecio al peatón, tiene que permitir todo tipo de sistemas de movilidad y que estos sea de primera calidad, tiene que dejar de parecer exclusivo aunque realmente no lo sea y permitir las manifestaciones que muestran las diversidad cultural de la ciudad sin ahuyentarlas y finalmente es menester que este planteado desde la equidad de uso por todos los individuos que le dan identidad a la ciudad y no para marcar
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más sus diferencias. La mejora de la ciudad debe iniciar con la aceptación de nuestras condiciones sociales y permitir la inclusión de las realidades culturales en el espacio común para todos los ciudadanos.
Identidad, la base del cambio. Aquel personaje llamado Pablo Garza, dueño de la cervecería Carta de Oro con
traje sastre y sombrero norteño que interpretó Pedro Infante en la película Pablo y Carolina en 1955 ya no existe más; ese símbolo del regiomontano que triunfaba, al que seguían e imitaban todos para algún día ser o pretender ser como él ha mutado a una gama muy variada de personajes que hoy son la ciudad. Hoy Los estereotipos parecen ya no tener cabida, el regiomontano tienen tantos matices que es prácticamente imposible encasillarlo en una solo imagen. Al ser una ciudad de casi cuatro millones de habitantes con condiciones sociales tan diversas, con una imagen de “la ciudad de las oportunidades de trabajo” que atrae cada año gente de todos los estados del país buscando una mejor calidad de vida y ser un polo de atracción de inversiones internacionales que ha traído consigo gente de varias partes del mundo a vivir, Monterrey ya no es más la ciudad de personaje de sombrero y botas, que habla franco, golpeado y sin rodeos. Hoy la ciudad es muchas cosas y muchos tipos de personas que la habita y que le dan forma.
Página siguiente: P. Between borders,Alejandro Cartagena.
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Cartagena retrata la identidad de Nuevo León (Q), personajes reales que diariamente habitan todos los ámbitos del área urbana que a toda costa, sobreviven diario las condiciones de la ciudad y que lejos de mostrar rasgos comunes su expresión denota el como día con día hace un esfuerzo memorable para adaptarse al medio ambiente donde sobreviven10. ¿Y si la ciudad ahora se adapta a ellos y a sus condiciones naturales que sistemáticamente fueron borradas a través de años expansión territorial? ¿Qué pasaría si cada espacio de la ciudad se pensara ahora a partir de las condiciones y necesidades marcadas por los grupos sociales que la habitan? ¿Qué pasaría si esas condiciones toman en cuenta que la ciudad debe urgentemente provocar un balance ecológico a partir de conciliar formas de actuar de los ciudadanos con el medio ambiente? Si repensamos la ciudad a partir de entender la diversidad social, cultural y económica de sus habitantes, estudiar estos factores, conciliarlos con sus aspiraciones, sueños y deseos que tienen al habitar esta ciudad, y además modificáramos esta ultima tomando en cuenta sus condiciones geofísicas y naturales para tornarlas a favor del espacio de uso común de los ciudadanos pudiéramos quizás contestar afirmativamente la pregunta que nos hicimos al principio: ¿Puede existir espacio de convivencia en áreas habitacionales de distinta condición social?
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El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio.11
Epílogo. En la frase anterior Calvino deja de manifiesto que hay posibilidades a partir de actuar en los huecos que
han dejado las acciones humana que han ido en detrimento de la ciudad. Creo que la ciudad y su devenir histórico es la circunstancia, sus habitantes han actuado sobre ella y esto ha llevado a resultados que son una consecuencia lógica de la combinación de los dos anteriores. Nuestra generación esta sufriendo los problemas que las anteriores han dejado pero por fortuna históricamente cada generación se revela a su antecesora, hoy podemos decir que tenemos la ciudad que se merecía la generación que nos precedió, pero esta y las venideras merecen algo mejor si trabajan para construirlo. Cuando inicié con este tema pensé que el final tendría tintes fatalistas; sin embargo, en el proceso de investigación pude entender la formación de la ciudad y su comunidad que siempre ha estado en una búsqueda constante de identidad y es en esta búsqueda que parece haber llevado a la ciudad al punto donde hoy se encuentra. Los habitantes de la ciudad hoy parecen estar encontrando su esencia y se están reconciliando con ella, quienes entendemos que lo que hoy tenemos como hábitat no es calidad de vida nos hemos dado cuenta que el cambio se esta dando y aquí estamos, trabajando codo a codo para que suceda.
