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Daños al cerebro por consumo de drogas
ANA LUISA AGUILAR LAGUNES Criminalística, Criminología y TAMP B Acolman, Edo. Méx
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Antes de poder hablar sobre los episodios que puede sufrir una persona con. Hipomanía, debemos saber que es. La hipomanía es una condición afectiva caracterizada por un ánimo persistentemente expansivo, hiperactivo y/o irritable, como también por pensamientos y comportamientos consecuentes a dicho ánimo, que se distingue de un estado de ánimo normal. La hipomanía basada en el concepto anterior es una descompensación del ánimo, que puede durar semanas y esta se da en el trastorno bipolar. Se caracteriza por el carácter excesivamente expansivo y eufórico. Cuando se padece, la necesidad de dormir se reduce y se puede llegar a tener fuga de ideas por la aceleración del pensamiento. En ocasiones, puede ser provocada por antidepresivos. Las bases etimológicas de la palabra Hipomanía se dividen en dos, la palabra manía viene del griego antiguo; significa “frenesí” o “estado exaltado, furioso” y por otro lado, el prefijo “hipo”, que deriva del griego “hypo”, quiere decir “por debajo de”.
Las diferencia entre la “manía” y la “hipomanía” (y la razón por la que se le añade el prefijo “hipo”), es que la primera no impacta significativamente la funcionalidad de la persona y además, no incluye síntomas psicóticos. En este sentido, la hipomanía puede ser definida también como un tipo de manía pero menos extremo.
Generalmente el episodio de hipomanía dura todo el día y durante al menos 4 días. En estos últimos puede distinguirse un estado de ánimo distinto al de la depresión habitual e incluye algunos síntomas de la manía.
La hipomanía es un estado de ánimo que se caracteriza por una excitación o euforia que se presenta de manera más leve que en la manía. En otras palabras, se trata del caso moderado Los principales síntomas del episodio hipomaníaco son los siguientes: - Elevada autoestima y grandilocuencia. - Disminución de la necesidad de dormir (sensación de descanso luego de solo 3 horas de sueño). - Mayor necesidad de hablar e incluso presión por continuar hablando. - Fuga de ideas o experiencias subjetivas de que los pensamientos van muy rápido. - Facilidad de distracción. - Aumenta la actividad orientada al logro de objetivos, por ejemplo en el trabajo, en la escuela, en la sexualidad o en la socialización cotidiana. - Involucramiento excesivo en actividades que tienen un alto riesgo de consecuencias indeseables o dolorosas, por ejemplo, juegos de apuestas o compras descontroladas.
Para poder dar un diagnóstico de una persona que tenga episodios depresivos con hipomanía de corta duración, los individuos han experimentado aún que sea un episodio de depresión mayor, además de 2 episodios de 2-3 días de duración en los que cumplieron criterios para un episodio hipomaníaco. Estos episodios son de suficiente intensidad como para ser catalogados como episodios hipomaníacos, pero no cumplen el requisito de 4 días.
Los individuos que han experimentado tanto hipomanía de corta duración como depresión mayor, tienen una mayor comorbilidad con trastornos por consumo de sustancias y antecedentes familiares con trastorno Bipolar. También se han encontrado diferencias entre los individuos con hipomanía de corta duración y aquellos con trastorno bipolar sindrómico.
La prevalencia de la hipomanía de corta duración no está clara, puesto que no tienen un criterio establecido, son nuevos y aún está en investigación, sin embargo se han estimado unos criterios donde la hipomanía de corta duración aparece en 2.8% de la población.
La hipomanía de corta duración puede ser más frecuente en las mujeres que llegan a presentar carácter de la depresión atípica; en la hipomanía de corta duración los antecedentes familiares de manía son de 2 a 3 veces más frecuentes que en la población general, pero menos de la mitad frecuentes que en los individuos con antecedentes con manía o hipomanía sindrómicas. La hipomanía de corta duración se ha asociado con tasas mayores de trastornos de ansiedad y de trastornos por consumo de sustancias.