7 minute read

El duelo en niños

Semanalmente en la página podemos encontrar publicaciones relacionadas con la muerte, en teoría entendemos que es la muerte, pero ignoramos a quienes tienen que afrontar de manera directa la situación y no hablamos de los peritos y médicos forenses, sino de los seres querido de quien ha fallecido. La realidad es esa, que, por morbo, o estudios vemos situaciones relacionadas con la muerte, pero nos olvidamos que la pérdida de un ser querido suele ser dolorosa, y nos enfrentamos ante el “duelo”, y en caso de los niños suele tener gran importancia en su desarrollo, pues no están preparados para enfrentar la situación de perdida de un padre o una madre. A diferencia de las ausencias paternales o maternas, que enfrentan algunos menores, en el duelo esta la realidad que es imposible que la persona pueda estar en algún momento. La mayoría de los que no hemos pasado por el duelo en la infancia de alguno de los padres o tutores, desconocemos como actuar para ayudar al menor a enfrentar esa situación, y varios de los que han pasado por esto en ocasiones no han afrontado adecuadamente el proceso y al encontrarse en una situación parecida, suelen actuar como el papa de Bambi cuando asesinan a su madre y acude a él porque necesitaba enfrentar el duelo, y le termina diciendo que lo afronte, sin entrar a situaciones de sentimentalismo y emociones. Pero, el duelo es algo normal, necesario y adaptativo, y el duelo normal tiene una duración de 1 a 2 años y tiene como función principal preparar a los familiares para continuar, aceptando la perdida y adaptándose al

ambiente, pudiendo recordar a la persona fallecida sin llorar ni desconcertarse, y poder establecer relaciones nuevas y aceptar los retos de la vida. Debo destacar que en la cultura prehispánica, encontramos su existencia entre los mayas y los aztecas; en esa época, se ahorcaban en estado de depresión o por enfermedades. Sin embargo, sigue manifestándose en grandes proporciones aún en países civilizados. Existe una clasificación del suicidio. El proceso de duelo en los niños, tiene ciertas características de acuerdo a la edad, las cuales pueden facilitar el abordaje de la situación: Alrededor de los 2 años, el niño percibe la perdida sufriendo ante el sentimiento de la separación, pero no puede comprender el significado de la muerte. Aun desconoce el concepto de muerte, entendiendo que falta algo o alguien de quien suele depender completamente. Entre los cuatro y los seis años, ya empiezan a comprender la muerte. En esta etapa, poseen un pensamiento mágico, en el cual creen que quien muere, puede regresar a la vida. El niño (a) puede aceptar la notica de la muerte con realidad, y hablar de ella, con la limitante en la expresión de sus sentimientos derivados de su corta edad, por ello, es necesario explicarle el significado de la muerte. En esta etapa, los niños en ocasiones pueden sufrir un retroceso de conductas que previamente dominaban, como el control de esfínteres o miedo a la separación.

Advertisement

Entre los seis y los nueve años, los niños necesitan conceptualizar la muerte, ya distinguen la fantasía de la realidad y pueden comprender la muerte y sus consecuencias. En esta etapa suele aparecer el sentimiento de culpa, que puede aparecer viéndose el pequeño como responsable de alguna causa del fallecimiento. Entre los nueve años y doce años, suelen enfrentarse los mayores problemas o con mayor vulnerabilidad. La pérdida de la madre suele ser mas significativa y se asocia muchas veces con episodios en la vida adulta de agorafobia, ataques de pánico u otros trastornos de ansiedad. En caso de fallecimiento del padre de una niña, suele enfrentar el mismo reto que ante un padre varón ausente, pero sin buscar la aprobación, sino el cariño de alguien mayor, haciéndola vulnerable a ser víctima. Para manejar el duelo en los niños, hay 10 puntos clave a tener en cuenta (Hoyos, 2015) No retrasar la noticia de la muerte. Se debe comunicar lo antes posible, en un ambiente tranquilo y con un lenguaje sencillo, dando claridad a que no volverá. Permitirle que participe en los ritos funerarios. Les ayudará a comprender el significado de la muerte, y un duelo adecuado, sin obligarlo a ver el cadáver o asistir al entierro, y ocuparse lo mejor posible de las necesidades del menor. Estar cerca del niño, escucharle, abrazarle y llorar con él. Muchos sienten inseguridad y miedo por el cambio, es importante explicarles que podrán adaptarse al cambio y aprendiendo a pedir ayuda cuando estén angustiados. No cohibir nuestros sentimientos de dolor ante los niños. Los padres o tutores, son modelos de imitación y cuando expresan sus sentimientos, estos les perciben mas cercanos y les enseñan el beneficio de compartir emociones. Animarlos a hablar sobre la muerte y a expresar lo que sienten. Frases como “no llores” o “no estés tristes”, prolongan su angustia reprimiendo lo que sienten, por tanto, dejarlo llorar e invitarle a que después cuente como se siente. Permitir vínculos afectivos con el ser querido. A muchos les ayuda poseer objetos personales de quien fallece como elemento de apego para seguir manteniendo su recuerdo y unión con la persona que ha fallecido; pero en ocasiones puede ser perjudicial, por tanto, aquí se debe acudir a un profesional de acuerdo a la situación.