Página siguiente: Q. Identidad Nuevo León, Alejandro Cartagena.
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(REFERENCIAS)
1 Glaeser, Edward, El Triunfo de las Ciudades. Editorial Taurus, 2011. Página 14. 2 La madre de Lucila declaró a CNN que ya había sido víctima de un asalto por lo que siempre le recomendaba tener cuidado, se puede ver la noticia en: http://mexico.cnn.com/nacional/2010/10/07/en-monterrey-no-se-puede-vivir-dice-la-madre-de-estudiante-asesinada 3 Información de: http://alejandrocartagena.com/portraits-of-absence/ 4 http://www.elfinanciero.com.mx/archivo/las-millones-de-casas-abandonadas-en-el-pais.html 5 Zona marginada y de escasos recursos al poniente de la ciudad. 6 Zona de la ciudad de muy alto poder adquisitivo en el sur de San Pedro Garza García, N.L. 7 http://www.nl.gob.mx/?P=monterreyvi 8 Rau, Macarena. Prevención del Crimen mediante el Diseño Ambiental, un llamado de acción ambiental comunitaria, Ciudad y Seguridad en América Latina, Página 86. 9 Durin, Severine, Servicio Doméstico de Planta y discriminación en el Área Metropolitana de Monterrey, Relaciones 134, Primavera 2013, Página 110. 10 Texto descriptivo de la obra Identidad de Nuevo León de Alejandro Cartagena por José Luis Solís, crítico de arte. http://alejandrocartagena. com/identidad-nuevo-leon/ 11Calvino, Ítalo. Las ciudades invisibles, Abril de 1994, Editorial Siruela.
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AGRADECIMIENTOS Agradecimiento total a quienes me apoyaron para hacer posible este proyecto: Elisa Sánchez Borges, Francisco Fabela Bernal, José Manuel Prieto, Alberto Canavati, Juan Manuel Casas, Emma Melchor, Mariana Gallegos, Brenda Fernández, Emmanuel Luna, Felipe Muro, Mauricio Bárcenas, Lydia Flores, Hector Banda, Marla Martínez, Alejandro Cartagena, Ricardo Padilla, Daniel Escotto, Julio Gaeta, Zaida Muxi, Joseph María Montaner, Miquel Adria, Citlali Cuevas, David Hernández Falagan, Carlos Hérnandez, Alessandra Cireddu, Félix Sánchez, Víctor Márquez, Alexandre Lenoir, Ricardo Flores, Eva Pratts, Fernanda Canales, Alejandro Hernández Gálvez, Juan Carlos Tello, Arturo Ortiz Struck, Félix Sánchez, Juan Carral, Javier Sánchez Corral, Verena Andreatta, Roser Casanovas, Luis Ramos, Alejandro Tapia, Amaury Pérez, Cristina Icazbalceta, Carlos Mar, Carlos Villareal, Carlos Montero, Eduardo de la Torre, Eduardo Zaragoza, Emigdio Melo, Gabriel Martínez, Isaías Romero, Josué Lee, Luis Felipe Márquez, Maui Citadini, Miguel Ángel Alarcón, Saúl Torres y Ximena de Villafranca…. ¡GRACIAS!
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CRÉDITOS FOTOGRÁFICOS PORTADA Carlos Ortiz, Efectos secundarios ¿Puede existir espacio de convivencia en áreas habitacionales de distinta condición social?, 2014. PRÓLOGO P. 8. Bruce Davidson, “Subway” USA, New York City, 1980. | P. 10. Carlos Ortiz, “Proyecto de regeneración de la calle Ocampo”, Centro de Monterrey, 2014.
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González. | P. 53. Plano de 1945, dibujado por M. De Zamacona. | P. 54. Plano de 1960, Banco Nacional de México, S.A.
CAPÍTULO 3 P. 58. Exápolis 2000 Plan director para Monterrey y su área conurbana en los sesentas por Guillermo Cortés Melo, 1967.| P. 62. Monterrey hacia los años treinta. | P. 64. Google Maps, Parque San Jerónimo,2014. | P. 65. Google Maps, Los Condominios Constitución, 2014 | P. 68. Google Maps, Fraccionamientos privados actuales, alejados del espíritu de convivencia. | P. 70. Google Maps, Comparativa de avenidas anchas misma sección, distinto abordaje de la escala humana. Arriba: Gonzalitos en Monterrey. Abajo: Diagonal en Barcelona. CAPÍTULO 4 P. 76. Mapa Sociocultural de Monterrey, Cucamonga autor de Cindy la Regia | P. 78. Mauricio Bárcenas, Una mañana en el Arroyo, 2014. |P. 79. Carlos Ortiz, Colonia Privada utilizando una colonia informal como soporte de su barda perimetral, 2014. | P. 80. Anónimo, Penny riel, mercado de objetos de contrabando y zona de vivienda informal sobre la vía a Tampico en Monterrey, 2014. | P. 84. Info7, Caseta de acceso a colonia privada como preludio de un “mundo mejor” , 2012. | P. 85. Info7, Muro improvisado por vecinos con intenciones de bordear su colonia, 2012.
CAPÍTULO 5 P. 92. Foto 10_gone, “Portraits of absence”,copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 95. Foto Category-17 Suburbia mexicana: fragmented cities, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 97. Foto A Sales representatives at sunday bus tour to suburban complexes landscape as bureaucracy, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 99. Foto B Suburbia mexicana: people of suburbia, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 100. Foto C Suburbia mexicana: People of suburbia, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 101. Foto D Suburbia mexicana: People of suburbia, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 102. Foto D Ciudad, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 104. Foto F. Suburbia mexicana:Urban holes, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena.| P. 105. Foto H. Suburbia mexicana:Urban holes, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 106. Foto I. Suburbia mexicana: lost rivers, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 107. Foto G. Suburbia mexicana: lost rivers, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 110. Foto J. The streets of Monterrey, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 111. Foto K. Suburbia mexicana: People of suburbia, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 112. Foto L. Outgrowing (work in progress 2011), copyright © 2005-2012 Alejandro Carta-
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gena. | P. 113. Foto M. Suburbia mexicana: People of suburbia, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 114. Foto N. Suburbia mexicana: People of suburbia, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 115. Foto O. Dulces intenciones, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 117. Foto P. Between borders, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. | P. 119. Foto P. Between borders, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. |P. 121. Foto Q. Identidad Nuevo León, copyright © 2005-2012 Alejandro Cartagena. APÉNDICE P. Carlos Ortiz, Vista del desarrollo Vía Cordillera desde una calle de la comunidad La Fortaleza, 2014.
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PĂĄgina siguiente: Vista del desarrollo VĂa Cordillera desde una calle de la comunidad La Fortaleza.
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Es posible imaginar una imagen espejo de esta terrorífica arquitectura, una fuerza tan intensa y devastadora pero utsada al servicio de intenciones positivas. División, aislamiento, desigualdad, agresión, destrucción, todos aspectos negativos del muro, pueden ser ingredientes de un nuevo fenómeno: la guerra de la arquitectura contra las condiciones indeseables… 1 Rem Koolhaas
Apéndice Calles para caminar, dos casos de estudio.
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En Monterrey se ha dado un importante impulso a los desarrollos verticales, casi todos para personas de alto ingreso y en comunidades cerradas no muy distantes de las típicas colonias con murallas y cerradas. Pocos son aquellos que apuestan por abrir sus plantas bajas para ser utilizadas por la ciudad como extensión de sus calles y su espacio público; pero solo dos tienen una relación muy cercana con comunidades muy diversas en su condición socioeconómica. Vía Cordillera en el municipio de Santa Catarina y Nuevo sur al sur de Monterrey se anuncian como exclusivos desarrollos en los que sus habitantes además de tener en sus plantas bajas grandes espacios abiertos y comerciales, pueden convivir con visitantes externos que podrán ingresar al desarrollo en muy diversos medios de transporte y sin restricciones, tratando con esto de crear comunidad. Ambos tienen adosados a sus límites colonias muy antiguas que nacieron de la informalidad y en condiciones de precariedad urbana y de baja calidad en sus construcciones. Viviendas construidas a lo largo de muchos años que hoy forman comunidades con lazos estrechos y arraigadas al sitio. Ambos complejos llegaron con la intención de plantear un urbanismo inteligente que será “la forma de vivir en el futuro”2, además de generar comunidades integradas con todo a su alcance y áreas verdes para que sean disfrutadas por residentes y visitantes3. Aunque el mercado al que van enfocados sus productos inmobiliarios no contempla integrar vivienda social, ni vivienda para clase media en su configuración pareciera que permitirán el uso de sus instalaciones “públicas” y comerciales por cualquier estrato social de la ciudad y en especial de los vecinos circundantes. Los proyectos están en construcción y habrá que darles el beneficio de la duda. Ya tienen operando parte de las plantas bajas de dos de sus edificios y Vía Cordillera con un supermercado que ya presta servicio, es muy visitado por los habitantes de las comunidades informales a pesar de anunciarse como “gourmet”. Aunque están planteados desde su configuración socioeconómica de su población que los habitará como un muro que pareciera impenetrable por el resto de la población, es probable que el manejo dado a su espacio público, comercial y de oficinas pudiera transformar esta condición en algo benéfico que pudiera extenderse a nuevos desarrollos que ocupen huecos dejados en la ciudad gracias a la vorágine de su expansión territorial. En las gráficas siguientes se analizarán condiciones cuantitativas y cualitativas de cada proyecto haciendo un comparativo de sus posibilidades de mejorar la zona de la ciudad donde están emplazados, ¿Nos darán la pauta para futuras intervenciones en la ciudad?
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Ubicación. A. Nuevo Sur. B. Vía Cordillera.
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Contexto. A. Nuevo Sur. B. VÃa Cordillera.
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Vía Cordillera Superficie total: 140,000m2 Usos mixtos: 45,155.88m2 Área de servicio: 2,176.50m2 Área pública: 121,142.00m2 Área privada: 18,858.00m2
Nuevo Sur Superficie total: 160,000m2 Usos mixtos: 92,760.00m2 Área de servicio: 101,257.64m2 Área pública: 100,000.00m2 Área privada: 60,000.00m2
Superficies, usos y espacios.
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Vía Cordillera Ciclovias. Acceso de transporte público. Acceso de autos particular.
Nuevo Sur Ciclovias. Acceso de transporte público. Acceso de autos particular.
Accesibilidad .
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Vía Cordillera Continuación con calles aledañas. Áreas públicas totalmente abiertas. Conexión con otros distritos en regeneración. Actividades públicas para atraer todo tipo de personas.
Nuevo Sur Continuación con calles aledañas. Áreas públicas totalmente abiertas. Conexión con otros distritos en regeneración. Actividades públicas para atraer todo tipo de personas.
Integración a la comunidad.
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(REFERENCIAS) 1 Koolhaas, Rem. S.M.L.XL, Exodus, or the Voluntary Prisoners of Architecture. Monacelli Press. 1995. Página 5. 2 Slogan de Vía Cordillera en su página web. http://viacordillera.com/#/?p=82 3 Slogan de Nuevo Sur en su página web. https://nuevosur.com/
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