No reprochar ni sancionar al niño por su respuesta. En ocasiones el niño puede mostrar conductas contradictorias (en ocasiones como si no le importara la perdida y en otras con irritabilidad y rabia), por tanto, debemos entender que son respuestas normales en el duelo infantil, y si se reprocha se creara un sentimiento de culpabilidad difícil de superar. Recuperar cuanto antes la cotidianidad. Seguir con actividades diarias, como la escuela, actividades en que participaba, amigos. Permitir que exprese sus sentimientos a través del juego. Debemos considerar como normal que los niños jueguen a enfermar, morirse en el entierro, dado que representa una normal de afrontar el duelo. Aprovechar la escuela como punto de apoyo. El personal con su relación diaria, permite realizar un seguimiento de sus emociones y estar alerta para la detección precoz de posibles alteraciones conductuales. El duelo de personas con alguna enfermedad terminal puede ser controlado adecuadamente, para esto no se debe aislar al menor de la situación, con el pretexto de ahorrarle el sufrimiento, pues esto dificulta la resolución adecuada del duelo; en esta situación es de importancia que el menor pueda despedirse adecuadamente, de esta forma la muerte se convierte en algo real y les será más fácil enfrentar el duelo en su momento. En fallecimientos accidentales, afrontar el duelo suele ser aún más complejo, pues ni los adultos están preparados ante esta situación, y aquí se pueden encontrar situaciones de estrés postraumático o uno de sus síntomas (insomnio, embotamiento emocional, sensación de desapego de la realidad, irritabilidad, hipervigilancia); como se mencionó anteriormente, también se encuentran con situaciones de culpabilidad, tratando de mantener viva a la persona fallecida y bloqueando el fallecimiento con situaciones como que si volverá. En criminología, lo que representa la perdida de una de las figuras de autoridad, en ocasiones es vista como factor preparante el cual “altera el buen desarrollo en la infancia”, a ejemplo el caso de Torreón, en donde el menor se quedo sin su madre, aunque también influyo que su padre es considerado como ausente, sumado a otros factores de menor riesgo, ha terminado siendo tendencia la noticia. Pero no todo aquel menor que pierda a su madre o padre termina delinquiendo, aunque si nos podemos encontrar con otras conductas antisociales como caer en adicciones. Otros de los problemas más frecuentes, es que nos encontramos ante hechos, en donde el menor se va exponiendo a situaciones en donde corre peligro, el mayor ejemplo son de menores que buscan el cariño paternal en cualquier adulto del mismo sexo al ausente, corriendo el riesgo de ser victimas de delitos sexuales e incluso hasta de trata de personas; también están los ejemplos, de aquellos que buscan suplantar sus figuras de autoridad, imitando las conductas de delincuentes que conocen.

¿TE GUSTARÍA TENER ASESORÍA JURÍDICA LEGAL A CUALQUIER HORA, EN CUALQUIER MOMENTO Y LUGAR?

CABREJOS ABOGADOS ASOCIADOS S.A.C ASESORÍA JURÍDICA CORPORATIVA NACIONAL E INTERNACIONAL

EL MEJOR ASESORAMIENTO A TUS INQUIETUDES...

Nuestro staff de abogados, se pone a tu disposición en todas las materias de Derecho Civil, Penal, Constitucional, Laboral, Administrativo, Derecho de Familia, Alimentos, Divorcio, Violencia Familiar, Feminicidio, Acciones de Amparo, Habeas Corpus, Habeas Data y todas las afines al Derecho que se desarrollan en nuestro país y el extranjero.

Trabajamos todos los trámites que tengas, como usted se lo merece.

EFICIENCIA y RAPIDEZ, es nuestro LEMA.

CONSULTA LEGAL GRATUITA

Despacho Jurídico Central PERÚ: Psje. Artemia Woyke 136 3er Piso Of.-305 Chiclayo RPM #945 376 382 | 979 725 580 MÉXICO: Francisco Petrarca 223 - Despacho 105 Colonia Polanco, México D.F. C. Postal 11560 www.cabrejosabogados.com.mx

This article is from: